Presentación
Para citar este artículo:: Gerbaudo, A. (2023). Elogio de la inutilidad. El taco en la brea, (20) (junio–noviembre). Santa Fe, Argentina: UNL. e0153 DOI:10.14409/eltaco.10.20.e0153
Elogio de la inutilidad
(...) es que la pobreza nos pone tristes
la sangre tensa y uno no piensa más que en morir
Jorge Fandermole, Oración del remanso
Hace ya unos cuantos días, en un grupo de Whatsapp que comparto con otrxs investigadorxs del CONICET, unx compañerx subió el célebre episodio del film Titanic en el que se ve a un grupo de violinistas tocando mientras el barco se hunde. La metáfora no podía ser más apropiada para describir este estado de las cosas provocado por un gobierno cuya gestión del Estado es tan perturbadora que no solo conduce a que cualquier descripción se quede corta sino que, además, estará condenada a la desactualización debido a que, en el entre tanto, alguna otra atrocidad se habrá perpetrando. «Y sin embargo y sin embargo», diría acaso Tamara Kamenszain...
En el número anterior Raúl Antelo tomó la palabra en este mismo espacio. Para esta oportunidad, en principio, se me había ocurrido imitar el estilo de Annie Ernaux en Les anées y limitarme a consignar, uno tras otro, los hechos que motivaron que en un texto reciente Eduardo Rinesi acuñara el neologismo «libertariano» para hablar de esta forma de «neoindividualismo».
Había empezado la lista de crímenes silenciosos con una nota de Página/12 sobre pacientes oncológicos privados de medicación. Lo primero: quité el número de afectadxs. Es igual de grave que se trate de unx o de cuatro mil. Cada cuerpo importa. Cada vida importa (de paso: ¿se sabe que estresar a un paciente que lucha contra el cáncer no favorece su sanación?; ¿se sabe el daño que se hace con la amenaza de interrumpir un tratamiento?). La cosa seguía con otra nota sobre pibxs de comedores que no accedían a su plato de comida, con otra sobre la situación de lxs jubiladxs, con otra sobre la derogación por la Secretaría de comercio de la norma que impedía imprimir con tintas que tienen metales pesados, es decir, sustancias cancerígenas.
Me detuvo la incertidumbre respecto de lo que pueden las palabras ante el dolor que, esta vez, no era el de «lxs demás» (o en todo caso, no era solo el de lxs demás). Pensaba en la potencia y en la actualidad de las preguntas y las conjeturas de Elaine Scarry en The Body in Pain. The Making and Unmaking of the World: ¿qué pueden los lenguajes frente al dolor? ¿Qué contribuye a armar o a desarmar el mundo (ese espacio en el que se entrelazan, inexorablemente, lo colectivo y lo singular, lo público y lo íntimo)? Su apuesta a vencer la inercia sonámbula suscitada por el desamparo y la devastación es un gesto comparable al que se advierte en dos libros «inútiles»: esos que no rinden en términos de productividad financiera y que molestan, justamente, por contribuir a desnudar un sentido común expandido (tan expandido que legitimó vía las urnas a un gobierno cuyo modelo económico, en otros momentos de nuestra historia reciente, había necesitado de golpes de Estado para imponerse).
Estos libros inútiles se impulsan desde espacios también considerados inútiles y, por lo tanto, molestos: la universidad pública y el CONICET. Estos libros se publican gracias al trabajo gratuito que en el marco de Vera cartonera (editorial alojada en la universidad pública y en el CONICET) hacemos investigadorxs y profesorxs junto a estudiantes, graduadxs e integrantes del Movimiento de Trabajadorxs Excluidxs a quienes les compramos el cartón que usamos para hacer las tapas a precio diferencial (gesto «nano» en el contexto de caída del precio que se paga por el cartón recuperado —otra consecuencia de las políticas de Estado en curso—).
Estos libros ayudan a entender este tiempo out of joint (otra que nuevo ciclo de otra posdictadura), en principio, porque descubren parte de los resortes de la violencia económica como instrumento estatal de dominio. Esa que, eclipsada por la brutal violencia física durante las dictaduras previas ahora se camufla como necesaria consecuencia del despilfarro de gestiones estatales previas. Estos libros ayudan a explicar cierta parálisis ante tanta destrucción: hambrearnos, meternos miedo, amenazarnos con falta de trabajo y de obra social y avanzar tan rotundamente en la quita de derechos en tan diversos planos... Todo eso que va llevando al «por lo menos por ahora...», a valorar las migajas. Y mientras tanto, tener que recordar que protestar no es un delito (oprobioso retroceso a otras épocas tristes).
De estos dos pequeños‒libros‒inmensos, dos pasajes. El primero, tomado de La gran conversación. Rotunda definición del «pensamiento libertariano»:
Se trata de un pensamiento que rechaza, por lo tanto, todo lo que se deja designar bajo nombres como los de justicia social, igualdad y, ciertamente, «derechos», de un pensamiento que considera no solo distorsivo sino inmoral que alguien tenga que pagarle a otro, por la vía de ese «robo» que son los impuestos que compulsiva e ilegítimamente el Estado debería cobrarle para ello, «sus» estudios, «su »Universidad (y por cierto: la salud y la dignidad de «su» vejez). Las consecuencias de este pensamiento para el tema que aquí consideramos no podrían ser, por cierto, más perturbadoras. (Rinesi, 2024:7)
El segundo pasaje, tomado de Traer al mundo el mundo. Panoramas. Ese texto que prácticamente se abre con un llamado a la reflexión respecto de cómo se tramita la productividad y la vida en «los contextos actuales de un capitalismo más que avanzado» transidos por «una extendida economía del miedo» junto a «sujetos situados en condiciones de bio‒poder y vulnerabilidad compartida y generalizada» (Domínguez, 2024:6).
Mientras escribo esta nota, un amigo músico (uno de lxs intérpretes más delicados de la canción de la que tomé un fragmento como epígrafe) confiesa que, por primera vez en su vida, tiene ganas de irse de este país. Ahorro detalles sobre las privaciones y los miedos a las privaciones que nos acosan. Y ahorro también las referencias a los retrocesos en derechos humanos, laborales y un largo etcétera para, simplemente, enviar a estos dos libros que, en esta desorientación, funcionan como una suerte de brújula. Algo a lo que amarrase y que nos lleve hacia adelante.
Santa Fe, 24 de agosto de 2024.
Mientras cerrábamos este número, nos dejaban Pampa Arán y Marcela Arpes. ¿Cómo no recordarlas alegres, entusiastas, comprometidas con la universidad pública y siempre, de una sola pieza?
Referencias bibliográficas
Domínguez, N. (2024). Traer al mundo el mundo. Panoramas. Vera cartonera. https://www.fhuc.unl.edu.ar/veracartonera/catalogo/
Rinesi, E. (2024). La gran conversación. Vera cartonera. https://www.fhuc.unl.edu.ar/veracartonera/catalogo/
Scarry, E. (1987). The Body in Pain. The Making and Unmaking of the World. Oxford University Press.
Información adicional
Para citar este artículo:: Gerbaudo, A. (2023). Elogio de la inutilidad. El taco
en la brea, (20) (junio–noviembre). Santa Fe,
Argentina: UNL. e0153 DOI:10.14409/eltaco.10.20.e0153