Dossier temático

Transformaciones en el hábitat rural a partir de la pandemia COVID-19. Ixhuacán de los Reyes, Veracruz

Transformations in the rural habitat since the COVID-19 pandemic. Ixhuacan de los Reyes, Veracruz

Bertha Lilia Salazar Martinez (*)
Universidad Nacional Autónoma de México, México
Luis Arturo Vázquez Honorato (**)
Universidad Nacional Autónoma de México, México

A&P continuidad

Universidad Nacional de Rosario, Argentina

ISSN: 2362-6089

ISSN-e: 2362-6097

Periodicidad: Semestral

vol. 9, núm. 16, 2022

aypcontinuidad@fapyd.unr.edu.ar

Recepción: 19 Febrero 2022

Aprobación: 30 Mayo 2022



DOI: https://doi.org/10.35305/23626097v9i16.365

CÓMO CITAR: Salazar Martinez, B. L. y Vázquez Honorato, L. A. (2022). Transformaciones en el hábitat rural a partir de la pandemia COVID-19: Ixhuacán de los Reyes, Veracruz. A&P Continuidad, 9(16), doi: https://doi.org/10.35305/23626097v9i16.365

Resumen: La contingencia por el COVID-19 en el contexto mexicano ha evidenciado y recrudecido numerosos problemas de economía, salud, educación y vivienda. En este sentido, se estudia el caso de Ixhuacán de los Reyes, municipio rural donde se ha tenido la oportunidad de realizar trabajos de extensión desde hace más de 5 años, y en el que existe una relación estrecha entre autoridades y habitantes. El objetivo es plantear estrategias para alcanzar un hábitat adecuado sustentable, bajo una metodología cualitativa con enfoque etnográfico, mediante el análisis de testimonios de autoridades y sociedad civil en los momentos más álgidos de este periodo. Los resultados evidencian condiciones de habitabilidad diferentes en la ciudad y en entornos rurales, relacionadas con los usos y costumbres de los habitantes de estas regiones. Las conclusiones muestran la urgencia de una transformación de la forma de vida actual para preservar el hábitat residencial y la calidad de vida de los moradores.

Palabras clave: hábitat rural, socio economía, salud, educación, vivienda.

Abstract: The COVID-19 contingency period in the Mexican context has both highlighted and intensified many of the previously perceived problems dealing with economy, health, education, and housing. The case of Ixhuacán de los Reyes is addressed: a rural community which had the opportunity to carry out extension work more than five years ago, and in which there has been a close relationship between authorities and inhabitants. The aim is to propose strategies achieving an adequate sustainable habitat. This is developed by means of a qualitative methodology with an ethnographic approach along with the analysis of testimonies in which authorities and civil society members portray the most difficult moments experienced during this period. The results show different habitability conditions in the city and in rural environments which are related to uses and customs of the inhabitants of these regions. The conclusions demonstrate the urgency of a transformation in the current way of life to preserve the residential habitat and the life quality of the inhabitants.

Keywords: rural habitat, socioeconomics, health, education, housing.

El hábitat rural a partir de la pandemia por COVID-19

Desde 2020, a raíz del inicio de la pandemia por COVID-19, se ha puesto en evidencia que un gran porcentaje de la población vive en condiciones de vulnerabilidad económica, social o ambiental, problemas que existían anteriormente y que se agravaron con dicha contingencia (Betancourt, Bragos y Pontoni, 2021, p. 6). La situación se repite con variantes específicas en las zonas rurales, por ejemplo, con la degradación y agotamiento de las tierras rurales y naturales (Sassen y Betancourt, 2021, p. 33), la falta de propuestas que permitan un desarrollo sustentable, la falta de conectividad entre zonas, la carencia de infraestructura y problemas en el hábitat, además de los problemas que se presentan en materia de economía, salud, educación y vivienda.

México está habitado por 126 millones de personas, de las cuales 24 millones pertenecen a comunidades rurales, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (2020) y del Consejo Nacional de Población (2020). El 20% de este grupo se dedica al sector agrícola y el resto, al préstamo de servicios, situación que ha originado inestabilidad económica en las familias. La suspensión de las actividades no esenciales provocó un cese en la percepción de ingresos, lo que impactó desfavorablemente en la estabilidad lograda. Esto resultó en un escenario grave, tomando en cuenta que, según fuentes oficiales, existen 196 mil localidades rurales en el país (Vilaboa, Platas y Zetina, 2021, pp. 420-421).

Las zonas rurales en México han sido históricamente olvidadas. La falta de oportunidades, servicios de salud y educación hace que la gente joven tenga que migrar a otros lugares, mientras que los adultos mayores, considerados población de alto riesgo, y los niños, quedan vulnerables en sus localidades (ACNUDH, 2020a, p. 2).

Ante la situación actual, el Gobierno Federal, la sociedad y organizaciones no gubernamentales prestaron ayuda a este sector de la población, dadas las condiciones que se vivieron a partir de marzo 2020. Tal es el caso de los voluntarios de ACNUDH, que realizaron dos monitoreos en comunidades de 13 estados de la república, con la finalidad de saber cuáles eran las necesidades prioritarias en aquel momento.

En el primer monitoreo se encontró como coincidencia que los habitantes tenían miedo y confusión; mientras que en el segundo monitoreo, se observó a las comunidades más tranquilas e informadas, lo que se traduce en que progresivamente se tuvo acceso a la información. En muchos lugares se descubrieron campañas de desinformación que mencionaban que el Estado mexicano deseaba que la población se enfermara. Como medida preventiva, muchas localidades rurales cerraron los accesos a sus comunidades para evitar el ingreso de personas extrañas, pero muchos de sus habitantes originarios regresaron a sus casas en el campo por el cierre de sus lugares de trabajo en la ciudad, situación que incrementó los contagios, ya que no se sometían al aislamiento de 15 a 20 días requerido (ACNUDH, 2020a, p. 4).

Las viviendas en general no estaban preparadas para una situación como la que se ha vivido; por lo tanto, se modificaron las formas de habitar: “Las medidas de prevención de contagios masivos pusieron a la vivienda y el acceso a los servicios básicos en el centro de la escena: ‘Quédate en casa’ y ‘Lávate las manos’ fueron las consignas más extendidas para salvaguardar a la población del contacto del virus. Ambas resultaron ser desafíos muy difíciles de afrontar” (Di Virgilio, 2021, p. 77).

Ante esta situación, las posibles propuestas de mejoramiento del hábitat y sobre todo de la vivienda se vieron disminuidas por las medidas de restricción gubernamentales relacionadas con la sana distancia, que requerían de nuevas estrategias o formas de relación entre los habitantes en un mismo lugar, sin considerar el caso de que uno de sus miembros estuviera contagiado.

Con base en lo anterior, partimos del supuesto de que la principal causa de transformaciones en el hábitat rural durante la pandemia es la ausencia de estrategias concebidas para favorecer las actividades internas-externas y las relaciones sociales entre los habitantes. Como objetivo se pretende definir estrategias para alcanzar un hábitat sustentable adecuado, bajo una metodología cualitativa con enfoque etnográfico, mediante el análisis de testimonios de autoridades y sociedad civil en los momentos más álgidos de este periodo.

Desafíos en el hábitat rural

Es importante mencionar que, con relación al hábitat, el entorno, el contexto integral y las relaciones con el que habilita la vida, se involucran cuestiones culturales y sociales en los diferentes sistemas, ya sea a nivel micro, meso y macro, como menciona Echeverría: “El hábitat no se restringe a la construcción de estructura, flujos y relaciones materiales, sino que se amplia a la configuración y establecimiento de diversos órdenes de existencia, en el plano tangible tanto como en el legal, social, económico y cultural” (Echeverría, 2003, p. 21).

La dinámica de vida actual llevó al límite las experiencias personales con resultados desfavorables. Resulta preciso modificar la mecánica errónea establecida durante muchos años, que ha conducido a un modelo inequitativo y segregador en el que gran parte de la población mundial no cuenta con acceso a los recursos necesarios para el mejoramiento del hábitat en beneficio de los habitantes (Salazar y Vázquez, 2021). En las naciones latinoamericanas, que históricamente han sido golpeadas por la emergencia como es el caso en esta pandemia, se evidencia la falta de sustentabilidad y la carencia de un estado de bienestar, solo accesible para aquellos que cuentan con recursos suficientes para obtenerlo. Es necesario enfatizar que la vivienda es tema medular para poder solventar las necesidades, ya que desafortunadamente no todos tienen una casa con las condiciones mínimas vitales o muchos otros ni siquiera la tienen.

Para conformar una vivienda adecuada, se requiere que las condiciones del entorno permitan a la sociedad tener una seguridad jurídica en la tenencia de la vivienda, condiciones de habitabilidad, asequibilidad, acceso al agua y saneamiento, gastos soportables y espacio suficiente para el desarrollo de sus capacidades humanas (ONU, 2019, p. 53). Esto también se vincula con otros factores que influyen en el desarrollo de las actividades de los habitantes, elementos que se describen a continuación.

Economía

En todos los países del mundo, durante este periodo de pandemia, el proceso de producción de alimentos se declaró como estratégico, situación que permitió garantizar la seguridad alimentaria. México no fue la excepción y el trabajo en el campo siguió: “La relevancia del empleo rural deriva fundamentalmente de dos aspectos, por un lado, porque al analizar la producción agrícola/ganadera se estudia una producción con características propias con impactos específicos a causa de la pandemia, por otro, porque su estudio nos remite a las áreas rurales y al empleo no agrícola que por sus características pueden tener impactos diferentes” (Quicaña, 2020, p. 3).

Pero no todas las regiones rurales de nuestra nación tienen como actividad principal la producción de alimentos; existen comunidades que sustentan parte de su economía en actividades turísticas. Con la pandemia surgió la inquietud de que el turismo masivo podía provocar contagios de COVID-19, por lo que había que ser muy cautelosos con lo que beneficia al turista, a la sociedad y a la economía del lugar (Quintero y López, 2020).

Otro factor que se encontró en las comunidades rurales fue la falta de conectividad, lo que limita a los habitantes y sociedad en general acceder a servicios o proporcionarlos: “Por su parte, en muchas zonas rurales persisten problemas como la falta de acceso al servicio de banda ancha de alta velocidad, un menor porcentaje de empleos susceptibles de realizarse a distancia y una fuerza laboral con menor nivel educativo. En zonas rurales, en promedio, uno de cada tres hogares carece de acceso a servicio de banda ancha” (OCDE, 2020).

Salud

Las localidades rurales carecen de la infraestructura necesaria en materia de salud, pues no cuentan con clínicas ni hospitales. De acuerdo con información del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL, 2021), debido a su conformación geográfica dispersa y lejanía con respecto a los centros poblacionales que dotan de estos servicios, los habitantes se ven obligados recorrer varios kilómetros para tener atención. A su vez, estas clínicas y hospitales tampoco cuentan con personal capacitado adecuadamente (Cortés, 2020) ni con los medicamentos elementales para atender los padecimientos más apremiantes, por lo que los pacientes deben trasladarse a ciudades aún más lejanas, situación que implica un mayor esfuerzo familiar que no solo requiere del recurso económico, sino de que alguna persona deje de hacer sus actividades para poder brindar la atención necesaria y el traslado del enfermo. En concordancia con lo mencionado por la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, uno de los principales problemas de la pandemia es que ha dejado al descubierto la discriminación hacia los grupos vulnerables y, como consecuencia, la falta de acceso a la salud como un derecho (ACNUDH, 2020b).

Aun cuando su intención fue buena, la propuesta del gobierno federal mexicano resultó insuficiente, ya que implementó un Modelo de Salud Comunitaria en el estado de Chiapas, como plataforma de réplica hacia otros estados, en donde la función principal de esta iniciativa era la autogestión, para que junto con los guardianes de la salud se detectaran de manera temprana los posibles casos de contagio y el resguardo de la comunidad en el momento de existir casos confirmados: “Necesitamos recuperar la solidaridad entre las personas para fortalecer el tejido comunitario y como comunidad superar los problemas de salud de las personas y sus familias” (Gobierno de México, 2020).

En coincidencia con otras investigaciones, se ha encontrado que estas acciones no funcionaron en su totalidad, ya que los habitantes eran discriminados por ser positivos a la enfermedad y no eran atendidos adecuadamente, o bien por el hecho de ser pobres o indígenas: “Por un lado, están más distantes de los servicios públicos, en particular de los establecimientos de salud equipados para atender a las personas con complicaciones por la COVID-19. Por otro lado, según la historia de cada país, las zonas rurales de mayor pobreza pueden estar pobladas por comunidades indígenas cuyos derechos son vulnerados de manera sistemática, tanto en el acceso a oportunidades, como en la discriminación en los establecimientos de salud” (Castro, 2020).

En cuanto a medidas implementadas al interior de la vivienda, en muchas poblaciones fue muy difícil lograr el aislamiento debido a la configuración propia de la casa y al cruce de actividades con un enfermo. Además, dadas las características de esta enfermedad, la atención a los enfermos que permanecen en casa es aún más complicada.

Educación

En las zonas rurales ya existían deficiencias en los espacios educativos, tales como la falta de bibliotecas, espacios deportivos, centros de cómputo y maestros. Muchos profesores debían viajar en transporte público o caminar por horas para llegar a sus comunidades; lo que no esperaban es que las propias comunidades se organizaran para prohibir el paso a aquellas personas ajenas a la población con el fin de evitar contagios. Varios padres han perdido su trabajo y debieron tomar trabajos temporales para poder sufragar los gastos familiares, por lo que no queda recurso para poder conectarse en línea y enviar las actividades de sus hijos.

Otro problema es que profesores de escuelas multigrado tenían hasta 300 estudiantes de diferentes niveles, lo que originó que no tuvieran la capacidad tecnológica para realizar tantas actividades (Oropeza, 2021. pp. 41-50). También se ha notado que familias completas, incluyendo a los niños, migraron a los campos jornaleros y los menores abandonaron la escuela.

Vivienda

En 2021, el Gobierno de México, a través de la Secretaría de Bienestar, de acuerdo con la Ley de Desarrollo Social en su artículo 29º, definió las Zonas de Atención Prioritaria (ZAP) a partir de tres variables: la primera de ellas se relacionó con el alto porcentaje de población indígena, la segunda hacia los altos niveles de marginación y la tercera con los altos niveles de violencia (SEGOB, 2021). Estas zonas se determinaron a partir de los datos arrojados por el Censo de Población y Vivienda INEGI, la Encuesta Nacional de Ingresos de Gastos de los Hogares 2020 (ENIGH) y la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), en donde la población presentará al menos tres de las carencias sociales, definidas como: rezago educativo, carencia de servicios de salud, falta seguridad social, déficit de calidad y espacios en la vivienda, falta de acceso a servicios básicos en la vivienda y carencia de una alimentación nutritiva y de calidad (CONEVAL 2022). Es importante destacar que aun cuando existen coincidencias en ciertas características o problemáticas en el hábitat residencial, nuestra nación es tan diversa que no se puede definir homogéneamente, por lo que se identifican los distintos problemas para saber la aplicación de criterios y estrategias de atención (CONEVAL, 2021). Uno de los programas que se fortalecieron para beneficiar a los habitantes durante este periodo fue el Programa de Vivienda Rural.

Por otro lado, se ha detectado que el hacinamiento es uno de los principales problemas que afectan a los habitantes de las viviendas, pues se han llegado a encontrar hasta 15 personas en un solo cuarto, lo que hace imposible convivir en sana distancia. Otra de las causas que se encontraron es que muchos de los habitantes, sobre todo jefes de hogar, tienen que viajar constantemente, ya que su fuente de trabajo se encuentra en otros lugares o en trabajos informales que les hacen tener contacto con otras personas, por lo que la infección del virus está asociada a las actividades que deben realizar. Posteriormente tienen que regresar a sus hogares siendo portadores del contagio, tal como describe Castro (2020).

El Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda de los Trabajadores (INFONAVIT) promovió investigaciones relacionadas con la vulnerabilidad de la vivienda, en las que se evidencia que en las zonas rurales, sobre todo las que tienen grado de marginación alto, resultó común que los materiales con los que habían sido construidas las viviendas estaban en malas condiciones, lo que favorecía la propagación de contagios. Los techos estaban desgastados y tenían filtraciones, por lo que el ambiente interior de la vivienda era inadecuado. Los pisos también son un factor importante en materia de salud, ya que la limpieza de los mismos resulta fundamental para evitar la propagación del virus. (Armenta, García y Palacios, 2020, pp. 25-26).

En cuanto a los servicios, Castro (2020) menciona que en la mayoría de las poblaciones rurales es difícil llevar a cabo las medidas elementales de higiene por la falta de agua y saneamiento. El servicio de electricidad tampoco es estable, aun cuando se cuenta con redes para su funcionamiento.

Se tiene evidencia que las interacciones entre el humo de leña y el COVID-19, así como otras enfermedades cardiovasculares, empeoran el pronóstico de estos padecimientos. En las zonas rurales es común que la fuente principal de combustible para las actividades de cocina es a través de la leña, por lo que el cuidado en las personas con problemas cardiovasculares resulta primordial (Schilmann, 2020).

Procedimientos interpretativos

Se utilizó un método de investigación cualitativo, mediante el cual se recopiló información que fue contrastada con las características y circunstancias específicas del lugar. El tratamiento de esta información se consideró expositivo y con un enfoque cualitativo, a partir del diálogo con los 350 actores diversos, entre habitantes civiles, administrativos y agentes de salud, por medio de entrevistas semiestructuradas, analizando sus puntos de vista, experiencias y emociones, es decir, la participación de los habitantes del lugar en el fenómeno.

El lugar de análisis fue la cabecera municipal de Ixhuacán de los Reyes, que cuenta con una población de 2.692 habitantes (INEGI, 2021, 25 de enero).

Se realizó un estudio preliminar y se observó que 534 habitantes corresponden al estrato de la población con la responsabilidad de la toma de decisiones al interior de la familia, además de ser provedor(a) económico(a) y el cumplimiento de los roles de padre o madre, así como del cuidado de hijos, el trabajo doméstico y extra doméstico, con este criterio para realizar la aplicación del instrumento de evaluación se logró establecer diálogo con jefes de familia (324 habitantes) o funcionarios (26 habitantes), con lo que se obtuvo el 60% de respuesta.

El estudio realizado es de tipo etnográfico ya que, al vincularse con la comunidad, es posible observar con mayor precisión lo que ocurre en el sitio. En concordancia con los criterios de análisis de las ZAP, se observaron aspectos tales como economía, salud, educación y vivienda, los cuales fueron incluidos en el análisis.

Se realizaron talleres donde se invitó a participar en grupos focales, así como un recorrido de casa en casa para entrevistar a los jefes de familia; de ahí que se reduzca el tamaño de la población para efectos de este análisis, pues se consideró respuesta por hogar y por funcionario. Además, se recurrió al apoyo de cédulas de observación de las condiciones de las viviendas, las cuales permitieron identificar las características físicas en los espacios y sus relaciones con las actividades humanas.

Caso de estudio

Ixhuacán de los Reyes es un municipio que se ubica en la zona central el estado de Veracruz, muy cercano a la Sierra Madre Oriental. Según los datos más recientes (2020), su grado de marginación es considerado alto, el grado de rezago social se considera medio, el porcentaje de la población en pobreza extrema es del 17.17% y cuenta con presencia indígena dispersa (Gobierno de México, 2020), por lo que se clasifica como una Zona de Atención Prioritaria. Esto indica que es un lugar con carencia de oportunidades y de servicios básicos, cuestión que afecta los niveles de bienestar de los habitantes. Se puede observar en la Fig. 1 la ubicación del municipio y de la cabecera municipal:

Municipio de Ixhuacán de los Reyes,
Veracruz.
Figura 1
Municipio de Ixhuacán de los Reyes, Veracruz.
Fuente: INEGI (2021, 25 de enero)

Con relación a las actividades económicas del municipio, según los datos del INEGI (Fig. 2), el 56.3% de los habitantes PEA se dedican a la agricultura y ganadería, principalmente en cultivos destinados al maíz, frijol y papa, así como al ganado bovino, porcino y ovino; el 18.7% elabora productos lácteos, alimentos y artesanías; y el 24.5% restante a servicios administrativos, escolares y de turismo, siendo esta última actividad producto de la ubicación natural privilegiada del municipio, que ofrece grandes atractivos de belleza ambiental (Fig. 3). Otra actividad es el turismo religioso, el cual brinda una derrama económica importante, ya que acuden al lugar numerosas peregrinaciones y se celebran fiestas patronales que impactan no solo a nivel local, sino que además atrae visitantes a nivel nacional (Gobierno de Veracruz, 2016, pp. 6-7).

Población económicamente activa del
municipio de Ixhuacán de los Reyes, Veracruz.
Figura 2
Población económicamente activa del municipio de Ixhuacán de los Reyes, Veracruz.
Fuente: (INEGI, 2016). (Error 1: La referencia: INEGI, 2016) está ligada a un elemento que ya no existe)

Entorno del municipio de Ixhuacán de los
Reyes, Veracruz.
Figura 3
Entorno del municipio de Ixhuacán de los Reyes, Veracruz.
Fuente: Elaborado por los autores (2021).

El equipamiento con el que cuenta la cabecera municipal podría resumirse de este modo: jardín de niños Dora Herrera Cortés, para 30 estudiantes; primaria Juan de la Luz Enríquez, para 17 estudiantes y en la cual hasta el momento no hay profesor; telesecundaria; bachillerato; campo deportivo Efraín Leal Velasco, que en realidad es un espacio habilitado como cancha de futbol; centro de atención múltiple, que proporciona atención a personas con discapacidad desde los 40 días de nacido hasta los 23 años; centro de salud, que cuenta con un consultorio de medicina general del sector público, 1 médico y 1 enfermera; casa de la cultura y casa de la danza (Fig. 4).

Equipamiento de la cabecera municipal de
Ixhuacán de los Reyes, Veracruz.
Figura 4.
Equipamiento de la cabecera municipal de Ixhuacán de los Reyes, Veracruz.
Fuente: Elaborado por los autores (2021).

Con relación a las características de las viviendas, desde la información recabada por el INEGI en el Censo de Población 2020 (Fig. 5), se puede observar que, a pesar de ser un municipio con alto grado de marginación, las viviendas cuentan con los servicios básicos indispensables.

Características de la vivienda
del municipio de Ixhuacán de los Reyes, Veracruz.
Figura 5
Características de la vivienda del municipio de Ixhuacán de los Reyes, Veracruz.
Fuente: (INEGI,2021) (Error 1: La referencia: INEGI,2021 está ligada a un elemento que ya no existe)

Experiencias encontradas

Entre noviembre y diciembre de 2021 se realizaron visitas a la cabecera municipal de Ixhuacán de los Reyes, con la finalidad de reconocer las vivencias de la población durante el periodo de contingencia derivada de la pandemia COVID-19.

Personal del ayuntamiento y habitantes aceptaron proporcionar entrevistas para recabar testimonios desde distintos puntos de vista, ya que en cada sector existieron situaciones muy complejas. En total, fueron 350 personas a las que se les aplicó el instrumento de evaluación y se realizó un análisis de coincidencias en las respuestas, por lo que solo se presentan las más concretas y representativas.

Como punto de partida, es oportuno mencionar que varias autoridades municipales coincidieron en que respuesta de la población no fue la que se esperaba, pues la mayor parte de los habitantes no creía en la pandemia, lo que dificultó la implementación de medidas de limpieza e higiene. Hasta la fecha, aún existe un sector importante de la población que no cree que exista la enfermedad, esto debido a creencias populares o a la desinformación que existió en el principio de la pandemia (Informantes 5, 17, 25 y 28 funcionarios municipales), situación que se ha manifestado en otros estados de la república (ACNUDH, 2020a, p. 4).

La afectación resulta muy grande no solo en la salud, sino también en tema de cultura, religión y de administración pública, por todas las actividades que se venían realizando desde el desarrollo urbano, en lo económico, social y político.

Economía en Ixhuacán de los Reyes

El testimonio de algunas personas que trabajan en el ayuntamiento relata la situación económica de las familias. Gran parte de la población joven de Ixhuacán de los Reyes trabaja en la Ciudad de México (CDMX) en instituciones y empresas, incluso se transportan cada mes, cada quince días o cada semana, existe una línea de autobuses que lleva y trae a estas personas y cuando fue la contingencia, ese flujo no se detuvo, por lo que era una circunstancia importante para el contagio. La población solicitó eliminar las corridas de autobuses hacia el exterior, pero la empresa no aceptó, solo se limitó a limpiar las unidades con más frecuencia (Informantes 75, 92, 143, 166, 167).

En el mes de agosto de 2020 se incrementaron las defunciones. Aun cuando los médicos emitían las actas de defunción, se cree que los familiares, por algún motivo, tal vez para no ser señalados o porque debían permanecer en cuarentena, mencionaban que su familiar no murió por COVID-19. No se reportaban muertes por COVID-19, aunque las señales del padecimiento revelaban que era esta enfermedad el motivo de la defunción. Por lo que las autoridades en conjunto decidieron dejar de hacer las actividades básicas en el ayuntamiento para poder realizar filtros en las salidas de la cabecera municipal y con esta acción mitigar la propagación del virus (Informantes 1, 17, 25 y 28 funcionarios municipales).

Lamentablemente, por la desinformación, se llegó a experiencias graves como el hecho de destruir las casetas para desinfección de los visitantes, como reportan los testimonios relevados. Se identificó que muchos familiares de estas personas que debían trabajar en otras latitudes, sobre todo personas jóvenes, dejaron solos a los habitantes de la tercera edad y a los niños. Los servidores públicos trataron de resolver el problema de contagio, se decidió colocar casetas de sanitización y los habitantes de municipios vecinos, las quemaron y después trataron de prender fuego a los de Ixhuacán. También, dentro del propio municipio, se dio que algunas personas trataron de quitarlos, porque se corrió el rumor que la gente no moría por el COVID-19, sino por el sanitizante, y este era el motivo por el cual trataron de impedir que se continuara utilizando. Fue tanta la presión que en el mes de julio los habitantes lograron eliminar dichas casetas, y en el mes de agosto y septiembre de 2020 los contagios nuevamente se incrementaron y empezaron a manifestarse muertes por fatiga o por gripe, que en realidad eran por COVID-19. La sociedad comprendió que el filtro de sanitización no estaba haciendo algún daño, sino todo lo contrario (Informantes 1, 8 5, 17, 25 y 28).

Testimonios de personas dedicadas al sector turístico mencionaron que recibían llamadas de escuelas o campistas, para ver si la gente podía ir a Ixhuacán a pasar los fines de semana. Preguntaban si estaban tomando medidas para evitar contagios o si existía algún reglamento sobre medidas de salud. En este sentido, los informantes sostienen que los servicios se suspendieron para cuidar a los habitantes del municipio. Lo que no se pudo detener fue el turismo religioso, por que aun cuando la parroquia colaboró con el municipio, las peregrinaciones que llegaban del Estado de México, Puebla, Tlaxcala o del centro de Veracruz no pudieron suspender sus visitas. Este grupo de personas se negaban a sanitizarse o a utilizar cubrebocas, además por su apego a la religión, y no creían la versión del gobierno. Esa etapa fue difícil porque cada vez que llegaba una peregrinación había rebrote de contagios. En enero de 2022 se programó llevar a cabo las festividades patronales, después de dos años de haber sido suspendidas. Se pensó en esta feria porque los comerciantes necesitaban generar ingresos y promocionar sus productos (Fig. 6) (Informantes 15, 12 y 35).

Iglesia del municipio de Ixhuacán de los
Reyes, Veracruz.
Figura 6
Iglesia del municipio de Ixhuacán de los Reyes, Veracruz.
Fuente: Elaborado por los autores (2021).

Salud en Ixhuacán de los Reyes

El sector salud realizó campañas con carteles informativos y a través de redes sociales para que la gente se concientizara sobre los cuidados y suspendieran labores en todos los servicios públicos, primarias, secundarias, preparatorias etc. Sin embargo, la situación sobrepasó las estrategias debido a que dentro del mismo sistema de salud existía discriminación hacia las personas provenientes de municipios vulnerables, tal y como lo menciona Castro (2020). El centro de salud fue insuficiente, ya que no tenían el material mínimo indispensable de protección para tratar a la gente contagiada con este padecimiento.

Esta situación es lamentable, pues son familias rurales que se desplazan a pie o rentan un auto ante la inexistencia de apoyo en su localidad, y no cuentan con los recursos económicos para regresar sin la atención al paciente. En este sentido, a través de los informantes se puede reponer que los trabajadores de los municipios de Xalapa y Coatepec discriminaban a los pacientes COVID-19 que llegaban de Ixhuacán, incluso los médicos particulares, los regresaban a su población para que pasaran la enfermedad en casa, aun cuando el paciente iba grave (Informantes 2, 3, 4 y 22).

Muchos habitantes de la población se vieron afectados por tener que resolver situaciones administrativas derivadas de la pérdida de su ser querido, además del gasto generado tras la enfermedad: “Ningún médico deseaba hacer los certificados de defunción. Argumentaban que dicha defunción podía ser derivada de otro padecimiento, cuando en realidad era por no haber sido atendido de manera oportuna” (Informantes 13, 73, 146, 153, 184, 185, 238 y 305).

Además de la situación de vulnerabilidad general, también se dio el caso que algunas personas quisieron aprovecharse de la necesidad de la gente: “Sucedió el caso de que muchos médicos, aun cuando conocían a los pacientes, sabían de sus padecimientos crónicos y estos fallecían, incrementaban el cobro para otorgar el certificado médico de defunción” (Informantes 19, 64, 80, 113, 191, 146, 153, 184, 185, 208 y 259).

Educación en Ixhuacán de los Reyes

En materia de educación y cultura, el rezago se dio, en primer lugar, porque por instrucción nacional todos los niveles cerraron sus actividades presenciales. En segundo lugar, porque en Ixhuacán de los Reyes existen fallas constantes en la red eléctrica y en la conectividad, por lo que no se pudo cumplir con la educación por televisión, radio o internet, tal como lo planteó el Gobierno Federal. Muchos se quedaron sin empleo, trabajaban fuera y no contaban con los recursos para comprar varios teléfonos celulares para sus hijos, en caso de que estuvieran en diferentes niveles educativos. A través de los informantes, se identificó que generaciones completas tienen calificaciones aprobatorias, no porque lo hubieran obtenido por méritos propios, sino porque las autoridades federales instruyeron a los profesores para que ningún estudiante reprobara, pero la realidad revela que existe un fuerte rezago en materia de educación. Niños de tercer grado de primaria no saben leer ni escribir, la mayor parte de la primaria no han tenido acceso a un celular, por lo tanto, no han recibido clases por el programa nacional Aprende en casa, ni por parte de los profesores de las primarias que proporcionaban las clases en línea. Debido a esto, tienen el conocimiento de un niño de último año de preescolar. Niños del quinto año de primaria tienen los conocimientos de 3er año, niños de secundaria tienen conocimientos de primaria. Lo que alarma es que la Secretaría de Educación Pública no tiene un plan para remediar el rezago educativo. Al 70 % de los niños, después de dos años de esfuerzo y ahorro de los padres, finalmente les compraron un dispositivo, pero este logro se desvirtuó, ya que es utilizado para redes sociales y no para su obtención de los aprendizajes necesarios. También hay muchos niños en situación de abandono, pues no se inscribieron un año completo y se reincorporaron recientemente (Informante 12, funcionario relacionado con el sistema educativo).

Por otra parte, el hecho de que los niños tuvieran en su poder estos dispositivos tampoco fue la solución, tal como se puede advertir en este testimonio: El padre trabaja en CDMX, la madre en Xalapa y debían llevarse el celular por su trabajo, y en caso de que se lo dejaran al niño, tampoco funcionaba porque ellos solo les hablaban a sus padres constantemente al trabajo para conversar, y en los casos más desfavorables, que eran los más frecuentes, los niños utilizaban los celulares para redes sociales como Facebook, TikTok, u otros, con actividades que no corresponden a su edad y los ponen en riesgo (Informante 29, funcionario relacionado con el sistema educativo)

La cabecera municipal cuenta con un auditorio y una biblioteca pública en la Casa de Cultura, por lo que establecieron un vínculo con una estudiante de la Normal Veracruzana para que diera asesorías a niños en caso de rezago. Sin embargo, desde la propia Secretaría les solicitaron suspender estas actividades para evitar contagio entre las familias. Siempre las estrategias eran con la mejor intención, pero los reglamentos no les permitían hacer más, ya que no se podían hacer reuniones con niños sin la sana distancia. Muchas familias en la cabecera municipal contrataban a alguien para apoyar a sus hijos, pero no todos podían pagar esta ayuda. En las comunidades altas, como el Cofre de Perote o la colindancia con el Estado de Puebla, no existen los recursos económicos para recurrir a este apoyo, e incluso se encontró que muchos niños trabajan en desgranar el maíz, arreglar la troje[1] o barrer la casa para apoyar a la economía familiar.

Vivienda en Ixhuacán de los Reyes

En las visitas que se realizaron, a través de las cédulas de observación al exterior de la vivienda, se notó que debido a las características del entorno no hubo necesidad de encierro, pues la naturaleza es abundante y la gente que se dedica a las actividades de la ganadería o agricultura debían continuar sus labores, ya que estas no fueron suspendidas. Los niños tenían oportunidad de ir a ver a las vacas o los becerros e iban a los ríos o a jugar en los potreros, por lo que se contaba con la libertad de circular. El estrés se generó por la falta de conectividad y falta del servicio de electricidad al interior de la vivienda, debido a que se debían solventar las actividades educativas que se trasladaron a la casa.

En relación con la limpieza al interior de la vivienda no hubo cambios, pues siempre contaban con agua potable debido a su cercanía a los ríos, por lo que era posible mantener medidas de higiene y brindar atención a los enfermos. El problema se manifestó cuando las casas comenzaron a ser utilizadas como espacios multifuncionales y, en muchos casos, debido al hacinamiento, no se podía aislar a las personas contagiadas.

En cuanto a los materiales de construcción en las viviendas, se encontró que muchas de ellas tenían deterioro, algunas en los techos, otras en los muros (Fig. 7). Habían recibido apoyo por parte del Programa de Vivienda Rural, pero los habitantes mencionan que la inscripción a dicho programa para recibir el recurso económico fue un proceso muy lento antes de la pandemia y empeoró con ella, por lo que las mejoras no fueron inmediatas.

Vivienda del municipio de Ixhuacán de los
Reyes, Veracruz.
Figura 7
Vivienda del municipio de Ixhuacán de los Reyes, Veracruz.
Fuente:Elaborado por los autores (2021).

Se hizo evidente que las viviendas que contaban con espacio para el cultivo pudieron solventar problemas de carácter alimentario, mientras que los habitantes de aquellas que carecían de este tipo de espacios tuvieron dificultades principalmente económicas. Por otro lado, en las viviendas que contaban con un espacio destinado para la producción, los habitantes pudieron continuar con su forma de sustento. También se hace evidente que existen condiciones de aislamiento que acentúan los problemas de conectividad o de servicios básicos (Fig. 8).

Vivienda con área para cultivo del
municipio de Ixhuacán de los Reyes, Veracruz.
Figuras 8
Vivienda con área para cultivo del municipio de Ixhuacán de los Reyes, Veracruz.
Fuente: Elaborado por los autores (2021).

Con relación al uso de combustibles o leña como elemento indispensable para cocinar, solo muy pocos cambiaron sus anafres por estufas ahorradoras, situación que no favoreció el mejoramiento de la salud de los enfermos contagiados por COVID-19, incluso para los otros habitantes en la vivienda (Fig. 9).

Vivienda con área para cultivo del
municipio de Ixhuacán de los Reyes, Veracruz.
Figura 9
Vivienda con área para cultivo del municipio de Ixhuacán de los Reyes, Veracruz.
Fuente: Elaborado por los autores (2021).

El sistema de convivencia en muchas viviendas fue el tradicional. No hubo cambios en la forma de realizar las actividades, debido a que en estos espacios ya se concebían como multifuncionales. Lo que sí cambió en bastantes hogares fue que, por la falta de empleo, muchos niños se quedaron con una abuela o tía, y estas los tenían bien atendidos en cuanto alimentación y aseo, pero estos familiares no tenían estudios más allá de tercero de primaria, por lo que no podían orientar a los niños en sus actividades para sacar adelante el año escolar. Tampoco tenían el conocimiento para conectarlos a las distintas plataformas como Zoom o Meet. En consecuencia, hubo niños que abandonaron sus estudios o que se inscribieron un año completo y se reinscribieron recientemente.

En estas viviendas se observó que no se cuenta con un espacio destinado para la convivencia familiar y mucho menos para recibir personas ajenas al círculo parental, por lo que las relaciones sociales disminuyeron.

Comentarios finales y posibles estrategias de mejora

Las condiciones para el debate teórico en el hábitat rural y sus desigualdades inician con el cuestionamiento a un sistema económico que incentiva el desarrollo a partir de relaciones inequitativas de acceso a servicios públicos, equipamientos o propiedad del suelo, a partir de la desventaja de valor de compra respecto al poder adquisitivo de su población, con grandes diferencias entre localidades rurales por su ubicación geográfica y estructura poblacional dispersa, con condiciones de carencia de necesidades básicas, niveles educativos bajos y nula comunicación digital y física, por lo que es prioritaria la intervención desde distintos niveles de actuación. Si bien es cierto que existen políticas públicas que fomentan cerrar la brecha con los que menos tienen, también es una realidad que se requiere de respuestas integrales, que vinculan muchas unidades de análisis que atender y grandes rezagos que afectan directamente al hábitat y al bienestar de sus habitantes.

En el contexto rural, la pandemia provocó una pausa sistémica que sirvió para evidenciar que los procesos productivos actuales no resultan adecuados, debido a que no son sustentables para el planeta, por lo que resulta urgente hacer un cambio en la forma en la que habitamos y convivimos con nuestro hábitat. Como menciona Di Virgilio (2021, p. 91) desde “los desafíos a mediano plazo, la cuestión ambiental es, también, parte del horizonte de la igualdad” ya que, si no se implementan las medidas necesarias en este aspecto, las consecuencias serán graves para todos los habitantes, no tan solo para los habitantes rurales.

El hecho de que estos territorios fueran declarados Zonas de Atención Prioritaria dan la oportunidad para plantear estrategias como vincular directamente los procesos de producción con las bondades y fortalezas regionales, a partir de claras estrategias económicas que incentiven el beneficio local. Asimismo, considerar el cuidado de la naturaleza para mejorar la convivencia y conservación de la vida humana y no humana en el hábitat, además del fomento a las actividades turísticas, acción que fortalece el desarrollo social y económico de la población puede constituirse en otra estrategia de mejora. De igual modo, resulta necesario aprovechar las características naturales de la región para continuar con una actividad turística moderada y ordenada, con sustento social, económico y ambiental local.

Resulta perentorio recomendar a los habitantes acciones de optimización en las zonas de autocultivo en su entorno residencial, que les permitan el uso correcto de estos espacios según sea el caso, como medida de protección sanitaria y de sustentabilidad en el hogar. También puede constituirse relevante el modificar la estructura espacial para entornos de convivencia grupal en los exteriores, lo que permite la permanencia de las actividades dentro de estos, a pesar de cualquier circunstancia sanitaria, así como la implementación de esfuerzos que consoliden con equipamientos faltantes, ya que es una zona que cuenta con terrenos sin construir, además de ser una zona con población de bajos ingresos y un alto índice de deterioro y carencia de servicios, tal como lo mencionan los criterios ZAP. No solo se trata de favorecer el aspecto social, sino el mejoramiento de la vivienda.

Otra estrategia de mejora se podría resumir en aprovechar las oportunidades de participación en el Programa de Vivienda Rural, para el mejoramiento o ampliación de las viviendas, a efecto de consolidar la relación espacio-actividad y dotar de pertinencia y apropiación al espacio habitacional en sus diferentes niveles sistémicos, ya que la comunidad pertenece a las Zonas de Atención Prioritaria y pueden los habitantes ser beneficiarios de este recurso.

La recuperación del tejido social mediante el fomento de la vida comunitaria y la oportuna información de apoyo a los pobladores resulta vital, con la finalidad de establecer lógicas de fortalecimiento para actuar en circunstancias emergentes que permitan una mejor organización de las actividades dentro y fuera de la vivienda.

Otro punto que resulta importante es la implementación de diagnósticos y análisis específicos sobre las dificultades ocurridas durante esta crisis sanitaria, impulsando la articulación municipio-universidad, con miras a mejorar la relación espacio-actividad-habitante en las viviendas, a fin de continuar con la nueva normalidad y poder realizar actividades productivas en el interior de las mismas, de tal manera que puedan solventarse los problemas económicos actuales, acceder a la educación y mejorar las condiciones para favorecer un ambiente adecuado para la salud.

A nivel municipal, partir del diagnóstico y análisis es posible identificar en esta experiencia las carencias más frecuentes al interior de la vivienda, para definir el mejoramiento ordenado de la misma.

Estos resultados muestran que a las necesidades existentes se han sumado otros retos, pues estamos inmersos en una crisis que afecta a todos los niveles socioeconómicos, en todas las latitudes, siendo aún más apremiante en nuestras regiones por el rezago histórico existente. Es vital trabajar en conjunto con todos los actores para poder conseguir resultados en un corto plazo desde los diferentes ámbitos para asegurar la respuesta que la sociedad requiere.

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Notas

[1] RAE 2022. Troje: 1. f. Espacio limitado por tabiques, para guardar frutos y especialmente cereales.

Notas de autor

(*) Bertha Lilia Salazar Martínez. Doctora en Arquitectura por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Profesora de la Universidad Veracruzana. Miembro del Cuerpo Académico de la Universidad Veracruzana UVCA 405 Cultura del Hábitat. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores. Ha publicado artículos en revistas nacionales e internacionales entre ellas en las revistas Bitácora Urbano Territorial y ACE, Arquitectura, Ciudad y Entorno.

ORCID: 0000-0001-5575-1678

lsalazar@uv.mx

(**) Luis Arturo Vázquez Honorato. Doctor en Arquitectura por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Profesor de la Universidad Veracruzana. Coordinador del Cuerpo Académico de la Universidad Veracruzana UVCA 405 Cultura del Hábitat. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores. Ha publicado artículos en revistas nacionales e internacionales entre ellas en las revistas Bitácora Urbano Territorial y ACE, Arquitectura, ciudad y entorno.

ORCID: 0000-0002-0622-561X

luivazquez@uv.mx

Información adicional

CÓMO CITAR: Salazar Martinez, B. L. y Vázquez Honorato, L. A. (2022). Transformaciones en el hábitat rural a partir de la pandemia COVID-19: Ixhuacán de los Reyes, Veracruz. A&P Continuidad, 9(16), doi: https://doi.org/10.35305/23626097v9i16.365

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