Dossier. "La conflictividad social en perspectiva regional: abordajes empíricos, reflexiones y debates"

Introducción al Dossier “La conflictividad social en perspectiva regional: abordajes empíricos, reflexiones y debates

Patricia Collado
UNCuyo, Argentina
Maximiliano E. Román
UNNE, Argentina
Agustín Nava
FaHCE-UNLP, Argentina
Susana Roitman
UNC, Argentina
Agustín Nieto
UNMdP, Argentina

De Prácticas y Discursos. Cuadernos de Ciencias Sociales

Universidad Nacional del Nordeste, Argentina

ISSN-e: 2250-6942

Periodicidad: Semestral

vol. 11, núm. 17, 2022

depracticasydiscursos.ces@gmail.com



DOI: https://doi.org/10.30972/dpd.11176017

La conflictividad social es una problemática constitutiva y un rasgo permanente de la sociedad capitalista. Por ello, el conflicto es una categoría central del análisis sociopolítico, aunque, desde ciertos abordajes teóricos y metodológicos, muchas veces ha sido marginada o, peor aún, hipostasiada como una categoría formal independiente de las estructuras y relaciones de poder. Sin embargo, en los últimos años el debate sobre el conflicto social ha adquirido una renovada centralidad dentro de las investigaciones académicas centradas en la experiencia de América Latina. En parte, como consecuencia de la emergencia en nuestra región de distintos e intensos procesos de lucha y resistencias, que atraviesan a diversos países y que implican la participación de una multiplicidad de actores sociales. Sus formas de presentación en el espacio público, sus demandas, organizaciones y movimientos se renuevan y emergen con potencia, fundando una agenda sustancial para el campo de los estudios sobre conflictividad social. Por añadidura, la irrupción de la pandemia de Covid-19 ha acentuado el interés de les investigadores sobre la temática del conflicto social en la región, debido a que en este contexto se expresaron fuertemente limitantes a su visibilización, ahogamiento, represión, criminalización o disrupción, más allá y a pesar de los distanciamientos sociales impuestos.

En este sentido, alrededor de la noción de conflicto social se ha entretejido un fructífero campo de estudios transdisciplinario cuya mayor potencialidad reside en el aporte a la comprensión de las dinámicas pasadas y presentes de nuestras sociedades, en vistas a intervenir en su transformación. Dicho campo tiene hoy múltiples vertientes y más de una controversia en los debates epistemológicos, teóricos, metodológicos e ideológicos al interior de la comunidad de investigadores que la constituye.

Este dossier se propuso dar cuenta del ‘estado de situación’ y de la diversidad de enfoques que en éste se enlazan. Los artículos que lo conforman abordan, desde múltiples vertientes teóricas y metodológicas, la conflictividad social en diversos niveles y escalas, protagonizadas por una diversidad de sujetos y procesos de conflicto: laborales, ambientales, por el acceso a la tierra, “estallidos sociales”, entre otros. Frente a ellos también se abordan los instrumentos que ensayan los estados para su ‘resolución’, entre las que cabe la coerción tanto como la construcción de consensos, etc. Los lectores encontrarán un particular énfasis en las dinámicas conflictuales ancladas en espacios sub nacionales, que pretenden dar visibilidad a procesos que se desarrollan al margen o en las periferias de la capital nacional y sus motores de desarrollo, y que a su modo demuestran las fronteras y sesgos de investigaciones que homogeneizan su alcance “nacional”. Desde nuestro punto de vista, esto supone un aporte a la construcción de elementos tanto teóricos como empíricos para la realización de estudios comparativos entre distintas regiones, países y espacios locales.

En primer lugar, el artículo de María Florencia Pagliarone y María Virginia Quiroga, “Protesta social y dinámicas de movilización en Ecuador y Chile (2019-2020)”, aborda la problemática de la protesta en el escenario regional de América del Sur, a partir de dos experiencias nacionales particulares (Ecuador y Chile) y teniendo en cuenta tres dimensiones de análisis: los actores colectivos, los repertorios de acción y las demandas articuladas. Lo singular de estos casos es que dan cuenta de las primeras protestas de carácter disruptivo y estallidos del ciclo de conflictividad abierto en octubre del 2019 dando lugar a movilizaciones protagonizadas por un arco diverso de actores sociales: trabajadores, estudiantes, mujeres, indígenas, ciudadanía en general. Según las autoras, las demandas expresadas en estas protestas articulan el rechazo hacia la reedición de medidas de ajuste, al tiempo que denunciaban las lesivas consecuencias socio-económicas del neoliberalismo. Más allá de estos elementos en común, en el artículo se destacan también algunas diferencias notorias entre los casos de estudio. En particular, el impacto político-institucional de las protestas que ha mostrado, hasta el momento, desenlaces diferentes. Por último, podríamos destacar que, como señalan las autoras, si bien estos “estallidos sociales” se desarrollan antes de la pandemia, se extendieron aun después de que ésta se hubiera desplegado.

En parte, este último aspecto también es abordado por el trabajo de Francisco Favieri, “Cambios en la dinámica de la conflictividad laboral durante la pandemia por COVID-19. El caso de San Juan, Argentina”. El mismo intenta comprender las características de la conflictividad laboral en la provincia de San Juan, a partir de un estudio cuantitativo de la protesta entre marzo de 2020 y diciembre de 2021. El autor analiza particularmente sus variaciones trimestrales, protagonistas, motivos y formatos. En este sentido, se destaca que las situaciones de conflicto se mantuvieron con la misma intensidad durante los primeros dos trimestres desde el inicio de la pandemia, incrementándose significativamente durante el cuarto trimestre de 2020 (es decir en el contexto de la primera ola de coronavirus), con una tendencia levemente descendente hacia el final de 2021. Durante dicho trimestre además registra un porcentaje importante de acciones directas desplegadas en la vía pública y cuya fuente son los conflictos que se circunscriben a San Juan. Se destaca, asimismo, el hecho que los sectores en los cuales la conflictividad fue mayor se corresponden con aquellos que fueron considerados como esenciales, fundamentalmente transporte y salud para el caso de la provincia cuyana.

En los artículos siguientes se ponen en evidencia las heterogeneidades y divergencias al interior de la clase trabajadora, lo que permite ponderar las diversas tendencias y temporalidades en los ciclos de conflictividad que llevan a cabo les trabajadores. Una de ellas es la que se encuentra determinada por los impactos y transformaciones que implican la generalización y extensión de las nuevas tecnologías digitales, especialmente en la creación de nuevas actividades o trabajos. En particular, la contribución de Mariana Adamini, “Particularidades del sindicalismo informático en el marco de una ciudad media (Tandil, 2010-2020)”, aborda las dinámicas sindicales propias del sector informático en el contexto de una localidad intermedia de la provincia de Buenos Aires. La autora propone un estudio de caso cualitativo del Polo Informático de Tandil para analizar las particularidades de la conflictividad y organización colectiva de les trabajadores. El sector informático se caracteriza en Argentina por estar atravesando desde hace 15 años por un ciclo de crecimiento productivo sostenido. A pesar de ello, la autora sostiene que este crecimiento no se ha traducido en la mejora de las condiciones laborales de sus asalariades, atravesadas por la desregulación e individualización laboral. Esto, a su vez, se ve acompañado por una marcada desmovilización sindical en el sector, aspecto que se refleja en la baja tasa de afiliación y en la debilidad de la conflictividad laboral. Además de la incidencia de ciertos factores estructurales, subjetivos y jurídicos propios del sector, explican esta particularidad el contexto local de sociabilidad reducida de ciudades medias, que pueden funcionar como un dispositivo de control social desalentando el desarrollo de acciones colectivas por el temor a represalias que inciden en su empleabilidad futura.

A la par de estos procesos de lucha motorizados por “nuevos sectores”, también se desarrollan otros protagonizados por sujetos que podríamos considerar clásicos en el campo de la protesta social. En este sentido, el artículo de Pablo Becher, “Los procesos de conflictividad y las prácticas sindicales de SUTEBA Bahía Blanca (2003-2015)”, analiza, a partir de una abordaje tanto cuantitativo como cualitativo, los procesos de conflictividad y las prácticas sindicales de les docentes estatales en Bahía Blanca, durante el período 2003- 2015. El objetivo que se propone el autor es caracterizar los hechos de conflictividad que colectivamente protagonizó esta fracción sindicalizada de la clase trabajadora, para comprender, en última instancia, las estrategias de acción sindical. Así, considera a las mismas no tanto como respuestas adaptativas al contexto socio-económico o a la ofensiva del Estado, sino como formas de construcción de sentidos políticos que vivencia la docencia en su lugar de trabajo. En particular el autor destaca que el SUTEBA Bahía Blanca adoptó una actitud proactiva en el ejercicio de las opciones estratégicas, en una articulación permanente con las comunidades educativas y otros gremios estatales.

En una aproximación a los conflictos de ámbitos rurales, Sebastian Ramirez reflexiona acerca de “La conflictividad social por la tierra agrícola en la provincia de Misiones: Una propuesta teórico-metodológica para su abordaje”. El lector encontrará en este ensayo un debate entre dos formas de enfocar el conflicto por la tierra de los tabacaleros de Misiones. Su autor recorre la forma tradicional en que ha sido analizado el tema a propósito de las ocupaciones desde comienzos del siglo XXI, los modos de producción dominantes y la concepción que subyace en torno a los sujetos sociales por parte de investigaciones que reconocen una raigambre antropológica-fenomenológica. Su objetivo es discutir tanto sus derivas interpretativas como las consecuencias instrumentales-políticas. En este sentido, realiza una revisión de los aportes clásicos del marxismo para el estudio de la conflictividad y expone las contribuciones clásicas que van desde Marx-Engels hasta Gramsci, acerca de la configuración de un concreto-real como punto de partida para acceder al análisis materialista de la lucha de clases y sus sujetos antagonistas. En este camino enmarca el proceso situado de la lucha de clases de carácter rural y a sus protagonistas como parte de la clase trabajadora, subsumidos a la acumulación y valorización del capital de base agraria.

Establecer un mapa de situación y actores con intereses encontrados es la primera instancia para conocer los bienes que están o pueden verse involucrados en procesos de conflictividad social. Agustina Iwan, Ma. Soledad Arqueros Mejica y Sofía Copello con su contribución denominada “Conservación de aves marinas y actividad pesquera comercial en Argentina: ¿problemática o conflicto ambiental?” nos acercan ese cuadro que sitúa y marca la genealogía reciente de una actividad muy poco frecuentada por los estudios sociales, a saber, la producción en base a bienes marítimos en el escenario costero (sus recursos, actores intervinientes, lógicas de producción y consecuencias relativas a sus modos de explotación). En este escenario, marcan los intereses opuestos de la producción y sus instancias reguladoras, tanto como las diferentes lógicas que dentro del propio estado divergen y se tensionan entre la investigación y conservación de sus riquezas y la depredación productiva. Conocer su mercado, en manos de grupos económicos concentrados, orientados al mercado mundial, es otro punto de toque para establecer relaciones productivas-laborales y dominantes/subordinadas en la lógica de su desenvolvimiento. Sus múltiples riquezas y bienes, algunos al borde de la extinción, denotan la necesidad de miradas que profundicen en estos escenarios socio-productivos no sólo para denotar conflictos sino también su contracara, los acuerdos que hacen de su invisibilidad en la agenda un coto de caza cuyo objeto es profundizar el extractivismo y la expoliación de sus recursos.

Si la demarcación de escenarios actuales es necesaria en la configuración de la problemática heterogénea de la conflictividad social lo es aún más registrar su trayectoria histórica, la que colabora a comprender y dilucidar la actualidad del problema y su potencial social explicativo. Bajo esta lente Guillermina Laitano nos acerca las “Formas de confrontación estatal contra las clases subalternas. Desde las primeras huelgas obreras hasta el centenario de la revolución de mayo". En un estudio que conjuga los aportes teóricos con la riqueza historiográfica, la autora propone reconocer una ‘otra’ mirada acerca de la producción de la estatalidad en la criminalización de la protesta y las formas en que, con diversas intensidades, se construyen las prácticas políticas represivas hacia la subalternidad. Deteniéndose en un período inaugural de las acciones del movimiento obrero nos muestra cómo el estado ‘tramita’ la gestión del conflicto social y en su devenir, institucionaliza esas prácticas. La lectura, tramada entre estos inicios y sus actuales formas, interesa no sólo a quienes se dediquen a la reflexión histórica y el enmarcamiento en las personificaciones que adopta el trabajo: la labor investigativa colabora a la comprensión de la conflictividad en su conjunto, abriendo líneas conexas a los estudios sobre judicialización y criminalización de las protestas.

Una aproximación original a la conflictividad socio-laboral en términos históricos nos presenta Marilina Truccone en: “El trabajo rural riojano. El vínculo entre Estado y sujetos en petitorios del primer peronismo”. Tres escenarios específicos de la realidad provincial riojana que remiten al primer peronismo son tomadas a través de cartas y petitorios de distintos colectivos/representantes hacia el Estado: la cuestión forestal, la ganadera y la agrícola. Todas ellas bajo el común denominador de la escasez del agua y la necesidad de intervención estatal para posibilitar su desarrollo específico. Lo interesante en este tratamiento analítico sobre la base de narrativas está dado en el sentido que transmiten las cartas y demandas desde la voz de los sujetos, pues en ellas se demuestra el gran conocimiento de les trabajadores y productores acerca de su situación y perspectivas, el manejo de un diagnóstico de partida sobre el cual edifican sus reclamos y, a renglón seguido, la postulación de trazas de una/s propuestas factibles para su solución, tomando como suya la lógica discursiva del peronismo en el gobierno. Poner en primera persona los conflictos y demandas de las economías subnacionales, colabora de este modo a profundizar la lectura de la conflictividad social en sus múltiples aristas y a visibilizar las demandas que se reactualizan sin solución de continuidad, referidas a actividades y regiones largamente silenciadas y postergadas que es menester ‘des-cubrir’.

Invitamos a nuestros colegas, investigadores, docentes, estudiantes y público interesado a detenerse en cada una de las reflexiones que nos permiten este panorama situado y datado de la conflictividad social-laboral. Sus contribuciones son múltiples para el ámbito académico, desde el aporte en cuanto a la perspectiva regional hasta la diversidad de abordajes teóricos, empíricos y metodológicos. Sin embargo, su valor radica en exponer a la vista aquello que silencia el tratamiento mass-mediático de la conflictividad: las voces de los implicados, las demandas y su profundo calado, las tensiones que suscita entre los sujetos intervinientes, las formas de poner el cuerpo tanto en el territorio como en las luchas y, en definitiva, su denodado esfuerzo por la transformación social.

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