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Evaluación de las condiciones laborales de los egresados de Carreras Técnicas Universitarias en Tela, Atlántida, Honduras)
Oger Roberto Marín González
Oger Roberto Marín González
Evaluación de las condiciones laborales de los egresados de Carreras Técnicas Universitarias en Tela, Atlántida, Honduras)
Economía y Administración, vol. 11, núm. 2, 2020
Universidad Nacional Autónoma de Honduras
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Resumen: El presente trabajo pretende evaluar las condiciones laborales de los egresados de carreras técnicas universitarias en Tela, Atlántida, Honduras y la relación que existe entre la condición laboral, la pobreza objetiva y la pobreza subjetiva. Esta investigación tiene un enfoque mixto ya que se hacen análisis de datos cuantitativos y cualitativos, el trabajo es de tipo exploratorio. Por otra parte, se hace uso del paquete estadístico SPSS para el cálculo de coeficientes de correlación entre las variables, los datos fueron obtenidos mediante la aplicación de una encuesta estructurada a través de la plataforma de Google Docs. El estudio concluye que las carreras técnicas universitarias en Tela han contribuido a mejorar el acceso al mercado laboral de los egresados, pero no influye en la mejora de la calidad de dichos empleos. Por otra parte, la pobreza subjetiva muestra menores niveles en comparación con la pobreza objetiva, el hecho de poseer un empleo influye en la percepción de la pobreza en los egresados de carreras técnicas universitarias en Tela.

Palabras clave: condiciones laborales, pobreza, Honduras.

Abstract: The present work tries to evaluate the labour conditions of the graduates of university technical careers in Tela, Atlántida, Honduras and the relationship between labour conditions, the objective poverty and the subjective poverty. This research has a mixed approach because quantitative and qualitative data analysis are carried out; the work is exploratory. On the other hand, the SPSS statistical package is used to calculate correlation coefficients between variables; the data was obtained by applying a structured survey through the Google Docs platform. The study concludes that technical university careers in Tela have contributed to improving the access to the labour market for graduates but, it does not influence the improvement of the quality of said jobs; on the other hand, subjective poverty shows lower levels compared to objective poverty; The fact of having a job influences the perception of poverty in graduates of technical university careers in Tela.

Keywords: labour conditions, poverty, Honduras.

Carátula del artículo

Evaluación de las condiciones laborales de los egresados de Carreras Técnicas Universitarias en Tela, Atlántida, Honduras)

Oger Roberto Marín González
Universidad Nacional Autónoma de Honduras, Honduras
Economía y Administración
Universidad Nacional Autónoma de Honduras, Honduras
ISSN: 2219-6722
Periodicidad: Anual
vol. 11, núm. 2, 2020

Recepción: 13 Julio 2020

Aprobación: 21 Noviembre 2020


1. INTRODUCCIÓN

En un país con altos niveles de pobreza y desigualdad es muy importante analizar la estructura, el funcionamiento y la dinámica del mercado laboral para conocer la relación que existe entre este y los problemas socioeconómicos de la población. Honduras se caracteriza por altos y persistentes niveles de pobreza y desigualdad, a pesar de que en las últimas décadas la economía ha venido creciendo a una tasa promedio anual superior al 3% (Banco Central de Honduras, 2019). Los estudios han demostrado que el mercado laboral juega un papel muy importante en la distribución de los beneficios del crecimiento económico, la reducción de la pobreza y las desigualdades económicas. Por lo general, cuando el crecimiento económico no se traduce en una mejora en el bienestar general de la población es porque hay fallas en el mercado laboral (World Bank, 1990).

Este trabajo pretende evaluar las condiciones laborales con las cuales se enfrentan los egresados de carreras técnicas universitarias en la ciudad de Tela en Honduras. De acuerdo con la teoría económica, la educación juega un rol muy importante en el éxito laboral de las personas, la Teoría del Capital Humano afirma que el desempeño del mercado laboral se puede explicar con el retorno de la inversión en educación, habilidades y experiencia laboral (Flinn & Mullins, 2015). Igualmente, se ha llegado a la conclusión que la educación es muy importante al inicio de la carrera laboral de los jóvenes debido a que estos, por lo general, carecen de experiencia laboral (Banco Interamericano de Desarrollo, 2018).

Asimismo, el trabajo pretende conocer si existe relación entre las condiciones laborales de los egresados de carreras técnicas universitarias en Tela, Honduras y los niveles de pobreza objetiva y subjetiva. Para analizar la relación entre variables se hace uso de los coeficientes de correlación de Spearman y Kendall, ya que la muestra analizada es mayor a 50 sujetos (Canavos, 1988).

En Honduras se han realizado muchos trabajos de investigación sobre el mercado laboral, pero existe un gran vacío en trabajos realizados en sectores específicos de la sociedad hondureña. Por lo general, hacen análisis de carácter nacional y se dejan a un lado las diferencias que existen entre los municipios. Con este trabajo se pretende reducir dicha brecha y aportar evidencia empírica sobre un colectivo y una ciudad sobre los cuales no se ha escrito nada parecido (Universidad Nacional Autónoma de Honduras , 2018).

Para el desarrollo de la presente investigación se obtuvieron datos de dos fuentes. Por una parte, se obtuvieron datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística de Honduras (INE) encontrando la limitante de ser datos con cifras a nivel nacionales o regionales careciendo de una descomposición a nivel municipal, para superar el problema de disponibilidad de datos se ha diseñado una encuesta para recoger datos relacionados con la condición laboral de la población de egresados de carreras técnicas universitarias en la ciudad de Tela.

La estructura del trabajo comienza con la introducción, en la segunda sección se presentan los antecedentes para conocer los niveles de pobreza y las condiciones del mercado laboral de Honduras, en la tercera sección se describe la metodología utilizada en el desarrollo de esta investigación, su cuarta sección presenta los resultados obtenidos finalizando con la presentación de las conclusiones.

2. MARCO CONTEXTUAL

En 1776 en su obra titulada “La Riqueza de las Naciones” de Adam Smith afirma que el avance más grande que habían tenido los factores de producción consistía en la división del trabajo. De acuerdo con Smith, la división del trabajo contribuía a mejorar la destreza del trabajador, ahorrar tiempo y, a impulsar la innovación tecnológica. Por otra parte, la división del trabajo incrementaría en gran medida la producción nacional y en una sociedad bien gobernada los beneficios del crecimiento económico se extenderían hasta los niveles más bajos de la población (Smith, 1776). En las últimas décadas, la erradicación de la pobreza y la desigualdad, en todas sus manifestaciones se han convertido en uno de los principales objetivos del desarrollo económico sostenible (World Bank, 2000). Para ello, los organismos internacionales como el Banco Mundial, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y la Organización de las Naciones Unidas (ONU) han recomendado la aplicación de políticas públicas que contribuyan en la eliminación de dichos problemas. De acuerdo con el Banco Mundial (1990) existen dos estrategias que pueden contribuir a la reducción de la pobreza y la desigualdad en los países más afectados: la primera consiste en garantizar un crecimiento económico para hacer uso del principal activo de los pobres (la mano de obra) y la segunda trata de ampliar la cobertura de los servicios sociales básicos hacia los pobres (educación, salud, infraestructura básica, entre otras.).

De acuerdo con la CEPAL (2018), Honduras ha sido uno de los países de la región con los mayores niveles de pobreza y desigualdad, dichas variables están estrechamente relacionadas con el acceso y la calidad de servicios básicos como la educación, salud, infraestructura, inclusión laboral y seguridad social. En la Figura 1 se presenta la evolución de los principales indicadores de pobreza y desigualdad para el caso de Honduras durante el período 2001-2018, la incidencia representa la proporción de la población hondureña que vive en condiciones de pobreza, la brecha de la pobreza mide la distancia o la diferencia entre la línea de pobreza y el ingreso de las personas, la intensidad y la severidad miden el nivel de desigualdad entre los pobres y el índice de Gini mide el nivel de desigualdad en el ingreso de los hondureños(3) [véase por ejemplo a Sen (1976) y (1979); Ravallion (2010); World Bank (2000); Xu y Osberg (2002); Osberg y Xu (1999); y Foster (1998)].

Según datos del INE (2019) la incidencia de la pobreza durante el período 2001-2018 ha sido del 62% en promedio. En el 2001 la incidencia de la pobreza fue del 64% mientras que en 2018 fue del 62%, a pesar de que el porcentaje de la incidencia de la pobreza ha disminuido apenas 2 puntos porcentuales el número de pobres ha aumentado constantemente al analizar los datos del INE se puede observar que en el 2001 el número de hogares en condiciones de pobreza era de 1,235,166 y para el año 2018 llegaron a ser 2,112,357 hogares viviendo en condiciones de pobreza. Claramente se puede observar las diferentes lecturas que proporcionan los datos relativos versus los datos absolutos con respecto a la evolución de la pobreza en Honduras.


Figura 1
Evolución de los indicadores de pobreza y la desigualdad en Honduras 2001-2018
Fuente: elaboración propia a partir de datos del Instituto Nacional de Estadística de Honduras.

Por otra parte, al analizar la distancia o la brecha que existe entre el ingreso de los hogares pobres y las líneas de pobreza durante el período 2001-2018 se puede observar que en promedio el ingreso de los hogares pobres de Honduras representa el 51% del valor de la línea de la pobreza. Esto quiere decir que los pobres de dicho país necesitan duplicar sus ingresos para poder salir de la pobreza. Esto demuestra el motivo de los elevados niveles desiguales al observar la evolución del índice de Gini durante el período estudiado. Honduras tiene un índice de Gini promedio de 0.55, en el 2001 el índice de Gini era de 0.56 y en el 2018 fue de 0.53 (Instituto Nacional de Estadística , 2019).

Los datos sobre pobreza y desigualdad en Honduras toman mayor importancia cuando se analiza el comportamiento de la economía hondureña. A lo largo del período analizado, la economía de Honduras ha crecido en un promedio de 3.98% anual, dicho resultado se ve explicado mayormente por el desempeño económico del sector de intermediación financiera que ha aumentado a una tasa promedio anual de 12.38% y el sector de las comunicaciones que sube a una tasa promedio anual de 9.89% ambos sectores han obtenido un crecimiento económico notablemente superior al promedio nacional (Banco Central de Honduras, 2019).

Al analizar la Población Económicamente Activa (PEA) por sectores económicos, se observa que las áreas que emplean la mayor parte de la PEA en Honduras es la agrícola, comercial, e industrial que en total emplean mas del 62% de la PEA mientras que los rubros financieros y comunicaciones emplean en total al 2,3% de la PEA. Esto constituye el mayor problema estructural del modelo de desarrollo económico de Honduras ya que los sectores con menor demanda de mano de obra son los que se benefician en mayor medida del crecimiento económico, alcanzando tasas de crecimiento anual superiores al promedio nacional mientras los que demandan mayor mano de obra obtienen tasas de crecimiento menores al promedio nacional (Instituto Nacional de Estadística , 2019). Datos que podrán observarse en la tabla 2.

Por otra parte, al observar con mayor detalle los datos del mercado laboral de Honduras se observa que alrededor del 80% de la población hondureña se encuentra en la categoría de población en edad de trabajar (PET) esto representa un total de 7,179,176 personas. Del total de la PET el 60% aproximadamente forma parte de la población económicamente activa (PEA), esto representa un total de 4,336,378 individuos. De ese total de personas, el 94% se encuentran ocupados y el 6% restante son catalogados como desocupados representando 4,090,651 personas y 245,726 individuos respectivamente (Instituto Nacional de Estadística, 2019). [1]

La literatura económica ha demostrado que existe una relación entre el área geográfica y el desempeño del mercado laboral, se ha observado que los sectores urbanos generan mayores y mejores condiciones laborales con respecto a su contraparte rural [véase por ejemplo a Kreckel (1980); Kannappan (1987); Sukumaran Nair (1997) y a Yang (2003)]. Al estudiar las características geográficas del mercado laboral hondureño se observa que es mayoritariamente urbano más del 50% de la población en edad de trabajar, de los ocupados y de los desocupados se encuentran en las áreas urbanas del país. La diferencia más pronunciada entre el área urbana y el área rural se da en la tasa de participación de ambas regiones en la población desocupada mientras el área urbana absorbe el 78.8% de los desocupados. El área rural absorbe únicamente el 21.2%.

Otro factor que ha sido ampliamente investigado es la relación que existe entre el nivel educativo de las personas y las posibilidades de obtener un empleo. La literatura económica ha demostrado la relación positiva entre en nivel educativo y las probabilidades de conseguir un empleo [Véase al Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (2013), Sparreboom y Shahnaz (2007), Summerfield (1988), Mason (2004), van der Zwaan (2016), Cappellari (2012), Banco Interamericano de Desarrollo (2020) y a Lindemann (2011)] en el caso de Honduras y según los datos del INE el 72.9% de la población hondureña cuenta con un nivel educativo igual o inferior a estudios primarios, para esta categoría de la población los años de estudios promedio andan alrededor de 3 años de educación escolar. El 20% de la población ha realizado estudios secundarios y un 6% ha realizado estudios de educación superior alcanzando 10 y 15 años de estudio promedio.

Dentro de la población en edad de trabajar y los ocupados de la población económicamente activa existe el mismo comportamiento en los años de estudio promedio, la diferencia ocurre en la población desocupada ya que más del 61% de los desocupados cuentan con al menos estudios de educación secundaria y tienen mas de 10 años de estudio promedio. Otro dato muy importante es que las mayores tasas de desempleo abierto se dan en la población de desocupados con estudios superiores y son a los que les toma más tiempo encontrar trabajo (5.5 meses). Según la teoría económica, el nivel de desocupados disminuye en la medida que el nivel académico se eleva, pero en el caso específico de Honduras esta teoría no se cumple (Lindemann, 2011).

De acuerdo con la CEPAL (2017) el trabajo es el lugar en donde se producen o se mitigan las desigualdades para la inclusión social ya que es allí en donde se generan la mayor parte de los ingresos de los hogares de la región. El trabajo es un pilar fundamental para la igualdad y uno de los pilares más importantes para superar las desigualdades estructurales que caracterizan a los países de América Latina. Una de las desigualdades que se da es el acceso al mercado laboral relacionada con la edad de las personas siendo los niños y los jóvenes son los que experimentan mayores dificultades para lograr ingresar al mercado laboral (United States Agency for International Development , 2019).

En el caso de Honduras más del 72% de la población económicamente activa que se encuentra ocupada es mayor de 24 años y cuenta con más años de escolaridad promedio. Por otra parte, un poco más del 49% de la población económicamente activa desocupada tiene 24 años o menos. Estos datos avalan las conclusiones que afirman que existe relación entre la edad de las personas y las posibilidades de acceso al mercado laboral. En Honduras la mayor parte de los desocupados son personas menores de 30 años (Universidad Nacional Autónoma de Honduras , 2018).

Las mujeres son otra población que requiere especial atención cuando de acceso al mercado laboral se trata [véase a Tilak (1980), Usha (1983) y White (2001)]. En Honduras más del 51% de la población son mujeres y por lo general con más años de escolaridad promedio que los hombres. Además, dentro de la población en edad de trabajar ellas representan más del 52% de dicha población, pero a pesar de todas esas condiciones, las mujeres han estado en constante desventaja cuando se trata del acceso al mercado laboral en Honduras (United States Agency for International Development , 2019). De acuerdo con cifras del INE las mujeres sólo representan el 39.8% de la población económicamente activa en comparación del 60.2% que representan los hombres. Por otra parte, dentro de los ocupados las mujeres representan un 39.1% de dicha población y en contraste representan el 51.9% de los desocupados también experimentan las mayores tasas de desempleo abierto y requieren más tiempo para encontrar una oportunidad de trabajo en comparación con los hombres.


Tabla 1
Evolución de la actividad económica de Honduras por sectores 2001-2018 (en porcentajes)
Fuente: Banco Central de Honduras.

Las mujeres en el área rural se encuentran en peores condiciones que sus similares en el área urbana (Universidad Nacional Autónoma de Honduras , 2018). Al analizar la situación laboral de las mujeres por quintil de ingresos se observa que las mujeres de los quintiles más bajos enfrentan peores condiciones en mercado laboral de Honduras. Por otra parte, el nivel educativo de las mujeres juega un papel muy importante en cuanto a las posibilidades en el mercado laboral, los datos muestran que a mayor nivel educativo las mujeres tienen una mayor tasa de participación en el mercado laboral. Con la edad de las mujeres también se da la misma relación, las mujeres con edades comprendidas entre los 25 y los 49 años cuentan con una tasa de participación en el mercado laboral hondureño superior al 60%.

Desde el inicio de los tiempos los principales conflictos sociales se han dado por la desigualdad en los beneficios obtenidos del trabajo. De acuerdo con Piketty (2018) la Revolución Industrial endureció el conflicto capital-trabajo con la aparición de nuevas formas de producción el capital (maquinas, recursos naturales, entre otros) fue tomando mayor importancia en los procesos productivos y eso fue relegando a segundo plano la mano de obra. Hasta nuestros días, el conflicto en la distribución de los beneficios entre el factor trabajo y el factor capital sigue vigente cada vez más los sectores intensos en mano de obra suelen ser menos rentables para el obrero mientras los sectores intensos en capital van ganando mayor terreno en el campo de la distribución de los beneficios económicos.

La manera más común de distribuir los beneficios del crecimiento económico entre la población es a través de los salarios (World Bank, 2015). En Honduras el salario representa más del 40% del ingreso del hogar y es la principal fuente de los ingresos de los hondureños seguido de los ingresos obtenidos por cuenta propia con más del 29%. En la Tabla 3 se puede observar el ingreso promedio de los asalariados y de los trabajadores por cuenta propia por rama de actividad económica. Es muy importante analizar el nivel de los salarios en los diferentes sectores de la economía porque eso permite obtener una mejor fotografía de la distribución de los ingresos y de las causas estructurales de las desigualdades.


Tabla 2
Población económicamente activa, ocupados y desocupados en el mercado laboral de Honduras 2018
Fuente: Instituto Nacional de Estadística de Honduras.


Tabla 3
Ingreso promedio de los ocupados por rama de actividad económica en Honduras 2018
Fuente: Instituto Nacional de Estadística de Honduras.

Anteriormente se había analizado el comportamiento de la economía hondureña y se observó que la evolución de dicha economía era mayormente explicada por el desempeño económico de los sectores de comunicación e intermediación financiera. Por otra parte, se analizó la distribución de los ocupados entre los sectores de la economía y se observó que los sectores de agricultura, manufactura y comercio absorben la mayor parte de la población ocupada. Ahora, es importante analizar el nivel del ingreso promedio de los ocupados en dichos sectores económicos (Instituto Nacional de Estadística , 2019).

Los sectores económicos con los salarios más bajos del mercado laboral en Honduras son: agricultura, ganadería, silvicultura y pesca con un ingreso promedio mensual por persona de 2,523 Lempiras, otras actividades de servicios con un ingreso promedio mensual por persona de 3,117 Lempiras y actividades de los hogares como empleadores con un ingreso promedio mensual por persona de 3,448 Lempiras. Es importante resaltar que dichos ingresos están por debajo de la línea de la pobreza establecida por el INE, por otra parte, estos sectores emplean más del 40% de los ocupados. Si se suman los sectores de manufactura y comercio estos sectores absorben más del 72% de los ocupados (Instituto Nacional de Estadística , 2019). Por otra parte, los sectores con los ingresos promedios más elevados en el mercado laboral de Honduras son: suministro de electricidad, gas, vapor y aire acondicionado con un ingreso promedio mensual por persona de 13,520 Lempiras, actividades de atención de la salud humana y de asistencia social con un ingreso promedio mensual por persona de 13,046 Lempiras, actividades de organizaciones y órganos extraterritoriales con un ingreso promedio mensual por persona de 12,868 Lempiras, administración pública y defensa, planes de seguridad social de afiliación obligatoria con un ingreso promedio mensual por persona de 12,714 Lempiras. Actividades profesionales, científicas y técnicas con un ingreso promedio mensual por persona de 12,407 Lempiras, y enseñanza con un ingreso promedio mensual por persona de 11,502 lempiras. Estos sectores emplean apenas el 8.67% de los ocupados y sumando los sectores de comunicación e intermediación financiera absorben el 10.55% de los ocupados (Instituto Nacional de Estadística , 2019). Las desigualdades en los ingresos salariales también están condicionadas por las características geográficas y demográficas de la población en edad de trabajar (Comisión Económica Para América Latina y el Caribe, 2018) en la Tabla 4 se muestra el nivel de ingreso promedio de las personas que trabajan en el área urbano es notablemente superior al ingreso promedio de sus similares en el área rural también se muestra una relación positiva entre el nivel educativo del empleado y su ingreso promedio, a mayor nivel educativo corresponde un ingreso promedio más alto.

Por otra parte, los datos del INE muestran que los empleados mayores de 25 años obtienen ingresos promedios más altos que sus similares de menor edad mientras los ocupados mayores de 25 años reciben un ingreso promedio superior a 6,000 Lempiras mensuales por persona, los menores de 25 años reciben ingresos promedios alrededor de 2,500 lempiras mensuales por persona. En el caso del género, por lo general, el ingreso que perciben las mujeres suele ser inferior en comparación al ingreso que perciben los hombres cuando desempeñan las mismas funciones. Los datos del INE muestran que las mujeres asalariadas perciben ingresos promedios superiores a los ingresos de los hombres se da la excepción en los trabajos domésticos en donde los hombres perciben salarios superiores a los de sus similares femeninas (Instituto Nacional de Estadística , 2019). El mercado laboral de Honduras, al igual que la mayoría en la región latinoamericana enfrentan un alto grado de informalidad, esto contribuye al deterioro de las condiciones laborales y al acceso a sistemas de pensión y seguridad social (Comisión Económica Para América Latina y el Caribe, 2018) más del 72% de los ocupados en Honduras experimenta algún tipo de problema relacionado con el empleo de estos el 8% se encuentra desocupado mientras que un 20% está dentro de subempleo visible(4). El 67% se encuentra en condiciones de subempleo invisible(5) estos datos son más elevados en las áreas rurales que en el área urbana. Además, existe una relación positiva entre la edad del trabajador y el nivel de subempleo, a mayor edad se observa un mayor nivel de subempleo. Por otra parte, los hombres presentan mayor nivel de incidencia de subempleo en comparación con las mujeres.

Bajo las actuales condiciones detalladas en los párrafos anteriores, Honduras requiere desarrollar y fortalecer políticas públicas de protección social y del mercado laboral. En la literatura económica se ha demostrado que el trabajo es la fuente de la mayor parte de los ingresos de los hogares en América Latina. Por lo tanto, constituyen una buena herramienta para promover medidas de inclusión social y laboral en los países de la región. De acuerdo con la CEPAL (2018) los ingresos laborales, las pensiones y las transferencias monetarias a los hogares más pobres han jugado un rol muy importante en la reducción de la pobreza y la sigualdad de ingresos.

3. METODOLOGÍA

El presente trabajo de investigación se encuentra enmarcado dentro del paradigma positivista dado que su objetivo consiste en evaluar las condiciones laborales de los egresados de carreras técnicas universitarias en Tela y determinar si existe relación con los niveles de pobreza que perciben los egresados en sus hogares. Por otra parte, el proyecto se desarrolla bajo un enfoque cuantitativo requiriendo analizar las tasas de participación laboral, tasas de desempleo, nivel de ingresos y niveles de pobreza entre otros. El proyecto de investigación utilizará un diseño de investigación no experimental debido a que las variables observadas no serán manipuladas intencionalmente por el equipo de investigación para observar sus efectos. El tipo de investigación será transversal o transaccional porque los datos a analizar serán tomados en un período específico del tiempo, al ser el primer proyecto de este tipo en dicha localidad.


Tabla 4
Ingreso promedio de los ocupados por área geográfica, nivel educativo, edad, y sexo en Honduras 2018
Fuente: Instituto Nacional de Estadística de Honduras.

Para la evaluación de las condiciones laborales de los egresados de carreras técnicas universitarias en Tela se han definido variables que puedan ser objeto de medición y que permitan describir las características del mercado laboral en Tela. La vulnerabilidad laboral consiste en las dificultades que experimentan las personas en el proceso de integración al mercado laboral o sí trabajan bajo condiciones inadecuadas. Por otra parte, en la definición de un empleo decente se incluyen seis dimensiones: oportunidad laboral, trabajo en condiciones de libertad, trabajo productivo, equidad laboral, seguridad laboral y dignidad laboral (Sparreboom & Shahnaz, 2007). Dentro de la dimensión de oportunidades laborales se incluyen variables como la tasa de participación laboral, tasa de desempleo, tasa de subempleo y más. Dentro de la dimensión de trabajo productivo se incluyen variables como el salario promedio, en la dimensión de equidad laboral se incluyen variables relacionadas con la segregación ocupacional (Sparreboom & Shahnaz, 2007). En el presente trabajo se utilizan variables como la tasa de empleo, tasa de desempleo, ingresos laborales, satisfacción laboral, género y edad de los egresados.

Para la recolección de la información relacionada con las condiciones laborales y los niveles de pobreza percibidos por los egresados de carreras técnicas universitarias en Tela, se diseñó una encuesta utilizando la plataforma digital de Google Docs. La encuesta se distribuyó entre la muestra compartiendo el enlace de la plataforma dígital de Google Docs(6) por la aplicación WhatsApp. Para efectos de comparaciones se obtuvieron datos de la Encuesta Permanente de Hogares de Propósitos Múltiples (EPHPM)(7) del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) de Honduras ya que es la entidad encargada de la recolección y distribución de los datos oficiales del país. La Encuesta Permanente de Hogares de Propósitos Múltiples (EPHPM) es la herramienta de recolección de micro datos utilizada por el INE. Dicha encuesta fue diseñada para recolectar información sobre las condiciones laborales de los hondureños; en la actualidad, recoge datos utilizados para el cálculo de los indicadores de pobreza y desigualdad.

La muestra utilizada para esta investigación está conformada por un total de 51 egresados de las tres carreras técnicas universitarias que actualmente se imparten en el Instituto Tecnológico Superior de Tela de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (ITST-UNAH). El tipo de muestreo fue aleatorio simple con un nivel de confianza del 95% y un error máximo de estimación del 5%. La probabilidad de ocurrencia y fracaso es del 50% respectivamente. La población de egresados es de 58 estudiantes y se aplicó la fórmula para el cálculo de muestra finita ya que se conoce el tamaño de la población.[2]

Por otra parte, dentro de la encuesta se aplican preguntas sobre la percepción que tienen los egresados de carreras técnicas universitarias de las condiciones de pobreza y desigualdad. En Honduras el análisis objetivo de la pobreza y la desigualdad ha sido ampliamente abordado pero el análisis subjetivo de dichos fenómenos aún carece de investigación. La pobreza subjetiva consiste en la percepción que tiene la persona sobre su propia condición socioeconómica y esto permitirá proponer líneas de pobreza estrechamente relacionadas con la percepción de las personas que se consideran pobres (Hagenaars & de Vos, 1988). Es importante mencionar que los métodos más utilizados para establecer las líneas de pobreza en Honduras son los métodos del costo de la canasta básica de alimentos y el costo de la canasta básica [Véase al Banco Mundial (2005), Ravallion (2010), Hagenaars y de Vos (1988), Smeeding (2014), Arndt, Mahrt y Tarp (2016), Domínguez Domínguez y Martín Caraballo (2006)].

Está claro que no hay mejor forma de determinar el nivel de bienestar de una persona que la percepción que se tiene sobre su propio bienestar. En este caso, la variable que se va a utilizar para definir la incidencia de la pobreza subjetiva entre la población estudiada es la autopercepción del individuo sobre su propio nivel de pobreza. Además, se le consulta sobre el nivel de ingresos monetarios que requiere su familia para no considerarse pobres, ese monto mínimo establecido por los encuestados determina la línea de pobreza subjetiva para este proyecto de investigación. De este modo, se podrá comparar los niveles de po-breza objetiva y subjetiva.

Por último, se determinará si existe relación entre las condiciones laborales de los egresa-dos y su percepción sobre las condiciones de pobreza y desigualdad que experimentan en el municipio de Tela, Atlántida. Para analizar la relación entre dichas variables se hace uso de los coeficientes de correlación de Spearman y Kendall ya que la muestra es mayor de 50 sujetos (Canavos, 1988). Dichos coeficientes son calculados através del paquete es-tadístico de SPSS.

4. DISCUSIÓN Y RESULTADOS

Actualmente en el Instituto Tecnológico Superior de Tela de la Universidad Nacional Au-tónoma de Honduras (ITST-UNAH) se imparten tres carreras técnicas universitarias: Téc-nico Universitario en Alimentos y Bebidas, Técnico Universitario en Desarrollo Local y Técnico Universitario en Microfinanzas de los egresados de dichas carreras el 58.8% co-rresponde a egresados del Técnico Universitario en Microfinanzas, el 27.5% restante egre-sa del Técnico Universitario en Alimentos y Bebidas, y el 13.7% egresa del Técnico Uni-versitario en Desarrollo Local. Con respecto al género de los egresados el 68.6% son muje-res y el 31.4% son hombres. Por otra parte, el 72.5% de los egresados de dichas carreras se encuentran entre los 20 y los 35 años de edad.

Respecto a las condiciones laborales de los egresados de carreras técnicas universitarias en Tela el 54.9% se encuentran trabajando de estos el 57.14% son mujeres y el 42.86% son hombres. El 67.8% de los egresados que trabajan se encuentran entre las edades de 20 a 35 años. Por otra parte, el 45.1% de los egresados están desempleados de estos el 82.6% son mujeres y el 17.4% son hombres con una población menor de 30 años. La principal explicación que dan a su estatus laboral de desempleados es la falta de ofertas laborales seguida por no contar con el perfil solicitado, la mayor parte de los egresados desempleados llevan más de dos años buscando trabajo sin tener éxito alguno. En cambio, el 96.4% de los egresados de carreras técnicas universitarias que trabajan necesitaron menos de 12 meses para conseguir un empleo.

Por otra parte, la relación laboral que tienen la mayoría de los egresados que trabajan está definida bajo los términos de un contrato laboral representado por el 92.9% y el 7.1% res-tante lo hace por cuenta propia o auto empleado. Al comparar estos datos con el promedio nacional se puede observar que el nivel de egresados que trabajan por contrato o son asala-riados es superior al promedio nacional y el nivel de egresados que trabajan por cuenta propia es muy inferior al promedio nacional. En Honduras sólo el 44% de los ocupados son asalariados un 36% trabaja por cuenta propia el resto no recibe o no declara ingresos laborales. Al comparar con la población universitaria nacional se observó que sólo el 14% es asalariado, un 4% trabaja por cuenta propia y más de un 27% no recibe ni declara ingre-sos (Instituto Nacional de Estadística , 2019). Con respecto a la población universitaria nacional los egresados del Instituto Tecnológico Superior de Tela de la Universidad Na-cional Autónoma de Honduras (ITST-UNAH) tienen mayor proporción de egresados con autoempleo o trabajan por cuenta propia.

Los sectores económicos que absorben la mayor parte de los egresados en el municipio de Tela son: el sector comercial con el 39.3%, el sector de servicios representa el 21.4%, el gobierno y las instituciones públicas

17.9% y 10.7% en la industria manufacturera. Al comparar con el promedio nacional, el sector agrícola es el que más ocupados absorbe con arriba del 31%, seguido del sector comercial con alrededor del 18% y el sector de manu-factura industrial representa el 13% de los ocupados. A pesar de las claras diferencias estructurales que existen entre el mercado laboral de Tela y el mercado laboral nacional, un factor importante a resaltar es el hecho que en ambos mercados laborales los sectores que lideran la generación de empleos son intensivos en el uso de mano de obra. Por otra parte, las unidades empresariales donde más se desempeñan los egresados son los relacionados con ventas o atención al cliente con el 39.3%, contabilidad y finanzas 28.6%, recursos humanos y servicios generales con el 10.7% respectivamente.

Al analizar la relación entre el trabajo desempeñado y su formación académica el 67.9% de los egresados del ITST afirman que el trabajo que realizan está relacionado con el área de su formación técnica universitaria el 25% afirma que es poca la relación y el 7.1% con-sidera que no existe relación alguna. Por otra parte, el 53.6% afirma que el nivel mínimo de estudios requeridos para ocupar el cargo que desempeñan es secundaria completa, el 46.4% manifiesta que se requieren estudios universitarios como mínimo. Las funciones comunes entre los egresados está la atención al cliente y al público en general (64.3%), registro de operaciones y coordinar equipos de trabajo (10.7% respectivamente). Con res-pecto a los salarios devengados, el 75% de los egresados que trabajan devengan un salario inferior a los quince mil lempiras mensuales (L.15,000.00).

Respecto a las expectativas salariales el 60.7% de los egresados que trabajan afirman que su salario no cumple con sus expectativas salariales y el 39.3% restante se encuentra satis-fecho con el salario recibido. El 50% no cubre sus necesidades básicas con el salario que devengan, mientras que el otro 50% afirma que el salario mensual recibido le ajusta para satisfacer sus necesidades básicas. En la literatura económica ha quedado demostrado que la satisfacción laboral está estrechamente relacionada con el nivel de las expectativas la-borales del personal empleado.

Con respecto a los egresados del ITST que trabajan el 53.6% considera que sus funciones laborales cumplen con sus expectativas laborales un 46.4% considera que sus funciones laborales no cumplen con sus expectativas profesiona-les. A pesar de ello, el 67.9% cree que hay posibilidades de crecimiento y desarrollo profe-sional en su lugar de trabajo, pero el 64.3% afirma que para lograrlo necesitan un perfil académico más elevado y es por que el 98% de los egresados que trabajan consideran que necesitan capacitarse constantemente sobre todo en temas de ofimática, contabilidad y finanzas.

Por otra parte, el 72.5% de los egresados de carreras técnicas universitarias en Tela afirma que haber realizado estudios universitarios le ha brindado beneficios laborales y por lo que el 82.4% tiene planes de obtener otro título universitario. En la literatura económica se han desarrollado una variedad de métodos para la medición y análisis de la pobreza, al mismo tiempo, las metodologías para establecer la línea de la pobreza se han ampliado notablemente. Existen líneas de pobreza objetivas, subjetivas, relativas, absolutas y mixtas. Una línea de pobreza objetiva es aquella que utiliza información medible y observable para definir el nivel a partir del cual una persona es considerada pobre o no pobre. Por lo general, se utiliza el costo de una canasta básica de alimentos, además es aquella que se determina desde el punto de vista del propio individuo y se define al preguntarle a la persona sobre el nivel mínimo que necesita para no ser pobre. En este trabajo se han utilizado linea de pobreza objetiva y línea de pobreza subjetiva.

Utilizando el costo de una canasta básica adquirida por la familia del egresado y comparandolo contra el salario mensual del estudiante, el estudio indica que el 50% de los egresados afirman que su salario no le ajusta para cubrir sus necesidades básicas. Bajo el método de medición de la pobreza objetiva esa misma proporción de estudiantes son considerado pobres y el 50% restante se consideran no pobres, este nivel de pobreza es inferior al nivel de pobreza nacional (Ver tabla 5).


Tabla 5
Capacidad del salario para cubrir las necesidades básicas
Fuente: elaboración propia

Por otra parte, el 72.5% de los egresados consideran que el ingreso necesario para no considerar a una persona o familia pobre debe ser superior a los 15,000.00 lempiras mensuales. Al comparar el salario mensual de los egresados que trabajan con esta línea de pobreza subjetiva la investigación muestra que el 75% de los egresados que trabajan se consideran pobres debido a que su rango salarial es menor a 15,000.00 lempieras mensuales. Al incluir los egresados que no trabajan la incidencia de la pobreza en esta población ascendería al 86.27%. Bajo esta metodología el nivel de pobreza entre los egresados de carreras técnicas universitarias en Tela es notablemente superior al promedio nacional del 62% (Ver tabla 6).


Tabla 6
Rango salarial de los egresados de carreras técnicas universitarias en Tela que trabaja
Fuente: elaboración propia

Al observar el ingreso familiar de los egresados el 62.7% de las familias perciben ingresos inferiores a los 15,000.00 lempiras mensuales. Utilizando los 15,000.00 lempiras mensua-les como línea de pobreza subjetiva, se puede observar que el 62.7% de las familias de los egresados se encuentran viviendo en condiciones de pobreza, este nivel de incidencia de la pobreza es muy similar al promedio nacional de incidencia de pobreza (62%). El análisis de la percepción de la pobreza multidimensional por parte de los egresados indica que las variables más importantes para el bienestar de las personas son el acceso a la educación, servicio de salud, acceso a agua potable y poseer vivienda propia.

Al descomponer los niveles de pobreza por carrera técnica en la figura 2 se puede observar que el Técnico Universitario en Microfinanzas presenta la incidencia de pobreza más baja seguida por el Técnico Universitario en Alimentos y Bebidas, y el Técnico Universitario en Desarrollo Local respectivamente.


Figura 2
Percepción de la pobreza por carrera técnica universitaria.
Fuente: elaboración propia del autor

Al descomponer la incidencia de la pobreza por el sexo en la figura 3 se puede observar que los hombres están siendo mayormente afectados por la pobreza en comparación con las mujeres. Mientras las mujeres tienen una pobreza del 31.4% los hombres tienen una incidencia del 50%. A nivel nacional, los niveles de pobreza son más elevados para el género femenino en comparación con el masculino. En la literatura económica también se ha demostrado que las mujeres presentan mayores niveles de pobreza, por lo general es sustentado por la falta de acceso de las mujeres al mercado laboral sobre todo en las areas rurales.

Otro factor que ha sido ampliamente considerado para caracterizar los niveles de pobreza es la edad de los afectados. En la literatura económica se ha determinado que los jóvenes y los adultos de la tercera edad experimentan niveles de pobreza más elevados, especialmente porque ambas generaciones enfrentan mayores dificultades para accesar al mercado laboral (World Bank, 1990).

En este estudio, las dos generaciones más jóvenes son las que presentan mayores niveles en la incidencia de la pobreza el 52.94% de todos los egresados con edad entre los 20 y los 25 años se consideran pobres mientras que, por el otro lado, alrededor del 71.42% de los egresados con edad entre los 25 y los 30 años consideran que viven en condiciones de pobreza. Estos resultados validan la premisa que los más jóvenes son mayormente afectados por la pobreza, estudios de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) han encontrado que la población que experimenta mayores dificultades en el mercado laboral son los jóvenes menores de 25 años.


Figura 3
Percepción de la pobreza según el sexo.
Fuente: elaboración propia del autor.


Figura 4
Percepción de la pobreza según la edad.
Fuente: elaboración propia del autor


Figura 5
Percepción de la pobreza de acuerdo con la condición laboral del egresado de carreras técnicas universitarias en Tela.
Fuente: elaboración propia

Con respecto al mercado laboral, la literatura económica ha determinado que el mejor instrumento para expandir los beneficios del crecimiento económico es el mercado laboral (World Bank, 2000). Un mercado laboral dínamico y justo es fundamental para reducir los niveles de pobreza y desigualdad a través del crecimiento económico incluyente. Al analizar la relación entre las condiciones laborales de los egresados de carreras técnicas universitarias se pudo observar que la percepción de pobreza es mayor entre los egresados que no trabajan en comparación con aquellos que si trabajan, casi el 48% de los egresados sin trabajo consideran que su familia vive en condiciones de pobreza mientras que alrededor del 52% restante consideran que su familia no es pobre (Ver figura 5). Analizando los coeficientes de correlación de Spearman y Kendall se puede observar que existe una relación positiva entre las condiciones laborales de los egresados de carreras técnicas universitarias y la percepción de pobreza en el nucleo familiar. Los coeficientes de correlación son de 0.198 y los niveles de significancia son notablemente superiores al 0.05 (Ver tabla 7). Es importante tener en cuenta la intensidad de la relación que existe entre ambas variables. Si bien es cierto, existe una relación positiva también es cierto que es muy baja. Hay que ser precavidos a la hora de extraer conclusiones de dichos datos ya que está claro que un egresado con trabajo tiene mayor probabilidad de considerar que su familia no es pobre.

El nivel del ingreso familiar es otro factor muy importante a la hora de análizar los niveles de pobreza. El estudio ha determinado que un mayor nivel de ingresos, por lo general, contribuye a mejorar la percepción de los individuos sobre la pobreza en la familia. En la tabla 8 se puede observar un coeficiente de correlación de Spearman de 0.406 esto indica que existe una relación positiva entre el ingreso familiar y la percepción de pobreza familiar entre los egresados de carreras técnicas universitarias.

En la figura 6 se puede observar cómo la percepción de pobreza familiar disminuye en la medida en que los ingresos son cada vez más altos. Esto se puede atribuir al hecho de que las personas relacionan su bienestar personal con sus ingresos monetarios. Está claro que las condiciones laborales de los egresados de carreras técnicas universitarias en la ciudad de Tela son notablemente diferentes al promedio nacional según los datos nacionales, la tasa de participación laboral de los hombres es notablemente superior a la de las mujeres. En cambio, esta investigación muestra que las mujeres cuentan con mayor tasa de participación laboral entre los egresados de las carreras técnicas universitarias en Tela. Por otra parte, los niveles de desempleo muestran un comportamiento similar al promedio nacional, siendo mayormente predominante entre las mujeres y jóvenes menores de 25 años.

Por otra parte, se ha observado que el sector económico que emplea la mayoría de los egresados de carreras técnicas universitarias en Tela es el sector comercial con una participación del 39.3% mientras que a nivel nacional es el sector agrícola. Ambos sectores se encuentran entre los rubros de la economía nacional que pagan los salarios promedios más bajos. Además, son los sectores económicos que presentan tasas de crecimiento económico por debajo del promedio nacional. Este dato es muy importante debido a que el mercado laboral es el mejor instrumento para distribuir los beneficios del crecimiento económico entre la población. Este problema estructural de la economía nacional y local explica la persistencia y los altos niveles de pobreza y desigualdad a nivel local y nacional.


Tabla 8
Coeficientes de correlación entre la percepción de pobreza y el ingreso familiar del egresado de carreras técnicas universitarias en Tela.
Fuente: elaboración propia.

Otra cuestión muy importante además de trabajar en los sectores de la economía con menores niveles de productividad y salarial los egresados están ocupando los cargos de la parte baja de la estructura organizacional en los cuales se ofrecen los salarios más bajos en la escala salarial de una organización, la ejecución de sus principales funciones no requieren de las habilidades y destrezas adquiridas en la educación superior y el hecho que más del 53% de los egresados de carreras técnicas universitarias se desempeñan en cargos en donde se requieren niveles inferiores de educación es una señal clara que existe un significativo grado de subempleo entre la población analizada.

Otro factor que llama mucho la atención es que el nivel salarial de los egresados que trabajan se encuentra por debajo de sus expectativas salariales y no cubren sus necesidades básicas. Dadas estas condiciones, no es extraño que las funciones desempeñadas no cumplan con las expectativas profesionales de la mitad de los egresados. Bajo este panorama y utilizando el ingreso como variable del bienestar se ha podido observar que el 50% de los egresados que trabajan viven en condiciones de pobreza, este valor es muy inferior al promedio nacional de hogares que viven en condiciones de pobreza (62%) porque no incluye a los egresados que no tienen trabajo.


Figura 6
Percepción de la pobreza según el ingreso familiar de los egresados de carreras técnicas universitarias en Tela.
Fuente: elaboración propia.

pesar de las condiciones adversas enfrentadas en el mercado laboral el 67% de los egresados consideran que hay posibilidades de crecimiento y desarrollo profesional en sus lugares de trabajo y que para lograrlo el 83.9% necesitan un mayor nivel académico y capacitarse constantemente en temas relacionados con ofimática, contabilidad, finanzas, etiqueta y buen comportamiento. El 72.5% de los estudiantes consideran que el haber estudiado una carrera técnica universitaria en Tela les ha generado beneficios laborales, sobre todo, cuando de acceso al mercado laboral se refiere. Pero queda mucho por hacer en cuanto a la calidad del trabajo que obtienen los egresados. Lastimosamente la baja calidad de los trabajos en Honduras es un problema que requiere de mejores políticas públicas para mejorar el desempeño del mercado laboral nacional y local. A pesar de que casi el 60.7% de los egresados que trabajan no se encuentran satisfechos con su salario y que el 50% no cubre sus necesidades básicas con el salario que devenga es curioso observar que sólo el 37.3% de los egresados consideran que viven en condiciones de pobreza. Esto refuerza la teoría que las personas evalúan sus condiciones de vida con respecto al nivel de vida de la sociedad en la que viven. Según las estadísticas nacionales más del 60% de los hondureños viven en condiciones de pobreza es posible que el hecho de que la pobreza en Honduras sea tan generalizada influya para que los egresados de las carreras técnicas universitarias se sientan en mejores condiciones socioeconómicas con respecto al resto de la población.

Está claro que la incidencia de pobreza objetiva (72.54%) es notablemente superior a la pobreza subjetiva (62.7%) entre los egresados de las carreras técnicas universitarias de Tela. La línea de pobreza obtenida a través de esta investigación (15,000.00 lempiras mensuales) es relativamente igual a la línea de pobreza utilizada por el Instituto Nacional de Estadísticas en Honduras(8). Finalmente, se ha identificado el vínculo entre las fallas del mercado laboral y los niveles de pobreza, los sectores que más personas emplean (agricultura, comercio y servicios) son los mismos sectores que tienen los peores salarios del mercado laboral esto provoca que el ingreso de la mayoría de los trabajadores sea insuficiente para cubrir las necesidades básicas de su familia.

5. CONCLUSIONES

Al analizar las condiciones laborales de los egresados de carreras técnicas universitarias en Tela se ha podido observar que el mercado laboral del municipio del departamento de Atlántida ofrece ciertas oportunidades laborales a dicha población, al considerar la tasa de empleo como la probabilidad de obtener un trabajo. Se puede deducir que las oportunidades laborales que ofrece el mercado laboral de Tela, con respecto al ingreso, son buenas. La mayor parte de los egresados se encuentran trabajando y se puede ver que la tasa de participación laboral es mayor para las mujeres en comparación con los hombres, este tipo de segregación laboral no es muy común en la literatura económica. Por lo general, los mercados laborales muestran mayor tasa de participación laboral en los hombres que en las mujeres, cosa contraria ocurre con la tasa de desempleo, las mujeres son desproporcionalmente más afectadas que los hombres con respecto a la falta de acceso al mercado laboral.

Al comparar los datos con el pormedio nacional se pueden observar las diferencias entre las condiciones laborales de los egresados de carreras técnicas universitarias en Tela y el promedio nacional. En Honduras los hombres cuentan con mayores probabilidades de obtener un empleo en comparación con las mujeres, incluso reciben mejores beneficios laborales que las mujeres con mejores sueldos y posiciones en la estructura organizacional. Esto demuestra que las características nacionales del mercado laboral no es una garantía para deducir las condiciones laborales a nivel local, está claro que este tipo de investigaciones contribuye a cerrar la brecha de información sobre las condiciones laborales locales y sectoriales.

Con respecto, a las razones por las cuales algunos egresados se encuentran desempleados el estudio indica que las dos causas principales del desempleo son: la falta de ofertas de trabajo y un perfil profesional inadecuado. Esto podría arrojar dos lecturas diferentes: por un lado las oportunidades laborales para estos egresados podrían estar limitadas por la falta de oferta laboral indicando que es posible que el mercado laboral de Tela no está generando la cantidad de empleo necesaria para absorber toda la población de egresados, por el otro lado, se podría intuir que el nivel de desempleo se da porque existe una brecha entre las habilidades adquiridas por los egresados y las demandadas del mercado laboral de Tela.[3]

La segregación laboral no sólo es cuestión de sexo, también existen segregaciones por cuestiones relacionadas con la edad, religión, origen étnico, entre otras. Al analizar los datos se puede observar que los más jóvenes experimentan mayores dificultades para ingresar al mercado de trabajo. La literatura económica atribuye dichas restricciones a la nula o poca experiencia laboral, la falta de entrenamiento, capacitación y la calidad en su formación académica. Además, se puede observar que los egresados del técnico universitario en microfinanzas tienen más posibilidades de obtener un empleo en comparación con los egresados de carreras como el técnico universitario en alimentos y bebidas, y el técnico universitario en desarrollo local. También, se puede apreciar que existen diferencias salariales relacionadas con la edad. Los datos demuestran que los jóvenes menores de 25 años devengan menores salarios que las personas con más edad que ellos, además se puede observar que los técnicos en microfinanzas y los que trabajan en el sector público devengan mejores sueldos con respecto a sus contrapartes.

Se ha observado que el sector económico en el que se trabaja influye en los beneficios laborales que se podrían percibir. El análisis estructural de las condiciones laborales de los estudiantes egresados de carreras técnicas universitarias en Tela refleja que el sector económico que emplea la mayoría de los egresados es el comercial mientras que a nivel nacional es el agrícola, ambos se encuentran entre los rubros de la economía nacional que pagan en promedio los salarios más bajos y además son las áreas económicas que presentan tasas de crecimiento económico por debajo del promedio nacional. Este problema estructural de la economía nacional y local explica la persistencia y los altos niveles de pobreza y desigualdad a nivel local y nacional.

Por otra parte, los puestos que están ocupando los egresados son los que están en la parte más baja de la estructura organizacional en los cuales se ofrecen los salarios más bajos de la escala salarial de una organización. Incluso, sus principales funciones no requieren de las habilidades y destrezas adquiridas en la educación superior ya que más del 53% de los egresados afirman que se emplean en cargos a los cuales se puede tener acceso con un nivel de educación inferior. Así mismo, los encuestados afirman que sus ingresos laborales no cumplen con sus expectativas salariales debido a que no ajusta para cubrir sus necesidades básicas.

Con respecto a los niveles de pobreza que experimentan los egresados de carreras técnicas universitarias en Tela el 72.5% de los egresados perciben ingresos que no les permite hacer frente a sus necesidades básicas. Por lo tanto, son pobres. Es importante observar que la incidencia de la pobreza en la población analizada es notablemente superior al promedio nacional (62%). A pesar de todo, sólo el 37.3% de los egresados consideran que viven en condiciones de pobreza, lo interesante en este punto es que el 72.5% afirma que se necesita un ingreso mensual superior a 15,000.00 Lempiras para no ser pobre y el 62.7% indica que el ingreso mensual de su familia es menor a dicha cantidad. Es evidente que el hecho de que la pobreza en Honduras es tan generalizada influye para que los egresados se sientan en mejores condiciones socioeconómicas con respecto al resto de la población.

La percepción sobre la condición de pobreza de los egresados se contrarresta con el nivel de ingresos que consideran necesarios para no considerar que una familia o persona es pobre. El 72.5% considera que para no ser pobre en Honduras se necesita un ingreso mensual superior a los 15,000.00 lempiras mensuales, pero al analizar el ingreso de sus familias se observa que el 62.7% percibe ingresos inferiores a 15,000.00 lempiras mensuales. Por otra parte, al consultarles a los egresados sobre las dimensiones que consideran determinantes de la pobreza de una persona el 66.7% señaló la falta de acceso a la educación, el 60.8% señaló la falta de acceso a servicios de salud, el 54.9% indicó vivir en zonas marginales, el 52.9% afirmó que la falta de acceso a agua potable y el 51% respondió no tener casa propia. Las dimensiones identificadas por los egresados para medir la pobreza multidimensional coinciden con las sugeridas por las propuestas en la literatura económica.

En este caso, la pobreza objetiva (72.5%) es notablemente superior a la pobreza subjetiva (62.7%) entre los egresados de las carreras técnicas universitarias de Tela. La línea de pobreza subjetiva obtenida a través de esta investigación es relativamente igual a la línea de pobreza utilizada por el Instituto Nacional de Estadísticas en Honduras para medir los niveles de pobreza. Por otra parte, las dimensiones identificadas por los egresados para medir la pobreza multidimensional coinciden con las sugeridas por las propuestas en la literatura económica (salud, educación, vivienda y agua potable). Finalmente, se ha identificado el vínculo entre las condiciones laborales y los niveles de pobreza; las personas que trabajan tienen más posibilidades de contar con un ingreso mensual que le permita cubrir sus necesidades básicas. Sin embargo, hay que tener presente que existen trabajos en donde las condiciones laborales no permiten que las personas salgan de la pobreza.

En conclusión, las condiciones laborales de los egresados de carreras técnicas universitarias y los niveles de pobreza están relacionadas entre sí. Además, con el género, la edad, la carrera, el sector económico y el ingreso mensual. Todas y cada una de estás variables influyen de una u otra manera en las otras. Las condiciones laborales influyen en la percepción de pobreza de los egresados y al descomponer la pobreza por diferentes variables se puede observar que las mujeres, los jóvenes, los egresados de desarrollo local y los que trabajan en sectores como comercio y servicios son los más afectados por este fenómeno. Además, son quienes presentan mayor tasa de desempleo y reciben los salarios más bajos. Está claro que las políticas públicas deben aspirar a mejorar las condiciones laborales de los colectivos más expuestos y vulnerables a las malas condiciones laborales ya que el trabajo es el mejor instrumento por el cual se pueden distribuir los beneficios del crecimiento económico.

6. AGRADECIMIENTO

El presente trabajo no hubiese sido posible sin el apoyo incondicional de muchas personas. Es por ello, que quiero expresar mi más profundo agradecimiento a todos y cada uno de los involucrados en dicho proyecto, primeramente, a Dios y luego a las autoridades, compañeros docentes y egresados del Instituto Tecnológico Superior de Tela de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, en especial a las licenciadas Aida Xiomara García Martínez, Juana María de Jesús Fernández Aguilar y al Doctor Pablo Abimael Flores Velásquez por colaborar con el levantamiento de la información. También, quiero agardecer a los revisores por sus invaluables aportaciones y, a la revista por la confianza brindada a dicho proyecto.

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(3)El índice de Gini se expresa en valores entre 0 y 1, el 0 indica perfecta igualdad y, el 1 indica perfecta desigualdad.

(4)De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadísticas, son subempleados visibles las personas que en la semana de referencia trabajaron menos de 36 horas y en el momento de la entrevista expresaron el deseo de haber podido trabajar más tiempo, indicando que no lo hicieron porque no encontraron más trabajo.

(5)De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadísticas, los subempleados invisibles son las personas que, habiendo trabajado 36 horas semanales o más, tuvieron ingresos mensuales inferiores al salario mínimo promedio mensual por Rama de Actividad Económica y área geográfica.

(6) El enlace que da acceso a la encuesta es el siguiente: https://docs.google.com/forms/d/e/1FAIpQLSeta7UJK7akJxRz_GZKHzLa2VGrHvOCw4iDxiBqF7sUNZC6Vg/viewform?usp=sf_link

(7)https://www.ine.gob.hn/publicaciones/Hogares/EPHPM_2019/Resumen%20ejecutivo2019.pdf

(8) La línea de pobreza establecida por el INE para el 2018 es de 3,486.6 Lempiras mensuales por persona; cada hogar en Honduras tiene en promedio 4.2 personas. Por lo tanto, al multiplicar la línea de pobreza por el promedio de personas en el hogar se obtiene una línea de pobreza de 14,643.72 Lempiras mensuales por hogar. La metodología utilizada por el INE se puede encontrar en el siguiente enlace: https://www.ine.gob.hn/V3/ephpm/

Material suplementario
Notas

Figura 1
Evolución de los indicadores de pobreza y la desigualdad en Honduras 2001-2018
Fuente: elaboración propia a partir de datos del Instituto Nacional de Estadística de Honduras.

Tabla 1
Evolución de la actividad económica de Honduras por sectores 2001-2018 (en porcentajes)
Fuente: Banco Central de Honduras.

Tabla 2
Población económicamente activa, ocupados y desocupados en el mercado laboral de Honduras 2018
Fuente: Instituto Nacional de Estadística de Honduras.

Tabla 3
Ingreso promedio de los ocupados por rama de actividad económica en Honduras 2018
Fuente: Instituto Nacional de Estadística de Honduras.

Tabla 4
Ingreso promedio de los ocupados por área geográfica, nivel educativo, edad, y sexo en Honduras 2018
Fuente: Instituto Nacional de Estadística de Honduras.

Tabla 5
Capacidad del salario para cubrir las necesidades básicas
Fuente: elaboración propia

Tabla 6
Rango salarial de los egresados de carreras técnicas universitarias en Tela que trabaja
Fuente: elaboración propia

Figura 2
Percepción de la pobreza por carrera técnica universitaria.
Fuente: elaboración propia del autor

Figura 3
Percepción de la pobreza según el sexo.
Fuente: elaboración propia del autor.

Figura 4
Percepción de la pobreza según la edad.
Fuente: elaboración propia del autor

Figura 5
Percepción de la pobreza de acuerdo con la condición laboral del egresado de carreras técnicas universitarias en Tela.
Fuente: elaboración propia

Tabla 8
Coeficientes de correlación entre la percepción de pobreza y el ingreso familiar del egresado de carreras técnicas universitarias en Tela.
Fuente: elaboración propia.

Figura 6
Percepción de la pobreza según el ingreso familiar de los egresados de carreras técnicas universitarias en Tela.
Fuente: elaboración propia.
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