INTRODUCCIÓN

Los riesgos durante el desempeño del trabajo son situaciones inherentes a cualquier actividad humana. Si bien las instituciones de salud proveen seguridad en cuanto a las atenciones médico-quirúrgicas, dichas actividades representan altos índices de vulnerabilidad, puesto que funcionan las 24 horas al día, los 365 días del año, utilizando equipos y maquinarias que pueden generar riesgos de incendios, entre otros (Beech y Leather 2006).

“Las instituciones de salud poseen características estructurales y funcionales que no tienen y no lo requieren otros lugares. Por esta razón, por la relevancia de sus actividades y por la seguridad del paciente, la gestión del riesgo en los hospitales, así como en cualquier área que conlleve la atención al paciente con el uso de sustancias inflamables, es el pilar imprescindible para defender la integridad de los trabajadores (sanitarios y administrativos) y de sus usuarios / misión fundamental de la operativización de un servicio sanitario” (Figueroa-Uribe y Hernández-Ramírez 2021, 170).

La seguridad hospitalaria, en el marco de la aplicación conceptual y definitoria, se considera: “la condición que garantiza que los trabajadores, pacientes, visitantes, infraestructura y equipos dentro de un centro de atención en salud, estén libres de riesgo o peligro de accidentes” (Figueroa-Uribe y Hernández-Ramírez 2021, 170), aspectos que requieren ser revisados dentro de las competencias de los mismos al ingreso al sistema de prestación de salud. “La construcción de protocolos de prevención “parte del conocimiento de los riesgos, la cultura de seguridad, que se encuentra directamente relacionada con la calidad de atención del servicio otorgado, por lo cual en las instituciones de salud estos términos son de especial interés” (Figueroa-Uribe y Hernández-Ramírez 2021, 169).

La definición de la palabra incendio, “es la ignición no controlada de materiales inflamables y explosivos (que por razones de índole curativos están de forma permanente presentes en los servicios de salud), debido al uso inadecuado de sustancias combustibles, fallas en instalaciones eléctricas defectuosas y al inadecuado almacenamiento y traslado de sustancias peligrosa (todas estas acciones pasibles de ser realizadas en un servicio sin intencionalidad)” (Congreso de la Unión, Cámara de Diputados 2016, parr. 1).

Históricamente el fuego en el quirófano ha significado un gran riesgo. En el pasado, muchos incendios se han asociado con los anestésicos inflamables y con materiales combustibles no controlados.

El triángulo del fuego requiere de tres componentes: oxígeno, combustible y fuente de ignición. Todos estos componentes están presentes habitualmente en el quirófano. En la mayoría de los hospitales se realizan regularmente simulacros de incendio, todos los empleados deben saber cómo responder ante la emergencia, activar sistemas de alarmas; debe sabe dónde están las salidas de emergencia, extintores y mangueras de incendios.

La Asociación de Enfermeras Peri-operatorias de los Estados Unidos de América (AORN) ha establecido estrategias para el manejo de riesgo de incendios destinadas al personal de quirófano para minimizar o eliminar los riesgos. Estas estrategias deben ser estudiadas cuidadosamente por estudiantes y quienes ya tienen experiencia deben revisarlas todos los años.

Si bien en el país a nivel sanitario no se han registrado casos graves de incendios, en el ámbito comercial se recuerda en trágico A1, donde han muerto más de 400 personas, debido a la falta de respuestas adecuadas desde la misma organización (incendio del Supermercado Ykua Bolaños). De acuerdo a lo fundamentado, es altamente relevante evaluar la capacidad de respuesta de los Profesionales del Pabellón Quirúrgico Central de un hospital público de Asunción, ante un eventual suceso de incendio.

Material y Método

Estudio no experimental, descriptivo observacional, con enfoque cuantitativo, transversal, fuente primaria. El área de estudio fue el Pabellón Quirúrgico Central, de un hospital público de Asunción. Este espacio es donde se realizan intervenciones quirúrgicas de baja, media y alta complejidad, cuenta con ocho quirófanos, un área de pos operados, un área de lavado y un área de esterilización. Cuenta además con una amplia gama de especialidades quirúrgicas entre ellos, cirugía general, neurocirugía, cirugías traumatológicas, cirugías oftalmológicas, entre otras. La población universo de estudio conformó 69 profesionales, de los cuales 20 fueron instrumentadores quirúrgicos y 49 de enfermería, a quienes se administró un cuestionario sobre conocimientos y mecanismo de respuesta ante eventual ocurrencia de incendio en el área quirúrgica a los 69 profesionales incluidos por su presencia continua dentro del quirófano (de lunes a domingos en tres turnos: mañana, tarde y noche respectivamente), para lo cual se adaptó y valido un cuestionario a partir de lo propuesto por la Organización Internacional del Trabajo, Consejo Internacional de Enfermeras (2002) y aceptado por el Comité de Ética de la Facultad de Enfermería y Obstetricia de la Universidad Nacional de Asunción, como organización que otorga garantías a la investigación.

Resultados

En la Figura 1 se presentan respuestas a la consulta sobre conocimientos básicos para casos de incendios. 60 profesionales afirman No conocer el número de teléfono para llamar a los bomberos, 62 No conocen protocolo de evacuación, 67 afirman que No han participado de protocolos de evacuación, 67 profesionales respondieron que conocen las salidas de emergencias y 32 que conoce el manejo de extintor.

Es importante resaltar que estas medidas básicamente deben ser realizadas dos o tres veces al año, por medio de cursos y jornadas de adiestramiento para el personal, con el objetivo de prevenir incendios, reconocer las causas principales del inicio del mismo, como combatirlo en su etapa inicial y sin riesgo al personal, así como también para el conocimiento sobre qué tipos de fuego pueden generarse en un quirófano, comportamiento del mismo, cuidados personales y señalización de todos los equipos. En lo que se refiere a realizar el combate propiamente dicho de cualquier episodio de incendios, es requerido grandes volúmenes de agua disponibles en depósitos auxiliares, provistos con un sistema de alimentación y utilización permanente, debido a que los siniestros pueden presentarse en cualquier momento, inclusive debe preverse contar con motores auxiliares, independientes al sistema eléctrico disponible en el hospital, de manera a garantizar su funcionalidad continua y el cumplimiento de seguridad para todos los que se encuentren en el mismo, la colocación de extinguidores y bocas de agua en lugares estratégicos, implica visibilidad y funcionalidad permanente, de manera que en casos de siniestros acceder a los mismos no requiera de la aplicación de fuerza excesiva para su empleo, de manera que mujeres u hombres puedan utilizarlos.

n=69

Figura 1.
Capacidad de respuesta de los profesionales del pabellón quirúrgico central de un hospital público, ante un incendio. Asunción, Paraguay 2021.
Elaboración propia.

Es importante contar con dispositivos de prevención y combate contra incendios acorde al potencial de peligro, pero para que éstos funcionen y salven vidas el factor humano es fundamental. La Figura 2 presenta resultados a la consulta cuáles eran los procedimientos a seguir en caso de alarma. Solo uno de los criterios fue totalmente adecuado donde los 69 profesionales respondieron que Esperar la orden de evacuación es un criterio para ambos casos.

Los profesionales han respondido correctamente sobre cómo proceder en casos de alarma, 24 acerca de Cerrar puertas y aberturas del humo, 11 Trasladar a los enfermos 11 y 7 Suspender las intervenciones.

n=69

Figura 2.
Capacidad de respuesta de los profesionales del pabellón quirúrgico central de un hospital público, ante un incendio. Asunción, Paraguay 2021.
Elaboración propia.

En la Figura 3 se observa que solo 5 profesionales conocen el orden correcto de como evacuar a los pacientes. La mayoría (61) respondió que no saben y un número pequeño de profesionales dudan respondiendo que No cree que sea así el orden para evacuar a los pacientes del quirófano.

Figura 3
Capacidad de respuesta de los profesionales del pabellón quirúrgico central de un hospital público, ante un incendio. Asunción, Paraguay 2021.
Elaboración propia.

Discusión

En este estudio se midieron las capacidades de respuesta de los licenciados en enfermería e instrumentación y área quirúrgica sobre criterios de procedimiento ante casos de incendio, respuestas ante casos de alarma y cómo proceder para evacuar a los pacientes en caso de incendio. Es importante disponer con un protocolo de emergencia que contenga instrucciones detalladas sobre qué hacer en caso de accidente o situación de peligro.

La construcción de la cultura de prevención y la seguridad parten del conocimiento de los riesgos, se encuentran directamente relacionadas con la calidad de atención del servicio que se otorga (estén o no implícitos actividades que conlleven el uso de sustancias inflamables o que generen incendios), por lo cual en las instituciones de salud (donde interactúan personas y equipos/materiales/ sustancias combustibles y de peligro), estos términos (y su aplicación) son de especial interés” (Figueroa-Uribe, Flavio Augusto y Hernández-Ramírez 2021, 169).

Por lo tanto,

“hablar de gestión integral de riesgos, dentro de un ambiente sanitario, implica que todas las personas que allí trabajan deben conocer y determinar todos los riesgos que pudieran provocar un daño considerable a estos sistemas, ello para salvaguardar su integridad personal y la de las personas que allí asisten en buscan de recursos para sus inconvenientes de salud, dado por la interacción de tres factores, la presencia de una amenaza (no voluntaria sino requerida por el tipo de servicios que se entrega / gases anestésicos, principalmente), la existencia de vulnerabilidades y el tiempo a exposición a éstos (muchos eventos quirúrgicos requieren exposición en tiempo prolongado a estos gases de uso sanitario)” (Figueroa-Uribe y Hernández-Ramírez 2021, 170).

La seguridad hospitalaria debe plantearse como política interna de la institución con tres ejes a tener en cuenta: “1. Seguridad del paciente, como misión y visión de la funcionalidad de un hospital con garantías hacia el paciente 2. Gestión integral de riesgos de emergencias mayores y desastres, (siempre en cumplimiento de la misión de un servicio de salud de gestión eficiente y confiable para sus pacientes) 3. Seguridad interna y externa ante violencia (requerida en el marco de la responsabilidad social de un servicio sanitario respetado y confiable)” (Organización Mundial de la Salud 2009, parr. 14) .

Las instalaciones de salud y los hospitales deben, por su misión de servicio, continuar funcionando aun durante los desastres. Considerando que el costo humano, si un hospital falla, durante un desastre es grave puesto que allí se enviaran para su atención y cuidados a las víctimas, ya que la atención inmediata se centra en ellas, y desde los servicios sanitarios se desarrollaran las actividades de búsqueda (víctimas y/o desaparecidos) y rescate (con rapidez y con el menor riesgo posible) y en la necesidad de ocuparse de los heridos (considerando en cada caso la gravedad y los requerimientos de cuidados según el nivel de riesgo sanitario del paciente y la disponibilidad del servicio donde debe ser derivado para su atención eficiente) (Consejo de Salubridad General 2018; SENSAR 2013).

Por lo tanto, la generación de capacidades al interno del mismo es imperiosa, pues cuando los hospitales, por el incumplimiento de su misión esencial, no pueden cumplir con su función de emergencia en el momento en que más se necesita (especialmente, cuando el peligro se genera dentro del hospital), se comprometen los servicios más críticos (y de elevado costo) y se pierden vidas innecesariamente de valor irreparable (por su elevada formación académica y por el valor humano de muchos de ellos), siendo más grave si estas fuesen generadas por la falta de capacidad al interno de los profesionales de la institución para intervenir oportuna y apropiadamente, en casos de incendios dentro de los mismos (SENSAR 2013; Universidad Nacional Autónoma de México 2015).

De acuerdo con lo expresado por Barrios y Perno (2020) en el trabajo denominado Plan de Evacuación en Quirófano, las capacitaciones para la seguridad laboral en hospitales y lugares de servicios públicos deben desarrollarse como mínimo cada seis meses, lo cual tampoco, sin la debida verificación de cambios de actitudes y una real adquisición de competencias sobre seguridad es suficiente; y los eventos de simulacros de evacuación cuatro veces en el ano, practicas poco aplicadas y/o considerados en servicios sanitarios nacionales (Barrios y Perno 2020; Callizo 2015).

La capacitación del personal del hospital en todos los niveles, debe cumplir con el objetivo primario de crear conciencia sobre la importancia de que se adopten medidas de prevención empoderando de forma permanente a los usuarios internos acerca de la misión y visión, así como de las funciones inherentes y fundamentales de un servicio sanitario, es primordial para que la respuesta en caso de desastre sea univoca, en equipo, oportuna y eficiente. Para tal intención, se debe impulsar las tareas que conlleven adquisición de competencias respecto a la cultura de seguridad del paciente en la prevención y gestión de riesgos hospitalarios donde se debe involucrar e interesar a un personal multidisciplinario e involucrar en forma organizada su participación, en este objetivo común, de manera a que capacitarlo en aspectos muchas veces alejados de su propia disciplina, se convierta en una necesidad fundamental e indispensable para la obtención de resultados de calidad que garanticen la vida del paciente así como la suya propia (Organización Internacional del Trabajo 2002).

Contar con dispositivos de prevención y combate contra incendios, dimensionados acorde al potencial de peligro es importante, pero para que esto funciones y salve vidas el factor humano es fundamental. En la siguiente grafica donde se consulta cuáles eran los procedimientos a seguir en caso de Alarma solo uno de los criterios fue totalmente adecuado donde los 69 profesionales respondieron que Esperar la orden de evacuación es un criterio para ambos casos.

Algunas organizaciones, como la Organización Internacional del Trabajo, Consejo Internacional de Enfermeras, Organización Mundial de la Salud, Organización Internacional de Servicios Públicos afirman que el objetivo primordial debe ser el de contar con un Plan de Seguridad, incluyendo protocolos estandarizados, e integrar al personal del hospital en forma organizada, en la elaboración del mismo y a la vez ensayar un listado de posibles riesgos acordes a la propia realidad del hospital. Este protocolo debe contemplar una guía de posibles acciones dentro de las posibilidades de infraestructura de cada hospital (Organización Internacional del Trabajo 2002).

Ante la peligrosidad y probabilidad de que ocurra un desastre en el ámbito hospitalario, las medidas que deban ser adoptadas para paliar los posibles efectos dañinos generados podrán aminorar la magnitud del riesgo (Vázquez Lugo et al. 2017). Existe diferencia entre la peligrosidad y el riesgo de los desastres (Paredes Tamayo 2021). La ocurrencia de un desastre, de la magnitud que fuere, genera peligrosidad y amenaza de que ocurra un desastre, esto es una condición natural por la interacción humana y los elementos involucrados en un servicio de salud, generalmente no controlada por el hombre, a quien únicamente le queda enfocar sus esfuerzos (por medio de la adquisición de competencias para evitar en lo posible y controlarlos si ocurren) para tratar de predecir la ocurrencia del mismo (determinando los sitios hospitalarios de mayor peligrosidad) y como se puede actuar con eficiencia a través de las evidencias ante la peligrosidad y el riesgo de los desastres están latentes en cualquier servicio hospitalario en funcionamiento.

Por lo tanto podemos mencionar que el riesgo del desastre está asociada a la vulnerabilidad de las obras realizadas por el hombre y su magnitud (gravedad y alcance) dependerá únicamente de las medidas de prevención que se tomen o hayan sido aplicadas con anterioridad para mitigar sus consecuencias (ya sean en lo referente a equipos y materiales, pero primordialmente en la que respecta a la protección y salvaguarda de vidas humanas) (Paredes Tamayo 2021). Así, la peligrosidad del desastre existe, no por una condición natural en el servicio, el riesgo por los equipos y materiales allí administrados incrementan la necesidad de mecanismos de prevención no presentes.

En el caso de la Evacuación se aplican criterios específicos que sirven para salvar vidas, ya que por las características de los equipos y materiales altamente inflamables presentes en el quirófano un incendio de grandes magnitudes puede desarrollarse instantáneamente.

La actuación personal para mitigar los riesgos de ocurrencia de una emergencia relacionada con incendios para sobrevivir y salvar vidas, es fundamental en un servicio de salud. Para iniciar un plan de seguridad del hospital primero se debe contar con el comité de seguridad del hospital. Este comité debe estar integrado, para cumplir con una funcionalidad operativa de relevancia, por miembros de la dirección del hospital (que políticamente define las prioridades en cuanto a programas de formación continua en el servicio y sobre adquisiciones para el área de riesgos), representantes de todos los servicios a fin de garantizar la transversalidad de la comprensión y cumplimiento del plan de seguridad hospitalaria, profesionales de salud de todas las disciplinas sujetos responsables directos para controlar la generación y minimizar las consecuencias del evento ocasionado , contabilidad y suministros que deben comprender y operacionalizar la adquisición de equipos e insumos para prevenir danos mayores, personal de mantenimiento y transportes custodios y veladores de la funcionalidad de los equipos de seguridad, así como la oficina de seguridad.

La primera tarea del comité de seguridad, para garantizar que el servicio cumpla con el plan de seguridad, debe ser realizar una evaluación de los riesgos (de manera a generar información oportuna de los sitios, equipos e insumos que fuesen pasibles de generar la situación de desastre) y la vulnerabilidad del hospital no solo en lo referente a recursos disponibles sino principalmente en lo más valioso que poseen los mismos es decir sus talentos humanos irremplazables desde todo punto de vista, en relación a su infraestructura es absolutamente relevante determinar las áreas vulnerables y, considerar la capacidad real de respuesta al desastre con que se dispone ante estos casos. Además, debe establecer prioridades de acuerdo a los resultados de la evaluación (Soler Palau 2017).

El objetivo de la evaluación es analizar el potencial de incendio, así como los peligros y riesgos ambientales, la capacidad de la infraestructura edilicia para proteger a sus ocupantes, las salidas de emergencia, sistemas de detección, alarma y protección contra incendios, formación del personal. Identifica brechas y debilidades en la preparación adecuada del hospital para el riesgo y toma medidas correctivas para eliminarlas (Hospital de Sagunto 2013)

Conclusiones

Se puede afirmar que la capacidad de respuesta de los profesionales del pabellón quirúrgico central de un hospital público, ante un eventual evento de incendio es escasa, debido a que los profesionales desconocen acerca de aspectos básicos para casos de incendios.

Con respecto a cómo proceder en casos de alarma un pequeño número de profesionales tiene el conocimiento de cómo se debe proceder para cerrar puertas y aberturas ante el humo, trasladar a los enfermos y cómo suspender las intervenciones quirúrgicas.

En definitiva, se considera que la seguridad de los hospitales, desde el momento que ingresamos y conformamos los recursos humanos de dicho servicio cuya misión es apoyar la evolución del ser humano pleno y sano en la sociedad, es responsabilidad de todos. Por lo tanto cada funcionario que desempeña un cargo dentro del hospital, lo debe ejercer con la mayor eficiencia y calidad esperada, siendo indispensable para garantizar la adecuada prestación de los servicios, que se espera para garantizar la seguridad propia y del paciente.

La seguridad del paciente y de las personas dentro del hospital en caso de desastres, debe estar liderada por un comité de seguridad. Este comité debe recomendar la implementación de una política de seguridad que contemple un programa donde especifica los compromisos según áreas de trabajo.

El personal de mantenimiento, quien es responsable del funcionamiento adecuado de la infraestructura y equipos, debe trabajar y promover el logro e implementación de manera adecuada del plan de mantenimiento del inmueble en nuestro caso particular y peculiar un hospital, como asimismo de los equipos e instalaciones que posee un hospital de acuerdo a sus características funcionales, en concordancia con el comité de seguridad hospitalaria, quien asiste, asesora y verifica el grado de desarrollo de aplicación del citado plan.

En las áreas quirúrgicas, es probablemente donde se evidencien con mayor frecuencia las situaciones de riesgos, por lo crítico del sitio, la seguridad del paciente y del servicio, debe estar garantizado por los profesionales y personal del mismo, para lo cual estos deben estar en condiciones de identificar situaciones críticas, poseer las capacidades de aportar sugerencias para la adquisición, reposición, mejoramiento y mantenimiento de todo aquello que garantice la seguridad en el ámbito hospitalario. Por lo que los mismos aportan información relevante al comité de seguridad, para el desarrollo de planes y programas en la resolución de situaciones de emergencias.

Finamente, no se puede desconocer que el trabajo diario del personal de apoyo y de servicios, que favorecen a la calidad quirúrgica indispensable para el sostenimiento de los servicios, ya que con el cumplimiento de sus tareas ayudan a la disminución de los ambientes de riesgo existentes en casos de desastres, que en conjunción con los demás miembros del área quirúrgica darán garantías y seguridad a los pacientes.

Consideraciones éticas:

Declaramos que este estudio se ajustó a principios éticos aceptados por el Comité de Ética Facultad de Enfermería y Obstetricia Universidad Nacional de Asunción, Respeto a las personas: se desarrolló para describir, explicar y comprender el fenómeno. Búsqueda del mayor beneficio y bien posibles, lograr los máximos beneficios, minimizando daños y la equivocación. Adquisición de nuevos conocimientos.

Agradecemos a Ma. B. Insfrán G, C. Pavetti R, quienes han realizado el excelente trabajo de campo para esta investigación.

Referencias Bibliográficas

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