Dossier
Caracterización de la estructura productiva en la Patagonia. Un acercamiento sobre el sector turístico en la ciudad de Ushuaia
Characterization of the productive structure in Patagonia. An approach to the tourism sector in the city of Ushuaia
De Prácticas y Discursos. Cuadernos de Ciencias Sociales
Universidad Nacional del Nordeste, Argentina
ISSN-e: 2250-6942
Periodicidad: Semestral
vol. 11, núm. 18, 2022
Recepción: 01 Agosto 2022
Aprobación: 23 Noviembre 2022
Resumen: El presente artículo tiene como objetivo, por un lado, presentar una breve caracterización histórica de la estructura productiva de la Patagonia para focalizar en algunos aspectos vinculados al desarrollo del turismo como una de las actividades más relevantes en términos de generación de empleo y conocer su comportamiento en los últimos años. Por otro lado, dar cuenta de ciertos procesos atravesados por algunas actividades del sector turístico en la pandemia, particularmente en la ciudad de Ushuaia, analizando entrevistas realizadas a guías de turismo y choferes, dos actividades consideradas relevantes por la caracterización socioeconómica de sus trabajadores y, por ende, de las estrategias desarrolladas en el contexto de la pandemia por covid-19. Se aborda la temática desde un enfoque cuanti-cuali, trabajando con datos estadísticos de fuentes de información oficiales, así como con información primaria recolectada a partir de entrevistas semiestructuradas.
Palabras clave: estructura productiva, empleo, turismo.
Abstract: The objective of this article is, on the one hand, to present a brief historical characterization of the productive structure of Patagonia in order to focus on some aspects related to the development of tourism as one of the most relevant activities in terms of employment generation and How has this sector behaved in recent years?. On the other hand, to account for certain processes undergone by some activities in the tourism sector in the pandemic, particularly in the city of Ushuaia, by analyzing interviews with tour guides and drivers, two activities considered relevant due to the socioeconomic characterization of their workers and the of the strategies developed in the context of the COVID-19 pandemic. The subject is addressed from a quantitative-quali approach, working with statistical data from official information sources, as well as with primary information collected from semi-structured interviews
Keywords: productive structure, employment, tourism.
Introducción
El crecimiento demográfico que experimenta desde hace 30 años la Patagonia, en general, y Ushuaia, en particular, se debe fundamentalmente a los aportes migratorios de distintos orígenes. La población proveniente de grandes centros urbanos como Buenos Aires, Córdoba y Rosario, así como población migrante de países limítrofes, principalmente de Chile, tuvieron y tienen un rol fundamental en este proceso. Este crecimiento demográfico generó diversas transformaciones socioeconómicas a partir del surgimiento de nuevos sectores y actividades económicas, produciendo una mayor diversificación del aparato productivo y tecnológico. Esas transformaciones han ejercido fuerte influencia en la conformación de una estructura social regional que presenta ciertas características compartidas con áreas desarrolladas y estratos sociales medios y medios altos, y otras con ciertas vulnerabilidades crecientes, demostrando cierta heterogeneidad estructural.
En la Patagonia hay varias ciudades donde su economía ha tenido un fuerte desarrollo de la actividad turística durante buena parte del siglo XX, siendo Ushuaia una referencia en ese sentido. Es por esta razón que la pandemia por covid-19 ha implicado un proceso de crisis en su economía; al cerrarse las fronteras y reducirse drásticamente los viajes, el turismo fue uno de los sectores más afectados. Las repercusiones económicas de la crisis sanitaria se evidenciaron profundamente en esta ciudad. Su alta especialización como destino turístico nacional e internacional afectó fuertemente al mercado laboral y especialmente a determinados grupos socioocupacionales que pertenecen a segmentos de clase media trabajadora.
Para dar cuenta de estos elementos mencionados, este trabajo se propone, por un lado, describir algunos aspectos de la estructura productiva de la Patagonia a través de datos de empleo registrado del sector privado. Por el otro, conocer el impacto de la pandemia en algunas actividades del sector turístico, mediante el análisis de información proveniente de las entrevistas realizadas a choferes y a guías[7] en la ciudad de Ushuaia en el marco de la pandemia por covid-19.
En términos metodológicos, nuestro trabajo establece un enfoque mixto y apela al análisis de información de índole cuantitativa a través de la fuente de información oficial del Sistema de Información Previsional Argentino (en adelante SIPA) para los años 2014, 2015 y 2020, así como el abordaje cualitativo a través del análisis de la información recolectada mediante entrevistas semiestructuradas. Se llevó a cabo un total de 35 entrevistas a trabajadores en turismo, choferes de vehículos y guías de turismo (15 y 20, respectivamente) durante diciembre 2021 y marzo 2022.
El estudio aborda el tema desde una perspectiva macro, sobre la base del análisis estadístico, así como desde el enfoque cualitativo que permite indagar aspectos micro, vinculados a la inserción laboral.
Breve descripción de la estructura productiva de la Patagonia
La región patagónica en la Argentina se extiende, desde el norte y hacia el sur, sobre las provincias de La Pampa, Neuquén, Río Negro, Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur (en adelante Tierra del Fuego, A. e IAS). Las tres primeras provincias conforman la Patagonia norte y las tres restantes, la Patagonia austral. Es una región amplia que ocupa una superficie aproximada de 930 638 km[8], siendo, por un lado, la más grande del país y, por otro, la que posee la menor densidad poblacional.
Los datos del Censo de Población de 2010 indican que la ciudad con mayor población es Neuquén, con 231 198 habitantes, seguida por Comodoro Rivadavia en la provincia de Chubut, con 186 136 habitantes, y San Carlos de Bariloche, en Río Negro, con 112 887, las restantes ciudades tenían menos de 100 000 habitantes cada una.
El devenir histórico y productivo de la Patagonia se desarrolla en un largo proceso que tiene su inicio marcado en la actividad lobera y ballenera durante el siglo XVIII y XIX. Esta actividad marítima tuvo su desarrollo en las costas continentales del Atlántico Sur, en el archipiélago fueguino, islas Georgias e islas Malvinas (Bandieri, 2014;Harambour, 2019). Posteriormente, la ampliación de la frontera productiva ganadera de la región bonaerense, en el marco de la matanza indígena conocida como “Campaña del desierto” entre mediados y finales del siglo XIX, introdujo a la región a la paulatina implantación de ganado lanar, el que fue sumamente extendido en el sector más austral de la región, específicamente en las actuales provincias de Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego, A. e IAS. Hacia finales del siglo XIX, en las islas Malvinas ya se había introducido el ganado ovino y también se presentaba como una actividad creciente en la Patagonia chilena. En este sentido, la inclusión de la Patagonia en el mercado mundial del comercio de lana fue una extensión de los mercados periféricos en crecimiento (Bandieri, 2014; Harambour, 2019).
Otras actividades extractivas importantes en el primer desarrollo de la región fueron la explotación maderera, la que fue especialmente preponderante en las zonas cordilleranas de Bariloche y Neuquén en la Patagonia norte y en Ushuaia y Tolhuin en la Patagonia austral. A inicios del siglo XX se incorpora a las actividades primarias antes señaladas la explotación hidrocarburífera, la que estará marcada por hitos significativos: el descubrimiento de yacimientos petrolíferos en Comodoro Rivadavia en 1907, en Neuquén en 1918 y en Tierra del Fuego, A. e IAS en 1949. Esta actividad fue sujeto de los ciclos económicos argentinos, en los que la aplicación de políticas neoliberales desde finales del siglo XX ha repercutido de forma abrupta (Serrani, 2012).
La minería, especialmente en Chubut y Santa Cruz, tuvo un desarrollo importante desde finales del siglo XX. Por citar algunas, la más antigua mina de carbón en Río Turbio y las más recientes en el macizo del Deseado de Oro y Plata, en Cerro Vanguardia, cerca de la localidad de San Julián o Cerro Moro, también en el departamento de Puerto Deseado, son algunas de las explotaciones mineras de la provincia de Santa Cruz.
Finalmente, dentro de las actividades primarias de la región no podemos dejar de mencionar las continuidades que tuvo la actividad pesquera en el litoral atlántico argentino. Tal como mencionamos anteriormente, luego del inicio de loberos y balleneros, la actividad pesquera de altura, aunque también de costa, se ha posicionado como una actividad económica importante, aunque su impacto en materia de empleo presenta ciertas limitaciones, como el resto de las actividades primarias. Se podría mencionar que la actividad primaria con mayor impacto en materia de empleo es la producción frutícola del Alto Valle de Río Negro, por su relación con el entramado productivo industrial que la fruta presenta en la producción de bebidas y conservas (Bandieri y Blanco, 1991).
Las actividades de comercialización, servicios e intermediación financiera tuvieron un inicio temprano en la región, principalmente relacionadas al desarrollo de las actividades primarias mencionadas. De hecho, la exploración de oro, que no tuvo en el primer momento un desarrollo sustantivo, aunque sí lo presenta en la actualidad, fue una actividad que se relacionó con el abastecimiento. Siguiendo a Bascopé (2010: 12):
En 1887, la familia Bridges abandonó la misión anglicana, que habían fundado años antes en Ushuaia, y organizó su propia empresa algunos kilómetros al este, sobre el mismo canal Beagle: la estancia Harberton. En su origen, y en momentos en que nuestras reservas disminuían en forma alarmante la llegada de los mineros fue para nosotros un envío del cielo. Al aportar comercio, ayudaron a mi padre a costear el establecimiento de Harberton con algo más que los ahorros del magro sueldo de misionero (Bridges, 2000: 151). Se sabe que los comerciantes de Punta Arenas especulaban a su turno con el abastecimiento de los mineros australes, cobrándose al retorno [...] unos precios elevadísimos (Martinic, 2003: 230). Harberton solucionaba, de esta forma, varios problemas: fletaba barcos, rescataba otros a la deriva, entregaba carne. Podrían haber vendido mucha carne, pero se contuvieron –ecos del estoicismo de Braun– para no acabar con nuestro pequeño rebaño (Bridges, 2000: 172).
l pastor anglicano Thomas Bridges, arribado a las costas del canal de Beagle hacia 1871, deja la actividad misional y establece, luego de un acuerdo con el Estado argentino hacia 1887, la estancia Harberton, al este de la bahía de Ushuaia, y la estancia Viamonte, situada en la región del ecotono fueguino, ubicada en un área intermedia entre la cordillera y la estepa. En ambas estableció el mismo modelo productivo que sus vecinos del norte, la familia Braun, dueña de la Sociedad Anónima Exportadora e Importadora de la Patagonia, conocida como La Anónima (Figura 1), mercado lanar y abastecimiento a trabajadores en búsqueda del oro. Los distintos exploradores que intentaron la producción de oro, pudieron encontrar el modelo que les permitía la sustentabilidad de la actividad, prácticamente abandonada hacia principio del siglo XX. Pero queda clara en la historiografía que la exploración fijó las bases para el desarrollo de la actividad ganadera y comercial.
La llegada de la actividad industrial será dispar en la región y en gran parte producto de los incentivos fiscales para que la misma se desarrolle. También los distintos procesos económicos han afectado y establecido diversos desarrollos. Para citar el ejemplo más extendido, podemos observar la Ley 19640, creada en 1972, para la promoción industrial de Tierra del Fuego, A. e IAS. Similares normativas tuvieron Chubut, con el desarrollo textil que luego se vio afectado en la pérdida de estos beneficios, y La Pampa (Schvarzer, 1987).
Por último, y como una actividad relevante, se destaca el turismo. La región cuenta con atractivos naturales instalados a nivel nacional e internacional, aunque la importancia del sector comienza a evidenciarse desde mediados y finales del siglo XX, donde la actividad turística se desarrolló ampliamente. Primero en Bariloche, expandiéndose a toda la región cordillerana norte, para luego extenderse en la década del noventa hacia El Calafate, en Santa Cruz y Ushuaia, en Tierra del Fuego, A. e IAS.
Este devenir histórico se demuestra en una estructura de ocupaciones que abarca todos los sectores productivos, aunque con amplias diferencias con el resto del país (Tabla 1). A través de los datos del SIPA, se puede observar la composición de la estructura del empleo asalariado registrado, a lo largo de los últimos años.
En la Tabla 1 se puede observar que las actividades primarias son una fuente de empleo importante, propia de las características históricas de la región previamente descritas. La agricultura, ganadería, caza y silvicultura presenta más de dos pp por encima de la proporción del empleo que el resto del país para 2020 (7,82% contra 5,42%). Lo mismo ocurre con otras actividades primarias como la “Explotación de minas y canteras” o la “Pesca y servicios conexos”.
El turismo es una actividad diversa que no se encuentra asociada exclusivamente a una rama de actividad. Los servicios turísticos, tales como guías de turismo, suelen ser incluidos en servicios personales, las actividades de ventas de recuerdos en el sector comercio, también ciertas actividades industriales, como la fabricación de chocolates o productos envasados que están vinculados a la actividad, no se presentan como un dato específico. Es por ello que dada la dificultad mencionada es habitual utilizar algunos indicadores de proximidad tales como el porcentaje de empleos asociados a “Hotelería y restaurantes”. Allí se observa que para el 2020, año de la pandemia, en la Patagonia el 5,45% de los puestos de empleo pertenecía a ese rubro, mientras que en el resto de Argentina el valor era de 4,08%. No obstante, en cuanto a los años seleccionados, se denota una baja significativa de los puestos de empleo producto de las medidas aplicadas por la pandemia de covid-19. En la Patagonia se pasó de 470 528 puestos de trabajo en 2019 a 453 801 en 2020 (-3,55 pp). Similar situación tuvo el resto del país que pasó de 6 013 638 en 2019 a 5 740 625 en 2020 (-4,5 pp).
El impacto que tuvo la pandemia se observa también en el Informe de Panorama Productivo realizado por el Centro de Estudios para la Producción en octubre de 2020 (CEPXXI, 2020). Allí apreciamos algunos indicadores sustantivos en las implicancias que tuvo el covid-19 en ciudades patagónicas con fuerte asociación al sector turístico. En abril de 2020, Bariloche presentó un 49,5% de las empresas con facturación nula y Ushuaia, un 41,3% del mismo indicador (CEPXXI, 2020). Al observar los impactos por grandes ramas de actividad, se aprecia que el 74,3% de los alojamientos tuvo facturación nula o mínima en abril de 2020, siendo consistente con los perfiles productivos de las ciudades citadas y el impacto en su estructura productiva.
El sector turístico en la Patagonia norte y la Patagonia austral
Tal como se describió en el apartado anterior, el sector turístico en la Patagonia tiene un importante impacto en el empleo registrado del sector privado. Cerca del 6% está relacionado a la “Hotelería y restaurantes”, pero si se le suman los servicios turísticos de guía, transporte, logística, más los referidos a la comercialización de productos alimenticios, recuerdos y centros recreativos como los de esquí, se estima que cerca del 16-20% del empleo registrado del sector privado se relaciona de forma directa con el sector turístico (Gráfico 1) (Otero y Gelós, 2020). Si a estos números se le adicionan los empleos indirectos, este sector se configura como uno de los más importantes de la economía patagónica.
Gran parte del crecimiento del sector se debió a cierta respuesta regional frente a la aplicación de políticas neoliberales en la década del 90, asociado de alguna manera a la conformación de un tipo de destino para un perfil de turista. Al respecto, Bandieri (2014: 296) señala:
Si bien el turismo, sobre todo internacional de altos ingresos, es en la actualidad uno de los rubros que mayores entradas producen en la Patagonia frente a la crisis de las actividades productivas antes dominantes, no hay todavía trabajos suficientes para reconstruir desde la historia tal proceso, con la sola excepción de su expresión más antigua en el tiempo, la ciudad de San Carlos de Bariloche, que cuenta con una interesante producción historiográfica. Los hielos continentales y el glaciar Perito Moreno, el avistaje de la ballena franca en Puerto Madryn, la capital del “fin del mundo” -Ushuaia- y las estancias convertidas en lujosos hoteles son parte de los muchos sitios turísticos que hoy atraen a innumerables visitantes del país y del extranjero.
Esta inercia generada frente a la respuesta de la crisis de sectores productivos “tradicionales” tuvo sus continuidades e incentivos, mostrando ser un sector con cierto crecimiento. Esto se observa en la información proveniente de la Encuesta de ocupación hotelera (hasta el año 2019, prepandemia), donde el sector manifestaba un fuerte crecimiento, mostrando la Patagonia valores superiores relativos de turistas internacionales, viajeros no residentes, a los observados en el resto del país (Tabla 2). Sin embargo, como se exhibe en el Gráfico 1, el impacto producido por la pandemia por covid-19 significó una retracción de la curva creciente de empleo, pudiendo asociarse la misma a la disminución de la llegada de turistas, especialmente internacionales.
Habiendo realizado un breve recorrido histórico por la estructura productiva de la Patagonia argentina y observando la relevancia del turismo en la economía de la región, en el siguiente apartado abordaremos aspectos del mercado de trabajo en Ushuaia, destino turístico internacional fuertemente consolidado, a través del análisis de las entrevistas a personas cuyas actividades pertenecen a ese sector.
Estudio de caso: impacto del covid-19 en actividades turísticas en Ushuaia
Ushuaia es una ciudad ubicada al sur de la Isla Grande de Tierra del Fuego, en el margen norte del canal Beagle, a 54°48´30” S y 68°18´30” O (Figura 1), es un centro administrativo, nodo industrial, portuario y turístico que, según proyecciones de población, se estimaba para 2021 contaba con más de 79 129 habitantes[9].
Capital de la provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, diversos acontecimientos describieron su historia sociocultural hasta posicionarla hoy como un destino de excelencia para el turismo internacional y de gran interés para el nacional. La combinación de montañas, mar y bosque es, tal vez, una de sus ventajas comparativas más llamativas. Bertoncello (2006) describe que, en ella, se combina la belleza de sus paisajes con la condición de ser la ciudad más austral y su función de “puerta de entrada” del turismo antártico. Su posición geográfica también actúa como un factor positivo en su concreción como destino turístico, solo 1000 km la separan de la península antártica, llevando adelante las prácticas turísticas, teniendo lugar la toma de decisiones estratégicas (Vereda, 2008).
Sus ventajas competitivas también han ejercido fuerte influencia en su consolidación como destino turístico, entre ellas se destacan la construcción en la década de 1990 del aeropuerto internacional Malvinas Argentinas, hecho que favoreció el recambio de pasajeros y la ampliación del puerto de aguas profundas.
Su temporada estival inicia en octubre/noviembre, junto con la temporada de cruceros, y se extiende hasta marzo/abril. Durante la temporada estival 2018/2019, la provincia de Tierra del Fuego, A. e IAS recibieron 343 111 viajeros, de los cuales el 92,8% visitó Ushuaia (InFueTur, 2019). La temporada invernal, por su parte, se corresponde con la realización de prácticas de deporte de invierno y se extiende de julio a septiembre. Diferentes acciones se plantearon para lograr el posicionamiento de la localidad en la temporada invernal, entre ellas se destacan: acciones promocionales, vuelos chárteres desde Brasil, mejoras en la infraestructura y el equipamiento, acciones cooperadas entre el sector público-privado y la Agencia de Desarrollo Ushuaia Bureau (ADU) e inauguración del Complejo Cerro Castor (Kataishi, Pérez y Durán, 2018). Este incremento paulatino del número de turistas en la temporada invernal le permitió a Ushuaia consolidar un continuo en su carácter de destino turístico.
En este apartado analizaremos la información proveniente de las entrevistas realizadas a choferes y a guías de turismo. Una vez realizadas todas las entrevistas, se procedió a la transcripción de las mismas y a la generación de códigos para agrupar la información concentrando los temas abordados según su significado. Una vez ordenadas y clasificadas las entrevistas según los códigos, se procedió a su análisis a través del uso del software cualitativo Atlas.ti, versión 9. Como mencionamos previamente, si bien estas dos actividades no representan la totalidad de las que involucran al turismo, las mismas tienen una particularidad en cuanto a la caracterización socioeconómica de sus trabajadores y trabajadoras: los choferes tienen trabajo registrado, los guías son monotributistas, condición que los posiciona en una situación de mayor precariedad respecto a otros empleos.
Para el análisis de las entrevistas se trabajó sobre los siguientes ejes, situación prepandemia, donde se indagó sobre las características laborales de los trabajadores y las trabajadoras en turismo y su rutina de trabajo; situación pandemia, donde se abordó el impacto del covid-19 y los efectos que tuvo a nivel laboral y, por último, situación pospandemia, instancia donde se focalizó en la reactivación de la actividad y las expectativas a futuro.
Una breve caracterización de los/as entrevistados/as da cuenta de una concentración en el grupo etario de mayor edad tanto en guías como en choferes. Referido a “cuantos años hace que están en la actividad”, la distribución es más heterogénea, pero en ambos casos el mayor porcentaje se ubica en el grupo de entre 10 y 20 años, manifestando una continuidad en la actividad y permitiendo reflexionar respecto a que otras circunstancias han debido atravesar a lo largo de su profesión.
La información brindada sobre el grupo familiar da cuenta que el mayor porcentaje de respuestas asegura ser jefe o jefa de hogar, tanto en el caso de los/as guías como en el caso de los/as choferes. Este dato resulta de particular interés ya que permite destacar el rol de la actividad en la dinámica familiar y el lugar que ocupa como fuente de ingreso para las mismas. Al respecto, se presentan algunos testimonios:
Soy madre soltera, tengo una hija de casi seis años […] soy sostén de familia, sí. Tengo a mi mamá que por suerte me ayuda muchísimo en cuanto al cuidado, pero depende de mí, mi casa, mis gastos. (Guía, E4)
Yo vivo acá solo y tengo dos hijas en Buenos Aires […] dependen de mí. (Chofer, E23)
Asimismo, se destaca la amplia trayectoria en la actividad de la mayoría de las y los entrevistadas/os. Las opciones “entre 10 y 20 años” y “21 años o más” fueron las más recurrentes, y esto habla de la permanencia y continuidad, pero también de la fidelidad a este trabajo. Si a este dato le sumamos la edad, podríamos afirmar que gran parte de los y las entrevistados/as han formado parte de la actividad turística desde su juventud, atravesando y afrontando los vaivenes de esta práctica dinámica, pero aun así manteniéndose firmes en su elección profesional.
Cuando se indaga sobre la rutina de trabajo en el período de prepandemia, mencionan las largas horas de trabajo, la intensidad y su escasa posibilidad de establecer un horario fijo. Hay una marcada dependencia a la demanda de servicios que tengan. Esta característica fue planteada por ambos grupos, pero se observa que son especialmente los/as guías de turismo quienes más se caracterizan con esta descripción. Esto se puede relacionar con su carácter de freelance, recayendo en ello la responsabilidad de organizar su jornada laboral. Esta realidad se refleja claramente en algunos testimonios:
Todos los días, tal cual. A veces de lunes a lunes, incluidos los fines de semana, incluidos los feriados, incluidos los cumpleaños. (Guía, E2)
No me voy tantas horas por mis hijos […] normalmente hago un servicio por día, pero a veces sale doble servicio: un Esmeralda [referido al sendero Laguna Esmeralda] y un City Tour, doble Parque [referido al Parque Nacional] muchas veces. A veces también me voy para Almanza, entonces ya es un servicio un poco más largo, un día completo, pero normalmente andamos en eso. (Guía, E3)
Vinculada a la rutina de trabajo está la dedicación, es decir, si la actividad la complementa con otra o si se dedican exclusivamente a ella. Desde esta perspectiva, ambos grupos manifiestan estar abocados exclusivamente al turismo, al menos en temporada alta. La opción de complementar esta actividad se da especialmente cuando finaliza la misma y se observa principalmente en el caso de los/as choferes. Los/as guías aseguran que si bien la demanda laboral es en temporada alta, cuando finaliza suelen continuar desarrollando la actividad con menor demanda, pero les permite de todas formas mantenerse. También mencionan que, en general, si han tenido una buena temporada alta y han logrado administrar sus ingresos generando una buena capacidad de ahorro, aprovechan la baja para hacer uso de sus vacaciones.
en el 2011 fue el último año que di clases de esquí y ya me dediqué de full al 4x4. Es muy específico, es algo que me gusta mucho, es muy dinámico. Veo mucha gente distinta, me siento afortunado por trabajar en algo que me gusta. Es divertido, me dan un vehículo 4x4 para hacer 4x4 todos los días y encima me pagan, o sea, no me puedo quejar de eso. (Chofer, E10)
El inicio del aislamiento social, preventivo y obligatorio, consecuencia de la crisis sanitaria que originó la pandemia por covid-19, fue sin duda un período de gran incertidumbre y vulnerabilidad económica. Para los/as entrevistados/as, el fuerte impacto negativo en términos económicos fue lo que más se destacó de este período. El cierre total de fronteras, actividades e intercambio de flujos y personas significó un freno absoluto en la actividad y, por lo tanto, en su dinámica laboral.
Para el caso de los/as guías de turismo, es importante destacar que el tipo de relación laboral que los caracteriza (freelance y de temporada) les ha permitido ser muy cautos en el manejo de sus ingresos y tener el hábito de la previsión, contando en la mayoría de los casos con un ahorro que se utilizan en los períodos de temporada baja. La gran mayoría asegura que esto les permitió afrontar de mejor manera la baja de ingresos producto del cese laboral. Al respecto, se destaca la siguiente cita:
Estuve 615 días sin trabajar como guía, el otro día los estuve contando […] viviendo de ahorros, una parte de ahorros. Y, bueno, sí. Económicamente no la pasé mal, porque justo veníamos ahorrando para terminar la casa y para un viaje, así que puse en funcionamiento las reglas del FMI. (Guía, E1)
No fue solo la perspectiva económica la que surgió entre los comentarios de los/as entrevistados/as de ambas actividades; la cuestión referida a la salud en términos de la estabilidad emocional fue también mencionada en reiteradas ocasiones. Sin embargo, así como expresaron el impacto que la pandemia generó sobre su estabilidad laboral, asimismo destacaron las diversas estrategias que fueron aplicando. En este sentido, dos alternativas fueron destacadas; por un lado, las que respondieron más bien como paliativas, aprovechando alguna especialización o habilidad para generar un ingreso mínimo extra y así subsistir llevando adelante otras actividades por un tiempo acotado. Otra estrategia, por otro lado, fue la diversificación, quienes tenían algún incipiente emprendimiento se abocaron al mismo. Estas estrategias quedan evidenciadas en los siguientes testimonios:
la línea de Progreso necesitaba gente que manejara la parte administrativa. F. estuvo trabajando para InFueTur y yo para la secretaria de Economía Popular. (Guía, E2)
Empezamos con un emprendimiento, teníamos pallets en el patio y empezamos. Ahí sí compramos herramientas y demás, y empezaron a preguntarnos: ¿Vendés macetitas? Cosas así, decorativas para el patio, para la casa, a partir de madera reciclable, y estuvimos bastante tiempo con eso. (Guía, E16)
Por último, se hizo mención a los subsidios otorgados por el Estado nacional y/o provincial como fuentes para sobrellevar el período de pandemia. Al respecto, se destacaron dos líneas que comprendieron a ambos grupos. El subsidio que brindó el Estado nacional para cubrir un porcentaje del salario de los/as trabajadores/as en relación de dependencia; este fue adoptado principalmente por los choferes. En palabras del entrevistado:
Y… tuvimos una baja en lo económico, porque la empresa se tuvo que ir ajustando con los sueldos. En lo económico sí tuvimos un par de meses que cobramos el 50% con ayuda del gobierno, pero había gente que estaba peor. (Chofer, E8)
Otra línea fue para los monotributistas, dirigido a la compra de equipamiento, alimento y servicios/cargas tributarias. Esta fue la más utilizada por los guías, sin embargo, justamente como la mayoría trabaja como freelance, aquellos que habían dado de baja su registro fiscal no pudieron acceder a estas ayudas.
Respecto a la valoración de las ayudas, hubo divergencia en las respuestas, manifestando en algunos casos opiniones positivas y negativas, al considerar que no fue suficiente o no estuvieron dirigidas a cubrir necesidades básicas.
Entonces, conseguimos canalizar una ayuda más por el lado de Desarrollo Social, conseguir un subsidio sin que tenga que llenar formularios. (Guía, E7)
Conseguimos algunos, alguna asistencia de parte del InFueTur […] para la compra de alimentos y para la compra de medicamentos, y para el pago del monotributo. (Chofer, E10)
Como último análisis se planteó profundizar sobre la mirada de los/as entrevistados/as con relación a la reactivación de las actividades y sus expectativas a futuro. La primera etapa de la reactivación se fue dando en forma paulatina, a partir de la temporada de verano 2020/2021. Esta se complementa con una tercera línea de fomento de la actividad turística, que se focalizó en ofrecer a los turistas argentinos, que compraran servicios en el país, un reintegro del 50% para reutilizarlo en otro servicio, no necesariamente directamente relacionado con el turismo. En este sentido, durante la temporada de invierno 2021 se sucedió una fuerte reactivación, ayudada además por una cuestión exógena como fue la climática, ya que los centros invernales del resto del país no contaron con la suficiente cantidad de nieve.
La mayoría de los/as entrevistados/as hicieron hincapié en lo satisfactorio de volver a la actividad, a pesar de que se observara un claro cambio en el perfil del turista. Siendo Ushuaia un destino visitado por un alto porcentaje de turismo extranjero, se vio modificada su afluencia de turistas por turismo nacional, puesto que la reactivación fue impulsada por el programa nacional PreViaje, modificando el ingreso salarial de los trabajadores por servicio. Sin embargo, al ser alto el flujo turístico, este permitió la existencia de una fuerte demanda laboral.
A pesar de destacar a la reactivación positivamente e incluso de mantener altas expectativas sobre el futuro de la actividad, se menciona, en la mayoría de los casos, que aún notan la ausencia en la reactivación al 100% del segmento de cruceros, pero todos plantean que a la larga se va a volver a la normalidad, así lo esperan y desean. Ejemplo de ello son los testimonios que se presentan a continuación:
el turismo nacional ocupaba un 20% o un 30% como mucho. Uno estaba acostumbrado a trabajar con barcos, otro turismo, otra dinámica, pero sí, te cambia la cara. El tema del PreViaje también ayudó muchísimo. (Chofer, E18)
lo bueno es que todos los actores de esta actividad, gubernamentales, privados y nosotros, trabajadores, tengamos el mismo objetivo común. Entonces, creo que vamos bien, por buen camino, mejorando todo. (Guía, E14)
Con el análisis de la información provista por guías de turismo y choferes, se intentó dar cuenta de las vivencias de personas que trabajan directamente vinculadas a la actividad turística, qué estrategias desplegaron en el marco de la pandemia y cuáles son sus expectativas sobre la actividad en el momento de la pospandemia, para aportar una lectura micro a los procesos macro vinculados a la inserción ocupacional.
Reflexiones finales
A lo largo del artículo se desarrollaron brevemente aspectos de la conformación de la estructura productiva de la Patagonia, mostrando que estuvo principalmente asociada a actividades primarias. Posteriormente, a mediados del siglo XX, la actividad turística comienza a desarrollarse y se consolida a lo largo del siglo XXI, constituyéndose en algunas ciudades de la región como una de sus actividades principales. Eso puede observarse en los datos vinculados a empleo. Si bien, como se mencionó previamente, se presentan dificultades para analizar el turismo a partir de la información disponible, la evolución del sector puede abordarse desde los datos de la rama de actividad hotelería y gastronomía, así como otras ramas asociadas de manera indirecta. En las mismas puede observarse una mejor situación en lo que respecta al empleo registrado en comparación con el resto del país a lo largo de los períodos analizados, hecho que da cuenta de la potencialidad de la actividad en escenarios de normalidad.
Con relación al análisis de la información cualitativa, la opinión de los/as entrevistados/as nos ha permitido confirmar el fortísimo impacto de la pandemia en el sector turístico y, especialmente, para este grupo de trabajadores y trabajadoras, quedando evidenciada la fragilidad de la actividad ante situaciones de cambio extremas y externas al propio territorio. Se destaca, además, la incertidumbre vivida por ambos trabajadores/as, fundamentalmente para aquellos cuyo grupo familiar vivía exclusivamente del turismo o bien para los que tenían inversiones realizadas pensando en una buena temporada que se clausuró por la pandemia.
En términos generales, la formación previa de los/as guías les permitió una mayor capacidad de transformación para abordar otras tareas. Por otro lado, se evidencia la alta vulnerabilidad de ambos grupos a partir de las condiciones laborales preexistentes y que los subsidios otorgados por el Estado nacional y/o provincial solamente operaron como paliativos temporales. Todos/as los entrevistados/as manifestaron el involucramiento con la actividad, expresando optimismo respecto de su rápida reactivación y dejaron de manifiesto que siguen eligiendo el turismo como su principal actividad.
En este momento pospandémico en el que nos encontramos habrá que observar cuáles son las características del sector turístico que se mantienen, cuáles se modifican y cuáles surgen, hecho que permitirá desarrollar estrategias frente a escenarios de imprevisibilidad como el que vivenciamos y aún estamos atravesando.
Referencias bibliográficas
Argentina, Tierra del Fuego Antártida e Islas del Atlántico Sur, Instituto Fueguino de Turismo. (2019). Indicadores de turismo (Temporada estival 2018-2019). Tierra del Fuego.
Bandieri, S. y Blanco, G. (1991). La fruticultura en el Alto Valle del río Negro. Auge y crisis de una actividad capitalista intensiva. Revista de Historia, (2), 127-142. Universidad Nacional del Comahue.
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Notas