ARTÍCULOS
EJHU TALUHET BAJINÁ. CAMINOS COLABORATIVOS PARA LA RECUPERACIÓN DE LA LENGUA QUERANDÍ HET
Ejhu Taluhet Bajina. Collaborative Paths for Querandi Het Language Reclamation
Cuadernos de Literatura. Revista de Estudios Lingüísticos y Literarios
Universidad Nacional del Nordeste, Argentina
ISSN: 0326-5102
ISSN-e: 2684-0499
Periodicidad: Semestral
núm. 21, e2108, 2023
Recepción: 30/06/23
Aprobación: 27/07/23
Resumen: La lengua querandí atravesó una historia de silenciamiento e invisibilización que recientemente está comenzando a revertirse. Hablada en el área litoral de las actuales provincias de Buenos Aires, Santa Fe, Entre Ríos, y parte de Córdoba y San Luis, ya desde el siglo XIX dejó de mencionarse en los estudios y en el XX se la consideró extinta. No obstante, continuó siendo transmitida en la oralidad al interior de familias querandíes. En la actualidad, lxs miembros del Pueblo Nación Querandí han emprendido una acción de recuperación interna, a partir de la conjunción de memoria comunitaria y la reapropiación del territorio tradicional. La colaboración emprendida con lingüistas investigadores del proyecto “Interacciones entre lenguas y territorios en el pasado y en el presente. Ecología lingüística en Fuegopatagonia” dio lugar a la conformación del Grupo Mirrí. En este trabajo exponemos los principales aspectos de este proceso, en el que destaca el trabajo conjunto y colaborativo.
Palabras clave: lengua querandí het, recuperación de lenguas, colabor, memoria y territorio, litoral argentino.
Abstract: The Querandí language suffered a history of silencing and invisibility that has recently begun to be reversed. Spoken in the area of the current provinces of Buenos Aires, Santa Fe, Entre Ríos, and some areas of Córdoba and San Luis, since the 19th century Querandi language has ceased to be mentioned in studies and in the 20th it was considered extinct. However, it continued to be transmitted orally within Querandí families. At present, the members of the Querandí Nation have undertaken an internal reclamation action, based on the articulation of community memory and reappropriation of the traditional territory. This action invloved a joint collaboration with linguist researchers from the project "Interacciones entre lenguas y territorios en el pasado y en el presente. Ecología lingüística en Fuegopatagonia" and allowed for the creation of the Mirrí team. In this paper we develop the main aspects of this process, in which joint and collaborative work have remarkable presence.
Keywords: Querandi language, language recovery, collaborative work, memory and territory, Argentinian Littoral.
Dam llec da saishet da deqa’t qanqa’e’n nahua querandí la’aqtaqa (título en qom)
N'ohioy toj tiwuye toj totchuta anahil querandí het (título en wichí)
Ejhu Taluhet bajiná. Nayic notantaguit quiyi na>parenanaxac aná>maq na>qaatqa querandí het (título en moqoit)
1. Introducción
El querandí het se ha hablado en el área litoral de las actuales provincias de Buenos Aires, Santa Fe, Entre Ríos, y parte de Córdoba y San Luis. La conquista del área rioplatense por los españoles además de impulsar violentas matanzas y desplazamientos de los grupos indígenas de la región, también participó de prácticas glotofágicas tendientes a la sustitución de las lenguas indígenas por el castellano a partir del supuesto colonialista de superioridad lingüística y cultural europeas (Calvet, 2005). Tal como señala Latini (2011), este pueblo y su lengua se mencionan en fuentes históricas tempranas de las expediciones de Sebastián Gaboto y Pedro de Mendoza en el siglo XVI, y hacia fines del siglo XVII se encuentra la última referencia colonial en el padrón de encomiendas de la ciudad de Santa Fe. En cuanto al territorio que habrían habitado en esos tiempos, comprendería desde “el cabo San Antonio en la costa atlántica de la provincia de Buenos Aires o el río Salado de la misma provincia y el río Carcarañá” (Latini, 2011, p. 103), con alcances a zonas serranas, extensión que se explicaría por su nomadismo. A lo largo de la historia, la denominación Querandí, así como los topónimos asociados a esta lengua, se mantuvieron vigentes en territorios bonaerenses, en la pampa y en el litoral argentino, pero entendidos como una suerte de emblemas sin correlatos en el presente. En el siglo XIX la lengua dejó de ser mencionada por los académicos.1 No obstante, se continuaba –y se continúa– transmitiendo en la oralidad al interior de familias autorreconocidas como parte del pueblo Querandí.
Este trabajo busca reflexionar acerca del actual proceso de recuperación de la lengua querandí en el que confluyen instancias de comunicación oral y escrita, la puesta en valor de la memoria comunitaria y el análisis de documentos históricos. Referimos las acciones desarrolladas en el Grupo Mirrí (‘estrella de cinco puntas’, en querandí het), conformado en 2020 e integrado por miembros del Pueblo Nación Querandí y un proyecto de investigación sobre lenguas indígenas en Pampa y Patagonia.2 Este espacio de discusión metalingüística emerge y se potencia con la reflexión acerca de la territorialidad y la recuperación de la memoria que viene llevando adelante el Pueblo Nación Querandí.
Para ello, la dinámica de trabajo adopta el modelo de la colabor (Gandulfo y Unamuno, 2020; Rappaport y Ramos Pacho, 2005), que implica un abordaje conjunto de la lengua a partir de las demandas de integrantes del propio pueblo y el desarrollo de acciones concretas para su recuperación. La perspectiva de trabajo horizontal, en el que se prioriza el intercambio de saberes y el diálogo entre distintas epistemologías, no sólo implicó la construcción de una identidad grupal que dio lugar al surgimiento del Grupo Mirrí, sino que también se hace manifiesta a través de la integración de voces en la escritura de este trabajo.3
El artículo se organiza de la siguiente manera. Exponemos en primer lugar algunas conceptualizaciones teóricas sobre el tema abordado, y a continuación reconstruimos diferentes aspectos que caracterizan el proceso de recuperación de la lengua querandí. Se relatan las acciones llevadas adelante por el Pueblo Nación Querandí y las definiciones identitarias que reivindican. En segundo lugar se presentan las documentaciones históricas existentes, entre las que se destacan registros léxicos de antropónimos y topónimos. Finalmente, exponemos algunas instancias de reflexión metalingüística del Grupo Mirrí, a partir del análisis de instancias de uso oral y escrito en distintas situaciones sociales y culturales, como ceremonias, talleres y redes sociales, y en fuentes documentales.
2. Aspectos teóricos
Desde un espacio dialogal y polifónico, nuestro abordaje trabaja en el cruce entre los estudios lingüísticos, las dinámicas históricas y los procesos de construcción de memoria e identidad. Por ello, esta comunicación se plantea desde un marco conceptual integrador de los parámetros lengua, hablantes, tiempo y espacio, desde una perspectiva inscripta en la ecología lingüística (Ludwig, Pagel y Mühlhäusler, 2018). Esa propuesta nos permite ubicarnos en el aquí y ahora de las situaciones de uso de la lengua, y vincularlas con expresiones de la memoria oral y con materiales documentados por misioneros, militares y cronistas. Por otro lado, nos convoca a atender a la profundización de estudio del sistema lingüístico sobre el que poco se ha indagado; y a prestar atención a la relación con otras lenguas en contacto –como chaná, charrúa y guaraní–, con el entorno territorial y, particularmente, con su ambiente socio-cultural (López, 2006).
A su vez, entendemos a la revitalización lingüística como un proceso que implica no sólo comprometerse con la recuperación de las lenguas, sino también dar cuenta del hecho de que estas no dejan de hablarse de manera espontánea. En las primeras instancias de contacto con los españoles, el querandí seguramente atravesó una situación diglósica en la que paulatinamente fue reduciendo sus funciones. Tal como en otras situaciones de desigualdad de condiciones, pasó a concebirse como una lengua minorizada, y eventualmente desplazada. En este sentido, la revitalización lingüística es también un posicionamiento político que asume como compromiso el ejercicio y defensa de los derechos de las minorías lingüísticas.
De acuerdo con esto, también discutimos la omisión del querandí de las cartografías lingüísticas históricas y su representación como nación y/o lengua extinta que han sido expresados en numerosas publicaciones (Outes, 1897; Lafone Quevedo, 1897; Mitre, 1909-1911; Imbelloni, 1936; Portnoy, 1936; Ibarra Grasso, 1958). En este sentido, en la Encuesta Complementaria de Pueblos Indígenas (ECPI) (2004-2005) se autoidentificaron 736 integrantes del pueblo querandí (INDEC, 2005), número que creció en el Censo 2010 a alrededor de 3658 personas (INDEC, 2012). No obstante esta visibilidad, no se ha modificado sustancialmente la representación de la presencia de este pueblo y su lengua en la sociedad argentina y en la literatura científica.
La categoría “extinta” se aplica, en las escalas de lenguas amenazadas mencionadas por Bradley y Bradley (2019), a aquellos idiomas que, en la actualidad, no cuentan con hablantes y a las situaciones en las que nadie retiene un sentido de identidad étnica asociado a la lengua, ni siquiera con efectos simbólicos. Como puede advertirse, estos parámetros no son apropiados para la situación actual del querandí. Antes bien, la entendemos como una lengua que ha sido silenciada y que, luego de un periodo de invisibilización hacia el exterior de la comunidad, en el presente se apunta a recuperarla. De este modo, una lengua que tales escalas describen como “dormida” es redescubierta por nuevos hablantes y reintroducida en ámbitos de uso en los modos escrito y oral (Lewis y Simons, 2010). En estos casos, señala Hinton (2013), son significativas las acciones inicialmente desarrolladas por una sola persona o una comunidad pequeña, ya que posteriormente estas pueden potenciarse al sumarse nuevas estrategias así como otros actores. Por otro lado, tal recuperación contribuye decididamente al reposicionamiento de la identidad como pueblo.
3. Territorio, lengua e historia desde el Pueblo Nación Querandí
Desde hace algunos años, lxs integrantes del Pueblo Nación Querandí hemos emprendido un proceso de recuperación interna de la lengua, que se pone de manifiesto, a través de su uso oral y escrito, en distintas situaciones sociales y culturales como ceremonias, talleres y redes sociales. Nos reconocemos con el nombre Querandi como forma de narrar nuestra verdad. Ese ha sido el nombre que se nos ha asignado en los documentos y bibliografías de los primeros cronistas que llegaron a estas tierras. Esta palabra fue dada por el pueblo guaraní a los españoles al referirse a nuestrxs ancestrxs. Su traducción podría ser ‘gente que usa, come o se unta grasa’, y pertenece a la lengua guaraní antigua.4
En querandí, la palabra Het5 significa ‘persona’ y ‘pueblo’. Somos Taluhet Telomian Condic, Pueblo de los Talas Telomian Condic. Hemos decidido llamar a nuestra lengua querandí het (‘pueblo grasa’, ‘pueblo que usa grasa’) con las dos lenguas, que luego traducimos a la escritura de la lengua que corresponda, en este caso, española.
Nos hemos apropiado de la historia que ha quedado guardada en los registros y crónicas, y que también se hace visible en la memoria social de los territorios donde han estado las familias desde siempre, para lo cual es vital la narrativa de nuestras prácticas y vida cotidiana en conjunto con los saberes acerca de la flora y la fauna, la geografía local, las modificaciones en las distintas épocas y sus contextos históricos.
Huijajaja es el grito de guerra y libertad que durante tanto tiempo estuvo dormido. Nos reconocemos en el antiguo Tala, árbol sagrado, que crece en las márgenes de los ríos, con sus frutos dulces, sus hojas para infusiones y su madera fuerte, con su geometría angular que se ha manifestado siempre en nuestras formas culturales como armonía y organización. Estamos recuperando nuestra lengua, es un proceso muy lento y complejo. Nuestrxs ancestrxs no escribían, de modo que todo llegó hasta nuestros días por tradición oral, por lo que ha sufrido muchas transformaciones. Nuestrxs bisabuelxs transmitieron saludos, palabras sueltas a abuelxs, tíxs y hermanxs, quienes las hemos acogido con gran respeto, además de extenderse en la comunidad, entre familias afines. Por ello, trabajamos en la restitución de la fonética de esas palabras y en recuperar los sentidos de topónimos que habían sido invisibilizados por la castellanización.6
Por otro lado, en la actualidad recuperamos la alfarería, denominada chuhua ñapait (expresión compuesta por chu, ‘tierra’, hua ‘agua’ y ñapa, ‘agarrar’, it ‘fuego’). El contacto con la tierra es un encuentro con la Memechu (‘Madre Tierra’), un espacio y tiempo de sensibilidad, en donde están guardados todos nuestros saberes, memorias y futuros posibles. Lxs ancestrxs nos han dejado un valioso legado: tal como siempre se hizo, las piezas de cerámica se construyen para el cotidiano, cuando alguna se rompe, se muele y se reutiliza para nuevas piezas. Y si no las usamos, vuelven a la tierra en forma de piedritas. El ancestral pueblo querandí trabajó mucho chuhua ñapait. El área de la ciudad de Buenos Aires está llena de chuhua, que se utilizaba para la confección de ollas para guardar y cocinar alimentos, también para guardar hua (‘agua’) y el it (‘fuego’). Hay algunas variantes culturales de formas y diseños, que tienen que ver con los usos y la cosmovisión het. Nuestro trabajo chuahua ñapait lo llevamos adelante estimulando el acercamiento a la esencia ancestral, siempre con respeto, permiso y paciencia, a partir de largos recorridos por parques, lagos y las orillas del río Chuelo. Nuestro pueblo no continuó haciendo cerámica con frecuencia, lo que significó la pérdida de esta práctica durante mucho tiempo, pero algunas personas guardaron ese conocimiento y nos lo transmitieron a través de la oralidad. Hoy estamos dando continuidad a nuevas y distintas creaciones. Trabajamos desde el taller Brumbrúm, gratuito, que tiene lugar en Villa Lugano, comuna 8 de la Ciudad de Buenos Aires. Brindamos un espacio de formación de oficio desde la cosmovisión querandí, con un compromiso colaborativo de memoria y salvaguarda de los territorios, y de intercambio en el barrio, la comuna y distintos espacios. Hacemos piezas atravesadas por la historia de nuestros ancestros, uniendo los tiempos antiguos con las necesidades actuales.7
Asimismo, estamos trabajando en el Parque Ribera Sur, con el arqueólogo Ulises Camino, quien está desarrollando investigaciones en el sitio La Noria, junto con Patrimonio de la Ciudad y otros colectivos y organizaciones (Ali y Camino, 2013; Camino et al., 2018) Este lugar, para nosotrxs, es muy importante porque allí viven familias muy antiguas y porque es uno de los únicos sitios de la ciudad que están salvaguardados y que resiste a los grandes proyectos inmobiliarios que vienen violentando nuestros territorios. Con el colectivo artístico Barro Local, hemos impulsado un ciclo de talleres para la recolección de chuhua de las orillas del Cauce Viejo del Río Chuelo. En su gran mayoría lo que se encuentra son muchísimos fragmentos, pedacitos rotos de ollas y cuencos sin la posibilidad de poder reconstruir tristemente ninguna pieza completa.
4. El trabajo del Grupo Mirrí con la lengua querandí
Dispersxs en distintos puntos del país (Buenos Aires, Córdoba, Bariloche) y aún en el contexto del Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio debido a la pandemia COVID-19, en junio de 2021 miembros del Pueblo Nación Querandí e integrantes del equipo de investigación que se encontraban trabajando con documentos históricos del querandí y lenguas con devenires similares, dimos inicio a encuentros virtuales, que desde entonces vienen sosteniéndose en el tiempo con periodicidad.8 En ellos planteamos temáticas relativas a la historia del Pueblo Nación Querandí, sus acciones actuales y proyectos, sin perder el foco en el aspecto lingüístico. A partir de aquel primer contacto, hemos creado una comunidad afectiva, de trabajo y aprendizaje conjunto, continuo y de gran potencia.
En cuanto al abordaje concreto de la lengua, nos posicionamos desde una perspectiva que enfatiza en la oralidad y que reconoce que la variación es inherente a todas las lenguas. Asimismo, comenzamos a trabajar en dos direcciones: por un lado, profundizamos en la búsqueda de registros en documentaciones históricas debidas a misioneros, militares y cronistas, y por el otro, revisamos sus usos en la actualidad en redes sociales y en la oralidad.
4.1. Archivo documental sobre la lengua
En primer lugar, emprendimos la búsqueda de la única descripción escrita conocida de la lengua, el Arte y Vocabulario de la lengua de los Querandíes del jesuita Alonso de Barzana, quien actuó como misionero en el norte argentino, Asunción y probablemente Santa Fe hacia fines del siglo XVI, y que falleció en el transcurso de su regreso al Perú (Soto Artuñedo, 2016). Según Lozano (1754, p. 97-98):
Los Padres Barzana, y Añasco… reduxeron à preceptos9 la Kakana… Despues se empeñaron en esta diligencia, con las lenguas Guarani, vulgar en todas las Provincias del Paraguay, y con la Quirandi, propria de todo el partido de la Ciudad de Santa Fè, valiendose para estas dos ultimas de Interprete inteligente.
Entendemos que es posible que Barzana haya conocido a personas de este pueblo trasladadas a localidades fundadas por los españoles luego de la conquista, y que ellxs hayan contribuido a la confección de ese trabajo. Esta obra ha sido muy citada en la literatura colonial y científica, pero no se publicó y se desconoce si ha quedado resguardada. Hasta el momento, nuestra búsqueda no logró dar con ninguna noticia certera sobre este manuscrito en distintos archivos de Argentina, Bolivia, Chile, España o Italia.
Por otra parte, sistematizamos información sobre la lengua y materiales de fuentes históricas como Schmidl (1903 [1566]), Del Techo (s. d. [1673]), Lozano (1754), las encomiendas de Buenos Aires de 1582 (Outes, 1897; Canals Frau, 1942) y de Santa Fe de 1591 (Cornero y Green, 2019), entre otras. Estas fuentes proporcionan solamente nombres propios, fundamentalmente antropónimos.
La clasificación lingüística del querandí, a partir de datos onomásticos de esas fuentes, ha sido un tema controversial (Domínguez, 2022). Los autores del siglo XIX y comienzos del XX consideraron a esta lengua como mapudungun (De Ángelis, 1969 [1836], p. 451-452; Brinton, 1898), guaraní (Trelles, 1864; Ameghino, 1880), guaycurú (Lafone Quevedo 1897, p. 121; Outes, 1899, p. 33) o huarpe (Cabrera, 1929). Casamiquela (1969) propuso una relación con el günün a yajüch y las lenguas de la familia chon de la Patagonia. Loukotka (1968, p. 68) clasificó al querandí en un mismo grupo junto con otras dos lenguas muy poco conocidas: tubichaminí y chechehet de la región bonaerense. Los trabajos más recientes sobre clasificación de lenguas sudamericanas lo consideran una lengua inclasificable por la escasez de datos disponibles (Censabella, 1999, p. 88; Adelaar y Muysken, 2004, p. 505; Campbell, 2012, p. 118).
Para trabajar el material onomástico proporcionado por las fuentes históricas, se diseñó una serie de pasos metodológicos que incluye la identificación de formantes de nombres propios señalados como querandíes en por lo menos una de las fuentes y su repetición en datos no atribuidos a la misma etnia en otras fuentes, pero atribuibles a la misma por plausibilidad geográfica y cronológica. Esto nos permitió ir reuniendo un corpus de más de 130 nombres propios atribuidos o atribuibles a la lengua de los querandíes de los siglos XVI y XVII.
Aunque, naturalmente, hay muchos otros formantes léxicos para los que hasta el momento no es posible asignar un eventual significado, entre los recurrentes en los nombres propios de los siglos XVI y XVII, se encuentran algunos para los que se pueden hipotetizar posibles sentidos. En esta condición se encuentran los cuatro siguientes:
El análisis de estos datos permite extraer variadas conclusiones sobre la lengua de los querandíes de esos siglos. Resulta evidente ahora que la región geográfica en que habitaban los querandíes históricos era culturalmente muy compleja, dado que en ella coexistían varios pueblos en contacto (querandíes, guaraníes, chanás, charrúas, mbeguás, entre otros). Por tal motivo, se daban sin duda fenómenos sociolingüísticos tales como la existencia de bi- y plurilingüismo, posibles lenguas francas y la circulación de préstamos. Resulta interesante que una de las lenguas de intercambio, al menos en Santa Fe la Vieja, haya sido precisamente el querandí, de acuerdo con el testimonio de Lozano (1754, p. 168). Finalmente, es posible identificar préstamos léxicos hacia el querandí (como meguay ‘mbeguá’ del guaraní o del chaná) y desde el querandí a otras lenguas (como el adjetivo ‒originalmente, un nombre de cacique‒ bagual ‘indómito’ en el castellano regional, observable también en el mapudungun wawal registrado en variedades del este de la cordillera de los Andes).
4.2. Recopilación y análisis de datos sobre querandí het
Como puede notarse, constituyó un desafío reunir la documentación lingüística proporcionada en fuentes históricas. Ello se complementó de modo sustancial con los enunciados provenientes de la memoria oral y otros usos registrados en el presente en redes sociales, invitaciones a eventos y distintas actividades en los ámbitos públicos presenciales, como las ceremonias, reclamos en conflictos territoriales, el taller de cerámica Brumbrúm, exposiciones, entre otros.
Decidimos reunir el corpus hasta el momento disperso organizando los datos en una planilla Excel. Por un lado, incluimos entre los descriptores el origen de las entradas que se iban incluyendo en ella en el transcurso de los encuentros virtuales.
En cuanto al proceso de recuperación de las expresiones, comenzamos a definir categorías relevantes a tal fin. Conversamos sobre los procedimientos que dan estructura a palabras y frases, lo que nos permitió, en el transcurso de los encuentros, reconocer morfemas, clases de palabras y estructuras más complejas. Así, la planilla quedó conformada por entradas organizadas en los campos semánticos siguientes: familia y relaciones sociales, territorio y espiritualidad, animales, partes del cuerpo, saludos y frases de cortesía, nombres de lugares, nombres de personas, nombres de grupos, y elementos de la cultura material. También, delimitamos categorías de palabras como verbos, adjetivos, preposiciones y ensayamos algunos apuntes gramaticales. Es importante notar que estas categorías gramaticales son en un punto provisorias, ya que, de surgir nuevos materiales, pueden identificarse otras o clarificar la dinámica interna de la lengua, que, como mencionamos más arriba, por el momento no ha sido adscripta de manera definitiva, o con consenso, a ninguna familia lingüística particular.
En la planilla, asignamos entradas a palabras o bases léxicas y en las columnas contiguas enunciamos su inclusión en palabras compuestas o expresiones derivadas, cuando existían ejemplos. Por otra parte, en distintas columnas a continuación, además de indicar el significado y/o el sentido de esas entradas, se estableció su procedencia, ya sea por haberse atestado en cierta fuente documental, en redes y/o por origen en la memoria oral.
Algunos ejemplos del tipo de trabajo de reflexión metalingüística que emprendimos son los siguientes:
El corpus de nombres propios querandíes de los siglos XVI y XVII (según la investigación en curso de Viegas Barros) sugiere un cuadro fonológico que habría incluido (en el querandí de época) por lo menos las siguientes consonantes (se usan los símbolos del International Phonetic Alphabet, IPA):
En cuanto a las vocales, existían por lo menos cinco similares a las del español:
Sin embargo, creemos que el sistema vocálico debe haber sido más complejo, dadas las frecuentes alternancias gráficas que se dan en determinados formantes de nombres propios, sobre todo entre las vocales <i> (o <y>) y <e>, <u> y <o>, y <o> y <a>.
También observamos si en la escritura de las distintas fuentes se evidencia algún tipo de variación, ya sea gráfica, como por ejemplo gua / hua / hue (‘agua’), o en la acentuación: Tancaolquepen / Tancaolquepén (‘nombre de jefe querandí’). Es posible notar alternancia <h> (indicando aspiración) / <k> (velar) Pako-hát, Pako-kát (‘isla de los Patos’ [actual isla Martín García]); at / kat; en el orden dental sordo y sonoro <t> / <d> Chuyaduya / Tcheuantuya, Chehuentuya, Tschuantuya, Tschuan Tuya, Chuayanduya (‘jefe de la tierra Duya’). En algunos otros lexemas escritos, cuando se le preguntó a Guillermo sobre su expresión oral, indicó que la h se pronuncia aspirada, y que el querandí es una lengua nasal, pero no gutural.
En el análisis, no nos limitamos a una perspectiva fonológica o morfosintáctica, sino que las expresiones relevadas se vincularon continuamente a la cultura, la espiritualidad, el territorio y los jefes históricos. Entre los formantes característicos del querandí se encuentran la terminación de nombres de pueblos -liton / -litan, el final -e / -y en gentilicios, el morfema inicial quilu. / quilo- en nombres de poblaciones, personas y grupos humanos y el sufijo -pen en nombres de caciques. Por ejemplo, el nombre que tiene cada jefe indica el lugar de donde proviene, lo que se expresa sumando a este el sufijo -pen, ya mencionado, para designar ‘jefe’: Pakohespen, Campampen, Salloampen, Escallopen, Tancaolquepén (Outes, 1897, p. 22).
El material onomástico permite incluso la identificación de unos pocos formantes aparentemente gramaticales, como los posibles sufijos -s y -n, que se anteponen a la terminación -pen, si bien su función resulta desconocida. Además observamos que en los nombres propios simples parece haber indicios de un orden Determinante-Núcleo, como en el caso de los terminados en -pen (cacique); en cambio, en los nombres propios compuestos, el orden parece ser Núcleo-Determinante, como en Loja-e Mbegua-y.
Por otro lado, el registro actual de usos de la lengua en redes sociales, con la grafía propuesta por Pueblo Nación Querandí, permite observar la inclusión de expresiones relativas al territorio y la espiritualidad, tales como Memechu (‘madre tierra’), Soychu (‘gran espíritu de la tierra’), hit (‘fuego’); así como de saludos y frases de cortesía: N’vole ipir (‘muchas gracias’). Este tipo de usos en el presente, además, enfatiza las demandas de reposicionamiento respecto de los procesos colonizadores. Por ejemplo, el trabajo que se viene llevando a cabo en la Cuenca Matanza-Riachuelo (Ciudad Evita, Buenos Aires), en el sitio que se nombró Ezeiza III, conocido como sitio Tres Ombúes, que es parte de la reconstrucción identitaria y de la reparación histórica nacional (Gómez, Zabala, Zalazar, Galván y Gorbalán, 2022).
En estas y otras frases más extensas, tales como Hem latar bajiná au piguén Nchalaa Soychú quiyá hem do ti tén ‘Tu buen andar hacia el cielo hermano, Soychu cubre tu viaje’; Bajiná Soychu anti ehu ‘Soychu nos acompaña en nuestro camino’; Traá seré amtiten dik etriek te huimen querandí (corresponde al llamado de Identidad y Verdad del Pueblo querandí, aunque no contamos con la traducción literal), gracias a la traducción ofrecida por Guillermo y Amarí, realizamos un desglose con los objetivos de reconocer el significado de los términos específicos que las constituían y de identificar algunas características morfosintácticas. Así, pudimos deducir que el orden no marcado de los constituyentes de la frase verbal es V + OD, por ejemplo, babuh ‘tirar’ - babuh lahí ‘tirar la boleadora’, y que los modificadores del nombre van pospuestos. Por ejemplo: sustantivo-adjetivo (tató é ‘hombre joven’, aló é ‘mujer joven’, ya-hati ‘cacique alto’) o sustantivo-numeral (lahí detí ‘boleadora de tres, las tres Marías’). Por otro lado, como en muchas lenguas originarias de América no parece existir el artículo definido. Asimismo notamos la existencia de reduplicación: Chis chís ‘ten cuidado / cuidate’, o el topónimo Chuelechuel que contiene los formantes chuelo ‘río’ y chu ‘tierra’ y aludiría a una especie de barrera o isla.13
Además identificamos préstamos de lenguas en contacto como chaná, charrúa y guaraní. Esto permitió elidir la asociación purista entre una lengua y un territorio, y a la vez, reconocer el anclaje ecológico y territorial de la lengua querandí en determinados espacios de pampa, litoral y sierras. Incluir la dimensión del contacto nos llevó, además, a entender estos lugares como espacios de interacción con otras lenguas y variedades, tanto en el período prehispánico como colonial y actual.
En tal sentido, como explican Amarí y Guillermo, las palabras en algunos casos fueron escritas o nombradas, modificadas y reconocidas por otros pueblos. En el caso de la palabra querandí como tubicha miní (‘jefe de una comunidad’ o ‘grupo pequeño’) y tubicha guazú (‘gran jefe’), fueron denominaciones que dieron a nuestro pueblo taluhet el pueblo guaraní. Hay otras palabras que fueron españolizadas, como tala, que hoy está declarado el árbol de la ciudad, otras han quedado nombrando espacios físicos y territoriales como el arroyo Chu Chú (‘tierra tierra’, o ‘tierra del medio’) en Pergamino, Chuelo (actual Riachuelo), Lojané (Luján, ‘pueblo del río de los perros’), o la localidad de Melincué (Melin Cue, ‘padre e hijo’) en Santa Fe. Hay palabras nuestras que se manifiestan en el lunfardo como jarana .jalaná, ‘alegría’) y otras que se fueron expandiendo a otras lenguas de pueblos indígenas y al español como nuestra palabra gualichu.14
Algunas han quedado en la oralidad de las familias como ustankalú (‘horizonte’, ‘atardecer’, ‘amanecer’), ñapar (‘agarrar’) y otras que suelen sorprender a muchxs investigadores, que cuestionan no conocer las fuentes de lo que nosotrxs hemos guardado demasiado fuerte. Algo similar sucede con nuestros saberes ancestrales, como la música y nuestros instrumentos, o los trabajos en piedra, tejidos, cueros, herramientas diversas, como las lahí deti (‘boleadora de tres’), afia (‘arco’), quilla (‘vestimenta de abrigo’, ‘poncho’), y las comidas que están tan popularizadas con grasas y aceites que se desconoce su origen, mientras que lo más difundido es nuestra práctica chuhua ñapait (‘alfarería’).
5. Reflexiones finales
El trabajo realizado tiene como título una expresión en lengua querandí que traducimos como ‘caminos de la lengua del pueblo de los talas’, como parte de la identidad del Pueblo Nación Querandí, y toma su impulso, como expusimos, desde un presente estrechamente vinculado con el pasado y con la construcción de comunidad y de memoria en el territorio. Desde este enfoque, la recuperación analítica de aspectos de la lengua cobra sentido en tanto se observa no sólo en las pocas frases ancestrales que se han documentado en siglos anteriores, sino también en las creaciones contemporáneas. Esto es lo que permite afirmar el carácter del querandí como lengua viva y pasible de cambio.
Actualmente, desde el Pueblo Nación Querandí nos hemos propuesto profundizar en el trabajo con la lengua en los talleres y actividades relacionados con nuestros propios ciclos y cosmovisión que realizamos hacia el interior de la comunidad. Sentimos que hemos hecho muchas cosas hasta ahora y deseamos profundizar la difusión de esta tarea en el ámbito local en distintos medios y redes, además de participar en espacios de encuentro con otros pueblos latinoamericanos, acompañando nuestros ciclos vitales.
En este camino que iniciamos en conjunto, lxs lingüistas optamos por trascender los enfoques puristas y los marcos disciplinares estrictamente descriptivos, para aprender de los sentidos que guían la recuperación del idioma emprendida por Pueblo Nación Querandí. La revitalización de una lengua no sólo parte de reunir las documentaciones históricas dispersas, sino, sobre todo, de un fuerte ejercicio de memoria que supone habitar la lengua, con los cambios y resignificaciones que esta adopta en el presente. En tal sentido, los aportes de la lingüística histórica, la lingüística de la documentación y la sociolingüística constituyen aspectos integrados en el enfoque ecológico que nos orienta.
El trabajo del Grupo Mirrí recién está comenzando. En este artículo quisimos mostrar la escalera que vamos construyendo y los escalones que hemos transitado.
Referencias bibliográficas
Adelaar, Willem y Muysken, Pieter. (2004). The Languages of the Andes. Cambridge, Cambridge University Press.
Ali, Sheila Grisel y Camino, Ulises. (2013). Redescubriendo el pasado de Villa Riachuelo. Ubicación actual de los sitios hispano-indígenas hallados por Rusconi a principios del Siglo XX. La Zaranda de Ideas, 9, 9-20. http://bitly.ws/Rc2d
Ameghino, Florentino. (1880). La antigüedad del hombre en el Plata. Buenos Aires, Igon Hermanos editores.
Bradley, David y Bradley, Maya. (2019). Language endangerment. Cambridge, Cambridge University Press.
Brinton, Daniel. (1898). The Querandíes. Science, 8(7), 475.
Cabrera, Pablo. (1929). Los aborígenes del país de Cuyo. Córdoba, Imprenta de la Universidad.
Cadogan, León. (1967). En torno al nombre Querandí. Suplemento Antropológico, 2(2), 315-320.
Calvet, Louis-Jean. (2005). Lingüística y colonialismo. Breve tratado de glotofagia. Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica.
Camino, Ulises; Schavelzon, Daniel; Azkárate, Agustín; Loponte, Daniel; Solaun, José Luis; Martínez, Angel; Sánchez, Iban y Cavallotto; José Luis. (2018). El sitio prehispánico. La Noria, ciudad de Buenos Aires. Revista de Antropología del Museo de Entre Ríos, 4(2), 84-110. http://bitly.ws/Rc3r
Campbell, Lyle. (2012). Classification of the indigenous languages of South America. En Campbell, Lyle y Grondona, Verónica (eds.), The indigenous languages of South America: A comprehensive guide (pp. 59-166). Berlin/Boston, De Gruyter Mouton.
Canals Frau, Salvador. (1941). Los aborígenes de la pampa en la época colonial. Anales del Instituto de Etnografía Americana, 2, 207-237.
Canals Frau, Salvador. (1942). Los indios del distrito de Buenos Aires según el repartimiento de 1582. Publicaciones del Museo de Etnografía, IV, 5-39.
Casamiquela, Rodolfo. (1969). Un nuevo panorama etnológico del área pan-pampeana patagónica adyacente. Pruebas etnohistóricas de la filiación tehuelche septentrional de los querandíes. Santiago de Chile, Museo Nacional de Historia Natural, Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos.
Censabella, Marisa. (1999). Las lenguas indígenas de la Argentina. Buenos Aires, Eudeba.
Cornero, Silvia y Green, Aldo. (2019). Indios de encomienda en Santa Fe la Vieja, 1591. Aportes a la etnohistoria desde una escritura de depósito. Bibliographica Americana. Revista Interdisciplinaria de Estudios Coloniales, 15, 99-116. http://bitly.ws/Rc3z
Coromines, Joan. (2009 [1961]). Breve diccionario etimológico de la lengua castellana. Prólogo de José Antonio Pascual. Madrid, Gredos/Del Nuevo Extremo.
De Ángelis, Pedro. (1969 [1836]). Índice geográfico e histórico. Colección de obras y documentos relativos a la historia antigua y moderna de las Provincias del Río de la Plata I (pp. 297-488). Buenos Aires, Plus Ultra.
Del Techo, Nicolás. (s. d. [1673]). Historia de la provincia del Paraguay de la Compañía de Jesús. Prólogo de Blas Garay. Tomo I, Libro primero. Biblioteca Virtual del Paraguay.
Domínguez, Luisa. (2022). Entre «papeles viejos»: Félix F. Outes y la arqueología documental sobre lenguas indígenas en la Argentina de entresiglos (XIX-XX). Lingüística y Literatura, 43(81), 176-191. https://doi.org/10.17533/udea.lyl.n81a08
Falkner, Tomás. (1957 [1774]). Descripción de la Patagonia y de las partes contiguas de la América del Sur. Buenos Aires, Hachette.
Gandulfo, Carolina y Unamuno, Virginia. (2020). Nota metodológica. ¿A qué llamamos investigación en colabor en este libro. En Unamuno, Virginia; Gandulfo, Carolina y Héctor Andreani (eds.), Hablar lenguas indígenas hoy. Nuevos usos, nuevas formas de transmisión. Experiencias colaborativas en Corrientes, Chaco y Santiago del Estero (pp. 35-48). Buenos Aires, Biblos.
Gomez, Guillermo Luciano; Zabala, Liliana; Zalazar, María Elena; Galván, Elisa Fabiana y Gorbalán, Carla Hebe. (27 de abril de 2022). Visibilizar Las Huellas Taluhet [Ponencia]. XIII Seminario Internacional Políticas de la Memoria. Memorias y Derechos Humanos. Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti.
Hinton, Leanne. (2013). Sleeping Languages. Can They be Awakened?. En Leanne Hinton y Hale, Ken (eds.), The Green Book of Language Revitalization in Practice (pp. 413-417). Leiden/Boston, Grill.
Ibarra Grasso, Dick Edgar. (1958). Lenguas indígenas americanas. Buenos Aires, Nova.
Imbelloni, José. (1936). Lenguas indígenas del territorio argentino. En Ricardo Levene (dir.), Historia de la Nación Argentina. Tomo I (pp. 177-205). Buenos Aires, El Ateneo.
INDEC (Instituto Nacional de Estadísticas y Censo). (2005). Presentación. Resultados Nacionales. Encuesta Complementaria de Pueblos Indígenas (ECPI) 2004-2005 - Complementaria del Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas 2001. http://bitly.ws/R8WG
INDEC (Instituto Nacional de Estadísticas y Censo). (2012). Censo nacional de población, hogares y viviendas 2010: censo del Bicentenario: resultados definitivos, Serie B nº 2, Tomo 1. Buenos Aires, Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC).
Lafone Quevedo, Samuel. (1893). Arte de la lengua toba por el padre Alonso Bárcena. La Plata, Talleres de Publicaciones del Museo.
Lafone Quevedo, Samuel Alexander. (1897). Los indios chanases y su lengua. Con apuntes sobre los querandíes, yaros, boanes, güenoas o minuanes y un mapa étnico. Boletín del Instituto Geográfico Argentino, 18, 115-154.
Latini, Sergio Hernán. (2011). La etnicidad de los querandíes, una discusión no resuelta. Cazadores-Recolectores del Cono Sur. Revista de Arqueología, 5(12), 97-118. http://bitly.ws/Rc3Q
Latzina, Francisco. (1899). Diccionario geográfico argentino. Buenos Aires, Ramón Espasa y Cia. Eds.
Lehmann-Nitsche, Roberto. (1922). El grupo lingüístico ‘Het’ de la pampa argentina. Revista del Museo de La Plata, 27, 10-85.
Lehmann-Nitsche, Roberto. (1930). El idioma chechehet (Pampa bonaerense). Nombres propios. Revista del Museo de La Plata, 32, 277-291.
Lewis, Melvyn Paul y Simons, Gary F. (2010). Assessing endangerment: expanding Fishman’s GIDS. Revue Roumaine de Linguistique, 55(2), 103-120. http://bitly.ws/Rc3Z
López, Luis Enrique (ed.). (2006). Diversidad y ecología del lenguaje en Bolivia. La Paz, PROEIBAndes.
Loukotka, Čestmír. (1968). Classification of South American Indian languages. Los Angeles, UCLA Latin American Center.
Lozano, Pedro. (1754). Historia de la Compañía de Jesús en la provincia del Paraguay. Madrid, Imprenta de la Viuda de M. Fernández y del Supremo Consejo de la Inquisición.
Ludwig, Ralph; Pagel, Steve y Mühlhäusler, Peter (eds.). (2018). Linguistic Ecology and Language Contact. Cambridge, Cambridge University Press.
Martínez, Benigno T. (1919). Elementos de clasificación y ubicación de las tribus del Río de La Plata. Revista de la Universidad de Córdoba, 6, (9-10), 3-51. http://bitly.ws/Rc47
Mitre, Bartolomé. (1909-1911). Catálogo razonado de la sección lenguas americanas. Buenos Aires, Museo Mitre.
Mollo, Norberto y Della Matta, Carlos. (2007). El paraje Melincué a 230 años de su ocupación. http://bitly.ws/R5Tx
Outes, Felix F. (1897). Los querandíes. Breve contribución al estudio de la etnografía argentina. Buenos Aires, Imprenta de Martín Biedma é hijo.
Outes, Felix F. (1899). Estudios etnográficos. Buenos Aires, Imprenta de Martín Biedma e hijo.
Portnoy, Antonio. (1936). Estado actual del estudio de las lenguas indígenas que se hablaron en el territorio hoy argentino. Su importancia para el estudio de la etnografía y la historia. Supervivencias lingüísticas indígenas en nuestro vocabulario. Buenos Aires, Institución Mitre.
Pueblo Nacion Querandi [Página de Facebook]. (7 de octubre de 2021). HACE 529 AÑOS COMENZAMOS LA DESCOLONIZACIÓN!!! HUIJAJA !!!! Nuestro grito de guerra y LIBERTAD !!!! [Publicación de estado]. Facebook. https://bit.ly/3YlLqWt
Pueblo Nacion Querandi [Página de Facebook]. (15 de marzo de 2022). AGASSAGANUP O ZOBÁ ETRIEK ÑAHUIMEN USTANKALU TALUHET QUERANDÍ [Publicación de estado]. Facebook. https://bit.ly/45j2Rt6
Rappaport, Joanne y Ramos Pacho, Abelardo. (2005). Una historia colaborativa: retos para el diálogo indígena-académico. Historia crítica, 29, 39-62. http://bitly.ws/Rc4d
Schmidl, Ulrich. (1903 [1566]). Viaje de Ulrich Schmidl al Río de la Plata. Prólogo y traducción de S. Lafone Quevedo. Buenos Aires, Cabaut & Cía.
Soto Artuñedo, Wencesalo. (2016). Alonso de Barzana, S. I. Apóstol de Andalucía y Sudamérica. Archivo Teológico Granadino, 79, 5-130. http://bitly.ws/Rc4w
Trelles, Manuel R. (1864 [1862]). Etnografía. Memoria sobre el origen de los indios Querandís, y etnografía de la comarca occidental del Plata al tiempo de la conquista. Registro Estadístico de Buenos Aires, 1(2), 83-132.
Notas
Notas de autor