ENSAYOS
Filosofía, ciencia y pensamiento. Una mirada al pasado para entender nuestra realidad
Philosophy, science and thought. A look back to understand our reality
Filosofía, ciencia y pensamiento. Una mirada al pasado para entender nuestra realidad
Revista Científica de FAREM-Estelí, núm. 34, 2020
Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua-Managua
Recepción: 03 Abril 2020
Aprobación: 30 Junio 2020
Resumen: El siguiente ensayo analiza primero el rol que desempeña la filosofía: pensamientos de grandes filósofos que aportaron de una u otra manera, pautas a nuestra supervivencia vigente. Segundo, la ciencia: la base principal en la gestión de nuevos conocimientos. Tercero, el pensamiento: una yuxtaposición a la existencia de forma subjetiva u objetiva en el desarrollo del hombre actual y la historia. El estudio fundamenta su tesis en teorías científicas y busca servir de andamiaje para aquellas personas que estudian este tema y su implicación con la realidad presente.
Palabras clave: filosofía, ciencia, pensamiento, realidad.
Abstract: The following essay first discusses the role that philosophy plays: thoughts of great philosophers who contributed in one way or another, guidelines to our current survival. Second, science: the main basis in the management of new knowledge. Third, thought: a juxtaposition to existence subjectively or objectively in the development of today’s man and history. The study bases its thesis on scientific theories and seeks to serve as scaffolding for those who study this topic and its involvement with present reality.
Keywords: philosophy, science, thought, reality.
INTRODUCCIÓN
Los seres humanos han intentado dar soluciones a las problemáticas que el mundo, la sociedad y la cultura les presentan. La necesidad de buscar respuestas a las dificultades, ha llevado al hombre a indagar sobre otras formas de resolver los fenómenos, utilizando diferentes enfoques, los cuales han permitido tomar principios de la filosofía, la ciencia y el pensamiento como base fundamental para enfrentar la realidad actual.
La filosofía, presentada de la mano de grandes intelectuales que impregnaron al hombre con sus magnos pensamientos, los cuales se ven reflejados en las sociedades vigentes. De igual manera, las ciencias, han dado respuesta a muchos fenómenos que dificultan la vida de los seres humanos desde un ámbito científico y han aportado a innumerables avances tecnológicos. En ese sentido, hay que reconocer que el individuo no nació para vivir en la oscuridad, en la pobreza intelectual, en la ignorancia, su mayor deseo es conocer más sobre su razón de ser, en esa búsqueda incesante hacia la verdad. Con base en lo anterior, este escrito tiene la finalidad de analizar diversos aportes de rango significativo proporcionado por filósofos que han hecho historia en el mundo, la ciencia y el pensamiento en el desarrollo humano; y su incidencia en procesos actuales.
DESARROLLO
Producto de las innumerables necesidades que el ser humano ha atravesado durante la historia en la búsqueda de conocer más sobre su razón de ser, nace la filosofía como ciencia; la cual tiene diversas conceptualizaciones, entre ellas:
“Filosofía es el principio de todo principio y primeras causas” (Aristóteles; Grecia clásica)
“Es la ciencia que intenta conocer todo lo divino y lo humano” (Cicerón; Roma antigua)
“Es la ciencia que abarca todas las verdades que surgen de la razón” (Santo Tomás de Aquino; escolástica cristiana)
“Es el estudio que hace el hombre para conducirse bien en la vida” (René Descartes; modernismo francés)
“Es aquello que le sirve al hombre para no dejarse engañar” (Karl Jasper; existencialismo alemán)
“Es el extraordinario preguntarse por lo extraordinario” (Martín Heidegger; existencialismo alemán reciente)
(Martínez, 2016, p.12).
Si se toma la definición de la palabra “filosofía” inspirada por Descartes, se interpreta que esta tiene como fin el proveer al ser humano con los códigos ético-morales necesarios, para construir un entorno que le permita adaptarse a su medio. Indagar sobre este tema es emprender un camino hacia la certeza, la sabiduría, la equidad, es reconocer la realidad de la mano de grandes pensadores: Sócrates, Platón, y Aristóteles. Todos estos profundos intelectuales abogaban por el amor a la verdad, la justicia, la compasión, la empatía, entre otros, elementos esenciales para una vida mejor
Según Shaftesbury, Hutcheson, Hume, Adam Smith “el ser humano es un ser en principio sociable, con sentimientos compasivos hacia sus semejantes fundados en el sentido moral que todos poseemos” (citado en Camps, 2011, p.90)
Así mismo, Platón plantea que la filosofía es la ruta hacia el mundo de las ideas, cosmos verdadero, al encuentro personal con la verdad. Sin embargo, este gran filósofo argumenta que los seres humanos limitan sus conocimientos a lo que observan, a lo que los sentidos le presentan, considerándolos prisioneros de su entendimiento. Platón, siendo un magnifico pensador, considera que el hombre necesita liberarse de las cadenas de la vida para encontrar la autenticidad (De Azcárate, 1981). Sócrates, otro gran filósofo, a quien se conoce a través de los diálogos de Platón: tenía como misión persuadir al hombre a cuidar de su alma; rectitud y moral. Este intelectual afirma que la única manera de encontrar la verdad es cuando el ser humano profundiza dentro de su ser y busca la sabiduría (Samour, 2014). John Locke, filósofo inglés, gran pensador, y uno de los grandes filósofos de la ilustración, defiende la idea que el conocimiento humano es producto de la experiencia. Esta se genera en las realidades que el ser racional atraviesa durante su vida, dando pautas a la creación de ideas, fruto de la percepción del hombre (citado en Barrionuevo, 2005). Se puede observar que estos grandes filósofos ven en las ideas el camino hacia el conocimiento, siempre y cuando estas no se limiten a lo que se observa en el medio, sino que, se relacionen con la realidad de la vida.
Con respecto al primer punto de la tesis de este ensayo, intentar definir la palabra filosofía y sus grandes aportes, tomando como referencia los monumentales pensamientos filosóficos; no es una tarea fácil, dada su complejidad y los múltiples criterios que la rodean. Su polémica crece aún más cuando se relaciona con la ciencia.
“La ciencia es un conocimiento que se fundamenta en la demostración a partir de principios” (Castillo, 2013, p.48). Ander Egg (1974), “considera que la ciencia, es un conjunto de conocimientos racionales, ciertos o probables, obtenidos metódicamente, sistematizados y verificables, que hacen referencia a objetos de una misma naturaleza” (citado en Cabot, 2014, p.552).
Existen muchas clasificaciones relacionadas con las ciencias: las ciencias experimentales y no experimentales, construyéndose cada una con base en principios y criterios. Hay dos maneras de clasificar la ciencia por el lado ontológico: ciencias de la naturaleza y del espíritu. Por el lado gnoseológico, se clasifica: ciencia natural, del hombre y teología natural. En cuanto a criterios metodológicos, se habla de experimentales o no experimentales, deductivas o inductivas. Por último, se divide a las ciencias en formales y fáticas (Gianella, 1995). No cabe duda, que ha sido clasificada de muchas formas desde el pasado hasta nuestros días. Cada clasificación obedece a juicios o realidades que se buscan resaltar.
Karl Popper sostiene que la ciencia no es inductiva enfatizando el carácter hipotético-deductivo de la misma. Es decir, se plantea una hipótesis la cual es probada o refutada. Este científico percibe en los errores una manera de aprender, siempre y cuando se dé lugar a la corrección. Para él, se empieza con supersticiones, problemas, a los cuales se inicia por comprenderlos e intentar resolverlos o simplemente fracasar en el intento (citado por Miller, 1985). Por el contrario, De Gortari (1979) sustenta que la deducción es una forma de obtener discernimientos, construir conjeturas, ya sea con el propósito de generalizar o particularizar una demostración. En cuanto a la sensatez, estos pueden ser particulares o universales, tienen como foco principal expresar el resultado de un experimento o la consecuencia de un razonamiento.
Así mismo, Ruiz (2005) explica que la ciencia está estrechamente relacionada con la obtención de nuevos conocimientos sobre fenómenos que atañen al ser humano y su realidad a través de la investigación (citado en Cabot, 2014). Para lograr la generación de intelecto inéditos, hay elementos fundamentales: la observación, la experimentación, e implementación de hipótesis, argumentaba Galileo (Mardones y Ursua, 1982). De igual manera, Aristóteles desarrolló la lógica como ciencia, la teoría del conocimiento y el sistema inductivo, los cuales no se pueden conducir sin la utilización de los sentidos y el cuestionamiento a todo aquello considerado moral o racional (Mardones y Ursua, 1982).
En relación con el segundo punto de tesis de este ensayo, no hay duda alguna que la ciencia es un componente vital; al igual que la filosofía, en la historia del hombre cuyo papel principal ha sido ayudar a pensar racionalmente y tratar de explicar su existencia desde una perspectiva ética, moral y científica.
Indiscutiblemente, la filosofía tiene íntima relación con la ciencia y con la forma de pensar del ser humano. Por tal razón, el pensamiento se convierte en un agente de cambio en la vida del hombre, pues es ahí donde se paren las grandes ideas que marcan la historia.
Según Izquierdo (2006) el pensamiento es un regalo del ser humano que se expone la realidad a través de su forma de ser e interactuar con el medio. Por ejemplo, Gómez (1986) explica un concepto Socrático muy vital como lo es la mayéutica, la cual tiene el propósito principal instruir al hombre a parir pensamientos que se encuentran dentro de su ser, los cuales por sí solo no pueden ser revelados. La otra manera de conocer el pensar del individuo sería mediante su relacionan con su entorno.
Kelly expone que los seres humanos interpretan su realidad a través de constructos personales, los cuales, son todas aquellas experiencias y conocimientos que el hombre adquiere al interactuar con el medio y su existencia (citado en Pérez y Jimeno, 1988). En la vida, estos se construyen se toman muchas veces desde un pensamiento mezquino, egoísta, hacia las sociedades en desventajas, por aludir un ejemplo, el “Destino Manifiesto”. El Destino Manifiesto, una doctrina que impulsaba la expansión de territorio, adoctrinamiento, politización, culturización, a las comunidades que se consideraban inferiores, enseñanza que hoy ha alcanzado casi a todos los países y se vuelve visible cada día (Marín, 1982).
En este sentido, Froebel explica que la vida se distingue en dos planos “Primero está el plano de la realidad, que representa el reino de la sensación, de lo que oímos, de lo que olemos y vemos. En segundo lugar, está el reino de los símbolos, que es una representación de impulsos y deseos interiores […], en el universo nada carece de significación” (citado en Jara, 2012. p.56).
Si se recapitula brevemente, Kelly y Froebel sustentan que el ser humano construye su pensamiento tomando su propia realidad, con su experiencia individual o colectiva. Se puede decir que el hombre se apropia del entendimiento que tiene a su disposición e intenta generar cambios desde su propio razonamiento o conocimiento. Estas transformaciones no necesariamente son positivas, como es el caso de la doctrina, “Destino Manifiesto”, sino que, muchas veces están inmersos a transiciones que responden a la necesidad o existencia de una determinada sociedad.
Otro ejemplo muy importante para entender como los seres humanos construyen su pensamiento, es el racional. De Gortari (1979) explica que el pensamiento racional puede cambiar cualquier sistema considerado fijo y reflejar los procesos investigados de un modo más exacto y profundo. De la misma manera, se presenta el pensamiento lateral cuya finalidad es generar nuevas ideas de una forma consciente y voluntaria, promover un cambio en apreciar las cosas, partiendo de que se puede llegar a la verdad desde una concepción errónea, quizás buscando pesquisa que no tiene relación alguna con una situación en particular, a diferencia del pensamiento vertical, que enfatiza el uso de la averiguación que está estrechamente relacionada con el problema en cuestión (De Bono, 1970).
De igual importancia, existe una necesidad latente de reformar el pensamiento como consecuencia de la revolución científica-tecnológica y la evolución que el ser humano ha tenido al interactuar con su medio cada vez más inteligente donde el conocimiento se transforma en poder.
Según Pozo (2001) “las teorías científicas han favorecido nuestra comprensión de la realidad y han operado con nociones “simplificadas” que nos han permitido estructurar nuestros conocimientos en función de un reducido número de variables que nos han facilitado la construcción de modelos explicativos de sistemas lineales que nos han “aproximado” a la realidad, una realidad mutilada en su complejidad” (citado en Barberousse, 2008, p.99).
Hasta ahora, en resumen, se puede decir que la filosofía es una puerta a la sabiduría, y su aporte ha sido de mucha significación en la vida de los seres humanos y la actualidad, apoyada por la ciencia, que fundamenta las ideas, los pensamientos, postulados o percepciones en conocimiento científico. Del mismo modo, este ha tenido un papel importante en el hombre, dirige la forma de ver la sustantividad y expresa lo que vemos y sentimos. ¿Pero cómo se involucra: ¿la filosofía, la ciencia y el pensamiento con nuestra realidad actual?
Aunque se ha avanzado significativamente en el mundo, gracias a los grandes aportes filosóficos, la ciencia y el pensamiento, aún hay mucho camino por recorrer en cuanto a nuestra realidad actual. La filosofía desde tiempos remotos ha intentado explicar la verdad, la cual ha sido parte del aforismo del hombre por muchos años. Se puede decir que la existencia no es estática, que permite al individuo la oportunidad de superarse y perfeccionarse cada día. Por aludir un ejemplo personal, como docente, tengo la tarea de inculcar en mis estudiantes la importancia de observar y conocer nuestro entorno en que nos movemos por medio de los sentidos; cuestionar todo aquello que parece veraz, buscar la certeza a través del conocimiento, y promover una cultura de paz en la que todos podamos vivir en armonía y sintonía con la naturaleza.
La realidad no es algo fácil de comprender y a lo largo de los años, el ser humano ha progresado en su manera de apreciar el universo a través de sus experiencias, acontecimientos, intereses y recuerdos. Este progreso, ha conducido al hombre a interpretar la materialidad y alcanzar logros difíciles de imaginar. Por citar un ejemplo, la tecnología, la cual, hoy es capaz de dar explicación a muchos fenómenos que ocurren. Sin embargo, a pesar de las grandes novedades tecnológicas, se puede decir que hoy se contempla a un ser más ausente, desconectado y solitario, interesado únicamente en usar y conocer sobre el mundo tecnológico. La velocidad de la misma, avanza muy rápido y se vuelve inalcanzable. En esta era digital, se aprecia, que la rapidez, ha creado un retroceso en las relaciones humanas. Según Platón, citado anteriormente, es necesario dejar de ser prisioneros de nuestra propia verdad, conocimiento, y emprender nuevos caminos hacia el buen vivir y la constante búsqueda de la felicidad. Cómo individuo, observo que el ser se encuentra agobiado antes los constantes cambios y no encuentran una forma de lidiar con los mismos, colapsando emocionalmente. En estos tiempos modernos, la educación, base fundamental en el desarrollo de la sociedad, desempeña un rol sustancial. La enseñanza necesita combatir toda amenaza proveniente de los que tienen el poder y manipulan la sencillez y consciencia de los pueblos en desventaja. Es crucial estar consciente que se precisa entender la ciencia para evitar repetir la historia o los procesos de sufrimiento y encadenamiento, a los que nuestros países han sido sometidos; y generar el cambio que permita modificar un estado en cuestión, señalaba De Gortari.
Sin embargo, es fundamental aprender adaptarse de manera gradual, progresiva y responsable a los nuevos avances tecnológicos, sobre todo, tener presente que tipo de civilización se desea atesorar a largo plazo. No cabe duda, que los aportes de la ciencia a nuestra realidad actual son significativos, pero es conveniente estar conscientes antes los cambios constantes. En este sentido, el pensamiento lateral manifiesta que es necesario romper con los paradigmas que han segado al ser humano en la forma de estimar los asuntos que impiden discordar nuevas alternativas. Asimismo, el racional motiva a encontrar una lógica sistemática de percibir las cosas, retándonos a ir más allá de lo que se considera el mundo inteligible.
Un ejemplo claro de lo que todavía es nuestra realidad actual es la “Alegoría de la caverna”, un pensamiento Platónico. En la alegoría, Platón expresa la situación en la que se encuentra el ser humano en relación con el conocimiento de manera metafórica. Él explica dos conceptos fundamentales: el mundo sensible y el inteligible. Este describe a un conjunto de hombres que se encuentran en una cueva, sin poder moverse, presos desde su nacimiento. Esta caverna cuenta con una muralla, un pasillo, y una hoguera. Lo único que ellos pueden contemplar es la luz que emite la fogarata sobre el muro. Todo lo que conocen como verdad, es la representación de los objetos que emana la luz de la fogata y aquello que perciben a través de los sentidos (Delgado, 2014).
Ocurre que uno de estos hombres determina escapar. Al llegar afuera, se encuentra con una realidad diferente en el mundo exterior (inteligible). El prisionero, pensando en la idea de Bien, decide volver al interior de la cueva con el fin de liberar a sus amigos. Al verlo, los compañeros de celda se burlan de él, pues lo ven segado por la luz del sol a la oscuridad, se sienten tan intimidados que piensan en matarlo, aun cuando él solamente desea desatarlos y liberarlos de lo que consideran verdad. En el intento del hombre por llevar al grupo de prisioneros a conocer sobre otra autenticidad, se convierte tristemente en la excusa para que ellos intenten asesinar al individuo en el momento que se dé la oportunidad. A como se aprecia en la alegoría de la caverna, la validez del cosmos en el pensamiento del ser humano puede ser apreciada de muchas maneras.
La alegoría de la caverna, en particular simboliza hasta cierto punto nuestra realidad en diferentes ámbitos. Primero, el mundo perfecto de las ideas, un cosmos de la sinceridad, ocurre cuando las personas con un alto intelecto intentan coadyuvar con el fin de generar cambios en el planeta que les rodea, por lo contrario, la idea de ayudar es vista por otros notables como una amenaza, quienes prefieren vivir en su ignorancia, en un universo sensible, el baúl de la opinión por el simplemente miedo de no enfrentar su verdad. Segundo, desde una perspectiva ontológica, los prisioneros representan a los seres humanos, nosotros, intentando ser felices dentro de nuestro desconocimiento, negándonos a conocer otra afirmación o existencia. Tercero, el ser libre manifiesta en los reclusos, el sufrimiento que puede causar abandonar lo que se conoce por finalidad a un hecho. Finalmente, el prisionero liberado toma el papel de aquel gran filósofo, ese magnífico hombre de ciencia y magnánimo pensador, que solo busca liberar a sus compañeros de las ataduras de la inopia, de aquello que encarna la pureza, de eso que únicamente existe en su pensamiento.
En este mismo sentido, en el racionalismo filosófico, Marx sostiene que el ser humano es incapaz de polemizar la historia y la lógica del mundo que le rodea, aludiendo que el hombre plantea únicamente soluciones a los problemas que él mismo crea. Este autor argumenta que es necesario ver la historia como un hecho que tiene valor entre las conexiones pasadas y futuras, dudando que se vive en un mundo justo que mejora progresivamente. Engels asevera que la historia está compuesta de hechos conscientes o inconscientes, con fines objetivos o subjetivos sobre las leyes y comportamientos relacionados al trabajo y la producción, que rigen al ser humano, aun cuando las mismas carecen de sentido para las sociedades (citados por Boron, Amadeo, González, 2006). Inevitablemente, las sociedades actuales viven en un sistema social que misteriosamente dicta las leyes de como la familia debe ser estructurada, la educación que los niños deben de recibir, irónicamente hablando, como se debe vestir o bailar en la colectividad vigente. Desafortunadamente, el sistema en el que se vive tiende a rechazar o reforzar los patrones de comportamiento que día a día se imponen, evitando que el hombre sea capaz de crear una consciencia humana y soslayar ser preso de las ilusiones vendidas por los que tienen el poder.
CONCLUSIÓN
En resumen, este ensayo examinó los grandes pensamientos filosóficos, la filosofía vista desde la ciencia, base para llegar al conocimiento científico, el pensamiento, y nuestra realidad actual. Es inaudito observar como la ciencia y la filosofía se estrechan entre si durante el marco histórico, dando a luz a grandes avances que el mundo actual goza, la evolución de las ideas y magnos descubrimientos. No obstante, es vital que el ser humano entienda su realidad partiendo de la ciencia, como un primer encuentro a su existencia, basado en mediaciones científicas y aportaciones de la ciencia que permitan realizar cambios sostenibles en el tiempo, de manera que estas generen un nuevo ser desde una perspectiva antropológica y humanista. En este sentido, no se puede infravalorar la filosofía, sino tomar esos grandes pensamientos como tesoros dignos a ser parte de la reflexión, que conducirá a los cambios que la humanidad tanta anhela y busca. Finalmente, en el escrito se ilustró que la vida no es fácil, que la subsistencia tiene sentido si se es justo, que se educa con el fin de encajar en un modelo establecido, que se puede alcanzar la cognición después de muchos intentos, que no hay verdadera inteligencia si se vive en una existencia determinada o en movimiento, que se debe dictaminar los problemas de manera creativa; y resolver incertidumbres si se rompen esquemas.
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