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Internacionalismo en Cuba hoy: una mirada holística
Política Internacional, vol. 3, núm. 3, pp. 97-108, 2021
Instituto Superior de Relaciones Internacionales "Raúl Roa García"

DIPLOMACIA CUBANA

Política Internacional
Instituto Superior de Relaciones Internacionales "Raúl Roa García", Cuba
ISSN: 1810-9330
ISSN-e: 2707-7330
Periodicidad: Trimestral
vol. 3, núm. 3, 2021

Recepción: 13 Enero 2021

Aprobación: 17 Marzo 2021

Resumen: La participación de cubanos formando parte de contingentes militares en los procesos de liberación de los pueblos, o prestando servicios de salud y educación evidencia la existencia de cultura y vocación internacionalista entre amplios sectores de la sociedad, la que se mantiene aun cuando ha cambiado el contexto geopolítico que diera origen a su existencia. Hoy lo que para muchos es una práctica casi desconocida o en el mejor de los casos pasada de moda, para Cuba el internacionalismo y la solidaridad son gestos cotidianos hacia los más necesitados de cualquier parte del planeta. El tema de las misiones cubanas ha sido mostrado con relativa baja intensidad en la historiografía internacional y en los medios de comunicación que apuestan con intencionalidad en que el tiempo liquide y hasta borre acontecimientos que cambiaron rumbos y modificaron la geopolítica del África austral. El objetivo central de esta contribución es reflexionar sobre la significación del internacionalismo como valor, legado y vigencia en la sociedad.

Palabras clave: internacionalismo, vocación, participación, cultura.

Abstract: The participation of Cubans as part of military contingents in the processes of liberation of the peoples, or giving help of health and education evidences the existence of culture and internationalist vocation among ample sectors of the society, the one that keeps on even though has changed the geopolitical context that origin open into his existence. Today, what is for many almost and unknown practice or in the best of cases old-fashioned, for Cuba internationalism and solidarity are quotidian facial expressions toward the neediest ones belonging to any part of the planet. The theme of missions has been Cubans shown with relative fall intensity in international historiography and in the midways of communication that they bet with intentionality in that he settle the time and even erase events that they changed walks and they modified the geopolitics of the austral Africa. The central objective of this contribution is to reflect on the significance of internationalism like value, legacy and validity in the society.

Keywords: internationalism, vocation, participation, culture.


Fig. 1
Cubanos en misión internacionalista en Angola

INTRODUCCIÓN

El internacionalismo es un valor que ha estado presente en el actuar de múltiples generaciones, clases y grupos sociales y ha formado parte de políticas de estados a escala planetaria en diferentes momentos. No es objetivo adentrarnos en los fundamentos epistemológicos en que se sustenta, incluso ni acercarnos a una definición; ahora sí, queremos dejar sentado que, quienes escriben lo asumen como un valor que expresa el sentido más alto del altruismo, la solidaridad, el humanismo y la cooperación internacional entre los pueblos, siendo una categoría en constante evolución, que se regenera según el contexto y el momento histórico.

Quien lea se enfrenta a un texto subdividido en varios epígrafes poco extensos, que llevarán el hilo de la lectura a través de un conjunto de interrogantes que los autores proponen sobre el tema en la actualidad. El objetivo es propiciar un mayor conocimiento sobre el significado que tiene el internacionalismo para los cubanos y defender la tesis de que es un valor y constituye un paradigma en la política exterior cubana, asumida desde los primeros tiempos de la etapa revolucionaria y como parte de la memoria histórica de la nación.

Con respuestas a preguntas como las que aparecen a continuación permiten introducirnos en el texto: ¿Se mantiene el internacionalismo en la actualidad?

¿Qué o cuáles manifestaciones le son consustanciales en nuestros días? ¿Será que es un fenómeno de décadas pasadas? El lector puede tener sus propias respuestas, pero las que compartimos aquí pueden servirle de guía para obtener más información y construir el nuevo conocimiento.

Un objetivo específico del trabajo es propiciar claridad sobre el humanismo, el altruismo y la proeza propia del ciudadano cubano y especialmente, la justeza del internacionalismo; a la vez, dar crédito de la legitimidad de ese suceso sociopolítico vivido —desarrollado— por la sociedad.

Se exponen algunas citas de autoridades en el tema y a pie de páginas emergen referencias y notas complementarias con el objetivo de esclarecer, confirmar y orientar, todo con la propuesta de que cada cual haga sus propias conclusiones. Si el lector toma partido, hace su propio razonamiento, crea juicio crítico, diverge, si se propone una polémica, entonces se habrá cumplido el objetivo.

DESARROLLO

Internacionalismo hasta el día de hoy

La participación de cubanos formando parte de grandes contingentes militares en algunos casos y en otros de forma limitada en los procesos de liberación de los pueblos de África o en América Latina, o también prestando servicios de salud, deporte, especialistas y técnicos en diversas ramas de la economía y educadores, evidencia la existencia entre amplios sectores de la sociedad cubana de una marcada cultura y vocación internacionalista, la que se mantiene en el tiempo, aun cuando ha cambiado el entorno geopolítico, socio-económico y en general las condiciones que le dieran origen a su existencia; momento en que las entonces condiciones favorecedoras de las misiones militares, las cuales hemos denominado en nuestra investigación como internacionalismo combatiente1 han cedido paso a la Batalla de Ideas2 en el marco de un complejo proceso que se vive en América Latina; de integración de las izquierdas por un lado y de ofensiva hegemónica de una derecha supra nacional por otro; esta última, téngase en cuenta, dueña del potencial mediático mundial y que lo emplea con toda sus fuerzas e inteligencia contra el más mínimo atisbo de democracia participativa y reivindicación de los movimientos sociales.

En el primer cuarto del siglo XXI, en un contexto histórico y sociopolítico diferente al existente en las décadas de los 60 a los 90 del siglo pasado, el comportamiento de la sociedad civil3 en Cuba ante el internacionalismo demuestra una conexión de ese suceso sociopolítico vivido en décadas pasadas con el proceso que se desarrolla en la actualidad, el que difiere de los métodos y formas de entonces, cuando lo más visible era la participación de contingentes militares, contrastante con la colaboración cubana actual en sectores diversos, cuyo paradigma son la presencia de destacamentos de educadores y en especial de colaboradores médicos que asisten a otras naciones y pueblos ante desastres naturales y epidemias o, para complementar planes de salud de gobiernos progresistas.

El internacionalismo más allá de África

¿Y el internacionalismo de los cubanos terminó con la epopeya en Angola? Pues no, no concluyó en 1991 y eso también es conocido por buena parte de la humanidad. Hoy lo que para muchos es una práctica casi desconocida en el mundo, o en el mejor de los casos, pasada de moda, en Cuba el internacionalismo y la solidaridad son gestos cotidianos y ya históricos hacia los más necesitados de cualquier rincón del planeta. Se trata de una práctica que marcha en sentido contrario a la política de bloqueo aplicada durante décadas por Washington contra este pequeño país caribeño.

Una muestra de que este valor ha continuado siendo un principio en las relaciones cubanas con los demás pueblos, fue el programa de atención a los niños afectados por las consecuencias de la catástrofe de la Central nuclear de Chernóbil,4

Que entre 1990 y 2016 más de 26 000 personas afectadas, en especial niños, fueron asistidas en la Isla como parte de una voluntad política colosal, sin comparación en el mundo, porque fuimos el único país que organizó un programa integral de salud, masivo y gratuito para la atención de las herencias dolorosas de Chernóbil (Rodríguez, Y., 2018: 3).

Otro de los ejemplos ha sido la participación en el Programa Especial para la Seguridad Alimentaria de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO). Asimismo, dentro del intercambio internacional la Isla promueve el apoyo a terceros países mediante proyectos de cooperación triangulares5 o cooperación Norte-Sur, dirigido a las naciones en vías de desarrollo con menores recursos.

En Cuba existe una vocación histórica y política por la integración latinoamericana y caribeña, que se entronca y ha tenido continuidad en la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP). En este contexto surge un programa muy humano, y ya bien conocido llamado Misión Milagro. La idea parte de los comandantes Fidel Castro Ruz y Hugo Chávez Frías y que, con especialistas cubanos en la rama de la Oftalmología y recursos financieros de varias naciones, ha salvado o mejorado la visión a millares de ciudadanos, especialmente personas de bajos ingresos de todo el subcontinente latinoamericano y el amplio Caribe.

Otro es el apoyo al sistema de misiones sociales en Venezuela, del que se destaca el denominado ‘Barrio Adentro Deportivo,’ para promover la masificación del deporte, la cultura física inclusiva y la rehabilitación por discapacidades y ‘Yo sí Puedo’, que ha permitido alfabetizar a miles de personas.

Pero la solidaridad de los cubanos no se expresa solo hacia el llamado Tercer Mundo, así lo demuestra el surgimiento del Contingente Internacional de Médicos Especializados en Situaciones de Desastres y Graves Epidemias Henry Reeve6 creado para socorrer a las víctimas en EE.UU., cuando el huracán Katrina provocó un desastre en Nueva Orleans en agosto de 2005; desde entonces, médicos cubanos, nucleados en diversas brigadas han llegado a sitios tan lejanos y remotos como Pakistán e Indonesia o a socorrer por uno u otro desastre a los haitianos y centroamericanos. Muchos se asombraron con la inmediatez de la respuesta cubana en febrero del 2010 cuando el terremoto en Chile; a solo ocho horas del suceso ya dos naves de Cubana de Aviación volaban rumbo sur con los médicos y equipos a bordo, que fueron los primeros en llegar y los últimos en salir de aquella nación.

En los años 2014 y 2015 se produjo un brote con características de epidemia del Ébola, virus altamente letal y contagioso que afectó a países de África occidental. Una brigada médica del contingente Henry Reeve acudió finalizando el año a Sierra Leona, Liberia y Guinea Conakry a combatir la mortífera enfermedad; y solo partieron de regreso a Cuba cuando la crisis sanitaria fue controlada.

Más reciente está la ayuda de un destacamento de rescate y salvamento de la mayor de las Antillas que asistió a damnificados como consecuencia del terremoto de Ecuador, ocurrido el 16 de abril de 2016, y que trabajara intensamente por diez días en zonas costeras del noroccidente del país. Junto a galenos de aquella nación estuvieron médicos y enfermeros atendiendo a personas lesionadas, en jornadas extensas y a riesgo de sus propias vidas.

En 2018 médicos y especialistas del sector de la salud cubanos que prestaban servicios en Guatemala desde 20 años atrás, acudieron a ayudar a afectados por la erupción del volcán de fuego. Para entonces en esta nación centroamericana existían más de 400 cooperantes de salud entre médicos, enfermeras y personal de apoyo. En Escuintla, lugar donde se encuentra la llamada aldea El Rodeo, zona de mayor desastre, había 11 brigadistas del Programa Integral de Salud (PIS) y 13 de la Misión Milagro. Todos se pusieron aquella noche del domingo 3 de junio al servicio de los heridos.


Fig. 2.
Médicos cubanos en Haití

Especial mención merece la participación de cientos de galenos, enfermeros y otros especialistas, que han prestado su ayuda humanitaria en la lucha contra la Covd-19 en países de América Latina, África e incluso Europa, en momentos en que la crisis económica que vive el mundo nos afecta por igual, a lo que se suman las presiones del vecino del norte, que arrecia el bloqueo como nunca, unido a una amplia campaña en busca de desacreditar a los médicos cubanos y su humana y solidaria tarea.

Las misiones de salud cubana tienen el reconocimiento de muchos en el mundo, lo cual se demuestra en la campaña lanzada el 28 de abril del 2020 por las asociaciones Cuba-Linda y Francia, las que propusieron la nominación de la brigada médica Henry Reeve para el premio Nobel de la Paz 2021, motivo que toma cuerpo en la voluntad de personalidades del mundo científico, político e intelectual, según lo manifestó el portal web del reconocido lingüista, politólogo y activista estadounidense, Noam Chomsky. “Cuba es el único país que ha demostrado un genuino internacionalismo durante esta crisis de coronavirus” (Binnur, B., 2020).

En cada frente de participación los cooperantes se alejan de su patria y familia para enfrentarse a otra cultura y múltiples riesgos, que son asumidos con un especial sentido de solidaridad; sus objetivos no son la búsqueda de pingües ganancias o el merecido reconocimiento social, que sin dudas lo tienen, es algo superior que mueve a los nacidos en esta tierra de cumplir consigo mismo; es una actitud altruista superior que se vincula con aptitudes, actitudes y sensibilidad humana.

Lo que se narra son solo una ínfima parte de las tantas expresiones de la solidaridad del pueblo cubano; es verdad, en su cumplimiento está presente la voluntad política del Estado y Gobierno de la nación, pero su materialización descansa, se sustenta, en la decisión voluntaria de la persona, hombre y mujer, la participación de los ciudadanos que legitiman esa voluntad política. Para quien indague sobre este tema en los medios de comunicación, especialmente los alternativos y redes sociales, encontrará múltiples ejemplos de la decisión de hacer realidad la máxima martiana de que ‘Patria es humanidad’.

Cuba recibe beneficios por la prestación de algunos servicios

¿Se considera internacionalismo o solidaridad una actividad que lleva remuneración? ¿Es el mismo internacionalismo de décadas pasadas? Cuba, un país pequeño, de escasos recursos naturales y que por voluntad política del Estado ha desarrollado su capital humano, a la par que ha brindado oportunidad de participación real y desarrollo intelectual a sus ciudadanos, hoy tiene en la exportación de servicios especializados una de sus fuentes económicas fundamentales.

Con relación a la prestación de servicios médicos compensados, se trata de una iniciativa que, lamentablemente, ha tenido lecturas mal intencionadas en medios de prensa internacionales y sectores reaccionarios que mueven o crean estados de opinión desde las redes sociales, las que buscan desvirtuar la realidad de la solidaridad cubana, especialmente en materia de salud y educación.

Lo que se pretende ocultar es que si hoy Cuba recibe ingresos no es por las tarifas que impone, sino por la presencia de 64 362 especialistas en 191 países,7 muchos de ellos sin costo alguno. […] la colaboración cubana con otros pueblos no es el resultado de esfuerzos individuales, sino que debe entenderse como una política defendida por el Estado cubano durante más de 50 años, […] Cuba ha desarrollado una colaboración con otros pueblos basada en brindar servicios de alta calidad y bajo costo, compensando parte de los gastos en la misma medida en que los ingresos no entren en conflicto con los principios de la más profunda solidaridad. […]

La motivación esencial que ha llevado a miles de nuestros médicos y maestros a trabajar voluntariamente alejados de su familia y en muy difíciles condiciones, salvando vidas o enseñando a miles de kilómetros de su patria, es la convicción de que nada hay más importante que la vida y la dignidad del ser humano. El valor de esos principios no tiene una expresión monetaria (Rodríguez, J. L., 2014).

Un programa humanista, bien conocido, de exportación de servicios médicos por especialistas cubanos fue el desarrollado en la República Federativa de Brasil denominado ‘Mais Médicos pra o Brasil’ (Más Médicos para Brasil) que surge en agosto de 2013; entonces Dilma Rousseff era la presidenta de esa nación. Su noble propósito fue el de garantizar atención médica a un amplio sector poblacional brasilero y tiene sus bases en el principio de cobertura sanitaria universal que promueve la Organización Mundial de Salud (OMS). La participación cubana se hizo bajo los auspicios de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

La colaboración se interrumpe el 14 de noviembre de 2018 debido a los rumbos tomados por la clase política que asume el control del país luego de los sufragios de octubre de ese año y la elección del ultraderechista Jair Bolsonaro como su presidente. Según datos del Ministerio de Salud Pública cubano (MINSAP), durante cinco años de trabajo:

Cerca de 20 mil colaboradores cubanos ofrecieron atención médica a 113 millones 359 mil pacientes, en más de 3 mil 600 municipios, consiguiendo atender un universo de hasta 60 millones de brasileiros, siendo los cubanos el 88 % de todos los médicos participantes en el programa8. Más de 700 municipios tuvieron un médico por primera vez en la historia con este programa (MINSAP, 2018).

El trabajo de los médicos cubanos en lugares de pobreza extrema, en favelas de Río de Janeiro, São Paulo y Salvador de Bahía, en los 34 Distritos especiales indígenas, especialmente en la Amazonía, fue ampliamente reconocido por diferentes instancias gobernantes; gobiernos federales, estaduales y municipales de ese país y especialmente por su población, que le otorgó 95% de aceptación, según un estudio encargado por el Ministerio de Salud de Brasil a la Universidad Federal de Minas Gerais.

Una visión desde otra latitud

¿Qué lectura tiene el internacionalismo cubano actual desde otras latitudes? Existen múltiples interpretaciones y valoraciones de estudiosos, escritores y políticos, que compromete a toda o una importante parte de la sociedad civil cubana; muchas, hay que reconocer, son detractoras, pero indudablemente hay una opinión de reconocimiento. Una de ellas es la del antropólogo José A. Monje9 cuando considera que:

El internacionalismo cubano es el mejor ejemplo de la cooperación Sur–Sur, con una propuesta distinta de desarrollo sostenible construida desde la misma experiencia de pobreza. […] no olvidemos que Cuba, país solidario con grandes capacidades para aportar mucho al resto de países, es también un país en vías de desarrollo, con una serie de problemas económicos.

[…] a través del internacionalismo, Cuba plantea su solidaridad con el mundo desde una nueva perspectiva de lucha y acción. Consistente con este enfoque, hace ya varios años se ha abierto desde la Isla un frente distinto de trabajo: la batalla de las ideas. Y es en este marco en el que actualmente se plantea la cooperación internacional cubana, teniendo como punta de lanza en esta batalla al internacionalismo médico (Monje, J. A., 2011: 139-163).

Relacionados con la colaboración en materia de salud que presta Cuba a otras naciones John M. Kirk10 plantea:

El internacionalismo médico no es un fenómeno reciente, se le puede rastrear en el pasado hasta 1960, cuando la primera delegación médica cubana voló a Chile luego de un gran terremoto en esa nación. […] existen tres etapas básicas del internacionalismo médico cubano: los primeros años del proceso revolucionario (cuya mejor ejemplificación es el envío de las citadas misiones a Chile y Argelia), los años de mediados del decenio 1970-1979 (cuando el país, apoyado por la Unión Soviética y las naciones socialistas de Europa, desarrolló un programa particularmente fuerte de colaboración en el África subsahariana), y, por último, el período que comenzó en 1990 tras el accidente del reactor nuclear ocurrido en Chernóbil, en 1986. Esto fue seguido por un gran incremento de la cooperación médica a fines de esa década, en lo fundamental en América Latina y el Caribe, luego de los estragos causados por los huracanes George, en Haití, y Mitch, en Centroamérica. […] el exitoso programa de internacionalismo médico ha fortalecido también, a lo largo de los años, el orgullo y sentido de identidad nacional (Kirk, J. M., 2012: 84-91).


Fig. 3
Históricos lazos de amistad e internacionalismo de Cuba con Angola.

En referencia al ejemplo que para la humanidad significa la misión cubana en Angola (1975-1991), y como máximo exponente de las misiones que, por varias décadas la nación caribeña desarrollara en África, el profesor Isaac Sarney11 se refiere en los términos siguientes:

El papel de Cuba en Angola ilustra la división entre los que luchan por las causas de la libertad, liberación y justicia, para repeler a los invasores y colonialistas, y los que luchan contra las causas injustas, quienes hacen la guerra para ocupar, colonizar y oprimir (Sarney, I., 2015).

Este mismo autor expresa una idea similar cuando se refiere al significado y ejemplo que para las generaciones presentes y futuras tienen las misiones desarrolladas por Cuba en el continente africano, ya bien militares para defender a un estado amigo amenazado o agredido por potencias foráneas, o cuando es convocado para combatir enfermedades y epidemias y enseñar a leer y a escribir cientos de miles de personas:

Misiones internacionalistas de la Isla en África son un profundo desafío para aquellos que argumentan que las relaciones entre naciones y los pueblos del mundo, son –y solo pueden ser– determinadas por el interés personal y la búsqueda de poder y riqueza. Cuba ofrece ejemplo de que es posible construir relaciones basadas en genuinas solidaridad y amor social. La demostración de la alternativa que permita a la gente realizar sus aspiraciones más profundas y que otro mundo es posible (Sarney, I., 2015).

Conclusiva son las posiciones del politólogo italo-norteamericano Piero Gleijeses12 cuando, al valorar la política exterior cubana, dice a la prensa:

Yo no conozco a ningún otro país para el cual el altruismo haya sido un componente tan clave de su política exterior. Yo no conozco a ningún otro país más que Cuba que por tantos años, contra vientos y mareas, haya demostrado tanta generosidad y valentía en su política exterior (López, E., 2008).

Estudios del internacionalismo en Cuba

¿Existe estudio en la mayor de las Antillas sobre este tema? ¿Cuál es la forma de abordarlo? ¿Quién se encarga de que las nuevas generaciones lo conozcan?

En Cuba a lo interno estos autores identifican tres líneas de investigación sobre el desarrollo del internacionalismo, significando que en ellas predomina el carácter histórico; un primer grupo está conformado por lo que pudiera llamarse literatura de campaña, donde prima lo testimonial, anecdótico y las narraciones personales a partir de las experiencias de combatientes y colaboradores que han participado en diferentes gestas.

El segundo grupo tiene un mayor componente investigativo y académico y expone los hechos, igualmente históricos, develando detalles de las conexiones políticas y los análisis de las posturas de los estados involucrados en los conflictos y el cumplimiento de las misiones. Este grupo está encabezado por el historiador y politólogo ítalo-norteamericano Piero Gleijeses y del lado cubano el Comandante en Jefe Fidel Castro y el compañero Jorge Risquet Valdés, entre otros. En ambos grupos aparecen igualmente varios audiovisuales.

El tercer grupo es una línea de trabajo dedicada al cine y la televisión con mensajes y un presupuesto estético específico, que ha tenido reconocido impacto directo en la cultura, y ha sido capaz de generar matrices de opinión entre amplios sectores poblacionales. Entre estos aparece la documentalista Estela Bravo con varios trabajos que revelan la participación cubana en misiones internacionalistas, como Una bella misión, 1982; Después de la batalla, 1991 y Cuba-Sudáfrica, después de la batalla, 2007. También destacan la cineasta Jihan El Tahri de origen egipcio con el documental de 2008 titulado ‘Cuba: una odisea africana’, una obra bien documentada y de amplia investigación, y el periodista y reportero de guerra Milton Díaz Cánter con varios documentales.

En trabajos para la TV se pueden citar a Jorge Fuentes con la serie ‘La gran rebelión’ de 1979 y ‘Cabinda’ de 1985 y la más recordada por su lenguaje y buena factura la teleserie ‘Algo más que soñar’, del director Eduardo Moya, de 1986.

Para el cine son conocidas cinco producciones, la primera ‘Cabinda’, de Jorge Fuentes de 1989; las más populares ‘Caravana’, 1990 y ‘Kangamba’, 2008, ambas del cineasta cubano Rogelio París; y ‘Sumbe’, del 2011, de Eduardo Moya. La más reciente ‘La emboscada’ de 2015 fue dirigida por Jorge Gil.

CONCLUSIONES

A manera de conclusión, una última interrogante, ¿por qué no se conoce mejor en el mundo la epopeya internacionalista cubana?

Partiendo del referente semántico acerca de epopeya, estos autores consideran que la misión cubana en África, y en especial la desarrollada en Angola, constituye una epopeya, a partir de considerar que la presencia en la tierra de Agostinho Neto constituyó un proceso sociopolítico, por demás de especial connotación, al tener en cuenta su duración, la gran participación de ciudadanos de nuestro país, angolanos y de otras naciones, la disposición de millonarios recursos en logística y material de guerra y haber generado un amplio debate internacional, logrando por un lado apoyo y defensa y por el otro, crítica y conjura, posiciones manifestadas por líderes políticos de disímiles naciones en diversas tribunas y foros internacionales, además ser ampliamente abordado por los medios de prensa de todo tipo y por la opinión pública en buena parte del mundo.

Ya han pasado 30 años de la culminación de la participación internacionalista cubana, que junto a los angolanos conquistó en el terreno militar y político el derecho a exigir la salida de Sudáfrica del suelo de Angola y Namibia.

Se cumplió lo dispuesto en la Resolución 435/78 del Consejo de Seguridad de la ONU para la independencia de Namibia. Con el fortalecimiento de la soberanía de Angola se fueron creando las bases para que el país alcanzara de forma gradual la estabilidad de la sociedad y su economía. El apartheid, con su carga de odio y el mito de la superioridad racial, se derrumbó, dando paso al proceso democratizador de la nación sudafricana.

Hoy no sería posible la existencia de Sudáfrica dirigida por el Congreso Nacional Africano (ANC) y haber contado con Nelson Mandela como el primer presidente negro, con lo cual inició la etapa del cambio en su país, sin la derrota en el campo militar del régimen racista.

Lamentablemente desaparecieron el campo socialista del Este europeo y la URSS, y como resultante de ese desbalance emerge la unipolaridad en la geopolítica global, que impone las recetas del modelo de globalización neoliberal y hasta se promulga la teoría del ‘fin de la historia’13 con la consabida pérdida de la identidad nacionales, el desconocimiento de la historia de localidades, naciones y de regiones enteras.

El tema de la victoria en Angola de los combatientes internacionalistas cubanos, conjuntamente con los soldados de aquella nación, ha sido mostrado con relativa baja intensidad en la historiografía internacional y en los medios de comunicación globalizados. Se apuesta con marcada intencionalidad en que el tiempo se encargue de disolver, liquidar y hasta borrar los acontecimientos que cambiaron rumbos, marcaron pautas y modificaron la geopolítica del África austral. Este accionar de la llamada clase dominante y/o hegemónica tiene el objetivo de entronizar su enfoque propio de la historia, como visión verdadera y única del desarrollo social. Más claro, el desconocimiento que tiene hoy la humanidad de esta hermosa gesta de nuestro pueblo pasa por el interés de los dueños de los grandes medios de comunicación, a los que no les conviene que estos procesos se conozcan.

En este complejo contexto se hace imperioso rescatar, divulgar y hacer perdurable en el tiempo las tradiciones, la cultura política y esencialmente la memoria histórica de la nación cubana.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Acanda, J.L. (1996, abril-junio). Sociedad Civil y hegemonía. Revista Temas, (6), pp.91-93. La Habana.

Binnur, B. (2020). Campaña que busca un nobel para médicos cubanos gana respaldo en EE.UU. Recuperado de www.aa.com.tr

Kirk, J.M. (2012, julio-septiembre). El internacionalismo médico de Cuba: ¿dónde está el secreto? Revista Temas, (71), pp. 84-91. La Habana.

López, E. (2008). Cuba, una perla en la historia de África. Conversación con el Profesor Italo- norteamericano Piero Gleijeses. Rebelión. Recuperado de: http://www.rebelion.org/noticia

Monje, J. A. (2011). Las lecciones del internacionalismo cubano en la RASD. En: Pensar a Contracorriente VIII. Concurso Internacional de Ensayo. La Habana: Editorial Ciencias Sociales.

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Rodríguez, J. L. (2014). A propósito de Cuba y la colaboración internacional. (II) Cubadebate. Recuperado de www.cubadebate.htm#.Vzj8TSv2SuI

Rodríguez, Y. (2018, abril 27). Cuba sola atendió más niños de Chernóbil que todo el mundo. Granma. p. 3. La Habana.

Sarney, I. (2015). El retorno de los niños de África, Cuba y la liberación de África del Sur. Recuperado de www.telesurtv.net/

Valton, E. (2019, enero-marzo). La Cooperación Sur-Sur en las relaciones internacionales de Cuba: experiencias en América Latina y el Caribe. Revista Política Internacional, (1), p.19. La Habana. Recuperado dehttps://rpi.isri.cu/rpi/article/view/102

Notas

1 Concepción de las misiones internacionalistas con un marcado componente ideológico, consistente en brindar ayuda solidaria y desinteresada a varios países y movimientos de liberación nacionales que la solicitaron, algunas de ellas con el despliegue de tropas y otras de colaboración. Estas misiones no se limitaron al apoyo con combatientes, también participaron especialistas civiles. La participación de los ciudadanos siempre fue con carácter voluntario. Destacan entre estas misiones las iniciadas al producirse las agresiones militares extranjeras a la República Popular de Angola en 1975 y a Etiopía dos años más tarde. El colofón de esta concepción estuvo en la contribución a la consolidación de la independencia angolana, de Namibia y la desaparición del apartheid como resultado del enfrentamiento en el terreno militar a Sudáfrica, hasta obligar al régimen a acudir a las negociaciones (nota de los autores).
2 Batalla de Ideas: Acción política de la Revolución Cubana donde se desarrolla un debate de carácter ético en defensa de sus avances en justicia social, de la integridad nacional y el internacionalismo. Visto también como una ofensiva política para profundizar en la participación de los trabajadores y jóvenes en la construcción socialista. En un principio fue acompañada por un conjunto de programas que se desarrollan en las diferentes esferas de la sociedad y que han contribuido a la realización de importantes cambios en la calidad de vida de los ciudadanos. En el plano internacional incluye la visión de readecuación de los métodos de lucha de los pueblos por acceder al poder en las nuevas condiciones, sin recurrir a procedimientos violentos. Esta Batalla de Ideas surgió a partir del secuestro del niño cubano Elián González por un sector reaccionario del sur de la Florida en EE.UU., y en consecuencia un largo período de lucha y demanda del pueblo y gobierno cubanos por su devolución al seno familiar y al país (nota de los autores).
3 Los autores asumen la noción de ‘sociedad civil socialista’ sustentada por Jorge L. Acanda, quien parte de que la Revolución cubana desde sus inicios logró un ‘bloque histórico’ sentando los fundamentos de una sociedad civil más plural, precisamente por ser más inclusiva que la precedente. “Por primera vez en nuestra historia, (la revolución) creaba las condiciones para que los obreros, los campesinos, las mujeres, los estudiantes, los artistas, […] se incorporaran a la vida social, en un proceso activo de participación que debía permitirles su autoconstitución como sujetos sociales; es decir, no como simples actores, sino como entes colectivos que mediante la utilización del universo de formas de praxis política que la Revolución les abría. […] una sociedad civil que sea escenario de la acción creadora de los sujetos que la componen. Sujetos de la revolución, sujetos que son congruentes entre sí, y que son capaces de rebasar sus imprescindibles conflictualidades porque son, todos ellos, no meros portadores, sino coautores de un proyecto liberador. […] esta activación de nuestra sociedad civil se ha manifestado en la apropiación -parcial o completa- de espacios y procesos antes exclusivos del Estado–Sociedad política. Fue a través de esta nueva sociedad civil como la Revolución logró la obtención de su hegemonía (Acanda, J.L. 1996: 91-93).
4 Chernóbil es una localidad ucraniana, entonces formaba parte de la Unión Soviética, donde funcionaba una planta nuclear; el 26 de abril de 1986 ocurrió el mayor accidente nuclear registrado hasta el presente. Como consecuencia de esto varias generaciones de niños han padecido las secuelas de las radiaciones, las que se manifiestan de diferente manera.
5 Cooperación triangular: “La cooperación realizada entre países en desarrollo (socio y beneficiario) con la participación de un tercer socio (donante). Es la colaboración en la que los países donantes tradicionales y las organizaciones multilaterales facilitan las iniciativas Sur-Sur por medio de fondos, formación, gestión y sistemas tecnológicos, además de otras formas de apoyo” (Valton, E., 2019: 19).
6 Hery Reeve (1850-1876) Estadounidense que con 19 años llega a Cuba para participar en la guerra de liberación contra el colonialismo; a esa corta edad ya había participado con el Ejército del norte en la guerra de secesión en EE.UU. Entre los mambises se le conocía como ‘El Inglesito’ o también como ‘Enrique el Americano’. Se destacó como combatiente hasta merecer el grado de Brigadier (general). En 1871 pasó a combatir bajo las órdenes de Ignacio Agramante y fue uno de la vanguardia en el rescate del Brigadier Julio Sanguily. Desempeñó la jefatura interina de la División Camagüey, luego pasó a combatir en la región de Las Villas. Muere el 4 de agosto de 1876 tratando de romper un cerco contra gran cantidad de tropas españolas en Yaguarama, Las Villas (hoy Cienfuegos).
7 Los datos que aparecen corresponden al año 2014, fueron aportados por el economista cubano José Luis Rodríguez (2014) y proceden de fuentes estatales cubanas, pero los autores consideran que son ilustrativos en las condiciones actuales.
8 El programa “Mais Médicos pra o Brasil” es una iniciativa que prevé la presencia de médicos brasileiros y extranjeros para trabajar en zonas pobres y remotas del país. Médicos portugueses, argentinos y españoles participan a título personal en el programa y los cubanos asisten como prestadores de servicio de un acuerdo del gobierno de Cuba con el Ministerio de Salud del Brasil y con la mediación de la Organización Panamericana de la Salud de la Organización Mundial de Salud (OPS/OMS).
9 José Antonio Monje: antropólogo social y cultural y analista político saharaui. Investigador asociado del Centro de Estudios y Promoción del Desarrollo (Desco), Perú.
10 John M. Kirk: Catedrático. Universidad de Dalhousie, Canadá.
11 Isacc Sarney: Periodista, profesor e historiador canadiense, es docente que enseña historia en la Universidad de Dalhousie y en la Universidad de Saint Mary, Halifax. Es copresidente y portavoz nacional de la Red canadiense sobre Cuba. Es autor del aclamado libro “El retorno de los niños de África, Cuba, la guerra en Angola y el fin del apartheid.”
12 Piero Gleigeses: Politólogo e historiador italiano, radicado en EE.UU. Enseña política exterior en la Universidad John Hospkins en Washington, EE UU. Ha escrito, entre muchos libros y artículos especializados, el excelente libro ‘Misiones en conflicto’, en el que ofrece una interpretación objetiva, con pruebas contundentes, de la presencia internacionalista de Cuba en África.
13 Fin de la Historia y el último hombre (the End of history and the last man) es un libro de Francis Fukuyama de 1992. Fukuyama expone una polémica tesis: la Historia, como lucha de ideología, ha terminado, con un mundo final basado en una “democracia liberal” que se ha impuesto tras el de la Guerra Fría. Fukuyama es politólogo norteamericano de padres japoneses, profesor universitario y de tendencia neoconservadora. (nota de los autores).


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