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EDUCACIÓN RURAL BOYACENSE EN ÉPOCA DE PANDEMIA: UNA VISIÓN DESDE EL PENSAMIENTO COMPLEJO
RURAL EDUCATION IN BOYACA DURING A PANDEMIC TIME: A VIEW FROM COMPLEX THINKING
Societas. Revista de Ciencias Sociales y Humanísticas
Universidad de Panamá, Panamá
ISSN: 1560-0408
Periodicidad: Semestral
vol. 23, núm. 2, 2021
Recepción: 16 Abril 2021
Aprobación: 28 Mayo 2021
Resumen: La pandemia generada por el COVID-19 absorbe todos los aspectos de la existencia humana, el derecho y la libertad quedan relegados a la mera estancia de lo incierto, de lo irracional, de lo ilógico. La educación se convierte desde lo colectivo, en un reducto ser individual; el niño con ojos agazapados observa a lo lejos donde están sus sueños, donde están sus maestros, donde están sus amigos. Ello permitió reflexionar sobre lo que ha motivado a la Secretaría de Educación de Boyacá para rescatar en la adversidad una estrategia de estudio en casa para su población rural, que permita mantener en las niñas, niños y jóvenes el amor por la escuela. Bajo la tradición del pensamiento complejo de Edgar Morin y del enfoque cualitativo, se formuló una ruta de aproximación para comprender la educación rural desde un aislamiento preventivo obligatorio; realidad que somos, nos constituye, y posibilita una nueva manera de concebirla. Se aplicaron entrevistas a directores de instituciones educativas y estudiantes del sector rural, que fueron analizadas siguiendo la metódica del diálogo de saberes, en sus tres niveles: descripción, comprensión y explicación. Se parte entonces de un nuevo supuesto teórico, que invita a repensar el hecho escolar para mantener la motivación hacia el aprendizaje, fortalecer la participación de la familia y el reconocimiento de su entorno; con el firme propósito de generar en los estudiantes un aprendizaje significativo y la construcción de conocimiento autóctono, necesarios para la transformación de la educación rural, no sólo en tiempo de pandemia.
Palabras clave: pandemia COVID-19, educación rural, pensamiento complejo, diálogo, aprendizaje significativo.
Abstract: The pandemic generated by COVID-19 absorbs all aspects of human existence, law and freedom are relegated to the face of the uncertain, the irrational and the illogical. Education becomes from the collective, into an alone individual being the boy with squat eyes observes in the distance where his dreams are, where his teachers are, where his friends are. This allowed us to reflect on what has motivated the Secretary of Education of Boyacá to rescue a study strategy at home for its rural population, which allows the love of school to be maintained in girls, boys, and young people. Under Edgar Morin's tradition of complex thinking and qualitative approach, a methodological route was formulated to understand rural education from a necessary preventive isolation; reality that we are, constitutes us, and enables a new way of conceiving it. Some interviews were applied to principals of educational institutions and students from the rural sector, which were analyzed following the method of the dialogue of knowledge, at its three levels: description, understanding and explanation. It is relevant to say that we must be part of this new approach based on a new theoretical assumption, which invites us to rethink the school fact to maintain motivation towards learning, strengthen family participation and recognition of their environment; with the firm purpose of generating in students significant learning and the construction of original knowledge, necessary for the transformation of rural education, not only in times of a pandemic.
Keywords: COVID-19 pandemic, rural education, complex thinking, dialogue, meaningful learning.
Introducción
Finales de una década acontecida, donde vaivenes sociales, políticos y económicos eran lo que regía el mundo, se esperaba el comienzo de una nueva década con ansias, con anhelo, se esperaban grandes cambios que dinamizaran las diversas relaciones humanas, todos decían bienvenido 2020. América Latina alejada geográficamente de los países asiáticos, en su pensamiento no estaba el acecho de un mal, que uniría a todos bajo una misma orbita. Diciembre 2019, en China se reportan casos producto de un virus, que al transcurrir de los días se convirtió en un miedo caótico y muertes sin fronteras ¿era acaso el comienzo de una nueva guerra mundial? Dar respuesta a esa pregunta, sumergió a la población a un completo silencio.
Un enemigo invisible se propagaba[1] sin restricciones, al ritmo de la globalización, llamado por muchos el todopoderoso, como un Dios invisible omnipresente capaz de separar, dividir, aislar, todo lo contrario, al Dios de amor de muchos, exageradamente pequeño para acabar con algo preciado, la vida. Es así como la Organización Mundial de la Salud – OMS[2], en una fecha histórica para el mundo, 11 de marzo de 2020, declara el brote de enfermedad por Coronavirus - COVID-19 como una pandemia. A la velocidad de propagación y su escala de trasmisión, el organismo ya tenía reportado más de 125.000 casos de contagio en 118 países. Previendo para el momento que se podría multiplicar a 13 más, instando a todos los países a tomar acciones urgentes[3].
El mundo entero consternado, sumamente frágil, a expensa de un virus que colocó a puerta cerrada, donde el juego de las relaciones del mundo quedó sujeto a algo atroz. En palabras de Morin[4], por tanto, entramos en un cambio de paradigma simplificador a un paradigma nuevo, el de lo complejo, caracterizado por la conjunción, la irreductibilidad, la incertidumbre y la transdisciplinariedad, por tanto, lo complejo necesita del diálogo, del bucle interrumpido, de las actitudes complementarias, concurrentes y antagónicas.
Colombia, reporta el 6 de marzo de 2020 el primer caso de brote de enfermedad por Coronavirus - COVID-19[5]. Colocando al país en una situación de vulnerabilidad, que conllevó a reflexionar sobre el designio complejo de la sociedad colombiana. Se presentaba entonces, situaciones cargadas de imprecisión, contradicciones y ambigüedades. Era la hora de comprender que una de las virtudes del hombre es la de poder trabajar con lo insuficiente, lo impreciso, lo ambiguo, en ese afán, se debía reconocer fenómenos inexplicables, y prevalecer la libertad y la vida.
Bajo tales argumentos, el 16 de marzo de 2020, se marca un hito en la educación de Colombia, el presidente de la República de Colombia, Dr. Iván Duque Márquez, y su ministra de educación María Victoria Angulo anuncian el cierre de las aulas de clase de colegios y universidades en todo el territorio colombiano, para evitar contagios en masas de los niños y jóvenes, declarando desde ese momento un “aislamiento obligatorio”[6]. Lo anterior indica la manera como el Estado percibe y asume la educación en tiempos de pandemia, a sabiendas que existen contradicciones, interacciones, interrelaciones y que, frente a ello, se hace necesario definir como la educación aborda una política integral, que arrope la diversidad territorial del Estado.
Este artículo parte de la realidad de la educación rural, vista como sistema complejo, donde niños y jóvenes conviven diariamente en un contexto agrícola que le es ajeno toda dificultad de la ciudad, y más allá de estas fronteras todo aquello que pueda suceder fuera de ella. Es a partir del diálogo con actores de la educación rural en Boyacá, que se asume un proceso en el cual se interactúan dialécticamente sujeto-objeto con el fin de construir y reconstruir la realidad dentro de un proceso de auto-socio-eco-organización, pero en la incertidumbre que puede pasar mañana. En este sentido, se busca conocer la educación en casa desde una perspectiva de los rectores del departamento de Boyacá, como se ha manejado el currículo de la escuela rural en tiempos de pandemia y con mucha preeminencia darle sentido a las emociones de los directivos educadores rurales y a los niños, niñas y jóvenes, por ello, la pretensión es discutir las díadas de la experiencia educador y estudiantes en tiempos de pandemias, para hacer frente a lo que implica lo incierto que genera el nuevo coronavirus, inserto en la subjetividad del ser.
1. Educación en casa una perspectiva de los rectores del departamento de Boyacá
Enfrentar el estudio en casa sin tener todos los elementos no es tarea sencilla[7], organizar el trabajo educativo en la normalidad ha sido un gran reto de la educación, imaginarnos en un escenario de trabajo académico en casa, donde los modelos pedagógicos y didácticos están en crisis, es preciso replantear lo que hasta ahora ha sido ese gran reto. Frente a ello, la educación rural en los actuales momentos no puede constituirse como sistema cerrado, razón que requiere que las nuevas políticas se relacionen con el ambiente, donde la cosmovisión haga parte de esa nueva estructura de estudio en casa.
En este contexto, los movimientos y metodologías que se dan a nivel institucional antes de la pandemia llevan a reflexionar en aspectos como: “el proceso de enseñanza y aprendizaje de este trabajo académico en casa, hay que repensarlo porque los contextos rurales son diferentes de acuerdo a la residencia de los estudiantes, específicamente Boyacá tiene diferentes ruralidades. Por lo anterior, los profesores deben repensar el cómo van a evaluar, incluso iniciar de cero; porque es lo mismo cuando se inicia un proceso, se preguntan ¿Cómo se va a evaluar? ¿Cómo voy a hacer para saber si el estudiante aprendió o no aprendió?”[8] Es cuestión de repensar el proceso de enseñanza aprendizaje, teniendo en cuenta las nuevas circunstancias de aislamiento.
Todo ese proceso de enseñanza nos permite mirar en el sector rural, como hacen los educadores para poder orientar al estudiante que llega caminando desde lugares remotos, con diferentes circunstancias familiares, de allí que el educador debe ubicarse en un contexto rural para poder entender que es enseñar desde la distancia y que el estudiante pueda aprender en casa[9].
En esta labor educativa perfila un verdadero cambio en el proceso de enseñanza. Cuán importante es que la comunidad educativa formule los Proyectos Educativos Institucionales (PEI)[10] desde el hecho escolar, involucrando el entorno, la cultura y sobre todo la familia en el proceso de aprendizaje. Ver figura1
Así como la literatura ha surgido del cambio del sentimiento vital y el estilo de vida, así acompaña ahora este acontecimiento, refuerza y concreta por doquier la atención por la interiorización del hombre, fomenta la diferenciación creciente de las individualidades y exalta la alegre conciencia vital de un desarrollo espontaneo basado en la naturaleza del hombre[11].
En este sentido, hay que fortalecer la formación del educador, valorar realmente su capacidad y la experiencia, con el objetivo de crear nuevas estrategias didácticas y pedagógicas para el cambio de la trasformación de un sistema, por ello, es importante que los educadores piensen en común, en equipo y articulen las actividades institucionales, las actividades familiares como un conjunto de elementos que permitan el desarrollo de nuevas estrategias.
En momentos de aislamiento social, la creatividad debe imperar, los educadores rurales en plena conciencia de esa realidad, de su entorno, hacen énfasis en la construcción de un nuevo paradigma, basado en su propia idiosincrasia, el cual permita nuevas metodologías de trabajo, y que el niño o joven rural tenga la oportunidad de estudio. “La circunstancia de pandemia, nos llevó a repensar en estrategias que nos permitan llegar a la comunidad estudiantil; inicialmente se hizo un sondeo del número de estudiantes o población estudiantil rural, que podía tener medios de comunicación virtual, y bajo nuestra experiencia, sabíamos que iba a ser muy baja” [12]
Bajo estas consideraciones, se observa que los directivos educadores no estaban preparados para el proceso de estudio en casa generado por la pandemia del COVID -19, para ellos, es una situación adversa a la dinámica tradicional. Sin embargo, están consciente de la mera necesidad de que el sistema actual es deficiente, que necesita reinventarse, no sólo para dar respuesta al estudio en casa, sino para la construcción de un modelo propio, autóctono, que siente las bases de lo rural, de lo agrícola, y permita reducir brechas educativas: “el desafío de la educación rural es disminuir la brecha que tenemos entre la educación rural y la de la ciudad, existe una estigmatización que hemos venido rompiendo con fuerza, y es que se señala, que la educación del sector rural es mala y que el campesino es sucio, bruto y desaseado o sea, poco pensamiento, eso lo hemos ido tratando de superar, comenzando porque nuestros educadores y nuestros directivos educadores de las instituciones rurales, inclusive nuestros directivos de la Secretaría de Educación piensen que en el sector rural existe un gran potencial de educación, existe mucha capacidad intelectual para sacar adelante el país (…), ello ha conllevado a buscar, desde mi institución una marca o un nombre que establece “me siento orgulloso de ser campesino” “ soy estudiante rural y soy feliz” cosas así por el estilo es lo que queremos transmitir, generar impacto”[13]
Por otra parte, el diálogo entre rectores permitió centrarnos en la discusión de la metodología de Escuela Nueva[14], la cual se ha venido trabajando como modelo para la educación rural “se ha tenido dificultades, ya que los estudiantes estaban acostumbrados a trabajar con guías, y el educador era todo en aula, lo que produjo que el estudiante no tuviera un rol activo en su formación”[15].
Todo ese proceso de enseñanza permite mirar el oficio del educador; como orienta al estudiante que habita en la ruralidad boyacense, con diferentes circunstancias familiares; de allí que el educador debe ubicarse en el contexto para comprender que es enseñar desde la distancia y que el estudiante pueda aprender en casa. En este escenario, el directivo docente plantea: “el proceso de enseñanza aprendizaje para nosotros como institución educativa debe ser modificado, inclusive, porque no sabemos que puede venir, que puede estar pasando; se preguntan los padres de familia qué va a pasar y cómo va a calificar el educador; es informarle de todos estos procesos al consejo académico, al consejo de padre de familia, al consejo estudiantil y diseñar desde las perspectivas de cada uno las nuevas estrategias pedagógicas que se articulen con la propuesta de estudio en casa”[16].
La relación es compleja, complementaria, concurrente y antagónica, la cual nos remite a un bucle constructivo de conocimiento, ello significa, que no existe un nivel que solo genere conocimiento con tan solo la explicación de la ciencia o de los órganos que la regula, sino que debe existir la situación humana que implique subjetividad y afectividad, para así llegar a una verdadera transformación de la educación. Es allí, que “se han creado estrategias, cursos, charlas, conferencias, foros para la comunidad educativa, no obstante, en la misma complejidad del sistema hay situaciones que se cruzan y es imposible cubrir profundamente los campos en la educación”[17].
Visto hasta aquí, la perspectiva de los rectores del sector rural en Boyacá, se dirige ahora al propósito de aportar hacia la construcción de comunidades educativas autónomas, que concibe a la educación como un proceso permanente con atributos propios desde lo social y lo individual: como proceso social hace referencia a la condición histórica de lo educativo y por lo tanto a su carácter complejo y en lo individual, hace referencia que lo educativo genere al interior de cada sujeto, una forma autónoma y tolerante, siempre en actitud de búsqueda, en medio del conflicto consigo mismo y con el medio social y natural. Ver figura2
De esto se infiere que, la transformación de la educación rural para superar la crisis de la pandemia y brindar herramientas cónsonas a la sociedad actual, debe estar fundamentalmente basada en:
La creación de nueva ciudadanía, cohesión comunitaria, difusión de valores pro-sociales, preservación de identidades locales y nacionales, desarrollo y protección colectiva frente al mercado, autoconciencia de derechos humanos y del cuidado medio ambiental[18].
Finalmente, toda acción que ejecute el Estado ha de estar orientada no solo a lograr su supremacía en el poder, sino que internamente es necesario evaluar y profundizar en aquellos elementos que solidifiquen una nueva ciudadanía a partir de la educación. No obstante, desde una visión crítica, se busca reflexionar sobre las prácticas de la nueva educación rural; por una parte, se busca el significado, de cómo la educación debe conducir a una sociedad para la modernización, resignificando la concepción del medio rural como componente básico de la estructura social, el cual debe dotársele de los servicios y de oportunidades para que la vida de las personas en él sea más atractiva, partiendo de la tecnificación de la producción y mercadeo agropecuario, y una sociedad para la modernidad por medio de comunidades más democráticas y tolerantes. Solo así se alcanzaría el ideal del aprender a hacer, aprender a ser, aprender a convivir y aprender a pensar.
2. Orientaciones Metodológicas
El paradigma de la complejidad da cuenta de una investigación emergente, abierta, y flexible, e invita a reflexionar sobre el diseño y el designio complejo, incitando a reintegrar al hombre entre los otros seres naturales para distinguirlo no para reducirlo, haciendo necesario la reorganización interrelacionada de la ciencia, bajo el enfoque cualitativo, que estudia especialmente los significados de las acciones humanas y la vida social. El interés de la investigación se centra en el descubrimiento del conocimiento, a partir de la realidad generada por la pandemia del COVID-19, en la educación rural boyacense. Apoyado en contacto directo con la situación de vida de directivos educadores y estudiantes, para observar el reflejo de la vida diaria de estos con una visión humanista[19]. Con una construcción de diálogo de saberes se desarrolló durante 15 encuentros virtuales, la comprensión y explicación de una realidad marcada por un aislamiento preventivo obligatorio que induce el estudio en casa, para ello se contó con 15 directivos educadores de instituciones educativas rurales del departamento de Boyacá, 3 estudiantes de instituciones educativas rurales y la participación del secretario de Educación del Departamento de Boyacá. A partir de cada conversatorio planificado, se describieron, comprendieron y explicaron desde una perspectiva crítica, la educación rural boyacense en época de pandemia, lo que permitió, la apertura para un bucle constructivo de conocimiento. Finalmente, en la aplicación de la técnica diálogo de saberes, se valoró el respeto, sin tomar la verdad ajena como suya, en término de saberes que se debe aprender y aprehender uno de los otros.
3. El currículo de la escuela rural en tiempos de pandemia
La realidad educativa rural requiere más apoyo y flexibilidad en cuanto al currículo, con el fin de fortalecer la educación y compensar la vulnerabilidad a la que están sometidos los niños del sector rural [20]. En estos momentos de pandemia hablar currículo, es hablar de algo dinámico, cambiante, flexible, sin embargo, en esta etapa se debe transversalizar “es poder hacer uso de elementos transversales para no saturar los estudiantes”[21], razón por la cual los currículos realmente deben satisfacer la demanda educativa, según el contexto, con el fin de brindar herramientas necesarias tanto a educadores, estudiantes, y padres de familia.
En Colombia ni en ningún país del mundo estaba preparado para afrontar una situación así, dejar a los niños y jóvenes del campo en un aislamiento social, que conllevó al estudio en casa, ha permitido reconocer las falencias del sistema de educación rural, cambiar las guías tradicionales, por el manejo de las tecnologías, ha sido cuesta arriba, ya que esas herramientas no eran utilizadas en la escuela; “no sabíamos cómo utilizar de pronto estas herramientas de reuniones virtuales y nos ha tocado ponernos a aprender para poder ver de una manera, sortear esos procesos que se necesitan en esta situación”[22]
(…) prácticamente yo veía que las guías estaban desarticuladas, cada educador preparaba sus guías de acuerdo con el plan de estudio que tuvieran, de acuerdo con sus planes de aula, descontextualizadas; y entonces lo que hicimos fue replantear y ajustarlas al contexto, tratando de que todas se articulen hacia un mismo objetivo[23].
Para que el proceso se pueda llevar a cabo, el currículum del sector rural debe ser único, y que, al pasar estas circunstancias (…) se debe continuar en ese cambio, en esa dinámica, acoplarse para llegar realmente a la población que nosotros necesitamos[24].
La historia ha mostrado como ha sido de complejo y difícil las reformas educativas que en materia de educación se han implementado, en una clara distinción del currículo, se observa que no existe una relación entre el contexto y la realidad sujeta al sistema educativo rural, se deslinda de estas las condiciones económicas, sociales, culturales y de idiosincrasia, que arrojan de manera súbita la separación de lo rural y lo urbano[25]. Al contrario de ello, algunos consideran que:
En la actualización del currículo, se ha pensado en la modernidad de la educación, entendiendo que trabajamos en un sector rural, en el que queremos estar a la vanguardia de la metodología de los temas de educación, por ello necesitamos fortalecer un currículum flexible, que ya lo veníamos trabajando, las paredes del colegio no son las que enseñan, hemos venido trabajando proyectos de la comunidad, dentro del contexto, recorriendo los sucesos de nuestros estudiantes, reconociendo la problemática y sus soluciones, desde la elaboración de proyectos para una educación productiva, que permita trabajar la investigación para el campo, esto solo ha sido una ampliación de currículo, ya lo teníamos pensado y lo estamos trabajando, no necesitamos modificarlo, sentimos inclusive que este cambio que hicimos fue preciso para este momento[26].
Los elementos están presentes, pero cada quién trabajando por su cuenta, de forma aislada. Esas partes que constituyen un todo todavía no internalizan la potencialidad del trabajo en equipo, que redunde en la mejora de la educación rural. Teniendo en cuenta lo anterior, Habermas cita a Horkheimer, Adorno, y a Marcuse, cuando interpretan a Marx desde la perspectiva weberiana;
Bajo el signo de una razón instrumental autonomizada, la racionalidad de la dominación de la naturaleza se amalgama con la irracionalidad de la dominación de unas clases sobre otras, las fuerzas productivas desencadenadas operan la estabilización de unas relaciones de producción alienadas[27]
Los sistemas estructurales basados en una filosofía de política educativa, aún no se encaminan hacia el desarrollo de una educación rural. La realidad de la educación rural a la que hoy se enfrentan es muy distinta de la conocida hasta ahora. Se piensa que solo se debe planificar, gestionar, optimizar y predecir situaciones, pero es tiempo de gestionar con valores en los intereses técnico y práctico, para verdaderamente alcanzar los objetivos que se persiguen. Por tanto, la tarea de la reflexión crítica no versa sólo en comprender los cambios, desde su evolución histórica, sino mucho más de ello, es captar el concepto del hecho mismo, en su evolución y con ello en su relatividad[28].
Se requiere de una renovación del currículo, del visón del educador, del rector, del orientador, y de todo el equipo de trabajo, cuanto nos ha hecho falta el haber dinamizado los procesos desde años anteriores y ya en este momento que estamos pasando lo del distanciamiento y dificultad nos damos cuenta de los grandes vacíos que nos ha dejado no haber hecho los cambios necesarios, entonces, definitivamente se hace fundamental la renovación curricular en la institución educativa[29]
Obvio que se ha tratado de hacer un ejercicio de activación del Gobierno Escolar para adelantar estos procesos, pero ahora en este distanciamiento es mucho más difícil dinamizarlo, es más difícil minimizar los procesos pedagógicos pero en medio de la dificultad puede ser sin lugar a dudas una gran oportunidad para el aprendizaje y más el hecho que algunos educadores rurales no hacían uso de las tecnologías digítales, por ejemplo, recientemente una educadora me comentó “Rector ya hice la primera reunión virtual con mis estudiantes”, el hecho de escucharla generó gran satisfacción, ya que ella no se atrevía ni a encender un computador, eso es una ganancia inmensa en medio de la dificultad, es un aprendizaje para todos. El uso pedagógico de estos recursos sin duda alguna va a favorecer la renovación curricular[30].
Es importante destacar entonces, que, si se deja a un lado la atención de la educación en el campo colombiano, si no se producen transformaciones profundas, las dinámicas de transformaciones sociales aupadas por las grandes crisis mundiales, como la que se está viviendo actualmente con la pandemia del COVID-19, va a causar efectos colaterales como la deserción escolar, es por ello, que se deben desarrollar modelos flexibles de educación propios de su contexto. Por lo que Max-Neef, plantea; No hace falta decir que ya es tiempo de que este sistema sufra una reconceptualización radical, para colmar las demandas y exigencias de la realidad actual, de nuestro mundo (…) Es preciso mejorar la formación de educadores y la capacitación de promotores del desarrollo para que sea consistente con los objetivos de la autodependencia. La satisfacción de las necesidades humanas y la participación comunitaria[31].
4. Perspectiva de la educación rural, un sentido desde la distancia
Desde la perspectiva del desarrollo humano, la educación debe entenderse como la planeación, la organización y la ejecución de políticas integrales y participativas de distinta índole, cuyo fin no sea sólo de alcanzar una educación de calidad, sino contribuir al fortalecimiento de una educación sostenible. En este sentido, Morin[32] (1986) profundiza en la relación orden- desorden para lograr la organización del universo, es decir, la complejidad se caracteriza por la agitación, encuentros al azar, el mundo se organiza desintegrándose, concluyéndose así que gracias a fenómenos desordenados podemos llegar a la organización y por supuesto al incremento del orden. Por lo que, el orden biológico es un orden más desarrollado que el orden físico, debido a que los seres vivos tienen la capacidad de renovarse y tolerar el desorden más que el mundo de la física.
Es así que, sumergirnos en el mundo de la complejidad es asumir las contradicciones, es aceptar que cada situación tiene su opuesto, pero la idea no es dividirlo sino integrarlo para llegar a la auto organización en donde cada sistema crea sus propios determinantes y sus propias finalidades, en esta reflexión se evidencia la importancia del ser sujeto que no es más que ponerse en el centro de su propio mundo y por supuesto darle la misma importancia al resto de las personas, es decir nuestros padres, nuestros hijos, nuestros conciudadanos.
Es así como, en el diálogo con cada directivo docente, se encuentran elementos de reflexión crítica, que permite adentrarse en un mundo complejo, que busca la posibilidad de contribuir para mejorar su entorno, sus instituciones, su vida, mejorar la educación rural.
Cambios… en la educación rural se debe aprovechar el talento de los educadores, y para reforzar debe existir capacitación en metodología de educación rural. Se tenía metodologías a través del programa educación rural como: Post primaria, Telesecundaria, Escuela Nueva, pero estas poco a poco se han ido dejando atrás. ¿Por qué ha pasado esto? Porque se limitan a las guías, los materiales, también limitan las herramientas de los educadores para actuar en educación rural. De allí debe partir el cambio. Se debe fortalecer estas metodologías, que el material que se entrega en cada programa también debe hacer parte del cambio; el educador estaba ahí sin acompañamiento, porque este material ya venía prácticamente elaborado para un proceso, y la educación rural siempre tiene que enfocarse en nuevas metodologías de aprendizaje, y en estos tiempos más, el mundo ha cambiado, y con ello la educación. La conectividad, algo esencial, hay escuelas que aún no tienen el acceso de internet, que no tienen un computador, se sigue enseñando de la manera más tradicional. Entonces, en mirar como nosotros más que todo podemos hacer esa red de trabajo a través de los diferentes medios, pero teniendo conectividad, elemento importante para la educación, ¿sabemos que si no hubiese sido con esta conectividad como estaríamos en este momento? Como nos estaríamos conectando, sería un poquito difícil[33].
Se concibe que, ser sujeto es ser autónomo, algo complejo porque depende de condiciones culturales y sociales, Morin (1977), plantea, para ser nosotros mismos nos hace falta aprender un lenguaje, una cultura, un saber y hace falta que esa cultura sea suficientemente variada como para que podamos ser nosotros mismos, elegir dentro del sentido de ideas existentes y reflexionar de manera autónoma. Al respecto, es a partir del pensamiento complejo que se busca un pensamiento capaz de religar, de juntar, de organizar. Tener sentido de complejidad es tener sentido de solidaridad y sobre todo carácter multidimensional de toda realidad, siendo este el punto de encuentro entre la complejidad y la completud, debido a que la realidad no compleja parcializa el ser y en ello, el conocimiento, es decir, debemos tener presente y comprender que nunca podremos escapar de la incertidumbre y por supuesto que jamás podremos tener un saber total, al igual que la complicación es un constituyente de la complejidad. En suma, complejo -complexus- en este sentido, es lo que está tejido en común, lo imbricado, lo relacional, lo contextual.
En virtud de lo planteado, se observa en los directivos docentes una clara preocupación por la educación rural, por las debilidades que pudiesen existir dentro del mismo sistema, es necesario que toda la comunidad educativa, así como las instituciones u organizaciones, participen de una manera coordinada en la promoción de sus políticas, lo cual corresponde a una visión de juego, donde cada participante tiene sus propias reglas.
Debe existir una mayor atención por parte de la Gobernación de Boyacá, la Secretaría de Educación o el discurso, me siento feliz pero cuando voy a la realidad es otra cosa, no tanto porque sean limitaciones de Internet, limitaciones de servicios públicos, de acceso a las instituciones y/o a las sedes educativas, todo ello es complejo y crítico. El cambio debe partir por unas aristas fundamentales: el sector rural implica corazón, implica ganas, implica ser deseo de servicio al prójimo; si no se tiene ese deseo de servicio al prójimo absténgase compañero educador en ir a recibir a un grupo de estudiantes[34].
La educación rural, como bien público, es una responsabilidad primaria del Estado, aunque los entes que la conforman en su conjunto, deben ser incluidos en una perspectiva holística que permita analizar la problemática que vive cada institución educativa del sector rural en Boyacá de manera integral, es por ello, que lograr satisfacer esta expectativa social, requiere una clara voluntad política de parte de los tomadores de decisión, como hecho sistémico y complejo, de no ser así la sociedad, permanecerá fragmentada, sin lograr los cambios que aspira.
Lo primero a cambiar es que desde la escuela se mire el campo, eso es fundamental, que la educación rural no se aleje de las políticas agrarias que existen. Y esto no quiere decir, que sólo se debe darse el aspecto agrícola, ello debe ir combinado con la masificación del internet. Pero hay que tener en cuenta, que no sólo es regalar tres computadores y aplaudir, salir en la fótico y todo bonito. Todo debe estar encaminado a que haya una masificación, que cuando usted llegue y, de verdad exista un cambio de la calidad de vida de los niños rurales, y no sólo los de Boyacá, sino en toda la sociedad colombiana, porque todos los productos que se cosechen sean bajo nuevas tecnologías, y en realidad esto redunde en el campo y tengan una casa bonita, que vivan cómodo, se sienta bien por ser campesino y tenga las mismas oportunidades que ser de la ciudad[35].
El momento histórico por el cual atraviesa Colombia hace necesario y urgente la revisión de la educación rural y de sus condiciones de funcionamiento. En la compleja realidad colombiana, debe existir un alto compromiso de educadores rurales para cumplir el estudio en casa de los niños y jóvenes rurales, brindarles mayor atención a las necesidades, que de esta situación se ha generado, por lo que se debe partir de sus necesidades agrícolas-pecuarias, la cultura, las condiciones económicas y la situación social por la que cada comunidad rural enfrenta. Como lo señala Parra Sandoval:
La escuela rural se transforma en un elemento de modernización en cuanto es portadora de una manera de pensar que encarna la visión del mundo, las formas de pensamiento propias de la concepción modernizantes, la política educativa del Estado, la producción industrial, los cambios en la organización familiar, la ciencia y la tecnología, y sobre todo la ampliación de la visión del mundo que transforma la noción de comunidad en la que vive el campesino. La escuela rural se convierte en vehículo homogeneizador de la cultura rural, al súper imponer a la forma de vida existente en el campo la visión de lo moderno a través de su modo de pensamiento, que es más abstracto, que representa el pensamiento científico y racional del cual es portadora[36].
Como lo establece Lacki[37], “el paso por la escuela rural se constituye para la mayoría de las familias rurales en la única oportunidad en sus vidas de lograr el dominio de las competencias que les permitirían eliminar las principales causas internas del subdesarrollo rural”. Dicho de otra manera, los planes y proyectos educativos, desde la experiencia de la educación rural, deben comprometerse y enmarcarse, desde la experiencia. Basados en el principio, de que el desarrollo de la experiencia es producto de la interacción, bajo la premisa que la educación es en principio un proceso social. Por lo que los individuos forman un grupo comunitario. Al significar la experiencia de la educación rural, desde los elementos comunes referidos a su clase o naturaleza, se visualiza el problema de conexión que existe dentro de la experiencia entre los logros del pasado y las cuestiones del presente. Frente a esta realidad, se busca determinar cómo el conocimiento del pasado se traduce en un instrumento para encarar eficazmente el futuro.
En este sentido, para llevar a cabo las transformaciones educativas se debe responder a las características y conocimientos propios del medio. Lo dicho hasta aquí supone que, reconstruir la historia de la educación rural amerita tomar conciencia de las voces que de ella han hecho parte, es hacer luz de su trabajo, para que de ella se pueda tejer un concepto de educación rural, con miras a transformar las prácticas educativas que hasta ahora no le han permitido perfilarse como una educación rural de calidad.
Estos momentos de distanciamiento social, al educador le ha tocado aprender a comunicarse con sus estudiantes a través de medios tecnológicos, a diferencia del educador en el aula, allí no hay una manera de relación con herramientas tecnológicas. Una crítica que se haría de la educación es que nos hace falta el apoyo real del Estado, del gobierno (…)La educación ha sido siempre la Cenicienta y justamente ahorita nos damos cuenta, ejemplo: nos envían una encuesta a todos los rectores preguntando como se encuentra la infraestructura tecnológica, para evaluar la posibilidad de que los estudiantes de Once puedan presentar la prueba Saber[38], en este caso hay que ser muy franco: “no tenemos la capacidad para hacer eso” entonces, allí se nota el abandono del gobierno en la conectividad de las instituciones educativas que se supone que el Ministerio de Educación y el Ministerio de las Tecnología de la Información y la Comunicación, las escuelas rurales deberían tener grandes plataformas de internet en la zona, y los chicos desde hace años hubieran podido contar con buenas plataformas, con buena conectividad y buenos equipos pero… en una población estudiantil de 249 estudiantes, sólo se cuenta con solo 13 computadores para facilitar el aprendizaje en este proceso de aislamiento. Y esto es la realidad de la institución en la cual me encuentro, imagínese qué pasa en una institución más grande cuando hay 2000 estudiantes, cuando sólo pueden facilitar máximo 200 computadores es así como estamos en la educación de Boyacá, de Colombia realmente se requiere mayor mirada o que se creen políticas que favorezcan el sector educativo porque las escuelas de por sí ya están muy limitadas[39].
De esa manera, pensar en la pertinencia de una educación rural, permite reflexionar sobre el asunto estructural de la democracia y la construcción de sentidos colectivos, ya que no pueden ser completas las transformaciones educativas y pedagógicas, sino existe una coherencia con la identidad, las formas y los procesos culturales, como lo señalaba Manfred Max-Neef:
Solo podemos pretender comprender aquello de los que somos capaces de formar parte, aquello con lo cual somos capaces de integrarnos, aquellos que somos capaces de penetrar en profundidad, de ahí que entonces difícilmente podremos comprender un mundo del que, para estudiarlo, nos hemos separado a propósito. Entonces es un mundo, sobre el cual podremos acumular conocimiento, porque no podemos comprender[40].
Bajo estas pretensiones, se erige diáfanamente, la posibilidad de alcanzar una construcción social desde el diálogo con los estudiantes, con el firme propósito de lograr entre todos, entender la educación rural boyacense en época de pandemia. El sentir de estar lejos de todo lo que conforma el hecho escolar, cuando se le pregunta ¿Recordando las actividades que realizabas en tú colegio cual es la que extrañas más?
Lo que más extraño de la escuela es la convivencia con mis compañeros, hablar con ellos y comunicarme con los profesores[41].
Lo que más se extraña de la escuela es la socialización con las personas, con los compañeros. Y aprender como en compañía de ellos porque ya somos una familia[42].
Lo que más extraño de las actividades es que podíamos estar allí y que intentábamos de que fueran dinámicas, de que estuviéramos todos unidos, de que, si un compañero no entendió, el profesor le explicaba, también el recreo cuando compartíamos es algo que uno extraña demasiado[43].
Tales aseveraciones, se sustentan bajo una orientación axiológica, considerada de manera expresa en la educación, desde una visión compleja, la cual pasa por los valores y creencias colectivas e individuales, por lo que hace mayor énfasis los valores de convivencia, comunicación, socialización y entendimiento, expresados en la realidad intersubjetiva de cada estudiante, descritos con base a la colectivización de la educación rural. Estos aspectos, se consideran desde la perspectiva de la complejidad, explícitamente humanista, los cuales buscan el diálogo, la reflexión, la tolerancia, la comprensión entre los saberes, entre los seres humanos y entre éstos y el entorno. Se resume entonces, que la representación es comprehensiva, procura un conocimiento en el acto mismo que hace surgir una analogía del fenómeno percibido, siendo este el modo fundamental de conocimiento para cualquier situación humana.
Conclusiones
La importancia de esta visión compleja de la educación rural boyacense en época de pandemia radica en su permanente capacidad de autocriticarse y ajustarse a la realidad cambiante del manejo de fuerzas sociales divergentes para abordar la complejidad, la incertidumbre y el conflicto. Por tanto, esta capacidad de adaptación continua constituye una de las características que mejor definen esta visión.
De allí que, los modelos educativos propios refieren una visión del cambio en la educación rural, que no sólo es para la educación en tiempo de pandemia, sino desde un análisis continuo de las diferencias entre las estrategias definidas y los avances o retrocesos que la educación muestra en la realidad, respecto a los estados futuros deseados. En este sentido, debe ser vista como una constate del cambio e implica hacer el seguimiento y la retroalimentación de la estrategia en la práctica. Se trata entonces de un cambio orientado por la exploración del contexto (oportunidades) y el proceso de aprendizaje continuo.
En conclusión, el accionar del proceso de educación rural, como sistema dialógico individuo-especie-sociedad, tendrá impacto sobre la base del comportamiento de personas que interactúan, ejecutan prácticas y les dan significados según sus tradiciones, ya que nada funciona en el vacío, por tanto, las transformaciones dependerán del modo como se manejen las relaciones, recomponiéndose constantemente en la medida en que las realidades de su entorno cambian.
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Notas
El Proyecto Educativo Institucional (PEI) es el enunciado general que concreta la misión y la enlaza con el plan de desarrollo institucional; es decir, enuncia los planos fundamentales de acción institucional a través de los que se realiza la misión y se le da sentido a la planeación a corto, mediano y largo plazo. Estos planos de acción institucional son la investigación, la docencia, la comunidad educativa y el servicio a la comunidad. (Tomado de Jorge Enrique Márquez. Herramienta de Gestión Educativa. 2010)