Papel de la orientación y la comunicación en el desempeño profesional del licenciado en Pedagogía-Psicología.
Role of orientation and communication in the professional performance of the graduate in Pedagogy-Psychology.
Innovación tecnológica (Las Tunas)
Centro de Información y Gestión Tecnológica y Ambiental de Las Tunas, Cuba
ISSN-e: 1025-6504
Periodicidad: Trimestral
vol. 25, núm. 1, 2019
Recepción: 05 Octubre 2018
Aprobación: 24 Enero 2019
Resumen: La comunicación y la orientación adquieren gran relevancia en la profesión pedagógica, especialmente en el especialista de Pedagogía-Psicología, el que utiliza los medios y métodos característicos de estos para efectuar con calidad su labor profesional. En el artículo1 se expone la importancia del vínculo necesario entre comunicación y orientación en la formación integral de la personalidad de los estudiantes de la especialidad de Pedagogía-Psicología y consecuentemente en su desarrollo profesional, lo que posibilitará solucionar problemas detectados en la práctica dentro del contexto docente-educativo y en la vida personal de este especialista en formación.
Palabras clave: comunicación, orientación, formación de la personalidad, contexto docente-educativo.
Abstract:
The communication and orientation acquire great relevance in the pedagogic profession, specially in Pedagogía Psicología's specialist, the one that
utilizes the means and characteristic
methods of these to make with quality his professional work. The importance of the necessary link between communication and orientation in the
integral formation of the personality of the students of Pedagogía Psicología's specialty are exposed in the article, and logically in his professional development, that will make it possible to solve problems detected in practice within the teaching educational context and in this specialist's personal life in the making.
Keywords: Communication, orientation, formation of the personality, teaching educational context.
INTRODUCCIÓN
La potenciación de un aprendizaje para la vida, que promueva el crecimiento personal y social del estudiante, el desarrollarlo integralmente, posibilitar su participación responsable y creadora, su desarrollo humano, comprometido con su bienestar y con el de los demás, posibilita el desarrollo de una sociedad cubana, que junto a los cambios que se generan a nivel global en la actualidad, exige el perfeccionamiento continuo de la educación.
De este modo, aprender a convivir se constituye en uno de esos aprendizajes básicos, que supone el desarrollo de habilidades comunicativas y de interacción social, de una acertada orientación, de trabajo en grupos, de comprensión, tolerancia, solidaridad y respeto al otro.
Es frecuente la afirmación de que educación y orientación son procesos consustanciales, vistos desde la concepción de que no hay hecho educativo sin que medie una acción de orientación. Para que la educación cumpla con su propósito es necesario el desarrollo de los procesos de orientación y de comunicación, en el mismo espacio educativo, donde se les brinden a los agentes y agencias que intervienen en ellos, los métodos, vías, alternativas y soluciones para los problemas que se presentan. Por tal motivo, el proceso docente-educativo debe ser desarrollador, bilateral, contextualizado, multifactorial, dialéctico, donde el profesor sea un comunicador por excelencia, provisto de las herramientas comunicativas (habilidades, estilos, funciones, mecanismos) que le permitan orientar no solo en el contexto escolar, sino también en la familia y la comunidad, y que desarrolle su función orientadora en estos mismos contextos, determinantes en la educación de los estudiantes.
La observación sistemática al proceso de formación inicial del profesional de Pedagogía-Psicología, el intercambio con otros docentes, las visitas realizadas a la formación laboral-investigativa, así como la experiencia profesional de las autoras de este trabajo, permiten precisar que aún se presentan manifestaciones de insuficiencias en:
· La forma en que se orientan y organizan las actividades docentes no favorece el desarrollo personológico del estudiante, el desarrollo de las estrategias educativas del grupo y el establecimiento de adecuadas relaciones dentro este.
· La comunicación interpersonal, entre el orientador y el orientado, para posibilitar un clima de confianza, seguridad, interés y autoafirmación en la toma de decisiones inteligentes.
· El diagnóstico de las características de los estudiantes, al no tener en cuenta el orden de las acciones de orientación.
· La aplicación y procesamiento de los datos de los instrumentos para diagnosticar y evaluar el desarrollo de la estrategia educativa.
· La comunicación de los resultados de las estrategias de orientación psicopedagógica, en correspondencia con las necesidades y posibilidades del contexto de actuación.
Referentes a la comunicación educativa son múltiples los resultados investigativos que se exhiben, por ejemplo, A. N. Leontiev (1979); L. S. Vigostki (1981); B. F. Lomov (1989); P. Freire (1985); M. Kaplún (2000), entre otros. En Cuba se destacan las aportaciones realizadas por V. Ojalvo (1994), F. González (1995), A. M. Fernández (1994, 2002); E. Ortiz (1996, 1997), J. Parra (2007), G. Castro (2007), N. Avilés
(2007), P. Más (2008) y E. Caballero (2010).
Es evidente el interés de muchos investigadores cubanos por mejorar el cumplimiento de las funciones de la profesión como vía para lograr un modo de actuación profesional pedagógico, que se corresponda cada vez más con el encargo social planteado a dicho profesional. En este particular se destacan los trabajos de C. Álvarez (1993), L. García (1996), F. Addine (1996), A. Blanco (1999), T. Miranda (2000), J. L. del Pino (2001), V. Chirino e I. Parra (2002); G. García y S. Recarey (2004), A. Macías (2006), J. F. Parra (2008) y Y. Peña (2014).
MATERIALES Y MÉTODOS
Para la elaboración del artículo se utilizaron los siguientes métodos:
Análisis y crítica de fuentes, tomando como procedimiento:
Análisis Síntesis: se utilizó en todas las etapas, tanto para el procesamiento teórico de las fuentes, la aplicación de los métodos y técnicas y el balance crítico de las etapas del trabajo investigativo.
Inducción Deducción: se revela en la relación entre los procesos que se mueven tanto de lo particular a lo general como a la inversa, también utilizado en todas las etapas de la investigación que se realizó para la elaboración del artículo.
Histórico lógico: para el análisis de los antecedentes y evolución histórica que ha tenido el desarrollo de la orientación y la comunicación en la formación inicial del especialista de Pedagogía Psicología.
Estudio de documentos: para la recopilación y valoración de los conocimientos ya establecidos que nos permitan fundamentar teóricamente el desarrollo de la orientación y la comunicación en la formación inicial del profesorado en la especialidad de Pedagogía Psicología.
La observación: para constatar el desarrollo de la orientación y comunicación en la formación inicial del especialista en Pedagogía-Psicología durante la realización de las distintas actividades donde intervienen (clases, clases prácticas, talleres, asesorías y demás actividades extradocentes).
Encuesta: para explorar el desarrollo de las diferentes actividades docentes y la atención que en las mismas se le brinda a los profesores en formación inicial, además, conocer sus criterios respecto al papel de la orientación y la comunicación en la labor profesional del especialista en Pedagogía-Psicología.
Estudio de los productos del proceso pedagógico: se empleó con distintos propósitos entre los que se encuentra: constatar las actividades que se realizan en función de la preparación de los profesores en formación inicial en relación a los temas de orientación y comunicación desde la especialidad.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
La comunicación y la orientación: una relación necesaria para el especialista en Pedagogía-Psicología.
El proceso de comunicación representa la manifestación más completa de las relaciones humanas y se evidencia en niveles diferentes en la vida social del hombre. Es a través de la comunicación que el hombre sintetiza, organiza y elabora toda la experiencia y el conocimiento humano que adquiere como individuo.
La comunicación refleja la necesidad objetiva de los hombres de asociación y cooperación mutua, y es también condición del desarrollo de la individualidad, originalidad e integridad de los mismos. A través de ella se intercambian pensamientos, vivencias afectivas y se realiza todo el sistema de relaciones humanas, lo que propicia, además, que se incida en el desarrollo personológico.
A través de la comunicación se realiza el perfeccionamiento psíquico del hombre, su enriquecimiento espiritual. Con su ayuda tiene lugar la interacción adecuada entre las personas en el desarrollo de la actividad conjunta, la transmisión de experiencias, de hábitos, así como la aparición y satisfacción de necesidades espirituales.
F. González (1985), refiere que la comunicación tiene un lugar especial y específico en la formación de la personalidad, pues constituye la vía esencial de su determinación social. La considera como una de las características que encierra mayor significación, de extraordinaria riqueza emocional, cuyas manifestaciones trascienden su contenido verbal y tienen una relativa autonomía frente a él.
En la valoración de este autor se refleja que, sin comunicación, la personalidad no se desarrolla, por lo que constituye un elemento inseparable para el establecimiento de características generales que la determinan y, a su vez, para el desarrollo personológico de cada sujeto.
En determinadas actividades la comunicación adquiere gran relevancia, como es el caso de la profesión pedagógica, especialmente en la especialidad de Pedagogía- Psicología, en la que se utilizan los medios y métodos característicos de la comunicación. La propia actividad docente-educativa, en esta especialidad, se estructura según las leyes de la comunicación. La que establece cotidianamente el profesor con sus estudiantes, constituye un caso particular y peculiar del proceso comunicativo, que merece un tratamiento teórico preciso.
La comunicación es el principal medio de influencia pedagógica para el especialista de Pedagogía-Psicología en formación; permite: garantizar el contacto real con los estudiantes; formar una motivación para el aprendizaje; crear condiciones psicológicas para la búsqueda colectiva y las reflexiones conjuntas; formar actitudes educativas y pedagógicas; superar barreras psicológicas y establecer las relaciones interpersonales con el colectivo estudiantil; superar limitaciones sociopsicológicas como la timidez, inseguridad; desarrollar el lenguaje y el pensamiento; formar la orientación consciente de la personalidad, siendo la comunicación positiva un sustento imprescindible para lograr el éxito en la labor de orientación en la escuela. De lo anterior queda evidenciada la relación entre comunicación y orientación.
La orientación es inherente a la esencia de la actividad humana y se concibe como un fenómeno eminentemente comunicativo, en el que la persona más capaz brinda su ayuda a quien la necesita con el propósito de prepararle para la toma de decisiones autodeterminadas, en aquellas situaciones en las que no ha podido lograrlo solo.
Aunque la orientación ocurre en aquellos casos en los cuales la persona no tiene los recursos para actuar de manera independiente y autodeterminada, la ayuda que solicita y que recibe le prepara para enfrentar y resolver no solo la situación problemática conflictiva específica en que se encuentra, sino para transferir lo aprendido a nuevas situaciones en las que puede estar inmerso en el futuro.
La repercusión de la orientación trasciende los límites de esas situaciones para posibilitar el crecimiento personal del especialista en Pedagogía-Psicología, el mismo, adquiere estrategias y procedimientos eficaces de solución de problemas y conflictos que le permiten su resolución, generan un bienestar emocional y, con ello, la elevación de su calidad de vida con un impacto positivo para su salud.
La concepción de orientación que se asume se sustenta en los principios del enfoque histórico-cultural. Se parte del principio de que cada individuo se forma, se desarrolla y está en constante cambio y transformación. Los procesos de cambio ocurren en su interacción con lo que le rodea, en una relación de interdependencia, en la que cada uno va logrando niveles cada vez más altos de autonomía y autodeterminación, a partir de las ayudas que solicita y recibe de los demás en situaciones de colaboración.
La orientación se convierte en un elemento esencial en la formación y desarrollo de los profesionales de la educación y es significativa en los estudiantes de la especialidad de Pedagogía-Psicología, para ejercer el rol profesional que han de desarrollar, pues ellos orientan y educan a los niños, adolescentes y jóvenes en las diferentes actividades que desarrollan, orientan y asesoran a la familia de estos niños, adolescentes y jóvenes e influyen directamente en las comunidades, en consonancia con la responsabilidad adquirida como profesional de esta especialidad; esta misión social demanda que sean profesionales con una alta capacidad para orientar en el contexto de actuación.
La edad de los estudiantes de la especialidad de Pedagogía-Psicología está comprendida entre los 17 y los 23 años de edad aproximadamente, en la cual florece el desarrollo de su personalidad y adquieren las herramientas fundamentales para ser comunicadores por excelencia y desarrollar la labor de orientación para su desempeño profesional. En esta etapa concluye el proceso de maduración, haciéndose más marcada la semejanza con el adulto, al enfrentar una serie de deberes y derechos asignados, los cuales determinan su lugar en la sociedad.
Como características de estos estudiantes podemos señalar que lo cognitivo adquiere un matiz emocional, motivados por la necesidad de adquirir conocimientos que sirvan de base a su formación profesional, los sentimientos se hacen más estables y profundos, se estabiliza la formación de valores y los elementos educativos inciden en la regulación de su conducta, además entienden la necesidad de recibir, procesar información, comunicarla adecuada y empáticamente y de orientar a cada persona con la cual interactúa, como un aspecto propio de esta etapa.
En los procesos de orientación en la especialidad de Pedagogía-Psicología se propicia el crecimiento personal del sujeto (estudiante en formación inicial), al tener en cuenta no solo el nivel de desarrollo alcanzado, sino también sus potencialidades para enfrentar y resolver sus problemas y conflictos. Con la orientación se ejercen influencias educativas en función de lograr el desarrollo integral de su personalidad.
En la formación inicial de este profesional de la educación, la orientación se concibe como un proceso dinámico, interactivo, sistemático y gradual, de relaciones de ayuda, mediante acciones intencionadas y dirigidas que buscan promover el desarrollo personal-social y profesional de estudiantes y profesores, a partir de las potencialidades, limitaciones, objetivos y metas a corto, mediano y largo plazos de los implicados en este complejo proceso formativo.
El especialista en Pedagogía-Psicología que ejerce la función de orientación ha tenido un cambio evidentemente significativo, en tanto ha dejado de desempeñar un rol autoritario e impositivo, como técnico ejecutor de procedimientos estandarizados y transmisor de conceptos e ideas predeterminados, para convertirse en orientador de
una educación guiada y mediada por la interacción social y cultural. En esta visión este especialista, una vez graduado, acepta al estudiante con sus virtudes y defectos, lo ayuda a descubrirse a sí mismo como persona, a valorar sus propias posibilidades, a desarrollar la capacidad de análisis, crítica y toma de decisiones.
La función de orientación implica poner en primer plano el carácter personalizado, integral y diverso de la educación, por encima de la parcelación curricular en materias y la eventual desaparición del individuo en el grupo. Es personalizado porque se educa a la persona como tal, con características individuales que deben ser respetadas, aprovechadas y enriquecidas. Es integral porque se educa a la persona completa, se incluyen los diferentes ámbitos de desarrollo y las líneas educativas, se educa de acuerdo con la enseñanza, con las necesidades educativas de los estudiantes, mediante las oportunas adaptaciones curriculares, metodológicas y de acceso, con lo que se adecua también la escuela a las características, aptitudes y motivaciones individuales.
Lo anterior precisa e integra las características de la función orientadora. Estas obedecen a la relación educación-desarrollo, referente teórico esencial donde se realza y toma sentido dicha función. Así, por ejemplo, a partir del diagnóstico de la situación social del desarrollo, se integran, determinan y establecen los diferentes niveles de ayuda y las relaciones profesionales, sobre la base de la comunicación pedagógica como su eje dinamizador.
Para J. Parra la función orientadora es la actividad profesional intencionada y dirigida a alcanzar un estado de preparación general sobre la base de la relación de ayuda, que se traduce en el desarrollo integral de todas las potencialidades humanas en los estudiantes, expresado en la formación inicial del Modo de actuación profesional pedagógico (MAPP), en correspondencia con las particularidades y exigencias de los contextos de la universalización.
Los estudiantes de la especialidad Pedagogía-Psicología se forman en la sociedad concreta donde viven, bajo el influjo de las relaciones que se establecen y las actividades desarrolladas en la formación inicial. Esta interrelación determina la consolidación de su personalidad, proceso en el que intervienen las agencias socializadoras como la familia, la escuela y la comunidad, como las encargadas de orientar la formación profesional de cada uno de ellos.
En estas relaciones sociales marcadas por la intervención de la familia, la escuela y la comunidad, los estudiantes de Pedagogía-Psicología son moldeados hacia la interiorización de las exigencias sociales, que luego han de orientar en las distintas instituciones como función profesional. En este sentido, E. Durkhein (1972) señala, que la educación tiene como objetivo fundamental el hacer social al individuo, que en el medio social tiende a moldear la personalidad a su imagen, y respecto a los padres
y maestros dice que son los orientadores que representan y sirven de intermediarios en la formación de esta imagen.
El tratamiento a la orientación y a la comunicación requiere del vínculo con la sociedad donde se forman los estudiantes de Pedagogía-Psicología, pues ella es portadora de determinados valores materiales y culturales que son asimilados por los sujetos en forma de orientaciones valorativas, de acuerdo con las particularidades de la sociedad en que viven. Es necesario que los profesores dominen esto, lo que les permitirá dirigir más adecuadamente su labor pedagógica hacia este u otro profesional en formación inicial. Inmersos en este proceso, los estudiantes interiorizan los rasgos esenciales de las funciones que han de desarrollar, en el contexto de su formación.
Estos planteamientos son de vital importancia para la comprensión de la orientación y la comunicación, problemática que ha sido tratada en las obras de distintos psicólogos como R. Bermúdez Morris, la cual opina que la comunicación desempeña un importante papel en la orientación, tanto individual como colectiva, pues ella le es inherente y necesaria, dado porque, siempre que una persona se encuentre en una situación en la que deba resolver un problema o conflicto, es necesaria la comunicación.
La orientación es un proceso eminentemente comunicativo, pues sus bases se encuentran en el proceso interactivo entre el orientador y el orientado.
Para F. González Rey es necesario incursionar en la historia de la propia orientación, donde es de gran importancia el tratamiento de la base orientadora y el dar una orientación para la búsqueda y no dar el resultado de la búsqueda misma; para ellos, la orientación es un acto de comunicación, es imposible pensar en un buen orientador que no domine las técnicas de la comunicación.
Además, M. Calviño, al referirse a la orientación, incluye el papel de las relaciones profesionales de ayuda personal, las cuales tienen como fin propio ayudar a las personas, proceso que surte efecto si realmente la persona está de acuerdo, se compromete con lo orientado, los recursos personales, así como la creación de recursos nuevos y refiere, que los profesionales de la educación nos involucramos en relaciones de ayuda psicológica y orientación sistemática.
Autores como: V. Ojalvo, F. González señalan la importancia de la orientación para la regulación de la conducta, pues desempeña un papel crucial en el tránsito de los aspectos sociales, externos a la conciencia en forma de orientaciones valorativa, en lo que se integran lo cognitivo, lo afectivo y lo motivacional.
En la formación inicial de los estudiantes de la especialidad de Pedagogía-Psicología, la orientación se nutre de las vivencias pues constituyen parte integrante de la personalidad como unidad para el funcionamiento y la dinámica de su desarrollo.
Para L. Bozhovich (1976), las vivencias representan la unidad en la que se refleja la interrelación cognitivo-afectiva, sin embargo, no es una unidad inmóvil, ni constante, ya que existen variaciones ínter- funcionales que se ponen de manifiesto en todo el desarrollo evolutivo de los sujetos.
De esta manera, en el proceso de formación inicial a través del tratamiento integral de los estudiantes de la especialidad de Pedagogía-Psicología, en el contexto de su formación, en las distintas actividades desarrolladas se promueven los aspectos relacionados con la comunicación y la orientación y su desarrollo en estos profesionales. Sobre la base de estos fundamentos se pretende contribuir a la formación de las habilidades inherentes a estos dos procesos, a fin de que se logre esta formación y el modo de actuación correspondiente.
Es importante esclarecer que el profesional de la educación en la especialidad Pedagogía-Psicología, para poder cumplir con lo antes expuesto, necesita que se le prepare científicamente para ello, preferentemente en el proceso de formación inicial.
CONCLUSIONES
La sistematización de los fundamentos que sustentan teóricamente el desarrollo personológico permitió caracterizar y abordar los aspectos esenciales que inciden en la personalidad de los estudiantes, así como el rol que desempeñan la comunicación y la orientación como procesos que intervienen en su comportamiento a partir de la relación consigo mismos y con los otros, el medio, la actividad cognoscitiva, el desarrollo de habilidades y la capacidad de autorregulación en diferentes contextos.
El desarrollo personológico es esencial en la presente trabajo y objetivo de transformación, se sustenta en el enfoque histórico cultural, las teorías de la actividad y la comunicación; aspecto poco trabajado, según revelan los estudios realizados y los resultados reflejados en la literatura científica.
Los resultados del diagnóstico pedagógico realizado revelan insuficiencias en el desarrollo personológico, se denota falta de expresión de experiencias y vivencias afectivas, poca efectividad en el uso adecuado de la comunicación y la orientación del profesor y el colectivo pedagógico, no se crean condiciones ambientales óptimas en los contextos donde realizan sus actividades, incluida la práctica realizada en espacio y tiempo poco adecuados.
El desarrollo adecuado de la comunicación y la orientación en la formación integral de la personalidad de los estudiantes y consecuentemente su desarrollo profesional, posibilitará solucionar problemas detectados en la práctica dentro del contexto docente-educativo y en la vida personal de este especialista en formación, a partir de aplicar los conocimientos recibidos en las diferentes asignaturas, como reflejo de sistematización lograda.
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