Reseñas
Recepción: 07 Octubre 2024
Aprobación: 18 Octubre 2024
| Logiovine SabrinaBianqui (comps.) Vanina. 2024. Vicente López. Red Editorial. 256pp.. 978-987-8278–13-1 |
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Resumen: Mujeres y feminismos en las ruralidades: trabajos, cuerpos y resistencias representa una apuesta colectiva por una producción feminista y plural. El libro reúne un conjunto de trabajos empíricos y aproximaciones teóricas y metodológicas que abordan al género y las ruralidades en distintos tópicos desde el pensamiento crítico y situado. De este modo, consideramos que la compilación contribuye a los debates y diálogos actuales en torno a la organización social de los cuidados, las resistencias en los espacios rurales, las nociones de trabajo productivo y reproductivo, las desigualdades de género, las políticas públicas, la soberanía alimentaria y la agroecología, la participación política de las mujeres y el cuerpo como territorio de disputa, desde una perspectiva descolonizadora, inter/transdisciplinaria e interseccional.
Palabras clave: mujeres, ruralidades, feminismos, trabajos, resistencias, cuidados.
Abstract: Women and feminisms in rural areas: work, bodies and resistances represents a collective bet for a feminist and plural production. The book brings together a set of empirical works and theoretical and methodological approaches that address gender and ruralities in different topics from a critical and situated point of view. In this way, we consider that the compilation contributes to current debates and dialogues on the social organization of care, resistance in rural spaces, notions of productive and reproductive work, gender inequalities, public policies, food sovereignty and agroecology, women's political participation and the body as a territory of dispute, from a decolonizing, inter/transdisciplinary and intersectional perspective.
Keywords: women, ruralities, feminisms, work, resistance, care..
Resumo: Mulheres e feminismos no meio rural: empregos, corpos e resistência representa um compromisso coletivo com uma produção feminista e plural. O livro reúne um conjunto de trabalhos empíricos e abordagens teóricas e metodológicas que abordam gênero e ruralidades em diferentes temáticas a partir de uma perspetiva crítica e situada. Desta forma, consideramos que a compilação contribui para os debates e diálogos atuais em torno da organização social do cuidado, da resistência nos espaços rurais, das noções de trabalho produtivo e reprodutivo, das desigualdades de gênero, das políticas públicas, da soberania alimentar e agroecologia, da participação política das mulheres e do corpo como território de disputa, a partir de uma perspetiva descolonizadora, inter/transdisciplinar e interseccional.
Palavras-chave: mulheres, ruralidades, feminismos, trabalho, resistência, cuidado.
Reseña
Mujeres y feminismos en las ruralidades: trabajos, cuerpos y resistencias resulta de un proceso colectivo inter/transdisciplinario, a partir de la creación del Grupo de Trabajo en Géneros y Ruralidades integrado por investigadoras de todo el país, dentro de la Asociación Argentina de Sociología Rural (AASRu). El libro reúne un conjunto de trabajos empíricos y aproximaciones teóricas y metodológicas que abordan al género y las ruralidades en distintos tópicos desde el pensamiento crítico y situado. Las investigadoras nos introducen al análisis de los cuidados, las desigualdades rurales, las políticas públicas, el rol de las mujeres en la economía alimentaria, acciones feministas durante la pandemia, las resistencias de mujeres tareferas (cosechadoras de yerba mate) y la participación política de mujeres en diversas organizaciones rurales.
Todos los trabajos que integran el libro, tal como se expone en el prólogo realizado por María Aparecida de Moraes Silva, están atravesados por la necesidad de construir un conocimiento propio sobre la pluralidad y complejidad que atraviesa a los feminismos. Por ello, desde el inicio y asumiendo una voz colectiva, cuestionan y se distancian de las miradas centristas y reduccionistas con las que se ha pensado el libro que reúne diversas investigaciones, en diferentes espacios sociales rurales. Así, se introducen a categorías como organización social de los cuidados, descolonización de los cuerpos, división sexual del trabajo, agroecología y soberanía alimentaria, entramados socio-afectivos y politización de los espacios rurales feminizados.
En este sentido, y destacando el particular interés de pensar desde los territorios a partir de diversas aproximaciones etnográficas y reflexiones teóricas, es que la obra resulta una central contribución a los debates que se desarrollan en la actualidad sobre el género y las ruralidades en Argentina desde los feminismos.
De esta manera, en el primer capítulo “Alimentos, Tramas y Cuidados desde los Espacios Rurales: Aproximaciones Teóricas desde los Territorios”, las autoras Verónica Trpin y Carolina Diez abordan y discuten los debates y desafíos teóricos y metodológicos más relevantes para observar los espacios y dinámicas rurales, así como los procesos actuales que los atraviesan. Esta contribución teórica y metodológica se da a partir de un recorrido desde diversas investigaciones, sus propios trabajos y en diálogo cercano con nuevos aportes que permiten continuar explorando sobre las tramas de cuidado y, aún más, la sostenibilidad de la vida desde los estudios de género y, en particular, desde la economía feminista.
Precisamente, en este capítulo se sostiene que el análisis sobre los circuitos familiares y comunitarios de la sostenibilidad de la vida y, en general, las marcas de género en las ruralidades suponen trascender dicotomías y cuestionar las nociones que piensan la vida social de manera estática y hasta constreñida. En otras palabras, para entender la dinámica de los géneros y específicamente los diálogos entre las necesidades de alimentación como parte de la sostenibilidad de la vida y de las tramas comunitarias de cuidado en las ruralidades es necesario considerar elementos conceptuales críticos que abordan de manera integradora el trabajo productivo y reproductivo en los territorios. Así, a partir de esta discusión, se plantea como “horizonte de análisis” a la economía de cuidados, que se integra con nuevos aportes que destacan la interseccionalidad de las desigualdades de género en los espacios rurales y las complejas dinámicas de la producción y abastecimiento de alimentos.
Como las autoras sugieren, todo lo anterior genera que se vayan dejando de lado reflexiones vacías, mecánicas y hasta polarizadoras que cristalicen separaciones sobre el trabajo y las trayectorias que desarrollan varones y mujeres en espacios rurales. Se apuesta por identificar a las/os actoras/es sociales más significativos y las marcas de género que las/os atraviesan social y corporalmente en un contexto determinado, así como explicar y comprender el carácter que asumen las relaciones y procesos sociales en las ruralidades.
En el segundo capítulo, “El desafío de medir las desigualdades de género en el medio rural: Adecuaciones y estrategias para el diseño de una encuesta de los usos del tiempo con foco en la agricultura familiar”, las autoras Sabrina Logiovine y Vanina Bianqui problematizan la desigual distribución del trabajo por razones de género, a la vez que configuran un corpus teórico para el desarrollo y elaboración del estudio, “Adaptación sociocultural de un modelo de encuesta de usos del tiempo para la agricultura familiar. Análisis de una muestra en dos localidades seleccionadas de la provincia de Buenos Aires” (EUTAF) de la Escuela Superior de Ingeniería, Informática y Ciencias Agroalimentarias. El eje fundamental para el desarrollo teórico que diseñan las investigadoras recupera las nociones acerca de la división sexo-genérica del trabajo (Ginés, 2009), a fin de problematizar sobre los usos del tiempo de las mujeres.
A lo largo del capítulo, se presentan una serie de planteamientos respecto al ordenamiento de los espacios productivos y domésticos, ya que los mismos se encuentran en una superposición, con el objeto de reflexionar sobre el entramado de sentidos simbólicos y físicos inherentes al mismo y a las personas presentes. En ese sentido, para dar cuenta de las implicancias concretas de esa estructuración y organización de las tareas o jornadas laborales y las tareas de cuidado y sostenibilidad de la vida se pondera la noción de división sexo-genérica del trabajo en los espacios rurales. Discuten, de esta manera, el valor económico de los aportes de los trabajos invisibilizados de cuidado, alimentación y reproducción de la vida cotidiana de las mujeres del sector del agro.
Las autoras sostienen la necesidad de adecuación de la encuesta usos del tiempo, de acuerdo a las características territoriales y de las sujetas participantes, es decir, contemplación respecto del nivel de alfabetización, y contexto ambiental o territorial que permita la realización de la actividad. Además, valoran el rol social y económico de las mujeres rurales, siendo precisa la incorporación de herramientas de cuantificación adecuadas al medio sociocultural de las mujeres, con la finalidad de aportar al debate cultural, político y económico de la desestimación y relegación de las tareas de cuidado de mujeres productoras.
En el tercer capítulo, “El rol de la mujer en la consecución del derecho humano a la alimentación adecuada: Un recorrido desde la producción agroecológica al sostenimiento de comedores comunitarios” las autoras Noelia Vera y Yasmín Dávalos dan cuenta de la interrelación entre productoras de hortalizas agroecológicas y referentas de comedores comunitarios, a partir del análisis del rol social que ocupan dichas mujeres migrantes en la organización colectiva de la alimentación en la comunidad a la que pertenecen. Quienes mantienen, además, una sobrecarga de quehaceres (tareas de cuidado de hijos e hijas, personas enfermas o dependientes y alimentación, entre otros).
Es importante destacar que este capítulo retoma resultados de la investigación doctoral Alimentación, medioambiente y salud: Prácticas de producción, preparación y consumo de productores hortícolas agroecológicos del cordón periurbano bonaerense (2016-2021) y las tareas de gestión del Área de Alimentación Sana, Segura y Soberana de la Corporación del Mercado Central de Buenos Aires (CMCBA) en comedores comunitarios, que ambas autoras coordinan. El programa de donaciones de frutas y verduras, enmarcado en la Ley N°27. 454 del Plan Nacional de Reducción de Pérdidas y Desperdicios de Alimentos, facilitó el contacto directo con las mujeres entrevistadas.
Según la Guía Alimentaria para la Población Argentina, se recomienda aproximadamente 550g. de verduras por día. Sin embargo, solo el 6% de la población consume al menos cinco porciones diarias según la 4ta. Encuesta Nacional de Factores de Riesgo (2018). Al analizar estos indicadores, se sitúa una problemática presente para las mujeres referentas y productoras, una barrera económica en el acceso a algunos alimentos, tales como leche, yogur, queso, carne vacuna y variedad de frutas y verduras. Las autoras hacen hincapié en las estrategias desplegadas por estas mujeres para resolver las necesidades de alimentación de sus familias y, a su vez, de las comunidades territoriales con la organización de ollas populares en comedores comunitarios. En este mismo sentido, el cuidado de una alimentación saludable, no comida “chatarra” también es una preocupación de las mujeres proveedoras. Un aspecto notable en esta contribución es el análisis del plano de las políticas sociales vinculadas a la reproducción de un sistema de distribución de las tareas de cuidado y alimentación a cargo de las mujeres. En la acción política, el Estado brinda soporte, servicios y recursos, que obligan indirectamente a las sujetas (referentas y productoras) como destinatarias y administradoras, estableciendo una sobrecarga de tareas.
De este modo, el cuarto capítulo “Acciones Feministas, Campesinas y Populares durante el Covid-19: La Política Organizada desde los Territorios en Santiago del Estero”, escrito por Mariela Pena, se interroga por el rol que ocupan las resistencias organizadas desde los territorios rurales más afectados por la crisis socioambiental y el extractivismo, profundizado por la pandemia, sobre todo, de aquellas resistencias lideradas por mujeres en las luchas campesinas e indígenas entre los años 2020 y 2021.
De esta manera, el punto de partida es explorar y dar cuenta de las tramas y estrategias políticas desplegadas en un contexto trastocado por “metáforas de colapso”, “escasas utopías” y “horizontes sombríos” y que, como bien señala la autora, aún no se logra distinguir “las nuevas coordenadas sobre las cuales se va a edificar la vida social” después de la pandemia del Covid-19. Cabe indicar que se trata de estrategias que vinculan prácticas cotidianas con potentes significados políticos feministas alternativos.
En este escenario, las luchas feministas y la “política de los comunes” se constituyen en formas de “reencantar el mundo”, recuperando el aporte de Federici (2020). Así, desde este trabajo etnográfico y cualitativo se registra que las mujeres campesino indígenas desarrollaron un rol clave al interior de sus comunidades en la organización de los cuidados y de la seguridad alimentaria saludable, así como a nivel externo en su posición de defensoras de ecosistemas y conocimientos frente a los conflictos y las crisis que se suscitaron.
En el quinto capítulo, “Se nos encima todo: Jornadas y Resistencias de las mujeres tareferas en Misiones”, Alejandra Santiago, Julia Lombardi Mayan y Macarena Mercado Mott analizan el trabajo de mujeres tareferas (asalariadas agrícolas que trabajan en la producción de yerba mate). A partir del análisis de entrevistas, surgen emergentes acerca de las trayectorias de vida, fragmentadas entre el trabajo productivo en los yerbatales y las tareas de cuidado no remuneradas. Asimismo, la incorporación del estudio a partir de las actividades políticas sindicales genera cambios en las perspectivas individuales de sí mismas y de sus hijos e hijas.
En este trabajo, las autoras plantean la problematización de la “triple jornada” que realizan las tareferas, como una categoría a examinar dentro de los estudios feministas rurales. Además, incorporan la noción interseccional entre género, clase y ruralidad. Asimismo, las autoras subrayan que la vida tarefera asume características particulares que conjuga la inserción temprana al trabajo productivo que, al mismo tiempo se entrelaza con el trabajo reproductivo. En ese sentido, son fundamentales las nociones de maternidad y los “efectos” de la violencia en los trabajos sobre los cuerpos de las mujeres y la violencia en sus hogares para comprender las condiciones de vida precarias y, junto con ello, las resistencias.
Por su parte, en el sexto capítulo “Participación Política de Mujeres en Organizaciones Rurales: El Caso de las Mujeres Federadas Argentinas”, escrito por María Muro, se presentan los hallazgos que reconstruyen la trayectoria de Susana Olego, primera coordinadora de las Mujeres Federadas Argentinas de la Federación Agraria Argentina, una de las organizaciones gremiales más importantes del país en el ámbito rural, así como del contexto histórico en el que se conformó la Federación.
Para la realización de la mencionada reconstrucción se eligió utilizar métodos biográficos como historias de vida, autobiografías o entrevistas en profundidad, por la posibilidad de hacer justicia a la presencia de las mujeres y de su propia voz, generalmente invisibilizada en los registros de las organizaciones. Cabe mencionar que, en el caso de la Federación, esta recuperación y reconstrucción encarnada en este liderazgo femenino permite llenar el vacío encontrado en los documentos organizacionales, los cuales no le asignaban la misma centralidad al rol de las mujeres que la de sus pares hombres.
A su vez, esta ausencia también se presenta en el análisis histórico. En ese sentido, este capítulo aporta –a partir de la trayectoria de Susana– una reflexión más profunda sobre las distintas problemáticas que afectan la participación política de las mujeres rurales. Pero también evidencia un contexto histórico y social en el que de manera orgánica emergieron liderazgos y se conformaron espacios dentro de las instituciones que representaban las demandas de las mujeres de los sectores rurales argentinos. En la actualidad, reencontrarse con mujeres como Susana en tanto “referentes en la historia” es una posibilidad para seguir nutriendo una narrativa diversa que coloque las voces, saberes y agendas territoriales de las mujeres.
En el séptimo capítulo, “El trabajo de las mujeres como garantía del bienestar rural. Actividad tambera y desigualdades en la cuenca de Abasto Sur Bonaerense desde los años sesenta”, Alejandra de Arce analiza la importancia de las transformaciones tecnológicas en la actividad tambera en el sur de la provincia de Buenos Aires, en las pautas y reconfiguraciones del trabajo productivo. Las familias serán sujetas de modificaciones y reconfiguraciones en la organización del trabajo, condicionando las tareas de la participación femenina en las actividades del proceso productivo. La autora desarrolla su trabajo relevando las actividades productivas tamberas, a la vez que da cuenta de la superposición con las actividades de bienestar y cuidado de la vida familia, realizadas por las mujeres tamberas. A partir de las entrevistas, elabora una esquematización de las tareas llevadas a cabo por mujeres y varones en la actividad tambera, cristalizando las condiciones del trabajo en el nuevo escenario de incorporación de la mecanización en las tareas agrícolas, de ordeñe y agropecuarias.
Por último, el último capítulo “La Política Pública Rural y la Perspectiva de Género en el Noroeste de Argentina”, escrito por Laura Lorena Leguizamón, se propone contextualizar, analizar y, en general, interpelar sobre los alcances y las trayectorias de los primeros programas locales de desarrollo territorial del Noroeste de Argentina, particularmente desde un análisis que visibiliza y problematiza las reivindicaciones de género en este proceso. Si bien la visibilización del componente de género en el debate de estos programas supuso una oportunidad para el desarrollo de los territorios y situó a las mujeres rurales como actoras estratégicas para dicho cometido, este tránsito también representó procesos complejos, contradictorios, ambiguos, pero también de reflexión y construcción que permita comprender la heterogeneidad de las intersecciones entre los territorios, el desarrollo y el género.
Así, la contribución de este trabajo radica en que se recupera la historicidad y la trayectoria de los procesos de intervención pública en lo rural, sistematizando –mediante la revisión de informes y de un diálogo con sus propias protagonistas– una experiencia que cuenta con escasos trabajos previos. Adicionalmente, esta nueva comprensión puede permitir la inclusión de otras demandas y debates que resultan también importantes en el sector rural, como el lugar de lo comunitario y los cuidados, entre otros.
En conclusión, esta obra representa una valiosa contribución al campo de los estudios sociales agrarios al incorporar una perspectiva feminista que da cuenta de la importancia de las mujeres en los procesos de producción y reproducción en el ámbito rural. A través de un enfoque interseccional y transdisciplinario, los estudios presentados en este libro subrayan cómo las relaciones de género se ven entrelazadas a las estructuras económicas y políticas, que a su vez moldean las dinámicas de los sectores agrarios. Este aporte es fundamental para repensar las luchas y debates sobre las desigualdades presentes en el campo de estudio, poniendo de relieve las voces y experiencias de quienes han sido protagonistas en estos debates.