Dossier temático

Un panorama posible. Mujeres, comunidades y arquitecturas recientes

A possible panorama. Women, Communities and Recent Architectures

Mariana Alves Barbosa (*)
Universidade Presbiteriana Mackenzie, Brasil
Maria Cristina Lopez Fernandez (traductora)
Independiente, Brasil

A&P continuidad

Universidad Nacional de Rosario, Argentina

ISSN: 2362-6089

ISSN-e: 2362-6097

Periodicidad: Semestral

vol. 10, núm. 19, 2023

aypcontinuidad@fapyd.unr.edu.ar

Recepción: 31 Julio 2023

Aprobación: 16 Noviembre 2023



DOI: https://doi.org/10.35305/23626097v10i19.412

CÓMO CITAR: Alves Barbosa, M. Un panorama posible. Mujeres, comunidades y arquitecturas recientes. A&P Continuidad, 10(19), doi: https://doi.org/10.35305/23626097v10i19.412

Resumen: El artículo presenta una breve panorámica de arquitecturas latinoamericanas elegidas por su vocación de actuar como centros comunitarios. Las obras fueron realizadas en los últimos diez años en territorios vulnerables y fueron seleccionadas a partir de un filtro de autoría: proyectos diseñados por oficinas dirigidas por arquitectas. Para justificar su metodología y criterios de selección, el artículo hace una breve presentación del contexto social, político y económico del período y sus impactos disciplinares en la arquitectura latinoamericana, marcando la pauta de los procesos creativos de estas producciones arquitectónicas, a partir de debates contemporáneos sobre la producción de espacios comunitarios.

Palabras clave: arquitectas, América Latina, arquitectura contemporánea, arquitectura reciente, centros comunitarios.

Abstract: The article presents a brief overview of Latin American architectures chosen for their vocation to act as community centers. The works were built in the last ten years in vulnerable territories and were selected through a filter of authorship: projects designed by offices directed by women architects. To justify its methodology and selection criteria, the article makes a brief presentation of the social, political, and economic context of the period and its disciplinary impacts on Latin American architecture. It sets the tone for the creative processes of these architectural productions departing from contemporary debates on the production of community spaces.

Keywords: women architects, Latin America, contemporary architecture, recent architecture, community centers.

Criterios de elección

América Latina tiene una multitud de producciones arquitectónicas interesantes para ser difundidas o reveladas: algunas suelen ganar portadas y páginas de revistas especializadas, se exhiben y premian en bienales o premios panorámicos; otras, menos llamativas, cotidianas y populares, quizás sin espacio de protagonismo, no son menos interesantes. Al esbozar un panorama de arquitecturas latinoamericanas recientes, se prefirió elegir una metodología de selección para construir criterios integrales, aunque no exhaustivos, enfocados y no superficiales. Elegir dónde poner la luz hace que otros lugares se oscurezcan naturalmente, y para que las elecciones no tengan lugar de verdad absoluta o versión oficial, los filtros deben ser claros. En este artículo los filtros aplicados para llegar al objeto de estudio, que es un grupo de obras seleccionadas, son los siguientes: 1) arquitectura latinoamericana contemporánea, 2) diseñada por arquitectas, y 3) para actuar como centros comunitarios en los lugares donde se ubican. La incompletitud es una característica esencial de la investigación, y los filtros subliminales tienden a adoptarse naturalmente. El riesgo inherente a una elección siempre existe, y resulta del contexto social, económico y político de quienes escriben, y que se buscará hacer evidente a continuación.

Justificación y criterios metodológicos

Cuando se establece un marco de tiempo llamado reciente para distinguir las arquitecturas latinoamericanas contemporáneas, se habla de un intervalo de al menos una década[1]. La arquitectura no es un producto del consumo instantáneo, sino un proceso que requiere tiempo de diseño, construcción y consolidación de espacios en un tejido experiencial. Considerando como reciente la producción de los últimos diez años, es posible destacar un conjunto de información que ayuda a situar los contextos sociales, económicos y políticos que marcan el tono del escenario en el que se diseñaron y concibieron estas construcciones.

El arquitecto colombiano Camilo Restrepo (2015) firmó el artículo “Ambigüedad y paradoja: Una visión contradictoria y optimista de la arquitectura en América Latina hoy”, publicado en la revista Plot 24 (América Latina hoje), donde enumera una serie de acontecimientos que marcaron el inicio del siglo XXI y fueron decisivos para el proceso de producción arquitectónica en todo el mundo: el ataque a las Torres Gemelas en 2001; el tsunami asiático en 2004; la crisis financiera de 2008; y el terremoto y tsunami de Japón de 2011. Sería posible seguir enumerando otros eventos posteriores de igual impacto a nivel mundial, como la ola conservadora estimulada por la campaña de Donald Trump, elegido presidente de Estados Unidos en 2016. El impacto se ha dejado sentir en América Latina a través del ascenso de gobiernos de derecha y extrema derecha, liderados por hombres blancos cisgénero, y reconocidos en gran medida por su defensa de agendas conservadoras. Otro hito indiscutible es la propagación del virus de la COVID-19, que tuvo su estado pandémico en el primer trimestre de 2020, causando una ola devastadora de muertes en todo el mundo.

También se destaca el estado progresivo de catástrofe ecológica y climática global y su condición de posible irreversibilidad que, acompañado de un centenar de eventos aparentemente de menor impacto pero con alcances y reflejos globales, desafían la posibilidad de que los poderes locales tracen estrategias efectivas para los problemas globales generados por causas naturales y por razones políticas, como el creciente desplazamiento de la población, como explica Zygmunt Bauman en coautoría con Carlo Bordoni en Estado de crise:

As cidades contemporâneas são uma espécie de grande lata de lixo em que os poderes globais jogam os problemas que criam para alguém solucionar. Por exemplo, a migração em massa é um fenômeno global causado por forças globais. Nenhum prefeito de nenhuma cidade do mundo realmente criou a migração em massa de pessoas em busca de pão, água limpa para beber e condições afins. As pessoas foram postas em movimento pelo impacto de forças globais, as quais as privam de seus meios de existência e as obrigam a deslocar-se ou morrer. Assim, trata-se de um problema imenso. [...] O problema vem de fora, mas o problema tem de ser resolvido, para melhor ou para pior, no local (Bauman y Bordoni, 2016, p. 23) [Las ciudades contemporáneas son una especie de gran bote de basura en el que las potencias globales arrojan los problemas que crean, para que alguien más los resuelva. Por ejemplo, la migración masiva es un fenómeno global causado por fuerzas globales. Ningún alcalde de ninguna ciudad del mundo ha creado la migración masiva de personas en busca de pan, agua limpia para beber y cosas por el estilo. Las personas se han puesto en movimiento por el impacto de las fuerzas globales, que las privan de sus medios de existencia y las obligan a mudarse o morir. Así que este es un gran problema. [...] El problema viene de fuera, pero el problema tiene que resolverse, para bien o para mal, en el acto].

Las olas de contaminación de la pandemia de COVID-19 por la propagación de nuevas cepas formadas en diferentes rincones del mundo, que generaron la pérdida de miles de vidas, ejemplifican esta trágica desorganización y la incompetencia de los poderes locales para hacer frente a los problemas globales. Estos contextos que marcan la noción de lo contemporáneo son interesantes aquí porque muestran el nivel de dificultad de este momento, afectando de manera inseparable el desempeño profesional en el campo de la arquitectura y el urbanismo.

Según Restrepo (2015, p. 72), “todos entramos por igual en el mundo de la crisis y la incertidumbre” en una “época verdaderamente global y compartida”. Haciendo cada vez más globalizado el escenario de crisis, antes se lo consideraba posible, predecible y de pertenencia (Restrepo, 2015, p.172) sólo del continente africano y América Latina, y que está “tradicionalmente asociado con tragedias y con el índice de desigualdad más alto del mundo, a pesar del reciente auge económico proporcionado por el mercado de productos básicos” (Restrepo, 2015, p.172). Sobre la narrativa construida por este autor de un tiempo “verdaderamente global y compartido”, merece la pena mencionar que la carencia y los escenarios trágicos no afectan a los territorios globales de manera uniforme, a pesar de que todos están expuestos a los problemas de este tiempo. Dentro del posicionamiento geográfico de los países de este continente y subcontinente, el nivel de dificultades que deben afrontar difiere en contraste entre las regiones metropolitanas y sus márgenes e interiores, y por varios otros indicadores sociales que señalan cómo se posiciona cada grupo dentro de estas sociedades. El poder de colonialidad al que estos territorios fueron brutalmente sometidos sigue vigente:

A colonialidade do poder introduz uma classificação universal e básica da população do planeta pautada na ideia de ‘raça’. A invenção da raça é uma guinada profunda, um giro, já que reorganiza as relações de superioridade e inferioridade estabelecidas por meio da dominação. A humanidade e as relações humanas são reconhecidas por uma ficção em termos biológicos. [...]Ao produzir essa classificação social, a colonialidade permeia todos os aspectos da vida social e permite o surgimento de novas identidades geoculturais e sociais. [...] Essa classificação é a expressão mais profunda e duradoura da dominação colonial. (Lugones, 2020, p. 56-57) [La colonialidad del poder introduce una clasificación universal y básica de la población del planeta, basada en la idea de ‘raza’. La invención de la raza es un giro profundo, ya que reorganiza las relaciones de superioridad e inferioridad establecidas a través de la dominación. La humanidad y las relaciones humanas son reconocidas por una ficción en términos biológicos. [...] Al producir esta clasificación social, la colonialidad impregna todos los aspectos de la vida social y permite el surgimiento de nuevas identidades geoculturales y sociales. [...] Esta clasificación es la expresión más profunda y duradera de la dominación colonial].

En relación a las identidades geoculturales, sociales y raciales, propuestas por la socióloga argentina María Lugones (2020), se sabe que las expresiones de dominación colonial tienen diferentes modos de acción, dependiendo de la capa social en la que opera y con qué intenciones.

Uno de los reflejos del mantenimiento sistemático de esta colonialidad en el campo disciplinario de la arquitectura supone las diferenciaciones en el tratamiento de la producción de hombres con relación a la producción de mujeres latinoamericanas, quienes durante mucho tiempo ocuparon un lugar oculto/oscuro en la historiografía arquitectónica. El arquitecto peruano radicado en Brasil José Carlos Huapaya Espinoza destaca en el libro Arquitetura e urbanismos modernos na América Latina, um olhar através das revistas especializadas (1920-1960), uno de los aspectos sistemáticos de anulación de la contribución de la mujer en los medios arquitectónicos tradicionales:

O levantamento realizado nas revistas especializadas em estudo permitiu identificar e trazer à luz um número significativo de mulheres atuando em vários campos, em especial vinculados à arquitetura, ao urbanismo e às artes. Apesar disso, uma primeira questão a ser colocada refere-se a um aspecto recorrente em praticamente todas as revistas: a dificuldade de identificação das profissionais, uma vez que foi comum encontrar casos em que os nomes delas se encontravam incompletos ou abreviados, não apareciam nos sumários (e sim nos artigos no meio das revistas) ou mesmo não se usava o adjetivo feminino; em um exemplo deste último foi o uso da palavra arquiteto, embora se tratasse de profissionais mulheres (Espinoza, 2022, p.175-176) [La encuesta realizada en las revistas especializadas permitió identificar y sacar a la luz un número significativo de mujeres que trabajan en diversos campos, especialmente vinculados a la arquitectura, el urbanismo y las artes. A pesar de esto, una primera pregunta que debe hacerse se refiere a un aspecto recurrente en prácticamente todas las revistas: la dificultad de identificar a las profesionales, ya que era común encontrar casos en que sus nombres estaban incompletos o abreviados, no aparecían en los resúmenes (sino en los artículos en medio de las revistas), o incluso no se usaba el adjetivo femenino. En un ejemplo de esto último fue el uso de la palabra arquitecto, aunque se trataba de profesionales mujeres].

Estos estudios fueron realizados de manera pionera por la profesora y arquitecta brasileña Ana Gabriela Godinho Lima en su libro Arquitetas e Arquiteturas da América Latina do Século XX (2014, basado en una maestría de 1998). En esta obra, se puede relacionar la comprensión de la figura de la mujer arquitecta como identidad social sometida a los efectos narrados por Lugones, en busca del cómo y dónde pertenece su lugar de acción: “Nos tempos atuais, não é difícil verificar que a forma como nossa sociedade se estabeleceu tornou impossível que todos os seus componentes se integrassem igualmente a ela. ‘Há aqueles que se encaixam e aqueles que precisam encontrar seus lugares entre ordens simbólicas, nos interstícios; eles representam uma certa instabilidade’ (Hughes) (Lima, 2014, p. 24). [En los tiempos actuales, no es difícil verificar que la forma en la que nuestra sociedad se ha establecido ha hecho imposible que todos sus componentes se integren por igual con ella. ‘Hay quienes encajan y quienes necesitan encontrar su lugar entre órdenes simbólicos, en los intersticios; estos representan una cierta inestabilidad’ (Hughes)].

Y sigue:

Da posição marginal, ou mesmo externa, em que a mulher foi colocada em relação ao universo da arquitetura, ela se viu, paradoxalmente, na melhor situação para lançar um olhar crítico sobre este mesmo universo. É a partir daí que ela pode propor uma nova visão e um novo trabalho. Ela se encontra em excelente posição para prover acesso à arquitetura, enquanto produto e serviço, aos excluídos, aos escondidos, aos reprimidos. É também uma posição privilegiada em relação às mudanças que ocorreram em nossa época em que a comparação do edifício ou da cidade com o corpo já estão ultrapassadas (Lima, 2014, p. 24). [Desde la posición marginal, o incluso externa, en la que se situaba a la mujer con relación al universo de la arquitectura, se encontraba, paradójicamente, en la mejor situación para echar una mirada crítica sobre este mismo universo. Es a partir de ahí que puede proponer una nueva visión y un nuevo trabajo. Está en una excelente posición para proporcionar acceso a la arquitectura, como producto y servicio, a lo excluido, lo oculto, lo reprimido. También es una posición privilegiada con relación a los cambios que se han producido en nuestro tiempo, en los que la comparación del edificio o la ciudad con el cuerpo ya está desfasada].

El discurso de Lima argumenta sobre el formato de consolidación del desempeño de las mujeres en el campo profesional de la arquitectura desde un lugar posible para construir un espacio de autonomía y oportunidades. Aunque, a pesar de encontrar oportunidades en este lugar de intersticio, es posible problematizar que la limitación de este acceso es constantemente restablecida por los vehículos canónicos de la disciplina, como señaló Espinoza (2022).

La exposición de Lima introduce otra idea, desarrollada años más tarde por el mismo autor en el texto “Nas fronteiras da civilização: como se criarão novos cânones na arquitetura?”, publicado en el libro Revisões Historiográficas: arquitetura moderna brasileira, organizado por Ruth Verde Zein (2022). En esta ocasión, con el subtítulo Fora do cânon: os territórios vulneráveis nas fronteiras da civilização, Lima discute el rol social de los centros comunitarios en la dinámica colectiva de los territorios vulnerables. Dichos centros son, en la mayoría de los casos, edificios simples, sin extravagancias, que impactan efectivamente en la población a la que sirven:

Os centros comunitários representam um elemento importante na dinâmica das relações entre os territórios e as comunidades que os ocupam, exercendo um papel importante principalmente na vida das mulheres de todas as faixas etárias. Ademais, são espaços físicos que costumeiramente abrigam atividades de planejamento, prevenção e administração de crises, e de recuperação de impactos, servindo de fulcro para redes de suporte coletivo. Lugares em que as mulheres –maioria da população em territórios vulneráveis– podem receber apoio e ter voz nas decisões sobre os rumos de suas comunidades. Sendo as principais responsáveis pelo cuidado das crianças, em quase todas as culturas ao redor do globo, o acesso das mulheres aos centros comunitários está sempre conectado ao acesso das crianças [...] Em regiões com alta incidência de desastres naturais, os centros comunitários podem ser voltados para a assistência à população após incidentes (Lima, 2022, p. 137-138) [Los centros comunitarios representan un elemento importante en la dinámica de las relaciones entre los territorios y las comunidades que los ocupan, desempeñando un papel importante sobre todo en la vida de las mujeres de todos los grupos de edad. Además, son espacios físicos que suelen albergar actividades de planificación, prevención y gestión de crisis, y recuperación de impactos, sirviendo de punto de apoyo para redes de apoyo colectivo. Lugares donde las mujeres –que son la mayoría de la población en territorios vulnerables– pueden recibir apoyo y tener voz en las decisiones sobre la dirección de sus comunidades. Una vez que las mujeres son las principales responsables del cuidado de los niños en casi todas las culturas del mundo, su acceso a los centros comunitarios siempre está conectado con el acceso de los niños. [...] En regiones con una alta incidencia de desastres naturales, los centros comunitarios pueden orientarse a ayudar a la población después de incidentes].

Así se explica nuestro criterio, favoreciendo el enfoque de la contemporaneidad desde el programa arquitectónico denominado Centro Comunitario que, como narra Lima (2022), alcanza gran relevancia en los marcadores temporales descritos por Restrepo (2015). Se entiende que el fenómeno de consolidación de programas arquitectónicos que pretenden o que incluyen la posibilidad de actuar como centros comunitarios, puede ser una respuesta disciplinaria a las consecuencias de los eventos catastróficos que marcaron los caminos de principios de este siglo. Es un programa directamente relacionado con el desempeño de las mujeres en diversas capas de la sociedad, especialmente aquellas que viven en territorios vulnerables: ya sea quienes se dedican a construir estos espacios como arquitectas, ingenieras y constructoras; como gestoras, educadoras, administradoras, etc., o aquellas que dependen de estos espacios como parte estructural de sus vidas, donde encuentran apoyo y oportunidades.

A partir de aquí este artículo estará dedicado a trazar una breve reseña de arquitecturas latinoamericanas recientes, con la vocación de actuar como centros comunitarios donde se ubican. Para dar mayor visibilidad al trabajo de las arquitectas latinoamericanas, optamos por el filtro de autoría, que selecciona únicamente proyectos diseñados por despachos dirigidos por arquitectas, ya sea en solitario, en colaboración con otras arquitectas o en asociación con otros arquitectos. El estatus de centro comunitario no siempre se logra intencionalmente, y puede ser un resultado inesperado, pero bienvenido, como se expondrá en los proyectos que se presentan a continuación. Cabe destacar que los proyectos aquí presentados son aquellos que han sido, de alguna manera, difundidos por los medios especializados, a través de publicaciones periódicas, libros, exposiciones, premios, etc. Pero más allá de estos, hay una gama aún más amplia de proyectos aún por descubrir, muchos que probablemente fueron construidos sin la participación de profesionales especializados, pero que actúan con la misma importancia en sus comunidades, manteniendo en sí mismas técnicas populares, vernáculas o tradicionales de la cultura de cada grupo. Con respecto a estos, esta investigación aún no ha podido lograrse, pero la advertencia es importante para explicar otro criterio de selección que justifica la recopilación de las copias que se citarán aquí, pero que no cierran el debate.

Desarrollo y aplicación: un panorama posible

Los proyectos dirigidos a programas educativos, como las escuelas, tienen una vocación natural de actuar también como centros comunitarios. Por lo general, están dotados de espacios para albergar reuniones públicas, como patios, canchas deportivas, cafeterías, aulas o incluso una terraza; además de contar con una infraestructura básica que facilita la organización comunitaria, como materiales escolares, pizarras, espacios para proyecciones audiovisuales, bibliotecas, etc. La propia cultura escolar se encarga de realizar reuniones comunitarias, como encuentros pedagógicos o fiestas tradicionales, ofreciendo la oportunidad para el encuentro y, eventualmente, la organización de un grupo.

La vocación de desempeñarse como centro comunitario se potencia cuando las escuelas se ubican en territorios vulnerables que carecen de infraestructura institucional y espacios públicos que permiten reuniones para este fin. Hay una serie de escuelas construidas en los últimos años en Latinoamérica, cuya participación comunitaria ocurre tanto en la ocupación del edificio, como en diferentes momentos de su desarrollo. Eso sucede ya sea en la etapa de proyecto, a través de procesos comunitarios participativos que guían el programa de necesidades y el diseño, o en el momento de la construcción, a través de grupos de trabajo comunitarios para la ejecución de la obra, contando también con procesos de capacitación de grupos para el oficio en construcción civil, entre otros. Estas son habilidades que van más allá del momento de los trabajos en grupo, y pueden convertirse en una fuente de ingresos para esta población. Dentro de este ámbito se destacan algunos proyectos.

Las escuelas diseñadas y construidas por la peruana Asociación Semillas para el Desarrollo Sostenible, conocida como Semillas, han ido ganando cada vez más espacio consolidado en América Latina, hacia el reconocimiento mundial por su desempeño. Fue premiada en tres ediciones de la Bienal Panamericana de Arquitectura de Quito (BAQ), en los años 2014, 2016 y 2020; recibió protagonismo en la X Bienal Iberoamericana de Arquitectura y Urbanismo, que tuvo lugar en 2016 en Brasil, además de ser premiada en la XI BIAU en 2019 en Paraguay. Además de estos, se destacó en los premios AR-Emerging 2021, organizados por la revista inglesa The Architecture Review, y fue finalista del estadounidense Mies Crown Hall Americas Prize Emerge (MCHAP) en 2022.

Fundada en 2014 por la arquitecta italiana Marta Maccaglia, la asociación ya cuenta con más de 10 proyectos educativos construidos en el territorio de la Amazonía peruana que, a pesar de ser equivalente al 61% del territorio nacional, carece de recursos y atención de líderes públicos, ya que la mayoría de la población está ubicada en las regiones costeras y urbanas, correspondiente a sólo el 10% del territorio peruano. Esta desigualdad promueve un escenario de inseguridad en la mayor parte del territorio, como en la región de la Selva Central, donde se mezclan comunidades rurales, población nativa y grupos armados para el extractivismo; lo que genera constantemente conflictos armados. Además de Maccaglia, las arquitectas Giulia Perri y Susanna Olivieri también están al frente de la oficina, lideradas por un equipo femenino, que cuenta con el apoyo de asesores y voluntarios permanentes, un equipo de construcción y grupos estacionales de colaboradores. Las escuelas diseñadas por la asociación Semillas se construyen mediante procesos colaborativos, a partir de interacciones entre profesionales, técnicos y miembros de la comunidad local que va a ser asistida. Esta interacción posibilita el desarrollo del oficio de la construcción, además de dar lugar a espacios que nacen, por vocación, como centros comunitarios. La mayoría de estas escuelas son los únicos espacios públicos con calidad para permitir una organización comunitaria, ofrecer apoyo a todas las edades, promover acciones relacionadas con la salud –como campañas de vacunación–, actuar como apoyo para celebraciones y ocio, entre muchas otras actividades.

La Escuela Primaria y Secundaria El Huabo, con obras terminadas en 2022, está ubicada en la región de Cajamarca, en la selva norte peruana; una renovación diseñada para albergar a 150 estudiantes. La escuela se desarrolla en torno a tres edificios independientes, cuyo uso del espacio vacío, impregnado de jardines y pasajes, asegura la integración entre ellos. Los tres bloques están bordeados por balcones-corredores, que además de dar acceso a las aulas, tienen bancos incrustados en las paredes de las salas, orientados hacia afuera. Es importante señalar cómo esta escuela, así como varias otras diseñadas por la misma oficina, no tiene una jerarquía de acceso o una entrada principal. Se puede acceder a la escuela de varias maneras y por varios puntos, ya que incluso el límite entre dentro y fuera es desafiado ante una serie de espacios abiertos cosidos a los edificios. No es necesaria ninguna limitación de acceso; por el contrario, el entorno es una invitación a ser, como una parada en el camino de aquellos que están de paso por la región, como agricultores u otros trabajadores rurales, ofreciendo agua y sombra para el descanso, o para la ocupación de estudiantes que extrapolan el uso del espacio interno y utilizan áreas abiertas también como espacio de aprendizaje. En este sentido, la escuela cuenta con espacio para una pista deportiva, jardines y laboratorios. El bloque central más pequeño alberga un espacio polivalente que se abre a ambos bloques laterales, escuelas primarias y secundarias, y garantiza la integración con las salas y los jardines. La presencia de espacios polivalentes es esencial para la consolidación de este lugar como centro comunitario. Durante el período de clases, el lugar puede servir como cafetería o área de estudio; sin embargo, fuera de este período, puede convertirse en los usos más diversos dirigidos a toda la comunidad. La misma comunidad fue responsable de la construcción completa de la escuela, a partir de talleres colaborativos que tuvieron lugar en dos momentos: la enseñanza del oficio y la producción de trabajo. Así, se ofrecieron talleres de carpintería, construcción de biojardines, restauración de mobiliario, etc.

Espacio abierto y acceso a las aulas en la Escuela Primaria y Secundaria El
Huabo.
Figura 1
Espacio abierto y acceso a las aulas en la Escuela Primaria y Secundaria El Huabo.
Fotografía de Eleazar Cuadros. Recuperado de https://www.semillasperu.com/portfolio-item/escuela-primaria-y-secundaria-el-huabo/

En este sentido, otra oficina reconocida por su trabajo con la comunidad es la ecuatoriana Al Borde, formada por David Barragán, Esteban Benavides, Marialuisa Borja y Pascual Gangotena; un equipo mixto, donde arquitecta y arquitectos lideran el proceso de diseño. Con más de quince años de actividades, la oficina ha estado coleccionando destacados premios desde 2006: por proyectos como la Pentimento House, otorgada este año durante la XV BAQ y la VI BIAU; el premio Escuelas del Siglo XXI en América Latina y el Caribe en 2018, ofrecido por el Banco Interamericano de Desarrollo Americano, para el proyecto Las Tres Esperanzas; o para la firma que integró, por ejemplo, la edición 100+ Best Architecture Firms 2019 de la revista italiana DOMUS.

El conjunto Las Tres Esperanzas es una secuencia de tres construcciones en un pueblo de pescadores y agricultores en la región de Manabí en Ecuador. Fueron llevadas a cabo durante diez años: el barco (2009), la serpiente (2011), el pulpo (2014). Los edificios vernáculos, basados en el conocimiento tradicional local, logran su refinamiento a partir de técnicas de arquitectura popular. El proceso de diseño se llevó a cabo en un círculo colaborativo entre Al Borde y la comunidad, utilizando objetos cotidianos para generar modelos constructivos. Es natural imaginar que el espacio, además de estar dedicado a los estudiantes que protagonizan el programa principal, también está dedicado a aquellos que han estudiado detenidamente la mesa de dibujo para concebir su diseño y sus soluciones técnicas. El sentido de ser comunitario surgió mucho antes de que se construyera.

Los tres bloques son espacios cubiertos que reproducen las chozas tradicionales de la región, hechas esencialmente de madera y paja. La necesidad inicial de la comunidad era una escuela alineada con la cultura local. Esto generó la construcción del primer edificio en 2009, apodado barco, pero cuyo nombre fue Escuela Nueva Esperanza. Las siguientes construcciones ganaron nuevos programas capaces de consumar la vocación inicial de centro comunitario. Así, el término centro comunitario apareció directamente en la comisión del segundo bloque, la serpiente o Esperanza Dos (2011), cuyo espacio fue capaz de albergar el encuentro y organización de la comunidad, ampliando el espacio inicialmente ocupado solo por la escuela. Finalmente, surgieron nuevas necesidades en torno a la consolidación del uso y la potencia de los bloques anteriores: el resultado fue la construcción del tercer y último bloque, el pulpo (2014) llamado Última Esperanza y dedicado a albergar múltiples espacios de vida, desde el espacio para reuniones religiosas, hasta el alojamiento para maestros o área dedicada a un jardín de infantes. Con este proyecto vivo, es posible percibir la organicidad cambiante del programa de centro comunitario que se adapta a las necesidades de cada grupo y cultura.

 Vista aérea de la serpiente o Hope Two, segundo edificio del complejo Las
Tres Esperanzas.
Figura 2
Vista aérea de la serpiente o Hope Two, segundo edificio del complejo Las Tres Esperanzas.
Fotografía: Estudio JAG. Recuperado de https://www.albordearq.com/las-tres-esperanzas-the-three-hopes

Además de la especial atención prestada a los proyectos de la peruana Semillas y la ecuatoriana Al Borde, cuyas producciones se destacan por ser inseparables de las comunidades para las que trabajan, se pueden mencionar otros proyectos. La Escuela Santa Elena de Piedritas está ubicada en la costa norte peruana: la autoría es del Taller Cotidiano, dirigido por la arquitecta Elizabeth Añaños en asociación con el arquitecto Carlos Restrepo. La construcción y gestión de la escuela también se llevó a cabo a través de procesos comunitarios colaborativos, y su memorial descriptivo anuncia la importancia del espacio para la construcción de recuerdos de los niños y el pueblo de Piedritas (Vega y Plata, 2014). Una característica común con los proyectos presentados anteriormente es la distribución del programa en edificios aislados entre sí, que facilita la construcción gradual de las partes por la comunidad y además potencia el vacío entre los volúmenes como un espacio que establece el programa y ofrece diversidad de usos para la población.

El Parque Educativo Vigía Del Fuerte, ubicado en la región colombiana de Antioquia, es de autoría del equipo mixto compuesto por Diana Herrera, Farhid Maya, Lucas Serna y Mauricio Valencia. Los parques educativos fueron parte de una iniciativa del gobierno para construir espacios de usos múltiples, capaces de ofrecer programas de ocio, deportes y espacios de reunión a comunidades vulnerables que carecen de estas actividades. Una de las ciudades favorecidas fue Vigía Del Fuerte, una región de bosque tropical, donde los edificios populares se basan en el uso de madera y de construcciones sobre palafitos, dada la proximidad al río Atrato, aspectos adoptados por el equipo, manteniendo las tradiciones constructivas locales. Su programa se distribuye en tres bloques dispuestos debajo de dos grandes tejados que se unen en paralelo. Espacios aterrazados y grandes patios aparecen entre bloques, fusionando el pasaje y el estar, desafiando los límites de lo interno y externo, y ofreciendo a la población diversidad de usos de este espacio.

 Niños asomados a las ventanas de las aulas de la Escuela Santa Elena de
Piedritas.
Figura 3
Niños asomados a las ventanas de las aulas de la Escuela Santa Elena de Piedritas.
Fotografía: Stanislas Naudeau. Recuperado de http://www.redfundamentos.com/blog/noticias/obras/detalle-173/

Niños corriendo por el espacio abierto del Parque Educativo Vigía del
Fuerte.
Figura 4
Niños corriendo por el espacio abierto del Parque Educativo Vigía del Fuerte.
Fotografía: Alejandro Arango. Recuperado de https://www.archdaily.com.br/br/626256/parque-educativo-vigia-del-fuerte-mauricio-valencia-mais-diana-herrera-mais-lucas-serna-mais-farhid-maya

Además de las escuelas, otros programas también funcionan como centros comunitarios. Como ejemplo, se puede destacar el movimiento Fazendinhando, con acciones ubicadas en Jardim Colombo, al este de la ciudad de São Paulo, lideradas por la arquitecta brasileña Ester Carro. El proyecto del Parque Fazendinha promovió la recalificación de un espacio público urbano, previamente destinado a la acumulación de basura, transformándolo en un espacio de plaza, de juego y de encuentro para la comunidad. El proceso, desde su concepción hasta su ejecución, ocurrió en colaboración, mediante talleres y actividades comunitarias. A través de la arquitectura, la comunidad estuvo capacitada para trabajar en la construcción civil y en otras actividades generadoras de renda, resultando en diversas acciones comunitarias, que dan sentido al lema del movimiento: “recalificación territorial, cultural y socioambiental”, como el programa Fazendo Lar, donde los grupos comunitarios se unen al apoyo técnico del movimiento para la reforma de la vivienda local en condiciones precarias.

Proyecto arquitectónico del Parque de Fazendinha, elaborado por las
arquitectas Ester Carro y Veronica Vacaro.
Figura 5
Proyecto arquitectónico del Parque de Fazendinha, elaborado por las arquitectas Ester Carro y Veronica Vacaro.
Recuperado de https://www.fazendinhando.org/parque-fazendinha

Otro ejemplo es el proyecto de la iglesia San Juan María Vianney, ubicada en la comunidad rural de Media Legua (Venezuela), cuya autoría es de la oficina Enlace Arquitectura, dirigida por la arquitecta venezolana Elisa Silva. En este caso, el programa destinado al espacio religioso, junto a una plaza pública, reúne los aspectos que lo caracterizan como un espacio calificado, comunitario y de encuentro. El proyecto contó con el apoyo de la comunidad para su ejecución, además de la movilización de todas las partes para recaudar fondos que viabilizasen la obra. La Oficina de Costura Comunitaria Amairis, ubicada en la región de Puerto Caldas (Colombia), de autoría de la oficina Ruta 4 Taller y dirigida por Juliana López Marulanda, Julián Vásquez y Jorge Noreña, fue diseñada para albergar la actividad que garantiza los ingresos de las madres de la comunidad de San Isidro. Pero además de este programa, el proyecto prevé su vocación comunitaria, apoyando el uso diverso: tres de las cuatro caras del proyecto se abren completamente a su entorno, las mesas de trabajo se pueden recoger, transformando el espacio en un generoso pabellón polivalente. Sin acceso delimitado, el edificio puede actuar como un gran tejado, capaz de albergar actividades comunitarias.

Vista de la plaza de acceso y entrada a la Iglesia de San Juan María
Vianney.
Figura 6
Vista de la plaza de acceso y entrada a la Iglesia de San Juan María Vianney.
Fotografía: Carlos Ancheta. Recuperado de http://www.enlacearquitectura.net/work/2018/10/la-media-legua-church/

Figura
7
Figura 7

Vista aérea del Taller Comunitario de Costura Amairis y sus alrededores.

Fotografía: Federico Cairoli. Recuperado de https://www.ruta4arquitectura.com/amairis

Asimismo, se puede hacer una mención especial a la arquitectura mexicana contemporánea, liderada por una generación de arquitectas que han sido autoras de diversos proyectos comunitarios. Entre ellos se pueden destacar, Cancha y Común Unidad, de la arquitecta Rozana Montiel; los proyectos Mercado Guadalupe, Casa de Música, Mercado público de Matamoros y Estação Ferroviária Tapachula, del Colectivo C733, liderados por Gabriela Carrillo, José Amozurrutia, Carlos Facio, Eric Valdez e Israel Espín; y el proyecto Biblioteca Casa de las Ideas (Módulo Prep), de CCRO Studio, dirigido por la arquitecta Adriana Cuellar, en colaboración con el arquitecto Marcel Sánchez Prieto.

Apropiación para actividades comunitarias de la cancha deportiva, Cancha,
diseñada por la arquitecta Rozana Montiel, en Lagos de Puente Moreno, Veracruz,
México, en 2016.
Figura 8
Apropiación para actividades comunitarias de la cancha deportiva, Cancha, diseñada por la arquitecta Rozana Montiel, en Lagos de Puente Moreno, Veracruz, México, en 2016.
Fotografía: Sandra Pereznieto. Recuperado de https://rozanamontiel.com/en/cancha/

Espacios de usos múltiples en perímetro de cancha deportiva comunitaria.
Proyecto Cancha, diseñado por la arquitecta Rozana Montiel, en Lagos de Puente
Moreno, Veracruz, México, en 2016.
Figura 9
Espacios de usos múltiples en perímetro de cancha deportiva comunitaria. Proyecto Cancha, diseñado por la arquitecta Rozana Montiel, en Lagos de Puente Moreno, Veracruz, México, en 2016.
Fotografía: Sandra Pereznieto. Recuperado de https://rozanamontiel.com/en/cancha/

Consideraciones finales

Tal vez cualquier intento de definición del programa de los centros comunitarios sea una tarea incompleta, ya que esta idea parece estar más relacionada con su origen, formas o posibilidades de uso, que con el programa en sí. Así, es posible identificar en la selección presentada la multiplicidad de programas y soluciones capaces de promover la organización comunitaria y ofrecer espacios para que la población local se desarrolle, especialmente las mujeres y los niños, protagonistas en la ocupación de estos espacios.

Algunas estrategias de diseño arquitectónico dan forma a estas posibilidades, como el poder de los espacios dedicados a usos múltiples, con patios, balcones, plazas o canchas, a menudo observados en los proyectos presentados. La corriente subdivisión de los edificios en bloques permite la construcción gradual del proyecto, ya que la mayoría de ellos depende de la mano de obra local y de presupuestos restringidos; grandes tejados y el límite tenue entre los espacios internos y externos son otras características observadas en los grupos, ya que estos programas no se enfocan en audiencias específicas, sino que buscan la diversidad de sus ocupaciones, con la oferta diversa de posibilidades de ocupación.

A partir de los trabajos presentados, se puede afirmar que la viabilidad de estas construcciones se basa en la existencia de comunidades organizadas con líderes que disponen la iniciativa constructiva, creando importantes vínculos con profesionales de la arquitectura y otras áreas técnicas. Esto permite el éxito de un proceso colaborativo capaz de representar la esencia de la comunidad y salvaguarda su dimensión técnica. Esta simbiosis de respeto se refleja en la potencialización de las características culturales locales, observada en los proyectos mediante el uso de técnicas de construcción vernáculas y populares, o el empleo de materiales locales, entre otros aspectos. En estos casos, la arquitectura se encarga de guiar, de forma sencilla y poderosa, procesos de colaboración estrechamente ligados a la cultura y a las necesidades específicas de cada situación.

Así, tratamos de presentar una selección de arquitecturas recientes que dieron profundidad a la noción contemporánea de centros comunitarios, destacando la participación de la población en diferentes etapas de sus procesos esencialmente colaborativos, ya sea durante el diseño, la construcción o ambos, como se destaca en cada obra. El debate propuesto tuvo lugar a través de proyectos liderados por arquitectas y giró en torno a obras capaces de representar una serie de otros trabajos que, durante mucho tiempo y hasta hace poco, han sido invisibilizadas –por diversos motivos: por su programa, por la composición de sus autores o por los lugares en los que se ubican– ante una lógica de valorización arquitectónica, o de canonización arquitectónica, que responde al concepto de colonialidad del poder, presentado en la primera parte de este artículo.

Por tanto, este trabajo contribuye al movimiento de visibilización y difusión del trabajo realizado en territorios vulnerables por mujeres profesionales, para que sus nombres y aportaciones se incorporen cada vez más al abanico de referencias profesionales y de diseño de esta disciplina.

Agradecimientos

Doy las gracias al Programa de Pós-Graduação em Arquitetura e Urbanismo de la Universidade Presbiteriana Mackenzie, donde pude desarrollar la investigación en la que se basa este artículo, con el apoyo de la agencia de financiación Mackpesquisa. Agradezco a Ruth Verde Zein su estímulo y apoyo y a Cristina López la traducción de este artículo.

Referencias bibliográficas:

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Notas

[1] Este fragmento “Justificación y criterios metodológicos” se basó en el texto “O tempo contemporâneo” (El tiempo contemporáneo). Parte de la introducción de la tesis de maestría presentada en el Programa de Posgrado en Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Presbiteriana Mackenzie, titulada Arquitetas e Arquiteturas em Panoramas Latino-americanos (Arquitectas y Arquitecturas en Panoramas Latinoamericanos), en 2023.

Notas de autor

(*) Mariana Alves Barbosa. Arquitecta por la Universidade Presbiteriana Mackenzie (2017). Especializada en el Programa de Posgrado Latu Sensu de la Associação Escola da Cidade (2020). Máster por el programa de posgrado en Arquitectura y Urbanismo de la Universidade Presbiteriana Mackenzie (2023), donde recibió apoyo de la agencia de financiamiento Mackpesquisa. Es profesora en el Programa de Posgrado Lato Sensu del Centro Universitario Belas Artes, en São Paulo. Es creadora del Colectivo ARQTETATLAS, que debate proyectos contemporáneos de arquitectas latinoamericanas. Es coordinadora de cursos en el Instituto de Arquitectos de Brasil - São Paulo. Coordinó el Comité de Selección de Obras del Premio IABsp 2021, Edición Centenario. Es coordinadora técnica adjunta de los Premios IABsp 2022 y 2023.

ORCID: 0009-0005-0082-5824

b.alvesmariana@gmail.com

Información adicional

CÓMO CITAR: Alves Barbosa, M. Un panorama posible. Mujeres, comunidades y arquitecturas recientes. A&P Continuidad, 10(19), doi: https://doi.org/10.35305/23626097v10i19.412

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