INTRODUCCIÓN

La música es una manifestación artística que marca sus huellas desde el preludio de la civilización, y cada cultura crea o asume del acervo universal las expresiones

musicales que mejor reflejan su identidad. Así, surgió en la Europa Medieval la llamada música de concierto. Los procesos de intercambio cultural la llevaron a diversas partes del mundo, de manera que en la actualidad constituye patrimonio de múltiples sociedades.

Los creadores cubanos se adentraron en el campo de la música de concierto a partir del siglo XVI, y desde entonces han enriquecido el acervo artístico de la isla. En territorio tunero estas manifestaciones son perceptibles desde las primeras décadas del siglo XX, a partir de la creación de la Banda Municipal de Concierto. Sin embargo, las expresiones de este tipo de música fueron exiguas en la época Neocolonial, entre las más relevantes se encuentran las presentaciones del Patronato Pro Arte, el cual la incluía en sus programas culturales.

El florecimiento de la música de concierto en Las Tunas puede situarse a partir de 1959, cuando a raíz del triunfo revolucionario se desencadenó una política que favoreció el desarrollo de la cultura, y se llevó a cabo un importante trabajo de masificación y academización del arte. Las manifestaciones musicales se extendieron a una parte significativa de la población mediante del incremento de las actividades culturales, y en el orden académico se erigió la Escuela Elemental de Arte “El Cucalambé”, con una influencia decisiva en el movimiento cultural del municipio. A través del tiempo y como consecuencia de cambios políticos y económicos a nivel nacional e internacional, esta forma de arte ha transitado por períodos de esplendor, declive y restablecimiento de sus manifestaciones.

En la actualidad es posible hablar de un desarrollo de la música de concierto, lo cual es notorio en la existencia de un catálogo musical que incluye solistas y agrupaciones, y en la realización sistemática de eventos. Estos temas han sido investigados desde diferentes aristas, con trabajos que abordan el quehacer de instituciones como La Banda Provincial de Música de Concierto y el Coro Profesional de Cámara Euterpe. También han sido objeto de estudio algunas figuras distintivas de la cultura local como el guitarrista Félix Ramos Acosta, el Director de la Banda Provincial de Conciertos Cristino Márquez Reyes, así como la familia Márquez y su aporte a la cultura local.

Sin embargo, no se ha registrado en Las Tunas un trabajo que recoja las diferentes etapas por las que ha atravesado esta forma de arte. El interés de los investigadores se ha enfocado en resaltar aspectos aislados del fenómeno, lo cual limita el reconocimiento social del mismo. Es por ello que la presente investigación se propone caracterizar el desarrollo de la música de concierto en el municipio Las Tunas en el período 1980-2009, para lo cual se analizó el quehacer cultural de los músicos e instituciones que intervinieron en este proceso.

MATERIALES Y MÉTODOS

Se utilizaron métodos como: análisis- síntesis, inducción- deducción, lógico- histórico, fenomenológico, análisis de contenido y análisis bibliográfico. Se recurrió a las siguientes técnicas: entrevista en profundidad, entrevista estructurada y entrevista semiestructurada, además de técnicas documentales como fichas bibliográficas, hemerográficas y de contenido.

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

La música de concierto en Las Tunas. Etapa de 1980 a 1990, la década de oro.

La música que produce un pueblo es la imagen de su entorno, manifestada a través de sus recursos y medios expresivos. Cuando la sociedad la incluye en sus prácticas cotidianas, dotándola de significado, pasa a formar parte de la memoria cultural que se conserva a través del tiempo. En Las Tunas, las expresiones de música de concierto constituyen elementos culturales representativos del devenir de la localidad.

El tiempo transcurrido entre 1980 y 1990 puede considerarse como la década de oro de la música de concierto en el territorio. En este fenómeno intervinieron factores como el establecimiento de las Jornadas Provinciales de Música de Concierto, la creación del Círculo de Amigos de la Música de Concierto (AMICO), y la realización sistemática de actividades con artistas del municipio, de Cuba y diversas partes del mundo.

Las óptimas relaciones de cooperación sostenidas por los países del sistema socialista posibilitaron que la ciudad fuera visitada por músicos del ámbito internacional. Entre los que arribaban al territorio se encontraban soviéticos, búlgaros, checos, rumanos y ucranianos, mientras que los cubanos accedían por medio de la Agrupación Nacional de Conciertos (ANC). La afluencia de artistas especializados en música de concierto favoreció la consolidación de un público para estas expresiones artísticas. También influyó en este sentido el impulso que experimentaron las actividades culturales en esa etapa, porque:

En los años ochenta (…) numerosas actividades se desarrollaban: Noches españolas en el Memorial Vicente García (…); Las Peñas Culturales en el Patio de Blanquita Becerra y en el Museo Taller de Escultura; Veladas artísticas en el Teatro Tunas; Viernes Culturales en el Museo Provincial (…). (Mustelier, 2006: 51)

El año 1982 enmarcó acontecimientos significativos en el ámbito de la música de concierto, porque fue el contexto en que se celebró la primera Jornada Provincial de Música de Concierto, establecida con una frecuencia anual. Este evento ha sido de suma importancia para la cultura musical del territorio. La Jornada es el primer encuentro sistemático creado específicamente para la promoción de esta forma de arte. Constituyen los días en que la música de concierto impera sobre las demás, los artistas tuneros intercambian experiencias con los de otras provincias, y el público accede a las manifestaciones que se promueven a nivel nacional.

En esta edición el protagonismo lo alcanzó el talento foráneo, y el territorio estuvo representado por la Banda Municipal de Conciertos y el guitarrista Félix Ramos. Para entonces eran pocos los músicos tuneros que cultivaban la música de concierto. Las actuaciones de la Banda dieron comienzo a las expresiones de música de concierto en el municipio, por lo que constituye una agrupación insigne cuya presencia ha sido imprescindible en las actividades culturales. En cuanto a Félix Ramos, sus actuaciones fueron significativas en esta etapa, a tenor de lo cual el Periódico 26 registró: “Causa impresión que este artista no haya salido de un conservatorio, sino que su preparación ha sido autodidacta”.

Otro momento de importancia en el quehacer cultural de Las Tunas lo constituyó el establecimiento del Círculo de Amigos de la Música de Concierto en 1982, una

organización que se creó bajo la dirección de Félix Ramos para agrupar al público seguidor de esta forma de arte. AMICO surgió con un objetivo bien definido: “Formar un auditorio que tuviera una asistencia fija a los conciertos”.

Posteriormente Jesús José Diéguez asumió la presidencia del Círculo, manteniéndose hasta la actualidad. Desde su fundación AMICO ha trabajado incansablemente para incrementar en la localidad el gusto estético por la música de concierto. Es la institución que promueve estas manifestaciones desde la posición del pueblo, y contribuye a asegurar la asistencia del público a las presentaciones de música de concierto.

La segunda edición de la Jornada se celebró en 1984, y como parte de las actividades culturales más relevantes de ese año, se seleccionó el municipio como subsede del Festival Internacional de Guitarra de La Habana. Continuaron además las actividades en el Museo Provincial, el Cine Teatro Tunas y otros espacios como la Casa de la Cultura Tomasa Varona. La asidua realización de conciertos dio lugar a un movimiento cultural creciente en torno a estas manifestaciones musicales.

Las Jornadas de Concierto se celebraron de manera ininterrumpida en los años siguientes. Todavía el número de artistas tuneros dedicados a la música de concierto era exiguo, pero ya existía un deseo manifiesto de incluir en los conciertos el talento local. Para el evento de 1985 se contó con intérpretes foráneos, como el barítono Ramón Calzadilla y el tenor Francisco Alonso, el clarinetista Jorge Serrano, el flautista Luis Ballard, entre otros, pero la prensa mostró inconformidad por la ausencia de los del territorio:

(…) al pasar el concertista visitante (…), parecen esfumarse (…) como si realmente existieran de ocasión (…). Para el cierre (…), se contará con un elenco respetable, más (…) no aparecían nombres locales que ya tienen plaza entre los artistas de concierto. (Periódico 26, 11 de mayo de 1985; p. 6)

El reconocimiento de los músicos tuneros constituía una necesidad; lo que llevaba implícita otra: el incremento del número de solistas y agrupaciones para que la localidad se manifestara con un lenguaje propio.

Otra de las expresiones musicales que se cultivaban con estabilidad en esta etapa eran las presentaciones de la Banda Municipal de Conciertos, denominadas “retretas” por el pueblo tunero. Para el territorio ha sido siempre una manera espontánea de acercarse a la música de concierto en un espacio abierto, donde convergen las obras clásicas con la música popular de concierto.

La formación de músicos profesionales comenzó a consolidarse en el curso 1988-1989, cuando la Escuela Elemental de Arte devino Escuela Vocacional de Arte (EVA) y adquirió carácter provincial. Con la nueva estructura se amplió el diapasón de las especialidades de cinco a catorce, de manera que los alumnos podían estudiar violín, viola, cello, contrabajo, piano, guitarra, percusión, trompeta, flauta, clarinete, saxofón, trombón, trompa y canto coral.

Este cambio favoreció el incremento del número de estudiantes de la enseñanza musical y la diversificación de las especialidades, con un sólido aporte a la formación de profesionales para este tipo de música. En el trabajo de la escuela fue notoria su

colaboración con las instituciones culturales, lo cual posibilitó la inclusión de sus mejores estudiantes en las actividades realizadas en la localidad.

Hacia finales de la década se fundaron instituciones que favorecieron el avance de la música de concierto. En el orden académico fue relevante la creación del Centro Provincial de Superación para la Cultura Francisco Muñoz Rubalcava (1989). La idea original era la fundación de un espacio para la cultura en general, en el que tendría cabida la realización de talleres y postgrados relacionados con la música. Sin embargo, el alto nivel de empirismo que existía en Las Tunas hizo que el trabajo de esta institución se ampliara, de modo que se impartieron cursos de titulación para elevar el nivel técnico de los artistas. Con estos alcanzaron el nivel profesional cultivadores de la música de concierto como el guitarrista Félix Ramos.

En 1989 se creó el Centro Provincial de la Música Barbarito Diez, bajo la dirección de Cristino Márquez y con Félix Ramos como subdirector. Desde allí se proyectaba música de todo tipo, porque surgió con un programa cultural abarcador. Con la fundación de esta entidad se dispuso de una institución encargada de promover la música de forma exclusiva, la cual propició la realización de actividades de música de concierto a través del Departamento de Programación.

Pletórica de eventos y actividades culturales transcurrió la década de 1980 en el plano musical tunero. En este período se establecieron instituciones y eventos sistemáticos que expandieron el lugar de la música de concierto en la localidad. La sociedad recibió productos musicales de excelente factura, a través de un movimiento cultural dinámico generado por artistas e instituciones locales y foráneas.

Esto contribuyó a la formación de un público seguidor de las presentaciones de música de concierto, lo cual dio lugar a que el Periódico 26 manifestara: “El gusto por la música clásica crece”. (9 de noviembre de 1989, p. 6) Puede afirmarse entonces que el saldo de esta etapa fue trascendental para el desarrollo de la cultura musical tunera.

Declive y restablecimiento de las expresiones de música de concierto en el municipio Las Tunas. La etapa de 1990-2009

La década de 1990 fue convulsa para la población cubana. La economía del país se vio seriamente afectada por el derrumbe del campo socialista, se agudizó el bloqueo económico que impuso Estados Unidos a Cuba y comenzó el Período Especial. Acontecimientos de tal magnitud perturbaron las manifestaciones artísticas de este período. El territorio comenzó a presentar problemas para transportar y hospedar a los artistas, de modo que las actividades de música de concierto se redujeron considerablemente. La búsqueda de alternativas obligó a agrupar el talento local, a raíz de lo cual empezó a crecer la labor profesional de los músicos tuneros.

La Jornada de Concierto correspondiente al año 1990 se realizó en el mes de mayo, y en esta ocasión abrigó en el marco de la clausura la constitución de la Agrupación Provincial de Concierto. Ante la dificultad para contar con músicos foráneos, Cristino Márquez concibió este proyecto, que fue muy osado porque en sus inicios no estaba oficialmente constituido. La institución tunera tuvo el mérito de ser la primera del país

luego de la fundación de la Agrupación de La Habana, aunque siempre estuvo adscrita al Centro Provincial de la Música.

Con el trabajo de esta organización aumentó el número de artistas para la música de concierto, porque se integraron varios solistas como Ibel Cousso, David Vila, Yadira Petit, Lisandra Rodríguez y un grupo de estudiantes aventajados de la EVA. Se creó también una Orquesta de Cuerdas de Cámara y el CPC Euterpe. Con estas unidades artísticas se incrementaron las presentaciones en centros laborales, estudiantiles, en el Cine Teatro Tunas y el Museo Provincial.

Una de las agrupaciones que se fundaron en esa etapa fue la Orquesta de Cuerdas de Cámara. Esta surgió en 1991 bajo la dirección de Cristino Márquez, y debutó en la Jornada de 1992, a raíz de lo cual la prensa le dirigió un reconocimiento especial. Luego realizó presentaciones en varios municipios de la provincia e incluso en unidades militares, pero después de dos años se disolvió. Al referirse a la importancia de la agrupación, Félix Ramos manifestó que:

“Contribuyó a la educación del público sobre un tipo de música difícil de interpretar; porque demanda de los artistas una marcada solidez tanto en los conocimientos teóricos como en la apreciación musical”. (2009)

El CPC Euterpe se fundó en 1992. Aleibis Araúz se integró en esos momentos al Centro Provincial de la Música en calidad de recién graduada, Cristino Márquez le propuso la dirección del coro y ella aceptó. Euterpe asumió la función social de promover las obras corales, y a partir de entonces es indispensable en Jornadas de Conciertos, Jornadas Cucalambeanas, Jornadas Iberoamericanas de la Décima, galas e inauguraciones.

Previo conocimiento del trabajo que se realizaba en Las Tunas, la presidenta del Instituto Cubano de la Música Alicia Perea Masa realizó una visita a la ciudad, a raíz de la cual se aprobó la fundación de la orquesta y el coro, y también se oficializó la Agrupación Provincial de Conciertos. A pesar de que solo duró aproximadamente tres años, la fundación de esta institución fue uno de los sucesos más importantes en la historia de la música de concierto en Las Tunas; en la medida en que unificó el talento artístico existente, creó nuevas unidades artísticas, promovió de manera sistemática las manifestaciones musicales de concierto y estableció una ética que consiguió la superación profesional de los músicos y la preparación de repertorios con calidad.

Las agrupaciones de pequeño formato se incrementaron en el año 1990 con el dúo de cámara Arpegio. Su fundador y director fue el trombonista Ernesto Ochoa Hidalgo, y lo complementó Félix Fernando Ramos. La agrupación se concibió para el concierto de titulación de nivel medio de Ochoa, pero se mantuvo posteriormente con un repertorio basado en la música popular de concierto fundamentalmente. En Las Tunas sus presentaciones abarcaron las Jornadas de Concierto, y otros escenarios como la sede de la UNEAC, la EVA, la delegación del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos y los diferentes municipios del ámbito provincial, de modo que enriqueció el caudal musical de la localidad.

El trabajo con la guitarra de concierto se fortaleció en esta etapa a través de la EVA. Con sus alumnos se formaron orquestas como la Isaac Nicola, fundada en 1998 por

Ramón Carlos Leyva Pérez. La mayor parte de su repertorio es cubano, con preferencia por las obras de Lecuona, Cervantes, Caturla, Brouwer y Ortega. Los escenarios tuneros se han prestigiado con sus interpretaciones con motivo de las Jornadas Cucalambeanas y las Jornadas de Concierto, y también ha participado en eventos fuera de la localidad.

La enseñanza académica se expandió en el curso 1999- 2000, cuando se abrió en la EVA el nivel medio profesional en las especialidades de dirección coral, guitarra, tres, trompeta, percusión y piano. A partir de ese momento los alumnos adquirieron una formación musical más sólida, de manera que el centro constituyó la génesis de las unidades artísticas que incrementaron posteriormente el catálogo musical local. La academia mantuvo en esta etapa su vinculación con instituciones como el Centro Provincial de la Música, de manera que en los conciertos ofrecidos en la ciudad, alternaron sus mejores estudiantes con los músicos profesionales.

A partir del año 2000 comenzó a verificarse una recuperación en cuanto a la afluencia de artistas foráneos. La localidad fue visitada por agrupaciones como el Orfeón de Holguín, el Coro de Bayamo y la Orquesta Sinfónica Nacional. No obstante, en las Jornadas Provinciales de Concierto se percibió un incremento significativo del potencial artístico local. Aunque este evento continuó siendo el espacio donde músicos de otras latitudes desplegaron su arte, también se logró el protagonismo de las unidades artísticas del territorio.

En los años 2001 y 2002, las actividades más importantes giraron en torno a la realización de las habituales Jornadas. La edición del 2002 se dedicó a los 25 años de vida artística de la pianista Ibel Couso y los 50 de Félix Ramos, y también al XX Aniversario de AMICO. Así, se propició el reconocimiento a la labor de artistas y diletantes consagrados al arte musical de concierto en el municipio.

Para el año 2003 surgió un evento protagonizado por la música coral: el Concierto de Invierno a cargo del CPC Euterpe. En este marco se interpretan fundamentalmente villancicos navideños, los que constituyen una forma amena y sencilla de aproximación a la música coral. La agrupación propicia además el intercambio con otros músicos profesionales del territorio, como la pianista Ibel Couso y el violinista Ángel Ochoa.

La música de bandas también se ha desarrollado en la palestra musical local. A partir del año 2005 se realizó una sólida labor para formar bandas de concierto en los ocho municipios de la provincia. Para la formación de alumnos se creó una escuela que funcionó por un año. Así se formó una agrupación en cada municipio, y la tunera devino Banda Provincial de Conciertos. En cuanto a la relevancia de este proyecto Cristino Márquez planteó:

“Es inmensamente importante para el desarrollo de la cultura. La música de bandas está a la altura de todo el pueblo, porque se toca música elaborada pero también la música popular.”

El año 2007 contempló la formación de nuevas agrupaciones de música de concierto en Las Tunas, sin embargo, el suceso cultural más significativo fue la celebración del I Encuentro Nacional de Orquestas de Guitarra, establecido con una frecuencia bianual. En su primera edición participaron agrupaciones de Ciudad de La Habana, Cienfuegos, Santi Spíritus, Camagüey, Holguín y Guantánamo. La relevancia de este suceso estriba

en que propició la confluencia de orquestas de varias partes de Cuba, a raíz de lo cual se gestó un evento musical notable a nivel nacional.

En la localidad se ha realizado un intenso trabajo con la guitarra de concierto, del cual se deriva el prestigio que poseen las unidades artísticas tuneras en el país. Tal es el caso de la Orquesta de Guitarra Isaac Nicola, la cual devino orquesta profesional de primer nivel desde el año 2005 e integró el catálogo de excelencia del Centro Provincial de la Música. Esto acredita el trabajo de la agrupación y el alto nivel técnico demostrado por sus integrantes, avalado además por el maestro Leo Brouwer, quien presenció su actuación y “la comparó por su calidad con la Orquesta Profesional de Guitarra de Alemania”.

Otro de los eventos que se oficializaron en el 2007 fue el Concierto de Verano, protagonizado por el CPC Euterpe. Junto con los de invierno constituyen las actividades fundamentales que realiza el coro cada año. Este evento amplía las propuestas de música coral en el municipio, a través de la interpretación de obras complejas entre las que predomina la música sacra contemporánea. Euterpe ha protagonizado además conciertos didácticos en instituciones como el Centro Universitario, la Facultad de Ciencias Médicas, los hospitales y la Tabaquería.

También el piano ha encontrado cultivadores en suelo tunero. Entre los músicos que integran el catálogo se encuentra la pianista Hindira Mastrapa Leyva, quien fundó en el año 2007 el Dúo de Cámara Presto con el cellista Danilo Lozada Lazo. En sus presentaciones figura significativamente la música clásica universal, así como la música latinoamericana y cubana. Con la fundación de este dúo la ciudad incrementó sus agrupaciones de pequeño formato.

Para el año 2007 surgió además Vocal Melisma, una agrupación femenina que tiene sus raíces en el CPC Euterpe. Melisma cultiva géneros de concierto, pero también los de la música popular llevada al público a manera de música concertante. Desde su fundación ha tenido una vida muy activa, por cuanto ha realizado presentaciones en las Jornadas Provinciales de Música de Concierto, Jornadas Cucalambeanas, galas y actos. Sus actuaciones suponen el acercamiento a la música de concierto desde una perspectiva contemporánea, marcada por la originalidad y la distinción en la sonoridad.

Si bien se han cultivado géneros vocales e instrumentales en el marco del territorio, no han proliferado solistas que promuevan el canto lírico, aunque se realizaron algunas incursiones en esta forma de arte. En el año 2006 la soprano Yanié Castaño fue asignada al municipio tunero para el cumplimiento del servicio social. Esta intérprete realizó un concierto en solitario (año 2007), y varias presentaciones en el Cine Teatro Tunas, el Museo Provincial y las Jornadas de Concierto. Su labor fue significativa en tanto constituyó la primera artista de la localidad que cultivó el canto lírico en el período investigado, hasta fijar su residencia fuera del país.

Para el año 2008 la Jornada de Concierto se realizó exclusivamente con el talento local. El municipio poseía en esos momentos músicos con la preparación suficiente como para realizar estas actividades sin talento foráneo. El hecho de que pudiera exhibir el protagonismo de sus artistas, puso de manifiesto el progreso logrado en esta esfera de la cultura.

El potencial artístico del municipio creció también en ese año con el dúo Arioso, formado por el violinista Ángel Alfonso Ochoa Cutiño y la pianista Ibel Cousso. Aunque no constituía una agrupación oficial ni se encontraba integrado al Centro Provincial de la Música, realizaron presentaciones en el Museo Provincial, el Teatro Tunas, el Cine Teatro 28 de Septiembre, y varios municipios de la provincia tunera, con un repertorio compuesto por música cubana y universal.

El catálogo del Centro Provincial de la Música concentra en el período estudiado, además de diversas agrupaciones como el CPC Euterpe, la Banda Provincial de Conciertos y el Dúo de Cámara Presto, a guitarristas como Félix Ramos, Argibaldo Acebo Pérez y María E. Peña del Prado. Lo integran también las pianistas Ibel Couso, Lilibeth Proenza Hidalgo, Natalia Danger Fuentes y Leidis Holdip de la Fe. El número de solistas se incrementa con integrantes de agrupaciones que también están catalogados como solistas concertistas, como es el caso de Ramón Leyva, Danilo Lozada, Hindira Mastrapa y Ángel Ochoa.

El aumento gradual del número de artistas fortaleció el trabajo con la música de concierto, no obstante, a su desarrollo contribuyó también la labor de una institución tradicional como la Banda Provincial de Conciertos. De acuerdo con la opinión de su actual subdirector Cristino Márquez Rodríguez: “La Banda ha tenido un salto cualitativo y cuantitativo. Existe un público asiduo a los conciertos de los domingos, por lo que es imprescindible tocar. (…) aspiramos a tener una de las mejores bandas del país como en otros tiempos”.

Para el año 2008 se reinició en la localidad el acercamiento al canto lírico, a partir de las presentaciones de la joven tunera Lourdes María Vidal. Esta intérprete cursa estudios en la filial del ISA en Holguín, y aunque no es una artista profesional, se presentó por primera vez en el concierto de apertura de la Jornada Provincial de Música de Concierto del 2008, y en el Cine Teatro Tunas como parte del elenco de la Jornada del 2009.

Los eventos del 2009 estuvieron marcados por la interacción de los artistas tuneros con los del escenario nacional, no obstante, La Jornada Provincial de Música de Concierto mostró el predominio del talento local. Los alumnos de la EVA, el concertista Félix Ramos, la Banda Provincial de Conciertos; la Orquesta Isaac Nicola y la Orquesta de Cámara de Camagüey, así como la soprano holguinera Nors Christian y el tenor Mario Travieso, fueron algunos de los que infundieron vida a esa edición.

En el II Encuentro de Orquestas de Guitarra efectuado en ese año participaron once agrupaciones; tres de ellas conformadas por estudiantes de la EVA de Las Tunas. En esta ocasión se incrementó el número de agrupaciones, por cuanto afluyeron orquestas de Guantánamo, Camagüey, Sancti Spíritus, Cienfuegos, Santiago de Cuba y Pinar del Río. La realización de este evento por segunda vez patentizó el quehacer sostenido de los artistas tuneros para desarrollar la labor con la guitarra de concierto.

La música de concierto se ha desarrollado en el municipio Las Tunas en virtud de los lineamientos establecidos a nivel nacional para fomentar el avance de la cultura. Sin embargo, los promotores fundamentales de este progreso han sido el amor y el respeto

que los artistas sienten por esta forma de arte, el alto grado de profesionalidad que los impulsa a realizar su trabajo con calidad y a superarse constantemente.

A pesar de no disfrutar de la misma aceptación, ni tener la amplia difusión que la música popular o la folklórica, la música de concierto ha encontrado su espacio en la cultura tunera, y ha tenido ocasión y medios para desarrollarse. Si bien no existe punto de comparación con lugares del mundo donde la música de concierto constituye una tradición secular; hoy en día el catálogo local registra concertistas, agrupaciones instrumentales de pequeño formato, orquestas de guitarra, agrupaciones corales y bandas de concierto. Se ha consolidado la enseñanza académica, y se realizan eventos sistemáticos en los que la ciudad es visitada por artistas reconocidos a nivel nacional e internacional.

CONCLUSIONES

El análisis de los resultados de este estudio se estructuró en dos etapas, la primera de 1980 a 1990. Aunque el talento local era exiguo, la música de concierto transitó por una fase de esplendor, en la que el territorio fue escenario de numerosos conciertos a partir de la afluencia de artistas foráneos; originándose un movimiento cultural que hizo constante la interacción del público con las manifestaciones musicales que se promovían en Cuba y parte del mundo.

Se establecieron además instituciones y eventos sistemáticos que favorecieron su desarrollo, y se fortaleció la enseñanza académica, con centros especializados en la enseñanza artística y específicamente la instrucción musical.

La etapa de 1990 al 2009 enmarcó una crisis económica que dificultó la visita de músicos extranjeros, por lo que la realización de conciertos decayó significativamente. Estas circunstancias desencadenaron una labor de concentración del talento local, de manera que se contó con un pequeño número de unidades artísticas que sostuvieron las manifestaciones de música de concierto, junto con la discreta participación de artistas de la palestra nacional.

A partir del año 2000 se observa una recuperación de estas manifestaciones artísticas. El trabajo sistemático posibilitó el incremento del catálogo musical, así como la presencia de artistas reconocidos en eventos nacionales promovidos desde el territorio, con lo cual la manifestación se desarrolló desde el propio contexto local.

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