RESEÑAS

LO QUE SE REVELA EN LA LECTURA

What Is Revealed In The Reading

María Laura Pérez Gras
Universidad del Salvador, Argentina
CONICET, Argentina

Gramma

Universidad del Salvador, Argentina

ISSN: 1850-0153

ISSN-e: 1850-0161

Periodicidad: Bianual

vol. 35, núm. 72, 2024

revista.gramma@usal.edu.ar

Lojo M. R.. Lo que hicieron ahí. 2023. Buenos Aires. Corregidor. 978-950-05-3375-1


Datos de la Obra

Lojo, M. R. (2023). Lo que hicieron ahí. Buenos Aires: Corregidor. ISBN: 978-950-05-3375-1

Lo que hicieron ahí, de María Rosa Lojo, es un magnífico puzzle literario. Se trata de una constelación de relatos, o de una novela, porque los fragmentos-capítulos se enlazan de alguna manera y ninguno resulta ser del todo un cuento en el sentido moderno del término, aunque se podrían leer de forma independiente y en otro orden. Lo que sorprende es que el resultado de su lectura no termina solo en el armando de una trama singular, sino en el trazado de una red de poder, intrigas y filiaciones que condensan la argentinidad como una puesta en abismo de la historia argentina, desde sus inicios hasta la actualidad, con sus hitos identificables: el conflicto de la frontera con el indio, las guerrillas y las dictaduras, el peronismo y el menemismo, entre muchos otros.

El nudo que todo lo ata es un accidente único y fatal: el autobús de un grupo de niños con síndrome de Down es embestido, y ninguno de los pasajeros sobrevive. La tragedia privada de un grupo de familias que se nuclean en torno al dolor y la pérdida. A partir de este punto nodal, las historias se despliegan, repliegan, enlazan, superponen y vuelven a enlazar de tal modo que ningún cabo queda suelto hacia el final.

La clave de lectura del libro parece estar enunciada en una parte del relato «Rey desnudo»:

El espejo tiene un marco en forma de rayos de sol, la luna está trizada. Solo refleja fragmentos de las caras que componen un rompecabezas transitorio sobre la superficie rota.

A veces Lía se para frente a ese espejo. Le hace muecas, le saca la lengua. Le divierte que la mitad de la lengua se vea un centímetro más arriba que la otra, que un ojo se despedace, desfasado. Como en algunos cuadros o historias donde hay partes descolocadas, ocultas o perdidas, que solo un ojo completo, por encima de todos, podría descubrir (2023, p. 33).

El ojo que mira por encima de los fragmentos dispersos es el del lector y, por esta razón, el único que logra trazar las líneas de tiempo, dibujar los árboles familiares, constelar sus secretos y traiciones, recurrir a la memoria individual y colectiva para ubicar cada momento en un contexto histórico determinado. Y las piezas terminan por encajar como en una obra maestra de orfebrería, porque cada una fue diseñada por María Rosa Lojo para encastrar con la otra en su preciso lugar, a partir de la forma y el sentido de cada palabra justa, reconocible, pero, al mismo tiempo, sublimada por su talento de poeta.

Sin embargo, hay momentos en que la trama se espesa y no resulta tan clara la salida hacia adelante. Habrá que sortear obstáculos, dificultades: las filiaciones bastardas, los linajes dislocados, las traiciones heredadas, las transgresiones que provocan el poder y el dinero, los secretos demasiado bien guardados, el lugar de las mujeres entre los políticos de turno, los avatares de la historia nacional. El camino de salida de la red de sometimiento y engaño que se establece entre los personajes es el del amor desinteresado, el único que parece lograr reparar el daño que ha marcado a esta familia expandida, tan fragmentada como su historia, a lo largo de generaciones.

Lo que hicieron ahí no solo recorre la historia nacional, sino también la obra completa de Lojo, sus grandes temas y obsesiones: los relatos de la frontera con las comunidades originarias nos recuerdan especialmente a sus novelas Finisterre (2005) y La pasión de los nómades (1994). En esta última, aparece la saga celta del mago Merlín como parte de la tradición gallega de los antepasados de María Rosa, a la que se llega también cuando Justina, protagonista de varios relatos del nuevo libro, elige convertirse en «Ginebra» luego de traicionar a su esposo Arturo. También hay conexiones con Todos éramos hijos (2014) en las historias relacionadas con la guerrilla y la dictadura. Además, varios de los relatos se ubican en la localidad fronteriza de Chivilcoy, que remite a Solo queda saltar (2019), la novela juvenil de Lojo. Asimismo, encontramos ciertos paralelismos entre Menem, el caudillo del siglo xx, y su antecedente decimonónico, Juan Manuel de Rosas, comparación que ya aparece en uno de los cuentos de Lojo que conforman Historias ocultas en la recoleta (2000), «Ni el polvo de sus huesos». Otro guiño de la autora nos señala su conocimiento sobre el culto a los santos populares, y nos recuerda los cuentos de Cuerpos resplandecientes (2007), en los episodios poscarcelarios de uno de los personajes, Miguel, en su renacer místico y su devoción por el Gauchito Gil.

Al igual que en todas sus obras, tanto en la prosa como en la poesía, Lojo ofrece, en este nuevo libro, un trabajo exquisito con la palabra, como se puede apreciar, por ejemplo, en el comienzo del relato titulado «Nacer»:

Está desnudo. Se sumerge poco a poco en el agua fría de la primavera. El calor se expande en el centro caldeado de las ciudades, no a la intemperie, en la región que los mapuches llamaron Huecufú Mapú: la tierra del diablo, bajo el cielo del Sur.

Si alguien se le aproximara lo suficiente, encontraría sobre los vellos enrulados del pubis una marca roja de nacimiento. Su cuerpo tiene otras marcas posteriores. Un tatuaje del Guacho Antonio Gil, en el antebrazo. Dos o tres cicatrices y quemaduras, que podrían ser las huellas de un accidente. Surcos netos, crudos, inscritos sobre la piel con un cuchillo, o quizás con una faca como las que usan los presos en las escaramuzas de las cárceles.

El pene se retrae, encogido, mínimo como el de un niño, al contacto con las ondas de esa laguna parecida a un mar, que tiene tres islas interiores, como países en miniatura. Muchos han ido, sin saberlo, a morir ahí, bajo tormentas subestimadas o imprevistas. Pero él viene a nacer (2023, p. 71).

María Rosa Lojo sostiene una firme convicción a lo largo de toda su obra creativa, así como en sus trabajos académicos sobre la ficción histórica: la literatura es la única que puede completar lo no dicho en los otros discursos, como el de la historiografía, no para tomar partido por una de las facciones de cada época y sus interpretaciones de los hechos, sino para, simplemente, desentrañar lo que hicieron ahí con la mirada de quien desea ver, sin sesgos ni intereses propios, para luego ofrecernos lo que se revela en la lectura de sus libros.

Notas

* María Laura Pérez Gras es Doctora en Letras e Investigadora del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) y del Instituto de Literatura Argentina (ILA) de la UBA, profesora titular de Literatura Argentina, del Seminario de Literatura Argentina y de Metodología de la Investigación en la Universidad del Salvador, donde dicta seminarios de posgrado, dirige el Doctorado en Letras y proyectos de Literatura Argentina. Correo electrónico: maria.gras@usal.edu.ar
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