Artículos
Planeación de los pasos a seguir en una exhibición
Planning the steps to follow in preparation for museum exhibitions
Revista de Museología Kóot
Universidad Tecnológica de El Salvador, El Salvador
ISSN-e: 2307-3942
Periodicidad: Anual
núm. 14, 2023
Recepción: 02 Diciembre 2021
Aprobación: 18 Enero 2022
Resumen: Considerando el compromiso que tienen los museos sobre la investigación, estudio, conservación, documentación, registro y difusión del Patrimonio Cultural que estas instituciones administran, requiere tener una cobertura funcional que garantice el cumplimiento de cada una de las acciones técnicas antes descritas, ya que es un trabajo que recae en gran manera en dos de las disciplinas que conducen el quehacer de los museos, siendo estas la Museología y la Museografía; donde ponen de manifiesto la teoría y la práctica en la organización de una exposición. Para comentar algunos aspectos que se abordan en la presente descripción, ha sido necesario hacer un breve recorrido en el tiempo con el fin de retomar la experiencia de aquellos especialistas que dedicaron parte de su vida organizando exposiciones en el campo de los museos, considerando importante retomar el desempeño de la difusión del Patrimonio Cultural que se expone para conocimiento público.
Palabras clave: Museografía, Exposiciones en Museos, Museos - Administración de colecciones, Patrimonio artístico, Bienes culturales, Exposiciones de arte – Metodología, Exposiciones - Metodología.
Abstract: Considering the commitment that museums have regarding the research, study, conservation, documentation, registration and dissemination of the Cultural Heritage that these institutions manage, it is necessary to have a functional coverage that guarantees compliance with each of the technical actions described above, since it is a job that falls largely on two of the disciplines that conduct the work of museums, these being Museology and Museography; where they show the theory and practice in the organization of an exhibition. In order to comment on some aspects that were addressed in this description, it has been necessary to make a brief journey through time in order to resume the experience of those specialists who dedicated part of their lives organizing exhibitions in the field of museums, considering it important to resume the performance of the dissemination of Cultural Heritage that is exposed for public knowledge.
Keywords: Museography, Museum exhibitions, Museums – Collections management, Artistic heritage, Cultural godos, Art exhibitions – Methodology, Exhibitions – Methodology.
Una aproximación museográfica
La museografía es una especialidad que apasiona y provoca una cercanía con muchos aspectos asociados al Patrimonio Cultural, es un área laboral dentro de los museos que inicia, si se quiere, como una disciplina empírica, para luego identificarla como una especialidad con formación académica que combina lo científico con la práctica, y toma de base las experiencias adquiridas en el desarrollo técnico en la ejecución de los montajes de las exhibiciones.
Esta disciplina técnica tiene como propósito plantear el diseño de una exhibición que inicia con un discurso temático desarrollado por los investigadores, curadores o museólogos, donde la museografía es la que le da vida al trabajo científico de los documentadores dentro de una sala de exhibición, siendo así una disciplina de pies en el suelo, firme en su idea.
La museografía se caracteriza por ser una técnica creativa que demanda mucha imaginación y que se comparte juntamente con otros especialistas y creativos del diseño, permitiendo poner en práctica la suma de experiencias que se adquieren a través de los años, y significa la constante persistencia del trabajo profesional dentro de los museos; también la museografía es una disciplina, que, como todas, permite aprender de las equivocaciones, advirtiendo que no debe de ser la regla general, pues a veces las equivocaciones en este campo tienen un alto precio por lo que se manipula en los museos, donde el daño en un bien cultural puede significar una acción de daño a veces irreversible.
La práctica museográfica se pone de manifiesto mediante las diversas experiencias adquiridas, que van de la mano junto a los consejos y enseñanzas de los maestros que nos enseñan saber observar (ver) y plasmar de forma sencilla los elementos que constituyen una exhibición, a través del orden, conocimiento y disciplina, en el marco de un proceso metodológico y su escenario práctico, el espacio de exhibición.
Pensando creativamente en la lectura museal
Los museógrafos y los creativos que le acompañan, son los que planifican la instalación ordenada de una exhibición, partiendo de la investigación y los objetos a exponer, proponen el mobiliario, los apoyos didácticos y otros recursos informativos que hacen una exhibición comprensible, que exige a veces fusionar las diversas disciplinas especializadas, con el propósito de generar un diálogo atractivo sobre el tema principal.
La planificación implica proponer todas las posibilidades de montaje e instalación, sin llegar al extremo de lo académico - científico, respetando sus rigores; sin embargo, aquí forzosamente la investigación del guion científico sufre una transformación muy sutil, y corresponde a la formulación del documento conocido como preguion temático, este sirve para poder dosificar los tecnicismos extremos, convirtiendo los contenidos de una exhibición en una lectura más amigable y no muy rígida dentro del museo.
Pensar en el diseño museográfico es sinónimo de crear una forma diferente para emitir un mensaje, es desarrollar una lectura temática más amena, que permita abrir un diálogo visual atractivo, con un lenguaje que facilite los aprendizajes, ya que plantear la museografía es como abrir las páginas de un libro para realizar una lectura que guste al observador, que sea comprensible, que emita el mensaje deseado a través de los objetos y con la información se pueda intentar recrear la vida de los objetos.
El aprendizaje museográfico
Se comprende este término como la acción práctica de saber hacer todo lo que está relacionado con el proceso de diseño, reproducción, instalación y montaje de una exhibición, es decir todo lo que está vinculado con el accionar de preparación y ejecución museográfica, esta es la fase muy sensible que sucede dentro del museo cuando se realiza una exhibición; que va desde la investigación, la participación del personal, que implica considerar sus aportaciones técnicas, convirtiéndose en la puesta en escena de las experiencias, la aplicación del lenguaje técnico, además de todas las formas de expresión que permite la comunicación dentro de un proyecto museológico y museográfico, tomando en consideración las normas de manejo y conservación de los bienes culturales.
Si bien para desarrollar el proceso de aprendizaje museográfico hay un alto porcentaje del conocimiento empírico, siendo este un adiestramiento adquirido con la experiencia laboral del día a día, por tanto es necesario definir una propuesta museológica y museográfica para el diseño de una exhibición, para lograrlo se requiere de un principio fundamental: la aplicación de la ciencia y de la técnica que se propone por medio de la investigación y la práctica, referida a la experiencia del diseño y montaje, esto se hace aplicando el método que conduce la práctica museográfica, convirtiéndose en el medio que ayuda a encontrar una respuesta, por ejemplo formular el guion temático y el guion museográfico.
Con la aplicación y puesta en escena de ambos aspectos, lo museológico y lo museográfico, se manifiesta un mayor sentido creativo para seleccionar e interpretar la presentación de los objetos en su esencia dentro de una exhibición.
Los fundamentos para el diseño
Se pondera lo académico y la aplicación de sus métodos, el campo museográfico no es la excepción, ya que todo lo que forma parte de un conocimiento y de un aprendizaje tiene un fundamento, pues el entorno y contexto de los museos exige la actualización permanente del conocimiento teórico y técnico.
Actualmente hay una diversidad de nuevos aportes de aplicación que se suman a las experiencias dentro de la disciplina museográfica, la que está muy influenciada por la disposición y facilidad que brindan las nuevas tecnologías, por ejemplo el uso de materiales para la presentación de las exhibiciones, el equipo de reproducción informativa, los sistemas lumínicos, la agilización de procedimientos de impresión, el manejo de la comunicación escrita y gráfica a distancia, estas entre otras utilidades que brinda la tecnología, son aspectos que fundamentan la razón actuar de forma diferente en estos detalles del diseño museográfico, que permite no solo la buena presentación, sino también la seguridad, la economía y durabilidad de los recursos utilizados para la ejecución de un montaje museográfico.
Así mismo, en los últimos años se ha observado un vasto crecimiento bibliográfico sobre los temas relacionados con la museología y la museografía, experiencias de maestros de amplia trayectoria a la que se suman nuevos nombres, que con sus escritos contribuyen y la lista de muchos autores que los han precedido, compartiendo opiniones con quienes se podrán congeniar o no sobre los diversos puntos de vista en esta disciplina, o bien contrastar con otros conceptos del diseño, pues, nadie tiene la respuesta plena en este campo de las ciencias humanas y de aplicación técnica diferenciadas, que son eso, puntos de vista diferentes que ayudan a reflexionar y re direccionar acciones técnicas dentro del campo museográfico.
Se debe dejar abierto el espacio para el diálogo que puede ir en dos vías y poder retroalimentar un trabajo realizado, la primera es la acción de diálogo entre los especialistas para llegar a consenso sobre detalles, que son a veces determinantes en el diseño museográfico, el montaje e instalación de una exhibición. Es siempre saludable evaluar el resultado de una exhibición ya instalada, por ejemplo, considerar en acuerdo común la amplitud temática y su orden, el tipo de colección, la extensión de textos informativos, el tipo de mobiliario, el color, la iluminación, disposición de la circulación entre otros aspectos técnicos que debe evaluarse en una perspectiva museográfica.
Y la segunda consideración es sobre la respuesta esperada entre la exhibición y el visitante, plantear una lectura de fácil asimilación con la temática y los objetos, aprobación de su interpretación, los recursos informativos complementarios entre otros aspectos que permiten conocer otras opiniones y puntos de vista que sirven para evaluar y fundamentar lo que se plantea sobre este amplio tema.
Por consiguiente, en la presente información, se citarán algunos conceptos, definiciones e ilustraciones gráficas y citas de otros especialistas de amplia trayectoria, con el fin de comprender el rol que juega la museología y museografía en la organización de una exhibición.
Las experiencias nos enseñan
A modalidad presencial de esta disciplina es fundamental dentro de los museos, siendo más efectiva, directa, y, por consiguiente, determinante en la planificación de los proyectos museográficos. Es el contacto humano lo que manifiesta la percepción de los primeros observadores de una exhibición: lo que dicta al personal técnico sobre el diseño y montaje museográfico.
La museografía no se expresa sola
Sin ser muy rígido con las aplicaciones metodológicas, se debe ser muy respetuoso con quienes conceptualizan una exhibición, el conocimiento que se requiere formalmente en las aulas o en el ambiente académico, sirve para fundamentar un discurso expositivo, (que sirve para dar) es el soporte teórico de lo que se pretende difundir, es el resultado de una investigación, siendo la razón por la se requiere de tener una formación básica dentro de una Escuela Especializada o de ser posible en una Universidad, puesto que, me atrevo a decir que ya se ha alcanzado un importante nivel en la aplicación de criterios que supera en parte lo empírico de esta disciplina práctica y técnica, que hoy en día exige formalizarse con los procesos académicos requeridos para ser reconocida profesionalmente en estos niveles, todo esto con una condición: que se cumpla con las normas y procesos técnicos.
Actualmente, la museografía se reconoce como una especialidad profesional dentro de los museos, en otros países requiere de un reconocimiento académico a nivel universitario, ya que sus competencias académicas se relacionan con las ciencias sociales, la cultura, el arte, la historia, entre otras; así como la vinculación cercana que mantiene con la antropología, la arqueología y todas las especialidades asociadas con el montaje de una exhibición, entre ellas la historia, y no menos importante la arquitectura, el diseño gráfico, así mismo y en términos generales la inclusión de otras disciplinas afines dentro del área técnica como lo es la conservación, la restauración, el registro e inventario de colecciones, que son parte del quehacer técnico museográfico cotidiano.
La museografía es una expresión de aprendizajes
El espacio de exhibición no es una gama de acciones improvisadas de la museografía, se despliega bajo una metodología que combina los componentes teórico – conceptuales con la práctica, que se comprueban testimonialmente con el resultado reflejado a través del montaje y desarrollo de una exhibición, donde se busca escenificar los discursos científicos con un atractivo visual equilibrado, aplicando los criterios generales de diseño, combinando el espacio, la forma, el color, las texturas, la iluminación y en especial las características de la colección a exponer.
Una enseñanza académica formalmente aplicada mediante el cumplimiento de los pasos metodológicos, son influyentes en los aprendizajes, ya que tales conocimientos solo se adquieren mediante la práctica, juntamente con el acompañamiento de los conceptos teóricos adquiridos en un aula de aprendizaje o si el aprendizaje es en línea y a distancia, donde las experiencias visuales ayudan mucho al observar las experiencias de otros museos, que permiten valorar el resultado de su trabajo planificado.
Será sin duda el resultado de un plan organizado en todas sus fases, a partir del aspecto museológico fusionado con los aportes que brinda la museografía.
La experiencia museográfica adquirida
En todo proceso de aprendizaje es ético reconocer a quienes han sido nuestros mentores, instructores y maestros, en este caso se considera importante referirse a quienes imparten estas experiencias de formación, así como tener presente donde se adquieren, es reconocer su trayectoria profesional dicho, en otros términos, sin lugar a duda es necesario decir que las formas de adquirir conocimientos son determinantes en la recepción de experiencias obtenidas. Muchos de los nuevos profesionales que se han formado en diversos campos de los museos, fueron preparados por los profesionales que adquirieron su experiencia posiblemente a base de prueba y error, experimentando sobre sus capacidades y limitaciones que pudieron confrontar con el desarrollo de su compromiso: aprender y enseñar en circunstancias no favorables en algunos momentos de la historia.
Luego de adquirir un bagaje de experiencias que dejaron principalmente las escuelas europeas luego de haber sufrido los efectos de deterioro de su patrimonio cultural debido a los acontecimientos de las guerras mundiales, muchos de sus especialistas dedicaros su tiempo a la recuperación de su patrimonio cultural en las distintas especialidades, fueron experiencias que posteriormente tuvieron eco y que fueron ampliamente compartidas y difundidas, inclusive con otros profesionales y técnicos latinoamericanos, quienes posiblemente ya tenían una base de formación adquirida dentro de los museos en los que ya laboraban, y comenzaron a establecer nuevas bases de la museología juntamente con la museografía.
Las Escuelas de Formación, que con el correr del tiempo fueron ampliamente reconocidas, han sido reforzadas por los nuevos profesionales que tenían una trayectoria iniciada a nivel local y regional acerca del estudio y conservación del patrimonio cultural, que se consolidaron solo con la experiencia y una significativa participación de instituciones como UNESCO e ICOM, que se han integrado firmemente a esta empresa cultural.
Al dar pasos gigantes para caminar dentro de la historia, con el correr del tiempo estas instituciones respaldaron las iniciativas de formación del personal de museos, situación que a veces es injusta al citar solo algunos nombres que son referentes en este campo de los museos, pero la historia es la que cuenta estos detalles y muchas de aquellas acciones fueron impulsadas por el reconocido museólogo George-Henri Rivière, quien en 1928 se graduó de la École du Louvre, luego se convirtió en conservador de la colección D. David-Weill, además, ese mismo año fue comisario en el antiguo Museo de las Artes Decorativas, luego modernizando junto a Paul Rivet el actual Musée de I´Homme, por mencionar es un reflejo de las escuelas nacientes.
Henri Rivière, de amplia trayectoria en el campo museológico, destacó por el estudio de colecciones, con amplios conocimientos de etnografía, impulsor de la educación y de amplia experiencia en la organización de exposiciones, sugirió que los museos deberían consolidar su labor con un sensible carácter social, con el fin de estudiar las culturas y formas de vida, exponiendo los objetos agrupados por contextos funcionales para una fácil lectura de las exhibiciones, ideas que desde hace más de 30 años ya se venían consolidando, y tuvo como
acompañante durante los años 30, la colaboración de Paul Rivet, un dúo especial que comenzó a impulsar la museología y la museografía.
Por todo lo que se conoce se puede describir de George-Henri Rivière, durante los años 50, adquirió mucha experiencia al intentar de forma persistente, potenciar la presencia de los museos al aire libre, sin embargo, fue hasta 1971, que se propone el uso del concepto eco museo y se le acredita su introducción a Hugues de Varine-Bohan, termino aceptado ampliamente por las corrientes ideológicas izquierdistas de los años 70, que fue visto como una concepción renovadora, que permitió definir a esta disciplina encargada del estudio de los museos como la Nueva Museología.
Esto solo es un reflejo del trabajo realizado por connotados artífices europeos que comenzaron a consolidar la presencia de la museología, fueron quienes cimentaron las bases para una nueva lectura del museo y su definición, permitiendo así acercar a las comunidades para su interpretación.
En paralelo aflora el concepto de museo comunitario, manteniendo los principios que define al eco museo, con la finalidad del carácter divulgativo, sostenidos como principios del museo, y que este debería mantener el carácter social, así como cumplir con la función didáctica, sostenido en lo comunicativo, tomando de base el resultado de las investigaciones.
Impulsores de la ciencia museológica y la técnica museográfica
George-Henri Rivière fue un impulsor permanente de las tendencias innovadoras de la museología e implícitamente la museografía, sin embargo, este trabajo ya había iniciado a finales del siglo XIX con la creación de muchos museos europeos, especialmente los que fueron aperturados en Francia.
El resultado de estos conocimientos se manifestó con especial énfasis a mediados del siglo XX, cuando Henri Rivière, desarrolló una trayectoria de experiencias adquiridas con su trabajo realizado en muchos museos, acompañando la documentación de colecciones de algunos museos etnográficos, que abrieron paso a la documentación de los objetos, describiendo ampliamente el trabajo asociado con el museo, que con certeza cimentaron las bases conceptuales del trabajo que posteriormente se trasladó al continente americano, adoptándose en algunos museos del Sur, Centro y Norte de América.
Desde los inicios de la década de los setentas, fue determinante este proceso para formalizar y potenciar la capacitación museografía en América Latina, sin entrar en diferencias conceptuales con lo que ya estaba sucediendo en Europa, sus influencias se hicieron sentir, considerando que muchos especialistas de aquel continente, fueron quienes brindaron sus importantes aportes por las experiencias ya adquiridas con el desarrollo de proyectos museológicos, compartiendo sus aciertos y desaciertos, las experiencias de sus procesos, y de quienes fueron también los impulsores de las capacitaciones profesionales en la restauración, documentación y puesta en valor de las colecciones.
Del proceso de formación previamente adquirido por parte de muchos especialistas, técnicos y reconocidos profesionales europeos de amplia trayectoria, y como resultado de los aprendizajes adquiridos, hubo países receptores de estas experiencias, en América Latina se puede decir que México fue uno de los primeros países que puso de manifiesto impulsar el desarrollo profesional del campo museográfico, precisamente con el fin de ampliar la formación de la especialidad que ya había dado pasos muy significativos; ya que inicialmente fue un campo experimental que rindió frutos muy reconocidos en la preparación de nuevos profesionales en museología, documentación, conservación y restauración de bienes muebles e inmuebles, así como el desarrollo de otros campos afines al estudio y difusión del acervo patrimonial, principalmente con una visión museológica asignada a la administración del patrimonio cultural impulsada a través de los museos.
La mejor escuela sin duda son los mismos museos, en este sentido se debe reconocer que muchos de los museos mexicanos fueron receptores de profesionales destacados que continuaron el desarrollo de su formación, impulsados por algunos profesionales europeos, formando una nueva generación de profesionales que dieron un paso importante para impulsar a los nuevos técnicos para la creación de museos citadinos, regionales, museos de sitio, entre otras iniciativas que posteriormente se convirtieron en capacitaciones regionales.
El proceso de formación de nuevos profesionales en la disciplina museográfica formalmente se conoce que México impulso esta especialidad, fue un programa que se desarrolló durante mucho tiempo, teniendo sedes importantes como la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía, “Manuel del Castillo Negrete”, coordinada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), de la ciudad de México, entidad que ha contribuido en la formación técnica de muchos especialistas de la museografía, desde principios de la década los 70 del siglo pasado.
Es importante fundamentar
El Centro Churubusco se puede tipificar como la sede de una de las principales escuelas de formación técnica más importantes a nivel latinoamericano dentro de un programa de becas dirigido a personal técnico de los museos, la que fundamentó las bases de formación en el campo museográfico desde los inicios de la década de los setentas, extendiendo su continuidad hasta los años noventa, con el desarrollo de capacitaciones dirigidas a técnicos de Centroamérica y el Caribe, con el manejo informativo de las disciplinas especializadas que han favorecido el desarrollo de los museos de la región.
Se puede decir que, si bien la teoría es importante, la práctica es mucho más determinante al momento de actuar sobre la instalación de una colección, así como conocer los procesos de conservación o restauración, documentación de colecciones, el registro de BCM y otras acciones recomendadas para el manejo de los bienes culturales muebles incluidos en una exhibición.
Para tener un dominio pleno de esta disciplina y de los pasos que conducen al desarrollo de una exhibición, es necesario combinar una serie de conocimientos que brinden la posibilidad de plantear respuestas viables y atractivas visualmente para la misma, es tener una visión clara de lo que se espera y no caer en la improvisación. Son fundamentales los conocimientos básicos sobre arquitectura y diseño, así como el conocimiento sobre conservación y restauración, incluida la aplicación de normas para la movilización de colecciones, control de registro e inventario, y no menos importante es tener conocimiento y dominio de los principios de investigación, ya que las sumas de estos y otros aspectos constituyen los procedimientos adecuados para definir los pasos de una exhibición. Como se mencionó previamente, no se puede dejar en el olvido a quienes fueron parte de la formación de nuestra preparación museográfica, y al interpretar algunas líneas de los escritos del Maestro Rodrigo Witker Barra, su pensamiento está definido y poder compartir sus postulados muy atinados con la situación del momento, que mantiene vigencia en el tiempo, al compartir sus puntos de vistas explicados en su artículo Museografía mexicana contemporánea, 2011.
Rodrigo Witker Barra es un teórico de la museología y museografía, de los más sobresalientes en los últimos años, sin olvidar toda la gama de maestros que pasaron por Churubusco durante la década de los 70, hoy:
Witker Barra (2011), plantea los contrastes necesarios de la documentación, cuestiona si se deben tener acervos, si es necesario realizar una investigación, son aspectos que no tienen discusión, pero que sirven para reflexionar y dialogar con los nuevos discursos museológicos, y percibir detalladamente los aspectos de la creatividad en el manejo de algunas técnicas que precisan aplicarse en el desarrollo de una propuesta museográfica para las exhibiciones.
Los fundamentos museológicos que compartimos con nuestro Maestro Rodrigo Witker Barra en 1990, siguen teniendo esa vigencia que impulsa el trabajo museológico y museográfico, y sus siempre cuestionamientos mantuvieron en atención a todos los que fuimos sus discípulos, de quienes se observaron muchas de las habilidades que exige la museografía, y que solo se adquieren sobre el devenir de la práctica, sin embargo los principios que se deben dominar en esta disciplina se establecieron mediante un programa formal de aprendizaje, hoy podrán cambiar de acuerdo a los intereses de formación y exigencias de estos momentos, pero esto sugiere tener dominio de una serie de conocimientos que se acomodan de acuerdo a la visión y los recursos con que cuente el ente emisor o facilitador.
Referentes profesionales de la museografía
La mayoría de los técnicos que nos desempeñamos en campos profesionales específicos dentro de los museos, por lo general adoptamos o acompañamos principios fundamentales de aquellos autores que llenan las expectativas informativas que complementan nuestros puntos de vista a través de sus artículos escritos sobre un determinado tema relacionado con el funcionamiento y devenir de los museos, en este caso será lo relacionado con la museología y la museografía.
Muchos son los especialistas que han abordado con sus escritos diversos temas sobre museología, aspecto que amerita considerase para citar algunos de los reconocidos profesionales de amplia trayectoria en este campo, Luis Alonso Fernández en su publicación “Museología y Museografía “, 1999, dedica un tema referido a Museografía y teoría de la arquitectura del museo, que describe las experiencias que ya se venían trabajando para perfilar el futuro de los museos, que como expresión arquitectónica ya estaban obteniendo resultados importantes de esta disciplina, viendo el edificio del museo como el principal contenedor de los acervos patrimoniales,
Fernández (2013), describe que se debe de observar:
El museo como estructura material o como contenedor puede considerarse en muchos aspectos como un instrumento insustituible de conocimiento. Por ello, deberá dotársele de unos adecuados sistemas para la exposición y legibilidad de las colecciones, para su buen funcionamiento general, y para la solución de los numerosos problemas que afectan a la seguridad y la conservación material de los objetos. Es decir, de todo aquello que la museología ha conseguido evidenciar y sistematizar como indispensable y que poco a poco ha sido adaptado y aplicado por la museografía. (pp. 278-279)
Otra destacada especialista en esta disciplina es Francisca Hernández Hernández, museóloga española que ha escrito mucho sobre el tema que se aborda, y una de sus publicaciones es la que se titulada “Manual de Museología”, escrito en 1994, que deja ampliamente cubierto muchos campos de lo que interesa comentar y compartir en el desempeño de nuestro quehacer museográfico.
Su libro contiene un amplio despliegue informativo que detalla pormenorizadamente los aspectos fundamentales que hacen funcionar a un museo, y tratándose de un manual, permite cubrir los detalles que se abordan en los procesos de funcionamiento de un museo y sus exhibiciones, en el contenido de su índice, hay un apartado muy interesante que corresponde al número 5 titulado “Programar un museo”.
Hernández Hernández (1994), hace referencia a un aspecto muy importante en el desempeño de los museos, primero es que debemos de reflexionar en el concepto, y compartimos su apreciación cuando describe:
La evolución del concepto de Museo y el grado de complejidad que esta institución ha alcanzado en el mundo actual, ha llevado a los investigadores a utilizar estudios y métodos de programación idénticos a los que se aplican en otros campos. En nuestro caso, podemos definir la programación como la reflexión lógica que debe preceder a la ejecución de un proyecto. (p. 90)
En dichos términos se debe considerar que la programación de un museo en todos sus componentes se vuelve muy exigente en cada una de sus etapas arquitectónicas, pero interesa abordar no la totalidad de un proyecto por ejecutar, sino más bien describir algunos aspectos de la arquitectura, equipamiento y su funcionamiento, complementado con la presencia de las colecciones, así como por las áreas públicas que por lo general se convierten en zonas asignadas para uso específico de los visitantes de acuerdo al programa de sus actividades y uso de sus espacios:
La programación de una exposición temporal ha de ser realizada por un equipo interdisciplinar que diseñará cada una de las áreas de trabajo, coordinadas por el responsable o Comisario de la exposición. Dicha programación puede aplicarse a una exposición de carácter permanente, temporal o itinerante. La etapa preparatoria consiste en la elaboración del método o guion que ha de definir cada una de las etapas a seguir. (Hernández Hernández, 1994, p. 154)
Metodología para el diseño de exhibiciones
Toda propuesta, formalmente planteada, se basa en una metodología que garantizará el éxito del diseño y desarrollo de una propuesta museográfica, siguiendo las indicaciones para acondicionar la respuesta en espacio y ajustarla a un presupuesto, que es la base de todo proceso.
Componentes generales de la planeación museológica y museográfica
Si bien el énfasis de los aspectos abordados en las presentes líneas enfatiza la parte museográfica, esta no puede desligarse del aspecto museológico, considerando que toda la parte teórica se sostiene en los aspectos conceptuales como punto de partida. Pero planificar una exhibición comprende la inclusión de una serie de consideraciones que sirven para orientar las ideas básicas del proceso de diseño, ello debe tener un porcentaje de flexibilidad y acomodarlo de acuerdo con las circunstancias que se presenten en un determinado momento, referido a un ligero cambio, sin omitir la presencia o rigidez del manejo técnico del proceso.
Lista de requerimientos generales para una exhibición.
Cuando se trata de organizar una exposición, al tratarse de un proyecto de alta magnitud, como diseñar un edificio para museo, por ejemplo, se descarta esta posibilidad como ejemplo y se abordará la experiencia dirigida a una exhibición. Siempre se inicia por un punto y por lo general se piensa en:
- La idea del proyecto.
- Localización del edificio y capacidad espacial para el montaje.
- Plan de acción para definir el diseño dentro del edificio.
- Formulación del guion temático.
- Identificación de las colecciones.
- Documentación de las colecciones.
- Evaluar el estado de conservación de las colecciones.
- Desarrollar el plan de intervención de restauración de las colecciones.
- Formular el registro e inventario de las colecciones como parte de la documentación.
- Plantear el concepto del diseño y formulación del guion museográfico.
- Lista de los requerimientos museográficos: mobiliario, instalaciones, iluminación, pintura y otros.
- El diseño gráfico, considerando la formulación de la información, la búsqueda de los recursos complementarios de apoyo.
- La reproducción gráfica.
- La construcción del mobiliario.
- Acondicionamiento del espacio.
- El montaje museográfico.
- El presupuesto.
- Programación de la ejecución museográfica, entre otros detalles.
Estos aspectos dibujan un panorama de los requerimientos que se modifica dentro del proceso, aspecto que se comente en vista de las experiencias cotidianas, ya que no se puede cerrar drásticamente un proceso de organización de una exhibición, considerando elegir dar una respuesta esperada, donde los requerimientos específicos son los que van surgiendo sobre la marcha lo que se debe y se puede ejecutar en base a una programación de actividades que marcan la ruta crítica de los procesos. Se debe de considerar que aun cuando se haya establecido previamente una lista de requerimientos dentro de la planificación general del diseño es necesaria una descripción de las actividades.
A continuación, se describen algunos términos que están incluidos en la descripción metodológica, que corresponden a las fases del diseño, con el fin de tener una explicación previa que pueda acercar a cada técnico, diseñador o especialista sobre lo que se espera obtener dentro del proceso de diseño de una exhibición.
Metodología
Comprende e indica el desarrollo lógico o secuencia que conducirá a una respuesta esperada, estableciendo el orden de los pasos a seguir para organizar una exhibición, esta permitirá desarrollar cada una de las etapas de todo el proceso planificado de un proyecto museográfico.
Las etapas que deberían de tomar en consideración para el diseño de una exhibición, aun con las variantes en cada uno de los pasos son los siguientes:
La propuesta metodológica que se presenta podrá tener sus variantes según quien la aplique, el orden planteado describe el resumen de cada actividad de una propuesta de planificación museográfica, sin ser la única, es solo una herramienta que permite ordenar el proceso de diseño museográfico, y su aplicación indica ser una forma de presentar los pasos a seguir de una exhibición dentro de nuestros museos.
Con la presencia de las nuevas tecnologías, se han invadido los ambientes virtuales que facilitan visualizar las exhibiciones, y no es malo, incluso los espacios de difusión cultural amplían estos servicios, y son una opción para muchos, sin embrago se resta la experiencia de la vivencialidad que se adquiere estar en contacto visual de los objetos, siendo una experiencia especial, este puede ser un amplio tema de diversos diálogos, sobre todo la percepción de apreciar los objetos que han pasado por un proceso de documentación y que muchos por sus condiciones de conservación, necesariamente tendrán que acondicionarse en los mejores espacios de resguardo, pero muchos estarán dispuestos para la apreciación común de los visitantes a los museos, los que sin duda serán espacios dispuestos para recibir a sus usuarios deseosos de tener un acercamiento visual y realista con un importante acervo patrimonial: las colecciones.
Proyección museográfica del Museo Universitario de Antropología
Finalmente referenciar la aplicación metodológica del trabajo museográfico que se ha realizado en uno de los espacios que difunde una parte significativa de la cultura nacional, siendo este el Museo Universitario de Antropología, fundado el 23 de junio del 2006, fue una iniciativa impulsada por sus autoridades principales Dr. José Mauricio Loucel Presidente Fundador y Rector Honorario Vitalicio, así como el Dr. Carlos Reynaldo López Nuila Vicepresidente de la Universidad Tecnológica de El Salvador.
Este museo se localiza en un edificio de estilo neoclásico que sirve de sede principal y se encuentra dentro del actual campus universitario, este museo tiene como propósito servir de apoyo académico a toda la población estudiantil de las distintas escuelas académicas de la Universidad, además de atender a una diversidad importante de visitantes y público en general.
Desde su fundación se ha caracterizado por el desempeño de una labor importante: la investigación, dirigida por su director, el Dr. Ramón Rivas, antropólogo, quien se ha caracterizado por realizar una destacada labor difusora mediante las dos tipologías expositivas que maneja el museo: las exhibiciones permanentes y las exhibiciones temporales.
Durante el proceso de organización, investigación, diseño y montaje de las salas de exhibición permanente del museo, el Dr. Ramón Rivas fungió como coordinador y curador del plan de las exhibiciones que se describen en las salas siguientes: Sala Conceptual, Sala Persistencia de un Pasado, Sala Costumbres y Tradiciones, Sala Referentes Históricos, Sala Pancho Lara, Sala Cultura Productiva y Sala de las Migraciones. La propuesta temática refleja una labor continua que permite visualizar el trabajo museológico y museográfico realizado dentro del museo.
De igual forma no menos importante ha sido el trabajo de investigación y de diseño museográfico realizado a través del programa de Exposiciones Temporales, teniendo un resultado significativo, ya que el museo universitario ha realizó desde su apertura en el año 2006 hasta el 17 de noviembre de 2020 46 exposiciones temporales, que fueron diseñadas e instaladas en la sala temporal, destacando la aplicación de una metodología de diseño museográfico que permitió organizar dicha cantidad de exposiciones, sin duda con sus variantes, pero sin perder de vista cumplir el propósito de difusión de las diferentes temáticas ilustradas.
En estas experiencias de investigación, diseño y montaje museográfico, se aplicó una metodología museográfica que permitió seguir los pasos de organización de las exhibiciones.
Conclusiones
Todas las experiencias que se comparten dentro de los museos son parte de una diversidad de vivencias con los especialistas que participan en la organización de la exhibición; estar en el medio museológico y museográfico implica compromisos y responsabilidades como lo exigen la investigación, la conservación, la documentación, el registro, y todos aquellos aspectos que sugieren ser parte del proceso de diseño que conduce a una razonada instalación museográfica de una exhibición.
Compartir algunos aspectos generales sobre los pasos de una exhibición, sirve para reflexionar en la necesidad de ordenar los pasos a seguir en una presentación museográfica (exhibición); con sus variantes dentro del proceso, pero que ayudan a preparar los ambientes que espera ver un visitante, facilitando la interpretación informativa del Curador y sobre todo posibilitar que se abra el diálogo para interactuar en el espacio expositivo, donde los objetos son el elemento principal de una exhibición.
En todo proceso de organización, diseño y montaje de una exhibición, se delegan responsabilidades, le corresponde al museólogo y el museógrafo asumir la coordinación para conducir el proceso junto con todas las acciones técnicas y administrativas para llegar a los resultados esperados, que es tener una nueva exhibición dentro del museo.
Referencias
Fernández, L. (2013). Museología y Museografía. Editorial del Serbal.
Hernández Hernández, F. (1994). Manual de museología. Editorial Síntesis.
Witker Barra, R. (2011). Museografía mexicana contemporánea. Seminario Permanente de Museología de América Latina, México, MX.
Apéndice