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Reseña: El vuelo del águila y la acción imperial en América Latina: un análisis de “Geopolítica imperial: intervenciones estadounidenses en Nuestra América en el siglo XXI”
Política Internacional
Instituto Superior de Relaciones Internacionales "Raúl Roa García", Cuba
ISSN: 1810-9330
ISSN-e: 2707-7330
Periodicidad: Trimestral
vol. 3, núm. 2, 2021
![]() | Estrada Álvarez Jairo, Jiménez Martín Carolina. http://biblioteca.clacso.edu.ar/clacso/ se/20200811094252/Geopolitica-imperial.pdf. 2020. Buenos Aires, Argentina. CLACSO. 344pp.. 978-987-722-683-6 |
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Recepción: 20 Enero 2020
Aprobación: 05 Marzo 2020
Resumen: De la lectura de este trabajo surge un panorama completo y actualizado de la acción imperial en América Latina y la constatación de que busca combinar la fuerza (militarización) con el consenso, desarrollado por innumerables tácticas y estrategias para fortalecer a los líderes y gobiernos de derecha, revirtiendo el ciclo progresivo de principios de siglo, conteniendo o limitando la movilización social y política, socavando la presencia y desempeño de potencias extrarregionales como China y Rusia, y garantizando el acceso estadounidense a los recursos naturales regionales.
Palabras clave: Geopolítica, Estados Unidos, Intervencionismo, América Latina, Militarización.
Reseña: El vuelo del águila y la acción imperial en América Latina: un análisis de “Geopolítica imperial: intervenciones estadounidenses en Nuestra América en el siglo XXI” 1
La acción imperial llevada a cabo por Estados Unidos en relación con América Latina, desde el surgimiento de la doctrina Monroe, se basó en el desarrollo de estrategias y tácticas que buscaban combinar, en términos gramcianos, la fuerza y el consenso para consolidar una dominación política y cultural que continúa, de una u otra forma, hasta hoy.
Siendo así, el imperialismo estadounidense impulsó, por un lado, la incorporación de territorios y, principalmente, un amplio abanico de intervenciones en la región durante los dos últimos siglos, siendo los golpes militares una de las estrategias más recurrentes del proyecto de dominación capitalista. Por otro lado, la promoción del american way of life y los valores asociados a él, a través de una masiva inserción cultural, consolidó la hegemonía y la dominación imperial estadounidense en América Latina, a pesar de las resistencias y los intentos de construir alternativas populares y progresistas2.
Los efectos de esta acción imperial, combinados con las acciones de las élites latinoamericanas, llevaron a América Latina, aun hoy y a pesar de las especificidades nacionales, a mantener indicadores alarmantes de desigualdad, formas persistentes de exclusión social y política, a un inconstante proceso de desarrollo desigual, el crecimiento de olas migratorias y la presentación de altos niveles de violencia, indicando la continuidad de estructuras coloniales que promovieron la construcción de una sociedad racista, excluyente, desigual y subordinada.
Ante esto, uno de los principales desafíos que enfrenta el pensamiento crítico latinoamericano en este nuevo siglo es comprender la naturaleza y dinámica del capitalismo contemporáneo y de la relación entre Estados Unidos y América Latina hoy y, a partir de esto, formular análisis que expliciten los elementos y las estrategias de la acción imperial estadounidense para mantener su hegemonía en la región, e impulsar alternativas para la construcción de una sociedad más justa, soberana e igualitaria.De ahí la relevancia de este trabajo, que busca comprender la acción imperial estadounidense contemporánea, combinando un análisis estructural, sobre el “momento capitalista” y los efectos de las crisis globales y la financiarización, con elementos coyunturales, relacionados con el contexto y la dinámica política latinoamericana, que indican las estrategias y tácticas más recientes desarrolladas por dicha acción en la región.El trabajo fue organizado por Jairo Estrada Álvarez y Carolina Jiménez Martín (ambos de la Universidad Nacional de Colombia), fruto de un esfuerzo colectivo que contó con el aporte de varios intelectuales latinoamericanos y uno de los grupos de trabajo del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO), que ha impulsado la producción y difusión del pensamiento latinoamericano, de manera autónoma y crítica. El trabajo está estructurado en tres partes, distribuidas de la siguiente manera:
La primera parte, denominada El trasfondo de una hegemonía quebrada, consta de cinco artículos que buscan caracterizar los elementos fundamentales del capitalismo actual, considerados desde sus diversas crisis y procesos de reestructuración de su configuración y su financiarización y, además, analizar el ciclo hegemónico imperial actual, marcado por una crisis de hegemonía, debido a las fracturas y desafíos que enfrenta EE.UU. que afectan y redefinen su desempeño regional.
Si bien todos los trabajos son relevantes, cabe destacar dos artículos que profundizan este debate. El primero de Claudio Katz (Universidad de Buenos Aires), titulado ‘Aventuras externas frente al diluvio interno’, señala que ante los problemas internos (la depresión económica, la pandemia y la rebelión afroamericana ante persistentes casos de racismo oficial) los EE.UU., bajo Trump, buscaron actuar en América Latina para desviar el foco de esta situación interna o señalar a la región como causa de estas, promoviendo una hostilidad retórica a ciertos temas (migración, drogas, ...) y gobiernos regionales, como una forma de captar apoyo interno, buscando consolidar un bloque conservador en el poder, y promover una alianza regional basada en afinidades electivas militarizadas.Con la derrota electoral, seguida de un proceso de impeachment, y el cambio de guardia en la Casa Blanca, habrá que esperar para ver hasta qué punto Biden revisará (o no) dicha estrategia o, en otras palabras, si el estilo trumpista continuará imponiéndose en relación con la región y sus temas fundamentales.Otro trabajo importante es el de Darío Salinas Figueiredo (Universidad Iberoamericana, México), denominado Pandemia, posible conciencia y crisis del neoliberalismo en América Latina, que, bajo el impacto de la pandemia, busca analizar la situación política latinoamericana actual, demostrando que el ciclo conservador asociado a los valores liberales, la competencia y el individualismo no responde a los desafíos del momento y la brecha de exclusión y desigualdad se profundiza, aunque la acción imperial estadounidense continúa desarrollando una estrategia de afrontamiento y confrontación de gobiernos progresistas en la región.Así, la pandemia se enfoca en tal estrategia y profundiza sus impactos sociales y económicos, y la necesidad de construir alternativas, pues según Darío:
(…) La pandemia en América Latina y el Caribe ha replanteado con inusitada urgencia la problemáticadel cambio político. Porque está permitiendo la posibilidad de ver cómo en nuestras sociedades los más afectados son los que habitan bajo el umbral de la pobreza. (...) Sin embargo, se sabe que la pandemia por sí sola no puede producir cambios. Pero si la asumimos como hecho social que acarrea procesos y consecuencias tiene la didáctica de mostrar en la conciencia posible la necesidad del cambio antineoliberal que ya se venía forjando antes de su emergencia (p. 77-78).
La segunda parte, denominada Las claves de la disputa por la reconfiguración geopolítica, está compuesta por siete capítulos que analizan la acción imperial en la actual situación latinoamericana, partiendo de la constatación de que se está llevando a cabo una reconstrucción de fuerzas en oposición a la acción estadounidense y sus aliados regionales, gobiernos o grupos políticos y económicos, y las experiencias y gobiernos progresistas que buscan enfatizar la soberanía, la autonomía y la integración regional como una forma de superar los dilemas y desafíos latinoamericanos contemporáneos. En este sentido, señala cómo la militarización, la preparación de acciones militares (abiertas o encubiertas), las campañas mediáticas y el desarrollo de “golpes blancos” se han convertido en tácticas importantes para la estrategia imperial en la región.Los trabajos analizan la reconfiguración geopolítica, considerando algunos temas o los casos de Colombia, México, Cuba y Venezuela, entre otros. En este sentido, destacamos el trabajo de Marina Machado Gouveia (Universidad Federal de Río de Janeiro), titulado Nuevas tropas estadounidenses en Colombia: contrarrevolución preventiva y profundización de la ofensiva en una región estratégica, en medio de la reconfiguración del capitalismo mundial, que analiza el envío de tropas especiales estadounidenses a Colombia y sus repercusiones locales y regionales, y el artículo de Josefina Morales (UNAM), México: rápido y furioso, que analiza, de manera crítica y estratégica, la dinámica reciente de la relación entre México y Estados Unidos, que ha contribuido a la espiral de violencia mexicana, y los desafíos que enfrenta el nuevo gobierno del país, entre otros.La última sección, titulada Colombia: viejas y nuevas amenazas del intervencionismo militar, tiene seis artículos que discuten el papel de Colombia en todo este entramado, como el aliado preferido de las estrategias estadounidenses para la región, y cómo esta relación ha impactado a la sociedad y a la dinámica política y social colombiana, lo que dificulta la consolidación del proceso de paz en el país. En este sentido, analiza su condición de “laboratorio” de estrategias imperiales considerando, entre otros, su inserción en temas como el uso de fuerzas especiales, una nueva modalidad de guerra contra las drogas, el debilitamiento del proceso de paz y su papel para contener a Venezuela.
En ese sentido, destaca el trabajo de Jaime Zuluaga Nieto (Universidad Externado, Colombia), denominado Colombia: laboratorio del intervencionismo de Estados Unidos en América Latina, que analiza cómo Colombia se ha convertido en el aliado más fiel de Estados Unidos en la región y un laboratorio de las más diversas estrategias intervencionistas, después del Plan Colombia, basadas en la guerra antinsurgente y la lucha contra el narcotráfico. El resultado de esto es que las actuales relaciones colombo-estadounidenses son particularmente graves para el país. La presencia de la Brigada y su acción en Zonas Futuro, que son territorios gravemente afectados por la violencia, el “vacío institucional” y la pobreza, es la evidencia de la militarización en el tratamiento de los problemas sociales y de la precaria presencia estatal. Es la respuesta militar colombo-estadounidense a lo que debería ser un proceso de construcción de paz con base en la participación incidente de las comunidades. En otros términos, es la guerra asistida por los EE.UU. como estrategia de control territorial. A ello se suma el retorno de las fumigaciones, anunciado por el presidente Trump como la única estrategia de erradicación de cultivos de coca, en contradicción con lo definido en el Acuerdo Final gobierno-FARC-EP que abrió el espacio para la única política eficaz sostenible en erradicación de cultivos: la que posibilita la participación decisoria de las comunidades cultivadoras” (p. 245).
Además de esto, podemos destacar el trabajo de Angélica Gunturiz (Universidad de Buenos Aires) y José Francisco Puello-Socarrás, Catatumbas en el Catatumbo ¿EE.UU. y Colombia simulan la paz para ocultar la guerra?, que analiza la actuación de las fuerzas especiales de Estados Unidos, la Brigada de Asistencia a las Fuerzas de Seguridad (SFAB), el cual dialoga con el artículo de Carolina Jiménez Martín (Los impactos territoriales de la asistencia militar de Estados Unidos para la paz en Colombia), demostrando cómo su desempeño se relaciona con la elección de un territorio estratégico, considerando su condición geopolítica e histórica, y el uso de innumerables métodos que afectan a la guerrilla, a los movimientos sociales y campesinos, a la dinámica del proceso de paz colombiano y de las relaciones regionales.
En este sentido, la acción encubierta de la brigada afecta los procesos de dominación y las dinámicas de guerra y paz, tanto en Colombia como en la región, pues la profundidad y el escalamiento del conflicto social y armado a nivel interno, facilitado por la implementación errática y el incumplimiento progresivo del Acuerdo de Paz, la crítica situación externa en relación con los países vecinos así como la apremiante necesidad de control territorial de la región, despejan cualquier suspicacia en torno a los objetivos geopolíticos y económicos que supone este tipo de incursiones estadounidenses y el intervencionismo histórico avalado, los cuales, hoy, desafortunadamente, recobran vigencia (p. 337).
De la lectura de este trabajo surge un panorama completo y actualizado de la acción imperial en América Latina y la constatación de que busca combinar la fuerza (militarización) con el consenso, desarrollado por innumerables tácticas y estrategias para fortalecer a los líderes y gobiernos de derecha, revirtiendo el ciclo progresivo de principios de siglo, conteniendo o limitando la movilización social y política, socavando la presencia y desempeño de potencias extrarregionales como China y Rusia, y garantizando el acceso estadounidense a los recursos naturales regionales.Además, brinda una primera aproximación sobre los efectos de la pandemia de la COVID-19 en América Latina, aún incipiente y en desarrollo, indicando cómo la acción imperial converge con la gestión autoritaria y el aumento de las desigualdades en tiempos de pandemia, generando una nueva normalidad que afecta, en mayor o menor medida, a todos los países de la región, profundizando los dilemas latinoamericanos (desarrollo, justicia social y democracia, entre otros).
Si bien no afecta la relevancia y calidad del trabajo, el énfasis del caso colombiano, aunque este es fundamental para el desarrollo de las principales estrategias y tácticas de EE. UU. en América Latina, principalmente relacionadas con la militarización y el uso de fuerzas especiales, termina generando dos limitaciones en el trabajo. Por un lado, restringe la profundización del análisis de las relaciones y estrategias imperiales entre EE.UU. y otros países relevantes como Brasil, Bolivia y Argentina (por ejemplo) o el mismo México y, por otro lado, limita la comprensión de tácticas y estrategias aplicadas en otros temas regionales importantes, como la migración, las nuevas formas de golpe, la integración regional, la financiarización o el tema ambiental.
Esperamos que este libro aliente la reflexión y la acción política frente a los impactos que puede tener para la paz y la estabilidad democrática regional el afianzamiento de operaciones militares lideradas por un hegemón imperial en declive. La coyuntura abierta por la pandemia de COVID-19 y la gestión autoritaria que la acompaña no puede actuar como un dispositivo de contención de las luchas democráticas y los justos reclamos de los pueblos por el respeto de la soberanía y la autodeterminación de los pueblos (p. 14).
Aun así, es un trabajo importante para entender las estrategias de la acción estadounidense en la actualidad y los mecanismos de resistencia y construcción de alternativas en la región, pues como señalan los organizadores.
A todos, ¡buena lectura!
Notas