Con amor, tu hija: Reseña
Revista Lengua y Literatura
Universidad de Managua, Nicaragua
ISSN-e: 2707-0107
Periodicidad: Semestral
vol. 8, núm. 1, 2022
Recepción: 01 Octubre 2021
Aprobación: 03 Enero 2022
Con amor, tu hija: Reseña
Acercarse a un relato edípico, sea ficticio o real, nos fuerza a vivir una ambivalencia, una lucha psicoló- gica freudiana entre los primitivo e inconsciente y lo racional.
Esta disputa natural, tan dicotómica por lo humano e inhu- mano, ha sido en distintos grados recurrente en la literatura pe- ro que, en términos de contemporaneidad, pocas narrativas lo- gran desarrollarla con maestría. Dentro de este selecto grupo de excelentes narrativas podemos enlistar Con amor, tu hija, una novela del escritor mexicano Jorge Alberto Gudiño Hernández, ganadora del Premio Literario Lipp la Brasserie de Novela 2011.
Esta novela narra la historia de un escritor quien después de al- canzada la fama y como parte de su retiro vive en una parte ale- jada de la zona turística de una isla. Habiendo recibido un men- saje de su hija Emily, cuyas visitas anuales son casi una tradición, siente una «ligera crispación, como si algo se hubiera desgarra- do en el ambiente y vuelto a cerrar», sentimiento que se convier- te en casi una profecía del sentimiento que pudiera generar en los lectores esta novela.
Emily no viaja sola, sino que viene acompañada de Antonia, su actual pareja, una «persona que no puede estar sin moverse», que si bien no es una belleza excepcional, su personalidad relajada y traviesa la convierten en foco de las atenciones del padre de Emily.
Narrado principalmente en primera persona, este escritor hace una detallada descripción del día a día que estas dos jóvenes pasan en su propiedad, entrelazando su narración con la que fue su obra de más impacto en el público: “Bajo la sombra blanca del abedul”. Este recurso shakesperiano (por fama no por invención), the play within the play, sirve no solo como eco presente de los sentimientos y tribula
ciones morales y de conciencia del narrador por su atracción sexual hacia la pareja de su hija, sino como eco de vivencias pasadas, a saber, su juventud, anterior vida escolar y laboral, su esposa, o ese matrimo- nio fallido.
El padre de Emily no siempre logra controlar sus impulsos, frecuentemente contempla la belleza de An- tonia, procura verla a través de sus lentes oscuros, atiende sus peticiones, e incluso en una noche, es- piando hacia su alberca a través de su ventana, observa a la pareja en su despliegue de afecciones físi- cas, mirando, deseando ser un tercer participante, imaginándose recibiendo aquellas caricias.
Sin embargo, las comparaciones son inevitables. Emily es a todas luces más bella y superior en muchos aspectos a Antonia, es más bella y un cuerpo superior. Pensamientos que preocupan por no ser paterna- les sino por tener otra connotación totalmente incorrecta, “La deseé…” dice “…con mucha más intensi- dad que con la que he deseado a cualquier otra mujer”.
Emily parece saberlo, coquetea, procura ser vista por su padre, y después de la partida de Antonia, con-
fiesa un enamoramiento hacia él, un enamoramiento “tardío” que justifica diciendo que toda niña sien-
te lo mismo por su padre, encara su lascivia y a la vez se alegra por saber que el acosador disfrutaba más verla a ella que a Antonia.
Estando solos dentro de un jacuzzi admite él que lleva una vida sin culpa pues ha aprendido que “vivir con arrepentimiento no lleva a nada”. Dicha afirmación lleva a una última conversación, un vaivén de insinuaciones y provocaciones por parte de ella, de temores y remordimientos apaciguados por su moral fundada en el placer, conversación que termina con ambos caminando desnudos hacia su recámara.
A la mañana siguiente, una nota explicando su sentimiento posterior, cuyo cierre fue «Con amor, tu hija». Ella ya se había ido como estaba planeado desde días atrás y él se queda desvelando el secreto de la felicidad.
Con amor, tu hija es un eco edípico bien logrado, un atrevido reto al lector que indaga en las pasiones más bajas del ser humano. Con sus personalidades para nada firmes, los personajes suelen generar pre- guntas sobre la naturaleza de los lazos consanguíneos y amorosos. El lento y sufrido pero mutuo enten- dimiento del padre y la hija sobre la auténtica naturaleza del otro incitan cierto grado de empatía, un deja vú de nuestras propias experiencias familiares que progresivamente se ve perturbado por insinua- ciones y acometimientos carnales.
En mi opinión esta obra merece más atención por parte de la crítica por su atrevimiento temático lleva-
do a buen puerto a través de una prosa clara y sofisticada. Una trama que en principio parece genérica para el lector inexperto pero que nos hace participes involuntarios o tal vez vouyeristas de un acto que siempre se ha y será considerado transgre
Dada la actitud del hablante y la minuciosidad de la narración, no se puede evaluar desde un punto de vista objetivo este vaivén freudiano, dejando al lector pausas activas mediante la intercalación de Bajo la sombra blanca del abedul, cuyo crescendo tiene un final que, aunque cruento y sórdido, no hace sino polarizar la anagnórisis de la narración principal de la cual inevitablemente nos sentimos cómplices. La provocación parece el estado del lenguaje de esta obra. La moral e inquietudes de los dos personajes principales se fusionan en una aparente necesidad de derrochar su integridad personal, necesidad tan intensa que los lleva a caer en errores que nadie diría sean necesarios para vivir.