Artículos
Recepción: 23 enero 2024
Aprobación: 30 mayo 2024
Sugerencia de citación: Vásquez, O. & Correa, J. (2024). Estrategias didácticas en la formación superior y su relación con los resultados de aprendizaje. Revista Visión Contable, 29, pp. 12-35 https://doi.org/10.24142/rvc.n29a2
Resumen:
El proceso educativo que comprende enseñar, aprender y evaluar debe ser continuo y estar orientado al cumplimiento de objetivos educacionales. En este sentido, este estudio buscó conocer cuáles son las estrategias didácticas empleadas en la formación superior y su relación con los resultados de aprendizaje. La metodología fue de tipo cualitativo con alcance descriptivo. La recolección de información se realizó mediante la realización de entrevistas a docentes de la Facultad de Ciencias Administrativas, Económicas y Contables de la Universidad Católica Luis Amigó, sede Medellín, y la revisión documental. Se logró determinar que el 83,3 % de los encuestados utiliza técnicas de enseñanza-aprendizaje que permiten obtener resultados de aprendizaje. Se concluye que es necesario involucrar diferentes estrategias y herramientas didácticas si se quiere formar estudiantes más participativos y creativos.
Clasificación JEL: I21, M53, M59.
Palabras clave: Estrategias didácticas, resultados de aprendizaje, competencias, calidad educativa.
Abstract: The educational process —that includes teaching, learning, and evaluation— must be continuous and oriented to the fulfillment of educational objectives. Therefore, this study seeks to know the didactic strategies employed in higher education and their relationship with learning outcomes. The research methodology is qualitative with a descriptive scope. Information was collected through interviews with teachers from the Faculty of Administrative, Economic and Accounting Sciences of the Luis Amigó University at Medellín and documentary review. It was possible to determine that 83.3% of the surveyed teachers use teaching-learning techniques that allow obtaining learning outcomes. Hence, it is necessary to employ different didactic strategies and techniques to train more participative and creative students.
Keywords: Didactic Strategies, Learning Outcomes, Competencies, Quality in education.
Introducción
En el campo de la educación universitaria es relevante contar con conocimientos adecuados, tanto pedagógicos como didácticos, relacionados con las estrategias que se deben aplicar en el proceso de enseñanza. No tenerlos, se convierte en un obstáculo a la hora de alcanzar los resultados de aprendizaje esperados.
De ahí, surge la necesidad particular de hacer una investigación para realizar un diagnóstico acerca de esta temática, especialmente en el campo de la educación, en un marco de actuación específico de un área importante a nivel institucional y de un grupo particular de docentes: aquellos que hacen parte de la Facultad de Ciencias Administrativas, Económicas y Contables de la Universidad Católica Luis Amigó, sede Medellín. Esto posibilitará que, a partir del análisis de base, se identifiquen aspectos conceptuales, pero también de tipo práctico, que favorezcan el mejoramiento continuo en el proceso de transformación del conocimiento, el alcance de los objetivos y la pertinencia según las necesidades de la profesión, las empresas y la sociedad.
Para hacer posible el proceso de enseñar, aprender y evaluar se requiere que interactúen diferentes factores como un determinado conocimiento, un alumno motivado y con capacidad para asimilar, y un docente con idoneidad pedagógica y didáctica para apoyar el proceso educativo y obtener resultados. Cuando se menciona un sujeto motivado, se hace referencia a aquel estudiante de cuyo interior emanan las ganas de transformar su realidad a través del aprendizaje. En esta transformación participa el docente porque es quien tiene la capacidad de inducir al cambio (Coronado y Gómez, 2020; Ramírez et al., 2023). Su responsabilidad está relacionada con utilizar diferentes estrategias de enseñanza que mejoren la participación del estudiante, propiciando un aprendizaje significativo que le permita relacionar e integrar lo aprendido con el diario vivir, y estar en capacidad de buscar y encontrar la solución a las problemáticas del entorno.
Ese conocimiento previo con el cual llega el estudiante al aula de clase es vital porque le permite integrar el nuevo conocimiento con el presaber, mejorando el aprendizaje. Este último, debe incluir todas las formas en que un estudiante comprende, asimila, sintetiza y analiza la información, convirtiéndola en conocimiento (Albarrán, 2023; Parra y Mejía, 2022. Por su parte, la evaluación es un proceso que se debe presentar en el aprendizaje de forma continua: antes, durante y después, integrando los saberes previos, para lograr estudiantes con capacidad crítica, reflexiva y analítica para tomar decisiones más acertadas.
Las estrategias didácticas como aprendizajes basados en proyectos, en problemas, en investigación, en desafíos y en prácticas externas, aprendizaje colaborativo y aprendizaje-servicio (Ramírez et al., 2023), deberán apoyar el proceso de enseñar, aprender y evaluar en todo momento con el objetivo de surtir cambios positivos en los resultados de aprendizaje, logrando acciones conscientes y motivadas en el estudiante, y brindando solución a los problemas del diario vivir en el ámbito académico, laboral y personal.
Teniendo en cuenta lo anterior, llevar a cabo la presente investigación permitió responder la pregunta problema que se centró en conocer ¿cuáles son las estrategias didácticas en la formación superior y su relación con los resultados de aprendizaje? Además, podrá ayudar a todos los actores a aceptar y entender que existe una diversidad de estrategias a utilizar en el proceso de enseñanza, y las tendencias marcan la necesidad de hacer uso de tecnologías que acompañen el logro de los objetivos propuestos en cada período académico. Así, el objetivo de este estudio se enmarcó en conocer las estrategias didácticas utilizadas por los profesores universitarios de una universidad en Medellín y su vínculo con los resultados de aprendizaje.
Para ello, este artículo se estructuró en cuatro apartados. El primero relacionado con los referentes teóricos en el que fue necesario determinar por qué el estudiante es el centro de aprendizaje, identificar la relación entre los resultados de aprendizaje y el fortalecimiento de competencias, reconocer la importancia de la apropiación pedagógica y didáctica del maestro y su apoyo en las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC). El segundo en el que se describió la metodología empleada para la investigación. El tercero en el que se establecieron los resultados; y, finalmente, el apartado de conclusiones.
Referentes teóricos
El estudiante como centro de aprendizaje
En líneas anteriores, se ha hecho referencia al proceso de enseñar, aprender y evaluar en el que intervienen el estudiante y el docente. El primero debe desarrollar la capacidad de apropiarse del conocimiento, interpretarlo, analizarlo y darle sentido, participando de forma activa. Cuando se dice que es el centro del aprendizaje, es porque se requiere que desarrolle todas sus capacidades y deje de ser un sujeto pasivo que actúa solo como receptor, para convertirse en uno activo, autónomo, creativo, crítico y consciente (Espinoza, 2017).
Otro aspecto importante lo señalaron López et al. (2022) al referirse a la motivación como el motor para el aprendizaje y su incidencia en los resultados esperados por los estudiantes, además de las habilidades, conocimientos, destrezas y creatividad, ya que ayudan a definir claramente los objetivos y buscar las herramientas y estrategias necesarias para su consecución (ver Figura 1). Sin embargo, no debe desconocerse que pueden tenerse todas las herramientas tecnológicas, los mejores docentes y ambiente de aprendizaje, pero si el estudiante no quiere aprender, no es posible enseñarle (Aravena et al., 2021).
El aprendizaje acompañado de motivación permite al educando identificar la utilidad de lo aprendido, es decir, su aplicabilidad para la solución de problemáticas no solo académicas, sino también laborales y personales. De aquí se desprende el aprendizaje que debe realizarse de forma continua a lo largo de la vida, es decir, “cualquier actividad formativa emprendida en cualquier momento del ciclo vital de una persona con el fin de mejorar sus conocimientos teóricos o prácticos, sus destrezas, competencias y/o cualificaciones por motivos personales, sociales y/o profesionales” (Albarrán, 2023, p. 31).
FIGURA 1. Estudiante como centro del aprendizaje
Resultados de aprendizaje y fortalecimiento de competencias
Existen dos tipos de resultados de aprendizaje: para el programa y para las asignaturas o cursos. Los primeros hacen referencia al perfil del estudiante, el elemento diferenciador acorde con su nivel de formación y las capacidades que debe tener al terminar su proceso de formación, esto es, al ser egresado de un programa académico. Los segundos permiten identificar lo que el estudiante está en capacidad de hacer con el conocimiento obtenido en un curso en particular, y deben tributar a los resultados de aprendizaje del programa.
Estos resultados son importantes porque, además de dar valor al proceso educativo, muestran a los estudiantes lo que se espera de ellos como futuros profesionales; guían a los docentes para definir las metodologías, estrategias, asignaturas, recursos, herramientas y actividades que contribuyan a obtenerlos (Rodríguez-Parra et al. 2021; Vallejo y Torres, 2018); y orientan a los empleadores y a la sociedad frente a las capacidades, habilidades y competencias que desarrollaron los estudiantes en su vida académica, las cuales aportarán para afrontar los retos que el día a día les demande (Ministerio de Educación Nacional - MEN, 2021).
A su vez, dichos resultados deben guardar relación con las estrategias didácticas, ya que permiten la participación del estudiante y, por ende, un aprendizaje activo, mejorando la comprensión y anclaje del conocimiento. Por ejemplo, el aprendizaje basado en problemas y el aprendizaje basado en proyectos logran que los estudiantes estén en capacidad de “preparar información financiera, tributaria, fiscal y de gestión” (PEP, s.p) aplicando la teoría a proyectos y problemas del mundo real para afianzar sus conocimientos. Su evaluación se enfocará en el producto final en el cual intervinieron la capacidad de análisis y solución de problemas de la cotidianidad, y en cómo el estudiante ha llevado a cabo su proceso, teniendo en cuenta el antes, el durante y el después donde se indagará, mediante la autoevaluación, cuál ha sido el enriquecimiento a través de dicha experiencia.
En cuanto al el aprendizaje basado en investigación y el colaborativo, ayudan al estudiante a “analizar posibles soluciones a situaciones (PEP, s.p) fomentando el trabajo colaborativo o abordando investigaciones de forma independiente y desarrollando habilidades para la solución de situaciones problémicas. En este sentido, es trascendental evaluar el trabajo en equipo, los aportes individuales y grupales, la metodología y los hallazgos de la investigación.
Con respecto al aprendizaje-servicio, su aporte permite al estudiante “evaluar sistemas de control integral y de fiscalización con el propósito de contribuir de forma ética a la gestión empresarial y a la transparencia y sostenibilidad” (PEP, s.p), y “gestionar estratégicamente procesos fiscales con el fin de aplicarlos en las organizaciones para mitigar el riesgo y cumplir con las obligaciones tributarias ante los organismos de vigilancia y control” (PEP, s.p) ya que al contribuir a la solución de problemas sociales, comprende la importancia de la ética, la transparencia en su actuar y su responsabilidad social con la comunidad. La estrategia evaluativa se enfoca en la relación entre los servicios ofrecidos a la comunidad y su impacto en esta, donde juega un papel fundamental el compromiso frente a dicha incidencia social.
Por su parte, los aprendizajes basados en prácticas externas y en desafíos capacitan al estudiante para “diseñar sistemas de información y comunicación gerencial que brinden reportes oportunos para el control de la gestión y la toma de decisiones en organizaciones públicas y privadas” (PEP, s.p.), permitiendo su preparación para el mundo real al enfrentarse a experiencias prácticas, mejorando su capacidad para el diseño y uso de la información gerencial. La evaluación se centra en la capacidad y habilidad del estudiante para dar solución a situaciones que se presentan en la cotidianidad poniendo a prueba su creatividad.
Con relación a las competencias, estas hacen referencia a las habilidades, conocimientos, capacidades, aptitudes y actitudes que posibilitan a un individuo enfrentarse, comprender, analizar y dar solución a situaciones personales, laborales y académicas, ya sea a nivel individual o grupal (MEN, 2021), y deben ser evaluadas periódicamente a partir de los resultados de aprendizaje. Para Rodríguez et al. (2021), la competencia implica tener conocimiento y saber aplicarlo de forma eficiente, respondiendo a diferentes cuestionamientos de modo, tiempo y lugar.
Un estudiante es competente cuando ha desarrollado la capacidad de crear, argumentar, establecer juicios y dar solución a problemas no solo organizacionales, sino personales y académicos. En este sentido, se dice que ha adquirido destrezas porque posee la habilidad para aplicar lo aprendido en situaciones prácticas y reflexionar acerca de un aprendizaje activo, pues no memoriza contenidos, sino que es consciente de su proceso, de su construcción, de su capacidad para la resolución de situaciones problémicas, adquiriendo confianza en sí mismo (Real Zumba et al., 2021).
Para desarrollar competencias se requiere que el docente identifique las estrategias didácticas que le indiquen el camino a seguir a través de actividades, recursos, medios e instrumentos para lograr el aprendizaje del estudiante (Cuervo et al., 2019). Son recursos con los cuales cuenta para su ejercicio como profesional a nivel superior.
Para cumplir con esta misión, es necesario dejar de lado los esquemas mentales, realizar cambios con respecto a la manera en que se ha venido realizando el proceso, capacitar al cuerpo docente con apertura mental hacia nuevas perspectivas, y con la convicción de que el mundo está evolucionando. Esto implica incluir a la tecnología que ha entrado a ocupar un lugar importante en el proceso de enseñar, aprender y evaluar (Ramos Navas et al., 2022).
Así pues, todas estas prácticas pedagógicas son importantes no solo en la educación presencial, sino también a distancia. Es en este tipo de metodología donde se requiere mayor preparación de los docentes para que logren diseñar espacios o ambientes donde coexistan diferentes estilos y tiempos para el aprendizaje y que, con la ayuda de la tecnología, pueda llevarse a cabo el proceso metacognitivo dando paso al aprendizaje significativo (Malagón et al., 2019). Lo anterior se representa en la Figura 2.
Apropiación pedagógica y didáctica del maestro apoyado en las TIC
Cuando se combinan la tecnología, ya sea hardware o software, y las personas que interactúan y hacen uso de todas estas herramientas digitales, se habla de ecología del aprendizaje. La era digital hace un llamado al cambio en la educación en el que estudiantes y docentes juegan un papel muy importante: los primeros como centro del proceso de enseñar-aprender pueden acceder a las clases de forma física o remota, sincrónica o asincrónica; y los segundos porque con la ayuda de las TIC pueden hacer uso de las estrategias didácticas de una forma no tradicional, sino innovadora (Pedroza, 2020).
Las denominadas TIC juegan un papel trascendental en la educación porque apoyan a los docentes en la búsqueda y diseño de estrategias de enseñanza- aprendizaje para ser utilizadas en el salón de clase. Para Carrión et al. (2022), han propiciado el desarrollo de nuevos modelos metodológicos por parte del profesorado universitario, lo que implica una apropiación pedagógica y didáctica adecuada que permite la interacción entre estudiantes, docentes y TIC. La alta competencia digital es importante, ya que posibilita la implementación de metodologías didácticas participativas, acordes con las exigencias del entorno (Liberal y Sierra, 2021).
Ahora bien, el ejercicio docente se enfrenta a la realidad del uso de las TIC en los diferentes ambientes de aprendizaje, tanto dentro del aula como por fuera de ella (Ballesteros et al., 2022). Las herramientas son múltiples y se pueden adaptar a cada contexto, de tal forma que se rompan los paradigmas tradicionales o academicistas en los que solo se transmiten contenidos mediante una comunicación unidireccional en la que el papel protagónico lo tiene el docente. Para evitar esto, se hace necesario que las estrategias de enseñar y aprender se centren en el estudiante (Rodríguez et al., 2021).
Así mismo, y con la finalidad de lograr distintos escenarios educativos, se hace relevante que los docentes universitarios desarrollen, fortalezcan y potencien sus competencias digitales (Allueva y Alejandre, 2019), pues esto permitirá contribuir en la innovación y mejora de la calidad educativa, alcanzando estándares más altos, y estableciendo cambios en los niveles de satisfacción, pertinencia, cumplimiento y desarrollo continuo en la formación superior (Navaridas y Raya, 2021).
El uso de las estrategias didácticas de la educación requiere una lectura interpretativa del entorno tanto local como global por parte del docente universitario, ya que su aplicación debe conllevar a tomar decisiones para la solución de problemas, logrando superar las expectativas de las empresas y de la sociedad en tiempos en los que el nivel de exigencia es mayor, dada la complejidad y la competitividad de los mercados a nivel mundial (Hervás- Gómez et al., 2022).
De acuerdo con lo anterior, el uso de las TIC tiene un papel altamente diferenciador en la actividad educativa moderna y se convierte, más que una tendencia, en una exigencia, como apoyo en la formación de las generaciones futuras (Cabrera et al., 2022). En este sentido, es primordial que se presente una disrupción mental, un cambio radical en el patrón de comportamiento del profesional docente que conlleve a un conocimiento sobre el sujeto de aprendizaje (el estudiante), y se alcancen los objetivos y resultados establecidos dentro del proceso de planeación educativa (Izcue, 2020).
De acuerdo con lo anterior, en tiempos de transformación, los docentes universitarios requieren acompañar sus prácticas para enseñar, evaluar y mejorar el aprendizaje de sus estudiantes con las nuevas tecnologías y una adecuada apropiación pedagógica (Castilla, 2021) para lograr los resultados esperados en ellos.
Por esta razón, es importante identificar la intencionalidad del propósito educativo, ya que, con base en ello, se pueden establecer las estrategias de aprendizaje más apropiadas (Vallejo y Torres, 2018). Así pues, mejorar los procesos de enseñanza se convierte en un gran reto para la educación superior en el que es indispensable conocer las potencialidades de las estrategias didácticas y adecuarlas a las necesidades formativas (Camacho et al., 2021) para desarrollar prácticas educativas innovadoras que faciliten el intercambio de conocimiento requerido en cada ambiente de aprendizaje.
Una práctica docente innovadora deberá centrarse en descubrir y utilizar nuevas formas de enseñar para alcanzar el aprendizaje en los estudiantes, teniendo en cuenta que no todos aprenden al mismo tiempo o a igual ritmo, y que dentro del proceso también está implicado el fortalecimiento de las habilidades blandas, como aprender a ser creativos, asertivos, éticos, comprometidos consigo mismos y con su entorno (García et al., 2021). Por eso, es necesario aplicar técnicas de aprendizaje creativas y exploratorias como trabajo en grupos, lluvia de ideas, juego de roles, debate, mapa mental, aula inversa –donde el estudiante prepara la clase con anterioridad, a partir de las indicaciones impartidas por el docente, y luego se solucionan inquietudes en el aula– (Avalos, 2021; Pico, 2018; Ramírez et al., 2023; Silva et al., 2020).
En este proceso, la evaluación no puede dejarse de lado, y debe realizarse antes, durante y después de todo el ciclo de formación, teniendo en cuenta sus características: formativa, motivante y disruptiva.
En cuanto al contenido curricular, es preciso que guarde relación con los resultados de aprendizaje, no solo de las asignaturas sino también del programa, por tal razón, las competencias, las habilidades a desarrollar y los recursos a utilizar serán acordes con lo que se espera del estudiante al finalizar un curso o un programa.
Las instituciones de educación superior deben dotar de infraestructura sus centros educativos, así como capacitar a sus docentes y estudiantes para enfrentar los retos que demanda la era digital, la era de lo intangible, que cobra relevancia en un mundo donde el manejo de los datos y el conocimiento resulta cada vez más importante. Conceptos como inteligencia artificial, metaverso, blog, pódcast, red social, ChatGPT, realidad aumentada, están presentes en la actualidad y es necesario aprender de sus ventajas y desventajas para emplearlos adecuadamente en el aula de clase y en las organizaciones (Moreno, 2023).
En suma, se hace necesario un diálogo permanente e interactivo entre la universidad, las tecnologías, la empresa y la sociedad, a través de una adecuada orientación hacia la calidad, la innovación y una proyección educativa emprendedora, e incluir todas las formas de aprendizaje, desde la observación en los entornos sociales (social learning), pasando por las comunidades, el aula de clase y el mundo empresarial.
Metodología
La metodología de esta investigación fue de tipo cualitativo con alcance descriptivo porque buscó identificar las estrategias didácticas utilizadas en la formación superior y su relación con los resultados de aprendizaje. Mediante la utilización del método deductivo –el cual parte de lo general para llegar a lo particular (Páramo, 2020)– se lograron identificar diferentes herramientas didácticas que pueden utilizar los docentes en su ejercicio profesional al relacionar la información obtenida en la investigación con el rastreo de diferentes fuentes bibliográficas.
En cuanto a las técnicas de investigación, se destacan la revisión documental, teniendo en cuenta autores expertos en el tema, y la realización de una entrevista estructurada. La primera, que tuvo como propósito la recolección de la información, se realizó indagando por las diferentes estrategias didácticas que se pueden utilizar en el aula de clase, por lo cual fue necesario recurrir a la producción bibliográfica de plataformas digitales como eLibro, y también a bases de datos electrónicas como Redalyc.
La segunda se aplicó a 39 docentes de la Facultad de Ciencias Administrativas, Económicas y Contables de la Universidad Católica Luis Amigó, sede Medellín, a los cuales se les formularon 18 preguntas cerradas, encaminadas a determinar cuáles eran las técnicas y estrategias didácticas que utilizaban en el aula de clase y su contribución a los resultados de aprendizaje. Las preguntas se distribuyeron de la siguiente manera para cada uno de los temas: empleo de estrategias y técnicas didácticas en el aula (3 preguntas), realidad empresarial y su relación con los resultados de aprendizaje (6 preguntas), actualización y formación docente (3 preguntas), estrategias y técnicas más utilizadas (6 preguntas). Con respecto al sexo de las personas entrevistadas, se evidenció que el 49 % son mujeres y el 51 % hombres.
Resultados
En este apartado se dan a conocer las respuestas de los docentes a las preguntas formuladas en la entrevista. Estos resultados permiten identificar no solo si utilizan técnicas y estrategias didácticas en el proceso de enseñanza- aprendizaje, sino también cuáles son las más comunes y su incidencia en los estudiantes y en los resultados de aprendizaje.
Empleo de estrategias y técnicas didácticas en el aula
Con relación al empleo de estrategias didácticas en la cotidianidad, la primera pregunta se enfocó en conocer la frecuencia con la que el docente aplica técnicas de enseñanza-aprendizaje en su clase. La Figura 3 evidencia que 32 docentes (82,05 %) respondieron que siempre utilizan dichas técnicas, mientras que 7 (17,95 %) respondieron que a veces. Estos últimos no identifican que dentro de su actuar en el aula de clase siempre existe una estrategia de enseñanza que permite la interacción con sus estudiantes. Lo anterior no significa que las técnicas no sean utilizadas, sino que su desconocimiento conduce a este tipo de respuesta.
En la segunda pregunta se indagó respecto a si el uso de estrategias y técnicas didácticas –como aprendizaje basado en problemas, estudio de casos, aprendizaje basado en proyectos, trabajo colaborativo, explicación oral, mesas redondas, foros, simulaciones, juego de roles, aula invertida– hace más fácil y motivadora la enseñanza. Respecto a esto, en la Figura 4 puede apreciarse que para 28 docentes (71,79 %) el uso de estas estrategias siempre logra motivar a sus estudiantes. Se resalta que, para contestar, el docente debe tener conocimiento de las estrategias y técnicas indagadas. Los 11 docentes restantes (28,21 %) respondieron que, aunque no aplican de forma constante las estrategias y técnicas didácticas, no las descartan en sus actividades de aula.
En ninguno de los dos casos anteriores hubo docentes que respondieran que nunca utilizaban técnicas de enseñanza-aprendizaje, o que su empleo nunca hiciera más fácil y motivadora la enseñanza.
En la última pregunta con relación a este tema, se solicitó responder qué tan creativos y participativos pueden ser los estudiantes en el aula al utilizar diferentes estrategias didácticas. Al respecto, el 100 % de los docentes encuestados considera que los estudiantes se motivan a participar y a ser más creativos cuando se deja de lado la clase tradicional y se realizan actividades que les exigen aportar significativamente como estudio de casos, juego de roles, aprendizaje basado en proyectos, y simulaciones.
Realidad empresarial y su relación con los resultados de aprendizaje
En lo relativo a la relación entre empresa y resultados de aprendizaje, la cuarta pregunta indagó sobre la importancia de orientar las asignaturas hacia las realidades empresariales. Frente a esta, 28 docentes (71,79 %) respondieron que consideran muy importante seguir dicha orientación; mientras que 11 (28,21 %) indicaron que les parecía importante. Estas respuestas son muy significativas, ya que dan a conocer qué tan necesario es que los docentes conozcan el contexto empresarial y logren el acercamiento entre la academia y la empresa. Además, los aportes de los estudiantes a través de sus experiencias en el ámbito laboral enriquecen las actividades del aula.
La aproximación de las asignaturas a la realidad empresarial permite la solución de problemas de las organizaciones. Así, proporcionar herramientas a los estudiantes para abordar las diferentes situaciones que se presentan a ese nivel les confiere más seguridad y confianza a la hora de apoyar las decisiones administrativas. No obstante, no puede desconocerse que existen situaciones muy particulares de cada organización y solo el día a día en ese entorno posibilita el conocimiento de sus dinámicas.
Otra pregunta que se planteó sobre el asunto fue qué tanto utilizaban la organización de equipos o grupos de trabajo con el fin de lograr resultados de aprendizaje. La respuesta de 25 docentes (64,1 %) fue siempre, esto quiere decir que para ellos fomentar el trabajo en equipo potencializa las habilidades al integrar los saberes de cada uno de los participantes, logrando los resultados de aprendizaje propuestos en la asignatura. Los 14 docentes restantes (35,9 %) indicaron que a veces hacen uso de dicha estrategia.
La siguiente pregunta indagó acerca de la frecuencia en el desarrollo de actividades de lectura crítica o de comprensión lectora en clase. En la Figura 5 se observa que 22 docentes respondieron siempre, lo que representa al 56,4 % de los encuestados, y 17 respondieron a veces, es decir el 43,6 %. Lo anterior reafirma que la comprensión lectora es un factor muy importante en el aprendizaje, ya que si el estudiante está en capacidad de interpretar y comprender lo que lee, inferir a través del preconocimiento y la experiencia para opinar o dar solución a problemáticas empresariales, entonces, estará preparado para dar respuesta a las dinámicas organizacionales. Por esta razón, los docentes que no utilizan la lectura crítica dentro del aula deben incrementarla si desean mejores resultados de sus estudiantes.
Las técnicas y estrategias didácticas son indispensables en el proceso de enseñanza-aprendizaje, ya que permiten, por un lado, dependiendo de los objetivos del curso, seleccionar la mejor estrategia para su cumplimiento; y, por otro lado, identificar y potenciar las habilidades de los estudiantes. En este sentido, la séptima pregunta buscó conocer si los docentes están de acuerdo o no con otorgar importancia a dicha relación. Frente a esto, 33 docentes (84,6 %) indicaron estar totalmente de acuerdo, mientras que 6 (15,4 %) respondieron estar de acuerdo.
La octava pregunta se enfocó en conocer si para los docentes las estrategias didácticas deberían tener niveles de dificultad, según el avance del estudiante en su plan de estudios. Al respecto, 17 docentes (43,6 %) manifestaron estar totalmente de acuerdo; 17 expresaron estar de acuerdo (43,6 %); y 5 (12,8 %) estuvieron en desacuerdo.
Con relación a lo anterior, si bien las estrategias didácticas no se identifican para ser aplicadas en un nivel en particular, es necesario que la forma en que se orientan y su intencionalidad, le sirvan al docente para lograr los objetivos del curso y del programa, además, la preparación, habilidades, experiencia y conocimientos de los estudiantes deben cambiar de un semestre a otro, lo que determinará su grado de complejidad.
La última pregunta alrededor de este tema buscó conocer si estaban de acuerdo con que las estrategias didácticas habían ayudado a obtener los resultados de aprendizaje deseados por el programa. La Figura 6 evidencia que 21 participantes (53,85 %) manifestaron estar totalmente de acuerdo, 16 (41,03 %) respondieron estar de acuerdo, y 2 (5,12 %) estuvieron en desacuerdo.
Estas respuestas evidencian la necesidad del uso de estrategias didácticas en el aula para el logro de los resultados de aprendizaje, que deben estar acordes con los planes de formación para favorecer su cumplimiento.
Actualización y formación docente
Tres preguntas estuvieron enfocadas en conocer la actualización y formación docente. La primera buscó identificar si los docentes están de acuerdo y en qué nivel con la necesidad de conocer estrategias y técnicas didácticas para orientar las clases, atendiendo al enfoque por competencias. Respecto a esto, 20 (51,28 %) respondieron estar de acuerdo, 10 (23,08 %) estuvieron totalmente de acuerdo, y 9 (23,08 %) se mostraron en desacuerdo. Según lo anterior, las personas encuestadas son conscientes que la formación y actualización permanentes son necesarias no solo para ellos, sino también para sus estudiantes, ya que, en la medida que obtengan capacitación y actualicen sus conocimientos, tendrán la capacidad de afrontar el reto de aplicar estrategias y técnicas didácticas relacionadas con el currículo que estén actualizadas y sean interesantes, motivadoras, relevantes y acordes con los cambios y avances tecnológicos.
La segunda pregunta indagó acerca de si los docentes estaban de acuerdo con que era importante recibir capacitación sobre el uso de las estrategias y técnicas didácticas. La Figura 7 muestra que 24 docentes están totalmente de acuerdo y 15 están de acuerdo, lo cual representa el 61,5 % y 38,5 %, respectivamente. Lo anterior indica que es necesario compartir con expertos en el tema, ampliar los conocimientos, tener otra visión sobre cómo aplicar de la mejor manera dichas técnicas y estrategias.
A su vez, es necesario considerar que los cambios y avances tecnológicos ameritan que las estrategias y técnicas didácticas tengan en cuenta el manejo, análisis y síntesis de grandes volúmenes de información. En la era de la gestión de información, es primordial la actualización permanente y la preparación de los estudiantes para el ambiente laboral.
La última pregunta al respecto indagó si los docentes estaban de acuerdo en que es necesaria una formación apropiada para la aplicación de estrategias y técnicas didácticas con los grupos. Ante este cuestionamiento, 29 indicaron estar de acuerdo, lo cual representa el 74,4 %, mientras que 10 (25,6 %) respondieron estar totalmente de acuerdo.
Así pues, aunque se tenga formación, no debe desconocerse que la actualización permanente en técnicas y estrategias didácticas es fundamental porque permite renovar el conocimiento, verlo desde otros puntos de vista y compartir experiencias con pares. Además, los grupos de estudiantes siempre serán diferentes, razón por la cual es necesario tener claridad acerca de las formas de aprendizaje de cada uno.
Estrategias y técnicas didácticas más utilizadas
Algunas preguntas se enfocaron en reconocer cuáles eran las estrategias y técnicas didácticas más utilizadas por los docentes. Así, se indagó si estaban de acuerdo y en qué nivel con la necesidad de orientar el aprendizaje significativo a partir de dichas estrategias: 22 docentes están totalmente de acuerdo y 17 docentes están de acuerdo, lo cual representa el 56,4 % y el 43,6 %, respectivamente. En este sentido, utilizar una estrategia o una técnica que no conduzca al desarrollo de habilidades dará como resultado pérdida de tiempo y desmotivación por parte de los estudiantes, pues siempre debe estar presente el aprendizaje significativo.
Sumado a esto, se les solicitó ordenar de mayor a menor el grado de utilidad de cada una de las estrategias didácticas empleadas en el aula de clase para el desarrollo de las temáticas, siendo 1 de poca utilidad y 5 de gran utilidad. Según los resultados obtenidos, el estudio de casos, el aprendizaje basado en problemas, el aprendizaje basado en proyectos y el trabajo colaborativo cobran mayor relevancia para los docentes, ya que son los más empleados en las actividades académicas, toda vez que permiten medir el grado de apropiación no solo de conceptos, sino también la habilidad para tomar decisiones frente a situaciones problémicas determinadas. Le siguen el aprendizaje basado en investigación, el aprendizaje basado en retos y desafíos y el aprendizaje basado en prácticas externas. Estos últimos son utilizados por los docentes, pero en menor medida, ya que, en muchas ocasiones, requieren de mayor tiempo para su desarrollo.
Respecto al mismo asunto, se les pidió seleccionar el criterio que permitiera determinar las estrategias didácticas más utilizadas ordenándolas según la mayor o menor importancia.
Para elegir una u otra estrategia didáctica los docentes tienen en cuenta los objetivos y contenidos que van a desarrollarse en cada unidad, ya que deben corresponder con los resultados de aprendizaje y las competencias a desarrollar por los estudiantes. No puede dejarse de lado el acceso a los recursos, el tamaño del grupo y las características de los alumnos, porque la estrategia a utilizar también depende del público objetivo.
En otra pregunta se les pidió identificar qué se requería para implementar una estrategia didáctica. Los docentes consideraron que es importante conocer los objetivos de la asignatura, cómo utilizar e implementar la estrategia y qué se pretende lograr con su implementación, ya que debe estar acorde con los resultados de aprendizaje. No se trata de utilizarla al azar, sino que es necesario conocer su intencionalidad formativa para seleccionar la que más se ajuste a los objetivos.
A su vez, se les indicó que valoraran, ordenando de mayor a menor, el grado de utilidad de las técnicas didácticas para el desarrollo de los temas de clase, teniendo en cuenta una escala de valoración en la que 1 representó el criterio con mayor utilidad y 5 el de menor utilidad.
En este sentido, una vez se ha seleccionado la estrategia, es necesario determinar la técnica a utilizar. Para los encuestados, la exposición oral, la simulación y el juego de roles permiten que el docente explore las capacidades de los estudiantes frente a un tema en particular para valorar su capacidad de argumentación, su expresión oral, el manejo de público, la apropiación y entendimiento.
En la Figura 8 se muestran las estrategias didácticas que han utilizado o no los docentes encuestados en su ejercicio de enseñanza-aprendizaje.
Dentro de estas se destacan el aprendizaje basado en proyectos y el estudio de casos como las más utilizadas por los docentes en el ejercicio de la enseñanza-aprendizaje, ya que permiten a los estudiantes demostrar su capacidad para comprender, analizar, explicar, trabajar en equipo, dar solución a problemas empresariales, iniciar y terminar proyectos. Les siguen el trabajo colaborativo, los aprendizajes basados en problemas, investigación, retos, y prácticas externas, y el aprendizaje-servicio.
Considerando la importancia del uso de técnicas didácticas en el aula de clase, a modo de comparación, en una investigación realizada por la Universidad de Caldas en el Centro de Estudios Técnicos de Pasto, hallaron que los docentes carecen de formación pedagógica y, por lo tanto, no utilizan estas estrategias. Por su parte, en un estudio realizado por la Universidad de Zulia en Venezuela, en el programa de Contaduría Pública, Ávila et al. (2010) encontraron que los docentes conocen las estrategias que deben emplear, pero no lo hacen, además, realizan actividades sin tener estrategias claras, relacionadas y pertinentes con lo que desarrollarán en clase.
Los casos anteriores evidencian la importancia de la formación no solo en pedagogía, sino también en metodología, estrategias, técnicas didácticas y herramientas TIC que deben tener los docentes, acordes con los cambios que el mundo globalizado demanda.
Conclusiones
En primera instancia, esta investigación realza la necesidad de integrar el uso de las tecnologías a través de una adecuada apropiación pedagógica y didáctica de las estrategias en cada ambiente de aprendizaje.
A su vez, al utilizar los aprendizajes basados en proyectos, problemas y prácticas externas, y el aprendizaje-servicio y el colaborativo, los estudiantes se motivan a participar y ser más creativos, a identificar la importancia de la ética en sus decisiones, preparar información, solucionar problemas, estar en capacidad de diseñar sistemas de gestión, establecer mecanismos de evaluación y control en las organizaciones, ya que resulta de gran relevancia dejar de lado la clase tradicional al desarrollar actividades que les exigen aportes significativos en la gestión empresarial, logrando una mayor compenetración e intervención no solo con la sociedad, sino también con su proceso de aprendizaje, el cual será valorado a partir de la creatividad, el trabajo en equipo y la capacidad para dar solución a situaciones sociales concretas de la vida real.
Por lo anterior, es trascendental que los docentes conozcan el contexto empresarial para lograr ese acercamiento entre academia y empresa, de tal forma que se responda a las premisas fundamentales del mejoramiento continuo, la innovación, y la calidad educativa a partir del cumplimiento, la pertinencia y la satisfacción para todos los actores educativos.
Las técnicas y estrategias didácticas son indispensables en el proceso de enseñanza-aprendizaje, ya que permiten, por un lado, dependiendo de los objetivos del curso, seleccionar la mejor vía para su cumplimiento; y, de otro lado, identificar y potenciar las habilidades de los estudiantes.
Para implementar una estrategia didáctica, los docentes consideran que se requiere tener claros los objetivos de la asignatura, saber cómo utilizar e implementar la estrategia e identificar qué se pretende lograr con su implementación, ya que debe estar acorde con los resultados de aprendizaje, pues no se trata de hacerlo al azar, sino que es necesario conocer su intencionalidad formativa para seleccionar la que más se ajuste a los resultados que quieren alcanzarse.
Así mismo, reconocen la importancia de la actualización y formación constantes, la búsqueda continua del conocimiento y el uso de las TIC como herramientas fundamentales en un mundo cada vez más competitivo, no solo para ellos, sino también para sus estudiantes.
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Notas
Información adicional
Sugerencia de citación: Vásquez, O. & Correa, J. (2024). Estrategias didácticas en la formación superior y su relación con los resultados de aprendizaje. Revista Visión Contable, 29, pp. 12-35 https://doi.org/10.24142/rvc.n29a2