Artículos
Resistencia al Capitalismo y Defensa del Medio Ambiente: El Movimiento Todos Somos Zimapán
Ciencias Sociales Revista Multidisciplinaria
Arkho Ediciones, Argentina
ISSN-e: 2683-6777
Periodicidad: Semestral
vol. 1, núm. 2, 2019
Recepción: 30 Mayo 2019
Aprobación: 07 Diciembre 2019
Resumen: “Nadie puede contra el gobierno” y “por la defensa de la salud y la vida” son dos frases que dan cuenta de las condiciones sociales en las que el movimiento Todos Somos Zimapán surgió y logró desarrollar una lucha contra la empresa española Befesa entre los años 2007 y 2010, para evitar la construcción y operación de un confinamiento de residuos sólidos en el ejido Cuauhtémoc, en el Municipio de Zimapán Hidalgo. La convicción entre algunos habitantes del municipio sobre el poder que ejerce el Estado, al que veían como defensor del proyecto y al que es imposible cuestionar y desafiar, representó uno de los factores que se transformaron con el movimiento, en una identidad territorial que oriento la acción colectiva hacia la defensa de la salud, la vida y el medio ambiente. Nuestra hipótesis es que los actores políticos de oposición al cacicazgo regional utilizan los movimientos sociales como coyuntura para acceder y legitimar su poder. En este sentido nuestro objetivo es realizar una descripción de la trayectoria del movimiento Todos somos Zimapán y los elementos que lo enmarcan como un movimiento social. Para lograr este cometido, el documento se divide en tres apartados a saber: en primer lugar, se realizará un enmarque conceptual básico los movimientos sociales, en segunda instancia, se analiza como la política ambiental proyecta la creación de confinamientos, En tercer lugar, partir del caso Todos somos Zimapán se contextualizará y se describirá su trayectoria, por último, hacemos algunos comentarios a manera de conclusión.
Palabras clave: Movimientos Sociales, Capitalismo, Acción colectiva, Identidad, Medio Ambiente.
Abstract: “There is no one against the government” and “on health and life’s defense” are two phrases which let know that social conditions in which All We are Zimapán Movement emerged and was able to develop a fight against the Spanish company Befesa between 2007 and 2010, in order to avoid the construction and operation of a solid waste confinement in the common land named Cuauhtémoc, in Zimapán, Hidalgo. Some people’s beliefs in the municipality about the power of the State, which they saw as a defense of the project and which is impossible to question and dare, represented one of the factors which were transformed with the movement, into a land identity which guide the collective action through the defense of health, life and environment. Our hypothesis is that opposition political actors against regional leadership use social movements as a conjunction to access and legitimate their power. Focus on that, our objective is making a description of the path of All we are Zimapán Movement and also, the elements which define it as a social movement. In order to make our commitment, the document is divided into three sections: first, a basic conceptual delimit about the social movements will be done, after that, the analysis 1 Estudiante del Doctorado en Ciencias Sociales del Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades- Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo. 2 Profesor de Tiempo Completo del Centro de Estudios para el Desarrollo y la Investigación de las Ciencias Sociales-Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo. 3 Profesor Investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Azcapotzalco. about how environmental politics projects involve the creation of confinements waste deposits; third, take the case All we are Zimapán to describe and contextualize its trajectory; and finally, make some comments as a conclusion.
Keywords: Social Movements, Capitalism, Collective Action, Identity, Environment.
Introducción
El movimiento Todos Somos Zimapán se desarrolla en el marco del nuevo ciclo de protestas que se inauguró en 1994 con el surgimiento de Ejercito Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y que se caracteriza por un cuestionamiento a las políticas neoliberales y al rechazo de la apropiación del capitalismo de las formas de vida locales poniendo los territorios y las formas de organización comunitaria al servicio del capital. Lo novedoso del movimiento es que se desarrolla en una región donde no se habían presentado conflictos de forma abierto, hora desafiaban al capital global y a los poderes estatales locales y federales, cuestionando la racionalidad capitalista de generación de ganancia mediante argumentos orientados en la defensa de la salud y la vida.
El movimiento Todos Somos Zimapán mediante un repertorio extenso y haciendo uso de protestas, se convirtió en un icono de la lucha ambiental y por la salud en México, al ser reconocido a nivel nacional, logrando adherir al movimiento el apoyo de otros movimientos y de organizaciones sociales, así como de algunos defensores de los derechos humanos. Asimismo, resistió la constante represión estatal y la descalificación de algunos medios de comunicación locales. Por ello es importante dar cuenta de la forma en que surge le movimiento, las estrategias que utilizó y la manera en que se construyó la identidad colectiva.
1.- Marco Teórico Movimiento Social
El concepto de movimiento social es muy discutido en las ciencias sociales, tanto en las teorías europeas, en las norteamericanas como en América latina, la forma de conceptualizarlo representa algunas diferencias. Touraine (2006) define al movimiento social como “la conducta colectiva de un actor luchando contra su adversario por la dirección social de la historicidad en una colectividad concreta” (p. 255). Esta idea, tiene un sentido muy amplio al definirlo a partir del conflicto social principal en la sociedad, por ello afirma que no se deben separar las orientaciones culturales del conflicto social.
El enfoque teórico de Touraine (2006), no permite su aplicación en América Latina, porque como menciona García (2015) “deja de lado los conflictos dirigidos contra el Estado, las estructuras de dominación y las relaciones que contraponen a las elites gobernantes con las masas, que precisamente caracterizan las actuales acciones colectivas” (p. 353).
En contraste Tilly (2010), trata a los movimientos sociales como:
[…] una forma de contienda política, contienda porque los movimientos sociales plantean una serie de reivindicaciones colectivas que, de ser aceptadas, chocaría con los intereses de otras personas; política por cuanto, de un modo u otro, los gobernantes con, con independencia de su signo político, figuran en tales reivindicaciones, bien como autores, bien como objeto de la reivindicación, bien como aliados del objeto, bien como árbitro de la disputa (p. 21).
Desde esta perspectiva, los movimientos sociales se realizan dentro de la política, y el Estado juega un papel fundamental, como menciona Tilly (2010) ya sea como adversario o como árbitro, para efectos de esta investigación se propone una perspectiva desde América Latina.
En América Latina gran parte de los movimientos sociales, afirma García (2015) van dirigidos contra el Estado, fungiendo este como intermediario u objeto de las reivindicaciones. Actualmente, con las políticas neoliberales, el Estado se convierte en punto de conflicto ya sea por favorecer la acumulación de capital o por el impacto que, las medidas en política económica tienen sobre las personas.
La complejidad de la realidad en América latina requiere un concepto de movimiento social que abarque los aspectos conflictivos, políticos, históricos y culturales, para ello se utilizará un concepto elaborado por García (2015) “los movimientos sociales como estructuras de acción colectiva capaces de producir metas autónomas de movilización, asociación y representación simbólicas de tipo económico, cultural y político” (p. 353). Este enfoque, abarca factores políticos, económicos y culturales, así como formas de organización, las metas que se persiguen y la forma en que se estructura la acción colectiva.
Por la manera en que se analiza aquí, el concepto de movimiento social reconoce elementos analíticos y constitutivos de las teorías de los movimientos sociales, como son el conflicto,
Por la manera en que se analiza aquí, el concepto de movimiento social reconoce elementos analíticos y constitutivos de las teorías de los movimientos sociales, como son el conflicto, el adversario, los objetivos, la identidad, los recursos y los repertorios de movilización. Elementos que se analizaran posteriormente en el marco de los movimientos sociales en América Latina.
El abordaje de los movimientos sociales en Latinoamérica desde una visión compleja y multidimensional hará posible un acercamiento más analítico de la realidad social, por que como menciona Sousa (2001) “una de las características propias de América Latina es que no hay movimientos sociales puros o claramente definidos, dadas la multidimensionalidad, no solamente de las relaciones sociales sino también de los propios sentidos de la acción colectiva”.
Los movimientos sociales en América Latina presentan características de los movimientos sociales contemporáneos y al ser diferentes, también requieren herramientas conceptuales- metodológicas diferentes.
El enfoque desde el que se describirá el Movimiento Todos Somos Zimapán será el pensamiento Latinoamericano, resaltando la importancia de la identidad y la manera en que el Estado intervino en el movimiento social, integrando conceptos de las teorías norteamericanas tales como repertorio de acción y los ciclos de protesta de tal forma se logre un análisis multidimensional del movimiento.
La investigación se realizó mediante a partir de la revisión documental sobre el movimiento Todos Somos Zimapán, asimismo se aplicaron entrevistas semiestructuradas individuales y colectivas. Las entrevistas individuales se realizaron con informantes claves que participaron en los movimientos como: delegados de las diversas comunidades y personas que fueron elegidas como representantes en las asambleas que se llevaron a cabo. Las entrevistas grupales se realizarán en las comunidades de los municipios con personas que apoyaron los movimientos y formaron parte de ellos.
2.- Crisis y Política Ambiental
Uno de los problemas sociales globales en la actualidad es la crisis ambiental que se manifiesta de diversas maneras, entre ellas: la contaminación del suelo, el agua, el aire y el calentamiento global. La creciente producción industrial crea, de igual manera, un incremento constante de residuos industriales. En este contexto, en México a finales de la década de 1980 y principios de la década de 1990, se reconoce como un problema la generación de residuos industriales.
Ugalde (2017) menciona que ya en 1994 se calculaba que en México se generaban alrededor de 8 millones de toneladas al año, lo que implicaba crear una política integral para el tratamiento de residuos sólidos, dirigida a prevenir la generación de residuos y a dar tratamiento a los generados. Con esta política, basada en Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos del 2003, la SEMARNAT resalta los beneficios económicos, ambientales y técnicos de prevenir la generación de residuos sólidos, pero hace énfasis a los residuos generados.
Para el tratamiento de residuos sólidos, la SEMARNAT propone su aprovechamiento y valoración, recuperando el poder calorífico de dichos componentes. (2009). Cuando esto no sea posible, se deben tener opciones para su tratamiento reduciendo su volumen y peligrosidad. Para ello, de acuerdo con la SEMARNAT, en los últimos años se han entregado diversas autorizaciones para su tratamiento. Así para el 2007 del total de la capacidad instalada en el país para el manejo de residuos peligrosos, el 47% era para tratamiento a fin de reducir su peligrosidad, el 35% para reciclado, 5% para reutilización para uso, 1% para incineración y el 12% para confinamiento.
En el 2007, año en que se crea el movimiento Todos Somos Zimapán, operan en el país tres confinamientos, uno como instalación privada sin prestación de servicio, dos restantes que prestan servicio uno en Coahuila y otro en Nuevo León. Conforme a lo estipulado por la SEMARNAT (2009) de 2003 a 2006 se autorizaron seis proyectos, más, uno de ellos es el de Zimapán.
La justificación ambiental sobre la necesidad de crear proyectos para el tratamiento y confinación de residuos peligrosos se argumenta por parte de la SEMARNAT, por la insuficiente capacidad instalada, otorgando a la iniciativa privada concesiones, para generar estos servicios apoyándose en el régimen jurídico de gestión de residuos de 2003. A pesar de que las reformas, como afirma Ugalde (2017) se diseñaron para hacer más escrupuloso el sistema jurídico en la creación de proyectos para tratar residuos peligrosos y así evitar conflictos sociales y de medio ambiente, la sociedad ha mostrado un rechazo hacia este tipo de infraestructuras como son los casos intentos fallidos en diferentes estados de la república, (Sonora Coahuila, Hidalgo).
En este contexto, el objetivo del movimiento Todos Somos Zimapán es evitar la construcción y operación de un confinamiento de residuos sólidos en el Ejido Cuauhtémoc a seis kilómetros de distancia, aproximadamente, de la cabecera del municipio. La construcción del confinamiento en Zimapán estuvo a cargo de la empresa Sistemas de Desarrollo Sustentable, S.A de C.V., perteneciente a la empresa española Befesa, filial del Grupo Abengoa que cuenta con instalaciones en diversos países. (Ugalde, 2017).
El confinamiento se realizaría en el Ejido Cuauhtémoc perteneciente a la localidad de San Antonio, a 6 kilómetros la cabecera municipal, a dos kilómetros del rio Moctezuma. De acuerdo con el proyecto presentado por Sistemas de Desarrollo Sustentable, el proyecto se realizaría en un predio con una superficie 133 hectáreas, las obras de construcción ocuparían 4.2 hectáreas, con una capacidad de tratamiento de 50 000 toneladas al año de residuos orgánicos y 120 000 toneladas de residuos orgánicos, donde una vez que sean tratados serán enviados a las celdas de confinamiento. El proyecto se prevé tendría una vida útil en la primera etapa de 11 años, pero que se podía extender hasta 50 años. La planta estaría dividida en tres áreas: Área de maniobra y expedición de residuos, Áreas de inertización y Área de maduración. (Sistemas de Desarrollo Sustentable, 2006).
3.- El Movimiento Todos Somos Zimapán
La novedad del Movimiento Todos Somos Zimapán surge en una región del estado de Hidalgo que no tenía antecedentes de conflictos de manera abierta, sobre todo por la existencia de un caciquismo que se reprodujo durante muchos años y que impedía cualquier manifestación de organización social capaz de enfrentar a los poderes caciquiles locales que se reproducción en la región y que aún se mantenían. Considerando las estrategias que utilizó el movimiento, los poderes que enfrentaron y la expansión del movimiento, se puede se puede analizar tres etapas.
La primera abarca el inició del movimiento en julio del 2007 hasta diciembre de del mismo año, las estrategias fueron dirigidas a realizar conciencia entre la población, que lejos de construirse una recicladora, se planeaba crear un confinamiento de residuos, proyecto impulsado por el ayuntamiento y por el Gobierno de Hidalgo.
La segunda fase empieza a finales de diciembre de 2007 a noviembre del 2008, periodo en que el movimiento diversifica las estrategias, como son apoyarse en otros movimientos sociales, asistir a foros informativos a nivel nacional y movilizaciones a la ciudad de México, con ello logra ser conocido a nivel nacional, pero donde el gobierno federal se convierte en el principal adversario en el conflicto.
El último período del movimiento abarca de noviembre del 2008 hasta su culminación en diciembre del 2010 cuando se logra la cancelación definitiva del confinamiento.
En cada una de estas etapas el movimiento mostro un amplio repertorio de acciones y fue fortaleciendo una identidad territorial que permitió integrar a una mayor cantidad de personas originarias de Zimapán en el movimiento y el apoyo de diversas organizaciones (Barzón Popular, Greenpeace, etc.) y los movimientos sociales (Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra, APPO, etc.). Asimismo, el movimiento fue adquiriendo mayor experiencia y formación política, lo que hizo posible generar estrategias más efectivas para el logro de sus objetivos.
En cada una de estas etapas el movimiento mostro un amplio repertorio de acciones y fue fortaleciendo una identidad territorial que permitió integrar a una mayor cantidad de personas originarias de Zimapán en el movimiento y el apoyo de diversas organizaciones y movimientos sociales. Asimismo, el movimiento fue adquiriendo mayor experiencia y formación política, lo que hizo posible generar estrategias más efectivas para el logro de sus objetivos. Los movimientos sociales hoy en día utilizan estrategias más flexibles, más diversificadas, adaptándolas a las circunstancias combinando recursos materiales, simbólicos y cognitivos (Ibarra, Goma, González, & Martí, 2002). A continuación, se describirán cada una de las tres fases del movimiento social.
3.1.- Un difícil comienzo
Si bien los permisos para la construcción del confinamiento se empezaron a tramitar desde 2004 por Befesa ante la SEMARNAT y en 2005 ante la Presidencia Municipal, la mayor parte de la población no estaba al tanto del proyecto (Robles, R;, 2011). La publicación de la solicitud de impacto se realizó el 22 de julio en la Gaceta Ambiental y el 30 de julio se puso a disposición del público en general, dando inicio a la consulta pública. El 22 de septiembre, Marco Antonio Moreno, presidente de la Sociedad Ecologista Hidalguense, A.C., solicitó una consulta pública, pero la respuesta fue que el periodo había expirado. La población no había conocido la consulta pública, sin embargo, el procedimiento según la SEMARNAT se había cumplido.
En 2007 la SEMARNAT aseguraba que el confinamiento se encontraba en la etapa final de su construcción por lo que era inminente su operación. En el 2005 la presidenta de Zimapán, Rosalía Gómez Rosas y los regidores conocían el proyecto, sin embargo, no habían socializado la información. En un primer momento, la población sabía de un proyecto que se realizaría en Zimapán, pero la información que circulaba era la creación de una empresa recicladora. De esta manera se ocultaba en el orden municipal la información referente al proyecto que se realizaría en el ejido Cuauhtémoc, a pesar de que los permisos habían sido otorgados por el municipio.
Fue hasta el 22 de junio del 2007, que el presidente del comité municipal del Partido Revolucionario Institucional (PRI). Eusebio Aguilar Franco, informó a los medios de difusión impresos, que seguiría la construcción de una planta de tratamiento y confinamiento de desechos de alta peligrosidad. Ante tal situación un grupo de persona entre ellas el Abogado Salvador García, empiezan a reunirse con el fin de comentar e investigar sobre el proyecto y el posible impacto que este tendría sobre la salud y el medio ambiente en el municipio,
Es un inicio difícil, investigar y dar a conocer la información a la población que generalmente acepta como una verdad lo expuesto y declarado por las autoridades municipales, donde el cuestionamiento a un proyecto que como se planteaba generaría empleo y desarrollo a una población con pobreza alimentaria en 38% y con un índice de intensidad migratoria muy alto (IIM), y un Índice de Desarrollo Humano Medio (IDHm), representaba romper el orden establecido y sobre todo generaba en cierta medida molestia entre la población.
La llegada de una empresa española en los discursos gubernamentales era símbolo de la prosperidad que tenía el Estado y lo atractivo que resultaba invertir en Zimapán, de acuerdo con la razón de Estado, la llegada del capital internacional ponía al municipio en una situación privilegiada al ser receptor de una inversión tan importante. Como ya se mencionó antes, los años de dominio de caciques como Armando Martinez en la región, hacía que la población necesitara de fuentes de empleo diferentes a la minería donde los riesgos para la salud y la vida son muy elevados.
En este contexto, los primeros integrantes del movimiento Todos Somos Zimapán, enfrentaron descalificaciones y hasta insultos por gran parte de la población al intentar frenar la operación del confinamiento de residuos peligrosos. La credibilidad que cada día fueron adquiriendo se debía que la mayor parte de los integrantes tenían una formación profesional, lo que representaba en el municipio un estatus de conocimiento que sirvió como un factor de primer orden en la incorporación de una mayor cantidad de personas al movimiento, principalmente de mujeres.
La identidad del movimiento se refuerza con la recuperación de la identidad territorial, fundada en factores contradictorios, en primer lugar, el hecho de que Zimapán representa el lugar donde se nació y se quiere vivir sin los riesgos para la salud ya existentes debido al arsénico que se encuentra en el agua y los daños a la salud que tienen los “jales” mineros expuestos al aire libre con la gran cantidad de elementos peligrosos que contienen.
Los argumentos expuestos contra la construcción del confinamiento además de los posibles riesgos para la salud, son la cercanía con la población, la cual se encuentra a seis kilómetros, pero que en un radio de 25 kilómetros del lugar donde se ubica la planta habitan más de 11 500 personas. Un segundo argumento es la existencia de una corriente de agua intermitente debajo del lugar donde se ubicará el confinamiento y finalmente se argumentaba la existencia de una falla geológica que podría ocasionar problemas estructurales en las instalaciones.
Una gran cantidad de mujeres se unió al movimiento debido a la preocupación por la salud que pudiera tener el establecimiento del confinamiento y el movimiento inicia un proceso de mayor organización y en el diseño de estrategias más eficaces para evitar el inicio de operaciones del confinamiento. Una de las primeras acciones es una Huelga de Hambre en los portales de la presidencia municipal. Salvador García mediante un documento invita a sus amistades y a la población para que lo acompañen y al mismo tiempo se informen sobre lo que es un confinamiento.
El 31 de agosto del 2007, casi al medio día, cuando el Presidente Municipal Eusebio Aguilar ingresaba a la presidencia municipal, se desató un enfrentamiento con algunas mujeres quienes lo acusaron de haberlas golpeado, ante estos hechos la población se movilizó y el enfrentamiento se extendió, siendo incluso quemadas patrullas municipales y una camioneta del presidente municipal. Por la tarde, se presenta una de las represiones sufridas por el movimiento Todos Somos Zimapán cuando más de 300 granaderos dirigidos por el Secretario de Seguridad Pública Estatal, Marcos Manuel Souverbille González, desalojaron a quienes realizaban la huelga de hambre, obligando así al movimiento a trasladarse al Kiosco ubicado en el jardín municipal.
A partir de ese momento la brigada de información tomo como estrategia recorrer el municipio casa por casa, integradas principalmente por grupos de mujeres, fue la manera de acercarse a la población para plantearles la preocupación que generaba la construcción de confinamiento entre la población. Sumando a ello, las asambleas incrementaron su actividad para definir las acciones a seguir.
Un acto simbólico fue el realizado el día 16 de septiembre del 2007 en el desfile que, con motivo de la conmemoración de aniversario del inicio de la independencia de México, al integrase al desfile el movimiento manifestando su rechazo a la construcción del confinamiento. Al inicio eran pocos, pero al pasar frente a la presidencia el contingente era muy grande con lo que demostraron que no eran “unos cuantos revoltosos” quienes integraban el movimiento
A pesar de que se instalaría una mesa de diálogo y una comisión científica, el Gobernador del estado el 26 de septiembre declara que los integrantes del movimiento Todos Somos Zimapán, tienen intereses políticos y que son los mismos que años atrás se opusieron a la instalación de una empresa en Tasquillo. Con esto el gobierno estatal y municipal hace propio el proyecto del confinamiento, poniendo al estado como promotor del capital, manteniendo una relación entre el poder político y el económico.
Un hecho realizado por el gobierno estatal y municipal para frenar el movimiento y reducir su legitimidad, fue el acto realizado el 9 de octubre del 2007. El Secretario de Desarrollo Social, David Penchyna y el Secretario de Planeación Regional, Ramón Ramírez asistieron a la entrega de despensas en Zimapán, y con discursos que pretendían callar la inconformidad de la población, generaron un enfrentamiento al salir del estadio de Beisbol, donde los esperaba una manifestación en contra del confinamiento. Este hecho fue nuevamente utilizado por los medios de comunicación para descalificar al movimiento por utilizar medios violentos. Sin embargo, las mesas para el dialogo, no se llevaban a cabo y tampoco se establecía una comisión científica para realizar estudios que permitieran explicar los riesgos a la salud y el daño al medio ambiente.
El 7 de noviembre del 2007 ante la falta de dialogo con el gobierno estatal y municipal para dar solución al conflicto, el Movimiento Todos Zimapán decide realizar una marcha a la ciudad de México para expresar la inconformidad ante instancias federales y frente a la empresa Befesa. El motivo principal de la marcha consistía en sacar la problemática del ámbito local y que fuera conocida a nivel nacional.
Como consecuencia de las acciones realizadas por el movimiento, el subsecretario de gobernación Abrahán González asiste a una reunión en Zimapán para entablar un dialogo con la población, sin embargo, la situación no cambio porque tanto el gobierno federal como el local afirmaron que para tomar una decisión era necesario contar con los estudios necesarios. Las contradicciones entre las declaraciones de los funcionarios generaban mayor desconfianza entre la población porque el Presidente Municipal declaraba que el confinamiento representaba una opción de desarrollo para el municipio.
El incremento de personas que se integraban al movimiento en Zimapán, junto con académicos como el investigador Miguel Ángel Martínez Morales de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, y políticos como el Diputado German Rufino, le garantizaba al movimiento mayor legitimidad y se fortalecía la identidad. Este fortalecimiento del movimiento lo llevó a una de más brutales represiones en su contra ocurrida el 2 de diciembre del 2007.
La comunidad de San Antonio invitó a los integrantes del movimiento a entablar un dialogo con motivo de la celebración de su fiesta patronal debido a las diferencias que existían en los miembros de la comunidad que estaban a favor del confinamiento y quienes se oponían. Al movimiento lo acompañaban académicos de la UNAM que realizaban estudios de impacto ambiental. Al terminar el dialogo, donde convivieron de forma pacífica, se dio uno de los enfrentamientos de mayor violencia. Al salir los integrantes del movimiento de la comunidad se percataron de que estaba bloqueado el camino de terracería que les permitía salir de la comunidad e inmediatamente fueron agredidos por las personas de la comunidad, lo que generó un enfrentamiento. De Zimapán llegó a la comunidad otro contingente de personas que integraban el movimiento para apoyar a sus compañeros para salir, sin embargo, esto solo fue posible con la intervención de la policía municipal.
Entre las personas con lesiones se encontraba el comisario ejidal de la comunidad y su hijo a quienes se les responsabilizaba de dirigir la agresión. Al ser trasladados a la cabecera municipal para ser atendidos en una clínica particular, los integrantes del movimiento, en su mayor parte mujeres, decidieron hacer guardia afuera del hospital para evitar se fugarán. En la noche un grupo de policías y granaderos ingresaron a Zimapán y agredieron físicamente a los integrantes del movimiento, sobre todo a las mujeres que hacían guardia y detuvieron a 45 personas entre ellos a dos menores de edad. Entre los lesionados se encontraban mujeres, niños y ancianos. Esta represión generó una demanda al Gobernador Miguel Osorio Chong por parte de José María Lozano, integrante del Movimiento.
El 11 de diciembre del 2007 el Presidente Municipal de Zimapán Eusebio Aguilar, apoyándose con personal que laboraba en la presidencia municipal e integrantes del PRI, realizaron una marcha en Pachuca para solicitar al gobierno estatal interviniera para impedir que la violencia siguiera creciendo, culpando a personas externas de Zimapán de romper el orden social. El secretario de Gobierno Francisco Olvera descalifico al movimiento y a quienes lo integraban, pero aseguró que se suspenderían las obras del confinamiento.
La primera etapa, que abarcó de julio al 11 de diciembre del 2007, del Movimiento Todos Somos Zimapán concluyó con la declaración del Secretario de Gobierno estatal. En los meses anteriores el movimiento logró construir una identidad colectiva en defensa del medio ambiente y la salud. La cantidad de personas que se había integrado al movimiento se había multiplicado llegando en algunas asambleas a reunir hasta 2,000 personas. Romper con la idea de que “nadie puede con el gobierno” y cambiarla por “defender la vida” fue uno de los principales logros en los primeros meses. De igual forma, la experiencia política adquirida en los meses de resistencia y aprendizaje habían hecho madurar al movimiento incrementado su repertorio.
Por otra parte, el incorporar de experiencias de otras organizaciones como el Barzón, fortaleció el movimiento. Los poderes locales formados durante tantos años de dominio no pudieron evitar que el movimiento creciera, a pesar de las amenazas y descalificaciones.
Los gobiernos, estatal y municipal, no había logrado con argumentos académicos vencer los cuestionamientos que se le presentaban. En cambio, el congreso de Querétaro hacia un llamado a la suspensión del confinamiento debido a la cercanía geográfica que tiene con esta entidad. La estrategia de suspender la construcción del confinamiento, por parte del Gobierno estatal ¿en verdad representaba la victoria del Movimiento Todos Somos Zimapán?
3.2.- Expandir el ámbito de acción: Crear redes externas de apoyo
El anuncio del gobierno estatal de no renovar el permiso a la empresa Befesa para continuar con la construcción del confinamiento, generó desconfianza a los integrantes del movimiento, debido a que la suspensión era parcial no definitiva. La nueva etapa ahora consistía en entablar un dialogo con el Gobierno Federal, quien no había manifestado ninguna resolución a pesar de la visita del subsecretario de Gobernación, Abraham González.
La situación política en el estado de Hidalgo también se modificaba porque en febrero del 2008 se realizarían las elecciones estatales para renovar el congreso local, elecciones donde el PRI esperaba mantener la mayoría. Esta nueva coyuntura política influyó en la decisión del Gobierno Estatal de suspender temporalmente la construcción y operación de confinamiento, al mismo tiempo que le dejaba al Gobierno Federal asumir su responsabilidad en el conflicto. Cabe recordar que el gobierno federal tenía como partido de origen el PAN y el Gobierno estatal al PRI.
El candidato a diputado local del PRI por el distrito siete en Zimapán, fue Carlos Ortiz, un empresario minero, sobrino del cacique de Zimapán Armando Martínez, cuyo caso se estudia en el libro de Roger Bartra, Caciquismo y poder en el México Rural. El discurso fue que defendería a su región de todo aquello que le hiciera daño, pero él sabía que los desechos tóxicos al aire libre hacen más daño que los confinados. El argumento en contra de esta afirmación es que las empresas mineras de Zimapán han tenido los jales al aire libre por cientos de años, poniendo en riesgo la salud de la población y han transformado el paisaje del lugar.
El contexto político se orientaba a mantener la hegemonía del PRI en el estado y en la región, por ello la estrategia estatal de no renovar los contratos, por lo que se eligió un candidato que se presentaba como símbolo de progreso ya que con el mismo candidato manifestó que sus empresas mineras generaban 600 empleos. El resultado fue el esperado, el PRI solicitó el voto y en el distrito VII obtuvo la victoria con 9270 votos. Así entonces, el antagonista del movimiento social, se disolvía, la población se dio cuenta que su enemigo no estaba representado por el PRI ni por sus candidatos o por el Presidente Municipal, también del PRI, sino por la empresa BEFESA. En otras palabras, en esta nueva etapa el enemigo ya no son los poderes locales cómplices de la construcción del confinamiento, ahora sigue siendo Befesa y el Gobierno Federal.
Ante el nuevo panorama el movimiento, como estrategia de resistencia a la construcción del confinamiento, buscó ampliar sus redes de apoyo con el fin de sacar el movimiento del ámbito regional y darlo a conocer con mayor intensidad a nivel nacional y para ampliar su repertorio mediante el aprendizaje de experiencias obtenidas por otros movimientos y organizaciones.
Conseguir el apoyo de otros movimientos y organizaciones era necesario debido a que las mesas de dialogo se habían suspendido durante todo el periodo electoral, aunque el secretario de Gobierno Estatal, Francisco Olvera Ruiz, declaraba que no era parte de la estrategia electoral, sino porque los cambios en los titulares de la Secretaria de Gobernación federal y en la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, no habían permitido continuar con el proceso.
Uno de los apoyos externos más representativos fue del Obispo Samuel Ruiz quien el 8 de enero del 2008 visitó Zimapán donde ofició una misa. En el mensaje que ofreció mencionó que los movimientos son legítimos cuando buscan cambios sustanciales en el modo de vida de la sociedad. También dijo que Zimapán se convirtió en un lugar donde se defiende la vida, la salud y los derechos humanos, a pesar de las represiones e invitó al pueblo a la unidad y a evitar la violencia. Por otra parte, en el mensaje enviado por el obispo de Saltillo, en el estado de Coahuila Raúl vera, criticó a las empresas que están ávidas de acumulación de riqueza sin considerar el impacto en la salud que pueden tener sus acciones, incluso poner en riesgo la vida misma. También mencionó que su causa es justa. Estos mensajes fueron interpretados por el gobierno estatal como una incitación a la movilización declarando que no ayudan a la resolución del conflicto.
Uno de las organizaciones con mayor participación fue el Barzón Popular, cuyo dirigente se situó en Zimapán para apoyar al movimiento Todos Somos Zimapán, participando en las reuniones y asambleas que se realizaban en el Kiosco ubicado en la plaza del municipio. También el Barzón Popular apoyó mediante marchas y cierre de carreteras en el Distrito Federal, en diferentes momentos. Uno de los momentos más importantes fue en diciembre posterior a la represión sufrida por la población de Zimapán y en los meses que le siguieron.
El diputado local del Estado de México, German Rufino, originario de Zimapán se convirtió en uno de los personajes más activos en el movimiento, participando en las acciones del movimiento y el 10 de febrero del 2008 se realizó la “Gran Caravana por la Defensa de la Vida” que partió del Zócalo del Distrito Federal y se dirigió al Municipio de Zimapán.
El movimiento Todos Somos Zimapán también recibió apoyo de otros actores políticos nacionales como la senadora Rosario Ibarra de Piedra, de Claudia Sheinbaum, del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra de Atenco, de Andrés Manuel López Obrador, de los Senadores de la Republica y el poder Legislativo de Querétaro, Greenpeace México y otras organizaciones.
La fortaleza que obtuvo el movimiento con el apoyo de actores políticos externos, sumado a la participación en distintos foros de información, hicieron que la protesta contra la construcción del confinamiento adquiriera dimensiones nacionales. Pero lo más importante fue el fortalecimiento en lo local, debido al incremento de la población que se sumó a las protestas y movilizaciones con lo que la identidad colectiva se refrendaba en las asambleas donde participaban miles de personas.
A pesar del crecimiento del movimiento y la presión sobre los gobiernos estatales y federales, la cancelación del confinamiento no se obtenía, por lo que el conflicto se extendía generando un mayor desgaste entre la población, por lo que se decidió hacer una nueva movilización al Distrito Federal.
En el trayecto participaron en la marcha conmemorativa del día del trabajo en Pachuca, donde fueron agredidos por un grupo de personas que aparentemente pertenecían al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), donde hubo varios detenidos. La Caravana por la vida no se detuvo, sin embargo, el gobierno estatal que al terminar las elecciones nuevamente continuó con la política en defensa del confinamiento.
Befesa que hasta ese momento no había hecho declaraciones públicas empezó, a través de sus responsables de proyectos, a realizar publicaciones en defensa del confinamiento argumentando el compromiso que tiene con el cuidado del medio ambiente mediante la creación de infraestructura para el manejo de residuos tóxicos, un segundo punto en defensa del confinamiento es el cumplimiento de la ley ambiental y negando los cuestionamientos hechos a la empresa y, finalmente, presentaba su experiencia a nivel mundial.
La interpretación de tales hechos incremento la desconfianza del movimiento ante al gobierno federal y estatal considerando que sólo ganaban tiempo para hacer que el confinamiento se concluyera y empezara a funcionar. Tales interpretaciones se confirmaban con la llegada de la Policía Federal Preventiva a Zimapán el 10 de junio del 2008.
El ingreso de la Policía Federal Preventiva representó una más de las represiones del Gobierno Estatal y Federal contra el movimiento Todos Somos Zimapán, pero sobre todo, representaba la negativa de entablar un dialogo y resolver de forma pacífica el conflicto por parte del Estado, que seguía asumiéndose como defensor del capital en contra de la vida y del medio ambiente. Las acciones que realizó durante su estancia la policía Federal Preventiva fueron recorridos constantes por comunidades y calles del municipio, retiraron tierra, piedras y palos que el movimiento había depositado en el camino que une la cabecera de Zimapán con el confinamiento con el fin de evitar la entrada de camiones, también realizaron retenes y sobrevuelos en la zona. Los pobladores fueron intimidados y amenazados con retirar al movimiento del Kiosco donde se realizan las asambleas informativas.
Las acciones realizadas por el Estado demuestran que el poder económico y el político se unen para incrementar la acumulación de capital, situación que en la política local había estado presente en la historia de Zimapán. Estos acontecimientos hicieron que el movimiento se planteará la necesidad de cambiar de estrategia. El apoyo recibido de movimientos sociales, organizaciones y políticos no había cambiado la situación, el gobierno federal aún no presentaba una alternativa a la solución, al contrario, con la llegada de la policía federal preventiva demostraba que tenía el proyecto del confinamiento como algo prioritario, por encima de la vida y la salud de la población.
En un balance sobre la situación era necesario cambiar de estrategia para lograr resultados más contundentes, la urgencia de mejorar los resultados de movimiento, también se debía al desgaste que estaba sufriendo, lo que en algún momento se reflejó en diferencias y enfrentamientos de declaraciones entre algunos de los participantes. En una asamblea se decidió aprovechar el momento la coyuntura política que se viviría en las elecciones a presidentes municipales en 2008.
3.3.- Solo con elecciones: Ganar la presidencia municipal
El movimiento Todos Somos Zimapán inicia una nueva etapa modificando su estrategia y ampliando con ello su repertorio de acción. En los meses anteriores mediante movilizaciones y apoyo de académicos se realizaban acciones para demostrar la inviabilidad del confinamiento. Sin embargo, el movimiento no había logrado revertir la situación. En lo Jurídico, la Suprema Corte de Justicia de la Nación había rechazado indagar la violación a las garantías individuales ocurrida el 2 de diciembre del 2007.
En el plano público tanto Befesa como SEMARNAT, argumentaban que el proyecto se ajustaba a lo dispuesto por las leyes ambientales de México, el debate no se resolvía por la vía científica, entonces para Todos Somos Zimapán vía alternativa era participar en las elecciones municipales, sin embargo, la campaña y las elecciones representaban un gran reto debido a que nuevamente se enfrentarían a los poderes locales establecidos que por tantos años habían ejercido un control efectivo sobre la población.
Las elecciones municipales pondrían en juego, por un lado, la verdadera oposición al confinamiento y por otro, acceder a la presidencia municipal lo que les permitiría clausurar definitivamente el confinamiento. Se consideró que la persona idónea para la candidatura era José María Lozano Moreno quien en las elecciones anteriores había sido candidato por el PAN y ahora se mostraba como uno de los líderes del movimiento. El Partido de la Revolución Democrática sería quien registraría como candidato a Lozano Moreno, quien sería acompañado en su planilla de algunos integrantes de Todos Somos Zimapán.
La campaña fue complicada, el PRI tuvo como candidato a Juan Moran un ex funcionario municipal, que se desempeñó como Director de Obras Públicas en la administración que estaba por terminar. El PRI tuvo todo el apoyo del gobierno estatal utilizando prácticas para la coacción del voto en la población, mientras Lozano Moreno con el lema de campaña “Por la defensa de la salud y la vida” trato de refrendar la oposición en las elecciones contra el confinamiento. En las elecciones las realizadas en febrero el PRI ganó la elección a la diputación local en el distrito de Zimapán, lo que generaba cierta desconfianza en lograr el objetivo.
Los resultados de la contienda electoral realizadas el 9 de noviembre del 2008, otorgaban a Lozano Moreno una votación de 7,049 votos contra 5,857 obtenidos por la coalición PRI- PANAL, por lo que Todos Somos Zimapán había obtenido el triunfo, sin embargo, la coalición “Mas por Hidalgo” interpuso un juicio de inconformidad el cual fue registrado bajo el número de expediente JIN-84-CMPH-022/2008. El resultado fue que varios de los agravios fueros rechazados, aunque los resultados de la votación fueron modificados, aun así, Lozano Moreno resultaba ganador. Los resultados fueron impugnados ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, porque la coalición argumentó que los sacerdotes Víctor Manuel Castillo Vega y Clemente Mendoza Flores, en la parroquia de San Juan Bautista de Zimapán, durante los sermones realizaron actos de proselitismo a favor de los candidatos de la planilla postulada por el Partido de la Revolución Democrática. Ante esta circunstancia las elecciones fueron anuladas el 7 de enero del 2009.
Ante esta situación se nombró un Consejo Municipal Interino de Zimapán, Rubén Covarrubias Reynoso fue nombrado presidente hasta que se realizarán nuevas elecciones. La anulación de las elecciones no representó una derrota completa de Todos Somos Zimapán, se puede decir que fueron muchos los logros obtenidos. En primer lugar, al integrase el Consejo Interino Municipal se obtuvo la participación de algunos miembros del movimiento lo que le dio presencia política al movimiento. En segundo lugar, se confirmó el rechazó al confinamiento por la población de Zimapán y, en tercer lugar, se adquirió mayor experiencia política en el ámbito de la democracia liberal.
Unos meses después diversos camiones cargados con material toxico ingresaron al municipio custodiados por personal de la policía federal preventiva, con el uso de la fuerza y de amenazas obligaron a las personas que bloqueaban los caminos a retirarse y dejar pasar los camiones. Cerca de 3,500 toneladas de residuos tóxicos fueron depositados en el confinamiento, iniciando así operaciones. Las acciones de resistencia no habían podido frenar el ingreso de camiones.
El Consejo Interino Municipal retiró la Licencia para el depósito de residuos tóxicos a la empresa Befesa el 9 de abril de 2009. El argumento jurídico consistía en la violación a tres disposiciones: el cabildo debió otorgar los permisos y sólo lo había hecho el Presidente Municipal Eusebio Aguilar, tampoco se respetó el principio de temporalidad y la disposición en materia económica. La estrategia jurídica formulada desde la presidencia municipal permitía evitar que la prorroga otorgada en 2008, por el presidente municipal, fuera efectiva.
El 5 de julio del 2009 José María Lozano Moreno nuevamente gana la elección a presidente municipal en Zimapán y con ello reitera la inconformidad de la población en la construcción y operación del confinamiento, en una elección con un menor número de votos de diferencia, sólo 23. El triunfo electoral del Lozano Moreno representó continuar desde el ámbito jurídico, que le compete a la presidencia municipal, la cancelación del confinamiento.
El triunfo no representó de forma inmediata un avance en el proceso de evitar el funcionamiento del confinamiento, en septiembre el subsecretario de Gobernación, Gerónimo Gutiérrez Fernández advirtió que con o sin autorización del municipio el confinamiento empezaría a operar ese mismo año. Ante esto se realizó una nueva movilización al Distrito Federal, encabezada por José María Lozano Moreno en la Secretaría de Gobernación, en la que bloquearon la Avenida Insurgentes.
A partir de septiembre la SEMARNAT organizó, en sus instalaciones en la Ciudad de México, mesas de diálogo, donde participaron Germán Rufino, el presidente Municipal José María Lozano, representantes de la Comisión Nacional del Agua, de la Secretaria de la Reforma Agraria, del Instituto Nacional de Ecología, de la Secretaría de Salud, del Gobierno del Estado de Hidalgo y de la empresa Befesa. (Ugalde, 2017). En la reunión los opositores propusieron hacer nuevos estudios de impacto ambiental, a lo que el gobierno del estado de Hidalgo propuso una tercera opinión.
Se realizaron diversas reuniones donde la SEMARNAT se opuso a la propuesta de hacer nuevos estudios, porque argumentaba que los estudios ya se habían hecho en términos legales. Ante la falta de acuerdos, las reuniones se trasladaron a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) y a la Secretaría de Gobernación, sin embargo, no se llegaba a un acuerdo mientras que la empresa realizaba operaciones en las instalaciones del confinamiento.
Teniendo como argumento que el confinamiento realizaba operaciones sin contar con los permisos municipales, de acuerdo al Acta de Verificación PMZ/VVDO/03/06/2011, fueron clausuradas las instalaciones el 4 de junio del 2010. Sin embargo, la empresa Befesa mantenía un litigio bajo el acuerdo de protección de la inversión entre España y México por 96 millones de dólares. Esta confrontación alcanzaba dimensiones internacionales. El 22 de julio del 2009 en una reunión entre el Movimiento Todos Somos Zimapán y la Secretaria de Gobernación federal se acordó la cancelación definitiva del proyecto, con lo que el movimiento lograba su objetivo después de cuatro años de movilizaciones, en los que sufrieron diversas represiones, pero al mismo tiempo reforzaron su identidad colectiva y adquirieron experiencia política.
La empresa Abengoa-Befesa continúo el juicio iniciado donde pretendía obtener alrededor de 1,200 millones de dólares, aunque al final México solo pagaría 42 millones de dólares. El 18 de diciembre del 2011 el ayuntamiento de Zimapán decidió embargar las instalaciones del confinamiento debido a la negativa de la empresa de pagar una multa de 10 mil salarios mínimos. En octubre de 2016 en un acuerdo de la SEMARNAT y el ayuntamiento de Zimapán, acordaron retirar 3,500 toneladas que se habían depositado en el confinamiento para trasladarlas a Nuevo León.
Conclusión
La categoría analítica de movimiento social es adecuada para definir las acciones colectivas realizadas por el movimiento Todos Somos Zimapán. La identidad colectiva del movimiento se fortaleció durante el tiempo de luchas, poniendo al descubierto el conflicto que enfrentan las sociedades actuales entre el medio ambiente y la acumulación de capital, entre la vida y la ganancia, entre la sociedad civil y el Estado, entre política desde abajo y la política tradicional, entre los saberes comunitarios y la imposición elitista. La defensa del territorio ante los embates del capital, poniendo en riesgo el medio ambiente de por sí ya dañado, es el objetivo del movimiento.
En el momento que algunos de los integrantes del movimiento Todos Somos Zimapán, acceden al poder político en el municipio logran neutralizar el confinamiento de la empresa Abengoa-Befesa. Estas formas de participación mediante movimientos sociales en el Estado de Hidalgo son novedosas, no siendo la región un lugar donde tradicionalmente se forman, pero se insertan en los ciclos de protesta a nivel nacional y mundial, por ello la relevancia de Todos Somos Zimapán.
Fuentes
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Ibarra, P.; Goma, R.; González, R. & S. Martí (2002). Creadores de democracia radical. Barcelona: Icaria.
Robles, R. (2011). Memoria del movimiento cívico "Todos Somos Zimapán". México: Universidad Autónoma Metropolitana.
Santos, B. de S. (2001). Los nuevos movimientos sociales. OSAL, No. 5. Buenos Aires. CLACSO. 177-188.
SEMARNAT. (2 de octubre de 2009). Programa Nacional Para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos.
Sistemas de Desarrollo Sustentable. (2006). Proyecto Sistemas de Desarrollo Sustentable.
Tilly, C. & L. Wood (2010). Los movimientos sociales, 1768-2008. Desde sus orígenes a Facebook. Barcelona: Crítica.
Touraine, A. (2006). Los movimientos sociales. Revista Colombiana de Sociología, No. 27., 255-278.
Ugalde, V. (2017). La gestión de la crisis asociada la operación de instalaciones para residuos peligrosos en Zimapán, Hidalgo. En L. Bobbio, P. Melé, & V. Ugalde, Conflictos y concertación. La gestión de los residuos en México, Italia y Francia (págs. 119-153). México: El Colegio de México.