Secciones
Referencias
Resumen
Servicios
Buscar
Fuente


Una geografía febril nos ablanda lx cuerpx
post(s), vol. 11, pp. 272-287, 2025
Universidad San Francisco de Quito

Praxis

post(s)
Universidad San Francisco de Quito, Ecuador
ISSN: 1390-9797
ISSN-e: 2631-2670
Periodicidad: Anual
vol. 11, 2025

Recepción: 20 junio 2024

Aprobación: 24 julio 2024


Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional.

Cómo citar: Velasco, C., Ávila, S., y Jarrín, D. (2025). Una geografía febril nos ablanda lx cuerpx. En post(s), volumen 11 (pp. 272-287). USFQ PRESS.

Resumen: Una exposición artística junta a unx artista, unx curadorx y unx editorx (quienes ya eran amigxs) para trabajar juntxs. Este trabajo creativo produce una serie de reflexiones atravesadas por la intimidad de su relación y por sus disidencias. La separación entre campos creativos se va disolviendo mientras lxs tres autorxs empiezan a compartir, preguntarse e interrumpirse con sus propias experiencias y reflexiones teóricas. El texto sigue un camino disperso sobre el fracaso y sus materialidades, la captura de las identidades, el disciplinamiento del sistema médico y las posibilidades de imaginar otras formas de producir colectividad. Este texto busca explorar una forma de materializar procesos creativos producidos a partir del contagio de la amistad, y de imaginar cómo sería una escritura deshilachada.

Palabras clave: disidencia sexo-genérica, subjetividad, arte contemporáneo, arte queer, fracaso, enfermedad.

Abstract: An artist, a curator, and an editor (who were friends already) work together on an art exhibition. This creative work kindles a series of reflections whose setting is a close friendship, and sexual and gender dissidence. The borders between their creative fields are dissolved as the authors share, question and interrupt one another with their own experiences and insights. The text follows a scattered trajectory through failure and its happenings, the capturing of identities, the disciplining of the health system, and the possibilities of imagining other forms of collectiveness. This text seeks to explore a way to embody creative processes born out of the contagion of friendship, and to imagine frayed writing.

Keywords: sexual dissidence, subjectivity, contemporary art, queer art, failure, illness.

Las circunstancias que juntan a David, Carolina y Santi a escribir este texto colectivo responden tanto a una relación afectiva sostenida durante varios años como a las estructuras organizativas del mundo del arte contemporáneo. David es artista. Santi es curador. Caro edita y escribe. Santi curó una expo de David, Caro editó el texto curatorial e hizo un fanzine. Esta relación creativa, laboral y amistosa construyó un campo de creación y de pensamiento colectivo que poco a poco fue difuminando la necesidad de roles. Esta escritura parte del momento concreto de pensar de forma conjunta una obra artística y se convierte en un ejercicio experimental de cuerpos suaves compartiendo un terreno en común. Aquí nos planteamos desorganizadxs, o descubriendo una organización de la corporalidad a partir del contacto de suavidades. Las formas de signar el texto nos ayudan a marcar en su geografía las distintas voces que lo componen y a probar formas de orientación por fuera de la concepción de la autoría. Dar inicio a este diálogo implica un acto de conciencia sobre el lugar de enunciación colectivo. Este relato polifónico es en cierta medida una toma de acción cooperativa para reconocer, dentro de nuestras corporalidades, otras formas de sentir y pensar. En este texto no sentimos la necesidad de la proveniencia de cada voz, solo marcar con símbolos la existencia de tres escrituras en conversación/interrupción.

( ) ≈ ≈ * *

* El concepto de fracaso emerge como una intrincada herramienta, una suerte de brújula que desorienta una producción artística. A partir de esta noción, su posicionamiento como artista marika lo lleva a explorar narrativas donde el acto creativo deviene en lenguajes y formas de resistir a las estructuras socioculturales hegemónicas.

El fracaso es una forma de conocerse y conocer el mundo que nos rodea, en una especie de flujo que atraviesa la decadencia y el pesimismo que invaden nuestro mundo. Desde ahí, se puede pensar en maneras en las que, desde el arte, esta posibilidad se plantea como algo vivido y necesario. Según Halberstam (2011), la idea de no encajar en los estándares convencionales implica una apuesta por subvertir las expectativas de la sociedad heteronormada y celebrar la extrañeza. Para rechazar la normatividad, D comparte narrativas personales de lucha y fracaso, y propone desde un acto creativo propuestas artísticas que resistan y den frente a sistemas tradicionalmente opresores.

D parte de sus experiencias para cuestionar los efectos que ejerce la heteronorma sobre lxs cuerpxs marikas y propone otros modos de las nociones de lo corporal. A través del dibujo, la cerámica y el tejido se materializan propuestas que desencauzan, expanden, deshilachan y tuercen las construcciones que rigen las percepciones sobre las corporalidades disidentes y enfermas.*

(Voy a tomar la imagen de lo deshilachado como la expresividad del fracaso. Las obras de D en las que trabaja con tejidos son suaves y eso da confort, pero también se sienten susceptibles al desarme. Creo también que esto de dejar hilos sueltos, que es una expresión que se usa cuando no concluyes una idea, puede dar pistas sobre las concepciones del fracaso y sus potencias disruptoras. Deshilachar o dejar hilos sueltos puede ser una forma de acercarse al pensamiento sin buscar un fin concreto, dejando espacio para lo indeterminado, jugando con la precariedad de las formas y deshaciendo las relaciones que pensamos que son entramados inevitables.)

*Esta conversación descompone tales intenciones y explora nuevos caminos para encontrarse con lo desconocido. Y plantear desde los afectos resistencia y memoria, que se encuentran con la catástrofe de un mundo en ruinas. Y desde la curiosidad nacen una multiplicidad de mundos para otros cuerpos, momentos para gozar de la existencia que se interrelacionan entre seres que aparecen del otro lado, de universos que en este tiempo parecen impensables.*



Figura 1. Boceto de obra. D, 2023.

(Es importante situar al fracaso en nuestros cuerpos, no solo como una idea sino en su forma encarnada, en la memoria afectiva, en eso que ahora nombramos como una forma de ser deshilachadxs. Me gustaría saber cómo es eso para ti, cuál es la historia de tus rasgados.)

Desde que era niñx, me he sentido como un ser extraño, acumulando ansiedades producidas por mi entorno que ahora desencadenan ataques de pánico o de ansiedad. Me acuerdo que experimentaba una sensación de compresión en mis extremidades y en el tórax que detenía mi cuerpo. Sentía que mi vida estaba atrapada en un ciclo de constantes pausas.

(Mi ansiedad está en mi estómago y en mis manos.)

Como marica que juega constantemente con su identidad, he experimentado una sensación de extrañeza en la forma en que habito mi vida, mi sexualidad y mi enfermedad. Mi cuerpo, percibido como masculino, con picos medicados de testosterona, ansiolíticos y antirretrovirales, se ve empujado al sudor, la fiebre y la angustia. Todo esto converge en fallas cotidianas torpes, como tropezar al caminar u olvidar en qué lugar me encuentro...

(La imagen de lo deshilachado me provoca también pensar en la fragilidad de este estado. Los hilos colgando, casi pidiendo que alguien los arranque, son una posibilidad de desarmar las estructuras de la tela. Los hilos sueltos pueden soltar más hilos, pueden liberar el resto de fibras. Los bordes deshilachados son bordes para seguir deshilachándose y esta imagen puede ser útil para pensar en el fracaso como una práctica.)

Me gusta imaginar que las disidencias habitan en tejidos complejos donde los nodos, nudos, entrecruces deshilachados, rotos, enmarañados construyen nuestros sentires e intimidades. Pienso en las prácticas del fracaso en nuestra misma existencia, desde nuestros deseos hasta nuestra relación con los sistemas que nos atrapan/condicionan. Recuerdo que en el hospital, a manera de «castigo» por no ir regularmente a las citas médicas, nos quitan la medicina. Vienen memorias-ráfagas sobre el comportamiento del cuerpo, casi como mitos contemporáneos. El cuerpo sano, el cuerpo productivo, el cuerpo joven, el cuerpo en movimiento, el cuerpo estético, el cuerpo resistente...

(El fracaso podría, en vez de ser un anti-éxito, ser un desvío sin un final cerrado. Hilos de fuga.)



Figura 2. Obra de la exposición Está bien no pensar en todas las cosas. D, 2023.

Siento que estos enredos de hilos y desvíos han empujado mi cuerpx a una travesía atormentada por la estética hipertwink del capitalismo rosa, la hipérbole de la productividad, la ficción del cuerpo joven-sano, y el aparato farmacológico local. Ahí, entendí que habitaba un fracaso, que me hacía repreguntar otros modos de habitar lx cuerpx. Procesos similares he sentido con mi sexualidad, mi relación con el placer y la conformación de afectos. Estos afectos entornan inevitablemente la búsqueda de diálogos hacia nuestras sexualidades, a nuestrxs cuerpxs siendo maricas, e implican momentos donde incluso hemos dicho: «mierda, mi cuerpo-sexualidad-vida se está desparramando».

(Yo también pienso mucho en cómo atormentan esas categorías identitarias cristalizadas o enfocadas en un modo particular de corporalidad. A mí me gusta imaginarme con más apertura, no solo de lo que soy sino de lo que puedo ser. No quiero ser igual a la figura de mí mismx. Para poder sostener esta forma de desencajar, experimento con nuevos modos de moverme, nuevas relaciones con lxs otrxs, nuevos tactos, nuevas formas de concebir la afectividad. Es algo en lo que he pensado mucho porque acabo de ver la película Orlando, mi biografía política (2023), de Paul B. Preciado, donde construye una forma de pensar al género desde su poética: el género como creación artística, o a nosotrxs como poetas del género. Hay un campo de experimentación en el cuerpo que puede ser también muy sutil. Creo que así también pensamos en nuestra corporalidad en los términos de la experimentación, del juego, de lo indeterminado y siempre en colectividad.)



Figura 3. Boceto de dibujo. D, 2023.

¡Justo he estado pensando en eso! He estado relacionando mis pesadillas febriles actuales con las que tenía de niñx, y he encontrado gestos donde quiero volver a esos modos frágiles, torcidos y nublados. Estoy en un constante ejercicio de retomar esa cadera quebrada del colegio, enderezada por los eventos cívicos, la voz delicada y amanerada que fue engrosada por la testosterona, y los afectos infantiles que fueron destruidos por la heterosexualidad adolescente. También, pensaba en cómo nos han enseñado a usar nuestras experiencias para crear, pero nunca a cómo hablar de ellas en nuestros balbuceos equivocados. Hemos aprendido a traducirlos en un tipo de lenguaje.

*Nuestra existencia de reconocernos en un cuerpo es plantear una relación directa con lo visceral; entiendo que es encarnar una experiencia que no existe de forma abstracta, sino que se vive y hace presente en la realidad día a día. Cuerpxs, memorias e imaginación se fusionan para proyectarse de forma indivisible porque las violencias nos aquejan como rocas que caen del cielo mientras corremos por la vía. Frente a esto, aun así queremos sobrellevar la vida, sobreponernos a las condiciones de salud que nos atraviesan. Qué importante es pensar o imaginar; frente a esto, un espacio o plano más allá de lo terrenal donde pueden existir otras relaciones humanas. Incluso más allá de la misma humanidad.*

Estoy indagando en ciertos momentos plásticos que siento que se desparraman y juegan con el error; por ejemplo: cuando dibujo y se me mancha el papel, imagino que es allí donde quiere ir el dibujo; si la cerámica explota o se tuerce por el peso, quiere tomar esa forma; si el textil se rompe, quiere deshilacharse hacia otras direcciones.

*Es así como aparecen promesas erráticas que transforman escritos en piezas de cerámica, notas médicas que condicionan y prescriben lo que el cuerpo está obligado a consumir como medicina. Estos gestos brotan del padecimiento y del goce, de temores que se resbalan y convierten en barro cocido. Pequeños objetos se desdoblan sobre sí mismos para retorcer las historias que no solo se imprimen en la materia, sino también en la conciencia de unx cuerpx marika que explora su existencia fluyendo sobre viejos cimientos de un mundo en colapso.

Entiendo que este ejercicio de reconocimiento es sumamente complejo y extenso, y es indivisible del proceso de creación. Frente a estas ideas, ¿cómo se plantean las conexiones para proponer un proceso artístico, y desde qué punto te acercas al acto creativo?*

Mi trabajo nace desde lo personal, al vivir el aparataje farmacológico local, la violencia estructural sobre nuestrxs cuerpxs y el constante susurro de la catástrofe climática, siendo marica ceropositiva. Vienen a mí preguntas llenas de ansiedad que se multiplican apenas se interconectan con lo que sucede localmente, con posibilidades de un futuro caótico-apocalíptico, donde no sé qué pasará con nuestras vidas.



Figura 4. Boceto de dibujo. D, 2023.

(Me da mucha felicidad también estar ahora contigo pensando juntxs: creo que suceden y se provocan más cosas. Te contaba que estaba leyendo ese libro de A la salud de los muertos, de Vinciane Despret, y este pedacito de texto me pareció hermoso y creo que va por donde estamos pensando: «Lo que afecta, como aprendí —y es una dimensión importante de la ecología de los sentires—, pide relevo, reposición: “Haz pasar lo que afecta, afecta también a otros”. Lo que nos afecta responde a una ecología de lo viral; a falta de huéspedes, lo que afecta se marchita y no podrá afectar a nadie más. Lo que afecta nos requiere» (2022, p. 85). Algunas veces me has llamado a visitar tu estudio, como práctica de la amistad, y eso también ha detonado las ganas de escribir o leer cosas contigo. Creo que, igual, lo que sucede a partir de estas afectaciones está aún por verse. Pero algo de lo que nos contagiamos está presente ahora en estos gestos de escritura.

Este contagio también puede producir alivio porque hace colectivas nuestras preocupaciones. Pienso el alivio no en términos neoliberales de cuidado personal y fórmulas de salud mental, sino como procesos de compartir cómo el capitalismo nos da ansiedad o nos asusta o hace cosas en nosotrxs que no queremos.)

Una obra que nos abrace.

Por eso imagino texturas, formas, colores y materiales que nos permitan habitar la vulnerabilidad, el miedo, el dolor, la rabia y todo aquello que se nos enseñó a contenernos. Que nos invite a aceptarnos frágiles, permeables y transparentes, para así también abrirnos hacia caminos de sanación comunitaria y permitirnos flotar en nuestras heridas.

*Es vital entonces plantear una relación entre las urgencias que motivan este trabajo artístico y el vínculo con una idea planteada por Bruno Latour. La Teoría del Actor-Red (TAR).*

Su teoría es igual al acrónimo de mi medicación, la terapia antirretroviral (TAR 2.0).

*Este es un enfoque conceptual que se utiliza para analizar y comprender la interacción entre actores humanos y no humanos en la construcción de redes sociotécnicas, como menciona Latour:

La Teoría del Actor-Red rechaza la distinción entre lo social y lo técnico y sostiene que todas las entidades, humanas y no humanas, son igualmente actores en la construcción de redes sociotécnicas. En lugar de ver a las tecnologías como simples herramientas o artefactos neutros, la TAR considera que las tecnologías son agentes activos que influyen en las relaciones sociales y participan en la configuración de la realidad social. (2005, p. 4)

Esta teoría sostiene que tanto los seres vivos como los objetos y las instituciones tienen un papel igualmente importante en la formación de relaciones y en la construcción de la realidad. Y plantea la idea de que todas las entidades, humanas y no humanas, son actores que participan activamente en la creación de las redes sociales y tecnológicas. De esta forma, son vitales las conexiones e interrelaciones, pero no se plantean como cualquier tipo de conexión: son diálogos sin jerarquía donde objetos, humanos y no humanos, son irremplazables, y no pueden ni deben existir uno sin relación con el otro. Es aquí donde me encuentro con ustedes, porque se plantean imaginar otras formas para desordenar, reconectar e imaginar un mundo que se conecta en correlación, y donde el ejercicio creativo propone activar otras formas de interactuar con el entorno. El deterioro de los territorios, el posicionamiento frente a nuestros cuerpos y la conciencia de un presente abocado a la extinción son una avalancha de reflexiones. Sin embargo, existe aquí una gran interrogante: ¿podemos realmente pensar en todo al mismo tiempo?; ¿es eso posible, necesario?; ¿hasta qué punto existen las fuerzas para sostenerse y seguir adelante?*



Figura 5. Boceto. Tinta sobre papel. D, 2024.

Nuestros nacimientos, sexualidades y enfermedades son también grandes fracasos. Se siente como un síntoma de la homofobia local a la violencia estructural hacia cuerpos disidentes, a la falta de educación sobre nuestros ancestros, a la carencia de medicamentos de calidad, a los golpes e insultos impregnados en nuestras memorias infantiles, a la violencia en la calle y al miedo de salir de casa. Habitamos una sensación de fracaso generacional, donde el cambio climático nos conduce hacia la falta de esperanza de un futuro.

(Es tan difícil para mí pensar del todo en la falta de esperanza. No sé si soy ingenux o si solo pienso en mi generación. Pero dentro de todo, siento que si hacemos cosas que producen esperanza, no sé en qué temporalidad pero al menos al crear cosas lindas, nos aseguramos vidas menos violentas.)

Para mí, en varios caso el recorrer la ciudad se ha convertido en una búsqueda de aquello que no existe, me desfaso imaginando la proximidad de nuestro futuro, siendo herederos de catástrofes, narradorxs de lxs desaparecidxs y bisnietxs del VIH. Camino por la ciudad y no encuentro aquel paisaje de mi infancia, donde ahora el Pichincha y el Machángara se vuelven incendios-tsunamis que se extienden y nos cubren de nubes grises.

*Son actos radicales que no buscan una ruta de escape, sino que se sitúan en el aquí y el ahora intensamente. Nos invitan a rajarnos la piel para explorar lo que yace debajo, las líneas curvas y las formas en nuestros tejidos. No se trata de huir, sino de mirar hacia adentro para encontrar el afuera que se teje en red. Es en este pálpito de la carne donde el presente se torna un espacio fértil para rasgar los cuerpos.*

Con esto, me pierdo en las sensaciones de estos pensamientos ansiosos, experimento con materialidades que puedan ser empujadas por distintas fuerzas físicas reales y ficcionales, tal como pasa en mi cuerpx. Indago en los efectos secundarios de mi medicación (TAR + ansiolíticos), mis pesadillas febriles, mi sudoración, el tránsito en el hospital, mis relaciones amorosas y afectivas, mi sexualidad, mis ataques de pánico, la gran estimulación de información en línea, la catástrofe climática y experiencias comunes con otrxs maricas enfermxs.

*Las piezas de D se dejan desparramar como el sudor en las noches de fiebre, el desbor- de de los ríos, las marcas de mis labios secos y el paisaje en posibilidades catastróficas.*

Juego con formas aplastadas como mi cuerpo en un ataque de pánico, la deformación de mi frasco de medicamento por una caída torpe, o la relación entre mis órganos y las quebradas de Quito. Investigo en la topografía de la ciudad y de los mapas del sudor al secarse en mi piel, en el paisaje de las montañas y los cuerpos danzantes de mis amigos.

(Los discursos médicos producen cuerpos con sus lecturas, con sus exámenes, con sus diagnósticos. Hay una lectura sobre el cuerpo o una producción del cuerpo que también es sobre lo que se considera funcional o apto. Frente a esto, creo que estás nombrando otros síntomas o efectos de los contextos en que vivimos, como la ansiedad o la desesperación. Pero de alguna forma estás sacando estas sensaciones de esa visión de leerlos solamente de forma patológica. Pienso cómo sería (o si está por ahí) una metodología de la ansiedad o de la desesperación: eso que te hace imaginar casi sin pausa nuevos escenarios, que te hace crear relaciones extrañas y sin parar, multiplicativamente. Y también se rompen esos límites de la ficción y la no-ficción porque es pura especulación. También me imagino las potencias de estas geografías febriles de cuerpos suaves. Así la medicina no produce solamente contornos de cuerpos, sino que hay ahí una posible fuga a otro tipo de escenarios. Fantaseo con que estas geografías sean visitadas por todxs lxs seres que tienen estas mismas fiebres. Que la conexión química —viral— sea también una conexión de posibilidades de cuerpxs blandxs compartiéndose. Una red de soñantes con fiebre.

Es una especie de hackeo del cuerpo pero tomando esa misma medicina y aceptando lo inesperado. Creo que des-secundarizar los efectos, y pensar que hay potencias disruptoras en estos espacios colonizados-médicos abre una brecha interesante. Me parece importante tu atención a esto. O sea, no quitar la potencia por ser «efectos secundarios».)



Figura 6. Aluviones de sudor, de la serie Trágame tierra. Tinta sobre papel, 29x19cm. D, 2023.

Creo que dentro de lo que se plantea, los efectos secundarios del TAR han empujado esta ficción sobre posibilidades del futuro y de mi cuerpx. Escenarios oníricos donde me imagino a mis amigxs maricas sobreviviendo catástrofes, saliendo de la tierra, siendo otro tipo de cuerpxs, humanxs y no humanxs, y... bailamos. Me vienen a la mente ráfagas de la escritura de Larry Mitchel (2019) en Las maricas y sus amigas entre revoluciones, donde realiza un ejercicio imaginativo y sensible/sensual sobre la relación de las disidencias sexuales con su entorno, las entidades no humanas, el paisaje, los sueños y la enfermedad. Su escritura y las ilustraciones de Ned Asta me han permitido dejarme seducir por la falla y el dolor, jugando con la fantasía para narrar nuestra/mi historia y experimentar con formas/texturas que nos ofrezcan otras posibilidades de enfrentar la vida. En mis pesadillas febriles todo se desploma, la ciudad se incendia, se inunda, cae, flota... y mis amantes y amigxs maricas danzan, se enrollan y sobreviven a estas catástrofes... siento otrxs cuerpxs, cuerpxs que balbucean otras formas de existir: cuerpxs-paisajes, cuerpxs-plantas, cuerpxs-pócimas, cuerpxs-órganos, cuerpxs-montañas, cuerpxs-lagos...≈

*Es como una ventisca que aglutina y teje sobre el caos del mundo marino. Como menciona Perlongher (2016), una necesidad de conectar aquello que se escapa de la norma; que, frente a las cualidades que se asumen para los cuerpos marikas, se susurra un limbo, una entrada a combinar las corporalidades. Pero lejos de los binarios, sino más bien desde las contaminaciones internas que, difusas, proponen líneas que son ambivalentes a las negociaciones que toman los lenguajes artísticos.*

Pienso en la suavidad del puré de papa en la boca y en el beso en la espalda de un amante excitado... Por ahora, estoy trabajando materialmente con sensaciones de alivio y las imagino como prácticas para resistir en conjunto. Resistir ante el sistema biopolítico que «no falla» y está en el constante ejercicio de silenciarnos. Pienso en los textos de Gender Fail de Be Oakley (2022) sobre la falla colectiva y fallar como una práctica de rechazo al cuerpx exitoso, dejando de habitar las ruinas de una hegemonía hiper(re) productora. Fallar a manera de resistencia. Investigo sensaciones de confort que mi cuerpx abraza cuando siente dolor y ansiedad, me dejo inundar por ellas para fallar plásticamente y ficcionar paisajes y otrxs/mi cuerpx/s.



Figura 7. Sin título. D, 2023.

*Por eso los dibujos son sueños de sudor y químicos que se materializan como cápsulas de dolor y rabia contenidas en tinta. En estas escenas oníricas florecen personajes trazados desde la intuición y la paciencia para representar otros mundos, extraños, cálidos y montañosos, con líneas y formas curvilíneas que moldean siluetas en las que se pueden distinguir magas, marikas y otrxs compañerxs. Los balbuceos desdibujan los límites entre seres y eclipsan al humo de una realidad en ruinas.*

≈Me planteo jugar con lo accidentado, la ficción especulativa y los pensamientos rumiantes sobre nuestras vidas, e imaginar alternativas para nuestras dolencias y temores. Sobrevivimos a los estragos de la crisis climática: la radiación extrema, los ríos desbordados y desaparecidos, los aluviones, los incendios forestales... Al devenir del cuerpx: en peligro, violentado, ignorado, agotado, violado, despojado, rechazado... A la enfermedad: al cambio de medicamentos, a los efectos secundarios, la falta de atención médica, a la sobredosis, a la reinfección, a la espera de patentes, a las políticas de salud públicas... Y, cuando todo se desplome... ¿dónde conseguiremos el medicamento?≈



Figura 8. Obra de la exposición Está bien no pensar en todas las cosas. D, 2023.

*Esta escritura también puede ser una producción de este tipo de territorios, donde podamos desparramarnos, perder el hilo, desestructurarnos y ablandarnos. Dejarnos afectar por las vidas que están cerca a nosotrxs. Disolver los límites de la creatividad y sus instituciones, y las formas en que podemos existir en colectivo. El fracaso es motivación para soñar que se puede ser blandx, que se puede imaginar en estados febriles, que las redes y los afectos sobrepasan la noción de autoría porque no traducen sino comparten estrategias para sobrellevar la vida. Para pensar en colectivo, para difuminar los nombres en símbolos y las líneas en siluetas de montañas en las que los seres que nos acompañan son amigxs, son amantxs. Para creer que no somos un rompecabezas, sino una sola cordillera que se expande y vierte en la tierra, o hilos con potencia para desfigurar las formas.* post(s)

Referencias

Bornstein, K. (1994). Gender outlaw: On men, women, and the rest of us. Vintage.

Despret, V. (2022). A la salud de los muertos: Relatos de quienes quedan. La Oveja Roja.

Halberstam, J. (2011). The queer art of failure. Duke University Press.

Halberstam, J., & Sáez, J. (2018). El arte queer del fracaso. Egales S.L.

Hedva, J. (2022). Sick woman theory. En B. Oakley (Ed.), Gender Fail, two anthologies on failure (pp. 14–33). Gender Fail.

Latour, B. (2005). Reassembling the social: An introduction to actor-network-theory. Oxford University Press.

Michell, L., Mitchell, L., Asta, N., & Bassichis, M. (2019). The faggots and their friends between revolutions. Adfo Books.

Oakley, B., & LeBien, N. (2022). Gender Fail Reader 1+2+3. Gender Fail.

Perlongher, N. (2016). Los devenires minoritarios. Diaclasa.

Información adicional

Cómo citar: Velasco, C., Ávila, S., y Jarrín, D. (2025). Una geografía febril nos ablanda lx cuerpx. En post(s), volumen 11 (pp. 272-287). USFQ PRESS.



Buscar:
Ir a la Página
IR
Modelo de publicación sin fines de lucro para conservar la naturaleza académica y abierta de la comunicación científica
Visor de artículos científicos generados a partir de XML-JATS4R