ARTÍCULOS DE REVISIÓN
Fasciola hepática: aspectos relevantes en la salud animal
Fasciola hepatica: relevant aspects in animal health
Fasciola hepática: aspectos relevantes en la salud animal
Journal of the Selva Andina Animal Science, vol. 4, núm. 2, 2017
Selva Andina Research Society
Recepción: 01 Abril 2017
Aprobación: 01 Agosto 2017
Publicación: 01 Octubre 2017
Resumen: La Fasciola hepática es un parásito que pertenece a la clase Trematoda del orden Digenea, que mantiene una amplia distribución mundial. El pasto contaminado con heces es la principal fuente de transmisión, los caracoles intervienen como parte esencial en el ciclo biológico. Las lesiones principalmente están en el hígado y la sintomatología clínica es gastrointestinal secundaria en la afectación hepática. El diagnóstico puede ser parasitológico a partir de métodos de flotación o sedimentación, inmunológico a partir de pruebas como ELISA y en la necropsia con base a los hallazgos anatomopatológicos. La prevención se basa en el control del hospedador intermediario, dejando en segundo grado el tratamiento farmacológico de los animales. En el ámbito económico la incidencia de F. hepática puede ser un riesgo para cualquier producción pecuaria, la prevención o diseminación de esta, mejora significativamente la rentabilidad, de la misma manera las consecuencias de esta enfermedad son las pérdidas económicas en los decomisos de las canales y su elevada mortalidad. Esta revisión abarca algunos aspectos relevantes sobre la infección por F. hepática en países latinoamericanos donde la infección ganadera por este parásito es muy elevada, siendo necesario la intervención sanitaria inmediata en zonas endémicas.
Palabras clave: Parásito, prevención, salud, enfermedad, endémica, patología.
Abstract: The Fasciola hepatica is a parasite from the class Trematoda of the order Digenea, which maintains a wide distribution worldwide. The grass contaminated with feces is the main source of transmission, with snails acting as an essential part of the biological cycle. The lesions mainly are presents in the liver and the clinical symptomatology is mainly gastrointestinal secondary to hepatic affection. The diagnosis can be parasitological from flotation or sedimentation methods, immunological with tests such as ELISA and necropsy based on anatomopathological findings. Prevention is based on the control of the intermediate host, leaving in second place the pharmacological treatment of the animals. In the economic area, the incidence of F. hepatica can be a risk for any animal production, the prevention or dissemination of this, significantly improves profitability, in the same way, the consequences of this disease are the economic losses in the seizures of the canals and their high mortality. This review covers some relevant aspects of F. hepatica infection in Latin American countries where the parasite infection by this parasite is very high, requiring immediate health intervention in endemic areas.
Keywords: Parasite, prevention, health, illness, endemic, pathology.
Introducción
La Fasciola hepática es un parásito que pertenece a la clase Trematoda del orden Digenea, que mantiene una amplia distribución mundial (Mas-Coma et al. 2009). El parásito adulto se aloja en el hígado y conductos biliares del ganado, los huevos son llevados a través de la bilis al intestino, salen posteriormente en las heces y una vez que llegan a alcanzar el agua, inician el ciclo a partir de la formación de la primera fase larvaria llamada miracidio (Bowman et al. 2012). El pasto contaminado es su principal medio de transmisión y para que el trematodo pueda afectar a los animales debe generar un ciclo, donde, es necesario la intervención de un hospedador intermediario perteneciente a la familia de los caracoles dulceacuícolas Lymnaeidae (Alpízar et al. 2013) y de un hospedador definitivo (Iturbe-Espinoza & Muñiz-Pareja 2012) como: equinos, porcinos, vacunos, camélidos, caprinos, cuyes y conejos (Espinoza et al. 2010).
La presencia de fasciolosis afecta de manera económica a la producción de carne, lana y leche (Naquira 2010a). La pérdida ganadera anual sobrepasa los 50 millones de dólares en el Perú, valorada por decomisos de hígados infectados y la prevalencia de la enfermedad (Espinoza et al. 2010). En Costa Rica, un estudio muestra un total de 4547 hígados decomisados en el 2014 en mataderos clase A, con una representación económica de 67438 dólares (Rojas & Cartín 2016). En Huambo-Angola un estudio retrospectivo del 2008 al 2011 en dos mataderos de ésta provincia se determinó un total de 2809 hígados decomisados semejante a una pérdida de 58697 dólares (Monteiro-Noel et al. 2013), viéndose necesario un control, que permita así una ganadería favorable, especialmente en zonas endémicas afectadas por la F. hepática (Espinoza et al. 2010).
La fasciolosis es una de las enfermedades parasitarias más importantes del ganado bovino, la cual no solo afecta la salud de los animales sino que también es considerada zoonótica (Kalu 2015a), a la vez infecta a una gama extensa de huéspedes mamíferos como perros, gatos, rumiantes caballos y cerdos (Bowman et al. 2012, (Aleixo et al. 2015) junto con el impacto económico en los ganaderos (Uribe et al. 2014, Silva-Díaz et al. 2015, Zerpa et al. 2010), debido a la disminución de la producción y decomiso de canales afectados por la enfermedad (Gauta et al. 2011).
Esta revisión abarca algunos aspectos relevantes sobre la infección por F. hepática en Latinoamérica, aunque espontáneamente no alcanza a ser una revisión exhaustiva y sistemática de la literatura en el área, por esta razón se debe complementar con otros trabajos la información necesaria para que conjuntamente con programas masivos de control de esta zoonosis se pueda lograr recuperar económicamente sus recursos, que hasta la fecha muestran un balance negativo y mejorar sustancialmente la salud de las poblaciones afectadas.
Morfología de la Fasciola hepática
Helminto trematodo adulto de un cuerpo ancho y aplanado dorso ventralmente de forma foliácea, toma un color café, rosa o gris cuando se lo expone al formol; se encuentra recubierto por espinas alrededor de su cuerpo (Quiroz-Romero 2005), con una medida de 18-51 mm de largo por 4-13 mm de ancho, está conformado de dos ventosas continuas, una ventral más grande que la oral y en su extremo craneal un estructura cónica (boca), cerca de esta estructura el aparato digestivo se divide en ramas primarias y secundarias (Quiroz-Romero 2005, Martínez-Fernández & Cordero del Campillo 1999), por debajo del poro ventral encontramos al poro genital, (Quiroz-Romero 2005), posee una bolsa de órganos reproductores en su interior, en los que se encuentran representados ambos sexos, posee dos testículos y un ovario, siendo un parásito hermafrodita (Quiroz-Romero 2005) convergen al poro genital ambos aparatos reproductivos (Bowman et al. 2012). El tegumento de la fasciola posee placas espinosas extendiéndose hacia el tejido muscular que se encuentra subyacente y comunicándose hacia la superficie por unos estrechos canales llevando el nombre de pericariones por llevar en su interior núcleos (Gállego-Berenguer 2007).
Ciclo biológico de la Fasciola hepatica
La F. hepática cumple un ciclo biológico heteroxeno, para ello necesita la intervención de un hospedador intermediario como el caracol del género Lymnaea y uno definitivo que vendría a ser el animal infectado que puede ser rumiante u otro mamífero (Iturbe-Espinoza & Muñiz-Pareja 2013, Ticona et al. 2010).
La F. hepática se halla ampliamente distribuida debido a la capacidad de colonización que posee el hospedador intermediario y su adaptabilidad a diversas regiones y climas (Espinoza et al. 2010), le permite desarrollarse en sitios húmedos especialmente en charcos y pantanos, lo que permite que el ciclo de vida del parásito alcance su desarrollo en temperaturas óptimas dentro del rango entre 10 y 30 ºC (Alpízar et al. 2013, Sanchiz et al. 2015), este parásito cumple su desarrollo en el hígado de varias especies hospedadoras definitivas (Samamé et al. 2016).
El ciclo comienza cuando el animal infectado o el hospedador definitivo expulsa las heces con los huevos de la F. hepática, formados en su interior un ovocito fecundado dentro de una cápsula operculada (Bowman et al. 2012) y al tener humedad se formará dentro de los huevos una fase larvaria ciliada interna llamada miracidio, que nada libremente para invadir e introducirse en el caracol o huésped intermediario a través de su papila cónica en el extremo proximal, si no ingresa al hospedador en un lapso de 24 h la fase larvaria agota sus reservas energéticas y muere (Bowman et al. 2012, Iturbe-Espinoza et al. 2012). En el interior de éste evoluciona a fase de cercaría, parecida a un renacuajo, que desarrolla una cola útil para su movilización y se desarrolla por completo en un tiempo aproximado de uno a dos meses, ayudado de temperaturas cálidas óptimas para su desarrollo (Nyindo et al. 2015), a pesar, que se ha encontrado a hospedadores intermedios infectados de fases larvarias pertenecientes a la familia Lymnae viatrix en altitudes entre 4000 y 4500 msnm (Mas-Coma et al. 2009), una vez culminado su desarrollo abandona el caracol y nada a distancias cortas para adherirse a alguna planta, perdiendo posteriormente su cola y transformándose así en la fase larvaria denominada metacercaria, que es la etapa final del parásito hasta que sea ingerido por el animal (Bowman et al. 2012, González-Morales et al. 2013, Naquira 2010a).
Una vez que los rumiantes u hospedadores definitivos ingieren el forraje o aguas infectadas con metacercaria, inicia un nuevo ciclo en el tubo digestivo y al estar en contacto con el jugo gástrico, el ácido permite que la membrana o envoltura que rodea a la metacercaria se disuelva dejando en libertad a la larva joven o fasciola juvenil. En esta nueva etapa, el parásito atraviesa la pared intestinal hasta alojarse en la cavidad abdominal, posteriormente el peritoneo y a la cápsula de Glisson, para más tarde penetrar en el hígado en donde migra por el parénquima durante cinco a seis semanas, transcurrido este tiempo se instalan finalmente en los conductos biliares (Iturbe-Espinoza & Muñiz-Pareja 2011) donde alcanzan un estado adulto en un tiempo aproximado de tres meses, para finalmente iniciar el proceso de oviposición, los cuales son evacuados junto con las heces al medio externo propagando la infección e iniciando un nuevo ciclo del parásito (Cañete et al. 2011, Giraldo-Pinzón et al. 2016, Martínez-Sánchez et al. 2012.
Factores influyentes en la permanencia del ciclo biológico
El contagio se presenta por factores biológicos, climáticos y topográficos; la variación del clima genera un cambio de ecosistema y trae hospedadores a zonas nuevas (Sanchis et al. 2015), éste cambio climático se ve más acentuado en los trematodos, se verifica mediante un incremento de la formación de los estados larvarios libres, que influyen en los hospedadores vertebrados e invertebrados (Mas-Coma et al. 2008), en un futuro próximo los lugares fríos y de altitudes que sobrepasan los 4000 msnm pueden llegar a ser zonas endémicas (Londoñe et al. 2009, Mas-Coma et al. 2008), debemos recalcar que la distribución espacial de F. hepática no solo depende de la precipitación, elevación y tipo de suelo; sino que incluye otros factores de riesgo como manejo, en este punto la segada de los pastizales y la proporción en la dieta (Bennema et al. 2011), convirtiéndose la enfermedad de alta prevalencia, con elevadas pérdidas en la producción que influye drásticamente en la inocuidad alimentaria; además, incrementa la intensidad y frecuencia de este helminto (Charlier et al. 2016). Sin dejar a un lado las prácticas agrícolas sin control y transporte inadecuado de los animales que influyen en la propagación del parásito (Fernández et al. 2012). En zonas de inundaciones el factor de riesgo es mayor ya que los moluscos viven a orillas de canales de riego, drenados, zanjas o charcas de agua dulce donde bebe el ganado (Samamé et al. 2016, Iturbe-Espinoza et al. 2012).
Lesiones anatomopatológicas de la fasciolosis
Al determinar la infección por F. hepática en el ganado se puede describir de igual forma en base a lesiones anatomo e histopatológicas desarrolladas en los lóbulos hepáticos, que presentan un aumento de consistencia, engrosamiento de los ductos hepáticos con presencia de calcificación, material mucoso y formas adultas del parásito (Alpízar et al. 2013).
En el análisis postmorten, la fasciola queda viva en el hígado, logra una coloración muy oscura de tacto arenoso donde el tejido se vuelve blando y friable, además denota que las paredes del órgano se encuentran hiperplásicas (Gálvez et al. 2012) que con frecuencia ocasiona en los conductos biliares una afección de tipo crónico al hospedador que va acompañado de trastornos nutricionales en el animal (Paucar et al. 2010), incluye malestar intestinal y dolor abdominal con presencia de cólico hepático (Uduak 2015). Es una enfermedad grave, que alcanza la muerte del paciente dependiendo del número de parásitos que lo infectan (González-Morales et al. 2013). La mayor cantidad de lesiones encontradas en los hígados bovinos son de tipo aguda y crónica en consecuencia se presenta una fibrosis periductular, calcificación e hiperplasia de los ductos biliares (Alpízar et al. 2013). La presencia de fibrosis hepática esta correlacionada directamente con el incremento en el número de las formas adultas de Fasciola, ésta patología se la clasifica en tres estadios o fases; la primera presenta una afectación del área portal con cercanía a lesiones generadas a partir del parásito, pero el parénquima se encuentra intacto, en la etapa dos existe la presencia de daño del parénquima hepático y finalmente en la etapa tres existe la marcada separación entre los septos que conforman el tejido conectivo con una distribución a lo largo del parénquima hepático y la presencia de nódulos de regeneración (Marcos et al. 2007).
Diagnóstico
El diagnóstico de fasciolosis puede ser: parasitológico, inmunodiagnóstico y necrótico (Aleixo et al. 2015). El diagnóstico parasitológico se basa en la detección de huevos de F. hepática en las heces de los animales sospechosos, es útil para diagnosticar la fasciolosis crónica; el propósito es el hallazgo de los huevos a partir de una muestra de heces, mediante métodos de flotación o de sedimentación, lo que es recomendado principalmente en fasciolosis crónica (González-Benítez 2014). Respecto al inmunodiagnóstico, es posible efectuar a través de antígenos coprológicos por la técnica ELISA y en leche en éste caso a través de FhES, conocidos como antígenos de secreción-excreción de F. hepática utilizado en la detección de anticuerpos del mismo parásito (Uruburu-Gómez et al. 2013, Bernardo et al. 2012). La técnica conocida como RAPDs-PCR ha permitido relacionar los perfiles genéticos de Fasciola hepática entre diferentes especies domésticas como: equina, bovina y ovina. Los hallazgos postmorten se dan en el hígado, el cual se encuentra hipertrofiado y hemorrágico, con numerosas fasciolas. Este tipo de diagnóstico es recomendado principalmente en fasciolosis aguda (Vargas et al. 2003).
Control y prevención
Una de las principales causas de presencia de F. hepática, es el tratamiento incorrecto de heces que contaminan los pastos del lugar en donde se encuentran y contraen la infección al ser consumido por el animal (Correa et al. 2016, Sanchis et al. 2015), para ello es necesario mantener una limpieza continua de los zonas de pastoreo y sus alrededores, y así se logrará reducir el número de parásitos que provocan esta enfermedad (Kalu 2015a, Uduak 2015). Los programas de prevención son considerados más eficaces que los tratamientos farmacológicos aplicados en animales infectados, ya que de esta manera se evitará el contagio a animales sanos (Chávez et al. 2012, Godoy et al. 2010).
El principal objetivo de los métodos de prevención de esta enfermedad es proteger completamente a los animales más susceptibles al contagio de esta afección (Flores et al. 2014), para poder controlar esta patología de una forma apropiada y segura se debe tomar medidas directamente hacia los tres factores principales que hacen que se desarrolle el ciclo de la F. hepatica, los mismos que son: instalaciones, hospederos intermediarios (caracoles) y hospedero definitivo (animales de producción). Dentro de las medidas de prevención aplicadas en estos casos se encuentran las naturales o físicas tales como limpieza del lugar, control del tiempo de pastoreo del ganado, que son aplicadas para prevenir la inoculación de este parásito y farmacológicas que son utilizadas en su mayoría para curar a aquellos animales que ya padecen de la enfermedad (Espinoza et al. 2010, Knubben-Schweizer et al. 2010, Pérez-Ecija et al. 2010, Fernández et al. 2012).
Otro factor principal que se debe controlar es el organismo intermediario que en este caso viene a ser el caracol de género Lymnaea, para ello se debe realizar un control del área reconociendo sus respectivos hábitats.
Por último tenemos el control directo al huésped definitivo o bovino, varios países de América latina en la actualidad han propuesto ciertos programas para control y erradicación de esta enfermedad, en el que se establece el uso de medicamentos o antihelmínticos que pueden controlar este trematodo (Uduak 2015), uno de los tratamientos más eficientes es el uso de triclabendazole, éste es considerado como el principal medicamento para el control de la fasciolosis, ya que sus resultados se encuentran alrededor del 90% de efectividad en sus primeros usos, estudios realizados hacia este proceso indican que el uso continuo de este antihelmíntico puede ocasionar que el trematodo se vuelva inmune hacia su efecto, por este motivo se recomienda su uso de una a dos veces por año (Espinoza et al. 2010). Los conocidos nematicidas genéricos tales como la brotianina, levamisol, oxiclozanida pueden usarse contra los parásitos gastrointestinales pudiendo regularlos pero aun no eliminarlos (Knubben-Schweizer et al 2010, Alpízar et al. 2013, Chávez et al 2012, Fernández et al. 2012). Finalmente otra estrategia de tipo sostenible ha sido el descubrimiento de una lectina de origen vegetal que tiene un resultado tipo inhibitorio sobre la Cathepsina B del parásito F. hepática, se percibe como una forma eficiente de control de la enfermedad (Becerra-Rozo 2001).
Discusión
En Latinoamérica sobre todo en países como Perú y Costa Rica, la incidencia de Fasciola hepática en las explotaciones pecuarias tiende a repercutir sobre la rentabilidad de la misma, es así, que año tras año los ganaderos pierden miles de dólares en diagnósticos, tratamientos, control, entre otros; las pérdidas económicas se pueden dar a nivel de granja con altas mortalidades, disminución de la producción (carne/leche), compra de fármacos innecesarios, diagnósticos y tratamientos extras, mientras que en el faenamiento la pérdida es total cuando el técnico del camal identifica la presencia del parasito en la canal del animal realizando su decomiso.
La F. hepática en un parasito sumamente agresivo, si posee las condiciones ambientales óptimas para su crecimiento como temperaturas y humedad; así como también necesita la presencia de un hospedero intermediario como en caracol del género Lymnaea y un hospedero final que vendría a ser el semoviente infectado (bovinos, caprinos, ovinos, porcinos, equinos, entre otros), para que desarrolle su ciclo de vida de forma completa.
Considerada como una parasitosis zoonótica de alto impacto es imprescindible realizar la prevención a base de técnicas farmacológicas y culturales que rompan el ciclo de vida de la F. hepática; el diagnóstico parasitológico, inmunodiagnóstico y necrótico seguido del tratamiento a base triclabendazoles o nematicidas genéricos utilizados de manera alternada para evitar que el animal se vuelva inmune a un solo fármaco.
Conclusiones
La F. hepática es un parásito que genera un alto impacto económico en el sector ganadero, considerando su capacidad de diseminación en zonas húmedas a través de su hospedador intermediario.
Se considera que el método diagnóstico de elección depende del tipo de fasciolosis; aguda o crónica, lo cual influye en la eliminación de huevos de F. hepática o en la presencia de fasciolas adultas en el hígado.
Económicamente es más rentable y eficaz prevenir la aparición o la diseminación de la F. hepática, debido a que la sintomatología muchas veces no se manifiesta y un gran número de animales pueden presentar fasciolosis subclínica lo cual sería detectado solo en centros de faenamiento como hallazgos en la necropsia, en consecuencia la pérdidas económicas serían mayores por los decomisos de las canales.
Agradecimientos
Los autores desean expresar su agradecimiento a la Facultad Ciencias Agropecuarias de la Universidad Técnica de Ambato por el apoyo prestado para la realización de este trabajo.
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Notas de autor
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