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Una Teorización de la Acción Social Universitaria en el Contexto de las Comunidades Rurales desde una Visión de Desarrollo Humano
Revista Científica CIENCIAEDUC, vol.. 5, núm. 1, 2020
Universidad Nacional Experimental de los Llanos Centrales Rómulo Gallegos

Artículos de Investigación

Revista Científica CIENCIAEDUC
Universidad Nacional Experimental de los Llanos Centrales Rómulo Gallegos, Venezuela
ISSN-e: 2610-816X
Periodicidad: Semestral
vol. 5, núm. 1, 2020

Recepción: 21 Abril 2020

Aprobación: 29 Mayo 2020

Resumen: Esta investigación tiene como objetivo general el de generar una teorización de la acción social universitaria, en el contexto de las comunidades rurales, desde una visión de desarrollo humano integral. Caso: Universidad Nacional Experimental “Rómulo Gallegos” ubicada en San Juan de los Morros, Estado Guárico. El estudio fue desarrollado en el plano del Paradigma Cualitativo bajo el enfoque fenomenológico, utilizando como método la hermenéutica. Como informantes clave se seleccionaron docentes y estudiantes universitarios, productores agropecuarios y líderes comunales, a los cuales se les aplicó una entrevista en profundidad. Para el análisis, se utilizó la categorización, la contrastación y la triangulación, lo que permitió descubrir la realidad del fenómeno en estudio y realizar aproximaciones teóricas que describen el contexto relacional de esa realidad. Las reflexiones teóricas del estudio evidenciaron que la acción social que despliega la universidad en el colectivo social está conformada por tres aristas, sus competencias participativas en el plano de la proyección social universitaria, su capacidad para la producción social y su eficiencia gerencial para planificar y aplicar estrategias que favorezcan el desarrollo comunitario. En este sentido, la universidad a través de la investigación y de la extensión extiende sus saberes a la sociedad tendientes a la generación de propuestas e ideas para resolver problemas prioritarios y satisfacer necesidades sentidas en el contexto comunitario, que permitan contribuir al desarrollo humano integral.

Palabras clave: Teoría Humanista de la educación, Acción Social Universitaria, Comunidades Rurales, Desarrollo Humano integral.

Abstract: This research has the general objective of generating a theorization of university social action, in the context of rural communities, from a vision of integral human development. Case: National Experimental University "Rómulo Gallegos" located in San Juan de los Morros, Guárico State. The study was developed at the level of the Qualitative Paradigm under the phenomenological approach, using hermeneutics as a method. Key informants were selected university teachers and students, agricultural producers and community leaders, to whom an in-depth interview was applied. For the analysis of the information, categorization, contrast and triangulation were used, which allowed discovering the reality of the phenomenon under study and making theoretical approaches that describe the relational context of that reality. The theoretical reflections of the study showed that the social action deployed by the university in the social community is made up of three edges, its participative competences in the field of university social projection, its capacity for social production and its managerial efficiency to plan and apply strategies that promote community development. In this sense, the university through research and extension extends its knowledge to society, tending to the generation of proposals and ideas to solve priority problems and satisfy needs felt in the community context, which allow contributing to integral human development.

Keywords: Humanist Theory of Education, University Social Action, Rural Communities, Integral Human Development.

PROBLEMATIZACIÓN Y GÉNESIS DE LA INCERTIDUMBRE

La educación es de vital necesidad como arma y herramienta para el proceso formativo del individuo y la sociedad, dependiendo de la calidad de ésta, se podrá mirar un futuro para la comunidad y para el país, directamente proporcional a sus necesidades, donde factores externos e internos cubrirían las necesidades básicas del sujeto y evolutivas de la nación; por ser un proceso multidisciplinario, mal podría llevarse a cabo bajo el esquema de un patrón preestablecido, ya que depende, tal como lo señala Albornoz (2008), de la interacción, del medio dinámico, las necesidades regionales, tecnológicas y económicas que permitan un máximo aprovechamiento a un mínimo costo, para obtener los beneficios que cubran las necesidades de la sociedad donde se desarrolle la persona como tal y éste pueda incorporarse y desenvolverse de una forma activa dentro de su comunidad.

En este sentido, el docente tiene una vital responsabilidad, ya que va a ser el mentor objetivo frente al estudiante, sobre los procesos que éste requiere para incentivar el desarrollo de sus conocimientos, habilidades y destrezas, para de esta manera ir formando seres integrales que contribuyan al desarrollo del país. Es así como a nivel educativo, el Estado venezolano, según Guzmán (2008), está trabajando para lograr que los actores comunitarios se integren y hagan suya la institución, convirtiéndose en protagonistas del proceso formativo y puedan identificarse con ellos de manera espontánea, ya que la educación debe asumirse como un proceso social que se crea en colectivo, cuya finalidad es fomentar el pensamiento liberador, creador y transformador.

La educación superior venezolana debe reforzar sus funciones de servicio a la sociedad, y más concretamente las actividades encaminadas a erradicar la pobreza, la intolerancia, la violencia, el analfabetismo, el hambre, el deterioro del medio ambiente y las enfermedades; principalmente mediante un planteamiento interdisciplinario para analizar estos problemas y las situaciones que plantean los mismos. Las instituciones de educación universitaria, tal como lo señala Freire (2005), son organizaciones sociales que tienen la función de mantener, desarrollar y preservar la cultura de la sociedad, que sin ser la única que lleva a cabo esa labor, si es la más elemental. Ésta es la responsable en mantener en el tiempo los pilares de la identidad cultural del pueblo venezolano y por ende formar y crear conciencia en los futuros profesionales en trabajar en pro de la acción comunitaria. La sociedad global actual, exige no un conocimiento fragmentado o parcializado, sino un conocimiento integral, o totalmente interdisciplinario.

Para preservar o mantener la cultura, de acuerdo a los señalamientos de Bolívar (2007), la sociedad necesita formar ciudadanos y ciudadanas, que como trabajadores sociales se apropien de esa cultura y la apliquen, que además la enriquezcan mediante la creación-innovación y lo promocionen. Por lo tanto, la educación superior o universitaria debe permitir los vínculos entre las diferentes disciplinas y el trabajo conjunto o asociado; para esto, se deben desarrollar habilidades para trabajar con la multiplicidad, haciendo énfasis en la comunicación, en la participación, en el ejercicio del liderazgo, en la toma de decisiones, en la búsqueda del consenso que permita la conciliación de intereses divergentes.

En este contexto social, según Flores (2011), las comunidades organizadas se constituyen en el eje central para ejecutar acciones sociales por parte de las instancias universitarias, dado que estas instancias educativas se constituyen en propulsoras de las estrategias de cambios colectivos, por cuanto es de donde emergen soluciones a los problemas que surgen en el contexto comunitario, partiendo de la necesidad de atender a las exigencias de una nueva sociedad, más humana, compleja y dinámica.

Contextualización, Globalización y Complejidad del Problema

A la universidad, como institución que orienta la Educación Superior, le corresponde ser guía de referencia para el resto de las instituciones pertenecientes a los diferentes niveles educativos, en consecuencia a través de sus programas de docencia, investigación y extensión se le exige un aporte más allá de la formación de profesionales, complementándose con un elemento cualitativo relacionado con la incorporación de sus propios conocimientos en la formación y fomento de una conciencia social que tenga como prioridad el bienestar de las comunidades, lo cual obviamente se proyecte en la sociedad como un todo. Esto lleva a reflexionar sobre la prioridad de incrementar las relaciones universidad-comunidad, para conocer sus necesidades y dar respuestas oportunas y eficientes a las mismas a través de la generación, aplicación y difusión de los conocimientos que respondan a las necesidades del entorno, por cuanto la Ley de Servicio Comunitario del Estudiante de Educación Superior (2005), establece que el estudiante realice un servicio a la comunidad, lo que viene a constituir una estrategia efectiva, orientada a ser el vínculo de la integración de la universidad y la comunidad en la formación de valores, para que las acciones desarrolladas se conviertan en un dar y recibir provechoso para ambas partes.

En atención a lo expuesto, la mencionada ley, plantea que la acción social que realizan los estudiantes universitarios en las comunidades, es una forma de retribución del estudiante a la sociedad por la inversión realizada en su trayecto de formación y capacitación y es una oportunidad para la aplicación de los conocimientos adquiridos en sus años de estudios, para resolver problemas y necesidades en conjunto con el colectivo comunitario. Aspecto éste que le otorga a estas acciones en el seno comunitario, un carácter humanitario por los aportes al desarrollo comunitario. Cabe destacar que las comunidades, de acuerdo a lo señalado por Alves y Capote (2007), en la actualidad son utilizadas como escenarios para el aprendizaje del estudiante; por lo que, la universidad orienta su actuación en el campo de lo social, apoyándose en las actividades de docencia, investigación y extensión, las cuales deben integrarse para lograr respuestas universitarias acordes con las necesidades que presentan las comunidades.

De acuerdo a lo expuesto, es conveniente señalar que los habitantes de las diferentes comunidades adoptan un comportamiento indiferente ante la labor que cumplen los estudiantes, no muestran una actitud de motivación y participación hacia una labor de gran trascendencia social y comunitaria. Asimismo, no manejan estrategias específicas para la integración universidad-comunidad, dando a entender que tienen poco conocimiento referente a la participación en el trabajo comunitario. En atención a ello, según Flores (2011), la indiferencia adoptada por los miembros de la comunidad representa una limitante para enfrentarse con ánimo y sentido de participación en la realización del trabajo que los estudiantes deben desempeñar con responsabilidad y compromiso, al corresponderles actuar en el intercambio de experiencias de manera directa con los miembros de las comunidades, desperdiciándose así la valiosa oportunidad de analizar, plantear y discutir problemas existentes en el entorno y con ello, buscar las soluciones más oportunas.

El servicio comunitario, según Polo (2006), es una actividad social y educativa que deben desarrollar los estudiantes, de manera obligatoria en las comunidades. En ese sentido, para cumplir la acción social que deben desarrollar los estudiantes de pregrado, aplicarán los conocimientos y competencias que fueron adquiridos durante sus estudios académicos para resolver problemas y necesidades sentidas al interior de las comunidades, trabajando de manera conjunta con el colectivo comunitario. Así pues, la acción social que realizan las universidades en el contexto comunitario es una contribución que hacen estas instancias educativas, a la sociedad, procurando la suma de esfuerzos y voluntades, tanto individuales y colectivas, bien sean públicas y privadas, en función de obtener mejores niveles de vida para la sociedad. Ahora bien, esta acción comunitaria, para Kliksberg (2006), está compuesta por una serie de factores complejos, tal como el proceso de empoderamiento de las comunidades que significa que estas son capaces de administrar, operar y mantener el conjunto de actividades y recursos tanto técnicos, humanos y financieros, a los fines de establecer relaciones horizontales con las organizaciones gubernamentales y no gubernamentales para que apoyen su trabajo cooperativo.

Desde este marco contextual, se ejecutó un pre diagnóstico para visualizar mejor la situación en estudio en el contexto universitario Por lo que, los informantes clave entrevistados, forman parte de la Universidad Nacional Experimental Rómulo Gallegos del Área de Ciencias Económicas, manifestando que la acción comunitaria es una necesidad para fortalecer el vínculo entre la universidad y la comunidad. Además, ella tiene la misión de formar académicamente a los estudiantes en función de las necesidades sociales y es por ello, que en atención a la misión social que le imponen las nuevas leyes y normativas están en la obligación de colaborar activamente con las comunidades al desarrollo humano integral.A este respecto, en la actualidad la UNERG, a los fines de insertarse en el contexto social, tomando en consideración las nuevas tendencias curriculares, en un contexto complejo y, en atención que se encuentra ubicada en un estado llanero, con grandes extensiones de tierras para la siembra y el pastoreo, en donde la mayoría de las casas pertenecientes a zonas urbanas, poseen extensiones de terreno aptos para la siembra, está realizando una serie de actividades y aplicando estrategias en el ámbito académico a los fines de contribuir con el estado a la elaboración y ejecución de proyectos socioproductivos, para el aseguramiento agroalimentario y el fortalecimiento de la economía comunitaria.

De la misma manera, los informantes expresaron la necesidad de definir y precisar la verdadera misión de la universidad en el impulso de la acción social que lleva a cabo en las comunidades rurales, desde un concepto más amplio de ruralidad, en una dimensión más humana. Así mismo, manifiestan dichos informantes, que la acción comunitaria que realiza la universidad en el contexto rural, está mal encauzada, por cuanto lo que generalmente realizan, es actividades que no aportan de manera inmediata o mediata a la comunidad para la solución de sus problemas o satisfacción de sus necesidades, por cuanto las mismas están descontextualizadas. Como propósito general: Generar una teorización de la acción social universitaria, en el contexto de las comunidades rurales, desde una visión de desarrollo humano integral. Interpretar la idea de la acción social comunitaria en el contexto rural realizada por las Instituciones Universitarias.

Visualizar los fundamentos teórico-epistemológicos, de la formación de profesionales en el contexto universitario desde la perspectiva planteada en el paradigma del desarrollo humano integral.

Develar el rol protagónico de la Universidad, desde lo teleológico, para el fortalecimiento del desarrollo comunitario en el ámbito rural.

Teorizar la acción social universitaria, en el contexto de las comunidades rurales, desde una visión de desarrollo humano integral. Caso: Universidad Nacional Experimental “Rómulo Gallegos” ubicada en San Juan de los Morros, Estado Guárico. Dentro de los aspectos, que se mencionaron es que cuando se realizaban proyectos, desde la acción social universitaria, no se estaba tomando en consideración, la cultura, las tradiciones, las costumbres, de las comunidades rurales, rompiéndose, asimismo, con el principio de territorialidad y con los principios del paradigma del desarrollo humano integral.

En la Construcción del Camino

Este trabajo investigativo encuentra su justificación en la necesidad de fortalecer la acción social universitaria desde los siguientes ámbitos:

A nivel comunitario, se espera que esta investigación contribuya a fortalecer los vínculos entre la comunidad universitaria y su entorno socio-comunitario con miras al desarrollo económico, social y cultural de la región, ayudando en la solución de problemas específicos de las comunidades, las cuales se verán beneficiadas de la acción protagónica y democrática, desarrolladas por la universidad en beneficio del colectivo. Es importante destacar, que, a nivel teleológico, esta investigación responde a las nuevas exigencias sociales de las Universidades del país en incorporarse activamente para el desarrollo de ideas y proyectos de pertinencia social para la satisfacción de las necesidades de las comunidades, no sólo solucionarles los problemas, sino a enseñarles cómo gestionar para buscar y mejorar su entorno cultural, social, económico y personal. Por lo que, la acción comunitaria desarrollada por las universidades, es una necesidad primordial para la transformación social, y para esto la universidad juega un papel principal en orientar y formar a las comunidades en estrategias y técnicas en la búsqueda de mejorar su realidad existencial.

A nivel académico, la universidad con el fortalecimiento de su talento humano, representado por los estudiantes en formación, cumple con la función social del país, de la región y del municipio, egresando un profesional con las competencias y con valores humanitarios, para ejercer con propiedad su actividad laboral, así como para realizar cualquier acción social. Las nuevas tendencias curriculares, en el ámbito universitario, demandan la formación de un profesional con el componente axiológico, para ser un buen ciudadano, con las competencias no sólo para el saber hacer en su profesión sino también para el convivir social.

Es por eso, que la educación universitaria requiere cultivar el desarrollo humano, convirtiéndose en un verdadero reto de gerencia educativa, enfocándose en las personas y sus relaciones, tomando en cuenta qué se debe aprender, como intermediar para solucionar un problema, cómo manejar un equipo de trabajo, ya que todo esto constituye actualmente los aspectos más importantes que un docente debe manejar en su desempeño o praxis laboral. Ante tal situación descrita, toca dirigir esfuerzos de atender la necesaria y urgente exigencia de nutrir, mediante un proceso interdisciplinario y transdisciplinario, una nueva epísteme para la generación de nuevas teorías y prácticas educativas, cuyo centro de interés sea la preocupación por el ser humano, el ser universitario y su destino histórico. Por ello desde las universidades se deben recrear y construir las nuevas bases que conduzcan a la transformación de la problemática expuesta con base a una visión humanística de las personas, de la educación y la sociedad. A nivel teórico, se pretende explicitar el fenómeno del accionar social universitario en el contexto rural y del desarrollo humano sustentable, a los fines de comprender realidades complejas, desde lo inter y transdisciplinario.

EN LA CONSTRUCCIÓN DE ASUNCIONES

Para Ramos (2008), el hecho de que la comunidad participe de manera activa siendo parte integral de la solución es conocido como acción comunitaria, que es un esfuerzo organizado, sistemático, voluntario y decidido de la población, con el cual se persigue que la comunidad se involucre en los procesos, se apropie de nuevas tecnologías que sean adecuadas a su medio, y se concientice de su importancia, para poder garantizar la sostenibilidad los mismos.

Para poder lograr este objetivo es necesario cambiar la forma en cómo se han venido realizando las acciones encaminadas a abatir los problemas, está forma de trabajo implica pues un cambio cultural, en el cuál es de vital importancia cambiar el papel de observador que han venido desarrollando las comunidades hasta ahora, por un papel activo que tome parte en la formulación de soluciones, así como en la toma de decisiones sobre los problemas de salud que las aquejan. Para poder lograrlo es necesario crear condiciones que promuevan la participación de la comunidad. Una opción para ello es la creación de comités de trabajo que permitan que la comunidad participe en los talleres, mesas de trabajo y otros mecanismos de consulta para poder captar sus inquietudes y propuestas para la toma conjunta de decisiones, logrando de esta forma, mayor autogestión e independencia de la comunidad.

Según Habermas (1997), “la comunidad en sentido estricto no puede pensarse sin el concepto de un sentido comunicado, compartido por diversos sujetos” (p. 125). Los significados idénticos no se forman en la estructura intencional de un sujeto solitario situado frente a su mundo. Los conceptos básicos no pueden entenderse si no es pensándolos conjuntamente con el empleo de expresiones simbólicas por los sujetos capaces de lenguaje y acción. El mismo autor expresa que como ingrediente de la acción comunitaria también las manifestaciones lingüísticas tienen carácter de acción. De tal forma que el ejecutar actos de habla como mandatos, preguntas, descripciones o advertencias, se participa de una práctica humana común. La comunidad que es un consenso sobre reglas devenidas de hábitos.

Así, cuando se ingresa a una comunidad con lengua desconocida; a través de las interacciones se observan las reglas y cuando se abandona virtualmente el papel de observador y se toma parte, esta participación con éxito es el único criterio de si su comprensión es acertada o no. Del mismo modo, el autor plantea que en la acción comunitaria se dan situaciones y actos en los que los integrantes de grupos dialogan para ponerse de acuerdo, llegar a consenso en las situaciones ideales de habla en las cuales deben cumplirse situaciones triviales y no triviales. En las triviales, para Vásquez (2006), los participantes potenciales en un discurso deberán tener la misma oportunidad de emplear actos de habla y de hacer interpretaciones, afirmaciones, recomendaciones, dar explicaciones, justificaciones igual que problematizar, opinar o refutar las pretensiones o validez de ellas, de tal manera que a la larga ningún prejuicio quede sustraído a la sistematización y a la crítica.

En las condiciones no triviales, para el discurso sólo se permiten habitantes que en contexto de acción tengan iguales oportunidades de emplear actos de habla para expresar sentimientos, actitudes y deseos, así como también emplear actos de habla regulativos, es decir, de mandar y oponerse, de permitir y prohibir, de hacer y retirar promesas, de dar razón y explicarlas. De esta manera se garantiza la igual distribución formal, de las oportunidades de abrir una discusión y proseguirla. Vista así, la estructura de la comunicación por la que se caracteriza la situación ideal de habla, excluye distorsiones sistemáticas y garantiza en especial el libre paso entre la acción y el discurso y dentro del discurso, el libre paso entre los distintos niveles del discurso. En la acción comunitaria, también el trabajo grupal es un aspecto fundamental. Al respecto Ander Egg (2002), se refieren al grupo “como un conjunto de dos o más personas que entran en contactos voluntarios, estableciendo una relación de proximidad y una interacción que produce cambios en cada uno de los individuos”. (p.30).

Igualmente, para Cerda (2007), a nivel de los grupos de aprendizaje el proceso sinérgico acrecienta su efectividad cuando al analizar una situación de aprendizaje se produce un intercambio y confrontación de experiencias que sumando los resultados son superiores al esfuerzo individual. El citado autor, expresa que son muchos los beneficios que se pueden conseguir a partir del trabajo en grupo, entre los cuales destacan:

- Reducir la dependencia respecto a una sola figura de autoridad.

- Alentar la franca participación de ideas.

- Estimular la mayor participación del grupo.

- Aumentar la seguridad individual dentro de un grupo extremadamente competitivo.

. Suministrar el máximo rendimiento en un periodo breve.

- Contribuye a asegurar un clima no evaluativo.

- Brinda a los participantes visibilidad inmediata de las ideas que se está formulando.

- Fomenta cierto grado de responsabilidad por las ideas entre los miembros del grupo, ya que han sido formuladas internamente y no impuesta desde el exterior.

- Tiende a ser agradable y autoestimulante.

Sin embargo, es conveniente enfatizar la formación del mediador del grupo. El gerente educativo como mediador de grupo, para Bolívar (2007), es la figura central dentro del mismo. Requiere de formación teórica que le permite desenvolverse con grupo diferentes características y condiciones, para establecer los mecanismos de comunicación entre los colectivos de ciudadanos y ciudadanos y alumnos.

El mediador, para Carretero (2004), es aquel que diagnostica y prevé estados deseables para otros, constituye y usa un claro y preciso lenguaje en la facilitación del desarrollo cognitivo de otros, facilita una estrategia global a través de la cual los individuos se moverán ellos mismos hacia estados más deseados, mantiene la fe en el potencial para el movimiento continuo hacia estados más autónomos de pensamientos y conductas y posee una creencia en su propia capacidad para servir como un propio catalizador autorizado para el crecimiento de otros. Por ello el campo de acción de un gerente educativo, para Chávez (2003), es bastante amplio, debe dar respuestas al ¿Por qué?, al ¿Qué? y al ¿Cómo? del proceso educativo. A nivel macro de la respuesta al por qué surge de la urgencia de satisfacer necesidades socio económicas, políticas, tecnológicas y culturales de acuerdo a lo establecido en los planes de desarrollo; el que se refiere a la introducción de mejoras en el sistema educativo, para adecuarlo al requerimiento del país y que se orientan a la integración universidad-comunidad.

En la perspectiva adoptada, fines u objetivos de la acción son estados anticipados, para Kliksberg (2006), hacia los cuales dirige el actor o actores de su conducta en situaciones concretas. El actor es un sistema empírico de acción, individuo o colectividad como unidad social, que constituye un punto de referencia para el análisis de los modos de su orientación y de sus procesos de acción con respecto a los objetos. Entendiéndose por objeto, según Ander Egg (2002), todo aquello que proporcione posibilidades y alternativas e impone limitaciones en los modos de gratificación de las necesidades y logros de los objetivos del actor o de los actores. Los objetos pueden estar representados por metas, recursos, condiciones, medios, obstáculos o símbolos apreciados o no; tener diferentes significaciones para diferentes actores y orientar la acción de los mismos.

En cuanto al desenvolvimiento del actor de la comunidad, según el autor citado, la visión del desarrollo local se plantea como un proceso de transformación de la sociedad. Caracterizada por una expansión productiva de los actores locales para el logro de un mejoramiento de la calidad de vida. De esta forma, los actores locales se convierten en fuerza capaz de exigir, construir, reconstruir y conquistar la satisfacción de las necesidades. El gerente educativo como actor local en el ámbito de una comunidad especifica delimitada en un espacio geográfico, genera procesos organizativos en los cuales los miembros de las comunidades pueden hacerse actores y negociar en función de sus intereses y desarrollar planes formativos que le proporcionen herramientas para el diseño, formulación y ejecución de proyectos, además debe asumirse como poder local.

A este respecto, Blanco (2004) expresa que debe “asumirse como poder local para las comunidades, es una fuerza de expresión, proposición presión y negociación”. (p.30). Además, esta misma autora plantea que el privilegio local no lleva a ignorar lo nacional. A este nivel se convierte en prioridad el responder a políticas que den un marco legal y legitimen las iniciativas locales, trabajar a nivel local, es trascender de lo local hacia propuestas y acciones más generales, es proyectar la fuerza lograda en las comunidades para influir en ámbitos más amplios de la sociedad o del país. En cuanto a las instituciones universitarias, para Más Herrera (2008), como espacio de participación comunitaria, el docente universitario, no debe limitarse sólo a las propuestas emanadas de entes rectores, en relación al cumplimiento de objetivos muchas veces desencarnados de la realidad, objetivos que tienden a la reproducción y no a la producción del conocimiento, sino que debe estar abierto a leer la realidad; asumir en equipo los problemas de la universidad y de la comunidad en el cual está inserta en concordancia con los problemas del país.

De tal forma que los proyectos educativos, según el autor citado, no estén aislados ni reservados sólo a un grupo privilegiado del sector, sino que el docente guíe a los demás actores en la búsqueda de caminos para el mejor desarrollo del proceso formativo y el crecimiento de la comunidad a través de participación. En el desarrollo integral, la participación es un proceso activo en el cual las personas tienen la libertad de compilar y reflexionar sobre su propia realidad, involucrándose y responsabilizándose por realizar cambios concretos hacia el desarrollo de su comunidad, pero la meta es similar: que la gente llegue a ser capaz de reconocer y resolver sus propios problemas. Así, en la acción comunitaria de los espacios educativos el producto de la interacción puede conducir a diferentes salidas: De acuerdo a la fenomenología, y en congruencia a la hermenéutica, los sujetos pueden aceptar la posición dominante, expresando su resistencia. Pueden establecer consensos con diferentes puntos de vista coincidentes o divergentes compromisos entre posiciones opuestas y manifestar la resistencia.

PERSPECTIVA METODOLÓGICA

La perspectiva metodológica constituye el camino que sigue el investigador para el abordaje del objeto de investigación. A este respecto se hace de singular importancia que el investigador bajo una concepción teórica formule el plan para alcanzar los propósitos que se persiguen en la investigación. A este respecto en este aparte epistemológico se relaciona la postura epistemológica asumida, el método seguido en el proceso investigativo, así como los informantes claves y las técnicas e instrumentos para recabar información. A este respecto Morín (2002), indica la ciencia nueva que se está gestando es aquella que trabaja, negocia con lo incierto, impreciso, lo indeterminado, lo complejo. La ciencia post-moderna nace de su propia evolución como discontinúa, catastrófica, no rectificable, paradójica. La post-modernidad deja sin soporte el saber científico positivista que suponía que la naturaleza estaba escrita en lenguaje matemático y que intentaba un conocimiento coherente, autónomo y trascendente, apareciendo de esta forma el enfoque cualitativo de investigación, reclamando nuevos estilos y elementos de análisis para la investigación social.

A este respecto, la modalidad cualitativa de investigación, asumida en este estudio, es fenomenológica, por cuanto en la misma, tal como lo señala Rojas (2010), se presenta una aceptación de los fenómenos tal como son percibidos, experimentados y vividos por el hombre. Asimismo, este tipo de investigación es inductiva, estructuralista, subjetiva, orientada a procesos y propia de la antropología social. No es un bloque teórico. Privilegia al sujeto, al autor, al punto de vista de la totalidad frente a los universos de significativos, tratando de captar dentro de lo real toda la riqueza de la misma realidad. Dentro de las orientaciones metodológicas de la investigación cualitativa se orientó el abordaje al mundo de la fenomenología, la cual fue impulsada por Edmund Husserl (1913). Para Leal (2009), de acuerdo con esta corriente, el fenómeno es observado desde adentro del sujeto de estudio, se busca la esencia en su conciencia, es la vuelta al mundo vivido para buscar el significado del fenómeno.

Se reconoce que la fenomenología es a la vez una “filosofía y un método” y ambos conceptos pueden orientar esta investigación para responder las interrogantes acerca de los fenómenos experimentados por los trabajadores, considerado éste como una experiencia vital que forma parte de su cotidianidad. Es decir, se busca esclarecer dudas relacionadas con los fenómenos presentes en la conciencia de las personas, tal es el caso de la protección social del trabajador como parte de su experiencia humana y describirlos tal como fueron vividos por ellos, pues, es a través de esta experiencia es como se tiene la conciencia de ser en el mundo. En este sentido, para el desarrollo de la investigación se asumió el método hermenéutico, el cual para Martínez (2009), es aquella utilizada cuando la información que se recaba requiere de una continua interpretación o hermeneusis, como por ejemplo el “estudio del crimen organizado, de la dinámica del narcotráfico, del espionaje, de los sujetos paranoicos, etc., donde la información que se nos ofrece puede tratar expresamente de desorientar o engañar” (p. 145)

En cuanto a la interpretación como parte del proceso hermenéutico, no es un acto complementario ni posterior a la comprensión, sino que comprender es siempre interpretación y ésta es la forma explícita de la comprensión. Por consiguiente, según Rojas (2010), “la interpretación es una tarea de la comprensión vinculada intrínsecamente al simbolismo y dirigida a descifrar el sentido que la persona les da a sus vivencias. La interpretación se fundamenta en: evaluaciones, comprobaciones y observaciones guiadas por la lógica” (p. 88). En este sentido el nivel interpretativo se hace en base a la descripción particular dada por el sujeto, por lo que se sacará el máximo de las entrevistas para el ejercicio hermenéutico, cuya finalidad es guiar la lectura permitiendo la ubicación en el modelo o concepto que se pretende interpretar. Además, es definido como la etapa de la búsqueda sistemática y reflexiva de la información obtenida y constituye uno de los momentos más importantes de la investigación. La técnica a ser utilizada fue la entrevista en profundidad o enfocada, a través de encuentros previamente establecidos con los informantes; se grabaron sus respuestas y se registraron, mediante notas, aspectos relevantes que orientaron la constitución de los significados que los participantes del estudio aportaron con respecto al fenómeno, hasta saturar cada una de estas informaciones. Se buscó generar un diálogo intersubjetivo, cara a cara, buscando en las expresiones verbales y no verbales de los entrevistados, su visión sobre los tópicos tratados. Par el análisis de la información se utilizó el Método Comparativo Constante (MCC), de Glaser y Strauss (1967), el cual es un método que permite relacionar la información proporcionada por los informantes clave, con la teoría y las conceptualizaciones características de la problemática en estudio. A este respecto, el análisis de contenido a través del MCC, según los autores citados, se realizó de acuerdo a los pasos que se relacionan a continuación

Cuando se recogen datos sistemáticos sobre los múltiples problemas que aquejan a una sociedad (educación, trabajo, conducta política, población, vivienda, comunidad social, etc.) y se les ordena e interpreta siguiendo un método comparado, casi sin proponérselo el analista se asaltado por múltiples hipótesis, que enderezan y dan sentido a los datos recogidos. Esas hipótesis son primero impresiones generalizadoras, tendencias de secuencias reguladas, con la vocación de convertirse algunas en teorías más sólidas. Este proceso es largo, desde luego; se basa en una enorme acumulación de datos, a los que, por así decirlo, se les “sigue la pista” en sucesivas investigaciones. (p. 47)

Una vez realizadas las entrevistas se procedió a elaborar la categorización de la información, para lo cual se realizó una inmersión mental en el material primario recogido, que permitió una visión de conjunto para asegurar un adecuado proceso de categorización, pues categorizar o clasificar las partes, en relación con el todo, para Cortéz (2010), consiste en

La aparición de símbolos verbales (categorías) en nuestra conciencia, los cuales cristalizan o condensan el contenido de la vivencia, lo cual va a permitir describir categorías o clases significativas, de ir constantemente diseñando y rediseñando, integrando y reintegrando el todo y las partes, a medida que se revisa el material y va emergiendo el significado de cada sector, evento, hecho o dato (p. 33)

Posteriormente se procedió a realizar el proceso de triangulación, el cual según el autor referido “consiste en determinar ciertas intersecciones o coincidencias a partir de diferentes apreciaciones y fuentes informativas o varios puntos de vista de varios fenómenos” (p.42). Además, esta técnica permitió integrar y contrastar toda la información disponible para construir una visión global, exhaustiva y detallada de cada experiencia particular.

En el presente estudio para la aplicación de las entrevistas se seleccionarán como informantes clave dos (2), docentes universitarios del Área de Ciencias Económicas de la UNERG, dos (2) estudiantes, dos (2) productores agropecuarios y dos (2) líderes comunales que se desempeñan como voceros del comité de tierras de Consejos Comunales de Flores y de Los Bagres ubicados en el Municipio Juan Germán Roscio del Estado Guárico, esto con el propósito de obtener la información necesaria relacionada con la visión sobre la acción social universitaria en el contexto de las comunidades rurales, a fin de contrastar diferentes apreciaciones o puntos de vistas relacionados con este fenómeno.

En atención a ello, se estudiaron dos contextos el universitario y el contexto socio productivo rural en el cual se inserta la universidad a los fines de analizar las vivencias y experiencias que han tenido estos actores sociales (informantes claves) dirigidas al desarrollo rural socio productivo. Primeramente, se estudiará cuáles son los aportes, intervenciones de la universidad dirigidas al Desarrollo Humano integral en el contexto socio productivo, donde se desenvuelven las comunidades rurales, y las interpretaciones que poseen los estudiantes y los docentes sobre su propia participación y sobre la acción social que despliega la universidad en el ámbito rural. A este respecto, en cuanto a los productores agropecuarios y los líderes comunales, se buscó entender el escenario situacional de cada uno de ellos, a los fines de identificar las características propias de la participación de los mismos en el proceso productivo y cómo la acción social universitaria, en atención a sus vivencias e interpretaciones influye en el desarrollo socio productivo en el contexto rural. Los informantes claves fueron seleccionados de acuerdo a los siguientes criterios:

En lo que respecta a los docentes a) Que estuvieran participando como orientadores del proceso de cumplimiento del servicio comunitario del estudiante de educación universitaria b) Con experiencia de 2 a 3 años c) Que pertenecieran a cualquiera de los programas de estudio de la Universidad Rómulo Gallegos, por la cercanía del investigador a los informantes claves se seleccionó un (1) docente del Área de Ciencias Económicas y un (1) Docente de la Carrera de Ingeniería Agronómica. En cuanto a los estudiantes, los mismos fueron seleccionados tomando en consideración la cercanía de los mismos con el investigador y que al mismo tiempo que tuvieran experiencia en el abordaje comunitario en el ámbito rural. - Los productores agropecuarios, fueron seleccionados en función de las visitas que realiza la universidad a las zonas rurales y es por ello que se seleccionó a un productor agropecuario de Tiznados y a un productor agropecuario de la Comunidad de Los Bagres ubicado en el sector El Castrero del Municipio Juan Germán Roscio

del Estado Guárico. - Los líderes comunales fueron seleccionados en función de que fueran voceros del comité de tierras de Consejos Comunales, en cuyas comunidades estén ubicadas en el ámbito rural y en las que la Universidad ha realizado actividades de intervención comunitaria en función de la solución de problemas y necesidades sociales. Por lo que, se seleccionó la Comunidad de Los Bagres del Municipio Juan Germán Roscio y la Comunidad Totumo Marín II de San José de Tiznados. Es pertinente resaltar que los informantes claves fueron detectados en forma presencial por medio de conversaciones previas y en conversaciones como producto de la interacción comunitaria.

La triangulación como herramienta heurística, según Rojas (2010), remite a determinar las intersecciones que desembocan en coincidencias a partir de la óptica de los informantes en ese sentido tales coincidencias encontradas se entrecruzan con la teoría subyacente, así como los discursos de los entrevistados y sus interpretaciones. Por lo que, en esta investigación se utilizó en forma entrecruzada tanto la triangulación de datos como la triangulación de teorías, a los fines de explicar el fenómeno en estudio, y establecer las relaciones puntuales existentes entre los hechos y categorías encontradas. A los fines de evaluar la calidad científica de este estudio, se utilizaron los criterios que comúnmente se aplican para evaluar la calidad científica de un estudio cualitativo, los cuales, según Rojas (2010), son la credibilidad, la auditabilidad y la transferibilidad.

Resultados

De acuerdo a los propósitos planteados, surgen los siguientes resultados: se evidencia que la acción social universitaria estuvo enmarcada en tres aristas: la proyección social que tenga en el escenario comunitario y local, la universidad, la producción que genere la universidad para solventar problemas y necesidades del colectivo comunitario y las estrategias que aplique para afianzar y desarrollar las propuestas e ideas necesarias para solventar problemas y necesidades al interior de las mismas. En este sentido, se estableció que en el seno universitario la universidad realiza una planificación de actividades de extensión y de investigación universitaria dirigidas a la generación de proyectos de pertinencia social, así como también para proporcionar asesorías técnicas a los productores agropecuarios en materia no solamente agrícola, sino también proporciona asesoría y entrenamiento para el financiamiento socio productivo. Asimismo, se determinó que en el seno universitario, la participación estudiantil a través del cumplimiento del servicio comunitario, está generando propuestas e ideas que pueden ser utilizadas por la comunidad para solventar problemas y necesidades prioritarias La producción social universitaria, implica el compromiso no solamente de los estudiantes, sino también de los docentes y de los directivos universitarios para intervenir en el proceso de transformaciones.

necesarias para solventar problemas y satisfacer necesidades en el colectivo y es por ello que la aplicación de estrategias tales como la realización de diagnósticos en las comunidades, la formación para el emprendimiento socio productivo, y la realización de talleres sobre áreas puntuales para mejorar las competencias de los actores comunitarios en el contexto rural, son de singular importancia para transitar los caminos hacia el desarrollo rural integral.

REFLEXIONES COMUNITARIAS SURGIDAS

La educación constituye uno de los instrumentos más poderosos para generar transformaciones en la sociedad. Es por ello, que para que las instituciones universitarias puedan asumir su responsabilidad social primero, se debe modificar el pensamiento de los actores educativos de manera que puedan enfrentar la complejidad creciente, la rapidez de los cambios y lo imprevisible que caracteriza el mundo donde vivimos.

Ante ello, uno de los aspectos primordiales para fortalecer la labor educativa es la trabajar en conjunto, derribando las barreras entre las disciplinas, para la compresión del entramado social en el cual se está inmerso. Esto implica reformular las políticas y programas educativos, manteniendo la mirada fija hacia el largo plazo, hacia el mundo de las generaciones futuras frente a las cuales se tiene una enorme responsabilidad. En la actualidad se replantea el propósito de la educación desde una perspectiva más humana, la cual debe estar orientada a contribuir en el desarrollo humano integral de los actores involucrados en el proceso socio-educativo. Por lo que, para ello, la universidad a través de las actividades de docencia, investigación y extensión debe propiciar espacios de protagonismo en el seno comunitario para intervenir activamente en el desarrollo y crecimiento socio productivo tendiente a un desarrollo humano integral. En el contexto rural, la universidad tiene que buscar los caminos más idóneos para no solamente aumentar la calidad de vida de los pobladores comunitarios, sino también para crear condiciones para un desarrollo socio productivo necesario para el aseguramiento alimentario de la colectividad tanto a nivel local, regional y nacional con incidencia a nivel global. La nueva orientación de la educación, más que hacer énfasis sólo en contenidos académicos o en una transmisión rígida de saberes, debe centrarse más en el desarrollo integral del ser humano, en fomentar una formación humana integral, proporcionando la oportunidad de hacer de él una persona capaz, digna, crítica, libre, más participativa, que piense en desarrollar actividades en pro del desarrollo de las comunidades inmersas en su contexto vivencial.

Y es aquí donde la universidad juega un papel primordial, por cuanto a través de actividades de investigación y de extensión universitarias, con un trabajo conjunto entre todos los actores tanto universitarios como comunitarios, puede contribuir con sus saberes a la formulación de propuestas e ideas para solventar problemas y para satisfacer necesidades que se suscitan en el contexto comunitario. El propósito de la educación, desde la concepción humanista es el ser humano, por lo que se fortalecer la personalidad del educando, cuyo objetivo es que cada estudiante abandone las aulas, sintiéndose más digno y satisfecho. La educación como proceso integral refuerza el sentido de valoración personal, las capacidades individuales y la definición de contextos integrados, permitiendo nuevas posibilidades en cada quién y la oportunidad de descubrir recursos, alternativas, un mundo propio y personal, esto es que a través de la participación en la solución de problemas y necesidades comunitarias adquiera competencias para ser un buen ciudadano y para la convivencia en sociedad. Por lo que la educación bajo la concepción humanística tiene como objetivo fundamental, el fortalecimiento de la personalidad a través de la formación y desarrollo de los aspectos moral, intelectual y físico, entre otros, con el propósito de formar personas de alta calidad humana, capaces de elevar la calidad de vida del planeta en su conjunto.

A este respecto a la educación universitaria le corresponde la tarea de preparar el profesional que requiere la sociedad con los principios y valores universales que conlleven el desarrollo de sentimientos y actitudes positivas para un progreso conjunto de las personas y orientado hacia una formación humana integral, sino que también a la universidad se le impone la tarea de contribuir y participar activamente desde las aulas universitarias al desarrollo humano integral. La educación no debe ser enfocada sólo como una institución al servicio del aparato productivo por cuanto sus funciones rebasan con creces una mera funcionalidad económica, cumpliendo un papel estratégico en el logro de la identidad nacional, la integración social, la realización cultural individual y colectiva, así como el desarrollo de la personalidad y de actitudes y comportamientos clave para la paz y la convivencia social.

La educación es parte de un proceso socio-histórico complejo, continuo, contradictorio, por medio del cual, el ser humano de una manera integral e integrada, adquiere una visión del mundo y se capacita para actuar en él, transformándolo, de acuerdo con sus necesidades histórico-sociales y determinados patrones culturales. Este proceso se da por la interacción del ser humano con la naturaleza, la sociedad y la cultura de acuerdo con una determinada concepción del hombre, el mundo y la vida, y por la capacidad que posee para aprender y absorber conocimientos según su propia naturaleza.

Por consiguiente, el valor de la educación radica en la posibilidad que ella tiene de promover el desarrollo de capacidades, destrezas, habilidades, actitudes y valores en el ser humano y la sociedad, para promover el cambio social en sentido de mejoramiento. La investigación se presenta como una estrategia educativa para la creación de conocimiento sobre las instituciones, los grupos, las personas con la posibilidad de dar respuesta creativa y efectiva, oportuna a partir de sus relaciones sociales. De acuerdo con lo cual, los investigadores de lo social deben tener una visión amplia, flexible, holística, inclusiva, situada en un contexto social e histórico, a los fines de no solamente comprender e interpretar la realidad como totalidad orgánica en constante devenir, sino con la intencionalidad de transformarla sobre la base de la interacción dialógica, el consenso, la emancipación y el empoderamiento de los saberes y aceres para el cambio social.

En una sociedad caracterizada por ritmos de cambio muy diversos, emergen retos en la formación de los profesionales, sobre todo para las instancias formadoras de profesionales, quienes deben ser capaces de navegar en una era caracterizada por la incertidumbre y la complejidad social, económica, política y educativa; cuya mayor certeza es la permanencia que muestran los cambios de la realidad social. Por ello las organizaciones educativas efectivas requieren estar preparadas para responder a una multiplicidad de eventualidades y ser lo bastante flexibles para implementar nuevos direccionamientos, que conciban respuestas de calidad a las necesidades vinculadas a su entorno en un devenir incierto.

La educación superior del siglo XXI reclama una formación humanista en la que ubique a la persona humana como centro de sus preocupaciones, se enfaticen las semejanzas con las personas en vez de las diferencias, se abra la perspectiva hacia la pluralidad, se promueva el dominio del aprender a aprender, se favorezca el uso de la libertad responsable, se viva el compromiso solidario con los demás particularmente con los más necesitados y se desarrolle una consciencia ecológica que conduzca a la reconciliación de la persona con la naturaleza. Finalmente, el humanismo se convierte en un punto de convergencia de varias disciplinas, en donde se toma en consideración las teorías críticas y comunicativas, el avance científico y tecnológico, las concepciones ecológicas, enmarcadas en un contexto ético, para el abordaje de la realidad compleja en la que vivimos. En todos los frentes de desarrollo se deja sentir la necesidad de contribuir al surgimiento del ser humano acorde con el momento histórico y actor principal de su propio devenir.

Al analizar la realidad se trata de realizar un acercamiento a ella con la intención de develarla y conocerla para intentar mejorarla en determinados sentidos, de acuerdo a los elementos presentes en un momento y contexto específico, sin olvidar la naturaleza compleja de las interacciones que allí se dan. Esto implica plantearse aproximaciones sucesivas que permitan, de acuerdo a un conjunto de cualidades, recrear, reconstruir y repensar la realidad, la cual, en el ámbito educativo, se percibe salpicada de las subjetividades de los seres humanos, continuamente sumergidos en las complejidades propias de su naturaleza, lo cual se extrapola al continuo humano en su tránsito por el sendero de la vida.

Esto implica, que, a través de la investigación social realizada, el colectivo se nutre de competencias y dirige su propio proceso de resolución de problemas a través de la formulación de ideas y propuestas dirigidas al bienestar colectivo, significando esta situación que la investigación social se presenta como una herramienta para darle poder a las comunidades, esto es para empoderarlas, para participar activamente en su propio proceso de desarrollo comunitario. La educación, en la actualidad, juega un papel muy importante, por el hecho de que ella se presenta como alternativa válida para discernir la realidad en la que vivimos y actuar en consecuencia para realizar cambios y transformaciones sociales. Por lo que, uno de los desafíos más difíciles, que se le presenta al colectivo universitario, será el de modificar el pensamiento para enfrentar la complejidad creciente, la rapidez de los cambios y lo imprevisible que caracteriza nuestro mundo.

Es por ello que, todos los actores involucrados en el proceso de interaprendizaje deben ser cada día más receptivos a la necesidad de cambios en su formación y práctica educativa. Para que estos cambios se generen es indispensable repensar los paradigmas respecto a lo que es enseñar y aprender, respecto a los paradigmas para el abordaje de la realidad: de una concepción de la enseñanza y aprendizaje como transmisión de conocimientos, a otra en la cual el centro de interés de la docencia tenga como condiciones previas, de una concepción investigativa reduccionista a una concepción investigativa centrada en lo social. Desde esta nueva concepción socio-educativa, en el contexto universitario, los actores educativos deben darle apertura al trabajo conjunto entre disciplinas. Reflexionar sobre sus creencias pasadas y contrastarlas con las nuevas para flexibilizar las prácticas. Encontrar de esta forma alternativas inteligibles y útiles. De igual forma, se da la oportunidad de ver la conexión entre las nuevas creencias y la praxis anterior. En consecuencia, la educación se debe basar en la manera como el alumno se ve y siente el mundo a su alrededor. Desde esta nueva concepción educar es dialogar y el diálogo es un acto de amor, y el docente es un observador de procesos que no impone valores, sino que observa a sus alumnos a partir de sus expresiones, pensamientos, sentimientos, comportamientos e interacciones.

En atención a lo expuesto, a las instituciones universitarias especialmente en el contexto de las comunidades rurales, no les queda otro camino que el flexibilizar las prácticas educativas disciplinarias, a los fines de aceptar los métodos y técnicas de otras disciplinas que permitan la comprensión de una realidad tan compleja como lo es la rural, por cuanto la misma está cargada de un componente cultural sobre sus modos de ser, sus modos de producción, sus tradiciones y costumbres, sus problemas socio-económicos, su territorialidad, su sentido de identidad cultural y de pertenencia hacía lo propio y tradicional, aspectos éstos, que le dan a las comunidades rurales unas características que la perfilan como un colectivo social complejo, que amerita la utilización de diferentes disciplinas para pensar y abordar esta realidad social.

En definitiva, la colaboración activa de las instituciones universitarias para contribuir al desarrollo humano integral, se presenta como una preocupación ética para una educación de calidad, que exige el desarrollo de los valores desde la convivencia con las comunidades, como manera más coherente de darle significado al concepto de responsabilidad universitaria, bajo una cooperación que permita la armonización y cualificación de los contextos donde ésta se lleva a cabo. En consecuencia, éste se configura como el fin último de una educación que se defina como democrática, bajo una concepción socialista, siendo necesario que todas y todos se planteen y den respuesta a las demandas comunitarias que guíe los pasos hacia el bienestar colectivo, el crecimiento social, la calidad educativa y hacia una sociedad más humana.

Referencias

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Albornoz, E. (2008). Reflexión teórica compleja de la producción colectiva, desde el escenario universitario de la Universidad Nacional Experimental “Rómulo Gallegos. Tesis Doctoral. UNERG, San Juan de los Morros. Venezuela.

Chávez, G. (2003) Modelo Gerencial cooperativo para el fortalecimiento del proceso de participación social e identidad nacional. Propuesta para una Escuela Bolivariana. Trabajo Especial de Grado no publicado. Universidad Experimental Pedagógica Libertador. El Mácaro. Turmero, Estado Aragua.

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Morín, E. (2000). Los siete saberes necesarios a la Educación del futuro. Ediciones Fases UCV. IESAL –UNESCO. Caracas.

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Polo, M. (2006). Ley de servicio comunitario del estudiante de educación superior- Reflexiones desde el currículo. Extraído de Boletín Vicerrectorado UCV. (31/01/2006) (Documento en línea) Disponible: http://www.educredito.org.ve/detalle_noticia.asp?ID=23 (Consulta: 20011, junio 10).



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