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RESEÑA DEL LIBRO: CAMINOS ALTERNATIVOS PARA LA SOSTENIBILIDAD Y EL BUEN VIVIR
Revista CoPaLa. Construyendo Paz Latinoamericana, vol.. 7, núm. 14, 2022
Red Construyendo Paz Latinoamericana

Reseñas

Revista CoPaLa. Construyendo Paz Latinoamericana
Red Construyendo Paz Latinoamericana, México
ISSN-e: 2500-8870
Periodicidad: Semestral
vol. 7, núm. 14, 2022


Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional.

Reseña

Reseña del libro: Caminos alternativos para la sostenibilidad y el buen vivir. Saúl Alejandro García, Francisco Herrera Tapia, Martha Adriana Reynoso Patiño (Coordinadores). Universidad Autónoma Agraria “Antonio Narro”, México, 2021. ISBN Impreso: 978-607-7692-48-5. ISBN Electrónico: 978-607-7692-49-2.

Este libro plantea una reflexión acerca del discurso y las prácticas del desarrollo hegemónico partiendo de elementos de algunas de las teorías y experiencias alternativas. Se plantean algunas claves a partir de tres perspectivas: I.- Acercamiento teórico. II.- Esbozo sobre políticas públicas. III. Metodologías en acción.

Es de importancia resaltar que entre los alcances que empiezan a tener estas nuevas perspectivas se apunta a un impacto en la política internacional y principalmente en su aplicabilidad en los sistemas políticos locales.

I.- Acercamiento teórico

Mindahi C. Bastida Muñoz y Saúl Alejandro García, en “Desarrollo sustentable, sustentabilidad y buen vivir; discusiones en un mundo cambiante” Se realiza un recorrido de los fundamentos de los paradigmas que primero cuestionan los efectos de los modelos de desarrollo que devienen de los inicios de la revolución industrial y que se ciernen en el mundo contemporáneo y sus avatares en el neoliberalismo, para situarnos en la discusión sobre las alternativas del desarrollo y al desarrollo tal y como se han venido planteando desde el modo de vida de los pueblos originarios, es decir con base en propuestas que han surgido desde contextos locales y regionales, más allá del desarrollo clásico e incluso del desarrollo sustentable, principalmente desde las propuestas del “buen vivir” y que se expresa como un marco de pensamiento y acción propio de América Latina y que reconoce el patrimonio biocultural de las múltiples culturas ancestrales de la región.

II.- Esbozo sobre políticas públicas

Sin lugar a dudas, una de las formas en que la aportación de este tipo de trabajo arroja luces sobre las repercusiones de las francas y demoledoras prácticas del desarrollismo en el mundo y de manera particular en la región latinoamericana tiene que ver con las políticas públicas y cómo éstas se reflejan y concretan en el territorio.

Carlos Ricardo Menéndez Gamiz y Francisco Herrera Tapia en “El papel del Estado en la soberanía alimentaria. Reflexiones desde un enfoque político territorial” destacan el rol del estado como garante de la soberanía alimentaria. En este sentido, una de las grandes aportaciones de este trabajo se centra en reconocer que la soberanía alimentaria implica hablar también de economía política y la restructuración de las reglas y entramados de los regímenes democráticos, de tal manera que el modelo del Estado neoliberal ceda el paso a nuevas formas de economías, estructuras político-sociales y políticas innovadoras de cambios sustanciales en los regímenes o sistemas alimentarios centrados en la defensa del territorio.

Lorenzo Alejandro López Barbosa en su trabajo “Políticas públicas para los jóvenes rurales en México. Una asignatura pendiente y potencial emergente” nos presenta un acercamiento a la realidad que aqueja a los jóvenes rurales en México, con especial énfasis en las políticas públicas aplicadas para favorecer su inclusión en los procesos de desarrollo rural como actores con especificidades muy concretas y problemas que inciden en la vulnerabilidad de los grupos que conforman y de la sociedad de la que forman parte. Se reconoce la diversidad de las juventudes rurales de acuerdo a la disímil realidad de los territorios y contextos culturales en los que se desenvuelven y se plantea la urgente necesidad de considerarlos e incluirlos como un actor clave del mundo rural.

Francisco Herrera Tapia y Marta García Galván en “Factores estratégicos del desarrollo territorial rural, en una microrregión del Río Balsas” luego de realizar un análisis de las políticas hídricas a nivel nacional, principalmente en el caso de los Distritos de Riego y en la consideración de una estrategia de gobernanza que tome en cuenta la realidad territorial desde nuevas consideraciones socio-espaciales. Los autores proponen que una estrategia basada en Acuerdos Intermunicipales podría constituir un recurso metodológico y estratégico. Se resalta la importancia de consolidar las redes de gobernanza favorables al desarrollo rural.

III. Metodologías en Acción

Luis Brunett Pérez et al “Evaluación ambiental de la producción forraje-leche en pequeña escala, a través de un ACV” plantean que para generar sistemas de producción y transformación con un alto grado de sustentabilidad con la intención generar sistemas resilientes en lo ambiental, social y económico y no solo enfocarse en rendimientos zootécnicos de las unidades de producción, salud humana y animal, es requisito trabajar en los diferentes eslabones de la cadena de valor, analizar los efectos en la sociedad y en los territorios en donde se desarrolla la producción lechera con enfoques teóricos innovadores y metodologías holísticas para proponer estrategias que conlleven a la soberanía alimentaria en el caso de los lácteos.

Con este propósito se evaluó el desempeño ambiental del Nitrógeno de dos cultivos forrajeros para la producción de leche en pequeña escala (praderas de pastoreo y corte) a través de generar un Análisis de ciclo de vida utilizando el software SimaPro 8.3. Aunque los resultados obtenidos con el ACV resultan prometedores, quedan algunos aspectos que deberán analizarse con mayor profundidad, y sobre todo queda pendiente incorporar en esta metodología, estudios que incorporen el componente social.

Rafael Guzmán-Mendoza et al en su capítulo “Métodos de diagnóstico ambiental y cultural para sistemas agroecológicos” exploran algunas sugerencias metodológicas de monitoreo y medición de la diversidad de plantas arvenses e insectos, reconociendo la importancia ecológica que pueden poseer estas especies para los cultivos, ya sea como reguladoras de plagas, bioindicadoras y de servicios ecosistémicos que son útiles para la producción agrícola, la polinización, la alimentación, y la salud, entre otros.

En este trabajo se reconoce que la construcción de agroecosistemas sustentables se realizará mediante el reconocimiento de la complejidad de la intrincada red de interacciones biológicas, sociales y culturales agrupadas en la transdisciplinariedad de la agroecología, no obstante para el caso particular de este estudio aún queda pendiente evidenciar de manera más contundente cómo en la complejidad del estudio se identificaron los componentes socio-culturales de los productores locales y en qué sentido se abren vías o caminos alternativos para la sustentabilidad o el “buen vivir” en el territorio o en qué aspecto se ha instaurado o se pretende construir un diálogo de saberes.

Lorenzo Alejandro López Barbosa y Jesús Valdés Reyna en “La agricultura urbana como catalizador del buen vivir y la sustentabilidad en las ciudades” se analizan los argumentos en favor de la agricultura urbana como potenciador del buen vivir y la sustentabilidad en las ciudades, señalando que ésta constituye la plataforma ideal para generar sistemas urbano-ecológicos resilientes ante el cambio climático, donde la agricultura urbana puede servir para reducir la brecha entre el hombre y la naturaleza, especialmente entre los ciudadanos y los alimentos que consumen. Uno de los hallazgos importantes es que se reconocen las debilidades y limitaciones sociales, institucionales y políticas que han hecho inviable hasta el momento que esta propuesta haya fructificado y a partir de ese hecho plantean recomendaciones y acciones que pueden facilitar su concreción.

Martha Adriana Reynoso Patiño en su trabajo “Componente cadenas de valor: el caso de los caprinocultores de San Juan de la Cruz, Juventino Rosas, Guanajuato, México” expone uno de los pocos casos de éxito del programa cadenas de valor, desarrollado en el estado de Guanajuato por Productores de Leche de San Juan de la Cruz, Sociedad de Producción Rural de Responsabilidad Ilimitada, S.P.R. de R.I., del municipio de Juventino Rosas, en un estado en donde un logro de estas características está más cercano de la excepcionalidad que de la regla.

El trabajo es no sólo propositivo al describir algunas de las condiciones institucionales y de procedimiento que hicieron viable la implementación del programa Grupos Ganaderos de Validación y Transferencia de Tecnología, conocido como GGAVATT, sino que también identificó además que los inconvenientes que se ocultan dentro de los programas implementados para la atención de los grupos u organizaciones formalmente constituidos no logran acercar las condiciones del buen vivir a todos los integrantes de la organización, denostando que exista la igualdad entre los miembros y beneficios para los miembros de sus familias, y es aquí donde reside la oportunidad de revisar, retroalimentar y replantear los procesos de mejora a partir de estrategias de monitoreo y evaluación en donde se resalten los componentes de participación social activa y el desarrollo de capacidades que sean replicables, de suerte que fortalezcan los procesos de aprendizaje implicados en la ejecución de este tipo de proyectos.

Juan Galindo Moreno, Mónica Ranquel Villafranco e Israel Cárdenas Camargo en su capítulo “El rescate de la raíz del zacatón (Muhlenbergia macroura) para su manejo sustentable” emprenden una revisión de la historia económica de la región Mazahua, lo que les permitió identificar que la extracción de raíz de zacatón representó una importante fuente de recursos económicos para la población del Estado de México hasta la mitad del siglo pasado y de esta circunstancia se inició un proyecto de vinculación entre la Universidad Intercultural del Estado de México y la comunidad Mazahua de la zona.

Como parte de las conclusiones de esta investigación se plantea que el uso sustentable de esta planta incluye beneficios económico-sociales sin arriesgar la integridad de los ecosistemas. De ahí la importancia de generar conocimiento acerca de la fenología de las plantas, en este caso del zacatón, así como de los procesos de propagación que satisfagan la demanda de producción de la planta, evitando la sobreexplotación del recurso. La metodología propuesta, señalan los autores: puede utilizarse como guía para trabajos con objetivos similares, en los que se busque generar información para el entendimiento de la fenología y sistemas de propagación de plantas aun no estudiadas, pero con un potencial económico o de importancia para los ecosistemas, principalmente de la familia Poaceae.

Horacio Santiago Mejía, Lorena González Pablo y Rocío Albino Garduño se propusieron con el capítulo: “Comunidad de aprendizaje en dos pueblos originarios del Estado de México” compartir la experiencia de la comunidad de aprendizaje entre campesinos, estudiantes, servidores públicos y facilitadores en el desarrollo de la tecnología Milpa Intercalada con Árboles Frutales (MIAF). La experiencia se desarrolló en San Juan Coajomulco, Jocotitlán, y Ganzda, Acambay, Estado de México.

Dicho capítulo nos relata la experiencia de trabajo, destacando que las estrategias que favorecieron la explicación de los principios de la tecnología MIAF y su potencial se centraron en el establecimiento de las parcelas demostrativas y el resultado de la investigación en la región mazahua y otomí a partir del reconocimiento y uso de la agrobiodiversidad nativa y local.

El resultado de este proyecto de vinculación comunitaria entre la Universidad Intercultural del Estado de México y las comunidades otomí y mazahua referidas, hicieron posible también que al mismo tiempo, los facilitadores compartieran información acerca de los beneficios de los policultivos y así mismo aprendieran de los campesinos una serie de saberes asociados al manejo de sus suelos y su agrobiodiversidad.

Saúl Alejandro García y Martha Adriana Reynoso Patiño en su trabajo “Desarrollo Comunitario Integral, una estrategia de fortalecimiento para comunidades indígenas” utilizaron la herramienta del transecto desarrollada por el INCA Rural, así como una matriz de problemas, la cual se analizó por medio de la técnica FODA, detectando las necesidades de capacitación, lo que les permitió trabajar de manera conjunta con los beneficiarios para priorizar y poder atender los aspectos productivos y los aspectos psicosociales, que constituirían la base del Plan de Desarrollo Comunitario. Dicha experiencia contó asimismo con el acompañamiento de la Universidad Intercultural del Estado de México.

En una primera etapa del proyecto (2014-2015) se promovió entre los participantes la autoestima y la confianza con el propósito de detonar procesos autogestionarios y favorecer en una segunda etapa (2015-2016) el desarrollo del capital social comunitario entre las comunidades de San Jerónimo de los Jarros y San Felipe Pueblo Nuevo, del municipio de Atlacomulco; San Pedro El Alto y San Juanico Centro, del municipio de Temascalcingo, en el estado de México.

Para la tercera y última etapa (2016-2017), el modelo se afianzó y la finalidad siguió siendo la integración social a través de la familia como principal núcleo. A ésta se le proveyó de herramientas para establecer la seguridad alimentaria fortaleciendo los ejes del modelo: humano-cultural, físico-construido, recursos naturales, económico y el eje social-político. Al mismo tiempo se establecieron cinco escuelas de campo para fomentar actividades económicas familiares: hortalizas, borregos, vacas, huertos familiares, aves de corral, frutales y textiles.

Los autores sostienen que la visión sobre el empoderamiento de las comunidades aún no es un término lo suficientemente comprendido entre los actores sociales, y mientras no se logre una conciencia de identidad étnica o cultural en la propia localidad, no se podrá dar un giro que supere desde adentro el manoseo de líderes políticos o de intereses particulares, lo que logrará una mejor integración de los diversos grupos coexistentes en las llamadas ruralidades.

En efecto, queda un diverso y largo trayecto de aprendizaje que deberá partir del diálogo de saberes y deberá sustentarse en las experiencias y revisión de los aprendizajes de las propias comunidades en interacción con instituciones u organizaciones que como aliados puedan permitirse construir desde adentro y con base en el fortalecimiento del tejido social, caminos alternativos al desarrollo.



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