Trabajo original
Asociación entre uricemia y síndrome metabólico en un centro hospitalario de Corrientes
Association between uricemia and metabolic syndrome in a hospital center in Corrientes
Revista de la Sociedad Argentina de Diabetes
Sociedad Argentina de Diabetes, Argentina
ISSN: 0325-5247
ISSN-e: 2346-9420
Periodicidad: Cuatrimestral
vol. 56, núm. 3, 2022
Recepción: 20 Mayo 2023
Aprobación: 31 Agosto 2023
Resumen:
Introducción: en los últimos años numerosa evidencia científica sugiere que la hiperuricemia puede jugar un papel en el desarrollo del síndrome metabólico (SM). En algunos estudios se ha explorado la asociación entre la uricemia y la presencia de SM. Sin embargo, aún no está del todo esclarecido si altos niveles del ácido úrico (AU) se relacionan de una manera causal con el desarrollo del SM. Más aún, existen pocos estudios acerca de la presencia del SM y su relación con los niveles de AU en la ciudad de Corrientes.
Objetivos: determinar la relación de los niveles séricos de AU y los parámetros que definen el SM en pacientes que concurren al consultorio externo de Clínica Médica y Medicina General del Hospital Ángela I. de Llano, Corrientes, Argentina.
Resultados: se incluyó un total de 435 pacientes mayores de 18
años: 312 mujeres (72%) y 123 hombres (28%). El 58% de la población cumplía con
el criterio de SM del NCEP-ATP III (60% mujeres y 52% hombres). El 75% presentó
hiperuricemia y SM. En este estudio la presencia de SM se asoció
significativamente con los valores de uricemia OR: 1.5 (IC 95%: 1,3-1,8). La
asociación fue estadísticamente significativa.
Conclusiones: los resultados demostraron que el aumento de la
frecuencia de los componentes del SM está en relación directa con el incremento
de los niveles séricos de AU, y que el valor de corte para esta asociación fue
de 4 mg/dl; de ahí la importancia de considerar la determinación de los niveles
séricos de AU como posible predictor de SM.
Palabras clave: síndrome metabólico, ácido úrico, hiperuricemia.
Abstract:
Introduction: in recent years, numerous scientific evidence suggest that hyperuricemia may play a role in the development of metabolic syndrome (MS). Some studies have explored the association between uricemia and the presence of MS. However, it remains unclear whether high uric acid levels are causally related to the development of MS. Moreover, there are few studies on the presence of metabolic syndrome and its relationship with uric acid (UA) levels in the city of Corrientes, Argentina.
Objectives: to determine the relationship between serum UA levels and the parameters that define MS in patients attending the outpatient clinic of Medical Clinic and General Medicine of the Ángela I. de Llano Hospital, Corrientes.
Results: a total of 435 patients over 18 years of age were
included: 312 (72%) women and 123 (28) men. Fifty-eight percent of the
population met the NCEP-ATP III criteria for MS (60% females and 52% males).
Seventy-five percent of the population had hyperuricemia and MS. In this study
the presence of MS was significantly associated with uricemia values OR:1.5
(95%CI:1.3-1.8). The association is statistically significant.
Conclusions: the results show that the increase in the frequency
of the components of MS, goes in direct relation with the increase in serum UA
levels and that the cut-off value for this association is 4 mg/dl. Hence the
importance of considering the determination of serum UA levels as a possible
predictor of MS.
Keywords: metabolic syndrome, uric acid, hyperuricemia.
INTRODUCCIÓN
El síndrome metabólico (SM) comprende un conjunto de factores que conllevan al desarrollo de enfermedad cardiovascular (ECV) y diabetes mellitus (DM), representado por obesidad central, dislipidemias, anormalidades en el metabolismo de la glucosa e hipertensión arterial (HTA), estrechamente asociado a la resistencia a la insulina. Actualmente no existe un criterio único para definirlo; no se trata de una enfermedad única, sino de la asociación de problemas de salud que pueden aparecer de forma simultánea o secuencial en un mismo individuo.
El SM constituye un problema de salud evidente, no solo por su alta prevalencia, sino también por su papel como factor de riesgo para otras enfermedades que implican una gran morbimortalidad, por lo cual es importante obtener datos que permitan diseñar propuestas que mejoren el tratamiento oportuno para evitar posteriores complicaciones.
En países de América Latina, la prevalencia general del SM es de 24,9%, la cual es ligeramente más frecuente en mujeres (25,3%) que en hombres (23,2%), y el grupo de edad con mayor prevalencia es el de los mayores de 50 años1.
El ácido úrico (AU) es el producto final del metabolismo de las purinas, nucleótidos muy abundantes en la naturaleza, especialmente en forma de ácidos nucleicos. La presencia de hiperuricemia es frecuente en los pacientes con obesidad, HTA esencial, dislipemia e hiperglucemia, una agrupación de factores que caracteriza al SM. Para algunos autores, la hiperuricemia es considerada una característica del SM, aunque el nivel sérico de AU aún no es considerado un criterio diagnóstico del SM, entre otros motivos, porque la alteración fisiopatológica que desencadena el aumento de AU sérico no se conoce en su totalidad2.
Si bien se ha sugerido que el AU puede ser simplemente una consecuencia del aumento de la absorción de AU en el túbulo proximal secundaria a la hiperinsulinemia, existen numerosos datos que indican que los niveles séricos de AU podrían desempeñar un papel activo en la contribución al desarrollo/progresión del SM3.
Numerosos estudios demostraron la asociación entre las concentraciones de AU y los componentes del SM de forma individual, pero la prevalencia del SM usando las concentraciones de AU aún no se ha establecido4.
Los criterios clínicos y bioquímicos para determinar la existencia del SM están claramente definidos; no obstante, existen factores emergentes relacionados con las alteraciones metabólicas y que deberían formar parte de los mismos, es el caso del AU.
Más importante aún es saber si el AU contribuye de forma independiente al desarrollo del SM o es simplemente un subproducto de otros procesos que causan este trastorno, y si el AU puede actuar como un biomarcador para predecir el futuro desarrollo del SM.
La asociación del AU con la frecuencia del SM en nuestra población adquiere especial relevancia. Teniendo en cuenta la escasez de estudios epidemiológicos que brinden información del estado de nuestra población, este trabajo tiene como objetivo identificar los componentes clínicos y bioquímicos de los factores de riesgo del SM, así como los niveles séricos de AU, y evaluar si existe asociación entre los niveles de AU sérico y la prevalencia del SM.
Los resultados obtenidos aportan al conocimiento actual: a) evidencia que justifique el uso de la medición de AU como predictor de SM; b) datos epidemiológicos que sirvan de base a los médicos del Hospital Ángela I. de Llano; c) reforzar la necesidad de estudios de intervención con fármacos para bajar o mantener los niveles de AU séricos.
En la perspectiva de disminuir la tasa de ECV y de DM -patologías que continúan en incremento en nuestro país y que se asocian fuertemente con el SM- es importante identificar los factores relacionados con este problema, en especial los menos estudiados como los concernientes a los niveles de AU.
OBJETIVOS
En Corrientes no existen reportes previos sobre la fuerza de la asociación entre el SM y el AU, por lo cual el objetivo general de este estudio fue determinar la relación de los niveles séricos de AU y los parámetros que definen al SM en pacientes que concurren al consultorio externo de Clínica Médica y Medicina General del Hospital Ángela I. de Llano, de diciembre de 2017 a diciembre de 2018.
Los objetivos específicos fueron:
• Determinar la frecuencia de cada uno de los parámetros que definen al SM y su asociación con la uricemia, incluyendo: edad, género, presencia de obesidad y sobrepeso (perímetro de cintura), dislipemia (hipertrigliceridemia y colesterol HDL bajo), HTA (presión arterial, PA), DM (hiperglucemia en ayunas, adicionalmente se evaluó la prueba de tolerancia oral a la glucosa -PTOG- para una correcta clasificación de los pacientes).
• Establecer la frecuencia de SM según los criterios del National Cholesterol Education ProgramAdult Treatment Panel III (NCEP-ATP III).
• Estimar la frecuencia de tabaquismo en dicha población.
• Analizar la relación entre los niveles de AU y los factores de riesgo asociados al SM.
MATERIALES Y MÉTODOS
Estudio cuantitativo, descriptivo y transversal. Se incluyeron pacientes mayores de 18 años que concurrieron al consultorio externo del Hospital Ángela I. de Llano (Corrientes, Argentina), de diciembre de 2017 a diciembre de 2018, para hacerse exámenes de salud.
Se realizó un muestreo aleatorio simple y se incluyeron a aquellos individuos que aceptaron participar según los siguientes criterios de exclusión: pacientes con DM1, embarazo, lactancia, uso regular de corticoides, hemofilia y antecedentes de cáncer.
La participación fue voluntaria. Luego de la explicación verbal, los pacientes que accedieron al estudio firmaron el consentimiento informado aprobado por el Comité de Bioética de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE) y por el Comité de Revisión Institucional (Departamento de Docencia e Investigación) del Hospital Ángela I. de Llano.
Se les realizó un cuestionario donde se registraron: edad, sexo, antecedentes personales de DM, HTA, medicamentos empleados, tabaquismo (fumadores activos, exfumadores y no fumadores) y actividad física (si realizaban en promedio 30 minutos al día de ejercicio físico).
• Mediciones. Se obtuvieron talla y peso (los participantes se pesaron sin calzado y con ropa ligera), y se calculó el índice de masa corporal (IMC) según la fórmula Quetelet (peso en kg dividido entre el cuadrado de la talla en metros). Asimismo, se midió el perímetro de la cintura con una cinta métrica no extensible situada en el punto medio entre el borde inferior de la última costilla y el borde superior de la cresta ilíaca, con el sujeto en posición erguida (de pie). La toma de la PA se efectuó con tensiómetro aneroide calibrado. Las mediciones se realizaron por la mañana luego de que los pacientes permanecieran sentados durante 5 minutos.
• Variables bioquímicas. Se extrajo sangre venosa con ayuno de 8 horas (h). Se invitó, con día y hora estipulada, a la realización de las pruebas bioquímicas consistentes en el perfil lipídico, AU y glucemia. A quienes desconocían ser diabéticos, se les efectúo una PTOG con 75 g de glucosa en 375 cc de agua con determinación en ayunas y 2 h poscarga de glucosa. Aunque no es necesaria para el diagnóstico de SM, es útil para la mejor clasificación de los pacientes con tolerancia alterada a la glucosa (TAG) o DM.
Valores de glucemia mayores a 200 mg/dl se consideraron diagnóstico de DM. La determinación de lípidos se hizo con la primera muestra (basal).
• Determinaciones de laboratorio. Para ello se empleó el autoanalizador CM250 Wiener Lab Group. Los reactivos que se utilizaron fueron: glicemia enzimática AA (glucosa oxidasa), HDL colesterol monofase AA plus (colesterol oxidasa, peroxidasa, toluidina disódica y colesterol esterasa), triglicérido color GPO/PAPAA (lipoproteinlipasa, glicerol kinasa, glicerol fosfato oxidasa, peroxidasa y 4-aminofenazona) y uricostat enzimático AA (uricasa, peroxidasa, 4-aminofenazona y ferricianuro de potasio).
• El análisis descriptivo consideró la distribución de los valores dentro de cada variable mediante medidas de porcentaje. El diagnóstico de sobrepeso y obesidad se realizó según los criterios de la Organización Mundial de la Salud (OMS): normal con un IMC de 18,5 a 24,9, sobrepeso con un IMC de 25 a 29,9 kg/m. y obesidad con un IMC >o igual a 30 kg/m2.
• Perímetro de cintura (PC). Se tuvieron en cuenta tres categorías de riesgo según el PC: riesgo normal <94 cm para hombres y <80 cm para mujeres; riesgo elevado >94 a <102 cm para hombres y >80 cm a <88 para mujeres; riesgo muy elevado >102 cm para hombres y >88 para mujeres. El criterio diagnóstico en relación con la tensión arterial fue presentar valores ≥130/85 mm Hg.
• En cuanto a la determinación de los lípidos, si bien en los criterios NCEP-ATP III usaron ayuno de 12 h, en este trabajo se emplearon 8 h. Este tiempo de ayuno se indicó teniendo en cuenta que desde 2016 (trabajos de Noordestgaard)5 se pueden determinar triglicéridos sin ayuno.
Estos estudios han examinado outcomes clínicos que van desde la ocurrencia de eventos cardiovasculares (infarto de miocardio, accidente cerebrovascular y revascularización) hasta la mortalidad cardiovascular o por cualquier causa, encontrando asociaciones consistentes entre el perfil lipídico sin ayuno y el riesgo de ECV. Estas observaciones sugieren que la toma de muestra de sangre sin ayuno es altamente efectiva, práctica y ventajosa para determinar el riesgo cardiovascular mediado por lípidos y es mejor marcador de enfermedad coronaria.
Como estos pacientes presentaban PTOG, es decir glucemia en ayunas y AU, se consideró necesario el ayuno de 8 h para evitar citarlos en dos oportunidades.
• El diagnóstico del SM se realizó de acuerdo al criterio modificado del NCEP-ATP III. Se consideró SM a la presencia de tres o más de los siguientes criterios: triglicéridos ≥150 mg/dl, cHDL <40 mg/dl en hombres y <50 mg/dl en mujeres, PA ≥130/85 mm Hg, glucemia en ayunas ≥110 mg/dl, y circunferencia de la cintura >102 cm para hombres y >88 cm para las mujeres.
Debido a las implicaciones cardiometabólicas que origina, se consideró como hiperuricemia a valores de AU >6,5 mg/dl en hombres y >5,1 mg/dl en mujeres.
Análisis estadístico
Se utilizó estadística descriptiva con el software de análisis estadístico (Infostat) de una base de datos previamente generada en Microsoft Excel 2013.
Los datos se volcaron en una planilla Excel y se analizaron con el software SPSS 12.0 para la estadística descriptiva que comprendió las siguientes variables: sexo, edad, talla, peso, IMC y circunferencia de cintura. Además, se incluyeron valores de laboratorio y clínicos: glucemia en ayunas y poscarga, colesterol HDL, triglicéridos en sangre, AU y PA.
Se emplearon medidas de tendencia central y dispersión para las variables cuantitativas, y para las cualitativas medidas de frecuencia y proporción. La búsqueda de relación entre los grupos se analizó mediante análisis bivariado con prueba de chi2 o prueba exacta de Fisher para las variables cualitativas, cuyos resultados se muestran en tablas de contingencia. Para las variables cuantitativas, se usó ANOVA de una vía (prueba post hoc de Bonferroni, cuando aplicara). En todos los casos se consideró un intervalo de confianza del 95% y un valor de p<0,05 para determinar significancia estadística.
La previsibilidad del AU sérico para identificar el SM se identificó por los análisis de la curva ROC (receiver operating characteristic curve)6. Se estimó el área bajo la curva ROC (area under the curve, AUC), medida única e independiente de la prevalencia de la enfermedad en estudio. El AUC refleja qué tan eficaz es el test para discriminar pacientes con y sin la enfermedad durante todo el rango de puntos de corte posibles7. Los puntos de corte ideales se registraron como las medidas que representaban la mayor sensibilidad y especificidad concomitante8. Para la curva ROC se utilizó el software estadístico MedCal v15.2.
RESULTADOS
Se estudiaron 435 personas que concurrieron al consultorio externo de Medicina General y Clínica Médica del Hospital Ángela I. de Llano, de las cuales 312 (72%) eran mujeres y 123 (28%) hombres. El 65% tenía menos de 54 años (Figura 1).
Las características clínicas y bioquímicas de la población estudiada se detallan en la Tabla 1, donde se observa que los factores de riesgo asociados al SM que predominaron fueron: HTA, hipertrigliceridemia y glucosa alta, que fueron más frecuentes en hombres que en mujeres, mientras que el cHDL bajo fue más frecuente en mujeres que en hombres.
Si bien el IMC no forma parte de los criterios de diagnóstico del SM, es de fundamental importancia ya que constituye un factor de riesgo.
La valoración del estado nutricional antropométrico reveló que la frecuencia de normopeso, sobrepeso y obesidad fue del 14, 30 y 57% respectivamente. La obesidad (IMC ≥30 kg/m2) fue más frecuente en mujeres (58%) que en hombres (53%).
Como se mencionó anteriormente, el sedentarismo aumenta la predisposición a tener SM. En este estudio los datos encontrados de sedentarismo fueron del 57% y aumentaron a medida que aumentaba la edad.
La frecuencia del SM en la muestra fue del 58% (N=251), y fue más habitual en mujeres 60% (N=187).
Al considerar la edad en distintos grupos etarios, se observó un incremento en la prevalencia del SM a medida que aumentaba la edad.
Al evaluar los distintos componentes que definen al SM (como se describe en la Tabla 2), se observa que el valor promedio de PA y de la glucosa en ayunas se ubicaron dentro del rango normal en mujeres (105,9), mientras que los hombres presentaron glucemia de ayunas alterada dada la media de 112,8. La concentración de triglicéridos demostró un valor alterado en hombres y valores bajos de cHDL en mujeres dentro del rango considerado como factor de riesgo.
El diagnóstico del SM, es decir aquellos que presentaron tres o más factores diagnósticos positivos, estuvo presente en el 57,70% de la muestra. La población clasificada como normal (aquella que tenía 0,1 y 2 componentes de SM) fue del 42,30%.
Los niveles medios de AU sérico de la población masculina y femenina fueron de 5,17 y 4,09 mg/dl respectivamente.
La frecuencia de hiperuricemia en la población estudiada fue del 17,7%. Cuando se establecieron la edad y el sexo como variables (Tabla 3), los hombres menores de 45 y los mayores de 64 años presentaron mayor porcentaje de hiperuricemia, al igual que las mujeres mayores de 45 años.
Quienes tenían valores normales de AU mostraron una frecuencia del SM de 54%, mientras que los que tenían hiperuricemia presentaron SM en un 75% (Figura 2).
Se encontró un incremento de la frecuencia del SM en el rango de edad de 45-54 años y de 55-64 años, y la hiperuricemia permaneció constante en ambos grupos.
Las distintas concentraciones de AU se clasificaron en normo y en hiperuricemias de acuerdo a las definiciones planteadas en el marco teórico. En los pacientes con AU elevado se detectó que la circunferencia cintura (>88 o >102 cm) fue el factor diagnóstico positivo de mayor frecuencia de aparición (94%), seguido de la PA (68%) y la glucosa alta (66%).
En este estudio la relación entre el AU sérico y el número de componentes del SM se incrementó con el aumento de los niveles medios de AU (Figura 3).
Los puntos de corte de 6,5 mg/dl (varones) y 5,1 mg/dl (mujeres) son comúnmente aceptados para la definición de hiperuricemia. Sin embargo, la asociación entre uricemia y la presencia de SM podría desarrollarse con niveles inferiores a los clásicamente aceptados.
En nuestra muestra, el punto de corte en la curva ROC (es decir, el punto de corte asociado con la mayor sensibilidad y especificidad) fue de 4,0 mg/dl, con pequeñas variaciones (no significativas) entre varones y mujeres.
La previsibilidad del AU para identificar el SM se identificó por los análisis de la curva ROC. Los puntos de corte ideales se registraron como medidas que representaron mayor sensibilidad y especificidad (Figuras 4, 5 y 6).
En el análisis multivariado se encontró que la asociación entre AU sérico y SM fue estadísticamente significativa (Tabla 4). Por su parte, el OR ajustado por edad y sexo fue de 1.499, estadísticamente significativo (Tabla 5).
PAS: presión arterial sistólica; PAD: presión arterial diastólica; DS: desvío estándar.
SM: síndrome metabólico; AU: ácido úrico.
SM: síndrome metabólico; AU: ácido úrico.
Correspondiente a la población que concurrió al Hospital Ángela I de Llano. (n=435), con un punto de corte óptimo de 4 mg/dl. El área bajo la curva fue de 0,624 con un p<0,001.AUC: area under the curve (área bajo la curva).
La sensibilidad y especificidad más alta se obtuvo en 95,3 y 18,6 respectivamente. AUC: 0,584, p=1,107. AUC: area under the curve (área bajo la curva).
La sensibilidad y especificidad más alta se obtuvo en 95,3 y 18,6 respectivamente. AUC: 0,584, p=1,107.
AUC: area under the curve (área bajo la curva).
DISCUSIÓN
Diversos trastornos metabólicos se asocian con la vida sedentaria, el envejecimiento y la obesidad central, e inducen alteraciones en los niveles de presión arterial, lípidos y glucosa, lo cual aumenta el riesgo de eventos cardiovasculares, además de predisponer al incremento de factores diagnóstico positivos del SM. No obstante, existen otros posibles factores predisponentes, potenciales a un aumento de sujetos con SM; de este modo, la hiperuricemia podría ser una complicación derivada del propio SM9, y la obesidad abdominal podría condicionar un aumento en la concentración del AU10.
Al analizar las características generales de la población se encontró que un alto porcentaje (87%) tenía exceso de peso, dato mucho mayor que el publicado en la Cuarta Encuesta Nacional de Factores de Riesgo (4º ENFR 2018), en la cual el exceso de peso fue de 61,6%11. Probablemente debido a las características socioeconómicas de la población que concurrió al Hospital Ángela I. de Llano, estas personas presentan una situación de mayor vulnerabilidad frente al consumo elevado de energía a través de productos altamente procesados, de bajo valor nutricional y alto contenido en sal, azúcares y grasas.
En relación al sedentarismo, este dato es más coincidente con la 3º ENFR, en la cual la prevalencia fue de 54,7%, que con la 4º ENFR (44,2%). Dado que la actividad física se conoce como un factor de riesgo cardiovascular modificable y reduce el riesgo de muerte por cualquier causa12, puede aplicarse en pacientes que concurren al Hospital y en la población general para mejorar y recuperar la capacidad funcional, y así preservar la salud cardiovascular a través de la adopción de una calidad de estilo de vida más saludable. Además, es un instrumento accesible y de bajo costo.
La prevalencia del SM es diferente entre poblaciones debido a la influencia de la raza, el sexo y la edad. Los resultados obtenidos (58% de la población estudiada) casi duplican los porcentajes de prevalencia reportados en algunos estudios realizados. De acuerdo con los criterios del ATP III, la prevalencia media en EE.UU. se ubica entre el 20 y 30%13. La prevalencia estimada del SM en España, según diferentes estudios epidemiológicos, va desde un 17% en Segovia14, un 25% en el Spanish Insulin Resistance Study15, 24,4% en Canarias16 y hasta 28,9% en Valencia17. Estas diferencias pueden deberse a factores como la edad de los participantes, el IMC promedio de la muestra y la contribución porcentual de cada uno de los componentes del SM.
En Argentina, de acuerdo con los criterios ATP III, la prevalencia a nivel global es del 20%, produciéndose un incremento con la edad que llega hasta un 34,1% para una población mayor de 60 años, siendo esto muy superior en mujeres que en hombres18. Díaz y col. publicaron un metaanálisis de la población argentina que incluyó 10.191 sujetos (39,6% hombres), con una edad media de 45,2 años, donde la prevalencia del SM (según criterios del ATP III) fue del 27,5% (IC 95%: 21,3-34,1%). Fue más elevada en hombres que en mujeres (29,4% vs. 27,4% respectivamente; p=0,02)19. En los resultados del estudio se encontró un mayor porcentaje del SM de 60% en mujeres, datos que concuerdan con diversos estudios realizados teniendo en cuenta la definición de NCEP-ATP III.
El SM se incrementa a medida que aumenta la edad. Estos datos coinciden con el estudio National Health and Nutrition Examination Survey (NHANES III)20 y con un trabajo realizado en una población adulta en Uruguay por Schettini et al., donde la prevalencia aumentó con la edad desde 10,4% entre los 30 y 39 años, hasta 36,5% entre los 70 y 79 años21. Probablemente este incremento se deba a que en la última década la obesidad aumentó notablemente.
Para el caso de la hiperuricemia, los resultados obtenidos en la población estudiada (17,7%) concuerdan con los del trabajo de Sui et al.22, pero más alta que las estimaciones reportadas para algunas poblaciones: 8,4% entre adultos sauditas23, 10,6% entre adultos tailandeses24.
Asimismo, se observó que cuando se establecen la edad y el sexo como variables, los hombres menores de 45 y los mayores de 64 años presentan mayor porcentaje de hiperuricemia, al igual que las mujeres mayores de 45 años. Las causas por las que algunos individuos tienen el AU más elevado son múltiples. En ancianos la disminución de la función renal y el uso de algunos medicamentos (como los diuréticos tiazídicos) son causas frecuentes. Aunque las hiperuricemias leves/ moderadas observadas en jóvenes podrían tener un fondo hereditario, como polimorfismos genéticos de los transportadores de aniones, la mayoría parece deberse a factores ambientales. Los datos obtenidos coinciden con lo señalado en estudios en otras poblaciones, en las cuales se observa que a mayor edad en las mujeres existe un incremento de los niveles de AU. Esto se relaciona con el estado posmenopáusico22,25.
Al evaluar la relación entre el AU y el SM, los resultados obtenidos sobre la mayor prevalencia del SM en sujetos hiperuricémicos que en normouricémicos son equivalentes a los obtenidos por López-Suárez et al.26 quienes, luego de un análisis de regresión múltiple, comprobaron que el sexo y el SM se asociaban independientemente con los niveles séricos de AU.
En este estudio, la relación entre el AU sérico y el número de componentes del SM se incrementó con el aumento de los niveles medios de AU. Esto fue en concordancia con el estudio NHANES III27, en el que la prevalencia de los componentes del SM, según criterios NCEP-ATP III, aumentó desde un 18,9% (IC 95%, 16,8% a 21,0%) para niveles de AU <6 mg/dl, hasta un 70,7% (IC 95%, 51,4% a 89,9%) para niveles >10,0 mg/dl, por lo cual puede inducirse que la evaluación regular del AU podría predecir el SM28. Los mecanismos por los que la hiperuricemia generaría resistencia a la insulina serían la inducción de la disfunción endotelial con compromiso de la síntesis de óxido nítrico al inhibir a la enzima óxido nítrico sintetasa endotelial que también afectaría el balance de citoquinas producidas por los adipocitos aumentando los factores proinflamatorios29.
El resultado obtenido del punto de corte de la uricemia (4 mg/dl) en relación con el SM de la población estudiada resulta relevante dado que hay pocos estudios en la región del noreste argentino, y más precisamente en la ciudad de Corrientes, sobre los niveles de AU y su relación con el SM.
El OR ajustado por edad y sexo fue de 1.5, estadísticamente significativo, lo que indica que la presencia del SM se asoció significativamente con los valores de uricemia, con un incremento de riesgo del 49% por cada mg/dl de aumento en los valores de AU.
En base a los resultados, se propone considerar a los niveles séricos de AU como un factor de riesgo no tradicional del SM, al ser esta una determinación de bajo costo que permitiría predecir el desarrollo de alteraciones metabólicas y sus repercusiones en la calidad de vida de la población.
Como limitación del presente estudio, se destaca que son pacientes hospitalarios y puede existir sesgo. Sin embargo, y con las limitaciones del caso, los hallazgos sobre los puntos de corte para la uricemia mencionados en el estudio aportan datos de relevancia para una discusión abierta en este campo entre expertos en el área en diversos países y condiciones clínicas.
CONCLUSIONES
Los resultados obtenidos en este trabajo demuestran que existe una asociación entre la presencia del SM y el incremento de los niveles séricos de AU (aún ajustados por sexo y edad), y que los puntos de corte para esta asociación podrían ser inferiores a los clásicamente aceptados para definir hiperuricemia debido a las implicaciones cardiometabólicas que origina.
Por lo tanto, el AU no debería considerarse solo un producto final inerte del catabolismo de las purinas, sino un factor de riesgo asociado al SM. Ello implica la necesidad de un nuevo enfoque del potencial rol y utilización del AU como marcador de la enfermedad y su significativa relación con los componentes del SM.
Se requieren más estudios que demuestren en forma consistente la asociación entre el AU y las alteraciones metabólicas que conforman el SM para en el futuro poder considerar al AU como parte de los criterios diagnósticos del SM.
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Información adicional
Conflictos de interés: los autores declaran que no existe conflicto de
interés.
Edita: Sello Editorial Lugones, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina.