Artículos de Investigación

Agresividad y Convivencia Escolar en el Contexto de la Educación Primaria

Cardoza
Universidad Pedagógica Experimental Libertador , Venezuela

Revista Científica CIENCIAEDUC

Universidad Nacional Experimental de los Llanos Centrales Rómulo Gallegos, Venezuela

ISSN-e: 2610-816X

Periodicidad: Semestral

vol. 5, núm. 1, 2020

revistacienciaeduc@gmail.com

Recepción: 17 Abril 2020

Aprobación: 09 Mayo 2020



Resumen: Este artículo tiene como propósito general analizar la agresividad y convivencia escolar en el contexto de la educación primaria, partiendo de la visión de la formación integral. Entre las Teorías que sustentan el estudio se mencionan: Teorías sobre el Comportamiento Agresivo de Dollar y Millar (1999) y la Teoría del Comportamiento Social de Bandura. La metodología se basó en estudio documental, a través de la aplicación de la revisión bibliográfica. De esta revisión bibliográfica se destaca que para Dollar y Miller (1999), la agresividad es una conducta cuyo objetivo es dañar a una persona o aun objeto. En este sentido, la institución educativa es considerada como un sistema social, en ella están presentes diversas situaciones que generan cambios en los cuales se realizan procesos de socialización y de formación pedagógica encaminados hacia una escuela de calidad. Desde estas perspectivas, los resultados fueron: La convivencia en la escuela requiere de una sustentación en valores de tipo ético, social, comunitario, personal, ecológico y educativo entre otros, para estructurar las normas y procedimientos que de manera participativa se implementará en la escuela como organización que se sustenta en valores representado en los objetivos a lograr, en el cual el punto esencial es la participación para crear una convivencia escolar armoniosa. De lo presentado anteriormente, se concluye que: Un buen ambiente en el aula en términos afectivos junto al ingenio y diversidad de los docentes al abordar los temas, contribuye mucho a que los estudiantes se sientan motivados para aprender. Cada estudiante debe sentir que tiene un lugar de respeto y valoración, en el cual normas y reglas surgen de un acuerdo conjunto, y cuya importancia y beneficio personal son evidentes.

Palabras clave: Convivencia Escolar, Educación Primaria.

Abstract: This article has the general purpose of analyzing aggressiveness and school coexistence in the context of primary education, based on the vision of comprehensive training. Among the Theories that support the study are mentioned: Theories on Aggressive Behavior by Dollar and Millar (1999) and Bandura's Theory of Social Behavior. The methodology was based on a documentary study, through the application of the bibliographic review. From this bibliographic review it is highlighted that for Dollar and Miller (1999), aggressiveness is a behavior whose objective is to harm a person or even an object. In this sense, the educational institution is considered as a social system, in it various situations are present that generate changes in which socialization and pedagogical training processes are carried out aimed at a quality school. From these perspectives, the results were: Coexistence at school requires a foundation in ethical, social, community, personal, ecological and educational values, among others, to structure the norms and procedures that will be implemented in a participatory manner at school. As an organization that is based on values ​​represented in the objectives to be achieved, in which the essential point is participation to create a harmonious school coexistence. From what has been previously presented, it is concluded that: A good atmosphere in the classroom in affective terms, together with the ingenuity and diversity of teachers when addressing the issues, contributes a lot to students feeling motivated to learn. Each student must feel that he has a place of respect and appreciation, in which norms and rules arise from a joint agreement, and whose importance and personal benefit are evident.

Keywords: Aggression, School Coexistence, Primary Education.

INTRODUCCIÓN

Los inicios del siglo XXI, se han caracterizado por un especial dinamismo en el ámbito educativo orientado a la transformación de los sistemas de la región. Es un hecho que la rapidez de los cambios sociales, económicos, culturales y tecnológicos plantean nuevas exigencias que obligan a los sistemas educativos a una renovación constante para dar respuesta A las demandas y necesidades de las personas y de las sociedades. En este marco, las innovaciones educativas se presentan como un espacio crucial para anticipar respuestas a nuevos desafíos y generar nuevas soluciones a los temas pendientes.

Dewey (1917)

Partiendo de estas consideraciones, para, Dewey (1917), capacitar a los jóvenes sería la forma más eficaz para lograr este objetivo en una sociedad compleja. Además, afirma no es posible que jóvenes y niños aprendan directamente A través de la participación en las actividades de los adultos. (p.67). Por eso surgen, las instituciones intencionadas, para adiestrar al joven de tal forma que pueda llegara ser un miembro adulto capaz de participar en su comunidad, en posesión de todos los recursos y adquisiciones para desenvolverse en una sociedad compleja.

De tal manera que, la Convivencia en estos momentos de resistencia, donde las familias venezolanas están atravesando y viviendo situaciones de intensa incertidumbre, nos llama a reencontrarse con la esencia del docente amoroso, solidario, respetuoso, tolerante y con conciencia social, constituyéndose en un compromiso y acto de amor por sus estudiantes y su familia, es trabajar por el presente y para el futuro de nuestro país, formando mujeres y hombres de bien, con amor por sus semejantes, por su comunidad y su país.

Desde estas perspectivas, la ecología humana en la institución escolar y en el aula, se entiende como la conjunción del espacio ambiental, tiempo, actividades y comunicación que en él tienen lugar, y lo consideramos como un elemento globalizador de los procesos que tienen lugar en el centro educativo. Este marco no sólo influye, sino que, a veces, determina los acontecimientos que tienen lugar dentro de él. Los escenarios de la institución educativa son diversos y se articulan entre sí, dando lugar a ámbitos complejos que hay que tener en cuenta para comprender los procesos que acontecen entre las personas que allí conviven.

Pues el factor humano, se mueve en un microsistema de relaciones. En el cual el centro educativo se configura como una compleja red de relaciones que actúan a distinto nivel e inciden entre sí, según Pérez Gómez (1992), la “estructura social de participación; una estructura, más o menos implícita, compuesta de las costumbres, normas, convenciones, hábitos y valores que encuadran las relacionasen un marco de referencia útil, cuando está al servicio del desarrollo delos protagonistas docentes y estudiantes. (p.34).

Es así, que una educación en valores, en el contexto de la escuela primaria, tiene una razón de ser más profunda, ir hacia la solidaridad social, orientar en el proceso educativo del alumno la práctica del amor, de la responsabilidad, de la solidaridad, de la participación, del respeto, de la justicia, de la autonomía, como parte de los criterios éticos universales; los cuales se constituyen en referentes para sus actitudes y conductas. También es cierto que la educación en valores debe crear un ambiente en la escuela donde los valores que se proclaman se vivan. Si se habla de democracia, por ejemplo, que se viva la participación, para que entre todos generen el ambiente apropiado con normas claras, precisas y pertinentes a la organización.

La escuela primaria, en su nueva concepción curricular de lograr una educación efectiva y de calidad, se convierte en el centro de atención del estudiante, al ser considerada unidad básica y fundamental del sistema educativo, por ello, genera en ella acciones de interdependencia e interacción entre el conjunto de personas que participan y promueven el proceso de enseñanza y de aprendizaje. Así, la escuela como factor clave en el mejoramiento de la calidad de la educación, requiere de un clima de convivencia en donde se promueva y sostenga la participación y la cooperación por parte de directivos, docentes, alumnos, padres, representantes, administrativos, obreros y comunidad educativa en general. De allí que, la familia y la escuela son concebidas como unas instituciones donde se adquieren principios éticos, valores morales, y patrones de comportamiento, es decir, esta es considerada como el cómo el primer agente socializador de los infantes en los primeros años de vida, luego interviene la escuela, como complemento o apoyo para reforzar algunas conductas o por el contrario corregirlas de ser necesario. Por consiguiente, ambos ambientes bien articulados y siguiendo sus posturas contribuyen en la formación y desarrollo integral de los y las estudiantes.

Es necesario recalcar, que los primeros pasos de socialización como ya se mencionó ocurren en el seno familiar y por ende, las relaciones de los miembros dependen de la misma, de tal manera que, si los integrantes reflejan o dan tratos agresivos bien sea de origen verbal o físico entre otras, donde se violen los derechos de los mismos estos a su vez serán víctimas y victimizadores del medio social y no solo queda allí, sino que transciende a las futuras generaciones permaneciendo en el tiempo.

En el marco de estos planteamientos, el estudio tiene como propósito general: analizar la agresividad y convivencia escolar en el contexto de la Educación Primaria. Para ello, se utilizó la investigación documental, mediante la revisión bibliográfica, que según la Universidad Pedagógica Experimental Libertador (2012),” se entiende por investigación documental, el estudio de problemas con el propósito de profundizar el conocimiento de su naturaleza, se refleja en el enfoque, criterios, conceptualizaciones, reflexiones, conclusiones, recomendaciones y en general, en el pensamiento del autor”.(p.20).

El estudio tiene como apoyo la teoría del comportamiento agresivo de Dollar y Millar (2000), teoría que ponen el origen de la agresión en el medio ambiente que rodea al individuo, y percibe dicha agresión como una reacción de emergencia frente a los sucesos ambientales. Mientras que la teoría del comportamiento social de Bandura la cual se destaca el aprendizaje por observación mediante modelado, es decir, el aprendizaje a través de la observación del comportamiento de otra persona a la cual denomina modelo.

Análisis de la Agresividad y Convivencia Escolar en el Contexto de la Educación Primaria Desarrollo Integral del Niño y la Niña de Educación Primaria

Aceti (2010) afirma que “el desarrollo individual se caracteriza por un conjunto heterogéneo de influencias genéticas (y/o hereditarias) y por influencias ambientales, que interactúan recíprocamente” (p. 11). Esta definición enfoca el desarrollo como un componente personalizadoque puede variar de un individuo a otro, de acuerdo a las escalas establecidas como norma, pero que pueden flexibilizarse debido a una multiplicidad de factores que influyen en el de forma significativa. Del mismo modo, puede describirse que el desarrollo humano como un proceso permanente y continuo, que abarca todas las diferentes dimensiones de la persona. Este proceso se logra de forma gradual, en vista de que existe una enorme diferencia entre un ser humano recién nacido que se muestra indefinido, vulnerable e indefenso, con respecto a las características presentadas cuando va creciendo comienza a lograr una serie de aspectos como el dominio y autonomía de sus movimientos, aumento de talla y peso, desarrollo de su personalidad y la adquisición del lenguaje, entre otros aspectos de gran relevancia.

Tomando en consideración esta idea, puede complementarse afirmando que el desarrollo integral de los seres humanos se conforma por una multiplicidad de aspectos, los cuales conforman la compleja estructura física y mental del ser humano. En tal sentido, el desarrollo se proyecta en diferentes dimensiones, descritas a continuación:

Desarrollo Social: La interacción de los seres humanos con sus pares y figuras de autoridad, es un proceso que ha de surgir de forma espontánea, diáfana y progresiva, ya que en dicho proceso el individuo puede aprender acerca de sí mismo y de los demás, desarrollando habilidades que le permiten convivir con los otros. Al respecto Céspedes (2008) sostiene “el niño aprende cómo su comportamiento afecta a otras personas, cómo el comportamiento de los demás le afecta a él, y cuáles actitudes y conductas son aceptables para convivir en su medio”. (p. 18).

En este sentido, resulta importante que en la niñez se dedique tiempo para efectuar diversas actividades, propiciando situaciones de juego que permitan una relación directa con diferentes niños, las cuales conduzcan de forma progresiva a la adquisición de lo que constituye un comportamiento socialmente aceptable. Ello permitirá la adquisición y fijación de habilidades como compartir, turnarse, saber esperar, solicitar, aceptar, renunciar, escoger, exigir, conquistar y liderar como parte importante de los conocimientos que deben manejarse para poder formar parte de un grupo.

Desarrollo Emocional: En palabras de López (2009) “las emociones están integradas en nuestras vidas y forman parte de nuestra personalidad. Desde que nacemos, nuestro entorno está entretejido por las emociones que vivimos y que experimentamos día a día” (p.25). De este planteamiento puede entenderse que, desde el comienzo de su vida, el pequeño mira a la cara a quienes lo cuidan, escucha sus voces y experimenta sus propias sensaciones físicas, todo al mismo tiempo, por ello al encontrar un rostro y una expresión familiares, o una voz suave que responda a su mirada o al movimiento de sus brazos, basta para que el pequeño se sienta tranquilo. Igualmente, Céspedes (2008) expone “al tratar con estas emociones en situación de juego, los niños experimentan y resuelven diferentes formas de expresar sus problemas, y aprenden a sentirse cómodos con sus reacciones y emociones” (p.18). Tomando en consideración lo expuesto, mediante actividades integradoras, los niños se vuelven más conscientes de sus emociones y aprenden a manejarlas.

Desarrollo Intelectual: Calvo (2010) indica “…el período de los cinco a los siete años, el desarrollo del Sistema Nervioso Central del niño es particularmente importante. En esta etapa su comportamiento se caracteriza por un nuevo nivel de funcionamiento (p. 595). En este sentido, la adquisición del lenguaje marca el principio del desarrollo de las habilidades más característicamente humanas, en torno a ello, las habilidades bien implantadas en la conducta del niño desaparecen tan pronto como el lenguaje se desarrolla. De esta forma, Céspedes (2008) sostiene que:

Unida a la educación formal, la recreación da a los niños la oportunidad de reforzar, profundizar y comprender más ricamente los conocimientos que le transmiten en la escuela y en el hogar. Y es, sin duda, la más adecuada manera de desarrollar un sentido de investigación, que coadyuvará a la formación de una personalidad crítica y creativa (p. 19). Tomando en cuenta esta idea, la incorporación de los niños y niñas al ambiente educativo, permitirá que puedan aprovechar al máximo su potencial, logrando con ello el aprendizaje que requieren para cumplir con los propósitos del nivel inicial. Y su preparación a otros niveles, lo que les permitirá poner las manos, la mente y el corazón en práctica permanente y enriquecerse cada vez más como persona social y emocionalmente estable.

Desarrollo Físico: A nivel físico, los niños y niñas van creciendo de forma regular y no será hasta la pubertad cuando se iniciará el estirón típico de la adolescencia. En torno a ello Sadurni (2008) indica:

Los niños parecen más estilizados, no sólo porque se hacen más altos sino porque cambian sus proporciones corporales, sus músculos se hacen más fuertes y aumenta la capacidad pulmonar, todo ello proporciona la base para mejoras significativas en las habilidades motoras. En condiciones óptimas, las habilidades de correr, saltar, trepar, lanzar y coger irán desarrollándose hasta alcanzar las excelentes manifestaciones atléticas y artísticas que exhiben los niños mayores y los adolescentes (p. 200).

Este concepto permite conocer que los individuos van alcanzando en las diferentes etapas de su vida, una serie de cambios anatómicos que los dotaran de las estructuras necesarias no solo para cumplir funciones biológicas, sino para establecer actividades motrices, por medio de las cuales puedan alcanzar un nivel de desarrollo integral. Al respecto Céspedes (2008) expone que “correr, saltar, trepar, columpiarse, lanzar, atrapar, todas estas actividades desarrollan la coordinación de los músculos largos”. (p. 19), es decir que estas actividades desarrollan la motricidad gruesa.

De la misma manera, el autor anterior expone “cortar, pegar, pintar, construir, armar rompecabezas, jugar con arcilla o con títeres; son todas actividades que desarrollan la coordinación de los músculos cortos” (p. 19), estas actividades son promotoras del desarrollo de la motricidad fina, importante para el desarrollo crecimiento corporal en cada una de sus etapas.

Finalmente puede expresarse en torno al desarrollo integral del ser humano como parte del presente estudio, que al tomar en consideración las implicaciones de la integración en cada uno de las dimensiones estudiadas, se abarcan las diferentes necesidades que a nivel físico y mental poseen los niños y niñas objeto de estudio, a fin de estructurar actividades que saquen el máximo provecho de sus capacidades y potencialidades.

Dimensión Socioemocional: La dimensión socioemocional, posee gran relevancia dentro de los alcances de la educación secundaria, puesto que con ello el educando puede lograr un equilibrio de sus emociones, favoreciendo con ello su proceso de integración al centro educativo. Según Amar y Otros (2009):

El desarrollo socioemocional del individuo está muy ligado a la realidad biológica de nuestras emociones, ya la forma como la cultura permite sus representaciones y sus formas de expresión. Por tanto, esta dimensión apunta al conocimiento del diseño emocional del cerebro. Es decir, a la comprensión del interjuego de las estructuras cerebrales que determinan el momento y la forma como irrumpen las distintas emociones en nuestra vida, y la relación de esta con las dimensiones corporales, cognitiva y comunicativa en la construcción de estructuras relacionales y de desarrollo de la afiliación y del sentimiento humano (p. 32).

De este modo el adecuado desempeño en el área socioemocional se relaciona con la forma de interactuar con el mundo que tiene muy en cuenta los sentimientos, y engloba habilidades tales como el control de los impulsos, la autoconciencia, la motivación, el entusiasmo, la perseverancia, la empatía, la agilidad mental. Ellas configuran rasgos de carácter como la autodisciplina, la compasión o el altruismo, que resultan indispensables para una buena y creativa adaptación social.

Uno de los aspectos más importantes del desarrollo humano es la manera en que el niño aprende a relacionarse con otros desde el nacimiento. Durante los primeros años de vida, la relación primaria del niño se limita a la que tiene con sus padres u otras personas que lo cuidan. En la niñez temprana empiezan a formarse otras relaciones con hermanos, compañeros de juegos y personas ajenas al círculo familiar. El mundo social se expande aún más cuando el niño comienza a asistirá la escuela, y establece un número y diversidad cada vez más grande de relaciones sociales en las que se incluyen maestros, amigos, compañeros de equipo y vecinos.

Desde la niñez, el desarrollo se entrelaza con relaciones sutiles; es decir, el niño aprende comportamientos y actitudes apropiados a su familia y cultura. Cabe resaltar, que, aunque en este período se presenta contacto con nuevas personas que ejercen una influencia sobre el menor, los padres siguen siendo para el niño la influencia más significativa, porque ejercen un impacto enorme en el desarrollo socio-emocional del niño.

Conductas Agresivas

El problema de las conductas distorsionadoras en el aula es uno de los temas que cada vez goza de mayor preocupación entre profesores, pedagogos y psicólogos. Los nuevos métodos de control y gestión en el aula se encuentran con dificultades serias y difíciles para poder llevar a cabo, con una eficacia totalmente rentable, los objetivos y contenidos propuestos por motivo de un número reducido de alumnos con problemas disruptivos. En este sentido, García (2008) expresa lo siguiente:

Las conductas problemáticas observadas por los docentes en el aula como más graves son: las de agresividad, la falta de compañerismo, las conductas moralmente inadecuadas, las que atentan contra la autoridad del docente, las que dificultan el rendimiento académico, las que alteran las normas de funcionamiento de la clase y las dificultades de adaptación a la situación escolar y de aprendizaje (p. 37).

De allí que los trabajos realizados al respecto manifiestan que los niños, niñas y adolescentes que presentan disrupción en su comportamiento, poseen las siguientes conductas: violentos y agresivos (físicamente), inquietos, rebeldes, ruidosos, nerviosos y rechazados, mientras las chicas son más propicias a las siguientes conductas: habladoras, explosivas verbal y emocional mente, injuriosas, miedosas; en cuanto las frecuencias los chicos se muestran más peleoneros y se les llama más la atención y al orden y se ejerce un mayor control sobre ellos tanto explícita como encubiertamente, por ende los varones son más difíciles de controlar.

Así mismo, puede afirmarse que muchas veces el problema está en que los alumnos no saben qué es lo correcto y otras veces tienen una ligera idea del buen comportamiento siendo incapaces de comportarse correctamente. Aunque no tienen deseo especial de molestar al profesor y a sus compañeros les resulta incapaz de someterse a las normas de clase. En estas edades el profesor ha de ser muy afable y comprensivo para resolver con eficacia y cariño los problemas e introducirlos con suavidad en el aprendizaje de las normas escolares y sociales

Causas de las Conductas Agresivas

González (2011) explica que existen dos causas principales de los desórdenes de conducta: (a) Los factores psicológicos implican la existencia de hechos acaecidos en los primeros años de la vida del niño (como la privación total o parcial de afecto maternal) que van a afectar su forma posterior de actuar. (b) Si bien en la mayoría de los casos no existe lesión orgánica, suelen darse posibles causas biológicas en niños con trastornos severos o profundos. No se puede afirmar a ciencia cierta si la anormalidad fisiológica es el desencadenante del problema de conducta (p. 49).

Tomando como base la afirmación anterior, se puede expresar que el origen de las conductas disruptivas tiene una base psicológica y una base estructural, es decir, que implica la formación desde el hogar y las experiencias de vida que ha tenido el niño, la niña y el adolescente. De esta forma existen algunos factores que desencadenan comportamiento disruptivo en niños y niñas, expuestos por Céspedes (2008), los cuales se describen a continuación: (a) Falta de Comunicación: Manifestada por desconfianza, engaños, falta de sinceridad, ocultar, mentir, incomprensión de las actitudes del otro, atribución errónea de motivos. (b) Insatisfacción: la insatisfacción se debe a algún sentimiento de inferioridad. Tiene su origen en la incapacidad para lograr dominarse a uno mismo, como sucede a esas personas que son arrolladas por sus propios impulsos de cólera o agresividad. (c) Traumas: Las personas expuestas a un trauma en la niñez no sólo sufren psicológicamente, sino que además padecen alteraciones cerebrales. Esto añade una dimensión adicional a las consecuencias del abuso, y obviamente tiene implicaciones científicas, terapéuticas y sociales. (d) Hogar Disfuncional: Las figuras femenina y masculina son necesarias durante la crianza para la construcción de identidad y la creación de modelos que los relacionen con el mundo.

Si falta la mamá o el papá, lo ideal es que exista la presencia constante de tíos, abuelas, primas o amigos, que sean sus referentes, con quienes los niños se puedan comparar, medir o evaluar, depositar su confianza y admiración, ya que la ausencia de uno de los patrones genera insatisfacción e incrementa las posibilidades de convertir a la persona en un individuo agresivo. (f) Problemas emocionales: las conductas disruptivas a menudo están relacionadas con una autoestima baja, incapacidad para resolver conflictos adecuadamente, creencias equivocadas respecto a nuestras emociones, relaciones, etc. y nuestra dificultad para reconocer y aceptar lo que sentimos y pensamos. (g) Alteraciones psicológicas: La estructuración psicológica del sujeto, fruto de condicionamientos bio-psico-sociales, participa a un nivel causal o modulando la actuación del sustrato biológico o del contexto social: ciertos desarrollos neuróticos de la personalidad con exagerada necesidad de afirmación por su complejo de inferioridad. Se manifiestan como resultado de trastornos de personalidad (asocial, explosivo, pasivo-agresivo, sádico, paranoide); depresiones disfóricas; trastornos maníacos e hipomaníacos; síndrome paranoide; y trastornos orgánicos.

Las conductas agresivas se evidencian donde exista un daño físico o psicológico. La causa de agresividad infantil se enfoca hacia los siguientes problemas: discordia entre parejas, poco control de impulsos de los padres, alcoholismo, hijos no deseados, trastornos nerviosos, entre otros. La institución familiar es el punto de partida para el desarrollo de la personalidad del individuo y por ende la conducta. El niño en los primeros estadios del desarrollo de la personalidad tiende a imitar el comportamiento de sus padres. Si dicho comportamiento es negativo, este posiblemente tendera a emular al adulto con la resultante negativa. Esto va a influir decisivamente en el desarrollo y posterior manifestación de una conducta agresiva en el adulto del mañana (entiéndase niño).

Convivencia Escolar

La ecología humana en el centro educativo y en el aula, es el marco ambiental como la conjunción del espacio con el tiempo, la actividad y el tipo de comunicación que en él tienen lugar, y lo consideramos como un elemento globalizador de los procesos que tienen lugar en el centro educativo. Este marco no sólo influye, sino que, a veces, determina los acontecimientos que tienen lugar dentro de él. Los escenarios de la institución educativa son diversos y se articulan entre sí, dando lugar a ámbitos complejos que hay que tener en cuenta para comprender los procesos que acontecen entre las personas que allí conviven. Si pensamos en el factor humano, estos ámbitos podrían denominarse microsistemas de relaciones. El centro educativo se configura como una compleja red de relaciones que actúan a distinto nivel e inciden entre sí, formando lo que Pérez Gómez (1992) ha llamado la estructura social de participación; una estructura, más o menos implícita, compuesta de las costumbres, normas, convenciones, hábitos y valores que encuadran las relaciones en un marco de referencia útil, cuando está al servicio del desarrollo delos protagonistas docentes y estudiantes, e inútil o problemático, cuando no sabemos cuál es su utilidad o cómo funciona.

Para Ortega (1998), es el conjunto global de relaciones interpersonales que se producen en el centro educativo, son de particular importancia las que los propios estudiantes establecen entre sí. Pero hay que aprender a observarlas, desde una perspectiva dialéctica y no estática. Si consideramos que las relaciones personales en el centro se desenvuelven en una dinámica compleja, que hace depender a unos sistemas de otros, a las relaciones que van desplegando los alumnos/as entre sí podríamos denominarlas el “microsistema de los iguales. (s/p)

Para, Brunner (1990), “la convivencia de personas en grupos e instituciones es un proceso constructivo continuo, donde ocurren transacciones, negociación de significados y elaboración de soluciones”. (s/p). Este convivir va creando un significado común construido históricamente, de naturalidad y predictibilidad, que genera un sentido de familiaridad, un “así son las cosas y un así se hacen las cosas”, que llega a formar parte de la identidad del grupo y de quienes participan en él. Es así como convivir en una u otra institución, supone convivir en el marco de una identidad de grupo, expresado en formas particulares de relación, lógicas de acción y significados, valoraciones y creencias instaladas.

De acuerdo con Geertz, (1994), entiende la cultura “como este sentido común construido históricamente” (p.9). La manera de convivir es cultural y es construida. Sin embargo, es vivida por sus participantes desde la naturalidad y la familiaridad, de modo que contribuye a generar en ellos una vivencia de predictibilidad y seguridad. Esto no significa que no se den discrepancias. En el convivir pueden y suelen haber disensos y posiciones subversivas. Frente a esto, surge la paradoja de la convivencia escolar que, al mismo tiempo de ser omnipresente, tiende a la invisibilidad. Si convivir de una manera determinada es lo que forma a los actores capaces de valorar y vivir la democracia y la cultura de paz, la propia convivencia escolar efectiva, “vivida”, debiera estar impregnada y ser portadora de esas características.

Si la convivencia escolar no contribuye a crear el clima necesario para formar sujetos democráticos que aporten a una cultura de paz, se debiera luchar por cambiarla. En opinión de Blanco (2008), “ello conduce al tema del cambio, complejo y no completamente resuelto en el ámbito escolar” (p.7). Pareciera razonable que la concepción de cambio que se baraje en la escuela incluyera, de manera respetuosa pero también estratégica, una clara comprensión de cómo opera aquello que se desea cambiar, en este caso la naturaleza del cambio hacia una cultura de inclusión, democracia y fraternidad. Lo que suele ocurrir es que se opta por un paradigma de cambio voluntarista impositivo. Cabe referir que, las experiencias escogidas, sea por la vía de educación para la democracia, la inclusión o la responsabilidad, conducen a una mejora de la convivencia escolar gracias a la práctica de ciertos valores que inciden en la cooperación tolerancia. Por lo mismo, la convivencia escolar es un espacio privilegiado para reconocer el ethos escolar, es decir, los valores construidos y vividos por una comunidad educativa.

Pues, la manera en que los distintos actores de la vida escolar se relacionan entre sí, es decir, la forma en la que convive o presuponen que deben convivir en los distintos espacios institucionales, conlleva necesariamente la asunción explícita o implícita de ciertos referentes éticos. Todo ello configura un determinado orden moral. De acuerdo con Kurri (2005), el concepto de orden moral no refiere un conjunto fijo y estable de normas morales, remite más bien a un proceso continuo de construcción y renegociación a nivel local, de la comprensión, por parte de los agentes educativos, de sus derechos y responsabilidades en el

Educación Primaria

El Subsistema de Educación Primaria es el subsistema del Sistema Educativo Venezolano que garantiza la formación integral de los niños y las niñas desde los seis (6) hasta los (12) años de edad o hasta su ingreso al subsistema siguiente; teniendo como finalidad formar niños y niñas activos, reflexivos, críticos e independientes, con elevado interés por la actividad científica, humanista y artística; con un desarrollo de la comprensión, confrontación y verificación de su realidad por sí mismos y sí mismas; con una conciencia que les permita aprender desde el entorno y ser cada vez más participativos y corresponsables en su actuación en la escuela, familia y comunidad..

Este subsistema, al igual que los otros, se sustenta en los Pilares de la Educación Primaria: Aprender a Crear, Aprender a Convivir y Participar, Aprender a Valorar y Aprender a Reflexionar; propuesta pedagógica innovadora que promueve un cambio en el proceso de aprendizaje de los niños y las niñas, que supone una nueva forma de interpretar los saberes individuales para colectivizarlos desde la escuela y fortalecer el pleno ejercicio de la ciudadanía, a fin de contribuir a la formación de un ciudadano integral, en sintonía con lo establecido en el preámbulo de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, para reafirmar el carácter participativo y protagónico de nuestra democracia. En este sentido, se definen como Áreas de Aprendizaje en el subsistema de Educación Primaria las siguientes: Lenguaje, Comunicación y Cultura; Ciencias Sociales, Ciudadanía e Identidad; Ciencias Naturales y Sociedad; y Educación Física, Deportes y Recreación. Estas áreas, se articulan de manera sistémica, sostenidas por los pilares, como fundamentación teórica que responde a una pedagogía liberadora para la formación integral de niños y niñas.

Los objetivos, los ejes integradores y las áreas de aprendizaje, su organización y la evaluación son aspectos importantes que guían la vida práctica del niño y la niña en la Escuela Primaria, quienes desde sus saberes y en ejercicio activo en el ambiente educativo, interactúan de acuerdo a sus necesidades e intereses para desarrollar las potencialidades, habilidades, destrezas, conocimientos, actitudes y valores que le permitan analizar y comprender la realidad para transformarla.

Características

El subsistema de Educación Primaria tiene como características generales las siguientes:

  1. 1.
    1. 1. 1. 1. Atiende a los niños y niñas que provienen del subsistema Educación Inicial; así como a niños y niñas que no provienen de instituciones educativas y tienen cumplidos los seis (6) años de edad.

      2. Garantiza la prosecución de estudios en el subsistema de Educación Media General.

      3- Garantiza servicios de cuidado y atención preventiva en salud a los niños y las niñas.

      4. Tiene una duración de seis (6) años en 6 grados.

      5. Contempla dos (2) formas de aplicación de la jornada escolar: una, con jornada de ocho (8) horas académicas diarias, y otra, de cinco (5) horas académicas diarias; ambas de formación integral y con atención alimentaria.

      6. Desarrolla acciones e interacciones con la familia y otras instituciones: científicas, artísticas y deportivas; ampliando el espacio de relaciones sociales y humanas.

      7. Valora la diversidad y la interculturalidad.

      8. Garantiza la atención educativa integral, promotora de la libertad, la justicia social, la equidad y la inclusión social.

      9. Garantiza la integración de los niños y las niñas con necesidades educativas especiales.

Objetivos de la Educación Primaria

El subsistema de Educación Primaria tiene entre sus finalidades:

  1. 1. .

    1. Fortalecer la formación de los niños y las niñas como seres sociales, integrales, solidarios, innovadores, creativos, críticos y reflexivos, con la finalidad de comprender y transformar su realidad más inmediata para el bienestar y la armonía colectiva. 2. Desarrollar valores, actitudes y virtudes para fortalecer su dignidad y la identidad venezolana, a partir de la apropiación de los procesos históricos, desde su realidad y la valoración de los hechos vividos por los distintos hombres y mujeres forjadores y forjadoras de la libertad, en búsqueda de la independencia y soberanía venezolana.

    3. Compartir ambientes de aprendizajes y mediaciones donde los niños y las niñas puedan desarrollar sus múltiples potencialidades desde los saberes y haceres populares, para que se conozcan a sí mismos y sí mismas, lo cual incidirá en su formación crítica, analítica y de participación activa; así como en el desarrollo de su conciencia y personalidad.

    . Promover la construcción de conocimientos integrales que lleven a los niños y las niñas a convertirse en ciudadanos socialmente responsables.

    5. Brindar oportunidades a los niños y las niñas, en igualdad de condiciones, para desarrollar habilidades en las diferentes áreas y sus componentes, a fin de fortalecer sus saberes y experiencias, para su formación integral.

    6. Valorar las potencialidades de los niños y las niñas para fortalecer los avances en la construcción del conocimiento.

    7. Desarrollar habilidades para el trabajo cooperativo, liberador, la autoestima y la solución de problemas sociales.

    8. Afianzar sentimientos de amor y respeto por sí mismos y sí mismas, sus familias, escuelas, comunidades y Nación; como principios rectores de la conciencia colectiva para el ejercicio de la ciudadanía, sustentado en la corresponsabilidad, justicia social y el bien común, en defensa de la soberanía venezolana. En este sentido, el análisis documental permitió reflexionar que, una educación en valores debe promover cambios significativos que conduzcan a la formación axiológica e integral de los ciudadanos.

    9. Participar en la búsqueda de soluciones a los problemas sociales y ambientales, a fin de formar un ser social integral con conocimientos, experiencias y conciencia ecológica, integrando a todos los actores: estudiantes, maestros, maestras, familias y comunidad en general.

Estas consideraciones, permitieron generar como resultados (a) una colectividad escolar que sea ejemplar en todas sus manifestaciones, pero esencialmente en la conducta de sus directivos, docentes, administrativos y obreros y que ello se manifieste en sus relaciones interpersonales, tanto en la escuela como fuera de ella, (b) la agresividad entre compañeros y compañeras alude a una relación estable, permanente o duradera, que un niño o grupo de niños y niñas y establece con otros/as basada en la dependencia o el miedo. No se trata de fenómenos de indisciplina aislada, sino de un maltrato, hostigamiento, intimidación psíquica y física permanente.

METODOLOGÍA

El estudio corresponde a una investigación de naturaleza documenta, mediante una revisión crítica del estado del conocimiento sobre el problema abordado. Para la Universidad Pedagógica Experimental Libertador (2012), la investigación documental es el estudio de problemas con el propósito de ampliar y profundizar el conocimiento de su naturaleza… (p.20). Además, se apoyó en un diseño monográfico, a partir de nuevas teorías y conceptualizaciones. Al respecto, Monroy (2003), refiere que una monografía es una producción intelectual, para comunicar hechos, ideas y conocimientos sobre tópicos determinados… (p.32)

CONCLUSIONES

Un buen ambiente en el aula en términos afectivos junto al ingenio y diversidad de los docentes al abordar los temas, contribuye mucho a que los estudiantes se sientan motivados para aprender. Cada estudiante debe sentir que tiene un lugar de respeto y valoración, en el cual normas y reglas surgen de un acuerdo conjunto, y cuya importancia y beneficio personal son evidentes. Así lo han constatado en la escuela. De esta manera el estudiante intenta respetarlas reglas, no sólo por evitar las consecuencias de su no cumplimiento, sino porque comparte su significado para su desarrollo personal. La formación integral para la resolución de conflictos y para la mediación puede considerarse una estrategia central para el desarrollo de la formación para la convivencia y la paz, pues estos conllevan un fortalecimiento de los actores y cambios significativos en la distribución del poder. En este marco, es de esperarse que se presenten conflictos para los cuales se deben prever estrategias que permitan encontrar un nuevo equilibrio, sin la participación de agresividad.

Las escuelas que se asientan en culturas autoritarias, presentan dificultades para incorporar propuestas innovadoras basadas en la convivencia con la participación de todos, la expresión democrática y el respeto a la diversidad. El docente en su nueva concepción como líder en el aula tiene un papel fundamental. Saber que él es responsable directo de la acción pedagógica, por ello tiene que ser un profesional capacitado, con habilidades suficientes para interactuar con los alumnos, el docente de éxito se caracteriza por ser un profesional en continuo mejoramiento y en la escuela dedica la mayor parte del tiempo para el aprendizaje. Así mismo, promueve las buenas relaciones con los estudiantes estableciendo valores y normas claras de cooperación, lo cual conduce a una adecuada convivencia y a una educación de calidad.

La convivencia en la escuela requiere de una sustentación en valores de tipo ético, social, comunitario, personal, ecológico y educativo entre otros, para estructurar las normas y procedimientos que de manera participativa se implementará en la escuela como organización que se sustenta en valores representado en los objetivos a lograr, en el cual el punto esencial es la participación para crear una convivencia escolar armoniosa.

RECOMENDACIONES

Que los padres y representantes, conozcan y comprendan los valores y normas que se sustentan en la organización, a la vez que se trabaje procesos de participación, revisión y cooperación que permita lograr el sentido de identidad y pertenencia que mueve a la organización escolar.

Que los padres y representantes se integren a través de los diferentes proyectos y actividades que se generan a nivel de aula, para contribuir con la estabilidad socioemocional del niño y la consolidación de una educación efectiva, de calidad.

Que la escuela genere un ambiente agradable, en la que se perciba el esfuerzo de todos, especialmente por parte de gerencia y que en ella persista la buena comunicación.

Se necesita implementar talleres y cursos que capaciten y orienten adecuadamente a los docentes en el uso de técnicas y estrategias que contribuyan a mejorar el ambiente de aprendizaje y la convivencia escolar. Además, la Escuela Primaria requiere la búsqueda de alternativas para ofrecer los suficientes espacios recreativos y deportivos que cubran las necesidades de los estudiantes, como alternativa para la prevención de la agresividad entre los pares.

Implementar normas de convivencia que permiten organizar en la institución, la participación de todos, participación a través de la cual los alumnos puedan, mediante la elección de uno o dos miembros por aula constituirse en una asamblea, capaz de mediar, revisar y llevar lineamientos a seguir por los propios compañeros, ante determinadas conductas agresivas.

Se recomienda la posibilidad de ensayar la conformación de “jueces de paz”, integrado por estudiantes de cada grado de la Educación Primaria con el propósito de que sean los propios estudiantes bajo la orientación de un docente responsable, quienes analicen, dialoguen y resuelvan con los propios compañeros las situaciones conflictivas que se presenten en el aula y en la escuela.

Referencias

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