ARTÍCULOS

ANÁLISIS DE CONSTRUCCIONES CAUSATIVAS MORFOLÓGICAS EN LENGUAS DE LA FAMILIA MATAGUAYA

Analysis of Morphological Causative Constructions in Languages of the Mataguayan Family

Camila del Huerto Altamiranda López *
Universidad Nacional del Nordeste, Argentina
María Belén Leiva **
Universidad Nacional del Nordeste, Argentina

Cuadernos de Literatura. Revista de Estudios Lingüísticos y Literarios

Universidad Nacional del Nordeste, Argentina

ISSN: 0326-5102

ISSN-e: 2684-0499

Periodicidad: Semestral

núm. 21, e2109, 2023

cuadernosdeliteraturaunne@gmail.com

Recepción: 30/06/23

Aprobación: 26/07/23



DOI: https://doi.org/10.30972/clt.0216895

Resumen: Este trabajo se propone analizar las construcciones causativas en lenguas de la familia mataguaya: chorote, wichí, maká y nivaclé, desde una perspectiva tipológico funcional. El objetivo del análisis es comparar los distintos mecanismos morfológicos de causativización de estas lenguas y establecer las regularidades que presentan. Las construcciones causativas morfológicas en la familia mataguaya se realizan a partir de sufijos, los cuales, desde un punto de vista semántico, se dividen en dos grupos: las formas en -t y las formas en -n. Algunos autores vinculan a las primeras con la noción de causación directa, y a las segundas con la de causación indirecta. Por otro lado, en las lenguas mataguayas la dirección de la derivación en el proceso de causativización morfológica parece tender a formarse del intransitivo al causativo, siendo la contraparte causativa la que posee mayor material morfológico.

Palabras clave: causativización morfológica, derivación causativa, causación directa, causación indirecta, familia mataguaya.

Abstract: This paper analyzes the causative constructions in languages of the Mataguayan family: Chorote, Wichí, Maka and Nivaclé, from a functional typological perspective. The main goal is to compare the different morphological mechanisms of causativization of these languages and to establish the regularities that they present. The morphological causative constructions in the Mataguayan family are made from suffixes, which, from a semantic point of view, are divided into two groups: forms in -t and forms in -n. Some authors link the former with the notion of direct causation, and the latter with that of indirect causation. In Mataguayan languages, the direction of derivation in the process of morphological causativization seems to tend to be formed from the intransitive to the causative, with the causative counterpart being the one with the largest morphological material.

Keywords: morphological causativization, causative derivation, direct causation, indirect causation, mataguayan family.

Qanmit da lataxac nahua na’aqtaqa chegaqaiguilo añi namo mataguayo (título en qom)

Titetsan mak toj tolhejlho Morfología (yome lhakhey wet mak iñhoj) ihi anahil Mataguaya (título en wichí)

Na>paguinaxac quena no>ueenatec morfológicas quena>ma na’qaatqaipi quena> ni>ic mataguaya (título en moqoit)

1. Introducción

El presente trabajo busca comparar los mecanismos morfológicos de causativización en lenguas de la familia mataguaya (maká, nivaclé, chorote y wichí). De este modo describimos las similitudes y diferencias entre las mismas. El análisis se realizará desde la perspectiva tipológico funcional, la cual, de acuerdo con Comrie (1989) y Givón (2001), considera que los recursos formales que utiliza una lengua para codificar determinadas nociones, no pueden ser analizados independientemente de los factores semánticos, pragmáticos y discursivos que motivan su estructura.

El corpus analizado está compuesto por las gramáticas del maká realizadas por Gerzenstein (1994) y Tacconi (2015), y por los artículos que refieren a las construcciones causativas (Gerzenstein, 2001; Tacconi, 2016); la gramática del chorote (Carol, 2011) más un artículo específico sobre causativos (Carol, 2009); las gramáticas del nivaclé (Stell, 1987; Fabre, 2016), y del wichí (Terraza, 2009; Nercesian, 2011), como así también el artículo específico de las construcciones causativas (Vidal y Nercesian, 2005).

1.1. Marco teorico-metodológico

De acuerdo con Comrie (1989, p. 86), el término valencia se corresponde con el número y clase de argumentos que puede tomar un verbo. La valencia de un verbo puede ser descrita en términos de: roles semánticos, roles pragmáticos y relaciones gramaticales. En cuanto a las relaciones gramaticales (o sintácticas), desde esta perspectiva, se considera que no se relacionan necesariamente con los roles prototípicos de agente y paciente, sino que pueden ser concebidas más bien como haces de rasgos semánticos. Así, los argumentos nucleares se definen como S, argumento único de una cláusula intransitiva, A, argumento más parecido al agente de una cláusula transitiva, y P, argumento más parecido al paciente de una cláusula transitiva. Comrie (1989, p. 162) sostiene que la ventaja de recurrir a las denominaciones A y P, en lugar de los términos agente y paciente, es que se puede continuar utilizándolos incluso cuando se traspasan las situaciones transitivas prototípicas.

De acuerdo con Song (2013, p. 1), las construcciones causativas son expresiones lingüísticas que denotan una situación compleja compuesta por dos eventos. El primero, donde un causante hace o inicia algo, y el segundo, donde un causado realiza una acción o sufre un cambio de estado fruto de la acción del causante.

Los verbos causativos derivados morfológicamente pueden formarse bien sea sobre verbos intransitivos o sobre verbos transitivos. La incorporación de un causativo mediante afijación en una cláusula intransitiva, donde solo se encuentra la función S, provoca la aparición de un argumento en función A (causante) y el argumento en función S pasa a ser P (causado). Por otro lado, en las cláusulas transitivas los afijos causativos dan lugar a la reasignación de las funciones de A y P. De esta manera se puede ver que las construcciones causativas alteran la estructura argumental del verbo original de la cláusula, al incorporar un nuevo argumento con función A.

De acuerdo con Comrie (1989, p. 244), las construcciones causativas se clasifican en léxicas, morfológicas y sintácticas (o analíticas). A su vez, otro parámetro formal que resulta pertinente al momento de comparar las construcciones causativas, tiene que ver con el grado de cercanía entre la causa (bien sea una persona, una cosa o una fuerza) y el efecto (la situación resultante). Desde esta perspectiva se considera que a mayor cercanía entre la causa y el efecto, una lengua utilizará una forma más sintética (morfológica) que indica una causación directa, y a menor cercanía, una forma más analítica que implique una causación indirecta.

En este sentido, Shibatani y Pardeshi (2002) consideran la causación directa como aquella que involucra un causante agente y un causado paciente que comparten las mismas coordenadas espacio-temporales, es decir, la causa y el efecto ocurren en el mismo espacio y tiempo. La causación indirecta, en cambio, implica dos participantes agentes: el causante y el causado, que pueden no compartir tales coordenadas. Por otra parte, los mismos autores proponen que más que dos tipos de causación (directa e indirecta) existe un continuo entre los dos extremos. Esta perspectiva permite explicar los casos intermedios. Así, en un extremo se sitúa la causación directa donde el causante actúa directamente sobre el causado; en el otro, la causación indirecta, donde existe una diferencia espacio-temporal entre la causa y el evento causado; y en el centro de la escala se encuentra lo que Shibatani y Pardeshi (2002, p. 96) denominan “causación asociativa”, en la que el causante ayuda a llevar a cabo el evento, bien sea asistiendo al causado o realizando la acción de manera conjunta.

Por otro lado, se pretende abordar la relación asimétrica entre formas básicas y formas derivadas. En este sentido seguimos lo planteado por Haspelmath (1993) en lo que respecta a la dirección de la derivación y como esto define las diversas formas de expresar la oposición semántica incoativa y la causativa. En este sentido, existen tres tipos formales de alternancias incoativa/causativa: la alternancia causativa, en donde el verbo incoativo es básico y el verbo causativo es el derivado; la alternancia anticausativa donde el verbo causativo es básico y el verbo incoativo es derivado; y las alternancias u oposiciones no dirigidas en donde ni el incoativo ni el causativo derivan uno de otro.

En lo que respecta a la metodología de trabajo utilizada para este análisis, se realizó una lectura y fichaje de las gramáticas de cada una de las lenguas, como así también de los artículos referidos al tema en específico. El proceso de sistematización de los datos consistió en tomar todos los morfemas causativos registrados por los autores como así también los ejemplos que brindan de cada uno de ellos. De esta manera, por cada uno de los sufijos que componen el paradigma de causativos en cada lengua, se seleccionó un ejemplo o dos que muestren el accionar del causativo. Por ello se incluye, además del verbo causativizado, su contraparte no causativa para poder evidenciar el cambio en la valencia del verbo y el impacto en la estructura argumental de la cláusula. Esto requirió realizar una búsqueda exhaustiva en las gramáticas de las contrapartes intransitivas de las construcciones causativizadas, como así también de los verbos en su forma básica para dar cuenta del proceso derivacional.

Por otro lado, dado que las gramáticas fueron realizadas no solo por distintos autores sino también a partir de enfoques divergentes, la forma de glosar los morfemas y el metalenguaje varía considerablemente. Por ello, a los fines de conservar un metalenguaje común a todas las lenguas, a lo largo del presente artículo se tomaron una serie de decisiones para facilitar la comparación translingüística. Las mismas consistieron en modificar, en ciertos casos, la forma de glosar los términos en los ejemplos, para lograr establecer puntos de comparación sólidos y que a su vez el análisis comparativo que aquí se propone resulte más claro.

1.2. Causativos morfológicos en la familia mataguaya

En las cuatro lenguas de la familia mataguaya, los causativos morfológicos son sufijos a los que los autores consultados agrupan en dos clases: las formas en -t y las formas en -n. A su vez algunos de ellos (Tacconi, 2015; Fabre, 2016; Carol, 2011) consideran que las primeras indican causación directa y las segundas causación indirecta. De acuerdo con Tacconi (2015), en maká las formas en -t seleccionan verbos y lexemas atributivos que indican estado y que, por lo tanto, tienen sujeto paciente. Estas formas indican causación directa, en la que el causante agente es el instigador o provocador de un estado sobre el causado paciente. Así, en el ejemplo (1) el sufijo causativo -het[1](alomorfo del sufijo -t) permite incorporar un causante directo, lo cual se observa en el cambio del índice pronominal donde el prefijo de primera persona S (1a) cambia en (1b) por el prefijo tsi- el cual codifica la tercera persona en función de A y la primera persona en función de P.1


La causación indirecta en maká se expresa mediante las formas en -n, las cuales, de acuerdo con Tacconi (2015) se sufijan a verbos que semánticamente expresan acciones que requieren un agente. En este sentido demandan dos participantes agentes: el causante que instiga la acción y el causado que la realiza. El ejemplo (2b) muestra al sufijo causativo -hinen junto al verbo iftii ‘trenzar’; este permite la incorporación del causante a la cláusula, el cual también es codificado en el verbo mediante el prefijo ts- ‘Él/ella me’.


Según plantea Fabre (2016, p. 306), en nivaclé la causación directa se corresponde con los sufijos causativos -xat y -nat y sus respectivos alomorfos. Así en (3a) el verbo etse ‘estar borracho/ emborracharse’ es intransitivo. Posee dos marcas, una es el prefijo y- , el cual codifica la tercera persona S, y la otra es un sufijo ligado al aplicativo instrumental -sh. En (3b) se muestra la contraparte causativizada mediante el sufijo -t, el cual habilita la incorporación del causante codificado por el prefijo qu’-. Este prefijo pertenece a la quinta conjugación e indica la primera persona singular A y la tercera persona singular P.

El sufijo causativo t- señala causación directa, dado que el instigador-agente qu’- ‘yo’ presenta mayor coacción sobre la tercera persona, ya que este último (el causado) no eligió emborracharse sino que lo experimentó de manera pasiva.


Por otro lado, Fabre (2016, p. 306) propone que el uso del causativo -xan tiende a indicar causación indirecta. De esta manera en (4a) el verbo asinô-i ‘hablar/conversar’ es el núcleo de una cláusula intransitiva, mientras que el prefijo t- indica tercera persona singular S. En (4b) se muestra el mismo verbo pero causativizado mediante el sufijo -xan el cual incorpora un agente externo a la cláusula. Así la nueva oración es transitiva; posee dos argumentos A y P codificados ambos mediante el prefijo ts- (perteneciente a la quinta conjugación) el cual indica la tercera persona singular A y la primera persona singular P. El sufijo -xan en (4b) incorpora un causante indirecto, en tanto que la tercera persona (el causante) instiga la acción pero es la primera persona quien la realiza efectivamente. Así, tsasinôyan ‘él me hace hablar’, es una acción que la primera persona singular efectúa deliberadamente, es decir, tiene un alto grado de control sobre su propia voluntad de hablar o no.


Carol (2009) plantea que en chorote las contrapartes no causativas de los causativos directos son típicamente estados y logros que denotan movimiento dirigido. En el ejemplo (5b) se observa la incorporación del sufijo causativo -jyet (alomorfo del sufijo -jat) el cual introduce un causante directo a la cláusula.


Respecto al cambio en el índice pronominal Carol (2011) explica que los verbos intransitivos internamente causados (aquellos en los que su único participante nuclear S es el iniciador o responsable de que la eventualidad ocurra) presentan regularmente marcas idénticas a las que refieren al argumento A de un verbo transitivo. A esta clase de verbos la denomina SA , mientras que a los verbos intransitivos que reciben marcas idénticas a las que refieren al argumento P de un verbo transitivo, los denomina SO. En este sentido los causativos directos se construyen generalmente sobre bases pertenecientes a la clase SO, aunque existen algunas excepciones. Los sufijos causativos indirectos en chorote también añaden un argumento externo a una base intransitiva, solo que el nuevo participante no es la causa inmediata de la eventualidad. En el ejemplo (6b) el sufijo causativo -jyen (alomorfo de -jan) permite la incorporación del causante (Pedro); sin embargo, este no es quien realiza la acción efectivamente, si no el causado (Juan). Carol (2011) plantea que el causativo indirecto se forma a partir de bases instransitivas pertenecientes a la clase SA, aunque también se documenta esporádicamente sobre bases SO.


Para el wichí las autoras Terraza (2009) y Nercesian (2011) hacen las siguientes consideraciones semánticas respecto a los sufijos causativos. Terraza trabaja con la variedad de wichí en Rivadavia, Salta; de acuerdo con ella, los causativos morfológicos en wichí son dos: hat- y yen-. El causativo -hat es menos productivo, se caracteriza porque los causados resultantes de su adición presentan cambios de estado y mayor grado de afectación, y por lo tanto menos control y volición. En (7a) el verbo intransitivo toy ‘desaparecer’ presenta el prefijo ta- que codifica al argumento en función de S. En (7b) la cláusula se causativiza mediante el sufijo -hat, lo cual provoca el cambio en la marca de persona por el prefijo i- que codifica a la tercera persona A, mientras que la-tes codifica a P.


El causativo -yen de acuerdo con lo que propone Terraza (2009, p. 209) es el sufijo más productivo. En las construcciones que toman el sufijo -yen, generalmente el causado actúa (trabaja, bebe, escucha) como resultado del evento provocado por el causante. En (8a) se presenta una cláusula intransitiva con el verbo kyem ‘trabajar’. En (8b) se incorpora el sufijo causativo -yen, y la marca de persona cambia por el prefijo i- que codifica la tercera persona singular A, mientras que atsinha ‘mujer’ es el argumento en función de P. A partir de la aparición del sufijo causativo -yen, la cláusula se transitiviza, y permite la incorporación del agente-causante-externo codificado mediante i-. La construcción es causativa porque el agente (externo) ‘él/ella’ es el causante del evento, es el que hace trabajar a las mujeres, y a la vez se entiende que ‘ellas’ son las que efectúan la acción. Esto es que aunque el otro las incite a trabajar, ellas tienen la decisión y cuentan con su propia voluntad de hacerlo o no.


Por otro lado, Nercesian (2011) analiza la variedad de wichí en Chaco y Formosa y propone que el causativo -hat se combina con verbos no-agentivos que expresan estados y cambios de estado no-causativos, es decir que los sujetos pacientes no tienen control, ni agencia. Pocos son los verbos que derivan causativos mediante este sufijo. En (9) vemos una cláusula que se transitivizó mediante el sufijo causativo -hat unido al verbo nek ‘levantarse’. El causativo habilita la incorporación de la primera persona (A) la cual lleva a cabo la acción que expresa el verbo, mientras que -‘am codifica P, el argumento afectado por la misma .


De acuerdo con Nercesian (2011), el causativo -yen es altamente productivo y se puede combinar con diferentes clases de verbos. Este sufijo, por un lado, selecciona verbos inherentemente agentivos que se caracterizan por ser verbos de actividad (es decir, aquellos que son actantes, instigadores, volitivos y controladores) y por otro lado, los verbos no agentivos, es decir, los verbos de estados (con sujetos pacientes, no instigadores y sin control). El ejemplo (10) es una construcción causativa dado que al verbo ischeh se le sufija el causativo -yen volviendo transitiva la cláusula. A su vez, el prefijo la- (segunda persona singular) codifica el argumento en función de A e introduce a la cláusula un causante que, aunque posee control, el causado aún tiene una mayor agencia y puede elegir de manera voluntaria su accionar.


Por último, resulta interesante considerar que las lenguas maká y nivaclé presentan la posibilidad de codificar tanto A como P en un mismo morfema pormanteau. En este sentido, la mayoría de los ejemplos que incluimos en nivaclé presentan prefijos de este tipo, debido a que en esta lengua los causativos se forman con mayor frecuencia a partir de la cuarta y quinta conjugación. Esta última es de alineamiento jerárquico inverso, y los prefijos personales que le corresponden codifican tanto A como P. La codificación de los argumentos de esta manera responde a la jerarquía de persona: 1/ 1INCL >2 <3. Prefijos de este tipo se observan en (3b) donde aparece el prefijo qu’-, o en el ejemplo (4b) donde ocurre el prefijo ts-. El maká presenta también un conjunto de prefijos denominados “birreferenciales” por Tacconi (2016, p. 97), los cuales codifican también ambos argumentos. Uno de estos prefijos (tsi-) se observa en el ejemplo (1b). Sin embargo el wichí y el chorote no parecen presentar esta posibilidad, ya que en ambas lenguas A y P se codifican mediante morfemas diferentes. En el siguiente apartado se presentarán ejemplos de los sufijos causativos en cada lengua junto a una breve descripción de los mismos.

1.3. Sufijos causativos en maká

Segun plantea Gerzenstein (2001) en maká los sufijos causativos pueden incorporarse tanto a nombres, como a verbos transitivos e intransitivos. En la siguiente tabla se muestran los sufijos causativos registrados en esta lengua.


Tabla 1. Sufijos causativos en maká (mataguaya)

En el ejemplo (11b) aparece el sufijo causativo -it junto al verbo intransitivo iwef ‘estar cansado’, mientras que en (12) se observa un causativo derivado de un nombre o lexema atributivo (como lo denomina Tacconi, 2015) donde el sufijo -t causativiza a elemei ‘ser suave’. Nótese que la incorporación de este sufijo provoca la caída de /y/ final.


El ejemplo (13b) presenta el sufijo -ket (muy poco documentado de acuerdo con Gerzenstein, 1994, y Tacconi, 2015) junto al verbo i ɫ in ‘estar satisfecho’.


En el ejemplo (14) aparece el sufijo causativo -nhet, el cual se incorpora a bases verbales que terminan en vocal, tal como ocurre en (14b) donde causativiza al verbo opo’ ‘estar lleno’.


En maká las formas en -n pueden sufijarse tanto a verbos transitivos como intransitivos que semánticamente expresan acciones que requieren un agente. En el ejemplo (15b) se observa la presencia del sufijo causativo -inen junto al verbo lijtsii ‘cantar’. En (16b) el sufijo -in causativiza al verbo aꝉ ‘calentar’. A su vez, ocurre un cambio en el índice pronominal del verbo al incorporarse el causativo. Los prefijos que codifican al participante S de la cláusula intransitiva cambian al sufijarse un causativo por prefijos personales que codifican a A en las cláusulas transitivas. Así, por ejemplo en (11a) el prefijo ts- que codifica a la primera persona S cambia en (11b) por el prefijo h- el cual codifica a la primera persona A. Lo mismo ocurre en el ejemplo (15) donde el prefijo te- (tercera persona S) cambia en (15b) por el prefijo yi- (tercera persona A).



En el ejemplo (17b) el sufijo -hinen permite la incorporación de un causante indirecto a la cláusula, lo cual impacta en el índice pronominal del verbo provocando que el prefijo de tercera persona S i- (17a) cambie en (17b) por el prefijo de tercera persona A ya-.


Por último, en el ejemplo (18b) aparece el sufijo causativo -tshen, el cual Gerzenstein (1994) agrupa dentro de las formas en -n. con la consideración de que este indica que el causante interviene en la acción ayudando al causado a realizarla. Tacconi (2015), siguiendo lo planteado por Shibatani y Pardeshi (2002), considera a este sufijo dentro de lo que los mencionados autores denominan causativo asociativo, donde el causante provoca la acción pero también asiste o participa en ella. Así, en el ejemplo (18b), el causante (junu ‘sol’) y el causado (najkak ‘árbol’) tienen parte en el evento.


1.4. Sufijos causativos en nivaclé

De acuerdo a lo que plantea Stell (1987, p. 304), la derivación verbal en nivaclé puede suceder por dos procesos: la afijación y la reduplicación. Las bases nominales, verbales y adverbiales pueden entrar en construcción con otros morfemas de derivación, prefijos y sufijos, para constituir nuevas bases verbales. Las construcciones causativas en nivaclé son de tipo morfológico; consisten en derivar bases verbales o nominales a través de la sufijación. En la siguiente tabla se consignan los sufijos causativos registrados en esta lengua.


Tabla 2. Sufijos causativos en nivaclé (mataguaya)

En (19) se puede apreciar una derivación causativa a partir de una base intransitiva. Es decir, (19a) se parte de una base intransitiva del verbo cum ‘trabajar’ en el que la marca de persona S es codificada por el prefijo de primera persona singular jai- pertenece a la segunda conjugación de verbos, esto es, posee alineamiento nominativo-acusativo (S=A). Por otro lado, en la parte transitiva-causativa (19b), se encuentra el mismo verbo cum que pertenece a la quinta conjugación (alineamiento inverso/jerárquico) e implica dos argumentos yi-: tercera persona singular A y tercera persona singular P.3 En la oración se encuentran otros sufijos que ocurren después del causativo -jat; -lha es un marcador plural de tercera persona que configura la oración en plural. El sufijo -t es un reflexivo-recíproco que da el significado de ‘para sí mismos’; mientras que el sufijo aplicativo benefactivo es -m, (que después de un reflexivo recíproco se usa el alomorfo -am); su uso principal radica para provecho o despecho. El sufijo -ʼin es un intensivo, se lo puede utilizar con el valor aspectual durativo, habitual, o iterativo; aquí posee la acepción de habitual. Es una construcción causativa dado que el agente (ellos) es el causante de que esas personas trabajen para sí mismas. Se puede apreciar que al causativizarse la oración el sufijo causativo se encuentra inmediatamente contiguo al verbo, logrando un vínculo fuerte. El sufijo causativo -jat presenta alomorfos como -chat, -yit, -ichat, -chit debido a cambios morfofonológicos. Estos sufijos pueden ocurrir juntos a verbos de la segunda, tercera, cuarta o quinta conjugación. La elección de alomorfos con inicial palatal o velar no resulta muy clara. Las formas con alomorfos velar son más frecuentes. Las formas con palatal aparecen detrás de una nasal o de la aproximante dentoalveolar. Los alomorfos con velar son también posibles.


En (20a) vemos una construcción intransitiva que cambia a transitiva en (20b) mediante la incorporación del sufijo causativo -nata la base verbal acloj. Da cuenta de esto el cambio en los prefijos que indican primera persona: en (20a) la primera persona S es no marcada (pertenece a la primera conjugación nominativa acusativa), mientras que en (20b) el prefijo yi- codifica tanto a A como a P: tercera persona agente implicada con tercera paciente, pertenece a la quinta conjugación alineamiento jerárquico/inverso, el verbo en esta parte transitiva sufre ciertos cambios. Por un lado, en (20b) la incorporación del prefijo yi- +un verbo cuya raíz inicia con a, hace que se elimine la a de la base verbal, mientras que la j final de la misma base verbal al aparecer el causativo -nat se elide. La construcción causativa (20b) alude al significado literal ‘hacer que sean muchos’. El sufijo causativo -nat en (20b) es el que transitiviza la cláusula y requiere de un prefijo personal de quinta conjugación. Entonces el causativo introduce un agente causante yi- ‘él/ella’ del evento ‘hace ser muchos’. Al lado del causativo se encuentra el sufijo de plural de tercera persona -sha’ne. El sufijo causativo -nat presenta alomorfos como -inat, -nit, -it, -t debido a cambios morfofonológicos. De la misma manera que el ejemplo anterior el sufijo causativo se encuentra inmediatamente contiguo al verbo. Por otro lado, el uso de este tipo de causativo es más frecuente con los verbos de la primera conjugación.


En (21a) el verbo ip ‘llorar’ es intransitivo. Hay una marca de persona, el prefijo y- se refiere a un sujeto de tercera persona que codifica S y otra sufijada denominada intensivo - ʔ in que da un sentido al verbo ip ‘llorar’ vinculado con lo durativo, habitual o iterativo (aspecto que le da el intensivo). Sin embargo, vemos una en (21a) una construcción intransitiva que cambia a transitiva en (21b) dado que se muestra el mismo verbo, pero en su contraparte causativizada por la aparición del sufijo -jan y la incorporación de y-. Este derivado pertenece a la quinta conjugación (alineamiento jerárquico/inverso); el prefijo personal implica dos argumentos, A y P. El prefijo y- codifica tercera persona agente implicada con tercera persona paciente. La cláusula es causativa dado que contiene el sufijo causativo -jan que indica causación indirecta. A su vez, se introduce el agente externo ‘él/ella’ que es el causante del evento de hacer la acción de ap ‘llorar’ a un tercero/a unos terceros. Este sufijo causativo -jan posee alomorfos como -jayan, -jayin, -yan, -iyan, -xiyan, etc. Llama la atención que también se ha encontrado en la gramática ejemplos similares a (21b) pero sufijado a la misma base verbal ap el alomorfo de causativo, -jayan (y-ap-jayan).


1.5. Sufijos causativos en chorote

En chorote (variedad iyojwa’(a)ja’), Carol (2011) presenta un conjunto de sufijos causativos que pueden incorporarse sólo a verbos intransitivos. A su vez divide este grupo en formas en -t las cuales generalmente ocurren con bases verbales pertenecientes a la clase SO, y formas en -n que se incorporan típicamente a bases verbales pertenecientes a la clase SA. En la tabla 3 se presentan los sufijos causativos registrados en esta lengua.


Tabla 3. Sufijos causativos en chorote (mataguaya)

Los sufijos -it (22b), -t (23b), -kit (27b), -janit (25b) y -ot (29b), son los menos frecuentes, siendo (22b) el único ejemplo de este último sufijo que Carol (2011) encontró en los datos de su trabajo de campo.



El sufijo -nit que aparece junto al verbo po ‘llenar’ en (24b) es más frecuente, el mismo ocurre con bases terminadas en vocal o /h/ (dado el último caso /h/ cae). El sufijo -junit que se presenta en (25b) causativizando al verbo pọ’(ọ) ‘existir’ es también uno de los más frecuentes. Nótese que en chorote las bases verbales sufren cambios morfonológicos al incorporarse el causativo. Así ocurre en el ejemplo (25) donde el verbo pọ’(ọ) resulta en ipyujunit. Esto sucede debido a que la incorporación del causativo impacta en el índice pronominal del verbo y la marca de persona cambia en (25b) por el prefijo de tercera persona A i-. Carol (2011, p. 75) plantea que para evitar el hiato la semivocal /y/ ocurre entre vocales. A su vez, el sufijo -j(V)nit provoca que pọ’(ọ) resulte en ipyujunit por asimilación vocálica (Carol, 2011, p. 61).


En el ejemplo (26b) aparece el sufijo causativo -janit junto al verbo wakal ‘estar listo’, sin embargo Carol (2011, p. 55) plantea que /j/ tras obstruyente se elide, por ello resulta el alomorfo -anit.


Por otro lado el sufijo -jat es el más frecuente de todas las formas en -t. El mismo posee alomorfos (por ejemplo -jyet, -jwat) pero éstos cambian de acuerdo a las bases verbales sobre las que se forme el causativo. En este sentido Carol (2011) plantea que los alomorfos de los sufijos correspondientes a las formas en -t son poco predecibles. En (28b) se observa la incorporación del sufijo -jat al verbo nityan ‘perderse’ pero este resulta en inityajnat debido a que, según explica Carol (2009, p. 76) si una laríngea sigue a una sonante ocurre metátesis.



El sufijo -jan ocurre típicamente con bases pertenecientes a la clase SA, la cual se corresponde con los verbos semánticamente agentivos. En (30b) este sufijo aparece junto al verbo nyu’ ‘pasar’, sin embargo, en este ejemplo ocurre el alomorfo -jwan debido a que, de acuerdo con Carol (2011), una consonante laríngea (j/ʔ ) labializa (jw/ ʔ) detrás de vocal labial (o/u).


1.6. Sufijos causativos en wichí

Terraza (2009, p. 107) plantea que en wichí la derivación verbal sucede por sufijación. La derivación morfológica se aplica tanto a verbos transitivos como intransitivos. Los causativos en wichí se caracterizan por ubicarse inmediatamente a la derecha de la raíz y crear un concepto nuevo. Este es uno de los mecanismos que provoca alteraciones en la valencia del verbo en wichí; genera el aumento de la valencia, a través de morfemas causativos: los argumentos nucleares presentes en las cláusulas monovalentes, y de estas a bivalentes cuando se transitiviza. Por lo general en cuanto a la transitividad, en wichí existen dos tipos principales de transitividad: las cláusulas intransitivas con un argumento nuclear presentan a S, mientras que en las cláusulas transitivas cuenta con los argumentos A y P.

En (32) se puede apreciar una derivación causativa a partir de una base intransitiva. Es decir, (32a) se parte de una base intransitiva del verbo hway ‘salvar’ en el que la marca de persona S atsinha ‘mujer’ es codificada por el prefijo de tercera persona singular ta-. Por otro lado, en la parte transitiva-causativa (32b), se encuentra el mismo verbo hway con la inserción del agente hinu ‘hombre’ tercera persona singular, codificada por el prefijo i- que indica que la cláusula se transitivizó. Es una construcción causativa dado que el agente (hombre) es el causante de ‘salvar’ (hacer salvar) al causante, la mujer. El sufijo -hat indica un cambio de estado. La variedad de wichí de Rivadavia se caracteriza por ser una lengua tripartita, A y S son prefijos y presentan formas distintas y se distinguen de P que es codificado a través de sufijos.


En (33a) el verbo kyahlly ‘escuchar’ es intransitivo. Hay una marca de persona, el prefijo lata- se refiere a un sujeto de segunda persona singular que codifica S y aparece sufijado un aplicativo. Sin embargo vemos en (33a) una construcción intransitiva que cambia a transitiva en (33b) dado que se muestra el mismo verbo, pero en su contraparte causativizada por la aparición del sufijo -yen y la incorporación del agente n- primera persona singular ‘yo’. La cláusula es causativa dado que contiene el sufijo causativo -yen que indica causación indirecta. A su vez, se introduce el agente externo ‘yo’ que es el causante del evento de hacer la acción de ‘escuchar’, ‘te hago escuchar la música a vos’. Este sufijo causativo no posee alomorfos. Se ve el aumento de la transitividad a través del cambio de la marca de persona.


Por otro lado, la variedad de wichí en Chaco y Formosa difiere de la variedad anterior. En (34a) el verbo y’el ‘estar cansado’ es el núcleo de una oración intransitiva, es tercera persona cero o no marcada. A esta oración se la podría causativizar como en (34b) donde aparece el sufijo causativo -hat, que a su vez incorpora al agente externo n’- ‘yo’ causante/instigador de la acción codificado como A, mientras que el causado han’ofwai ‘niño’ de manera pasiva realiza la acción, esto es que actúa de manera paciente, sin control.


En (35a) se puede ver una oración intransitiva a partir del verbo katin ‘saltar’. Este se encuentra prefijado por el sujeto n’- ‘yo’ que codifica S. El prefijo t o ta- es una clase verbal de monovalentes. En la causativización (35b), los verbos monovalentes agentivos cambian el prefijo ta- por el de clase bivalente, (y)i- cuando es causativizado y provoca un cambio de clase verbal por la derivación. Hay un aumento de la transitividad dado que pasa de un argumento (35a) a una cláusula de dos argumentos participantes. El sufijo -yen es un causativo altamente productivo, la tercera persona que codifica A es no marcada y el sufijo -n’u codifica P es la primera persona singular.


2. Conclusiones

Finalmente se puede concluir que en las cuatro lenguas de la familia mataguaya, los causativos morfológicos son sufijos que se incorporan generalmente a bases intransitivas y provocan un aumento en la transitividad del verbo. Se observa también que estos sufijos tienden a ubicarse inmediatamente contiguos a la base verbal y constituyen así una construcción morfológica muy sólida quedando el causativo unido a la base sin que pueda introducirse entre ésta y aquel ningún otro morfema que interrumpa la secuencia.

Las construcciones causativas morfológicas en la familia mataguaya se realizan a partir de distintos sufijos, los cuales se dividen en dos grupos: las formas en -t y las formas en -n. Algunos autores vinculan a las primeras con la noción de causación directa y a las segundas con la noción de causación indirecta.

También se observa que, generalmente, los verbos que expresan estados seleccionan sufijos causativos correspondientes a las formas en -t, mientras que los verbos que expresan acciones/actividades seleccionan sufijos correspondientes a las formas en -n, siendo estas últimas, al parecer, las más productivas en las lenguas de la familia mataguaya. En el siguiente cuadro se sintetiza esta información y se muestra el paradigma de sufijos causativos en las cuatro lenguas.


Tabla 4. Sufijos causativos en lenguas de la familia mataguaya.

En cuanto a la dirección de la derivación, los causativos morfológicos de la familia mataguaya parecen tender a formarse del intransitivo al causativo, siendo la contraparte causativa la que posee mayor material morfológico; sin embargo, consideramos profundizar más respecto de esto a futuro.

A su vez, nos gustaría continuar profundizando en torno a los condicionamientos semánticos en la selección de los sufijos causativos, como así también en la naturaleza semántica de las bases verbales con las que éstos se combinan.

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Notas

1 Abreviaturas: 1/2/3: 1ª/2ª/3ª persona; 4: primera persona plural inclusiva; a: agente de un verbo transitivo; adv: adverbio; al: marcador de posesión alienable; apl: aplicativo; asp: aspecto; atr: atributivo; ben: benefactivo (malefactivo); cau: causativo; cl: clasificador; clit: clítico; dem: demostrativo; des: desiderativo; dir: direccional; dur: durativo; f: femenino; fac: modo factual; fut: futuro; imp: imperativo; imper: imperfectivo; inst: instrumento; irr: irrealis; loc: locativo; m: masculino; n: nombre; neg: negación; nmz: nominalizador; nx: nexo; obj/o: objeto; p: paciente; pas: pasado; pat: caso pacientivo; perf: aspecto perfectivo; pl: plural; pos1/2/3/4: marca de poseedor de 1/2/3/4; posi: posición; posidf: poseedor indefinido; priv: privativo; pron: pronombre personal; prsp: prospectivo; punct: aspecto puntual; r: recipiente; refl: reflexivo; s: sujeto intransitivo; sa: sujeto agente; sp: sujeto paciente
2 Gerzenstein (1994) glosa este sufijo como posposición, sin embargo para este trabajo lo glosamos como aplicativo, tal como lo considera Tacconi (2015, p. 122).
3 Respecto a la quinta conjugación, el prefijo de persona implica siempre dos participantes, esto es, el agente y el paciente o el receptor. El sistema que presenta la quinta conjugación es muy particular, dado que combina dos tipos de alineamientos, el inverso y el alineamiento escindido indirectivo/secundativo. Característica que se suma a esta conjugación es que, la codificación de los argumentos A y P responde a la jerarquía de persona: 1/ 1INCL >2 >3.
4 Carol (2011) glosa los aplicativos/adposiciones como P. En este trabajo cambiamos la glosa por APL para evitar confusiones con lo que glosamos como P (argumento más parecido al paciente de una cláusula transitiva).

Notas de autor

* Camila del Huerto Altamiranda es estudiante avanzada del Profesorado y la Licenciatura en Letras de la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE). Durante el año 2019 realizó una pasantía en la materia Lenguas indígenas y de inmigración habladas en el NEA de la carrera Licenciatura en Gestión y Desarrollo Cultural en la Facultad de Artes, Diseño y Ciencias de la Cultura (FADyCC - UNNE) la cual tenía como tema el análisis comparativo de construcciones causativas morfológicas en dos lenguas de la familia mataguaya: maká y chorote. Durante el 2020 desarrolló una beca de investigación otorgada por el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) cuyo tema era el análisis comparativo de los sufijos aplicativos locativos y direccionales en lenguas de la familia Guaycurú.
** María Belén Leiva es estudiante avanzada del Profesorado y la Licenciatura en Letras de la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE). Durante su formación en la investigación se enfocó en el análisis de lenguas de las familias mataguaya y guaycurú, particularmente en las construcciones causativas y mecanismos morfológicos de degradación del agente. Realizó dos pasantías en la asignatura Lenguas indígenas y de inmigración habladas en el NEA de la carrera Licenciatura en Gestión y Desarrollo Cultural de la Facultad de Artes, Diseño y Ciencias de la Cultura (FADyCC - UNNE). La primera se llevó a cabo en el 2019 con el tema: “Causativos morfológicos en nivaclé (mataguaya)”. La segunda, en 2020, sobre: “Causativos morfológicos en wichí”. Ese mismo año también desarrolló una beca de pregrado cuyo tema era “Análisis comparativo de los mecanismos morfológicos de degradación del agente en mocoví y variedades de toba (flia. guaycurú)”.
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