Artículos de investigación

El semillero de investigación Inti Wayra: Un caso de formación de ciudadanía activa en la época del posconflicto colombiano

Inti Wayra Research Hotbed: A Case of Active Citizenship Training in the Colombian Post Conflict Epoch

Carolina Pacheco Espinosa
Universidad de la Amazonia, Colombia
Dennis Dussán Márquez
Universidad de la Amazonia, Colombia

Revista Kavilando

Grupo de Investigación para la Transformación Social Kavilando, Colombia

ISSN: 2027-2391

ISSN-e: 2344-7125

Periodicidad: Semestral

vol. 12, núm. 1, 2020

revistakavilando@gmail.com

Recepción: 01 Febrero 2020

Revisado: 01 Marzo 2020

Aprobación: 01 Mayo 2020



Resumen: El caso del Semillero Inti Wayra se expone como una muestra de formación de ciudadanía activa en el marco del postconflicto colombiano, a partir de un espacio que propicia la investigación como un medio para reconfigurar al sujeto, partiendo del reconocimiento de su propia historia, lo cual posteriormente le lleva a involucrarse y a participar de la construcción de su entorno.

Palabras clave: Memoria, ciudadanía, posconflicto, futuro, paz.

Abstract: The case of Inti Wayra Research Hotbed is exposed as a sample of formation of active citizenship within the framework of the Colombian post-conflict, from a space, which promotes research as a means to reconfigure the subject, by starting from the recognition of its own history, which subsequently leads itto get involved and to participate in the construction of its environment.

Keywords: Memory, Citizenship, Post conflict, Future, Peace.

Introducción

El proceso de reconstrucción de paz en Colombia se ha gestado gracias a la suma de esfuerzos desde el Estado, las instituciones, las organizaciones de la sociedad civil y, por supuesto, de la ciudadanía. A partir de la realidad que se vive en la época del posconflicto colombiano, las adversidades han motivado a las ciudadanas y ciudadanos a querer transformar la realidad y para ello ha sido necesario reconfigurar su papel en la sociedad y en el contexto en el que se desenvuelven.

Por lo tanto, el proceso de paz ha permitido la formación de nuevas ciudadanas y ciudadanos quienes, desde sus contextos, están construyendo caminos para la paz a partir de la memoria histórica, desde sus propias voces: recuperando memorias, rescatando historias y en este proceso, reconociendo un pasado compartido, mediante el que es posible que los sujetos se sensibilicen al encontrarse en los otros, al comprender que su dolor no sólo le pertenece, sino que es un dolor compartido.

Así mismo, el rescate de la memoria histórica está reconfigurando a las y los sujetos, llevándoles al pasado, para reflexionar el presente e imaginar un mejor futuro, con ello el reconocimiento de sus historias les brinda herramientas para actuar en favor de la transformación social.

Contextualización

Después de casi cuatro décadas de grandes esfuerzos por restablecer la paz, el trabajo del Estado junto a las instituciones, los actores del conflicto armado y, sobre todo, gracias al impulso de la ciudadanía, Colombia vive hoy en la época del posconflicto, en el marco de un proceso de paz, que se ha sostenido con mayor tenacidad desde los territorios que mayormente han sufrido los estragos de la guerra; en las veredas, donde la gente de las comunidades rurales, son quienes han vivido con mayor crudeza el conflicto y son ellos, quienes día a día, defienden la reconstrucción de la Paz.

Una de las zonas con mayor afectación por el conflicto armado es la región amazónica, donde se ubica el departamento de Caquetá. De acuerdo al Registro Único de Víctimas, el 76% de la población está identificada como víctimas, principalmente afectados por desplazamiento, seguido de asesinatos, desapariciones forzadas, violencia sexual, secuestro, tortura, daños por minas, entre otros.

Ubicación de Caquetá en Colombia
Figura 1
Ubicación de Caquetá en Colombia

Para comprender la fuerte presencia del conflicto en esta zona, se debe considerar, por una parte, que en esta región tuvo presencia el grupo guerrillero más antiguo del continente (las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia [FARC]); además, la disposición geográfica de la zona, que funcionó de manera estratégica para los grupos guerrilleros ya que pudieron tener más control y se les facilitaba como zona de aprovisionamiento, movilidad y capacidad ofensiva y defensiva.

En el Caquetá, el conflicto armado ha sido un factor central en la configuración socioespacial del departamento y algunas de sus regiones, ya que su ubicación geográfica en la Amazonia, en una zona contigua a la región andina y al Valle del Magdalena, que lo ha convertido en un territorio estratégico en la dinámica del conflicto, pues constituye un corredor militar (Vásquez, 2014, p. 4).

Con esta función, el Caquetá fue un territorio en disputa debido a la presencia no sólo de las guerrillas de las FARC, sino del Estado y, por lo tanto, de los distintos actores que se sumaron a la guerra. A partir de la década de los setenta hasta los inicios del siglo XXI, el Caquetá fue escenario de la guerra entre distintos frentes:

El departamento sería luego el escenario de los ataques militares bajo la presidencia de Julio Cesar Turbay Ayala (1978- 1982) y de las negociaciones fracasadas entre las FARC y los gobiernos de Belisario Betancur (1982-1986) y Andrés Pastrana (1999 y 2002). Finalmente, el departamento sería escenario del mayor intento estatal por derrotar a esta guerrilla en el contexto internacional de lucha contra el terrorismo, enmarcado en la política de Seguridad Democrática del gobierno de Álvaro Uribe (2002-2010) (Vásquez, 2014, p. 8).

El hecho de que en el Caquetá confluyeran alianzas y lealtades entre fuerzas contrarias, provocó grandes afectaciones entre la población civil, ya que la lucha por defender los ideales de dos frentes –quienes desde el discurso buscaban “el beneficio del pueblo”– trajo consigo la deshumanización y la desvalorización de la vida humana. La consecuencia fue que las y los ciudadanos, entre sus iguales, encontraron adversarios.

A tres años de la firma de los Acuerdos de Paz en La Habana, Colombia vive hoy en la época del posconflicto, la etapa en la que se define un camino para el fortalecimiento y la solidificación de la paz, con el fin de evitar una recaída en el conflicto. Un elemento vital en el posconflicto es la construcción de paz, que puede implicar un mayor número de atributos, más allá del cese al fuego, tales como el proceso de desarme, desmovilización y reintegración de excombatientes (DDR), la reconciliación, la atención a población vulnerable, la construcción de memoria y verdad, la justicia transicional y la reparación, la prevención de la violencia y el crimen, la reforma de las Fuerzas Armadas y de Policía, la reconstrucción y el desarrollo económico, la estabilización política y la participación del sector privado, la sociedad civil y la comunidad internacional en todos ellos (Ugarriza, 2012).

Uno de los ejes en el proceso de paz en Colombia, es el Acuerdo sobre las Víctimas, a partir del que se desarrolló el Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y No Repetición,; de allí, derivan instituciones como la Comisión de la Verdad, una entidad del Estado que busca el esclarecimiento de los patrones y causas explicativas del conflicto armado interno que satisfagan el derecho de las víctimas y de la sociedad a la verdad, el reconocimiento de lo sucedido, la convivencia en los territorios y contribuya a sentar las bases para la no repetición, mediante un proceso de participación amplio y plural para la construcción de una paz estable y duradera.

Así mismo, en el año 2011 se creó el Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH), que, cumpliendo con las funciones señaladas en la Ley 1448 y el Decreto Ley 2244, tiene por objeto

la recepción, recuperación, conservación, compilación y análisis de todo el material documental, testimonios orales y por cualquier otro medio, relativo a las violaciones ocurridas con ocasión del conflicto armado interno colombiano, a través de la realización de las investigaciones, actividades museísticas, pedagógicas y otras relacionadas que contribuyan a establecer y esclarecer las causas de tales fenómenos, conocer la verdad y contribuir a evitar en el futuro la repetición de los hechos (Centro Nacional de Memoria Histórica [CNMH], 2011).

La recuperación de la memoria histórica juega un papel vital en la reconstrucción de Paz, específicamente en el punto relacionado al Acuerdo de Víctimas ya que, por medio de la recuperación de historias y narraciones sobre el conflicto armado, es posible conocer múltiples rostros de la realidad y construir una verdad incluyente:

La memoria abre camino, pues la idea de propiciar la narración para sustituir la venganza representa una esperanza y también la fuerza de la memoria histórica. Abre camino para la reparación, para una justicia social plena que incluye la dimensión penal pero incluso va más allá, y para la esperanza de consolidar un país democrático. En palabras de una víctima a quien le asesinaron a su padre: “queremos una memoria para que todos quepamos en este país” (CNMH, 2018).

La recuperación de la memoria histórica ha sido un esfuerzo concretado en la creación del CNMH; además, se han sumado a la causa organizaciones civiles y redes de docentes comprometidos con la reconstrucción de la paz en los departamentos de Colombia. Son las iniciativas locales las que están dando soporte al posconflicto, son las ciudadanas y ciudadanos quienes llevan a la práctica los estatutos establecidos en los Acuerdos de Paz. Como un ejemplo de estas propuestas, se presenta el trabajo del Semillero de Investigación Inti Wayra, una iniciativa gestada dentro de la Universidad de la Amazonia, ubicada en el municipio de Florencia, capital del departamento de Caquetá.

El camino de la reconstrucción de la memoria histórica no ha sido fácil y, para muchos, sobre todo para los sectores implicados en los crímenes y para los negociantes de la guerra, los que se han lucrado de ésta, es mucho más provechoso negar que el conflicto ha existido, y esto ocurre en las esferas gubernamentales actuales, así como desde la misma dirección del CNMH, que, paradójicamente, fue creado con el objetivo preciso de recuperar la memoria desde las víctimas.

La memoria encriptada

Para comprender el proceso de formación de ciudadanía activa en el semillero, es necesario abordar el proceso pedagógico y metodológico desarrollado por Dussan, denominado La memoria encriptada, una propuesta desarrollada desde sus investigaciones de maestría y doctorado (2013-2018), donde comenzó a trabajar desde las narrativas de la memoria con excombatientes de la Corriente de Renovación Socialista, de la Red Nacional de Mujeres Excombatientes de la Insurgencia, con mujeres víctimas de violencia sexual en el marco del conflicto armado y con estudiantes y docentes de la Universidad de la Amazonia.

Es importante comprender que La memoria encriptada es un aporte que hace parte de un largo proceso histórico, político y social en el que se ha buscado la restauración de la paz, en el que Dussán ha participado desde la Corriente de Renovación Socialista, cuando integrantes de la insurgencia decidieron comenzar un Proceso de Paz junto con el Gobierno Nacional en 1994 y, posteriormente, con la Corporación Nuevo Arco Iris, una fundación creada para efectos de la gestión e implementación de los proyectos que resultan de la negociación de dicho proceso (2017-2018).

De esa generación de excombatientes que desde 1994 tomaron el camino de la paz, muchos perdieron la vida en el camino. Dussán es una de las sobrevivientes: “66 compañeros del Proceso de Paz fueron asesinados, 27 han sufrido amenazas, 10 fueron obligados a exiliarse por el peligro para sus vidas, 10 han sido desaparecidos, 11 desplazados de sus territorios y otros más secuestrados y perseguidos” (Dussán, 2019, p. 179). Se ha recorrido un largo camino durante los procesos de Paz, para que hoy en día las nuevas generaciones puedan hablar de una memoria histórica y se puedan contar las historias de las víctimas.

La memoria encriptada puede reconocerse como un resultado de estos esfuerzos. A partir de su propia experiencia, como excombatiente guerrillera y posteriormente como mediadora social y socióloga, Dussán exploró a lo largo de años de investigación la relación entre la memoria y el olvido para la reconfiguración de sí misma, así como la de mujeres identificadas excombatientes y víctimas del conflicto armado. El resultado de estas investigaciones fue integrado en la categoría La Memoria Encriptada; la autora explica que

obedece a un trauma que sufrimos quienes hemos estado en presencia de la guerra, quienes hemos sufrido el dolor por una muerte violenta, quienes hemos estado en presencia de hechos violentos, a quienes no nos es posible recordar por el miedo a sentir dolor (2018, p. 42).

Dussán reconoce, al haber vivido la pérdida de un ser querido, el encriptamiento de la memoria y, ante ello, la alternativa es el olvido:

Sucede algo con nuestra memoria que bloquea ese dolor y lo encripta, lo guarda en lo más profundo, para que no duela ese recuerdo, no es que hallamos tomado la decisión de olvido, solo que no queremos experimentar nuevamente ese dolor (Dussán, 2018, p. 40).

El olvido y el silencio ha representado una manera de sobrevivencia, ya que por mucho tiempo, el contar las historias de la guerra ha traído muerte y amenazas, además del miedo a recordar, miedo al recuerdo del dolor sufrido por una muerte violenta, que lleva en ese no recuerdo al olvido y más cuando se está en la guerra, donde no existe el espacio temporal ni simbólico para guardar ese recuerdo; no hay tiempo para guardar luto, la prioridad es continuar la guerra (Dussán, 2018).

Recordar y rescatar la memoria ha sido una labor vital en la reconstrucción de la Paz, para el reconocimiento de la verdad desde la subjetividad. Desde la recuperación de su propia historia, de la militante ex guerrillera, Dussán enfrentó el olvido y el miedo a recordar, “miedo que hay que enfrentar para desencriptar la memoria, hacerla sujeto y hacer al sujeto memoria, como una memoria dignificante, una memoria en resistencia que se niega a olvidar, una memoria que se dispone a construirse con otros” (Dussán, 2018, p. 189).

Enfoque epistémico

Las bases sobre las que se construyó la categoría de la Memoria Encriptada, parten del enfoque metodológico y pedagógico del IPECAL y la propuesta de Zemelman por construir un pensamiento epistémico. Por pensamiento epistémico, Zemelman se refiere a

Un pensamiento que se entiende como una postura, como una actitud que cada persona es capaz de construirse a sí misma frente a las circunstancias que quiere conocer. No se trata de decir: tengo los conceptos y construyo un discurso cerrado, lleno de significaciones; se trata más bien de partir de la duda previa, anterior a ese discurso cerrado, y formularse la pregunta ¿cómo me puedo colocar yo frente a aquello que quiero conocer? (2005, p. 10)

En este proceso, el pensamiento teórico no es desechado, sino que es tomado para contribuir a recrear lo que la realidad propone; para ello es necesario establecer un punto de referencia que Zemelman y Quintar denominaron la matriz epistémica (2001), una propuesta de construcción de conocimiento desde la experiencia, en la que se articulan antes de los conocimientos teóricos, las categorías, emociones, sensaciones, vivencias y prácticas cotidianas. De este modo, se busca darle espacio a lo no nombrado desde las formas de construcción de conocimiento formal. La matriz epistémica se encuentra organizada por un conjunto de conceptos y/o categorías que están presentes en la forma en que se generan las relaciones con el mundo de la vida: sujeto y subjetividad, experiencia, realidad, historia/historicidad, totalidad y potenciación (Quintar, 2018).

Matriz epistémica
Figura 2
Matriz epistémica
Fuente: Dussán (2018)

Las propuestas de Zemelman y Quintar, han brindado el soporte epistémico para desarrollar una metodología desde La memoria encriptada de Dussan; esta vinculación de propuestas se ha materializado en un modelo de formación para los integrantes del semillero de investigación Inti Wayra, que forma parte de una estrategia de alcance nacional para iniciar a los estudiantes universitarios en la investigación:

Los Semilleros de Investigación en Colombia, son una estrategia pedagógica extracurricular que tiene como finalidad fomentar la cultura investigativa en estudiantes del pregrado que se agrupan para desarrollar actividades que propendan por la formación investigativa, la investigación formativa y el trabajo en red (Departamento Administrativo de Ciencia, Tecnología e Innovación [COLCIENCIAS], 2006).

El semillero Inti Wayra: un modelo de formación

El caso del Semillero Inti Wayra se expone como una muestra de formación para la ciudadanía activa en el marco del postconflicto colombiano, a partir de un espacio que propicia la investigación como un medio para reconfigurar al sujeto, partiendo del reconocimiento de su propia historia, lo que, posteriormente, le lleva a involucrarse de manera activa con su entorno.

El semillero es coordinado por la Dra. Dennis Dussán, socióloga, maestra y doctora en Cultura y Pensamiento Latinoamericano del Instituto de Pensamiento y Cultura de América Latina (IPECAL). Además, es docente de la Universidad de la Amazonia, donde imparte la cátedra de sociología en diversas facultades. Es excombatiente de la insurgencia desde el proceso de paz de 1994; actualmente, es una docente comprometida con la construcción de paz.

Los resultados que aquí se muestran forman parte de una estancia realizada desde la Maestría en Educación para la Ciudadanía, a partir de la que se realizaron observaciones de las actividades del semillero en un diario de campo, se realizaron registros en audio y fotografía; así mismo, se aplicó el método de investigación narrativa, empleando como instrumento, una entrevista a profundidad aplicada a la estudiante Luisa Fernanda Toro Cruz (en adelante denominada como Fernanda Toro).

Fernanda Toro es estudiante del 7º semestre del programa de Derecho en la Universidad de la Amazonía. Fernanda es originaria del municipio de Pitalito, ubicado en el departamento del Huila, tiene 21 años de edad y es la coordinadora estudiantil del semillero. Los semilleros de investigación se involucran con distintos temas y objetivos, de acuerdo al contexto de cada universidad. En el caso del semillero Inti Wayra:

El objetivo central es la recuperación de la Memoria Histórica del Caquetá a través de las historias de las y los jóvenes de la Universidad de la Amazonía, para generar proyectos de investigación y de extensión en pro de los Derechos Humanos y la recuperación del sentido de humanidad a partir de la sensibilización por el dolor de las mujeres y hombres que han sufrido en el Conflicto Armado (Dussán, 2019).

El semillero Inti Wayra, que significa sol y viento en lengua aymara, representa la esencia de las y los jóvenes que integran el semillero, la vida y el dinamismo que transmiten, tanto a la comunidad universitaria como a la sociedad, desde sus iniciativas. Es un equipo de investigación enfocado al tema de la defensa de los Derechos Humanos; está conformado por aproximadamente 30 estudiantes de entre 18 y 24 años de edad.

El semillero nació en el año 2017, a partir de la cátedra de Sociología jurídica que imparte la Dra. Dussán Márquez en el segundo semestre en el programa de Derecho, donde se encontró con la necesidad de enfocar su materia al contexto y la realidad que viven las generaciones de jóvenes en el posconflicto. Con el fin de abordar la estructura de la matriz epistémica y el proceso de formación del semillero, se relacionarán en un proceso paralelo desde el enfoque y la matriz epistémica y la recopilación de las prácticas formativas en las que participan las y los estudiantes que ingresan al semillero relatadas desde la voz de la estudiante Fernanda Toro.

Desde el enfoque epistémico de Zemelman, el análisis de los sujetos y su subjetividad, es el punto de partida, ya que el sujeto social contiene en su experiencia una historicidad. El esfuerzo que se realiza es por recuperar a este sujeto como protagonista y constructor de su propio pensamiento (Dussán, 2018). En la cátedra de sociología jurídica se lleva a cabo un proceso de estudio desde el sujeto y su subjetividad; el trabajo en el aula comienza con la presentación de las y los estudiantes, quienes además responden el cuestionamiento: ¿Se reconoce usted cómo víctima o de alguna manera afectado por el conflicto armado? Este ejercicio de reconocimiento es un punto de partida de relevancia, ya que la cátedra busca relacionar la formación de las y los estudiantes de Derecho desde la realidad del posconflicto, cumpliendo con el enfoque epistémico de colocar al sujeto al centro del análisis.

Al ingresar al semillero, el primer trabajo es construir su propia historia, porque ese es uno de los ejes que tiene la metodología: cómo me reconozco yo para reconocer a la otra persona, entonces desde mi reconocimiento parto para el reconocimiento de los demás.

Desde el pensamiento epistémico, Zemelman plantea la necesidad de construir una relación de conocimiento, a partir del ejercicio de colocarse frente a las circunstancias y observar las realidades políticas, económicas y culturales del entorno sin encerrarla en constructos teóricos. La postura epistémica parte de la propia experiencia, como decía Zemelman en los espacios de los círculos de reflexión en Colombia, en los que participaban los estudiantes de doctorado: “ese es el primer libro que hay que leer, el libro de la propia vida”.

El rescate de la subjetividad y la articulación con la experiencia, permiten leer la realidad de otra manera. Al principio los estudiantes negaban su condición como víctimas del conflicto armado. Para indagar y responder a esta pregunta, la palabra y las narrativas fueron herramientas de gran soporte, ya que se convirtieron en el medio por el cual las y los estudiantes comenzaron a reconocer y compartir sus historias por medio de cartas que posteriormente compartieron en los círculos de palabra, un espacio generado para relatar las historias de las y los estudiantes.

En ese momento encontramos ese boom al contar estas historias en círculos, donde todos nos disponemos a escuchar a la otra persona y a respetar los pensamientos de ésta. En ese momento encontramos que la mayoría éramos, reconociéndome también yo, víctimas del conflicto, de manera directa o indirecta.

En el enfoque epistémico de Zemelman, se propone una concepción dinámica de la realidad social, como un proceso inacabado, “abierto a horizontes potenciales debido a la pluralidad de direcciones posibles en la construcción de la realidad, es decir, a la infinidad finita de caminos que puede seguir el movimiento de la realidad social” (Paredes, 2013, p.245).

Analizar la realidad desde la propia experiencia lleva a comprenderla dentro de una historia; así mismo, le demanda al sujeto a colocarse en un contexto histórico y a adquirir una historicidad. Esto le da a la historia un carácter dinámico, no sólo como un tiempo pasado, desde la sucesión de hechos en los cuales otros dan cuentan la historia de los héroes y los acontecimientos, sino la historia construida desde el sujeto que la vive, que la percibe, que la sufre, que la protagoniza, que la lucha (Dussán, 2018). Es una historia no escrita, pero que al ser recuperada, da cuenta de un pasado compartido:

me di cuenta que no solamente era yo la que vivió la guerra, a la que mataron a su papá, no solamente fui yo a la que desplazaron, no solamente fue mi entorno en el que pasó esto sino que hay un macroentorno en el cual también pasó esto, entonces empecé a entender porque los compañeros de clase actuaban de tal manera, el aislado por que era así, al que llegaba tarde porqué era, al que se la pasaba con la cara de amargado y sobretodo, comenzamos a construir sororidad entre las mujeres.

Al articular el proceso de construcción de conocimiento desde el enfoque epistémico desde la subjetividad, la experiencia propia, la realidad y la historicidad, permite encontrar nuevas formas para que el sujeto se apropie de la realidad (Dussán, 2018), integrando el pasado para dirigir su presente y construir un mejor futuro.

La totalidad articulada implica concebir una temporalidad diacrónica como articulación de pasado (contenido en la memoria y en las determinaciones históricas estructurales) y de futuros (no como programas explícitos sino como posibilidades estructurales y proyectos políticos) en un elusivo presente, único escenario de la acción política. (Retamozo 2015, p. 45)

Este proceso de totalidad es llevado a cabo en el semillero, posterior al reconocimiento de su propia historia y de sus afectaciones en el marco del Postconflicto, cuando los integrantes se van involucrando en los temas y espacios de investigación:

Entonces toman la decisión de entrar a un grupo de investigación que ya esté conformado o crear tu propio grupo de investigación. Investigamos nuestra propia historia, lo que nos ha pasado, somos investigadores de nuestras propias causas.

Actualmente el equipo de investigación está conformado en equipos que abordan distintas problemáticas: mujeres víctimas de violencia sexual, familiares desaparecidos, desplazamiento y retorno de la población a los territorios, niñas, niños y adolescentes, todos estos relacionados al conflicto armado. En cada proyecto se generan diálogos con poblaciones rurales de las veredas del Caquetá, con las que se amplían las preguntas de investigación que se han generado dentro de la cátedra o del semillero, a partir de la cual se gesta y fortalece el propio proceso de investigación, realizando también acompañamiento a procesos sociales.

Fernanda participa como líder en el grupo de investigación sobre mujeres víctimas de violencia sexual en el marco del conflicto armado, que:

Nace por la historia de tres personas: una líder social, una estudiante de sexto semestre y yo, que traigo la historia de vida de una familiar muy cercana, quien también fue víctima en el marco del conflicto armado. La intención es, bueno, si en estos espacios que se empezaron a dar en el semillero Inti Wayra, encontramos mujeres víctimas de violencia sexual en los 50 años que fue la guerra, ¿Por qué no se evidencian los procesos legales de estas víctimas?

El proceso de integración al semillero, lleva a las y los estudiantes a involucrarse desde su subjetividad, así como a dirigir sus intereses profesionales con las necesidades de su entorno. Este resultado forma parte de la potenciación desde el sujeto

que transforma su conciencia y se compromete en la acción para transformar esa realidad. Como sujeto desde su individualidad y desde lo colectivo, colectivo-organizativo para transformar esa realidad. Es decir comprende el problema, hace parte de él y a la vez se relaciona con otros en la problemática en cuestión (Dussán, 2018).

En el grupo de investigación sobre mujeres víctimas de violencia sexual, las estudiantes han identificados las necesidades en la cuestión jurídica, desde la cual generan la pregunta de investigación:

Si Colombia cuenta con un gran marco legislativo que es la Ley 1448, que nos ayuda a contener todo el espacio de víctimas ¿por qué estas mujeres no acceden a la administración de justicia?

El semillero Inti Wayra y la ciudadanía activa

El modelo del semillero de investigación Inti Wayra es una propuesta de formación para la ciudadanía que se gesta desde el posconflicto colombiano. Los efectos de este momento histórico, han dejado huellas en la ciudadanía, menciona Fernanda cómo se percibía antes de entrar al semillero:

Apática a todo, ignoraba todo, la realidad de las calles, de mi pueblo, de mi gente. Mataban a 5, nada pasaba, estaba cerrada en que sólo quería lo mío, estudiar para mí, no importaba si había alguien a mi alrededor y al principio no me reconocía como víctima y no reconocía la muerte violenta de mi papá. Cuando llegué a la universidad yo nunca hablaba de mi papá, si había entornos donde se hablara de familia, yo me iba porque tenía miedo al dolor y ahí siento, como dice la metodología, que encriptaba el dolor a recordarlo.

Las afectaciones sociales del mundo actual, como el posconflicto en Colombia, han marcado la necesidad de comprender el ejercicio de la ciudadanía en una perspectiva más amplia, asumiéndole como un proceso, “resultado de prácticas emergentes y de la articulación de organizaciones nacionales, normas universales, diferencias políticas, culturales, etcétera, que se activan en combinación con culturas políticas particulares en distintas sociedades civiles, y que terminan transformándose en derechos” (Somers 1993, en Heredia y Tamayo, 2018, p. 108).

Para hacer frente a la realidad actual, se considera necesario la formación de una ciudadanía activa, un concepto muy reciente que se define como

una manera de empoderar a los ciudadanos para que sus voces fueran escuchadas en sus comunidades, para que adquirieran una sensación de pertenencia a la misma y apostaran por la sociedad en la que viven y defendieran los valores asociados a la democracia, la igualdad y el entendimiento de diferentes culturas y de diferentes opiniones (Hoskins y Mascherini, 2009, en Heredia y Tamayo, 2018, p. 111).

De acuerdo con Benedicto y Morán (2002) existen dos aspectos a tomar en cuenta en el proceso de construcción de una ciudadanía activa:

a) En las sociedades modernas actuales, cada vez más difíciles de gestionar dado su alto grado de complejidad interna y en las que las necesidades a cubrir se multiplican sin cesar, el lenguaje de los derechos tiene que complementarse con el de las responsabilidades y obligaciones. […]

b)En el entorno valorativo de las sociedades posmaterialistas, los ciudadanos quieren hacer oír su voz sobre todas aquellas cuestiones que les afectan directamente.(p. 6)

Es posible reconocer el proceso de formación desde el pensamiento epistémico del semillero, como un camino para la formación de ciudadanía activa. La estudiante da testimonio del cambio que vivió desde su participación en Inti Wayra:

Antes quería estudiar lo que me iba a dar plata, ahora ya estoy dentro de un margen social. En esta parte entiendo que no debo ignorar, que no debo aislarme de las injusticias que están pasando a mi alrededor y que debo apropiarme de todo lo que estoy haciendo, lo apropio desde lo que estoy estudiando, ahí empiezo a hacer este cambio a nivel de persona, ya me vuelvo más persona porque quiero involucrarme en los conflictos sociales.

El modelo ciudadanía activa es impulsado por la necesidad de promover en las nuevas generaciones una preocupación por resolver los problemas de las sociedades democráticas dándole una nueva perspectiva a la vida cívica (Heredia y Tamayo 2018) para generar caminos de transformación social hacia el futuro, lo cual se logra prestando atención a los fenómenos del presente y las causas que le antecedieron en el pasado. Este efecto se identifica en las proyecciones que plantea Fernanda para su futuro:

Quiero ser una abogada que se especialice en los derechos de las mujeres, y quiero llevar esto mismo a mi condición laboral, quiero ser una investigadora y que se reconozca que si hay mujeres víctimas de violencia sexual y que hay reparación, y trabajar en pro de esto, lo estoy haciendo ahora como estudiante pero tengo muchas metas, quiero hacer una maestría en derecho de las mujeres, estudiar derechos humanos, quiero seguir estudiando pero mi formación va a ser en pro de mi comunidad, quiero que se escuchen esas voces que fueron silenciadas.

Conclusiones

El caso del Semillero Inti Wayra se expone como una muestra de formación para la ciudadanía activa en el marco del postconflicto colombiano.

Desde el quehacer de la investigación, se generan apuestas para reconfigurar al sujeto y cargarlo de sentido, partiendo del reconocimiento de su propia historia, lo cual posteriormente le lleva a involucrarse de manera activa con su entorno.

Las iniciativas realizadas desde el semillero también han permitido a las y los estudiantes que los integran, cumplir distintas metas tanto en el ámbito social como académico, al mostrar los resultados de sus investigaciones en foros académicos locales, nacionales e internacionales.

Tuvimos suerte este año porque ya fuimos ponentes internacionales, estuvimos en Brasil en el II Encuentro de Jóvenes Constructores de Paz y en el XI Congreso del Consejo de Investigadores para la Paz, y quien hace presencia en estos eventos son los jóvenes, en Alemania, España y en México también se han presentado resultados de investigación, llevando todas las voces de las víctimas, de esas voces que están en este momento silenciadas, nosotros somos las voces de quienes silenciaron.

Los resultados generados desde el esfuerzo colectivo del semillero, no sólo ha traído beneficios para su equipo, sino la comunidad universitaria de la institución a la que pertenecen:

Académicamente a nosotros se nos han abierto muchísimas puertas porque por ejemplo desde lo que yo hice que fue participar en el encuentro en Brasil, conformamos una red de Jóvenes Constructores de Paz de toda Latinoamérica y la Universidad de la Amazonía inmersa en esto, entonces esto ha ayudado a crear convenios para la Universidad, también hace poco creamos un convenio en la UNAM para movilidad académica.

La experiencia que comparte el semillero Inti Wayra forma parte de un gran proceso de reconstrucción de la paz en Colombia, de muchos años de lucha para lograr que las voces y las historias de las víctimas puedan ser contadas sin temor, a pesar de ello aún existe el riesgo de ser amedrentado en la labor. Es por ello que su esfuerzo merece gran reconocimiento, ya que desde sus afectaciones han generado nuevas formas de reconocerse, de comunicarse y de asumirse como sujetos y como colectividad.

El trabajo del semillero es un ejercicio de ciudadanía activa gestado desde la experiencia misma, los fundamentos teóricos y epistémicos han fortalecido su trabajo, pero principalmente es el espíritu de rehumanización que han logrado al reconfigurar su pasado, lo que ha permitido construir una nueva ciudadanía, que sigue creciendo desde la cátedra de sociología, motivando a cada estudiante a potencializar su realidad para contribuir a la construcción de un mejor futuro para el Caquetá y para Colombia.

Referencias bibliográficas

Aguilera, R. (2011). La ciudadanía ante la globalización: Nuevos modelos de la ciudadanía postnacional y transcultural. UNED: Revista de Derecho, (8).

Benedicto, J.; y Morán, M. L. (2002). Los significados de la ciudadanía activa. En La construcción de una ciudadanía activa entre los jóvenes. España: INJUVE.

Centro Nacional de Memoria Histórica [CNMH]. (2018), La memoria nos abre camino. Balance metodológico del CNMH para el esclarecimiento histórico. Bogotá: CNMH.

Dussán, M. (2018) El poder del miedo en la reconfiguración de la utopía (Tesis doctoral). Instituto Pensamiento y Cultura en América Latina (IPECAL).

Heredia & Tamayo (2018). “Ciudadanía Activa”. En Conceptos claves en Ciencias Sociales. Universidad de Guadalajara.

Ministerio de Justicia y del Derecho (2011). Decreto 4803 de 2011. República de Colombia.

Ministerio de Salud y Protección Social (2015). Sala situacional de la población víctima del conflicto armado. Colombia.

Quintar, E. (2018). Crítica teórica, crítica histórica: las paradojas del decir y del pensar. Archivos de Ciencias de la Educación, 12(13).

Retamozo, M. (septiembre-diciembre de 2015). La epistemología crítica de Hugo Zemelman: política y metodología (o una metodología política). Estudios políticos (México) (36), 35-61.

Ugarriza, J. E. (2013). La dimensión política del postconflicto: discusiones conceptuales y avances empíricos. Colombia Internacional (77), 141-176.

Vásquez, T. (2014). Caquetá: Análisis de conflictividades y construcción de paz. Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

Zemelman, H. (2005). Voluntad de Conocer. El sujeto y su pensamiento en el paradigma crítico. Barcelona: Anthropos-Unach.

Zemelman, H., & Quintar, E. (2007). “Conversaciones acerca de interculturalidad y conocimiento”. México, D.F.: Instituto Pensamiento y Cultura en América Latina (IPECAL).

Zemelman Merino, H. (2015). Pensamiento y construcción de conocimiento histórico, una exigencia para el hacer futuro. El Ágora USB, 15(2). https://revistas.usb.edu.co/index.php/Agora/article/view/1618

Modelo de publicación sin fines de lucro para conservar la naturaleza académica y abierta de la comunicación científica
HTML generado a partir de XML-JATS4R