Resumen: Para aquellos iniciados y experimentados en la investigación de los fenómenos sociales, no puede soslayarse el estudio del interaccionismo simbólico, porque estos hechos deben estudiarse desde la propia perspectiva y experiencias de las personas que las viven, la cual se logra por medio del permanente proceso de comunicación existente. Hace hincapié en la importancia de las interacciones humanas en la formación de los significados y percepciones de la realidad que cada persona posee, y las cuales va construyendo con el tiempo. Se presenta brevemente cuatro aspectos relacionados con el interaccionismo simbólico: relación entre la investigación cualitativa y el interaccionismo simbólico; precursores representativos de esta corriente; la comunicación como base fundamental del interaccionismo social, y los postulados que sostienen el mismo.
Palabras clave: fenomenología, interacción social, acción social, comunicación, símbolos.
Abstract: For those initiated and experienced in the investigation of social phenomena the study of symbolic interactionism cannot be ignored, because these facts must be studied from the perspective and experiences of the people who live them, which is achieved through the permanent process of communication existing. Emphasizes the importance of human interactions in the formation of the meanings and perceptions of the reality that each person has and which he builds over time. Four aspects related to symbolic interactionism are briefly presented: relationship between qualitative research and symbolic interactionism; precursors representative of this current; communication as the fundamental basis of social interactionism, and the postulates that support it.
Keywords: phenomenology, social interaction, social action, communication, symbols.
Breves Notas sobre el Interaccionismo Simbólico
Brief Notes on Symbolic Interactionism
Recepción: 19 Abril 2017
Aprobación: 14 Junio 2017
Este trabajo resalta la importancia que juegan las interacciones humanas en la formación de los propios significados y percepciones de la realidad, por lo que los fenómenos sociales deben estudiarse desde la propia perspectiva de las personas que las viven, examinando el modo en que experimenta y percibe esa realidad.
Además, se da relevancia a la comunicación, como base fundamental del interaccionismo simbólico, comprendiendo los signos, señales y símbolos que ha permitido al sujeto percibir la realidad, a su vez, permite la reflexión en cuanto a cómo el investigador logra una interacción adecuada con el sujeto de estudio, tomando en cuenta las premisas que subyacen en el interaccionismo simbólico.
Escudriñar las teorías y sustentos epistemológicos del interaccionismo simbólico, no resulta nada fácil, por lo que se pretende en esta ocasión, esbozar algunas líneas a través de cuatro aspectos que mantienen una conexión precisa con el tema: relación entre la investigación cualitativa y el interaccionismo simbólico; precursores representativos de esta corriente; la comunicación como base fundamental del interaccionismo social, y los postulados que sostienen el mismo.
De esta manera, se espera despertar el interés en el tema, particularmente a los motivados en la investigación etnográfica, en la cual es propicia la aplicación del interaccionismo simbólico; como a su vez, pueda servir como base inicial para los comprometidos con la investigación cualitativa.
Como señala Taylor y Bogdan, (1987, p.22) los supuestos, intereses y propósitos que el investigador tenga, lo llevan a elegir una metodología de investigación.
En las ciencias sociales han prevalecido dos perspectivas teóricas. Por un lado, el positivismo con Augusto Comte y Emile Durkheim entre sus dos grandes exponentes, y quienes sustentan, que los hechos o causas de los fenómenos sociales son independientes de los estados subjetivos de los individuos, considerando estos fenómenos como “cosas” que ejercen influencia externa en las personas. (Taylor, Bogdan,1987, p.22)
La otra perspectiva teórica de Deutscher y otros precursores, es la fenomenológica que busca entender los fenómenos sociales desde la propia perspectiva de la persona, examinando el modo en que experimenta y percibe esa realidad. En otras palabras, lo que la gente dice y haga es el resultado de cómo interpreta su mundo, busca los significados que los individuos dan a sus experiencias. (Barrantes, 2010, p.152)
Valga subrayar que para los fenomenólogos, estudiosos de la metodología cualitativa, la tarea fundamental es aprehender el proceso de interpretación que dan las propias personas, y las expresan tal como las perciben y vivencian en la recolección de los datos.
La perspectiva fenomenológica está basada en varios marcos teóricos y escuelas de pensamiento en las ciencias sociales, entre los que se destaca, el interaccionismo simbólico.
En este sentido, puede desprenderse que desde los orígenes de la investigación cualitativa, se sustenta el posicionamiento del interaccionismo simbólico como fundamento de este enfoque investigativo.
El interaccionismo simbólico se sitúa dentro del paradigma interpretativo, el cual analiza el sentido de la acción social desde la posición de los participantes (informantes) en la investigación. Por otro lado, este paradigma concibe la comunicación como una producción de sentido dentro de un universo simbólico determinado, atribuyendo una importancia primordial a los significados sociales que las personas asignan al mundo que les rodea. (Taylor y Bogdan, 1987, p.24)
Para comprender el interaccionismo simbólico, se estudian los planteamientos de Mead (1934) Blúmer (1938) y Goffman (1959)
George Herbert Mead, filósofo y psicólogo. Pertenece a la escuela pragmática. Para Mead el individuo es un producto de la interacción entre el individuo y la sociedad, de la cual surge la mente.En la teoría de Mead, el individuo consciente y pensante es lógicamente imposible sin un grupo social que le precede. (Rizo, 2012, p.2)
En otras palabras, el grupo social existe previo, y es aquí donde se establecen y desarrollan las ideas, pensamientos y creencias; es donde se forman los individuos. De allí, es que este precursor, rehúsa ubicar las imágenes mentales en el cerebro y las contempla como fenómenos
sociales. Las imágenes como los símbolos, pertenecen al medio social donde se desenvuelve la persona.
La mente para Mead es un proceso y no una cosa. Se define como una conversación interna con nosotros mismos, no se encuentra dentro del individuo, no está ubicada en el cerebro, sino que es un fenómeno social. Surge y se desarrolla dentro del proceso social y es una parte fundamental del mismo. Así, el proceso social precede a la mente y no es, como muchos creen producto suyo.(Rodríguez, 1998, p.55)
Por su parte, Herbert Blúmer es quien nombró interaccionismo simbólico a una línea de investigación sociológica y socio-psicológica, cuyo principal objeto de estudio son los procesos de interacción, entendiendo por esta la acción social que se caracteriza por una orientación inmediatamente recíproca, subrayando el carácter simbólico de la misma.(Rodríguez,1998, p.53)
La posición básica de esta orientación es que, para poder comprender los fenómenos sociales, el investigador necesita descubrir la definición de la situación del sujeto investigado, o sea, su percepción e interpretación de la realidad y la forma en que estas se relacionan con su comportamiento, lo cual se apoya, en el uso de los símbolos en general y del lenguaje en particular.
El símbolo se presenta con una condición de parcialidad, porque depende del significado que cada uno le otorgue al objeto o fenómeno, por eso es que puede tener distintos significados, porque se construye desde el contexto social, que a mi modo de ver, incide en una representación cultural que se reproduce históricamente.
De acuerdo con Blúmer, la acción social en el interaccionismo simbólico, debe estudiarse en términos de cómo se genera. Comprender el proceso de una acción social consiste en explorar
el desarrollo por el cual varios individuos ajustan mutuamente diversas líneas de acción sobre la base de sus interpretaciones del mundo. (Rodríguez, 1998, p.56)
Claro está, que el estudio de la acción tiene que hacerse desde la propia posición del actor (informante), ya que la acción es realizada por él. El investigador cualitativo debe ser cuidadoso en la no interpretación o manipulación de los procesos de objetividad que expresa el sujeto, considerando la aplicación de los principios que sustentan la investigación cualitativa.
Blúmer (1982, p.5) defendía una metodología particular para los estudios de la conducta humana, es una metodología que no admitía generalizaciones. Además, fue uno de los primeros científicos que expuso el principio de que el investigador se debe orientar al máximo posible al mundo social de las experiencias cotidianas.
Otro teórico es Erving Goffman, catalogado por algunos como uno de los mayores precursores del interaccionismo simbólico. La unidad de análisis que aparece más frecuentemente en los trabajos de Goffman es de tipo interaccional, esto es, contemplar los encuentros cara a cara entre un número limitado de sujetos. (Herrera y Soriano, 2004, p.61)
Este seguidor del interaccionismo simbólico, toma como unidad fundamental de la vida pública las agrupaciones casuales, espontáneas, el mezclarse durante y a causa de las actividades cotidianas. En los encuentros sociales, los momentos de interacción, se pueden establecer las reglas que las personas (inconscientemente) siguen al cohesionarse con los demás. Lo que indica el carácter permanentemente de ese vínculo social que desarrollamos.
La facultad de pensamiento capacita a las personas para actuar reflexivamente, sin embargo, para el interaccionismo simbólico, la capacidad humana de pensar se desarrolla en el
proceso de socialización desde la primera infancia, y se va refinando durante las diferentes unidades del continuo social, y en la socialización adulta.
Por lo que el interaccionismo simbólico, toma en cuenta lo histórico y lo cultural como aspectos esenciales que accionan en el pensamiento del sujeto investigado. Es innegable que los acontecimientos vividos por las personas son parte del interaccionismo que lo lleva a expresar su modo de ver, sentir, expresar las cosas.
La interacción entre investigador e investigado es dada a través de una comunicación verbal y/o no verbal, elemento básico del proceso del interaccionismo simbólico, y que durante el proceso de la investigación, no se visualiza como un factor de perturbación.
Dicha relación comunicativa es condición del quehacer investigativo, en donde desde la inserción del investigador a los escenarios del investigado y la recolección de los datos en sí, son logros comunicativos.
Señala Schütze (1978, citado por Rizo, 2007, p 1) al ser social como miembro de la sociedad con capacidades para orientar, interpretar y desarrollar teorías. El sujeto no solo interpreta la realidad que es accesible para él, sino también la construye.
En otras palabras, la óptica de la realidad depende de las perspectivas, y con cada cambio de la perspectiva también se cambia lo que es válido.
Como todas las cosas, nada es inmutable, todo se transforma, y por lo tanto, la interacción constante de las personas con otras contribuye a realizar los cambios en sus modos de expresión.
El proceso de la búsqueda de la verdad es una interacción entre investigador e investigado sobre sus definiciones de la realidad (la interacción comunicativa); ese proceso comunicativo es el centro de atención de la investigación social cualitativa. Es imperativo que esta comunicación sea de tipo dialógica entre investigador y actores investigados.
Por último, no debe perderse de vista, que la comunicación es entendida desde las diferentes modalidades en que se realiza, oral, gestual, escrita y cada una tiene sus propios signos y señales que el investigador debe estar pendiente en su escucha y observación activa, pues se emiten significados relevantes en esa relación cercana entre ambos.
Taylor y Bogdan (1998 p.24) señalan tres premisas que sustentan esta teoría, sin embargo, se desprenden otras proposiciones que permiten una mayor comprensión del interaccionismo simbólico e identifica los postulados que le sustentan. Entre estos, se destacan los siguientes:
1. Las personas actúan respecto de las cosas, e incluso de las otras personas sobre la base de los significados que estos tienen para ellos, y el que le atribuyen.
Los significados en sí, son productos sociales surgidos durante la interacción con las demás personas. En las interacciones sociales, una persona aprende de las otras a ver el mundo.
En este sentido, los significados son otorgados a través de un proceso de interpretación, en donde la persona es quien selecciona, controla, y transforma los significados en cuanto a la situación en la que está ubicado y de la dirección de su acción.
Las personas con la relación constante con los demás, y el sostenimiento de los vínculos sociales, logra el intercambio de opiniones y experiencias que luego le permite analizar,
comprender e internalizar si le son aceptables, y conforma de esta manera sus percepciones y simbologías que le permiten conducirse o desenvolverse de determinada manera frente a sus semejantes.
2. Los significados son productos sociales que surgen durante la interacción: el significado que tiene, se da en los modos en que otras personas actúan sobre ella.
El significado de una cosa para una persona, surge de las formas en que las otras actúan hacia la persona con respecto a la cosa. En todo caso, se da en ambas vías, se influye mutuamente.
Es muy probable que las personas modifiquen o alteren los significados y los símbolos que usan en la acción y la interacción sobre la base de su interpretación, la cual es constante, ya que siempre está en permanente nexo con los demás a lo largo de su vida.
Este principio muestra que existe una reducción de las normas, valores y metas de las personas, aumentando las interpretaciones y definiciones de la situación,sujetas a una continua revisión conforme al acontecer de los eventos, moldeando sus acciones, propio del interaccionismo simbólico.
Otro aspecto a considerar es que las personas recuerdan y basan su conocimiento sobre lo que se ha demostrado útil para ellas, por lo que va modificando con el transcurrir del tiempo y de su proceso de interacción con los demás. Esto permite a las personas introducir modificaciones y alteraciones de sus significados, porque tiene la capacidad para interactuar consigo mismo, permitiéndole examinar los posibles cursos de acción y valorar sus ventajas y desventajas relativas para luego elegir un accionar.
3. Los actores sociales asignan significados a situaciones, a otras personas, a las cosas y a sí mismo, a través de un proceso de interpretación.
La manera en que la persona interprete, dependerá de los significados de que disponga y de cómo aprecie una situación dada. En consecuencia, su proceso es constante y dinámico. En cada momento que un sujeto adquiere nuevos significados, los entiende desde su optica particular y luego lo lleva a un accionar. Por consiguiente, las personas piensan, dicen, sienten y hacen cosas distintas, tomando en cuenta sus diversas experiencias y los distintos significados sociales.
El interaccionismo símbólico enseña que tanto las organizaciones, culturas y grupos están constituidos por actores envueltos en un proceso constante de interpretación del mundo que los rodea.
Aunque actúen en cualquiera de las unidades dentro del continuo del funcionamiento social, son sus interpretaciones y definiciones de la situación lo que determina la acción.
El interaccionismo simbólico concibe entonces, que en los grupos donde cada uno interacciona con los otros, además de un rol determinado, es capaz de formarse sus propios significidados de lo que identifica de los otros, y también, haciéndo su interacción consigo mismo e internalizando nuevas definiciones.
La necesidad de prestar atención a lo que la persona expresa y hace es una práctica del investigador cualitativo; escuchar activamente a lo que es evocado en estas conversaciones y percepciones del informante, permitirá lograr los objetivos de interés de la investigación.
No está demás indicar que el interaccionismo simbólico necesita para el logro de sus propósitos, el proceso de comunicación en cualquiera de las formas existentes (oral, gestual y
escrita).Este es el medio principal por el cual un sujeto capta el sentido de la realidad social, de la comprensión de sí mismo y de los demás, y es esencial tanto en la constitución del individuo como en la producción social.
Cuando una persona se comunica con otra, comunica experiencias, opiniones, pasadas y presentes en relación a los contextos donde participan, y quien recibe el mensaje, de igual manera comunica, creando así, una nueva realidad social, que se aprecia en los significados otorgados a esas realidades.
La interacción cara a cara, además de expresar una relación social y algunas características de los sujetos participantes, reproduce las condiciones de formación de una realidad social, vivenciada por ellos.
En síntesis, la investigación cualitativa requiere de la atención del interaccionismo simbólico, donde las personas dan significado a su mundo real desde la primera infancia, en su proceso de socialización, y que va consolidando en su etapa de madurez para expresarse y actuar conforme a los significados asignados en función de sus expectativas y propósitos. Por lo tanto, es primordial la comunicación dialógica entre investigador-investigado para la consecución de los fines de la investigación.