El acontecimiento del Concilio Vaticano II, como hecho paradigmático, produjo un cambio radical en la relación entre la Iglesia y el mundo, ayudó a redescubrir la conjunción entre los misterios divinos y los acontecimientos humanos. La Iglesia en una profunda revisión sobre sí misma se animó a mirar la presencia de Dios en todas las realidades externas a ella.

En este proceso de reencuentro entre las manifestaciones de la fe y las realidades culturales, la Iglesia ya no permanece como simple custodia estática de la revelación y jueza del mundo, sino que está invitada a encontrar la presencia de Dios en la diversidad cultural.

En el desarrollo de la modernidad y de la secularización, la teología deberá enseñar a la Iglesia como dar una respuesta encarnada y significativa en los diferentes contextos.

La teología práctica será la encargada de buscar caminos y tender puentes entre la diversidad de contextos y la Verdad revelada que aunque es única no es homogénea en su manifestación. El Concilio con la invitación a discernir la presencia de los signos de los tiempos dio un impulso a esta dimensión teológica que estaba destinada a ser vista solo como una aplicación unidireccional de las verdades dogmáticas y morales.

Desde esta perspectiva, las preguntas que atraviesan toda esta obra son, ¿Qué es la teología práctica? ¿Qué es la teología pastoral? ¿Es posible el desarrollo de una teología fundamental de la práctica pastoral?; la novedad y riqueza en las respuestas radican en dos cosas: por un lado en el origen-proceso del equipo de autores y por otro en la estructura del libro, señalada y anunciada en su título.

Me refiero a la novedad de su origen-proceso y no de su autoría, porque estas reflexiones forman parte de todo un trabajo de discernimiento y estudio en torno a la teología pastoral; procurando llegar a un concepto que supere dos extremos, el de una simple aplicación de la teología especulativa y sistemática o el de un apéndice de las ciencias humanas y culturales separado del desarrollo teológico. Este estudio y discernimiento es fruto de un colectivo de autores denominado Grupo de Santiago.

Esta génesis del texto le da una profundidad y dinamismo que marca una de las notas positivas de la obra. Si bien cada capítulo tiene autores diferentes, en la lectura general puede reconocerse los frutos del discernimiento, discusión y consenso del trabajo corporativo.

La estructura del libro esta signada de un modo general en dos grandes partes. La primera aborda la teología pastoral en diferentes contextos y la otra indaga en conceptos de la teología pastoral. Están precedidos por una introducción que explica el proceso de elaboración de la obra, los pasos que le anteceden y el contexto. Por último un posdata que genera una inclusión hermenéutica con la introducción dejando en claro las claves temáticas y conceptuales que recorren todo el cuerpo del texto.

La primera parte titulada «Teología práctica en diversos contextos» está formada por siete capítulos. Cada uno relata el desempeño de la teología práctica en su realidad concreta, abordándolo primero desde una perspectiva histórica y luego desde la recepción del Concilio Vaticano II, vislumbrando cómo el contexto histórico y socio-cultural en el que la Iglesia está inmersa afectó de manera esencial el desarrollo o no de una teología práctica. Se mencionan también teólogos y pensadores que han sido influyentes en mencionados procesos.

La segunda parte, «Conceptos de Teología práctica», contiene seis capítulos en los que se abandona la diversidad contextual para adentrarse en algunas nociones y conceptos que no deberían faltar en el desarrollo de una teología práctica. Reconocemos que esta parte articula las nociones básicas y las cuestiones sobre el método con conceptos más actuales en el ámbito teológico como por ejemplo noción poliédrica, interdisciplinariedad-transdiciplinariedad y creatividad entre otros. Si bien es la parte más sistemática no se pierde el dinamismo y la importancia del discernimiento del contexto en sus contenidos.

Observo que es una obra aprovechable tanto en su método como en la riqueza de sus contenidos; en ellos encuentro desarrollos históricos, profundidad conceptual y unidad temática. Es apropiada para una persona que se inicia en la disciplina o alguien que busque contenidos específicos sobre la misma.

Aunque la diversidad de autores y de estilos hace que las preguntas transversales puedan quedar de cierto modo desdibujadas y con poca fuerza, sin embargo, la lectura integral hace que no se pierda el sentido de las búsquedas de los mismos.