Cuentos K

Las putas frutas

Alba Vergara Franco
Instituto Tecnológico Metropolitano ITM , Colombia
Erika Solange Imbett Vargas
Instituto Tecnológico Metropolitano ITM, Colombia
Eliana Zapata Ruiz
Instituto Tecnológico Metropolitano ITM, Colombia

Revista Kavilando

Grupo de Investigación para la Transformación Social Kavilando, Colombia

ISSN: 2027-2391

ISSN-e: 2344-7125

Periodicidad: Semestral

vol. 15, núm. 1, 2023

revistakavilando@gmail.com

Recepción: 01 Febrero 2023

Aprobación: 21 Marzo 2023



frutas endémicas colombianas con alto contenido nutritivo en vías de extinción, una denuncia en medio de una crisis marcada por el hambre

Hace poco más de un año, las frutas hicieron una convención en un lugar remoto y selvático al sur de Colombia. El objetivo era plantear diferentes formas de hacerse visibles, su problema era contundente, se habían declarado en vía de extinción.

El Corozo y el Makeru habían atravesado el país de extremo a extremo, se movilizaron desde la Costa Atlántica recogiendo a sus compañeras para asistir al encuentro, llegaron a Antioquia a encontrarse con la Piñuela, pasaron por Santander para reunirse con la Chonta y con ella emprendieron el viaje a Boyacá donde el Churumbelo, quien esperaba impaciente.

Una vez reunidas debían llegar al Meta donde la anfitriona de la convención, la Lúcuma. Ella los esperaba esperanzada para encontrar soluciones.

Las frutas vestían sus mejores galas, ni verdes ni maduras, estaban en su mejor momento, muy frescas y saludables, cuando fueron dirigidas al salón en donde se disponían a llevar a cabo el encuentro.

La Lúcuma inicio con emoción ¡Les damos la bienvenida a la primera convención por la vida de las frutas endémicas y nativas de Colombia declaradas en vía de extinción!

La Piñuela, desesperada, empezó a llorar agónicamente: ¡No puede ser, con mi sabor exquisito y lo popular que soy, para que estos humanos digan que no me conocen! ¡Ay, que será de mí y mis plantulitas!

De inmediato y de manera espontánea, el Churumbelo exclamó ¡Vea Piñuela, si a usted nadie la conoce que vive en Antioquia donde esos paisas que todo se lo comen!, ¿Qué se puede esperar de mí que vivo en Boyacá, donde la gente es tímida y está muerta de frío y para rematar solo salgo por temporadas?

¡Basta! Exclamó con fuerza el Makeru ¡Bájenle al drama, con tantas redes sociales y ustedes diciendo que no los conoce nadie!, ¡Volvámonos Tiktokers, o hagamos algo a ver a ver si alguien se interesa por nosotros!

¡No Makeru!, ¿Y tú crees que en Colombia hay internet por toda parte? ¡Nombe compa, vuélvase serio!, hay territorios olvidados y que al igual que nosotros no son cuidados ni reconocidos por nadie, ¡Fíjate tú, la gente en este país tan rico, diverso y fértil, sufriendo de olvido y abandono! ¡No es un asunto solo de nosotras las frutas, con seguridad es falta de organización y exceso de indiferencia!

El Churumbelo se levantó e interrumpió la acalorada discusión ¡Silencio compañeros!, olvidemos los lamentos por un momento y organicémonos, luchemos juntos por la defensa de los territorios, que esa es la forma de protegernos.

¡Si, si, si! Dijo emocionado el Corozo ¡Juntémonos con los campesinos! ¡Que se den cuenta del valor de estas tierras y la fuerza que tenemos si estamos unidos! ¡Les apuesto lo que quieran que estas personas ni siquiera nos han notado!

¡Propongamos que hagan un proyecto con nosotros, que nos haga visibles y que a ellos les sirva para alimentarse! Exclamó la Lúcuma y se levantó emocionada de la mesa, de un salto pasó al centro del auditorio ¡Compañeros, en mis tierras la gente se muere de hambre porque aprendieron a cultivar Coca, pero se les olvidó sembrar comida!, No hay un acto revolucionario más grande que la seguridad alimentaria.

¿Revolucionario? ¿De qué están hablando? Preguntó la Piñuela hecha un manojo de nervios.

¡Ya vienes tu con tus vainas, toda llena de miedo como siempre! ¡Cálmate mija, que revolucionario no es andar armado hasta los dientes todo el tiempo, con que seas consciente y consecuente ya lo eres, y si además perteneces a un grupo de frutas y expresas tu opinión, no te van a bajar de insurgente! Dijo enojado el Makeru, ya sudando aceite de las emociones que estaba causando el encuentro ¡Si ya me voy a extinguir por desconocido, ¿Qué más da si me muero por el derecho a existir?!

La Chonta, que hacía las veces de relatora, se detuvo mirando el acta con sorpresa y gritó con fuerza ¡Un momento, hagan silencio de inmediato!, ¿Entonces qué haremos? ¡Concreten que me agarró la ansiedad!

El Corozo expectante les dijo: ¡Pues que cada uno diga lo que recoge de esta discusión a ver si la Chonta concreta la relatoría!

Sorprendentemente, la Piñuela alzó la mano y sin miedo gritó su conclusión ¡La extinción y el olvido no es un asunto solo de las frutas, es causa de la indiferencia y de la desunión entre especies!, luego y con lágrimas en los ojos el Makeru vociferó ¡La gente no podrá olvidarnos jamás si reconoce que todos hacemos parte de este país y es por eso por lo que somos ricos, diversos y fértiles!

Cuando miraron a su alrededor, las frutas notaron que ya no eran solo ellas, había insectos, campesinos, plántulas, aves, entre otras especies y se escuchaban voces emocionadas entre la multitud ¡La seguridad alimentaria procura la vida y la unidad en los territorios!, ¡Solo seremos visibles si nos organizamos sin importar nuestro origen y nuestras diferencias!...

Con aplausos sostenidos se levantaron las frutas de la mesa y se unieron a la multitud. La Lúcuma que lloró de emoción exclamó ¡El proyecto está construido!

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