Introducción

Al reflexionar sobre la didáctica de la enseñanza y la construcción de textos argumentativos, en escolares, se hace necesario señalar que existen cuatro elementos importantísimos que no pueden dejar de operar mancomunadamente: el docente con su cúmulo de estrategias didácticas o metodológicas, el estudiante cuyo interés es esencial en la adquisición del aprendizaje de argumentar con eficacia y eficiencia, el contexto donde se desarrolla ese aprendizaje y el texto que según Bernárdez (1982) citado por Roselló Verdeguer (2015), señala que:

Texto es la unidad lingüística comunicativa fundamental, producto de la actividad verbal humana, que posee siempre carácter social; está caracterizado por su cierre semántico y comunicativo, así como por su coherencia profunda y superficial, debida a la intención (comunicativa) del hablante de crear un texto íntegro, y a su estructuración mediante dos conjuntos de reglas: las propias del nivel textual y las del sistema de la lengua (1982: 85). https://www.um.es/tonosdigital/znum28/secciones/tintero-7--rosello_texto.htm#:~:text=Texto%20es%20la%20unidad%20ling%C3%BC%C3%ADstica,de%20crear%20un%20texto%20%C3%ADntegro%2C

Schmidt (1977), citada por Marimón Lorca (2008) en su obra Análisis de textos en español, teoría y práctica, define texto como: “Texto es cada elemento verbal de un acto comunicativo enunciado en una actividad comunicativa que tiene una orientación temática y cumple una función comunicativa perceptible, es decir, realiza un potencial ilocutivo”. https://www.e-buc.com/portades/9788497170741_L33_23.pdf

Por esta razón, a lo largo de este artículo de reflexión no solo se ha de defender la presencia de los mencionados elementos que son esenciales para el estudio de los textos argumentativos, sino, además, estas opiniones se fundamentan en algunos aspectos cognitivos, comunicativos y socioculturales sobre la enseñanza de la lengua.

Por otra parte, se afirma que la ciencia del texto ha pasado a ser relevante al ofrecer una nueva perspectiva de análisis y ha dado respuesta a problemas teóricos y metodológicos que la lingüística tradicional no había podido resolver. Su objeto de estudio es el texto (textus), palabra proveniente del latín que significa tejido. Esta metáfora perfecta, hace pensar en el entretejido de múltiples significados que se entrelazan formando la trama de significación del texto, que en el caso del texto argumentativo Cajal, A. (2017) considera que

La trama argumentativa es la idea de persuadir y convencer a una audiencia de un tema en particular avalado por razonamiento crítico y evidencia. Es especialmente utilizada en la escritura, en donde el escritor busca probar, desmentir, refutar o persuadir al lector sobre hechos o ideas. https://www.lifeder.com/trama-argumentativa/

Por otro lado, conviene señalar que Rosado R. (2012) plantea que:

la redacción de textos argumentativos es una actividad académica de suma relevancia, pues gracias a ella comunicamos nuestras ideas, pero además explicamos las razones que sostienen y respaldan nuestro pensamiento, de manera tal que transitamos de la opinión a la argumentación.

Sin embargo, la redacción de textos argumentativos es una tarea que requiere que nos ejercitemos en ella constantemente, de manera que podamos escribir un texto organizado, con una estructura sólida y con los argumentos necesarios para sustentar nuestras ideas. (p. 145) file:///E:/ART%C3%8DCULO%20N%C2%B04/ROSADO%20ROSTRO%202012%20modulo_13.pdf

La enseñanza de la lengua como medio esencial de comunicación y expresión tiene especial relevancia en el plano académico. Por tal motivo, para que la escuela sea un real medio de comunicación y contribuya al desarrollo de la competencia comunicativa es imprescindible que los escolares desde sus primeros pasos por ella tengan conciencia para qué le sirve y cómo hacer uso eficiente de él en cualquier situación comunicativa en la que se encuentre, de manera específica, cuando se trata de la aplicación de habilidades idiomáticas.

Es por eso, que este artículo cimenta sus ideas en una de las habilidades cognitivas más complejas para un escolar: argumentar, definida por el Diccionario de la Lengua Española (2001) como: “disputar, discutir, impugnar una opinión ajena” (p.137), presentando algunos razonamientos que se emplean para convencer, demostrar o probar algo. Esta exposición de ideas conclusivas, a través de las cuales se ofrecen razones y criterios, se fundamenta en una posición, la que debe estar apoyada por otras complementarias que la refuercen.

Wittgenstein (1953) citado por Miranda Alonso (1995) en su libro: El juego de la argumentación, manifiesta que:

Argumentar es un juego, es decir una práctica lingüística sometidas a reglas (Wittgenstein, 1953), que se produce en un contexto comunicativo y mediante la cual pretendemos dar razón ante los demás o ante nosotros mismos de algunas de nuestras creencias, opiniones o acciones. Las razones que presentamos para justificar un dicho o un hecho pretenden tener una validez intersubjetiva susceptible de crítica y, precisamente por ello, se puede llegar a acuerdos comunicativamente logrados. https://books.google.com.pa/books?id=3NryFhpjuo0C&printsec=frontcover&dq=isbn:8479601124&hl=en&sa=X&redir_esc=y#v=onepage&q&f=false

En este sentido, se deja claro que el propósito comunicativo principal de la argumentación es convencer, persuadir, dar elementos razonables para validar o refutar una idea, donde las opiniones o argumentos dados reflejen los acuerdos o desacuerdos en relación con un tema o planteamiento.

Iacona, A. (2018), en su libro titulado La argumentación, señala que: “La argumentación presupone la posibilidad del desacuerdo, porque cuando hay un acuerdo no es necesario argumentar” (p.14). https://www.casadelibrosabiertos.uam.mx/contenido/contenido/Libroelectronico/Argumentacion.pdf

Mientras que para Ruiloba, R. (2011):

la argumentación, por el contrario, parte de que sus tesis son controvertidas, y no tienen que ser aceptadas de antemano por el auditorio, a menos que presentes pruebas; ya sea porque son verdades nuevas o poco conocidas o porque no están de acuerdo con las opiniones, convicciones, creencias de los receptores en ese momento, … (p.44)

Es decir, la argumentación es una habilidad discursiva que todo ciudadano debe desarrollar para actuar con solvencia en la vida social. No obstante, en este reconocimiento de la argumentación como una forma de pensar y actuar es en donde los escolares revelan cierto desconocimiento de este orden discursivo.

Esta reflexión tiene un carácter procesal, pone énfasis en los procesos de comunicación oral y escrita, en los que se implican la comprensión, el análisis y la construcción textual, en estrecha relación con en el dominio y aplicación de las cuatro macro habilidades lingüísticas: escuchar, hablar, leer y escribir. Por ende, vale acotar una vez más que según la Enciclopedia Banrepcultural (Red Cultural del Banco de la República): “El lenguaje puede entenderse también como la capacidad humana que permite conformar el pensamiento. En ese sentido, los seres humanos utilizan actos de lenguaje de manera cotidiana para poder convivir con otros seres humanos”. https://enciclopedia.banrepcultural.org/index.php/Lengua_y_lenguaje

La redacción de textos argumentativos para los estudiantes es una tarea difícil que supone establecer sobre qué y cómo escribir acerca de una situación comunicativa determinada y que implica algunas exigencias, que dependen del contexto lingüístico.

Por lo tanto, el objetivo principal de este artículo es el de reflexionar sobre la didáctica de la enseñanza y construcción de textos argumentativos en los escolares, la cual supone una asignación complicada que implica convencer a otra persona de un tema que se afirma o se niega, valiéndose de algunas opiniones a favor o en contra de la problemática que se presenta para darle validez a los diferentes puntos de vista que se pretenden defender.

Materiales y métodos

Con respecto al aspecto metodológico, en este artículo de reflexión se hace uso del paradigma cualitativo. Además, la metodología empleada responde a una investigación teórica - documental, ya que se ocupa de la revisión bibliográfica de diferentes tipos de documentos con los que guardan relación los textos argumentativos y algunas consideraciones que se deben tomar en cuenta en su construcción o elaboración, por parte de los escolares.

Resultados

La realidad muestra que el anterior planteamiento sobre el lenguaje no se está cumpliendo a cabalidad, puesto que en las clases de lengua se evidencia cada vez más el predominio casi absoluto de la enseñanza de la lengua de manera fragmentada y no de modo integral, en detrimento de las habilidades comunicativas como la de argumentar, objeto central de este escrito.

Esta situación quizás obedece a que algunos docentes no tienen una clara visión de que el aprendizaje idiomático requiere de modelos didácticos que propicien el desarrollo de la cognición y la comunicación. A pesar del surgimiento de nuevas vías para el desarrollo de la lengua materna, basada en los postulados de la lingüística del texto y otras ciencias afines que privilegian la función comunicativa del lenguaje, nuestros escolares no logran comunicarse competentemente, puesto que, entre otras razones, la comprensión de los fenómenos que le rodean, en especial la del texto escrito argumentativo, resulta insuficiente.

Para un estudiante que carece de conocimiento, práctica, léxico, lectura, estrategias de argumentación, le es difícil defender una idea. En ocasiones son pobres los argumentos que utilizan porque, generalmente, los niños o los jóvenes desconocen la variedad de estrategias argumentativas que pueden utilizar para defender sus opiniones, pues no emplean los recursos comunicativos que están a su alcance.

Tanto le cuesta a un escolar la construcción de argumentos que en los concursos donde tienen que desplegar sus habilidades comunicativas orales y sustentar con argumentos válidos (por dilema, autoridad, definición, contraste, analogía, disolución de conceptos, probabilidades, análisis de causas, ejemplificación, ampliación, …) o sus posturas sobre un tema, no logran hacerlo eficientemente.

Un elemento gramatical importante en la elaboración argumentativa es la conexión. La utilización correcta de recursos cohesivos o conectores (unificadores) para encadenar de forma lógica los argumentos hacia la conclusión, requiere de un tratamiento práctico y asequible. La persona que escribe ubica en la superficie del texto los organizadores textuales para que el que lo lea o escuche deduzca las relaciones lógico-semánticas y pragmáticas entre los enunciados.

Es importarte que, el maestro o el profesor, en el proceso de análisis de un texto argumentativo, enseñe a los estudiantes a identificar la estructura de este tipo texto que, generalmente, es la siguiente:

- Introducción: en esta parte se presenta el tema que se va a desarrollar, acompañado de la postura que se pretende defender.

- Tesis: constituye un enunciado o un párrafo breve a partir del cual se comienza a estructurar la argumentación. Además, en este apartado, la argumentación hace referencia a una afirmación o posición que es aceptada o refutada por medio del debate de ideas u opiniones a favor o en contra.

- Argumentación: hacen referencia a un conjunto de razones de las cuales dispone un interlocutor para tratar de convencer a un público o algunos receptores de que la tesis que presenta es válida o verdadera, para esto se vale de diferentes técnicas o estrategias discursivas como: las citas textuales de algunos autores que conozcan del tema, la ejemplificación, entre otras.

ü Conclusión: hace énfasis en las ideas más importantes del discurso. En esta última parte, se presentan ciertas sugerencias, recomendaciones, propuestas que contiene un plan de acción a seguir para solucionar una determinada problemática.

Al trabajar con textos argumentativos, los resultados obtenidos demuestran que leer como escritor le da la oportunidad al escolar de descubrir la estructura de la argumentación presentada por el autor. Esta estrategia, además de permitir al lector familiarizarse con la estructura argumentativa, le muestra el camino a recorrer en la composición de textos argumentativos. Para ello, se recomienda que el lector lea el texto y trate de identificar su estructura: el propósito, la tesis, los argumentos o razones, las objeciones y las conclusiones. También se debe tomar en consideración los recursos argumentativos utilizados por el autor, analizar las estrategias argumentativas y los marcadores lingüísticos empleados.

Incluso, el docente puede llegar a desarrollar la capacidad del alumno para argumentar sobre un tema a través del método de preguntas (socrático, el cual es un método de demostración que consiste en indagar o buscar nuevas ideas o conceptos de alguna información determinada, con el fin de defender un punto de vista en contra de otra posición). Ese tema debe abordarse con profundidad, porque la elaboración de argumentos y/o contrarios a los emitidos, supone un gran caudal de información obtenida de diferentes vías, fuentes o saberes. Este trabajo conlleva a la elaboración de planes: mapas conceptuales, cuadros y resúmenes de diferentes tipos para emitir la selección, jerarquización y organización de las ideas o partes de la información.

En la enseñanza de elaborar textos argumentativos, la propuesta comunicativa esencial es exponer el razonamiento que se emplea para probar o demostrar una proposición, tanto en forma oral, escrita o simbólica, pero siempre debe confrontarse ante el colectivo. Su conformidad o desacuerdo con un planteamiento, dar las razones de sus respuestas, actuaciones, sentimientos y actitudes sobre los demás criterios, constituye una vía para la formación de convicciones en los escolares.

Para argumentar con eficiencia de forma oral o escrita se puede seguir las siguientes recomendaciones:

Expresar de forma clara la idea de lo que afirmas o niegas.

Buscar las ideas o argumentos que apoyen y refuercen la idea planteada.

- Integrar todos los argumentos e ideas generales y esenciales sobre lo que se expresa con palabras claras y bien organizadas.

ü Exponer la posición adoptada con los razonamientos y argumentos.

- Si es escrito, hacer las relecturas que sean necesarias de las ideas que se proyectan, planifican u organizan en un “borrador”.

- Realizar la textualización (escritura) y la auto revisión final para su versión definitiva.

- Exposición del texto elaborado ante el colectivo.

Estos pasos sencillos puede ejecutarlos el alumno con una buena guía del docente, quien oportunamente puede acogerse en el proceso de enseñanza de la producción y construcción textual argumentativa en tres etapas: orientación, ejecución y control, en las que el docente sugiere, guía, controla y evalúa, en estrecha relación con los subprocesos: planificación, textualización, auto revisión y ajuste (alumno).

Este proceso complejo de producción y construcción textual implica enseñar el reconocimiento de todos los pasos intermedios y las estrategias cognitivas, dirigidas al procesamiento de la información, conformadas básicamente por acciones, y procedimientos tales como: adquirir nueva información, analizarla, interpretarla, y prepararla para su posterior recuperación.

Las estrategias metacognitivas garantizan la regulación del proceso de aprendizaje sobre la base de la reflexión y el control de las acciones de aprendizaje; se basan en el conocimiento del sujeto acerca de las variables referentes a la propia persona, las tareas y las estrategias, susceptibles de afectar la marcha y los resultados del proceso de aprendizaje. Incluyen la orientación, planificación, supervisión y evaluación del proceso, así como su rectificación cuando es necesario, que deben utilizarse durante el proceso de creación. Encauzar esta metodología permite la anticipación global de la posición adoptada en la producción y construcción de textos argumentativos, pues el alumno debe pensar cómo se justifica y apuntala el propio punto de vista, con un conjunto de argumentos organizados coherentemente, los que se deberán graduar en función de los parámetros o exigencias de la situación comunicativa.

Con respecto a la planificación: plan textual, es importante que sea compartido entre el docente, los escolares y entre ellos, los que, a través de la interacción y socialización, pueden aportar más información, sugerencias, puntos de vista alternativos, que no hayan sido tomados en consideración.

Al mismo tiempo, la puesta en texto o textualización exige de un camino en el que conduzca simultáneamente a revisiones y correcciones, así como una vuelta al plan trazado, para sostener o modificar lo que se revisa (recursividad).

En la textualización (escritura) surgen, además, problemas referidos a la utilización adecuada de los recursos de la lengua. Esto exige de un trabajo específico, de orientación y enseñanza espaciosa, sobre ciertos aspectos, como el uso de los organizadores textuales (puntuación, conectores, separación en párrafos), etc. Las situaciones de reflexión y sistematización sobre los aspectos referidos anteriormente facilitan la revisión y auto revisión, para llevar a cabo la reformulación del texto.

De este modo, el tránsito por esta secuencia de situaciones de enseñanza, conllevan a que los escolares se centren en diferentes momentos y aspectos del texto argumentativo para estructurar progresivamente producciones de calidad. Es conveniente dejar claro, que en el proceso de construcción de textos y en dependencia del período del curso, unidad, sistema de clases y del desarrollo de habilidades de los escolares, estos redacten los textos en el aula siempre que sea posible, así el docente podrá brindar los niveles de orientación y ayuda pertinentes. La elaboración del proceso expuesto no es estricta, supone estar atento a los problemas que los escolares pueden resolver por sí mismos, con ayuda del docente o de la familia, y del contacto diario en los procesos en que esta participa.

Lo planteado conduce a sucesivas reformulaciones del plan o estrategias trazadas por el maestro, sobre la base de los objetivos del grado, desarrollo alcanzado y de las necesidades que los escolares manifiestan en los diferentes procesos y asignaturas del currículo, como resultado de variadas situaciones comunicativas.

Conclusión

Las situaciones comunicativas conducen significativamente a que el estudiante elabore o cree sus textos verbales (orales o escritos) con niveles de ayuda o no, los que estarán en correspondencia con el grado, necesidades y desarrollo de habilidades adquiridas.

Los docentes de español y todo aquel que tiene en sus manos la formación de alumnos en la elaboración de textos argumentativos dentro de un contexto o situación comunicativa determinada, han de contemplar siempre que la enseñanza de la lengua debe potenciar el desarrollo de la competencia argumentativa, es decir, la capacidad de los escolares para emplear la argumentación en su relación con el medio sociocultural.

Los textos de circulación escolar y social permiten el tratamiento de la argumentación, al constituir una vía para el trabajo con esta habilidad desde el proceso de comprensión, una aproximación al análisis y a la construcción de textos, que se emplean con frecuencia en la vida cotidiana, por lo que se recomienda, la utilización de variadas situaciones comunicativas cercanas a los escolares, en la que ellos expongan razones, criterios, acuerdos y desacuerdos, a partir de las posiciones adoptadas, las que también conducen a la reflexión, formación de sentimientos, actitudes y convicciones en correspondencia con la sociedad en la que se desarrollan.

Referencias bibliográficas

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