Introducción

La educación es un proceso humano que, afortunadamente, nunca se completa. Siempre se revisa, se evalúa y se cuestiona, pero sigue siendo útil e indispensable para el desarrollo de la humanidad. Según Savater (1997), "Hablaré del valor de educar en el doble sentido de la palabra 'valor': quiero decir que la educación es valiosa y válida, pero también es un acto de coraje, un acto valiente por parte de los seres humanos" (p.19). Savater deja claro que el acto de educar involucra a dos protagonistas: aquel que se esfuerza para que otro aprenda y se eduque, y aquel que tiene la necesidad de aprender y educarse. La educación en sí misma es un valor humano, al igual que aquellos que asumen el riesgo de educar. Para llevar a cabo esta tarea, uno debe comenzar por cambiar a sí mismo.

La educación superior se considera un sistema en funcionamiento con vida propia, ya que su desarrollo, evolución y funcionamiento satisfacen las necesidades de donde tiene lugar. En el caso de la República de Panamá, la complejidad de la situación actual, causada por la pandemia que se anunció en 2020, ha provocado cambios acelerados debido a la incertidumbre y la necesidad de continuar con los procesos formativos. Estos cambios rápidos y las decisiones tomadas han revelado las necesidades educativas en todos los niveles, lo que ha llevado a un aumento en las desigualdades de oportunidades de acceso a la educación, ya que la tecnología ha llegado para quedarse y no todos tienen los medios, los recursos ni las habilidades necesarias para mantener la calidad educativa mientras continúa.

El objetivo de este estudio fue ofrecer reflexiones, criterios y acciones a favor de la calidad de la educación universitaria en Panamá. Se busca proporcionar una visión crítica y reflexiva sobre los procesos de cambio y actualización de la praxis educativa para fortalecer las prácticas. En el contexto de la declaración de la pandemia, la comunidad universitaria ha expuesto las necesidades más profundas de la educación que han estado ocultas debido a la vida cotidiana de la educación tradicional y presencial, la falta de empatía por parte de aquellos en el poder y la postergación de lo que era urgente.

Es cierto que, en 2020, los procesos hacia la modalidad virtual se aceleraron drásticamente, avanzando ahora hacia una modalidad híbrida que requiere aún más habilidades por parte de los docentes, desde la planificación hasta la implementación. Si bien algunas universidades o centros educativos ya estaban familiarizados con la virtualidad, para muchos fue una sorpresa y se vieron obligados a improvisar sin bases sólidas durante el proceso de enseñanza-aprendizaje. Los riesgos de la desigualdad aumentan tanto para aquellos que reciben la educación como para aquellos que la imparten. Se evidencia que las decisiones que se pensaban postergar deben tomarse de inmediato, lo que revela una visión fragmentada de los diversos factores que deben considerarse en la actualidad para buscar mejoras. Es un desafío para toda la comunidad educativa.

La educación se entiende como todo lo que se aprende, se incorpora, se ajusta y se evidencia en las relaciones que se establecen en cualquier momento y lugar. Además, es un proceso continuo y sistemático que se considera un derecho humano y garantiza el desarrollo de las sociedades, ya que estas se miden por sus niveles educativos. Como se menciona en el Informe del Foro Mundial de Dakar (2000), la educación es "un derecho humano fundamental y, como tal, es un elemento clave para el desarrollo sostenible, la paz y la estabilidad en cada país y entre las naciones, y por lo tanto, un medio indispensable para participar en los sistemas sociales y económicos del siglo XXI" (p.8).

La educación como derecho se refleja en las diferentes sociedades a través de los centros educativos, que tienen la responsabilidad de formar utilizando diversos modelos y enfoques respaldados por teorías que evolucionan con el tiempo, teniendo en cuenta los avances tecnológicos y los cambios ocurridos en los últimos dos años. Han tenido que avanzar, adaptarse e incorporar cambios para enfrentar la llegada de la pandemia. Los procesos educativos han experimentado múltiples cambios rápidos, lo que ha representado un verdadero desafío para todos los involucrados. Estos cambios se traducen en garantizar la continuidad de los procesos educativos formales.

Por lo tanto, se puede afirmar que la educación es cambiante, dinámica y evoluciona según el contexto y sus particularidades. Es por eso que la educación formal se refiere a la formación planificada, cuyos modelos deben estar actualizados y contextualizados. Se entiende como modelo el instrumento guía que orienta los procesos y asegura la identidad entre la institución y quienes lo implementan. Aquí es necesario destacar que la educación superior está estrechamente vinculada con múltiples factores tecnológicos, de formación y con las diferentes relaciones que se establecen, no solo con el entorno como medio de aprendizaje, sino también con las relaciones que se establecen como seres biopsicosociales, y cómo estas afectan el proceso de enseñanza-aprendizaje. Con la suspensión de los encuentros presenciales, se hace evidente que la educación ha experimentado cambios relacionados con las modalidades, y aunque la modalidad virtual ya se venía implementando en la Universidad Hosanna y en otros espacios académicos, ahora se ha generalizado, siendo su uso determinante para garantizar la continuidad de los procesos. Se han cometido aciertos y desaciertos que se han ido mejorando en el camino, pero todavía queda mucho por recorrer.

La educación no debe limitarse a la transmisión de contenidos en un aula de clases, trasciende las fronteras e incorpora la tecnología, revelando carencias, abriendo brechas y demostrando que no estábamos completamente preparados para prescindir de la presencialidad. Debemos mirar los procesos de manera diferente, dejando de lado la formación fragmentada y considerando la integralidad para comprender y analizar lo que nos concierne, nos afecta y nos ocupa.

Nos encontramos en la era del conocimiento, donde Internet está al alcance de casi todos y la información se presenta en tiempo real, acortando tiempos y distancias. Una educación centrada en el contexto debe considerar todo lo que ocurre a su alrededor. Con esto se busca el desarrollo de competencias. Según Alles (2007), las competencias "son características individuales que reflejan rasgos de la personalidad, manifestadas en comportamientos observables que pueden ser evaluados" (p.23).

Esto significa que la relación entre la educación formal, el individuo y la sociedad se manifiesta a través de las conductas en la vida cotidiana, y desempeña un papel fundamental la actualización de métodos, estrategias y recursos utilizados en el acto educativo, los cuales deben responder al contexto, incluyendo los nuevos modelos emergentes. Aquí es donde entra en juego el docente como sujeto de la educación, un actor en la sociedad, transmisor de la cultura que lo precede y mediador del conocimiento. El docente debe planificar, organizar, tener intencionalidad y anticiparse al desarrollo de los alumnos. A su vez, se requiere un proceso de formación docente, pero en la realidad ese tiempo no existe, se debe avanzar y adquirir las competencias en la práctica misma. Se evidencian errores, improvisaciones, emociones que salen a flote, ya que los docentes quedan expuestos por la falta de conocimientos aplicables en el ámbito tecnológico. Las clases generan estrés, burlas e incluso episodios de frustración. Todo esto se hace evidente debido al cambio abrupto. No pretendo culpar a los docentes por las carencias, reconozco el gran esfuerzo que realizan para mantenerse a flote, a pesar de ser golpeados por los cambios repentinos.

Continuando con el destacado papel del docente, es quien se encarga de estimular el pensamiento a través de acciones intencionadas. El docente crea experiencias que se viven a través de prácticas y generan emociones, mostrando así toda la magnitud de la didáctica. Además, se considera el papel del docente en la sociedad como agente transformador, inspirador y ejemplo a seguir. Freire (2010), al referirse al rol del docente en los procesos educativos, expresa: "Mi papel en el mundo, como una subjetividad curiosa, inteligente e intromisora en la objetividad con la que me relaciono dialécticamente, no es solo el de constatar lo que ocurre, sino también el de intervenir como sujeto de lo que ocurre" (p. 12). De esta manera, el docente es un actor en y desde la realidad; al transformarla, también se transforma a sí mismo y a aquellos a quienes transmite y comparte su cultura, a través de su labor y determinación en la historia.

La educación virtual implica la combinación de intelecto y emoción para generar una experiencia de vida que trascienda la pantalla, que conecte y establezca vínculos en entornos positivos para alcanzar nuevos conocimientos. La formación docente para la educación y la sociedad es respaldada por la UNESCO (2014), al afirmar que si el docente no cambia, no se podrán realizar cambios relevantes en los procesos educativos que respondan a las demandas sociales. Por lo tanto, el docente de hoy requiere habilidades blandas, habilidades tecnológicas y conocimiento en su área. La meta del docente en su práctica es lograr que sus estudiantes alcancen el aprendizaje, que implica la adquisición de nuevos conocimientos que promueven el desarrollo mental de cada individuo, y que se evidencian a través de su comportamiento. Para ello, es necesario almacenar la información que luego se utilizará en un momento determinado. Al aplicar el conocimiento, se desarrollan habilidades o destrezas que demuestran lo aprendido, ya que solo de esta manera se pueden medir los progresos alcanzados por el estudiante en términos de valores, conocimientos, actitudes y procedimientos. En este sentido, es importante destacar la importancia de conocer los diferentes instrumentos que permiten recopilar datos para medir los logros.

El aprendizaje humano consiste principalmente en adquirir, procesar, comprender y finalmente aplicar el conocimiento adquirido a lo largo de la vida. Sin embargo, en este contexto se destaca lo aprendido en los espacios académicos de la educación superior, donde la asimilación de la información depende en gran medida de la capacidad mental del aprendiz. Por lo tanto, la metodología, las técnicas y las actividades desempeñan un papel fundamental en el proceso de enseñanza-aprendizaje, deben estar organizadas e intencionadas, por lo que el docente debe planificar cada encuentro académico con el fin de lograr los objetivos de manera coherente.

En la educación superior, el docente debe tener un profundo conocimiento de los diferentes métodos para el desarrollo de la planificación, que llamaremos a partir de ahora planificación estratégica. Esta planificación permite incorporar diversos elementos para lograr la calidad de los procesos y se considera uno de los pilares fundamentales que debe ser abordado con rigor. Debe atender tanto a la formación en el área de conocimiento específica como a la formación integral del ciudadano, combinando habilidades que les permitan resolver problemas en contextos complejos y dinámicos. Los educadores son los garantes de la transformación de cada individuo que tiene la oportunidad de formarse académicamente. Los educadores deben avanzar para innovar en su enseñanza, evidenciando los cambios generados por las dinámicas sociales actuales como resultado de la virtualización del acto educativo. En el sistema tradicional, la instrucción se centraba en el docente y no en las necesidades e intereses de los estudiantes. Hoy en día, el proceso de enseñanza se centra en el estudiante como protagonista de su propio aprendizaje, activo en los diferentes métodos que se aplican. Como afirmó Savater (1997):

La enseñanza está ligada intrínsecamente al tiempo, como transfusión deliberada y socialmente necesaria de una memoria colectivamente elaborada, de una imaginación creadora compartida. No hay aprendizaje que no implique conciencia temporal y que no responda directa o indirectamente a ella, aunque los perfiles culturales de esa conciencia —cíclica, lineal, trascendente o inmanente, de máximo o mínimo alcance cronológico...— sean enormemente variados (p.21).

El autor plantea la importancia de la temporalidad en los procesos educativos. En la actualidad, los modelos y prácticas educativas deben adaptarse rápidamente a las nuevas exigencias sociales. Para lograrlo, es fundamental acercar al docente al manejo no solo de las diferentes teorías, sino también de la tecnología, a través de la actualización y capacitación. Esto garantiza la calidad educativa en el nivel superior, utilizando la planificación y la evaluación como dos aspectos complementarios que se sustentan en el modelo educativo.

Cabe señalar que la pregunta científica que rigió esta investigación planteaba lo siguiente: "¿Los docentes universitarios cuentan con las herramientas necesarias para construir una planificación que vincule la evaluación auténtica y la redacción de contenido académico, teniendo en cuenta la tecnología y las nuevas modalidades educativas?" Esto condujo a la formulación del objetivo general, que consistía en proponer una capacitación sobre herramientas innovadoras para la planificación estratégica, la evaluación auténtica y la redacción de contenido académico, dirigida a los docentes universitarios.

Metodología

El autor plantea que la investigación sigue un enfoque mixto, lo que implica la aplicación de procesos sistemáticos y críticos que involucran la recolección y el análisis de datos tanto cuantitativos como cualitativos. Estos datos se analizan conjuntamente para lograr una comprensión más completa del fenómeno estudiado. Chen (2006), citado por Sampieri, define este enfoque como la integración sistemática de los métodos cuantitativo y cualitativo en un solo estudio, con el objetivo de obtener una visión más completa del fenómeno. Estos métodos pueden ser combinados de manera que conserven sus estructuras y procedimientos originales (forma pura de los métodos mixtos), o pueden ser adaptados, modificados o sintetizados para abordar los costos del estudio (forma modificada de los métodos mixtos).

El enfoque mixto ofrece varias ventajas. Según Todd, Werlich y Mckeown (2004), proporciona una perspectiva precisa del fenómeno estudiado, aumenta la confianza en que los resultados son una representación fiel y precisa de lo que ocurre, ayuda a clarificar y teorizar sobre el planteamiento del problema, y determina las formas más apropiadas para investigar y teorizar sobre los problemas de investigación.

Por otro lado, el enfoque cuantitativo utiliza la recolección y el análisis de datos para responder a los objetivos de la investigación y probar hipótesis previamente establecidas. Se basa en la medición numérica y frecuentemente utiliza la estadística para establecer patrones de comportamiento en una población. La recolección de datos se realiza a través de encuestas y sondeos a una muestra de la población. Estas técnicas facilitan la recopilación de datos que contribuirán al estudio.

En el caso de este estudio, se utilizó la encuesta como técnica de recolección de datos, aplicando un cuestionario con preguntas cerradas a los docentes de la Universidad Hosanna. Luego, los datos fueron analizados con métodos estadísticos. El propósito de este estudio fue conocer el estado actual de los docentes en relación con su práctica docente, específicamente en términos de planificación, redacción de contenido académico y evaluación. Los datos se trataron de forma grupal para no afectar la relación laboral entre los docentes y la universidad.

Los instrumentos utilizados en este estudio fueron validados mediante el método de juicio de expertos. El juicio de expertos es un método de validación que garantiza la confiabilidad de la investigación. Se basa en las opiniones informadas de personas con experiencia y conocimiento en el tema, quienes son reconocidos como expertos cualificados y pueden proporcionar información, juicios y valoraciones (Escobar, 2008).

En cuanto a las consideraciones éticas, durante el desarrollo de la investigación se resaltaron los principios de respeto y confidencialidad de la información. Para ello, se siguió lo establecido en las normas jurídicas nacionales e internacionales relacionadas con el desarrollo de investigaciones y el manejo de datos personales. Además, se informó a los participantes que los resultados no se asociarían al docente encuestado. Los datos se trataron de manera grupal, lo cual no perjudica la relación laboral que ellos mantienen con la universidad.

Resultados

En el marco de este proyecto de investigación, se utilizó una guía de observación para validar la coherencia entre lo planificado por el docente y lo establecido en el modelo educativo de la Universidad Hosanna. Este modelo se basa en una evaluación por competencias y destaca el enfoque curricular socioformativo para valorar el aprendizaje.

El objetivo es lograr la calidad en la educación superior, considerando al docente como mediador del conocimiento, para garantizar una experiencia significativa desde la andragogía y acercar a los estudiantes a la adquisición de nuevos conocimientos que se reflejen en los diferentes perfiles de egreso. La práctica educativa requiere de profesores actualizados, capaces de reflexionar sobre sus prácticas, planificar, organizar, gestionar e implementar procesos, haciendo uso de la tecnología que juega un papel fundamental en los modelos educativos actuales.

La práctica docente en sí misma es un desafío que demanda del docente el dominio de habilidades tanto blandas como duras. Es decir, debe tener destrezas cognitivas, sociales y también tecnológicas, que se pongan en práctica en su labor docente. Es importante destacar que el uso de la tecnología es una competencia que requiere de la inmediatez, ya que las modalidades virtuales o híbridas se mantendrán en el tiempo.

Uno de los componentes esenciales para lograr el propósito de la enseñanza en la educación superior es la didáctica, entendida como el arte de enseñar utilizando métodos y técnicas que generen un aprendizaje significativo en los adultos, que son sujetos autónomos capaces de dirigir y planificar su propio proceso de aprendizaje, pero que requieren de un docente que actúe como mediador. Por lo tanto, se necesita una didáctica distintiva que permita el aprendizaje de todos los participantes, utilizando los enfoques curriculares planteados en el Modelo Educativo de Hosanna.

Aunque nuestros estudiantes son adultos y se planifica bajo un enfoque andragógico, todavía necesitan estrategias y métodos que promuevan el logro de aprendizajes significativos que respondan al contexto y los sitúen en un entorno profesional real.

Es importante destacar que existen múltiples métodos que se pueden combinar para fortalecerse mutuamente, dependiendo de las competencias planteadas por el docente. El análisis y el conocimiento de cada situación concreta permitirán determinar las posibilidades de acción del profesor y su desarrollo en el arte de la educación (aprendizaje del docente). La multiplicidad de métodos influye en la renovación y la calidad en la educación superior, es decir, en docentes actualizados y comprometidos con su mejora profesional.

Figura 1.
Diagnóstico sobre cómo desarrollan los procesos de planificación y evaluación los docentes de la Universidad Hosanna de Panamá en el primer trimestre del 2022

En los resultados obtenidos de la guía de observación aplicada a los 33 docentes, se evidencia que un 79% de ellos no planifica por competencias según lo establecido en el modelo educativo de la Universidad Hosanna. En su lugar, utilizan el enfoque por objetivos en sus planificaciones. Esto destaca la necesidad de implementar una capacitación que oriente a los docentes sobre la importancia de garantizar la aplicabilidad del modelo y asegurar que las planificaciones se desarrollen bajo la descripción de competencias que apunten al perfil de egreso de los programas de la universidad. Solo un 21% de los docentes incorpora las competencias en el diseño de la planificación analítica.

En cuanto a la incorporación de evaluaciones auténticas, que son pertinentes para situar al estudiante en situaciones reales relacionadas con su ámbito profesional, se observa que un 64% de los docentes no utiliza instrumentos de evaluación que evidencien esta metodología auténtica. En cambio, continúan utilizando instrumentos tradicionales. Solo un 36% de los docentes vincula este tipo de instrumentos en sus planificaciones. Estos resultados demuestran la necesidad de una capacitación que enseñe a los docentes la importancia de aplicar evaluaciones auténticas, que impacten en las competencias prácticas más allá de la adquisición de conocimientos teóricos.

Se encontró que un 52% de los docentes no aplica instrumentos de evaluación coherentes con lo que se planifica en términos de competencias u objetivos, lo que indica una falta de coherencia entre la planificación y la selección de instrumentos para medir el alcance de los nuevos conocimientos. Por otro lado, un 48% de los docentes sí utiliza instrumentos que permiten obtener evidencias de la adquisición de nuevos conocimientos, aunque no estén diseñados bajo el enfoque de evaluación auténtica, pero sí son coherentes con la planificación.

En cuanto al uso del E-book como herramienta innovadora para la planificación de los aprendizajes, se observa que un 73% de los docentes no lo utiliza, mientras que solo un 33% sí lo utiliza. Esto resalta la necesidad de capacitar a los docentes en el diseño y uso del E-book, de acuerdo con lo descrito en el modelo educativo de la universidad. Se propone vincular este tema en los módulos de capacitación para los docentes.

El modelo educativo de una institución es fundamental, ya que proporciona los fundamentos teóricos para orientar la práctica docente en el proceso de enseñanza-aprendizaje. También fortalece la identidad institucional y establece lineamientos para garantizar la calidad educativa y mantener la homogeneidad. A medida que avanza la tecnología, surgen nuevos modelos educativos y las instituciones deben actualizar y adaptar las metodologías y estrategias de evaluación para que sean acordes con la realidad social y el contexto.

En el caso de la Universidad Hosanna, se cuenta con un modelo educativo fortalecido mediante su actualización, que se basa en enfoques teóricos orientados a alcanzar la calidad educativa. Sin embargo, los resultados muestran que un 67% de los docentes no aplica métodos basados en el enfoque socioformativo, lo que indica que siguen utilizando enfoques más tradicionales en sus planificaciones. Solo un 33% de los docentes aplica métodos basados en el enfoque socioformativo y por competencias, según lo establecido en el modelo educativo. Esto sugiere la necesidad de dar a conocer las características del modelo y garantizar la homogeneidad en las planificaciones, independientemente del área de conocimiento, para asegurar la calidad educativa. Es imperante que los docentes conozcan y apliquen los diferentes postulados del modelo en sus planificaciones, y que incorporen las tecnologías sugeridas para garantizar prácticas innovadoras.

Las entrevistas realizadas permiten un acercamiento con los docentes, donde se puede percibir no solo su nivel de conocimiento sobre los diferentes temas compartidos durante la capacitación, sino también su lenguaje corporal y estado emocional al responder. Las entrevistas brindan información valiosa sobre la propia práctica docente, el diseño de planificaciones y evaluaciones, y la apropiación de los conceptos compartidos durante la capacitación.

Los docentes se identificaron con los conceptos compartidos, valoraron su práctica y realizaron cambios en sus enfoques. Las entrevistas demuestran la capacidad de los docentes para reconocer y valorar los elementos que conforman una planificación como guía sistemática, organizada, intencionada y contextualizada. Estos elementos rompen con los esquemas instrumentales y se acercan a la organización de estrategias, métodos, acciones y recursos que, administrados de manera inteligente, permiten alcanzar las intenciones y metas proyectadas que satisfacen las necesidades del colectivo humano en múltiples dimensiones. A partir de los resultados del diagnóstico, se planifica un instrumento de corte pretest y postest para evaluar los avances y cambios en los docentes.

Análisis comparativo correspondiente al pretest y postest aplicado

¿Cuál es para usted el concepto de planificación que mejor se adapta a su realidad?

Es interesante observar que, en el pretest, solo el 27% de los docentes encuestados pudo identificar correctamente el significado de la planificación, que implica organizar, definir y seleccionar métodos, técnicas y estrategias coherentes para el acto educativo. Sin embargo, al finalizar la capacitación, el postest reveló que un 93.9% de los docentes logró comprender este concepto. Esto demuestra el impacto de las nuevas herramientas y conocimientos adquiridos durante la capacitación, lo cual se refleja en la práctica docente.

Aunque el alto porcentaje de respuestas correctas en el postest indica un buen nivel de conocimiento adquirido, es importante destacar que existe una debilidad en la práctica de planificar de manera coherente las competencias. Es necesario que los docentes desarrollen la habilidad de aplicar lo aprendido en la práctica, para que se refleje en las planificaciones y en los instrumentos de evaluación correspondientes.

Esto resalta la importancia de la práctica y la experiencia para que los docentes puedan llevar lo teórico a lo práctico y aplicar de manera efectiva los conceptos aprendidos en sus planificaciones y evaluaciones. Se requiere un enfoque continuo en el desarrollo de habilidades de planificación que asegure la implementación adecuada de competencias en el proceso educativo.

¿Cuál de los siguientes modelos utiliza a la hora de diseñar su planificación?

Los resultados de la encuesta previa a la capacitación muestran que solo un 6% de los docentes encuestados pudo identificar correctamente el modelo educativo de la Universidad Hosanna. Sin embargo, después de la capacitación, en el instrumento pos capacitación, se observa un aumento en el conocimiento y aplicabilidad del modelo por parte de los docentes, alcanzando un 33.3%. Además, un 30.3% de los docentes utiliza el modelo constructivista, mientras que otro 33.3% utiliza el modelo por competencias, ambos formando parte del modelo educativo de la Universidad Hosanna.

Es importante destacar que el modelo educativo de la universidad combina aspectos destacados del constructivismo y el modelo por competencias, y los vincula con el enfoque socioformativo. Este enfoque busca la actualización y comprensión de las transformaciones en los procesos educativos actuales, y ofrece nuevas alternativas para dar a conocer el modelo educativo a través de inducciones y un plan de divulgación en los diferentes canales de comunicación utilizados por la universidad.

Estos resultados indican la importancia de fortalecer la divulgación y promoción del modelo educativo entre los docentes, para asegurar su comprensión y aplicación en la práctica docente. Asimismo, resalta la necesidad de continuar con la capacitación y el apoyo constante para que los docentes puedan implementar de manera efectiva el modelo educativo en sus planificaciones y prácticas pedagógicas.

¿Cuál es para usted el concepto de evaluación que mejor se adapta a su práctica?

En el instrumento previo a la capacitación, se observa que un 30% de los docentes encuestados considera que el concepto que mejor se adapta a su práctica es que la evaluación es un proceso sistemático y continuo de búsqueda de información objetiva y pertinente sobre los procesos de aprendizaje. Esto implica la obtención de datos para medir, valorar y tomar decisiones oportunas. Después de la capacitación, en el instrumento posterior, se observa que un 42.4% de los docentes adopta esta perspectiva, lo que indica una apropiación de los términos y herramientas compartidas durante la capacitación para su aplicación en las planificaciones.

Por otro lado, un 51.5% de los docentes elige la opción que indica que la evaluación es un eje que permea todo el proceso de enseñanza-aprendizaje, permitiendo medir los logros alcanzados por los estudiantes y establecer parámetros comparativos para tomar decisiones. Esta opción enfatiza la importancia de una evaluación constante, pertinente y oportuna, para la toma de decisiones dentro de los tiempos establecidos.

Ambas opciones reflejan el conocimiento que poseen los docentes acerca del término "evaluación" y son pertinentes en su contexto. Sin embargo, la opción que destaca el concepto de permeabilidad resalta la influencia y el impacto de la evaluación en todo el proceso de enseñanza-aprendizaje. Se enfatiza la importancia de una evaluación continua, pertinente y oportuna para la toma de decisiones en el momento adecuado.

¿Según su opinión qué implican los agentes de la evaluación?

En el instrumento previo a la capacitación, solo un 27% de los docentes selecciona la opción que indica que la evaluación implica la corresponsabilidad en la valoración, lo que implica que el docente deja de ser la figura única y se incorpora al estudiante como protagonista de su propio aprendizaje. Después de la capacitación, en el instrumento posterior, el porcentaje de docentes que selecciona esta opción aumenta a un 42.4%. Además, un 33.3% de los docentes considera que la evaluación implica la participación de todos los involucrados en el proceso, lo cual puede enriquecer a todos los participantes. Por otro lado, un 24.2% de los docentes elige la opción que indica que la evaluación implica la incorporación del estudiante como protagonista de su propio aprendizaje.

Al analizar estos resultados, se puede evidenciar que un alto porcentaje de docentes considera que la evaluación implica la valoración y la corresponsabilidad, reconociendo que el estudiante, como agente activo de su propio aprendizaje, debe participar en su propia evaluación. Esto se alinea con los planteamientos del modelo educativo y respalda la importancia de la autoevaluación en los procesos andragógicos, donde se promueve la participación activa y responsable del estudiante en su proceso de aprendizaje.

Discusión

Una vez obtenidos los datos de la investigación, se procedió a realizar una triangulación de los resultados tanto cuantitativos como cualitativos, desde la perspectiva de la planificación y la evaluación.

A nivel de la planificación, desde la perspectiva cuantitativa, los docentes alcanzan un 93,9% de conocimiento y comprensión sobre el término "planificación" y su importancia. Esto demuestra el impacto positivo de la formación. Sin embargo, en la práctica, se evidencia una debilidad en la planificación coherente de las competencias. Por lo tanto, se requiere práctica para que los docentes desarrollen la habilidad de llevar lo teórico a lo práctico, lo cual se reflejará en las planificaciones y los instrumentos de evaluación.

Se hace evidente que los docentes están comprometidos con la planificación y comprenden su implicación en la calidad de la educación superior, lo cual se refleja en los resultados de las planificaciones realizadas. En línea con esto, Cepeda (2013) afirma: "Para una adecuada planificación, el docente debe considerar los siguientes elementos: 'El para qué planear, asegura el logro de objetivos y trazar los caminos posibles que nos harán cumplirlos'" (p.14).

Por otro lado, desde la perspectiva cualitativa, se evidencia el impacto de la capacitación en la comprensión de la planificación como un proceso sistemático de organizar estrategias, métodos, acciones y recursos humanos y materiales para alcanzar las metas proyectadas y satisfacer las necesidades del colectivo humano. La planificación no se reduce a la organización de procesos o al cumplimiento de aspectos administrativos, sino que integra elementos didácticos, metodológicos y tecnológicos de manera coherente, buscando la innovación y la calidad en la educación superior. Gutiérrez (2003) destaca: "La educación no es 'para...'. Tiene un fin en sí misma, en las personas mismas que se relacionan con la intención de ser más personas. Porque... la acción de educar no puede ser otra que la de entregar al ser humano que crece la posibilidad de un desarrollo personal pleno" (p.5).

En cuanto a la evaluación, desde los datos cuantitativos se evidencia que los docentes comprenden la evaluación como un proceso sistemático y continuo de búsqueda de información objetiva y pertinente sobre los procesos de aprendizaje. La evaluación implica obtener datos para medir, valorar y tomar decisiones oportunas, lo cual permea todo el proceso de enseñanza-aprendizaje. Es importante destacar la importancia de una evaluación auténtica, formativa, constante, pertinente y oportuna para garantizar altos niveles de calidad. Como menciona Murphy (2006, citado por Brian y Clegg, 2019): "La evaluación de los estudiantes para muchos educadores es una de las cosas más difíciles de resolver de manera satisfactoria y en muchos contextos lleva a algunos de los más feroces debates" (p. 38).

Desde la perspectiva cualitativa, la evaluación deja de verse como una actividad única del docente en la que este ejerce un papel de fiscalizador y dueño de la verdad. Se reconoce que las funciones de la evaluación corresponden a múltiples variables que intervienen en todo el proceso de enseñanza-aprendizaje y permiten la toma de decisiones oportunas. Sin embargo, se evidencia una preocupación por las evaluaciones extemporáneas, ya que no permiten que los estudiantes conozcan su realidad y tomen las medidas correctivas necesarias antes de que sea demasiado tarde. Como sostienen Bloxham y Boyd (2007): "Ser capaz de reproducir conocimientos en un examen descontextualizado no garantiza que el conocimiento pueda ser utilizado en un entorno de la vida real" (p. 193). Esto resalta la importancia de la evaluación pertinente para crear una cultura de calidad y mejorar la práctica docente a través de la organización sistemática del contenido.

Conclusiones

Asegurar la calidad de la Educación Superior no solo es un desafío, es un compromiso de vida que requiere determinación, constancia y pasión. Este compromiso comienza con la planificación y culmina con la satisfacción de las metas alcanzadas, evidenciadas a través de la evaluación y la puesta en práctica de las competencias adquiridas por los estudiantes.

Es importante destacar que los docentes, como mediadores en el proceso de construcción del conocimiento, enfrentan el desafío de mantenerse actualizados en las diferentes herramientas disponibles para el diseño de las planificaciones. La planificación por competencias, tal como lo establece el modelo educativo, implica un incremento en la mejora de la calidad educativa y el éxito personal, social y laboral de los estudiantes, lo cual impacta en la vida social del país.

Para el sector educativo, esto implica ampliar las perspectivas y contar con información sobre las tendencias del entorno, así como establecer alianzas con el mundo productivo para brindar a los estudiantes nuevas experiencias significativas. Las planificaciones deben reflejar la intencionalidad, pertinencia y calidad de cada una de las actividades a desarrollar.

Se evidencia la apropiación de los postulados planteados en el modelo educativo, donde se valora la participación activa del estudiante como adulto responsable, bajo un enfoque andragógico. La evaluación auténtica se vislumbra en las planificaciones, lo que permite medir y valorar el alcance de las competencias logradas por los participantes.

Se comprende que una vez que la planificación está definida, se deben diseñar los instrumentos adecuados para recopilar los datos a evaluar, con el fin de determinar los avances en la adquisición de nuevos conocimientos a través de un diálogo cercano y la autoevaluación en momentos oportunos, lo que facilita la toma de decisiones.

El componente emocional se hace evidente cuando el docente se siente satisfecho con los logros obtenidos y se preocupa por mantenerse en constante renovación, con el objetivo de impactar positivamente en su práctica docente.

Por otro lado, se evidencia un acercamiento al conocimiento de los diferentes elementos que forman parte de la planificación. Sin embargo, aún se observan debilidades en la apropiación del Modelo Educativo, que es una herramienta fundamental para lograr la innovación en los diseños de las planificaciones y su posterior implementación en la práctica. Esto subraya la necesidad de continuar fortaleciendo las prácticas a través de la formación continua.

Limitaciones: En primer lugar, se observa que un porcentaje significativo de docentes no incorpora plenamente los conceptos y enfoques compartidos en sus planificaciones, lo que indica que existe una brecha entre el conocimiento teórico adquirido y su aplicación práctica. Además, se identifica una resistencia al cambio en algunos docentes, quienes aún se basan en enfoques tradicionales de planificación y evaluación. Esta falta de adaptación puede obstaculizar el desarrollo de prácticas innovadoras y limitar el alcance de los beneficios que podrían derivarse de la capacitación.

Contribución al conocimiento científico: La investigación sobre herramientas innovadoras para la planificación, evaluación y redacción de contenido académico en docentes universitarios ha proporcionado importantes contribuciones al conocimiento científico. En primer lugar, ha identificado la necesidad de capacitar a los docentes en el uso de herramientas tecnológicas y enfoques pedagógicos actualizados para adaptarse a los cambios en el entorno educativo. Esto ha permitido comprender la importancia de la planificación basada en competencias y la evaluación auténtica como elementos fundamentales para mejorar la calidad de la educación superior. Además, la investigación ha revelado la importancia de la formación continua y el acompañamiento docente para asegurar la transferencia efectiva de los conocimientos adquiridos en la capacitación a la práctica diaria. Estos hallazgos contribuyen al desarrollo de estrategias de mejora en la formación docente y en la implementación de prácticas innovadoras en el ámbito académico

6. Referencias

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Bryan, C., & Clegg, K. (Eds.). (2019). Innovative assessment in higher education: A handbook for academic practitioners. Routledge. https://cetl.ppu.edu/sites/default/files/publications/Innovative%20Assessment%20in%20Higher%20Education.pdf

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Notas