DOSSIER: «CARTAS ABIERTAS. EPISTOLARIO Y EXPERIENCIAS DE ESCRITURA EN EL SIGLO XIX FRANCÉS»
Recepción: 10 Abril 2022
Aprobación: 16 Junio 2022
El dossier «Cartas abiertas. Epistolario y experiencias de escritura en el siglo xix francés» nace de las actividades de investigación llevadas a cabo en el marco del proyecto «Epistolario y poéticas en el siglo xix francés: públicos, circulaciones, usos», radicado en el Instituto de Investigaciones de la Facultad de Filosofía, Letras y Estudios Orientales de la Universidad del Salvador. El equipo, interinstitucional e interdisciplinario, busca estudiar el modo en que los epistolarios de autor, en el siglo xix francés, sirvieron para la elaboración de poéticas, en un momento en que la articulación histórica entre carta y poética recibe modificaciones sustanciales debido al nuevo régimen editorial y mediático que organiza la producción literaria en Francia a partir de 1830. Esta nueva cultura del impreso introduce, en la práctica epistolar, una capacidad de reproducción hasta entonces impensada, con públicos sectorizados, múltiples y anónimos, ante quienes, el escritor, en vías de profesionalización, puede exponer su poética, abrir polémicas, defender intereses en tensión con otros campos de poder, construir una imagen pública. Al margen de esos usos explícitos, que también contempla, el dossier se propone pensar esas cartas como espacios de mayor libertad donde no solo se ensayan y discuten conceptos para la obra futura, sino donde también se elaboran ideas, formas y procedimientos que ya constituyen la obra.
Son tiempos en que la práctica epistolar encuentra en la prensa, la iconografía y la producción ampliada de impresos (libros, revistas, folletería) nuevos marcos de difusión que vienen a ratificar y a resignificar una larga tradición de uso de la carta como intervención en el espacio público. Tal como lo desarrolló Habermas en su estudio sobre la constitución del espacio público (1992), la prensa, en efecto, creó formas de intercambio mucho más abiertas y polémicas que las de la sociabilidad privada o semiprivada de la nobleza y la burguesía; no obstante lo cual —apunta Habermas— esos espacios nuevos siguen prolongando las formas constitutivas de la sociabilidad del Antiguo Régimen, en particular, el arte de la conversación y la epístola.
En un espacio altamente codificado como el francés, esa versatilidad entre lo público y lo privado convierte tempranamente a la epístola en un elemento central de la discursividad literaria. Así, en el Renacimiento, cuando se explicitan la reflexión estética sobre la lengua francesa y el programa de su desarrollo (Fumaroli, 1998), el modelo discursivo de la carta —ratificado por la Antigüedad clásica que justamente se pretende «devorar», como propuso Du Bellay (1549)— es uno de los instrumentos privilegiados por los humanistas a la hora de exponer el ideario y los procedimientos buscados para la jerarquización de la cultura y la lengua. En la edad clásica, la estructura del mecenazgo y la fuerte dependencia de protecciones, cargos y privilegios para la impresión de las obras organizan el orden de la producción estética: estos condicionamientos también promueven la práctica de la carta (placet, épître) como una vía usual de pedido público de protección, de apología y de argumentación a favor de las propias poéticas y de los géneros que en ellas se practican. Más aún, en medio de las grandes discusiones teológicas y políticas del gran siglo, la carta asume funciones polémicas y satíricas: al permitir el anonimato o la identidad apócrifa, como, por ejemplo, en las Lettres provinciales, de Blaise Pascal, el género ofrece un espacio de disenso crítico fuerte, que florece durante las Luces, desde las Lettrespersanes, de Montesquieu, hasta las Lettres anglaises, de Voltaire. En los siglos xvii y xviii, la finalidad política y satírica, el carácter anónimo y público de las cartas coexisten, sin embargo, con su anverso privado de proyección pública. Tal como puede verse en la obra de Madame de Sévigné, esa faceta del arte epistolar otorga un medio de expresión, verdaderamente una «treta del débil», tal como la describió Josefina Ludmer: domésticos y familiares, los intercambios, a menudo, permiten una visibilización imposible por otros medios. La condición de escritora epistolière combina, con habilidad y prudencia, el mundo familiar e íntimo con las estrategias de legitimación.
También relevante para el establecimiento de los antecedentes conceptuales, formales e históricos de nuestro proyecto general y de este dossier en particular, es el proceso de ficcionalización de la carta. A partir, quizá, del éxito de las Lettres de la religieuse portugaise (1669) y en diálogo constante con la novela inglesa, aparece una nueva función para el género, de gran fortuna en el siglo xviii: la novela epistolar. En busca de legitimación, herida por el reproche de ser una fictio mentirosa, la novela acude a la carta como garante de realidad y verosimilizador, al mismo tiempo que aprovecha las potencialidades narrativas y poéticas del género. Polifonía, inmersión verosímil en la subjetividad del locutor, juego de máscaras entre ethos narrador y exigencia de autenticidad, manipulaciones a partir de la elipsis de lo que sucede entre cada envío, son algunos de los hallazgos narratológicos y formales que brillarán en las novelas epistolares de Laclos o de Rousseau. De este modo, las cartas funcionan como un bastidor para la ficción dentro del contrato de veracidad de las belles-lettres y abren, a la libre circulación entre relato ficcional y relato factual, intimidad y espacio público.
Esta ingente tradición de usos, temas y formas del género epistolar es movilizada, consciente o inconscientemente, en las correspondencias de escritores en el siglo xix, y llevada a nuevas formas de experimentación que aseguran, a su vez, la constitución, a través de las cartas, de una figura pública de autor.
En este sentido, las propuestas del dossier abordan los epistolarios, primero, como un instrumento capaz de transmitir al destinatario (pero enseguida también a otros receptores directos o indirectos) una idea acerca del nombre que asume la responsabilidad tanto de la carta como de la producción literaria registrada o que se prevé registrar bajo la misma rúbrica. El proceso colabora con la puesta en escena de lo que la crítica ha llamado «imagen de autor» (Gramuglio, 1992), «escenografía autoral» (Díaz, 2007), «postura de autor» (Meizoz, 2015) o «figura de autor» (Premat 2009, Zapata 2014). Pero, en un segundo momento —y es también una de las problemáticas centrales del dossier—, se estudian las propuestas de escritura inscriptas en las cartas. Se trata, en suma, de búsquedas literarias elaboradas, narradas, apuntaladas, corregidas y negociadas a través de epistolarios que, a pesar de su aparente carácter privado, portan un mensaje que va a ingresar en la esfera más amplia de la sociedad.
Cartas que, a la vez, exploran hacia dentro la escritura y transmiten hacia fuera una imagen de autor: los artículos del dossier coinciden en ese doble direccionamiento. La contribución de Mariana de Cabo, «Desmitificar lo fotográfico: la voz no oficial de las correspondencias de Baudelaire», analiza cómo, dentro del espacio comunicativo que representa la carta, Charles Baudelaire expone argumentos afirmativos acerca del desarrollo tecnológico que, para su época, supone la fotografía, y que contrastan con el juicio sancionador presente en otros textos de su autoría menos privados. Este estudio de su producción epistolar le permite mostrar a De Cabo cómo la construcción de una imagen pública de autor por parte de Baudelaire fue una operación estratégica y consciente donde su retrato fotográfico, que procuraba emular el de su admirado Edgar Allan Poe, desempeñó un papel fundamental. En «Experiencia, escritura y poética en el epistolario oriental de Gustave Flaubert», Jorge Luis Caputo lee, en las cartas del viaje a Oriente, un gesto de escritura que reúne y confunde narración, reflexión y comunicación: lo que Flaubert aprende durante su viaje es que la escritura debe convertirse en un acto autotélico, incorporado al mundo y, al mismo tiempo, capaz de comunicar con el otro. Ramiro Miguez, por su parte, con su contribución titulada «“Esto no es una carta”: la construcción de una postura de autor en la correspondencia de Mallarmé», reflexiona sobre una paradoja constitutiva de las cartas de Mallarmé: la negación explícita del estatuto epistolar de esos escritos, en un gesto que dialoga con los postulados que aparecen en los poemas y ensayos del autor, particularmente el deseo de alejar la figura autoral de la obra. El dossier lo completa el trabajo de Clara Berdot, que, bajo el título «Pliegues epistolares: la correspondencia de Proust, entre carta y novela», concentra la atención en el caso de Marcel Proust. Berdot juega con la polisemia y derivados del vocablo francés pli para evidenciar que la escritura epistolar de Proust puede ser leída como una compleja y paradójica zona de articulación o tránsito entre la experiencia y la ficción. En sus cartas, vale decir, Proust no solo ejercita una poética, sino que también experimenta con personajes, entre los cuales el propio yo ocupa un lugar prominente, que, extraídos de la realidad empírica, ingresarán ficcionalizados en su narrativa.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Du Bellay, J. (1936 [1549]). La défense et illustration de la langue française. París: Nelson.
Diaz, J.-L. (2007). L'Écrivain imaginaire. Scénographies auctoriales à l'époque romantique. París: Champion.
Fumaroli, M. (2002). La diplomatie de l’esprit. París: Gallimard.
Gramuglio, M. T. (1992). La construcción de la imagen. En La escritura argentina (pp. 35-64) (Ed. Tizón, H. et al.). Santa Fe: Universidad Nacional del Litoral/Ediciones de la Cortada.
Habermas, J. (1993 [1962]). L’Espace public. Archéologie de la publicité comme dimension constitutive de la société bourgeoise. París: Payot.
Ludmer, J. (1985). Las tretas del débil. En La sartén por el mango (pp. 47-54). (Patricia Elena González y Eliana Ortega eds.). San Juan, Puerto Rico: Ediciones El Huracán.
Meizoz, J. (2015). Posturas literarias. Puestas en escena modernas del autor. Bogotá: Ediciones Uniandes.
Mollier, J.-Y. (2010). Le livre de poche avant le poche. En Du ‘poche’ aux collections de poche. Histoire et mutations d’un genre (pp. 45-59). (Dirs. Jean-Yves Mollier y Lucile Trunel). París: CEFAL.
Premat, J. (2009). Héroes sin atributos. Figuras de autor en la literatura argentina. Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica.
Zapata, J. (ed.). (2014). La invención del autor. Nuevas aproximaciones al estudio sociológico y discursivo de la figura autorial. Medellín: Editorial Universidad de Antioquia.
Notas