ANÁLISIS CONTRASTIVO ESPAÑOL-NGÄBERE: APLICADO A TEXTOS EN ESPAÑOL DE ESTUDIANTES NGÄBE

Diameya Domínguez Córdoba
Universidad de Panamá, Panamá

Cátedra: Revista Especializada en Estudios Culturales y Humanísticos

Universidad de Panamá, Panamá

ISSN: 2415-2358

ISSN-e: 2523-0115

Periodicidad: Anual

núm. 20, 2023

abdielarleyrodriguez@hotmail.com

Recepción: 27 Noviembre 2022

Aprobación: 14 Enero 2023



DOI: https://doi.org/10.48204/j.catedra.n23.a4195

Resumen: El trabajo que a continuación se presenta, es un estudio de caso que se aproxima a la escritura en español de alumnos ngäbe de primer año de la Escuela de Español de la Universidad de Panamá. A estos estudiantes se les dificulta escribir un texto en español, pues su lengua tiene estructuras gramaticales completamente diferentes a la nuestra. Para ello, el trabajo se ha basado en la gramática textual fundamentada en la Nueva gramática básica de la lengua española de la RAE (2011) y en la Gramática de la lengua guaymí (ngäbe) (2008) escrita por Miguel A. Quesada Pacheco, entre otros. El objetivo del trabajo es analizar la escritura en español de estudiantes ngäbe para determinar las dificultades en la realización del plural. El método utilizado es el contrastivo a partir del establecimiento de contrastes entre la lengua nativa y la lengua meta. El estudio es mixto e incluye el conteo de errores en tres textos (cuantitativo) y el análisis (cualitativo) de los errores. Se concluye que los elementos más afectados en la pluralización han sido los sintagmas nominales, seguidos de los sintagmas preposicionales. Se visualiza la importancia de profundizar mucho más en las lenguas ancestrales y la necesidad imperante de la preparación de docentes en la enseñanza de la L2.

Palabras clave: español, ngäbere, análisis contrastivo, lengua nativa y lengua meta.

Abstract: The work that is presented below is a case study that approaches the writing in Spanish of first-year Ngäbe students of the School of Spanish of the University of Panama. These students find it difficult to write a text in Spanish, since their language has completely different grammatical structures from ours. For this, the work has been based on the textual grammar based on the RAE’s New Basic Grammar of the Spanish Language (2011) and on the Guaymí (Ngäbe) Language Grammar (2008) written by Miguel A. Quesada Pacheco, among others. The objective of the work is to analyze the writing in Spanish of Ngäbe students to determine the difficulties in the realization of the plural. The method used is contrastive from the establishment of contrasts between the native language and the target language. The study is mixed and includes the count of errors in three texts (quantitative) and the analysis (qualitative) of the errors. It is concluded that the elements most affected in the pluralization have been the nominal phrases, followed by the prepositional phrases. The importance of going much deeper into ancestral languages and the prevailing need for teacher training in the teaching of L2 is visualized.

Keywords: Spanish, ngäbere, contrastive analysis, native language and target language.

Introducción

Situación problemática: El análisis contrastivo español-ngäbere que se verá a continuación, revisará las semejanzas y las diferencias de estas dos lenguas en contacto. Todo esto, con el fin de analizar los textos en español de estudiantes ngäbe de primer año de la Escuela de Español de la Universidad de Panamá. Este estudio conducirá rutas pedagógicas necesarias para ser atendidas en una sociedad plurilingüe y multicultural como esta. Se ha detectado que los estudiantes ngäbe que llegan a las aulas universitarias presentan muchas dificultades en el momento de escribir un texto en español, pues su lengua tiene estructuras gramaticales completamente diferentes a la segunda lengua. En este trabajo se abordará específicamente el problema de la concordancia de número (plural y singular) en el español L2, pues, se les complica cuando deben adecuar el singular y el plural, debido a la gran diferencia en la formación de estos en ambos idiomas.

Por todo esto, se indaga si la influencia de la L1 tiene que ver con el fenómeno de fosilización en la formación de la concordancia de número (plural y singular) en la L2. Por lo que se establecerá el contraste entre estas dos lenguas en contacto (español-ngäbere). Esta problemática nos conduce al siguiente objetivo: Analizar la escritura en español de estudiantes ngäbe de la Escuela de Español para determinar las dificultades en la realización del plural y el singular.

Es preciso, dejar sentado el concepto de lengua, materia esencial de este estudio. A lo largo de la historia se ha definido la lengua desde distintas perspectivas, contextos históricos y situaciones diversas. Para Saussure (1916) la lengua es

“el producto social de la facultad del lenguaje y un conjunto de convenciones necesarias adoptadas por el cuerpo social para permitir el ejercicio de esa facultad en los individuos” (1994, p. 25).

Como se observa, según esta definición, la lengua es eminentemente social, pues permite a los seres humanos la interacción y comunicación entre ellos. Chomsky (1997) define el lenguaje

“un conjunto (en general infinito) de cadenas finitas de símbolos que forman parte de un alfabto finito”. (pp. 3 y 4).

De allí, que para este trabajo entiéndase, pues, la lengua como esa habilidad humana de articular sonidos y que permite crear una serie de representaciones lingüísticas de la realidad, instauradas en una comunidad, con el fin de interactuar y comunicarse con su entorno. En efecto, el individuo a partir de su lengua logra comprender el mundo que le rodea, desde el seno familiar hasta su entorno social, al punto que, del dominio de ella, depende su éxito personal y profesional. Una vez entendido el concepto de lengua, pasamos a conocer, a grandes rasgos, el espacio sociocultural y político del pueblo ngäbe.

La comarca Ngäbe-Buglé se constituyó mediante la Ley n.º 10 del 7 de marzo de 1997, que señala que las tierras son propiedad colectiva de estos dos pueblos indígenas a partir de territorios de las provincias de Bocas del Toro, Chiriquí y Veraguas. Está dividida en tres regiones, siete distritos o municipios, y 58 corregimientos.

La lengua ngäbere (conocida antiguamente como guaymí) forma parte de la familia lingüística denominada chibcha. Su relación genética más directa es con el bocotá, y juntos forman el grupo guaymí que unido al grupo viceíta (conformado por las lenguas bribrí y cabécar) y las lenguas teribe, cuna y boruca son una subrama ístmica de la rama sureña de la familia chibcha. (Murillo, 2009, p. 45).

La población de esta comarca desciende fundamentalmente de ngäbe. En ella las condiciones sociales no son las mejores y la educación tiene sus limitaciones, ya que las escuelas a veces no cuentan con profesores especializados en áreas como la del español. Los estudiantes llegan a sexto año sin recibir clases de profesores especializados en su área y mucho menos en la enseñanza de lengua extranjera.

Formación del número en español, teoría: Para teorizar la realización del número en español, este estudio se basará en la Nueva gramática básica de la lengua española (2011) de la RAE. El plural en español surge por su morfología flexiva. Esto involucra las variaciones de las palabras que implican cambios de contenido de naturaleza gramatical y que tienen que ver en las relaciones sintácticas, como en la concordancia (nosotros viajamos) o en la reacción (para ustedes) (RAE, 2011, p. 4).

Por su parte el número es una propiedad gramatical característica de los sustantivos, los pronombres, los adjetivos, los determinantes (en el sentido amplio que abarcan los cuantificadores) y los verbos. (RAE, 2010, p. 35). Se presentan en dos formas: singular (perro grande) y plural (perros grandes). Todo esto, se conoce como paradigma flexivo, en el caso del número, porque las palabras sufren cambios morfológicos, ya sea cuantitativamente en el sustantivo y el pronombre, o bien, según los constituyentes que rodean el sustantivo, eje nuclear de la formación del número.

Esta concordancia también se refleja en la sintaxis entre el sujeto y el verbo. En general el sujeto y el verbo deben concordar en número y persona: Juan hizo la cena, Juan y Silvia hicieron la cena” (RAE, 2019, p. 573).

En cuanto al orden sintáctico de una oración en español es SVO este es el orden más común en las lenguas occidentales y algunas de oriente. Aunque en español este orden a veces se altera: al omitir el sujeto, iniciando ya sea con verbo (VO) o complemento.

Formación del número en ngäbere: En este apartado servirá de basamento investigadores como Miguel A. Quesada Pacheco, Gramática de la lengua guaymí (ngäbe) (2008). Este manual ofrece un análisis general del dialecto panameño de esta lengua hablado en Chiriquí, Panamá. José M. Murillo, La frase nominal ngäbere (2009), presenta las características particulares más relevantes de la frase nominal de dicha variante dialectal hablada en Costa Rica y establece la relación con algunas de las características generales de otras lenguas chibchas ístmicas. Jorge Sarsaneda del Cid, ¿Cómo hablan los ngäbe? (2019). Es un libro que busca orientar, de forma didáctica, el estudio de la gramática del ngäbere hablado en la comarca Ngäbe-Buglé; Corine Le Carrer, Contar y formar el mundo. Sistema de numeración de los ngäbe de Costa Rica y Panamá (2013), analiza el sistema numérico de la más importante sociedad amerindia del área istmo-colombiana, la sociedad ngäbe, conocida hasta 1992 con el nombre de guaymí.

Murillo señala que en ngäbere todos los sustantivos son contables y distingue el número gramatical no marcado, singular y el marcado, plural. Existen dos morfemas de plural: tre (kwe-tre) con su alomorfo -dre (aparece ante nasal), (meri-dre, mujer/monso-dre, niño) (Le Carrer, 2013, p. 83), y grä. El primero se usa en sustantivos referidos a humanos y el segundo en entidades no humanas (animales y cosas). Sin embargo, la marcación de plural no es rígida, puesto que, si el sustantivo se ve modificado por un numeral, o el contexto indica referentes múltiples, entonces el sufijo es innecesario, como en 3.

1. siä-grä meri gwe jícara-pl mujer pos ‘Las jícaras de la mujer’

2. siä meri-tre se gwe Jícara mujer-pl dem2 pos ‘La jícara de aquellas mujeres’

3. siä meri ni-bu gwe jícara mujer cl. persona-dos pos ‘La jícara de esas dos mujeres’ (Murillo, 2009, p. 54).

En efecto, la pluralidad puede darse una vez haya cuantificadores en la oración, si los hay no es necesaria la marcación del plural, pues este se sobrentiende con el cuantificador. Ya desde 1956 el lingüista Alfonso Pinar había detectado que In the case of animals or inanimate thingsth e plural is either understood or the descriptive adjective of quantity is used (Pinar, 1956, p. 2-3) (En el caso de las cosas animales o inanimadas se entiende el plural o se usa el adjetivo descriptivo de cantidad).

Al respecto Pacheco señala que en ngäbere no se emplea el plural en los casos que siguen:

a. Cuando un numeral se hace presente, a través del cual se expresa la cantidad:

4. Mörö ürügrö ere kä käbädä biti

-comida reunir-REC suficiente día cuatro sobre

-reunieron suficiente comida en los cuatro lugares

b. cuando se expresa el número de animales o seres inanimados

5. Brare ne nigui kri bätä kuin, ju migue ñärärä

-varon DEM ir-REC árbol a arriba, casa poner-IND atención

-el hombre se subió a un árbol para mirar las casas

c. Cuando se ha expresado en oraciones anteriores:

6. mun kwata ürügrö ere kwe tre,

-cera corteza recoger-REC mucho ERG PL,

-ngäbe merire gwel mun kö riri,

-gente mujer ERG cera cuerda cocer-REC

-Recogieron mucha cera, las mujeres cocinaron la sustancia de la miel. (Pacheco, 2008, p. 94)

Otro de los aspectos peculiares de la lengua ngäbere, es que estos cuantificadores indican, además de cantidades, las formas de las cosas y lo seres. De allí, que señale la investigadora Corine Le Carrer (2013)

“la multitud animal y humana se marca con kwati y krati, palabras que también designan la unidad de una cosa de forma redonda y alargada. Por ejemplo, kwi kwati significa “muchas gallinas” y también “una gallina”. Estos mismos adverbios cuantifican masas: ni kwadi “mucha gente”, müdü krati “muchos cerdos”. (p. 84).

Al respecto opina Sarsaneda (2019) que los numerales o cuantificadores son muy complicados, porque indican no solo cantidad, sino el tamaño y la forma física del contenido. (p. 124). Definitivamente, la lengua que ocupa esta investigación, tal como todas las lenguas de origen chibcha, tiene un predominio en la cuantificación, de suerte que para esta sociedad todo es contabilizado.

El español es una lengua flexiva (tienden a incluir mucha información mediante la flexión de las palabras, añadiendo afijos); no obstante, la ngäbere es aglutinante (las palabras se forman uniendo monemas independientes). Muchos afirman que esta lengua es simbólica (tiene la facultad de cambiar el significado del radical: cambios en el acento o entonación), pues hay oposiciones como krí (grande) krì (árbol) (parruja) (diente), por lo que muchos lingüistas aseveran que esta lengua es tonal (Kopesec 1974, Lininger 1981, González 1982).

Estructura sintáctica de la lengua ngäbere: Generalmente, el orden usual de una oración simple transitiva ngäbere es SOV; no obstante, las relaciones gramaticales más importantes son el sujeto y el objeto, las cuales están predominantemente determinadas por el orden de las palabras. Murillo al referirse al posesivo y al adjetivo habla sobre la flexibilidad de la lengua cuando señala que

“Aun cuando el orden de la lengua sea SOV y el poseedor precede al sustantivo, el adjetivo lo sigue; es decir, que es posnominal cuando lo esperable es que lo preceda. Al parecer, la lengua guaymí no es una lengua rectum-regens estricta” (2008, p. 86).

Y este relajamiento en la lengua contrasta con lenguas como el español (L2), ya que en ella todos los constituyentes se pluralizan por concordancia.

METODOLOGÍA

El método contrastivo es aquel que compara las dos lenguas en contacto a partir de los universales lingüísticos y la práctica que estudia como una categoría universal X se realiza en determinada lengua A como en Y. La lengua B como algo diferente que viene a constituirse en la base del aprendizaje de una segunda lengua. Se tienen tres modelos de análisis: Análisis contrastivo (tradicional cuyo objetivo es contrastar la L1 y la L2); Análisis de los errores (estructuralismo, generativismo, psicolingüístico); Interlengua, (pragmática) (Santos Gargallo, 1993, pp. 29 - 30).

Para Selinker (1972) y Corder (1971) “la lengua del estudiante es un sistema lingüístico autónomo con su propia gramática y un sistema correcto en su propia idiosincrasia” (p.127). De allí, que estos autores justifiquen el error como un elemento positivo en el proceso de aprendizaje de la L2. Este proceso que realiza el estudiante en la L2 es siempre con una finalidad comunicativa y para complementar estas aseveraciones, surge el concepto de interlengua (dialecto idiosincrásico) del estudiante de la L1, cuya complejidad se va incrementando en un proceso creativo que atraviesa sucesivas etapas marcadas por las nuevas estructuras y vocabulario que el alumno adquiere” (Santos Gargallo, 1993, p. 128). Adjémiam desarrolla el concepto chomskiano de competencia y para ello caracteriza la interlengua:

• Fosilización: Fenómeno lingüístico que hace mantener, de manera inconsciente y persistente, rasgos de la gramática de la lengua materna en la interlengua.

• Regresión voluntaria: Fenómeno lingüístico que se manifiesta cuando se descubren en la interlengua reglas y vocablos que se desvían de la norma de la lengua meta.

• Permeabilidad: Fenómeno lingüístico que permite a las reglas de la L1 introducirse en el sistema interlingüística. (Santos Gargallo, 1994, p. 134)

Luego de hacer un recorrido general a través de la lingüística contrastiva, el presente trabajo toma partido en el análisis de la interlengua y revisa si estos fenómenos ocurren en las muestras revisadas para una mayor comprensión de las dificultades presentadas en la escritura en español de los estudiantes ngäbe.

En definitiva, el método Contrastivo nos permitió estudiar dos lenguas, en este caso distintas, pero en contacto en una misma zona geográfica, por lo que se establecieron contrastes entre la lengua nativa y la lengua meta. Se trabajó con base en errores para mejorar el tratamiento pedagógico dado a estos alumnos, pues la aplicación del análisis de contraste “permite describir, e incluso en ocasiones predecir, los fenómenos causantes de dificultades en el aprendizaje de gramática y formación de palabras al comparar sistémicamente la lengua materna y la extranjera” (Fu, 2018, p. 6).

Este trabajo es un estudio mixto que incluye el conteo de errores en el texto (cuantitativo) y el análisis (cualitativo) de estos. Se tomaron tres muestras de textos escritos por tres alumnos de la etnia ngäbe de primer año de la Escuela de Español. Se les escribió el primer enunciado y los alumnos continuaban el texto hasta 10 o 15 líneas de contenido. Se verificaron los errores de concordancia de número que tienen en su L2 (español) y se compararon entre ellos. Los tres textos se dividieron en enunciados para hacer más fácil el análisis de la concordancia. Finalmente se verificaron los resultados.

RESULTADOS

El análisis de los textos se ha realizado de la siguiente manera: se dividió el texto en enunciados, de los cuales se han seleccionado los cuatro primeros para analizar algunos sintagmas y en otras ocasiones oraciones para verificar la concordancia del número: plural y singular.

En esta ocurrencia al hablante se le dificulta la concordancia del sujeto (pronombre Todos) con el verbo (estar) en tercera del plural, estaban. En la lengua española:

“El sujeto y el núcleo del predicado concuerdan en número y persona. Es el sujeto el que impone estos rasgos al verbo.” (RAE, 2011, p. 192).

En ngäbere solo se agrega el alomorfo tre al sujeto y, en ocasiones, al verbo; pero solo a un elemento de la oración. El sufijo tre concierne esencialmente al ser humano y se aplica a todos los sustantivos y pronombres que le designan (Le Carrer, 2009, p. 83). En el ejemplo en cuestión tenemos como sujeto, el pronombre todos, vemos que nuestro morfema flexivo s ya está agregado, por lo que pareciera que en su estructura mental tiene fosilizada la formación del plural de su L1 en la que solo se agrega el morfema de plural una vez.

En esta oración, el informante realiza la pluralización al complemento adjunto una vez, en el pronombre algunos. En este caso se tiene concordancia en construcciones partitivas, “seleccionan una parte de un conjunto mayor. Están constituidas por dos grupos nominales unidos mediante la preposición de. (RAE, 2011, p. 194), por lo que el sintagma preposicional de mis tíos y primos debe concordar con el pronombre, algunos (que sí tiene flexión de número en español). Pacheco (2008) y Le Carrer (2009) señalan que la marcación del plural en ngäbere puede que se obvie cuando un cuantificador se hace presente en el texto, debido a que este señala la pluralización, lo que puede explicar la ausencia del morfema plural en el SP.

Confunden la colocación de la s en algunas locuciones adverbiales y la adiciona.

El informante desconoce cuándo debe concordar el sujeto (una excursión) con el verbo ser (fue) y en este caso el atributo (una experiencia maravillosa), pues este debe concordar con el sujeto, en singular. La Nueva gramática básica de la lengua española nos confirma que

“el sujeto de las oraciones copulativas concuerda con el atributo en género y número”. (RAE, 2011, p. 94).

Estos conocimientos puede que ya hayan sido impartidos en clase, pero se continúa con el problema de fosilización que consiste en mantener inconscientemente los rasgos de la gramática de la L1.

En la lengua gnäbere, el plural, como se ha señalado, viene dado por morfemas que se ligan a la palabra dependiendo si es persona, ser viviente, objeto o cosa despreciable. Los alumnos omiten, con mucha frecuencia, la pluralización del verbo como en este caso particular.

Se observa en los informantes, en ocasiones, la elisión de s en el pronombre clítico nos, pareciera descuido en la escritura. No obstante, también puede atribuírsele a que en su lengua materna no hay palabra que termine en s.

“El valor morfológico de s como marca de plural a final de palabra es entonces una figura aprendida del español y que funciona solo para el español. La pluralidad como concepto no tiene vínculo alguno con el fonema /s/ en la lengua ngäbere” (Vergara, 2018, p.26).

Esto es, los hablantes nativos de esta lengua no están familiarizados con este fonema al final de la palabra solo existe en este idioma al inicio y entre palabras. En español sería un morfema flexivo que forma el plural.

El hablante sabe que el verbo está en plural y de allí infiere erróneamente que debe colocarle s al Sintagma Preposicional adjunto mucho cariño. En su mente existe una confusión en el momento de realizar la concordancia, ya sea del verbo con el sujeto y de los determinantes y adjetivos con el sustantivo, de allí que confunda el SP *con muchos cariños. En español el verbo concuerda con el sujeto, más no con los complementos del predicado.

En esta ocurrencia el alumno se confunde y hace concordar el verbo con los complementos del predicado también (nosotros). Infiere que ese complemento adjunto debe concordar con el CD (nosotros) por lo que adiciona la s. Está claro que la noción que un hablante nativo tiene en la elaboración de un texto como este, es totalmente distinta a la del grupo ngäbe, cuyo L1 se caracteriza por un esquema gramatical muy distinto del nuestro.

El informante adiciona s al pronombre clítico, sin percatarse que es un referente anafórico de Juana, por lo tanto, debe concordar con ella. Los elementos que no se encuentran en su lengua nativa, se tornan difíciles comprenderlos en la lengua meta, es decir, cuándo se escribe con s o sin s.

Los marcadores de caso, en la lengua ngäbere, son de tipo ergativo-absolutivo. En cuanto al absolutivo, el sujeto de las oraciones intransitivas y el objeto de las transitivas es morfema cero; es decir, no se marcan (cfr. Payne 1982: 50). En esta lengua los marcadores del ergativo son los alomorfos kagwe, kä, kwe y qwe. El complemento indirecto recibe el caso gramatical dativo que se indica con el morfema ie. Quesada nos dice que, con respecto a esos morfemas, ellos se colocan detrás del sintagma al que se refiere tal como lo vemos a continuación: (Stensrud, 2014, p. 204).

Persona tacaña ERG carne dar- REC. ITER-olla uno DAT.

(Quesada Pacheco, 2008, p. 155).

El español, en cambio, es una lengua nominativa acusativa, por lo que el hablante no reconoce en esta lengua meta los referentes anafóricos y se les complica decidir a qué constituyente de la oración responden, pues en lengua ngäbere los alomorfos que señalan los referentes no sufren cambios morfológicos como en español, son los mismos, tanto para el singular como para el plural. El morfema de plural acompaña al lado derecho al sustantivo y solo una vez.

En este caso hubo elisión de s al final del adjetivo que debió concordar en plural con el sujeto tácito (nosotros), pues el complemento es un predicativo que

“constituye una variante del atributo que se construye con verbos plenos. (RAE, 2010, p. 727RAE, 2011 p. 218).

Estos complementos predicativos del sujeto suelen denotar estados circunstanciales de la persona o cosa designada por él. (RAE, 2010, p. 727-728). Para un hablante del español se hace fácil reconocer por intuición la agramaticalidad de la expresión, pero el de otra lengua, aunque se comunique en español, se le dificulta el reconocimiento de la falta, pues no puede percibir con claridad la ausencia del morfema s para la formación del plural.

El hablante confunde la formación del plural y singular de los verbos, cuyo plural se forma a partir de declinaciones verbales, pues la pluralización de los verbos en español no se hace con los alófonos s y es, pues en este caso debe mantenerse en singular para que concuerde con el sujeto, la gente. Por lo que se produce en él una ocurrencia de asimilación por analogía, le agrega una s al verbo dio, semejante al pronombre átono nos.

En el SN unos pequeños regalos, el informante no concuerda el adjetivo con el nombre y repite la confusión o el descuido por la formación del plural. Y así lo corrobora Valenzuela (2002), al investigar sobre el análisis contrastivo nos afirma que “La idea es que al comparar dos lenguas surgen zonas de similitud y de diferencia, y que esas zonas de diferencia son las que de manera lógica causarían los errores al aprender una lengua extranjera” (p 27) y esto se ve reflejado en los informantes, pues ellos son reflejo de su lengua nativa arraigada en su estructura lingüística primaria.

Se agrega el morfema plural al adjetivo y no al sustantivo de este sintagma preposicional que complementa al sintagma nominal. En español el adjetivo concuerda con el sustantivo, en ngäbere como se ha reiterado solo el sustantivo lleva el marcador tre para el plural.

biti niara tregwe ngäbe erametre känäni

después PL ERG gente real buscar REM

después ellos buscaron gente real. (Quesada, 2008, p. 157)

Ocurre nuevamente la elisión de s en el determinante del SN que no concuerda con el sustantivo nieves que está en plural. Se da un relajamiento en la marcación del plural debido a la no rigidez en la realización del plural en su L1.

Los sintagmas preposicionales de estos dos últimos ejemplos están afectados en la formación del plural. El primero, el sujeto con el verbo y el segunda, el determinante el con el sustantivo noches no establecen la concordancia. Los determinantes, los nombres y los adjetivos en nuestro idioma mantienen la concordancia, aunque sea el sustantivo el regente de la pluralización.

En ambos ejemplos el determinante no concuerda con el nombre. En el primer caso, si se atiende al verbo, inferimos que es al determinante al cual debe agregársele la s del plural. En el segundo, no se lo coloca al sustantivo.

“En general, los determinantes, adjetivos y otros elementos que modifican el nombre deben concordar con este en género y en número”. (RAE, 2019, p. 62-63).

Concordancia del verbo con el pronombre átono (nos) clítico, este informante al igual que los anteriores, en ocasiones usa el pronombre átono sin la s, tal vez pensando que al estar la s en el verbo basta con ello, por las particularidades apuntadas de su lengua nativa. Sin embargo, en el ejemplo 4 del texto 2 se coloca al verbo la partícula os por asimilación de nos, lo que indica mucha confusión en la realización del plural por parte de este grupo étnico.

En el SN arroces nuevo se observa la falta de concordancia entre el nombre con el adjetivo. Puede darse la idea anterior, ya que se pudo constatar que los alumnos solo pluralizan un elemento. En definitiva, los errores en los que incurren con más frecuencia los alumnos ngäbe son en la formación de sintagmas nominales y sintagmas preposicionales.

De allí, en los usos de los clíticos se revelan algunas confusiones, como también en la adición y elisión de la s. De hecho, las marcas del plural del idioma ngäbere están muy alejadas de las del español, pues el primero se vale de otras estrategias para la formación del plural, como ya se ha dicho el uso de morfemas ligados como los alomorfemas -re, -tre y –dre para indicar plural de nombres humanos y grä para los seres inanimados, no rígidos en la oración; no obstante, en español, los morfemas s y es, sí son rígidos, pues deben pluralizar todos los constituyentes variables de la oración como sustantivos, pronombres, adjetivos, determinantes y artículos.


Gráfica 2

Conclusiones

• Se detecta que los informantes solo pluralizan un elemento si hay dos y dos si hay tres. Aparentemente se infiere que el hablante piensa que con pluralizar dos o uno le basta, el que falta se sobreentiende que está pluralizado, ya que en su lengua solo se necesita colocar una vez el morfema que realiza el plural, por lo que su marcación no es rígida. Ocurre la permeabilidad en la que las reglas de la L1 se transfieren a la L2 y eso pudiera ser una de las razones por la que los informantes no realizaron en algunos de los sintagmas y las oraciones, la pluralización en todos sus constituyentes.

• Parece que el informante se confunde pensando que todas las palabras que terminan en s son plurales e incluso algunos verbos (no todos) los pluralizan con s. como en el ej. *nos dios, nos dio. Todo ello, les produce una confusión de la cual no son conscientes y realizan adición y elisión indiscriminadamente.

• Se ha percibido que los elementos más afectados han sido los Sintagmas Nominales con 35% de errores seguidos de los Sintagmas Preposicionales con 30% de errores. Eso nos indica que los mayores problemas de la muestra analizada radican en la formación del plural de: DET+N+ADJ o DET+ADJ+N que son los constituyentes que conforman los sintagmas mencionados.

• Los resultados aquí verificados no son definitivos, pues la muestra no es representativa. El estudio es un estudio de caso que se aproxima al análisis contrastivo de estas dos lenguas, ngäbere- español específicamente en la concordancia de número. Hace falta aún ahondar mucho más para avanzar en los elementos gramaticales en los cuales hay que detenerse para mejorar la enseñanza del español en este grupo indígena, atendiendo a su lengua (L1) para facilitarle el aprendizaje eficaz del español (L2).

• Es prioridad la preparación en lengua extranjera de los profesores que los atienden, pues es una limitante que existe en la Escuela de Español. En ella no hay profesores preparados para facilitarles didácticamente el aprendizaje de esta segunda lengua. Nuestros alumnos son evaluados con los mismos criterios que los nativos en español y eso representa un reto para nuestra Escuela, pues los que salen más afectados son los alumnos.

• Este trabajo puede abordar en un futuro el tratamiento pedagógico en la enseñanza del español dirigido a los alumnos ngäbe, tomando como base el contraste y análisis realizado de la L1 y la L2. Igualmente se hace necesario que investigadores y lingüistas vuelvan la mirada hacia nuestras lenguas autóctonas y desentrañen la grandeza cultural de nuestro Istmo, pues existen en él siete lenguas amerindias y unas en vías de extinción. Se visualiza la importancia de profundizar mucho más en esas lenguas ancestrales que reclaman su espacio y atención.

Referencias Bibliográficas

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