Dossier Temático
Recepción: 04 febrero 2025
Aprobación: 05 mayo 2025

CÓMO CITAR: Ríos, D. y Ruete, R. (2025). De carpinchos, infraestructuras y humedales: entrelazamientos controversiales entre humanos y no humanos en Nordelta (Argentina). A&P Continuidad, 12(22), doi: https://doi.org/10.35305/23626097v12i22.507
Resumen: En este artículo se analizan las tensiones, competencias y usos del espacio entre carpinchos y vecinos de Nordelta, la urbanización cerrada más emblemática de Argentina. Exploramos cómo las obras y técnicas de infraestructura hidráulica permitieron la expansión de urbanizaciones cerradas sobre los humedales de Tigre, transformando los modos de habitar de ese ecosistema y convirtiéndolo en un paisaje escenográfico para un producto inmobiliario. Paradójicamente, también se crearon las condiciones propicias para la proliferación de especies como el carpincho. Ante su crecimiento desmedido, describimos las medidas que se emplean para controlar a la población y nos preguntamos acerca de qué vidas se jerarquizan en los procesos de producción de urbanizaciones cerradas y cómo se controlan aquellas que no son toleradas. Finalmente, reflexionamos sobre las posibilidades de convivencia entre humanos y no humanos en ambientes transformados por la urbanización capitalista.
Palabras clave: humedales, infraestructuras hidráulicas, urbanizaciones cerradas, carpinchos.
Abstract: This article analyses the tensions, competitions and uses of space between capybaras and neighbours in Nordelta, Argentina's most emblematic gated community. We explore how water infrastructure works and techniques allowed the expansion of gated developments over Tigre's wetlands, transforming the ways of inhabiting that ecosystem and turning it into a scenographic landscape for a real estate product. Paradoxically, it also created the enabling conditions for the proliferation of species such as the capybara. In the face of its uncontrolled growth, we describe the measures used to control the population and ask ourselves about which lives are prioritised in the production processes of gated communities and how those that are not tolerated are controlled. Finally, we reflect on the possibilities of coexistence between humans and non-humans in environments transformed by capitalist urbanisation.
Keywords: wetlands, hydraulic infrastructures, gated communities, capybaras.
Introducción
Las primeras difusiones de noticias e imágenes en medios y redes sociales acerca de la presencia de carpinchos en Nordelta –la urbanización cerrada (en adelante UC) más importante de la Argentina– se inician en tiempos de la pandemia COVID-19 y las medidas tomadas por el Gobierno Nacional para limitar la circulación del virus, entre marzo de 2020 y diciembre de 2022. Junto a aquellas, también tuvieron su protagonismo noticias e imágenes de otras especies animales (elefantes, osos, monos, mapaches, gansos, etc.) que se mostraban merodeando por calles, plazas y basurales en distintas ciudades del mundo.
Frente a este espectáculo inusual, algunos (1) manifestaban en los medios y redes sociales una sensación de asombro ante la aparición de animales silvestres en entornos urbanos cuasi sin movimientos y silenciosos, mientras que otros consideraban que eran tiempos de “revancha de la naturaleza” o de algún tipo de “justicia social” a través del accionar de los animales, tal como reflejaron Winckler y Bruno Garcén (2021) en su estudio acerca de la politización expresada en la viralización de memes sobre los carpinchos de Nordelta. Por su parte, para aquellos que partían de un gran acervo en la historia ambiental, como es el caso de Donald Worster, quien escribió en ese entonces el artículo “Otra primavera silenciosa”, ese “retorno de la naturaleza” a las ciudades ponía de relieve a los sobrevivientes no humanos, de la violenta extinción masiva llevada adelante por la modernidad industrial durante los últimos siglos, causada, entre otros motivos, por los cambios acelerados en el uso del suelo de sus hábitats remanentes (Worster, 2020).
Hacia mediados del 2024, los carpinchos de Nordelta conseguían un segundo momento de visibilización cuando medios y redes sociales difundieron notas y videos que mostraban la indignación de vecinos ante la “proliferación desmedida” de estos grandes roedores. Los carpinchos aparecían interrumpiendo el tránsito, invadiendo áreas de asoleamiento, piscinas, calles internas, alimentándose de plantas ornamentales en canteros, plazoletas y bulevares, de los pastos siempre verdes de jardines particulares y del enorme campo de golf de 18 hoyos. Frente a las molestias ocasionadas, algunos vecinos manifestaban un espíritu de convivencia amigable; otros, más reticentes a esa realidad, pedían por su relocalización inmediata o, directamente, por su exterminio.
Las relaciones conflictivas entre habitantes y desarrolladores de Nordelta (y otras UC), por un lado, y especies de fauna silvestre, por el otro, tuvieron sus antecedentes durante las primeras décadas de los años 2000. En ese entonces, fueron otras dos especies las consideradas invasoras: las gallaretas chicas (Fulica leucoptera), aves acuáticas de color negruzco, que se alimentan de las semillas de resiembra de césped en los meses de invierno y los coipos (Myocastor coypus), roedores de color marrón oscuro de la familia de los castores, que construyen sus madrigueras en las zonas de costas de los cuerpos de agua de las UC (Ríos, 2017). A diferencia de los carismáticos carpinchos, las noticias sobre las tensiones relativas a estas especies consideradas menos simpáticas y problemáticas, circularon sólo por los medios gráficos y digitales de las propias empresas desarrolladoras, tal es el caso de la revista Gallaretas de Nordelta (rebautizada como Locally a partir de 2016).
Debe reconocerse que uno de los trabajos académicos pioneros en este campo fue el libro Ecology of Fear: Los Angeles and the Imagination of Disaster del urbanista norteamericano Mike Davis (1998), con el que se pusieron en cuestión las controversias generadas a partir de la convivencia entre los habitantes de las gated communities y las distintas especies animales consideradas peligrosas (pumas, serpientes de cascabel, coyotes, etc.) en los condados conurbados de Los Ángeles. Ese modelo urbanístico para las áreas suburbanas –que venía avanzando desde mediados del siglo pasado– favoreció los incendios recurrentes y generó una extraña coreografía entre lo salvaje y lo urbano, en la que la naturaleza parecía contraatacar de manera impredecible (llegando en algunos casos a ser mortales).
La forma controversial en que las UC avanzaron vertiginosamente sobre los humedales de Tigre y otros municipios con condiciones similares de la Región Metropolitana de Buenos Aires (en adelante, RMBA), a partir de la construcción de grandes rellenos y cuerpos de agua, fue alertada por distintos estudios académicos (Daniele y De Paula, 2000; Morello y Rodríguez, 2001; Fernández, 2002; Ríos, 2002 y 2010; Pintos y Naradowski, 2012; Astelarra, 2014). Si bien las críticas estuvieron enfocadas en las consecuencias ambientales adversas que esas formas de urbanización producían en los humedales (pérdida de biodiversidad, regulación hidrológica, filtrado y depuración de aguas, etc.) y en los habitantes linderos a las UC, las relaciones multiespecies fueron tratadas tangencialmente, así como también el papel que tuvieron en ellas las infraestructuras hidráulicas en tanto configuradoras de los nuevos paisajes de las UC y de sus múltiples derivaciones.
Es por ello que a partir de los conflictos entre carpinchos y vecinos nordelteños de los últimos años nos preguntamos: ¿qué papel cumplen las infraestructuras hidráulicas como rellenos, lagos y canalizaciones en las relaciones humano-no humanos dentro de este tipo de urbanizaciones en humedales?, ¿qué contradicciones y derivaciones se expresan en los entrelazamientos que se producen entre especies en los paisajes de las UC donde prima un orden y una planificación al servicio de determinadas vidas humanas?, ¿qué otros entramados posibles pueden proyectarse a futuro?
A partir del análisis de artículos y notas periodísticas, archivos, documentos oficiales y entrevistas a actores clave, utilizamos una perspectiva crítica que se encuadra en la geografía poshumana y material (Castro, 2023; Núñez, Aliste, Urrutia y Carrasco, 2023a) para abordar las infraestructuras hidráulicas empleadas en la producción de paisajes de UC en humedales y las relaciones que allí entablan carpinchos y humanos, como ejes de investigación. Bajo esta mirada, importa tanto la crítica que la economía política realiza sobre la urbanización neoliberal como la atención a la “agencialidad de la miríada de formas de vida más allá de la intencionalidad humana” (Castro, 2023, p. 13).
En primer lugar, se presenta una historicidad de las obras y técnicas hidráulicas empleadas en los humedales de Tigre que facilitaron la construcción de una mega-UC, Nordelta; luego, se realiza un racconto de las trayectorias espaciales de los carpinchos en el área y las estrategias de manejo del animal que suelen desplegarse para controlar su crecimiento exponencial; finalmente, en las conclusiones, reflexionamos sobre las preguntas que guiaron la indagación y aventuramos respuestas –o nuevas preguntas–.
Infraestructuras hidráulicas y paisajes escenográficos de las urbanizaciones cerradas en humedales: violentando humanos y no humanos
Las tierras inundables y anegables del sector continental de Tigre (Fig.1), ubicadas entre el río Luján (límite con la primera sección de islas del Delta del Paraná) y la cota de los 5 m (IGN) donde se inician las barrancas, fueron conocidas bajo distintas denominaciones: bañados (por los habitantes históricos del lugar), bajíos ribereños (como clasificación hidrogeomorfológica) o humedales continentales (según la Ecología). Esta última es la más difundida recientemente. Además de contener zonas con espejos de agua permanentes o estacionales, fauna y flora adaptadas a los pulsos de inundación y anegamiento temporales, esta franja de humedales está atravesada por el río Reconquista (el segundo más importante y contaminado de la RMBA) y una serie de arroyos que descienden de las barrancas y desembocan en el río Luján. De este modo, las crecientes de los ríos y arroyos y, en especial, por su influencia y cercanía, de las mareas meteorológicas del Río de la Plata (conocidas como sudestadas), son determinantes en la conformación de esas tierras húmedas (Ríos, 2010).
Las primeras obras de infraestructura hidráulica, que sentaron las bases para la gran transformación posterior de los humedales impulsada por UC, comenzaron a finales de la década de 1960. En ese momento, el gobierno de la provincia de Buenos Aires decidió, luego de un ciclo de inundaciones reiteradas en la cuenca del río Reconquista, paliar ese tipo de desastres a partir de dos obras importantes que culminaron en 1971: la represa Roggero, en la cuenca alta, y el canal Aliviador, en la cuenca baja (Ríos, 2010).
En 1972, Dragados y Obras Portuarias S.A. (DYOPSA) y Supercemento S.A. compraron más de 1.300 hectáreas a los herederos de la familia Pacheco, valorizadas por la obra del Aliviador. En 1977, luego de distintos proyectos en danza, las empresas DYOPSA-Supercemento S.A. propusieron para esa gran cantidad de hectáreas la construcción de un emprendimiento urbanístico privado planificado: el Complejo Urbano Integral Benavídez (en adelante, CUIB) (Ríos, 2010).
Este proyecto se enmarcó en un contexto en el que el gobierno provincial, a cargo del gobernador de facto Ibérico Saint Jean (1976-1978), adoptó políticas públicas de fuerte corte tecnicista, expresadas, por ejemplo, en la planificación racionalista cuyo objetivo principal era ordenar la producción del espacio urbano, especialmente, en el conurbano bonaerense. El Decreto-Ley 8912/77 de “Ordenamiento Territorial y uso del suelo” es una manifestación cabal de esta racionalidad. Con esta herramienta se buscó, por un lado, limitar el crecimiento desmedido de los loteos populares sin infraestructura de servicios básicos y, por otro, habilitar la compra de grandes terrenos vacantes para desarrollos privados de viviendas findesemanales destinadas a los grupos más acomodados (Pírez, 2006). Para los intereses de los desarrolladores privados en las áreas inundables, como el caso aquí analizado, el Decreto-Ley 8912/77 fue fundamental, al menos en dos aspectos clave: la creación de núcleos urbanos junto a un plan director y la figura del club de campo. A partir de entonces, fue conformándose un complejo cuerpo normativo a tono con las propuestas y necesidades de este submercado que alcanzó su apogeo en las décadas siguientes (Ríos, 2010).
En 1992 el CUIB consiguió su aprobación provincial y municipal y, al año siguiente, el emprendimiento fue rebautizado como Nordelta, dejando de ser una propuesta abierta para pasar a ser una ciudad de barrios cerrados. Si bien las obras de movimiento de suelos comenzaron en 1997, la inyección de los fondos financieros del grupo Consultatio S.A. que compró el 50% del paquete accionario en 1998, logró impulsar su desarrollo, que continuó en las décadas siguientes (Ríos, 2010). Actualmente, la mega-UC Nordelta posee poco menos de 30 barrios cerrados, áreas urbanas abiertas y más de 50.000 habitantes.
La urbanización de las zonas inundables de Tigre, cuyas cotas originales oscilaban entre 1.5 y 2.4 metros (IGN), se llevó a cabo mediante grandes rellenos como solución hidráulica. Para ello, las empresas desarrolladoras de las UC emplearon dos métodos distintos de movimiento de suelos. Cuando los suelos eran más resistentes o duros, como las toscas, se utilizó el método en seco, que consiste en extraer el material con palas mecánicas (retroexcavadoras o palas de arrastre), transportarlo en camiones al sitio de relleno, distribuirlo con topadoras y nivelarlo con motoniveladoras. Si los suelos eran más blandos, como arcillas y limos predominantes en estos humedales, se aplicó el método por vía líquida, conocido como refulado hidráulico. Este procedimiento implica extraer el suelo sumergido, bombear la mezcla (70% agua y 30% sedimentos) a través de tuberías hacia la zona de relleno, drenar el exceso de agua y permitir que los sólidos se asienten antes de nivelarlos. Para contener estos barros, se construyen recintos de suelo seco y compacto. La ejecución de estas tareas requiere equipos especializados como dragas cortadoras y succionadoras, pontones de apoyo y cañerías flotantes y terrestres (Ríos, 2010).
Esas excavaciones y refulados hidráulicos, bajo los imperativos económicos y técnicos, implicaron la movilización de más de 50 millones de m3 de suelos de los humedales continentales de Tigre (2). Con esta técnica, se expoliaron suelos (y aguas salobres) que corresponden a las últimas intrusiones marinas del Holoceno de más de 7.000 años de antigüedad. También, en algunas ocasiones, se obtuvieron suelos non sanctos al dragarse partes de islas del Delta para el relleno, por ejemplo, de la UC Santa María de Tigre o de los fondos contaminados de las obras de ampliación del canal Aliviador, a comienzos de los 2000, a cargo de DYOPSA y destinados a un sector lindero de Nordelta (Ríos, 2010).
Las obras de canalización, por su parte, sirvieron para modificar las trazas de los arroyos contaminados que atraviesan las propiedades de las UC en esa zona de humedales. Este es el caso de Las Tunas que ya había sido canalizado de manera recta a finales de la década de 1980, dividiendo casi al medio al predio donde se proyectaba Nordelta. Como esa traza interfería con la ubicación del gran lago central y de los barrios linderos más exclusivos, se la fue corriendo por etapas y tramos a partir de los primeros años del 2000. Finalmente, para mediados de 2016, la nueva canalización de Las Tunas fue totalmente conectada, adquiriendo una traza curvilínea, mayor capacidad portante y una posición relegada, al costado del lago en la zona sur de Nordelta (Ríos, 2010).
Las canteras de aporte de suelos para rellenar las áreas urbanizadas se convirtieron en los principales recursos paisajísticos que distinguen a este tipo de UC: el agua de los lagos, canales y marinas. El caso más paradigmático es el gran lago central de Nordelta que ocupa una superficie de más de 180 hectáreas y una profundidad que supera los 20 metros. Con el tiempo, la forma del lago se fue modificando para maximizar la cantidad de lotes frentistas al agua, cuyo valor triplica al de aquellos sin acceso directo, generando así una renta diferencial (Ríos, 2010).
En las UC, la flora introducida juega un papel central en el diseño de espacios comunes, jardines y canchas de golf, que se mantienen verdes todo el año. El césped, especialmente la grama bahiana, es predominante y se dispone mediante panes, rollos y resiembra invernal, con el uso de agroquímicos, fertilizantes y abundante riego. Además, las especies ornamentales, como liquidámbares, fresnos y palmeras, cumplen una función paisajística clave. Recientemente, el paisajismo de ribera ha incorporado plantas palustres, nenúfares, flotantes y oxigenadoras para mejorar las condiciones ecológicas de los cuerpos de agua y reducir su eutrofización (Ríos, 2017).
Las diversas obras de infraestructura hidráulica, junto con la planificación y el ordenamiento territorial, dieron forma a las UC, cuyos paisajes escenográficos se desarrollaron a costa de los humedales continentales. Este proceso alteró profundamente la dinámica hídrica y afectó el hábitat de numerosas especies que conformaban ese ecosistema.
El objetivo fue crear entornos ajustados a los exigentes estándares del mercado inmobiliario, cuyos consumidores –igualmente exigentes– valoran la presencia de lagos, canales y marinas, siempre que estén diseñados y gestionados bajo estrictos criterios de control. En este modelo, la flora y la fauna se convierten en elementos regulados, aceptados únicamente bajo la premisa de su continua supervisión y mantenimiento.
Sin embargo, cada vez que alguno de estos elementos se descontrola, pone en jaque la pretendida dominación sobre las aguas, las plantas y los animales, y la remembranza de los humedales que antes estuvieron allí se manifiesta. De esta forma, el agua y las especies de flora y fauna persisten en sus modos de existencia (Despret, 2022), afectando la visión totalizadora del ordenamiento paisajístico de las UC. A continuación, ahondaremos en estas contradicciones para uno de los casos más representativos de la zona: los carpinchos en Nordelta.
Carpinchos nordelteños: apropiación de un paisaje prohibido
El carpincho (Hydrochoerus hydrochaeri, ver Fig. 2), nativo de Sudamérica, es el roedor más grande del mundo; en estado adulto puede alcanzar cerca de 70 kg, una altura de 60 cm y una longitud de 1.30 m. Estos herbívoros semiacuáticos de color pardo rojizo realizan la mayor parte de sus actividades en las interfaces tierra-agua. Mientras que el agua es utilizada para actividades de copulación, termoregulación, baño y huida de depredadores, las tierras más altas son requeridas para el descanso y la alimentación. Los carpinchos son territoriales y gregarios; sus manadas son sedentarias y de tamaño variable, formadas por un macho dominante, algunas hembras adultas con sus crías de diferentes edades y unos pocos machos subordinados. El hábitat de esta especie abarca distintos tipos de humedales, siendo los más propicios aquellos que presentan abundancia de cuerpos de agua con vistas amplias, hierbas y plantas acuáticas. Estas condiciones están presentes, por ejemplo, en zonas bajas de los Llanos del Orinoco (Venezuela), el Pantanal (Brasil) y los Esteros del Iberá (Argentina) (Corriale, 2018).

Si bien en Argentina el carpincho es considerado una especie no amenazada (3), en las últimas décadas los humedales donde viven están siendo objeto de grandes transformaciones, tal es el caso de la región del Delta del Paraná. Debido a los procesos de agriculturización, la actividad ganadera intensificó el uso de esas zonas inundables, aumentando la carga de animales, para lo cual muchas de esas tierras fueron endicadas y los cursos de agua canalizados. Estos cambios, junto con la práctica de la quema, que en algunos casos derivó en incendios de gran magnitud, impactaron negativamente en las poblaciones de carpinchos y su hábitat (Corriale, 2018). A ello debe sumarse un cóctel climático-ambiental adverso que se tornó más evidente en la región en los últimos cinco años: sequías intensas por efecto de tres años de Niñas consecutivas que desataron bajantes récord del río Paraná y una drástica reducción de los niveles de agua de los humedales aledaños.
El avance de las UC sobre relictos de humedales de la RMBA, cuyo epicentro fue el municipio de Tigre y Nordelta el emprendimiento más emblemático, también contribuyó al escenario distópico (4)marcado por la pérdida del hábitat de los carpinchos y otras especies, desplazándolos forzosamente hacia otros lugares. Paradójicamente, la puesta en marcha de imponentes obras de infraestructuras hidráulicas que destruyeron grandes sectores de esos ecosistemas, terminó gestando ciertas condiciones favorables para esta especie (y otras) en los paisajes escenográficos de las UC, tal como comenta uno de los especialistas: “los grandes cuerpos de agua y las piscinas, la oferta de alimento disponible todo el año, pasto regado y resembrado, plantas ornamentales cuidadas, la ausencia de especies depredadoras y la prohibición de la práctica de caza, hicieron del paisaje de Nordelta y, también, de varias otras UC de la zona, un hábitat bastante propicio para que los carpinchos se reprodujeran” (entrevista a especialista, julio de 2024).
Si bien las apariciones de carpinchos en Nordelta durante la pandemia fueron las primeras mediatizaciones del conflicto, sus avistamientos en el emprendimiento se remontan al 2014, tal como comunicó la Asociación Vecinal Nordelta (en adelante, AVN, institución a cargo de la gestión de esa mega-UC) en una publicación de la revista Locally de 2021. Allí se revelaba un dato por demás elocuente acerca del crecimiento exponencial de carpinchos, que daba cuenta de su capacidad de adaptación a los paisajes nordelteños: entre 2014 y 2021 habían crecido cerca de un 1.000% (Carpinchos en Nordelta, 2021). En ese momento, convocaron a especialistas del CONICET y a universidades para abordar el manejo de la especie.
Ante la pérdida de sus hábitats, los carpinchos se vieron obligados a convivir forzosamente con los humanos y, pese a su sociabilidad característica, buscaron estrategias para evitar roces continuos. En una nota de la revista National Geographic de 2022, el biólogo brasileño Marcos Vinícius Rodrigues explica sobre los cambios de la especie: “ con el tiempo, los carpinchos han adaptado sus comportamientos a la presencia de personas e infraestructuras humanas […] se han vuelto más nocturnos para evitar a los humanos, así como pueden caminar sobre el asfalto, esconderse en tuberías de desagües y moverse muy fácilmente por las aguas urbanas” (Carpinchos urbanos: cómo el mayor roedor del mundo se adapta a las ciudades, 2022).
La notable capacidad adaptativa de estos grandes nadadores y caminadores permitió a los carpinchos ajustarse progresivamente a las transformaciones del paisaje nordelteño e incluso aprovechar las infraestructuras hidráulicas para sus movimientos:
en 2014, los carpinchos se encontraban en áreas que todavía no estaban urbanizadas y en un barrio poco desarrollado rodeado de humedales […] probablemente algunos ejemplares estaban en el predio de Nordelta antes de que comenzaran los primeros movimientos de suelos. También es probable que el antiguo canal del arroyo Las Tunas, que atravesaba el centro de Nordelta y conectaba estas tierras con el Aliviador y el río Luján, haya sido un medio de entrada y salida por agua para esta especie […] Con el avance de los movimientos de suelos para la construcción del lago central y de los barrios, los carpinchos se fueron trasladando a las áreas que quedaban vacantes sin transformar, ubicadas hacia el sur de Nordelta […] En los últimos años, el desarrollo de ese sector coincidió con un aumento exponencial de la población y la presencia de ejemplares ya en distintos lugares de Nordelta (entrevista a especialista, julio de 2024).
Los especialistas advierten que el crecimiento exponencial de los carpinchos no debe interpretarse como un indicador de calidad ambiental, de hecho, señalan que no es un buen augurio: “justamente nos habla de un desequilibrio y de la participación de los humanos en ese proceso […] En otros lugares, los carpinchos tienen depredadores naturales como el yacaré, el yaguareté o el puma, pero en los barrios cerrados no existen […] El problema de los carpinchos recién empieza, todo indicaría que va para peor” (entrevista a especialista, julio de 2024).
Las expresiones de alarma o espanto ante la proliferación de carpinchos en Nordelta por parte de sus residentes se basan, en gran medida, en la consolidación de un imaginario suburbano donde solo tiene lugar una naturaleza estetizada y controlada. Esta visión ha sido promovida durante décadas por los medios de comunicación y las empresas desarrolladoras. Entre las especies animales toleradas[5] no se encuentran los carpinchos –menos aún los coipos–, cuya estética podría asemejarse a la de sus primos lejanos, las ratas, quienes conservan un extenso historial de aberración por parte de las sociedades (la peste negra, por ejemplo). Esta idea también es abonada por uno de los especialistas: “toda especie que aparece y que no está representada en esas imágenes publicitarias no es bienvenida, llegando incluso a molestarles especies inofensivas o pequeñas como lechuzas o garzas” (entrevista a especialista, julio de 2024).
Conflictos y medidas para limitar al vecino no deseado
Los hábitos adaptativos de los carpinchos traen una serie de inconvenientes para los vecinos de Nordelta. Los conflictos giran principalmente en torno a su alimentación en base al consumo de césped y plantas ornamentales (por la necesidad de otros nutrientes), y a su libre circulación por el emprendimiento. En consecuencia, los vecinos vienen tomando medidas controversiales que incluso no son recomendadas por el área de Ecología de la propia AVN. Sobre este aspecto comenta uno de los profesionales:
se está tornando cada vez más común la colocación de cercos y bolleros eléctricos en los límites entre los lagos y los jardines particulares y del campo de golf, el envenenamiento, el atropellamiento con vehículos de manera consciente, la matanza con armas de fuego […] Es algo de todos los días y es muy frecuente encontrar ejemplares de la especie, sobre todo crías, con heridas por estos motivos […] Esta situación recrudece durante los meses de invierno que es cuando el alimento es más escaso y los carpinchos se arriesgan más […] Actualmente, más del 60% de Nordelta está con cercos y boyeros eléctricos, quedando muy pocos lotes libres sin construcción que son los más elegidos por los carpinchos para guarecerse y descansar (entrevista a especialista, enero de 2025).
Entre las medidas sugeridas por los profesionales que asesoran al área de Ecología de AVN se incluyen las castraciones, los traslados y las intervenciones sobre el paisaje para controlar la población de carpinchos. Por su parte, la castración requiere un estudio previo a fin de evaluar su posible efectividad. En ese marco, se pidió autorización a la Dirección de Flora y Fauna de la Provincia de Buenos Aires, lo que consistió en un trámite engorroso, no sin controversias. A propósito de este estudio, uno de los especialistas explica:
se propuso seleccionar una cierta cantidad de grupos de familias de carpinchos y esterilizar por medio de vasectomía sólo a algunos machos dominantes y a otros grupos no intervenirlos, de modo de analizar comparativamente la evolución reproductiva de los distintos grupos […] El problema es que ya estamos afrontando una tasa de crecimiento muy alta, en donde si bien podría esterilizarse a los machos dominantes, los machos jóvenes subordinados de esos grupos también copulan, por lo que ya no sería una medida tan efectiva […] Este pedido de estudio a la Dirección de Fauna fue realizado en 2022, pero las organizaciones ambientalistas se opusieron en un primer momento, y eso hizo demorar el trámite […] Las medidas que se adoptan sobre la problemática del carpincho tocan muchos intereses […] Nadie quiere hacerse responsable de una medida que no se sabe su efectividad. Así y todo, a fin de 2024 nos permitieron hacer el estudio y actualmente estamos esperando los resultados (entrevista a especialista, enero de 2025).
El traslado de ejemplares a otros sitios parece ser muy complejo para este caso en particular:
en Nordelta ya son muchos los ejemplares y estos animales son bastante grandes y difíciles de manipular, pueden llegar a pesar casi 70 kg y, además, es una especie que se estresa mucho […] También, a dónde se los traslada constituye un problema, en ese caso, habría que ver las características de ese sitio, el de las poblaciones receptoras, de los parásitos de unas y de otras. Las organizaciones ambientalistas se oponen a estas medidas, pero igualmente algo hay que hacer (entrevista a especialista, julio de 2024).
Las intervenciones sobre el paisaje sugeridas consisten en el acondicionamiento del nuevo canal del arroyo Las Tunas para generar un biocorredor y reconectar a los carpinchos con el exterior. En esa línea uno de los especialistas agrega que: “estamos pensando en que esa zona contigua al canal Las Tunas que atraviesa el sector sur de Nordelta sirva de área de amortiguamiento, alimentación, descanso y circulación […] Junto con la baja de la contaminación del agua, se propone que se planten arbustos, vegetación palustre y acuática, también pasturas, de manera que muchos ejemplares vayan a forrajear en esas zonas linderas al canal y, que desde allí, puedan moverse hacia otros sitios” (entrevista a especialista, enero de 2025).
Por último, cabe mencionar que la convivencia entre humanos y animales (sean domesticados o silvestres) siempre corre el riesgo de transmisión de enfermedades infecciosas, conocidas como zoonosis. En el caso de los carpinchos, en Brasil ya hubo casos de transmisión de la fiebre maculosa que es provocada por la bacteria Rickettsia rickettsii, transmitida a los humanos con la ayuda de la garrapata estrella (Amblyomma cajennense), un insecto que se alimenta de sangre y que se encuentra en animales grandes como el ganado, los caballos, los perros y los carpinchos. De modo que el carpincho, no es la causa de la enfermedad, sino que sirve de huésped para el verdadero transmisor (Carpinchos urbanos: cómo el mayor roedor del mundo se adapta a las ciudades, 2022). En relación con ello, los especialistas señalan que es un factor importante a considerar, sobre todo en escenarios de cambio climático.
Consideraciones finales: entramados multiespecies posibles
Las grandes obras de infraestructura hidráulicas empleadas para la construcción de UC, como en el caso de Nordelta, transformaron como nunca antes a los humedales continentales de Tigre: con los suelos del pasado se enterraron las condiciones de posibilidad de humanos y no humanos desvalorizadas del presente, jerarquizando otras vidas humanas más privilegiadas. Con estas obras se procuró doblegar al agente más dinámico de los humedales, el agua y sus ciclos de inundaciones, y gran parte de los ecosistemas dejaron de brindar las funciones que los caracterizan como tales. El modo de vida anfibio de las diversas especies que habitaban allí se vio alterado por este rompecabezas topográfico en el que lindan lado a lado zonas rellenadas y sin rellenar, y que responden diferencial y desigualmente ante precipitaciones intensas, crecidas de los cursos de agua o sudestadas del Plata. La próxima gran inundación pondrá en evidencia una doble cara de Jano: para los humanos un desastre sumamente injusto según la ubicación y condiciones de vulnerabilidad de cada grupo social, y para los adaptables carpinchos un momento de oportunidad que ofrecen los excesos hídricos para la búsqueda de nuevas tierras.
Sin embargo, la prepotencia de la planificación de UC y el ordenamiento territorial en esa zona de humedales de Tigre se topó con la agencia de una de las especies animales semiacuáticas que, huyendo de una crisis mayor (a modo de refugiados ambientales), encontraron en esos paisajes escenográficos un hábitat propicio –al menos por ahora–, imponiendo condiciones y ciertas limitaciones a los modos de vida de los habitantes de las UC. La pregunta precisa no es por qué los carpinchos se hicieron presentes en las UC, sino, más bien, cuándo ese fenómeno iba a suceder, ya que sus elementos paisajísticos distintivos iban a tornarse, más temprano que tarde, en recursos disputados.
¿Es posible proponer una convivencia multiespecies en un ambiente ultra controlado por humanos, como es Nordelta? Las medidas de manejo y control poblacional de las especies animales parecen constituirse más como necesarias estrategias de reducción de daños por parte de vecinos, desarrolladores y especialistas que como multiplicadores de mundos posibles (Despret, 2022, p. 35). Es relevante entonces continuar insistiendo en medidas preventivas –como la sanción de una Ley de Humedales, que viene siendo impedida hace años por intereses de distintos lobbies– que ofrezcan escenarios más prolíficos y respetuosos, más vivibles para las interacciones multiespecies.
Este ensayo abona al campo de estudio que busca develar las contradicciones entre la urbanización neoliberal y las formas en que estas participan de la producción de paisajes en ámbitos con condiciones extremas y animales silvestres. No caben dudas que esta línea de indagación requiere de mayores estudios, a los que tenemos la intención de seguir contribuyendo.
Referencias bibliográficas:
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Castro, A. (Ed.). (2023). Futuros multiespecie: Prácticas vinculantes para un planeta en emergencia. Stockholm University. Recuperado en: https://doi.org/10.5281/zenodo.8225167
Corriale, M. J. (2018). Carpincho Hydrochoerus hydrochaeris. En D. Bilenca, M. Codesido, A. Abba, M. G. Agostini, M. J. Corriale, C. González Fischer, L. Pérez Carusi y E. Zufiaurre (eds.), Conservación de la biodiversidad en sistemas pastoriles. Buenas prácticas para una ganadería sustentable de pastizal. Kit de extensión para las Pampas y Campos (pp. 70-73).Recuperado de: https://ri.conicet.gov.ar/handle/11336/136666#anchorAbstract
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Notas
Notas de autor
Roles de autoría: 1. Administración del proyecto; 3. Análisis formal; 4. Conceptualización; 6. Escritura - revisión y edición; 7. Investigación; 8. Metodología; 10. Redacción - borrador original.
https://orcid.org/0000-0002-7483-8952
diegorioszaburlin@gmail.com
Roles de autoría: 3. Análisis formal; 4. Conceptualización; 6. Escritura - revisión y edición; 7. Investigación; 10. Redacción - borrador original.
https://orcid.org/0009-0005-3548-8557
regina.ruete@gmail.com
Información adicional
CÓMO CITAR: Ríos, D. y Ruete, R. (2025). De carpinchos, infraestructuras y humedales: entrelazamientos controversiales entre humanos y no humanos en Nordelta (Argentina). A&P Continuidad, 12(22), doi: https://doi.org/10.35305/23626097v12i22.507
Enlace alternativo
URL: https://www.ayp.fapyd.unr.edu.ar/index.php/ayp/article/view/507 (html)

