LENGUAJE

CONSTRUCCIÓN DATIVA EN ESPAÑOL

Julián Martínez Vázquez
Universidad del Salvador , Argentina

Gramma

Universidad del Salvador, Argentina

ISSN: 1850-0153

ISSN-e: 1850-0161

Periodicidad: Bianual

vol. 33, núm. 69, 2022

revista.gramma@usal.edu.ar



INTRODUCCIÓN

El hecho de que un profesor de español como lengua extranjera enseñe la que es su lengua materna tiene, sí, muchas ventajas, pero también esconde algunos desafíos. En mi carrera como profesor de ELE (Español Lengua Extranjera), debí observar el idioma desde una perspectiva diferente. Entender, así, que estar suele emplearse para transmitir carácter episódico, frente a ser, que no lo expresa; que el pretérito imperfecto brinda, en su flexión, una especificación aspectual que lo diferencia del pretérito perfecto; que, mediante el modo verbal, el hablante establece distintas relaciones con la información. Los ejemplos anteriores —oposición ser-estar, imperfecto-perfecto, indicativo-subjuntivo— están muy presentes en los materiales y en los contenidos gramaticales de nuestros cursos.

Hay, sin embargo, otros fenómenos gramaticales que no son tan visibles en las clases y que, de pronto, se manifiestan y deben ser atendidos. Eso ocurre, por ejemplo, con los múltiples significados de la construcción dativa, que, comúnmente, funciona en español como objeto indirecto. En el curso Intermedio Alto de 2022, un estudiante cuya lengua materna es el inglés preguntó, justamente, por qué presentábamos la oración Le choqué el auto a mi padre en vez de Choqué el auto de mi padre. Las dos oraciones son gramaticales, pero la segunda, en nuestra variedad, es menos natural. ¿Es una rareza la primera oración? No lo es. En los medios, son habituales titulares como Le molestó la música y le quemó la casa, Una mujer denunció que un hombre le rompió el vidrio de su local, entre otros ejemplos. Para responder al estudiante, debemos recordar las diferentes clases de construcciones dativas que se dan en el español.

Romero Morales (2008) define las construcciones dativas de la siguiente manera: «Son dativas todas aquellas construcciones en las que aparece el clítico le(s)» (p. 16). Ejemplo: Le regalé un libro. Luego Romero Morales amplía: pueden aparecer también los clíticos me, te, nos si son sustituibles por le(s). Ejemplo: Me regaló un libro; Te regaló un libro; Nos regaló un libro. Como segunda característica de la construcción dativa, el uso del clítico debe permitir la duplicación mediante un grupo sustantivo precedido por preposición a. Ejemplo: Le regalé un libro a Martín; en cuyo caso habrá concordancia de número y persona del pronombre y del núcleo sustantivo, Les regalé un libro a mis sobrinos. Le regalé un libro *a mis sobrinos. Te regalé un libro *a él.

En el presente artículo, vamos a recordar cuáles son la mayoría de los esquemas actanciales de oraciones en las que se emplean construcciones dativas.

DIFERENTES ESQUEMAS ACTANCIALES DE LA CONSTRUCCIÓN DATIVA

¿Qué significados introduce la construcción dativa en las oraciones del español? Son varios, según el tipo de oración de que se trate y el verbo con el que entre en relación. Expondremos, a continuación, construcciones dativas en oraciones ditransitivas, transitivas e intransitivas. No se trata, por supuesto, de una presentación exhaustiva.

a. Oraciones Ditransitivas

Al hablar de construcción dativa, en primer lugar, pensamos en la oración ditransitiva. Esta oración presenta, necesariamente, los siguientes argumentos semánticos: alguien —AGENTE— actúa en una transacción con alguien a quien da —META— o quita —ORIGEN— un objeto —PACIENTE—.



En los ejemplos anteriores, la transacción es material, pero puede ser también comunicativa:


Cabe aclarar que tres verbos de uso frecuente no permiten la expresión del paciente por encontrarse este implícito en la raíz verbal:




Otro tipo de cláusula ditransitiva relaciona a alguien —AGENTE— que pone algo —PACIENTE— a algo o a alguien —LOCACIÓN—.



b. Oraciones transitivas con construcciones dativas de interés

Verbos como organizar, preparar, pintar, etc. permiten oraciones en donde se relacionan, necesariamente, alguien que actúa —AGENTE— y algo o alguien que recibe esa acción —PACIENTE—: María organizó una fiesta; María preparó una cena; María compuso una canción. Pero existe, también, la posibilidad de expresar quién es la persona a quien beneficia esa acción —BENEFACTIVO—: María organizó una fiesta para sus padres; María preparó una cena para sus compañeros; María compuso una canción para su madre. La construcción dativa es otra opción en estos casos:




Otros verbos, como jugar, presentan la relación entre alguien que actúa —AGENTE— y algo efectuado —PACIENTE—: Mario jugó un partido de tenis. Pero también está la opción de mencionar a quien acompaña en la acción —COMITATIVO—: Mario jugó un partido de tenis con Sebastián. El comitativo puede ser opcionalmente expresado mediante construcción dativa:


c. Oraciones Transitivas con Construcciones Dativas de Poseedor o Simpatético

En los ejemplos siguientes, la construcción dativa expresa al poseedor de aquello que es afectado. Esta clase de construcción dativa explica la particularidad del español por la que preguntaba el estudiante de Intermedio Alto: en vez de Choqué el auto de mi padre, es más natural emplear Le choqué el auto a mi padre. Evidentemente, esta expresión permite poner el foco en la persona cuya posesión —alienable o inalienable— es perjudicada por el evento, incluso cuando esté ausente de este. Entre los verbos que permiten esta construcción, se encuentran destruir, encontrar, gastar, perder, recuperar, romper, vaciar:

En vez de decir Mi hermano destruyó la mesa de Javier, Pablo perdió el celular de mamá, El niño gastó los ahorros de sus abuelos, Rodrigo rompió el televisor de Paula, es más natural utilizar las siguientes oraciones:





Podemos, también, incluir aquí los complementos dativos que expresan posesión inalienable. En vez de decir El defensor quebró la pierna del delantero, diremos:


En los ejemplos anteriores, la función semántica POSEEDOR está relacionada con el PACIENTE, no con el verbo, que por ser transitivo solo requiere AGENTE y PACIENTE.

d. Oraciones Copulativas con Construcciones Dativas

Así como la construcción dativa repone, en las oraciones anteriores, un complemento preposicional de sustantivo (el coche de mi padre), así también puede reemplazar a complementos de adjetivo en oraciones copulativas, por lo general, con el verbo ser. Los adjetivos que permiten esta opción son, entre otros: útil / inútil, provechoso, posible / imposible, ajeno / familiar, fácil / difícil. En vez de Es imposible para Micaela llegar temprano a clase o Es un idioma difícil para Micaela el japonés, podemos decir



e. Oraciones Intransitivas Inacusativas con Construcciones Dativas de Experimentante

Las oraciones intransitivas inacusativas suelen construirse con sujeto pospuesto, que, semánticamente, expresa un designado no agentivo.

En un primer grupo, incluiremos oraciones con los siguientes verbos de afección psíquica: disgustar, doler, encantar, gustar, interesar, llamar la atención, molestar, preocupar, sorprender, etc. Son oraciones generalmente estáticas, sin acción. La construcción dativa menciona, en estos casos, a la persona que experimenta —EXPERIMENTANTE— una emoción o sensación con respecto a un actante —TEMA—.




Otros verbos inacusativos que se pueden construir con dativo son los de cambio y de movimiento: bajar, caer, irse, llegar, subir, etc. La construcción dativa menciona, en estos casos, a la persona que sufre —META— un hecho —TEMA—.



De la misma manera, con verbos de acontecimiento y de incumbencia:



f. Construcciones Dativas con Verbos de Cercanía o Lejanía

Otros verbos que admiten también la opción de construcción dativa son acercarse, alejarse. Podemos decir Josefina se acercó a la primera corredora o Josefina se alejó de la tercera corredora, pero también



g. Dativos que no Forman Construcciones Dativas

El dativo ético suele emplearse en el habla afectiva y expresa el interés del designado por una situación particular: La nena no me come. Como podemos ver, el verbo comer no pide más que a alguien que coma —AGENTE— y algo que es comido —PACIENTE—, en este caso, implícito. El clítico dativo me es superfluo. Por eso, no es posible duplicarlo mediante un grupo preposicional encabezado por a: La nena no me come *a mí.

CONCLUSIÓN

El dativo y la construcción dativa son fenómenos que pueden manifestarse en oraciones muy diversas, con una sintaxis más o menos fija, pero con diferencias de significado notables. No quise —ni podría— presentar, en este artículo, toda la variedad, aunque espero que haya quedado en evidencia su riqueza. En clases de ELE, habrá que prestar atención a la rentabilidad de cada tipo de construcción dativa.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Di Tullio, Á. (2005). Manual de gramática del español (pp. 27-46). Buenos Aires: La Isla de la Luna.

Gutiérrez Ordoñez, S. (1999). Los dativos. En I. Bosque / V. Demonte (dirs.). Gramática Descriptiva de la Lengua Española (pp. 1855-1930).

Real Academia Española y Asociación de Academias de la Lengua Española (2009). Nueva gramática de la lengua española. Madrid: Espasa.

Romero Morales, J. (2008). Los dativos en el español. Madrid: Arco.

Notas

* Licenciado en Letras por la Universidad del Salvador (USAL) y diplomado en Filología Griega por la Universidad Complutense de Madrid. Correo electrónico: julian.martinez@usal.edu.ar
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