Artículos
Algunas consideraciones sobre la construcción de la identidad nacional nicaragüense en el siglo XIX
Some considerations on the construction of the Nicaraguan national identity in the XIX century
Revista de Museología Kóot
Universidad Tecnológica de El Salvador, El Salvador
ISSN-e: 2307-3942
Periodicidad: Anual
núm. 14, 2023
Recepción: 11 Agosto 2022
Aprobación: 15 Noviembre 2022
Resumen: La prensa nicaragüense durante el siglo XIX evidenció lo confuso y contradictorio del proyecto de nación de la intelligentsianicaragüense, una parte de ella defendía una identidad y patrimonio centroamericano, en tanto que la otra apoyaba un concepto de identidad nacional ligado alrededor del suelo donde se nació, es decir de Nicaragua. Unos textos mantenían un concepto de inferioridad étnico-cultural y desvaloraban el proyecto de nación ligado al canal interoceánico. Sin embargo, en 1874 se hace más notorio el interés de crear un sentimiento patriótico ligado al lugar de nacimiento. La Guía Ilustrada del Estado de Nicaragua de 1898 contribuyó a la formación de la identidad nacional en cuanto a que presenta al nicaragüense como un ser mayoritariamente mestizo, y señala las características étnico-culturales del nicaragüense como un pueblo defensor del orden político, sencillo y hospitalario. Tales rasgos se derivan de las conferidas al héroe nacional José Dolores Estrada.
Palabras clave: Cultura popular, Nicaragua - Siglo XIX, Sociología – Nicaragua, Nicaragua - Civilización - Siglo XIX, Identidad nacional, Nacionalismo, Nicaragua - Política y gobierno - Siglo XIX, Nicaragua – Historia, Antropología cultural - Nicaragua.
Abstract: The Nicaraguan press during the XIXth century demonstrated the confused and contradictory of the project of nation of the Nicaraguan intelligentsia, a part from her was defending an identity and Central American patrimony, while other one was supporting a concept of national identity tied about the soil where one was born, that is to say of Nicaragua. A few texts were supporting a concept of ethnic - cultural inferiority and were devaluating the project of nation tied to the interoceanic channel. Nevertheless, in 1874 the interest becomes more well- known of creating a patriotic feeling tied to the place of birth. The Guía Ilustrada del Estado de Nicaragua of 1898 contributed to the formation of the national identity as for which he presents the Nicaraguan as a being for the most part half-caste, and it indicates the ethnic - cultural characteristics of the Nicaraguan as a defending people of the political, simple and hospitable order. Such features stem from the awarded ones to the national hero Jose Dolores Estrada.
Keywords: Pop culture, Nicaragua – XIX Century, Sociology – Nicaragua, Nicaragua – Civilization – XIX Century, National identity, Nationalism, Nicaragua – Politics and government – XIX Century, Nicaragua – History, Cultural anthropology – Nicaragua.
Introducción
Según la historiadora Frances Kinloch en Nicaragua la derrota de William Walker no se convirtió en una posibilidad de exaltar la imagen de los nicaragüenses como conjunto social. Al contrario, se reconoció la propia inferioridad étnica donde se descubrió el peso de la imagen atribuida a los pueblos del trópico por el pensamiento antropológico ilustrado [las ideas de la degradación de “la raza americana” y su incapacidad para autogobernarse], e incluso la influencia de la tesis sobre la superioridad de la raza anglosajona, esgrimida por los propagandistas del Destino Manifiesto. Empero, la elite política refirió esta inferioridad a los sectores subordinados y se reservó para sí el rol de diseminadores de la civilización europea, aunque después de casi treinta años de transitar en la anarquía la elite política comenzó a perder la esperanza en cuanto a su capacidad para instituir gobiernos estables, lo cual atribuyeron a la herencia cultural española e, incluso, a la sangre de sus ancestros. ii
Iván Molina y Patricia Fumero critican los señalamientos de Kinloch al apuntar que, en el surgimiento de la comunidad política imaginada nicaragüense, se enfatizó el vínculo existente, durante el siglo XIX, entre el proyecto canalero y la constante amenaza exterior. Fue en este contexto que se creó en Nicaragua un vocabulario nacionalista y una imagen nacional. Sin embargo, este proceso no giró, únicamente, en torno a la construcción del canal interoceánico. Tal es el caso de la promoción de la Batalla de San Jacinto y del héroe José Dolores Estrada durante el período de estabilidad política de los “Treinta Años Conservadores” (1857-1893).iii La Batalla de San Jacinto, junto con el rescate de Estrada, un héroe al que se le adscribieron los valores más tradicionales de las clases subordinadas – la humildad, el valor, la lealtad y el patriotismo – facilitaron el avance del proceso de invención de la nación nicaragüense por parte del Estado.iv Este artículo se inserta dentro de esta discusión al señalar que es hacia finales del siglo XIX que la elite intelectual nicaragüense comienza a postular las características étnico-culturales de los nicaragüenses y a enfatizar un discurso de pertenencia nacional.
Para Guillermo Fernández, entre 1871 y 1930, se impulsaron desde el Estado en Nicaragua tres concepciones diferentes de lo que era la nación y la patria, y tres interpretaciones distintas sobre el pasado del país, con algunos matices contradictorios entre sí. Estas variaciones en la construcción de un discurso nacional hegemónico sobre el pasado nicaragüense están íntimamente ligadas a los diferentes proyectos políticos, económicos y sociales de nación que se impulsaron en esos años, y al fracaso de cada uno de ellos. v Por otra parte, durante el régimen de José Santos Zelaya (1893-1909) su ministro de Educación, José Dolores Gámez, publicó los libros Catecismo de Historia Patria y Catecismo de Historia de Centroamérica por medio de los que se transmitió a toda una generación de nicaragüenses un doble sentimiento de nacionalidad. Lo jóvenes de la época aprendieron que su patria o país era Nicaragua y su nación, Centroamérica.vi
En su artículo intitulado: “Historia del vocabulario político en Costa Rica. Estado, república, nación y democracia (1821-1949)”, Víctor Hugo Acuña acota que su interés se centró en seguir la trayectoria temporal de estos tres conceptos para rastrear el proceso de formación de la identidad nacional en Costa Rica.vii Fundamentado en lo anterior es que el presente artículo pretende estudiar el proceso de construcción de la identidad nacional en Nicaragua, alrededor del análisis de los conceptos de raza y patriotismo y la postulación de las características étnico-culturales de los nicaragüenses contenidos en los periódicos de circulación nacional durante el siglo XIX y en la Guía Ilustrada del Estado de Nicaragua de 1898.
Identidad centroamericana, inferioridad racial e identidad nacional en Nicaragua en el siglo XIX
El 15 de septiembre de 1855, El Defensor del Orden dio a conocer su opinión acerca de la invasión de William Walker y sus filibusteros en el país:
“Ocupado el país por filibusteros norteamericanos, se vería luego una inmigración inmensa de hombres enemigos declarados de nuestra raza, que detestan nuestra religión, nuestras costumbres; que nos consideran y nos tratan como bárbaros, que nos juzgan indignos de gozar de los derechos políticos, y por lo mismo incapaces de concurrir a formar cualquier asociación que lleve este nombre”. viii
Este señalamiento parece rechazar la influencia del pensamiento del filósofo inglés Herbert Spencer sobre las sociedades más complejas y mejor integradas (las capitalistas, basadas en la división del trabajo, el contrato y la lógica del mercado) y que servían de modelo de progreso en la historia. Para Spencer, existen ciertas dinámicas de lucha por la supervivencia de los seres vivos, entre ellos los seres humanos, lo que da como resultado la extinción o desaparición de los menos aptos, ix lo cual hace de Spencer en uno de los teóricos de la expansión del colonialismo europeo. El texto antes señalado confirma los miedos de algunos miembros de la elite nicaragüense acerca de la pérdida de soberanía que traería para el país el entregarse a los Estados Unidos.x
En un discurso del General Tomás Martínez del 10 de abril de 1858, dirigido a todos los pueblos de Centroamérica, éste se refiere abiertamente a la amenaza que traería para la región la llegada de Walker: “Nuestra raza y nuestro nombre van corriendo el último de los peligros sopena de entregarles cobardemente esas mismas tierras y esas mismas aguas, con los pueblos, la religión y las libertades públicas”. xi Este es un texto que evidencia la defensa de una raza y, además, una identidad centroamericana basada la tierra, los depósitos de agua, las comunidades culturales allí existentes, una religión determinada (el catolicismo) y un tipo de gobierno e instituciones públicas, aunque en ningún momento se hace referencia a la composición étnica de los nicaragüenses. Según Michel Gobat el miedo de Martínez radica en que Walker y sus seguidores se identificaba a sí mismos como revolucionarios, proclamando que iban a “regenerar” no sólo a Nicaragua sino a toda Centroamérica. En particular, decían que el pueblo del istmo había sufrido por mucho tiempo la “tiranía” perpetuada por una “aristocracia degradada”. xii
Varios años más tarde, con la aventura de Walker ya lejana, el 14 de junio de 1874, El Porvenir de Nicaragua publicaba el artículo de su editor Henrique Gollel intitulado: “El patriotismo y los patriotas”, donde se acotaba que, frente a los intereses mezquinos de algunos connacionales, el patriotismo es el amor a la patria, esto es, el sentimiento que inspira al hombre el deseo de trabajar por la dicha, prosperidad y engrandecimiento del país que le vio nacer.xiii Este texto sería la primera referencia periodística a un sentimiento patriótico ligado al lugar de nacimiento, es decir a Nicaragua. Según Justin Wolfe en el discurso de Gollel se evidencia la influencia de intelectuales nicaragüenses como el historiador Jerónimo Pérez quien en su libro la Campaña Nacional contra el Filibusterismo (publicado en 1873) maldijo el fracaso de los políticos nicaragüenses por no seguir una política partidista basada en la ideología.xiv
En el discurso emitido por el director del Instituto Nacional de Occidente, Lic. R. Conteras, durante la clausura de la cátedras correspondiente al año escolar de 1887-1888, éste se refirió a que, con la construcción del canal interoceánico, se establecería forzosamente en lo futuro una lucha terrible entre la población nicaragüense y la inmigración extranjera, en la cual vencería el campeón que compareciera en la lucha armada con las armas de la inteligencia y que, por la energía moral y la concepción clara de su fuerza, fuera capaz de imponer a los demás su habilidad mecánica, sus procedimientos científicos, la prontitud en el obrar y la perseverancia en el querer.xv Este señalamiento deja entrever la influencia de Spencer en el sentido de que la raza sajona estaba dominando el mundo por el poder de la armas o de la tecnología, por el poder financiero, la capacidad industrial y el talento individual, producto de la experiencia y habilidad para hacer un trabajo determinado.
Spencer señalaba que las sociedades evolucionaban de un modo análogo a los organismos y que el sentido de esa evolución era generar progresivamente mayores grados de libertad individual. xvi Lo señalado por el Lic. Conteras no favorece la creación y expansión de un sentimiento de identidad nacional, sino más bien forma parte de lo que un grupo de intelectuales nicaragüenses pensaba en torno a su inferioridad étnico-cultural y la de su proyecto de nación ligado al canal interoceánico. Ello pone en entredicho la idea de la elite nicaragüense del siglo XIX en su conjunto, de aspirar a gobernar una comunidad política moldeada en torno a la imagen de una nación moderna y cosmopolita, que cristalizaría con la construcción del “canal interoceánico”. xvii Además, debido a su optimismo en el progreso indefinido a través de los avances científicos, Conteras no contemplaba que la ciencia experimental sobre la que nació y se asentó el capitalismo, lejos de beneficiar a toda la humanidad, sólo beneficiaba a un pequeño grupo de países, los cuales se enriquecían a expensas de la explotación de la mano de obra y de los recursos de otros. Como era el caso de Nicaragua.
Debe de señalarse que la alocución del Lic. Conteras no favorece la política de homogeneización étnica que se estaba implementando en Nicaragua en ese momento. Jeffrey L. Gould ha señalado que en la época de la rebelión indígena de Matagalpa en 1881 nació el mito de “la Nicaragua Mestiza”: un discurso oficial que describe a este país como uno étnicamente homogéneo donde el elemento indígena es desvalorado. xviii
Luego, en el discurso leído por el Comisionado Oficial Dr. José Madriz en el septuagésimo cuarto aniversario de la independencia nacional – es decir en 1895 –, al referirse a las diferencias entre anglosajones y latinos en América, afirmaba que:
“Por qué no usamos de la libertad como los americanos del norte? ¿Por qué éstos, que tuvieron menos motivos para desear y declarar su independencia, saben ser más libres que nosotros? No busquemos la causa de la diferencia en la sangre que circula en nuestras venas; no nos envilezcamos con la idea de que somos esencialmente inferiores a otros hombres…La causa eficiente de nuestros males está en la defectuosa educación que recibimos de la Madre Patria. Los americanos del norte habían aprendido a ser libres bajo el régimen colonial: Inglaterra fue para ellos madre y maestra: lección objetiva, enseñanza practica les dio, y educó hijos en vez de formar esclavos”. xix
El párrafo anterior matiza el pensamiento racista Spenceriano en cuanto a que cercena la base explicativa de la teoría evolucionista cultural al mezclarla con el determinismo racial, más bien histórico colonial. España es la culpable del subdesarrollo nicaragüense. xx, Asimismo, se hace alusión al papel diferenciador que tuvo la educación en la formación de una cultura política entre los americanos anglosajones y los latinos, lo que refiere una influencia de pensamiento propiamente positivista. El texto antes citado critica la idea de que después que los liberales y los conservadores nicaragüenses se unieron contra Walker, se hizo más común la retórica anti-estadounidense, pero generalmente comparando una Nicaragua culta e hispanoamericana con unos Estados Unidos bárbaros y degenerados. xxi La unión entre liberales y conservadores se refiere a que, en 1857, tras la derrota y expulsión de William Walker los generales Máximo Jerez (liberal) y Tomás Martínez (conservador) firmaron el “Pacto Chachagua” el 12 de septiembre de 1856, que permitió la existencia de un Gobierno Binario, con dos Presidentes, contribuyendo de una manera consistente a la dirección política y militar en la Guerra Nacional de Nicaragua.
El último texto referido a la identidad nacional de los nicaragüenses se encuentra contenido en la Guía Ilustrada del Estado de Nicaragua de 1898, la cual fue dedicada por su editor H. Falcinelli Graziosi al presidente José Santos Zelaya (1893-1909). Cabe aclarar que una gran parte de los contenidos de este libro aparecieron publicados como Rasgos descriptivos de la República de Nicaragua en el Decreto Ejecutivo aprobado el 29 de agosto de 1893.xxii Acerca del texto en estudio, este al referirse a la población nicaragüense, dice que la raza caucásica o europea está bien aclimatada y generalizada en el país. Se halla en las principales ciudades del Estado y en todos los pueblos en que vivieron los conquistadores españoles. La raza primitiva o americana se conserva pura en muchos pueblos del Estado y en casi toda la costa oriental. Es decir, se alaba el eugenismo, para entonces de moda. xxiii
Según este autor, en Nicaragua la raza negra o africana era muy escasa. Se encontraba en muy pocos pueblos del interior y en la costa oriental. Mezclada con las otras razas, había perdido su pureza primitiva en su mayor parte. En cambio, las razas mixtas eran numerosas. Tanto los mestizos como los mulatos y zambos formaban en conjunto el núcleo mayor de la población civilizada. xxiv De todo lo anterior sobresale el hecho de que los indígenas y negros eran eliminados por él de la composición étnica del nicaragüense para ser absorbidos por el mestizaje, que se convertía en el criterio étnico dominante, borrando de ese modo las antiguas diferencias étnicas con que estaba poblado el país. xxv Al mismo tiempo, resalta la postura racialista, que actuaba como carga simbólica en la práctica del racismo, al mantener la idea una jerarquía social racialmente diferenciada, en la cual el blanco detentaba la escala mayor y gozaba de un papel director frente a las minorías a las que se creía atrasadas, feas y apáticas. Estos juicios de valor tenían una carga negativa, que permitió la generación de estereotipos que pronto fueron instrumentalizados para poner de relieve la dominación y la interiorización. xxvi
Sin embargo, al postularse una homogeneidad étnica de los nicaragüenses con base en el mestizaje, en el cual dominaba una mayor proporción de sangre española, con menos mezcla de negro e indio, se favorecía la idea del valor de la eugenesia y, por tanto, de la blancura que en alguna medida corría por las venas de ellos. Para el caso costarricense el proceso de “blanqueamiento” fue un proceso gradual que se dio a lo largo del siglo XIX donde fueron determinantes la mezcla étnica y la poca capacidad de reposición del elemento africano. En este último factor influyo un limitado y tardo acceso al matrimonio, las altas tasas de mortalidad infantil y las bajas tasas de fertilidad matrimonial. xxvii
La Guía describe al nicaragüense como ágil y nervioso; de ojos negros, tiene la palabra fácil y elocuente. La indolencia tropical interrumpe a veces su energía. De la fusión de la antigua raza americana con la sangre española resultó este tipo humano que en si contiene las energías del soldado, la tenacidad del agricultor y los ensueños del poeta. También la mencionada obra define al nicaragüense como generoso, sencillo y hospitalario. La hacienda forma la riqueza del país; el café que en ellas se cultiva es la vida principal del comercio en Nicaragua. xxviii En las características definitorias de los nicaragüenses se encuentra que es un pueblo defensor del orden político, amén de ser sencillo y hospitalario, rasgos que se derivan de las atribuidas al héroe nacional José Dolores Estrada. Este discurso tiene como objetivo ocultar la división jerárquica y la existencia de fuerzas disgregadoras que obstaculizaban la constitución de un poder central, lo cual se empezó a lograr con el régimen de José Santos Zelaya; es decir, tardíamente frente al resto de los países centroamericanos (salvo Honduras). Sobre la característica poética del nicaragüense Carlos Midence acota que en la letra o en la poesía nicaragüense del siglo XIX como de la mayor parte del siglo XX está presente la identidad, la nación, el Estado, las guerras, los ideales patrióticos.xxixEl nuevo nicaragüense está encarnado en un criollo, campirano, hacendado, pero que aún retiene parte del sistema anterior: la colonialidad del ser, del saber y del poder. xxx Con respecto al papel del café en la construcción del Estado-nación en Nicaragua, se tiene que desde el último cuarto del siglo XIX, la elite ladina estaba interesada en transformar al indio en ladino y en absorber sus tierras para dedicarlas al cultivo de café. xxxi
Un aporte significativo en la formación de la identidad nacional nicaragüense se da al señalar la música de marimba, guitarra y bandurria como parte esencial de las danzas nocturnas que ejecutaban las jóvenes indias durante la temporada de recolección del café. xxxii Sobre la música de marimba nicaragüense se sabe que la unión de los sones de este instrumento musical con los ritmos, movimientos y pasos de la danza de origen europeo se empezó a dar a finales del siglo XIX. Para entonces, la ejecución de la marimba se extendía a las zonas rurales y los nativos fueron aprendiendo a usar este instrumento musical. Simultáneamente, a las danzas se incorporaban las expresiones indias, mestizas, criollas, mulatas y negras para dar paso al nacimiento de una nueva música y un baile con características propias. xxxiii
Con respecto a la composición étnica de los nicaragüenses se resalta que los indios se desarrollan con rapidez y desaparecen jóvenes: las mujeres a los 12 años son esposas y a los treinta son viejas, y raramente se encuentra un anciano entre los hombres. xxxiv En contraposición se dice que la sangre europea en las venas de los aztecas – grupo del que se creía descendían los indígenas nicaragüenses – ha modificado la raza. El nicaragüense hispanoamericano es robusto y tiene vida larga. xxxv En este discurso nuevamente se pone a los grupos aborígenes del país en vías de extinción con el fin de consolidar la imagen de la raza blanca y al mestizo derivado de ella como las predominantes. Según Jeffrey Gould estos señalamientos corresponden con el discurso oficial de la época donde se veía a Nicaragua como un país étnicamente mestizo. Esto fue interiorizado por los indígenas a tal punto que se despojaron de sus vestimentas y comenzaron a hablar español en un mundo social donde la palabra “indio” era sinónimo de atrasado e ignorante. xxxvi Por último, cabe señalar que la Guía no fue una obra de lectura obligada en escuelas y colegios por lo que su impacto entre la población fue mínimo.
Conclusión
La Guía Ilustrada del Estado de Nicaragua de 1898 abonó a la formación de la identidad nacional en cuanto a que postula al nicaragüense como un ser mayoritariamente mestizo, y señala las características étnico-culturales del nicaragüense como un pueblo defensor del orden político, sencillo y hospitalario. Tales rasgos se derivan de las conferidas al héroe nacional José Dolores Estrada. Este discurso tenía como objetivo ocultar la división jerárquica y la existencia de fuerzas disgregadoras que obstaculizaban la constitución de un poder central, lo cual se logró con el régimen de José Santos Zelaya. Empero, este libro no fue una obra de lectura obligada en escuelas y colegios por lo que su impacto entre la población fue mínimo, lo cual no alteró la influencia de los libros de historia de José Dolores Gámez donde se transmitía un doble sentimiento de nacionalidad: la patria era Nicaragua y su nación Centroamérica.
Referencias
Periódicos
Diario de Nicaragua. Miércoles 18 de septiembre de 1895. Año I. No. 257.
El Defensor del Orden. Septiembre 15 de 1855. No.6.
El Porvenir de Nicaragua. Junio 14 de 1874. Año IX. No.24. La Tertulia. Mayo 8 de 1878. Año IV. No.19.
El País. Miércoles 25 de abril de 1888. Año I. No.40.
Libros
Falcinelli Graziosi, H. editor, Guía Ilustrada del Estado de Nicaragua. Octubre de 1898 (Roma: Oficina Poligráfica).
Gould, Jeffrey L., El mito de “la Nicaragua mestiza” y la resistencia indígena, 1880-1980 (San José: Editorial de la Universidad de Costa Rica, 1997).
Gould, Jeffrey L., To Die in This Way. Nicaraguan Indians and the Myth of Mestizaje, 1880-1965 (Durham; London: Duke University Press, 1998, 2nd. Printing, 2003).
López, Irene, Indias, inditas, negras y gitanas: Los bailes de marimba en el Pacífico nicaragüense (Managua: IHNCA-UCA, 2007).
Manning, William (ed.), Diplomatic Correspondence of the United States, Inter American Affairs, 1831-1860, Tomo IV (Washington: Carnegie Endow- ment for International Peace, 1934).
Marín Hernández, Juan José; Vega Jiménez, Patricia y Cal Montoya, José Ed- gardo, La historia cultural en Centroamérica: Balance y perspectivas (Guatemala: CEFOL-USAC, 2006).
Memorias del IV Simposio Panamericano de Historia, (México: Instituto Pana- mericano de Geografía e Historia, 2001).
Molina Jiménez, Iván y Fumero Vargas, Patricia, La sonora libertad del viento. Sociedad y cultura en Costa Rica y Nicaragua (1821-1914) (México D.F.: IPGH, 1997).
Midence, Carlos, La invención de Nicaragua: letra y polis en la conformación de la nación (Managua: Amerrisque, 2008).
Taller de Historia. Nación y etnia Identidad natural o creación cultural (Ma- nagua: Instituto de Historia de Nicaragua, 1994).
Taracena A., Arturo y Piel, Jean, Identidades nacionales y Estado moderno en Centroamérica (San José: Editorial de la Universidad de Costa Rica, 1995).
Revistas impresas
Latin American Research Review, vol. 40, no. 3. (2005).
Mesoamérica, no.12, (diciembre 1986).
Mesoamérica, no. 31, (junio de 1996).
Revista de Ciencias Sociales, (Costa Rica) no.133-134, 2011 (III-IV).
Revista de Historia, (Nicaragua) no. 20 y 21, Primero y Segundo Semestre 2006.
Revistas electrónicas
Diálogos. Número Especial 2008. 1017, en http://escuelahistoria.fcs.ucr.ac.cr/ contenidos/articulos/2008/especial2008/articulos/04-Cultural/46.pdf con- sulta realizada el 1 de febrero de 2014.
Asociación para el Fomento de los Estudios Históricos en Centroamérica. Boletín No. 41, en http://afehc-historia-centroamericana.org/index.php?action=fi_aff&id=2222 s.p. consulta realizada el 2 de marzo de 2014.
i El autor agradece los comentarios y sugerencias a una versión preliminar de este texto al Dr. Arturo Taracena Arriola y al Dr. Michel Gobat. El autor ganó el Premio Nacional de Literatura de Costa Rica Aquileo J. Echeverría en el Área de Ensayo por su libro: Mujer, deporte y nación en Costa Rica (1888-2015). Cuenta con el Premio UNA 2020-2021 y el de Universitario Distinguido de la UNED 2021. Es miembro correspondiente de la Academia de Geografía e Historia de Nicaragua.
ii Kinloch Tijerino, Frances, La idea de nación en la Nicaragua de 1858, en Memorias del IV Simposio Panamericano de Historia (México: Instituto Panamericano de Geografía e Historia, 2001), 198.
iii Molina Jiménez, Iván y Fúmero Vargas, Patricia, La sonora libertad del viento. Sociedad y cultura en Costa Rica y Nicaragua (1821-1914) (México D.F.: IPGH, 1997), 14.
iv Ibid, 27.
v Fernández Ampié, Guillermo, “Variaciones de la idea de nación y patria en los textos escolares de Historia de Nicaragua. 1871-1930: El arduo camino en la construcción del sentimiento de nacionalidad nicaragüense”, Diálogos. Número Especial 2008.1017, en: http://escuelahistoria.fcs.ucr.ac.cr/contenidos/articulos/2008/especial2008/articulos/04-Cultural/46.pdf consulta realizada el 1 de febrero de 2014.
vi Ibid, 1026.
vii Acuña Ortega, Víctor Hugo, “Historia del vocabulario político en Costa Rica. Estado, república, nación y democracia (1821-1949)”, en Taracena A., Arturo y Piel, Jean, Identidades nacionales y Estado moderno en Centroamérica (San José: Editorial de la Universidad de Costa Rica, 1995), 64.
viii El Defensor del Orden. Septiembre 15 de 1855. No.6. 344-345.
ix Urbina Gaitán, Chester, “La influencia de Herbert Spencer en El Tiempo (1899- 1900)”, Revista de Ciencias Sociales (Costa Rica), n.133-134, 2011 (III-IV): 93.
x Manning, William (ed.), Diplomatic Correspondence of the United States, Inter American Affairs, 1831-1860, Tomo IV, (Washington: Carnegie Endowment for International Peace, 1934):409.
xi La Tertulia. Mayo 8 de 1878. Año IV. No.19.219.
xii Gobat, Michel, “Reflexiones sobre el encuentro nicaragüense con el régimen filibustero de William Walker, 1855-1856”, Revista de Historia (Nicaragua) no. 20 y 21, Primero y Segundo Semestre 2006: 79.
xiii El Porvenir de Nicaragua. Junio 14 de 1874. Año IX. No.24. 1.
xiv Wolfe, Justin, “No nacen aquí hombres serviles: raza, política y filibusterismo en el siglo XIX”, Revista de Historia (Nicaragua) no. 20 y 21, Primero y Segundo Semestre 2006: 105.
xv El País. Miércoles 25 de abril de 1888. Año I. No.40. 1. xvi Urbina Gaitán, Chester, 2011: 93.
xvii Kinloch Tijerino, Frances, “El canal interoceánico en el imaginario nacional. Nicaragua, Siglo XIX”, en Taller de Historia. Nación y etnia ¿Identidad natural o creación cultural? 1994 (Nicaragua), 53.
xviii Gould, Jeffrey L., El mito de “la Nicaragua mestiza” y la resistencia indígena, 1880-1980 (San José: Editorial de la Universidad de Costa Rica, 1997), 16-24.
xix Diario de Nicaragua. Miércoles 18 de septiembre de 1895. Año I. No. 257. 2. xx Urbina Gaitán, Chester, 2011: 93.
xxi Wolfe, Justin, 2006: 103.
xxii Decreto Ejecutivo aprobado el 29 de Agosto de 1893. Publicado en Las Gacetas Nos. 279, 280, 281, 282, 283, 284, 285, 286, 287, 288, 289, 290, 291 y 292, de los días 16, 17, 18, 19, 20, 22, 23, 24, 25, 26, 27, 29, 30 y 31 de Octubre y las Gacetas Nos. 293, 294, 295, 296, 297, 298, 299, 300, 301, 302 de los 1, 3, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 12 y 13 de Noviembre de 1895.
xxiii Palmer, Steven, “Hacia la “auto-inmigración”: El nacionalismo oficial en Costa Rica, 1870-1930”, en Taracena A., Arturo y Piel, Jean, Identidades nacionales y Estado moderno en Centroamérica (San José: Editorial de la Universidad de Costa Rica, 1995), 75-86; y, Palmer, Steven, “Racismo intelectual en Costa Rica y Guatemala, 1870–1920”, Mesoamérica, no. 31, (junio de 1996): 99-121.
xxiv Falcinelli Graziosi, H. editor, Guía Ilustrada del Estado de Nicaragua. Octubre de 1898 (Roma: Oficina Poligráfica), 71.
xxv López Bernal, Carlos Gregorio, “La historia cultural en El Salvador: Un campo de estudio en ciernes”, en Marín Hernández, Juan José; Vega Jiménez, Patricia y Cal Montoya, José Edgardo, La historia cultural en Centroamérica: Balance y perspectivas (Guatemala: CEFOL-USAC, 2006), 53.
xxvi Hernández Rivas, Georgina, “David J. Guzmán: la institucionalización del discurso racista en las elites simbólicas del poder”, en Asociación para el Fomento de los Estudios Históricos en Centroamérica, Boletín No.41, s.p., en http://afehc-historia-centroamericana.org/index.php?action=fi_aff&id=2222 consulta realizada 2l 2 de marzo de 2014.
xxvii Gudmundson, Lowell, “De “negro” a “blanco” en la Hispanoamérica del siglo XIX: la asimilación afroamericana en Argentina y Costa Rica”, Mesoamérica, no.12. (diciembre 1986): 309-329.
xxviii Falcinelli Graziosi, H. editor, Guía Ilustrada del Estado de Nicaragua. Octubre de 1898 (Roma: Oficina Poligráfica), 210.
xxix Midence, Carlos, La invención de Nicaragua: letra y polis en la conformación de la nación (Managua: Amerrisque, 2008), 87.
xxx Ibid, 90.
xxxi Gould, Jeffrey, “Nicaragua: La nación indohispana”, en Taracena A., Arturo y Piel, Jean, Identidades nacionales y Estado moderno en Centroamérica (San José: Editorial de la Universidad de Costa Rica, 1995), 254; y, Gould, Jeffrey L. 1997, 25-54; Gould, Jeffrey L., To Die in This Way. Nicaraguan Indians and the Myth of Mestizaje, 1880-1965, (Durham; London: Duke University Press, 1998), 2nd. Printing, 2003), 16-19; y, Hook, Juliet, “Beloved Enemies: Race and Official Mestizo Nationalism in Nicaragua”, en Latin American Research Review, vol. 40, no. 3, (2005): 14-39.
xxxii Midence, Carlos, 2008, 90.
xxxiii López, Irene, Indias, inditas, negras y gitanas: Los bailes de marimba en el Pacífico nicaragüense, (Managua: IHNCA-UCA, 2007), 33.
xxxiv Falcinelli Graziosi, H. editor, 1898, 210-211.
xxxv Ibid, 211.
xxxvi Gould, Jeffrey, 1995, 254.
Apéndice
Enlace alternativo