Reseñas
Casellas Antònia. J.K. Gibson-Graham: Hacia una economía postcapitalista o cómo retomar el control de lo cotidiano. 2022. España. Icaria Editorial. 252pp.. ISBN: 978-8418826-62-7 |
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¿Por qué leer este libro? ¿Por qué, además de leerlo, usarlo? En primer lugar, porque éste es el primer libro en castellano con un estudio original de la obra de JKGG. En segundo lugar, porque nos trae un texto inédito de Katherine Gibson, redactado como una carta a su compañera intelectual, que pone en perspectiva el trabajo realizado por ambas durante su recorrido. En tercer lugar, este libro permite a quienes leen en castellano, adentrarse de lleno en las propuestas conceptuales, metodológicas, ético-políticas y vitales de Gibson-Graham, de modo tal que, si ya se conoce la obra, es posible profundizar sobre sus aportes, y si es la primera vez que se incursiona en la propuesta de las autoras, se puede comprender cabalmente sus posicionamientos. Seguramente, puede haber otras razones que quienes lean el libro, encontrarán, y -de ser posible- podrán compartir con la comunidad hispanoparlante en sus trabajos posteriores. Revisaremos a continuación algunos puntos importantes de la obra, de manera que se pueda tomar como una posible hoja de ruta para encontrarse con el libro.
Antònia Casellas es profesora e investigadora en Geografía (Universidad Autónoma de Barcelona) y un breve resumen de su trabajo se encuentra al final de este artículo. En este libro, Antònia se ha preocupado por poner a disposición del público que lee en castellano una serie de claves para conocer y comprender la obra de Gibson Graham, una obra sumamente original y que continúa aportando al trabajo de transformar nuestro mundo, inclusive luego del fallecimiento de una de las protagonistas del binomio autor. Vayamos abriendo las puertas de este libro, siguiendo la invitación que ya nos realiza la intervención de la ilustración-fotografía de tapa: una ventana al mundo.
En la presentación, Antònia da cuenta de cómo diseñó y llevó a cabo el libro, que sigue la línea editorial de Espacios Críticos: ubicar a lxs autorxs en sus contextos de producción y desde allí desplegar el contenido de la obra. Importa dar a conocer a quienes lean este material que, en este caso, Antònia ha debido elegir el modo de presentar a dos autoras que decidieron ser una. Por ese motivo elige el término ensamblaje para describir el encuentro y desarrollo del pensamiento de Julie y Kath. Como sabemos, parte de la posición teórica de estas autoras se referencia en el campo de los estudios socio-materiales, del cual Bruno Latour es uno de sus más conocidos referentes-aunque por supuesto, no el único. De acuerdo con ese campo conceptual, y citando aquí a la filósofa feminista Jane Bennett (2022: 74)[1], “los ensamblajes son agrupamientos de elementos diversos, de toda clase de materiales vibrantes. Son confederaciones vivas, palpitantes, que tienen la capacidad de funcionar a pesar de la persistente presencia de energías que las socavan desde adentro”. De allí que resulte apropiado e interesante pensar, de inicio, la labor de las autoras desde la noción de ensamblaje. Recomiendo tomar muy en cuenta esta forma de ver el trabajo de Gibson Graham presentado aquí: como un ensamblaje en despliegue continuo.
Las breves páginas de la “Presentación” nos aclaran también la selección de textos de autoría de Gibson Graham presentados más adelante, y recomiendo leer las razones esgrimidas por Antònia. Darán a nuestra lectura una vista panorámica que considero necesaria, antes de comenzar con el resto del material, entre ellas, por ejemplo, la aclaración sobre las tres estrategias que Gibson Graham propone para pensar y actuar de forma distinta, es decir, para transformar las condiciones en que vivimos hoy.
En el primer capítulo, “J K Gibson Graham: El oficio de repensar la economía desde la geografía”, Casellas nos introduce a las formas en que Gibson Graham fueron encontrando sus caminos profesionales, en diálogos fértiles entre geografía y economía, pero no solamente, ya que Graham se había formado primero en literatura inglesa. Habitualmente, Gibson Graham son ubicadas en el campo de la geografía económica y desde la perspectiva singular de los feminismos. Y esto es cierto, pero es también relevante e interesante para lxs lectores comprender cómo hubo de ir ocurriendo este posicionarse así de Gibson Graham. En este capítulo, entonces, Casellas nos va introduciendo —a partir de la cronología de las vidas, actividades de las autoras y geografías de origen y de viajes— en las formas que asumieron sus encuentros y sus trayectos.
Este capítulo está documentado con fotos de archivo que dan un soporte visual al relato y elaboración de cómo se fue armando ese ensamblaje que produjo, entre otras novedades, una autoría de a dos. Aquí vale una reflexión importante sobre algo que Casellas parece deslizar casi al pasar: “JKGG nunca tuvo por qué existir necesariamente, ya que no se trata de una sola persona” (p. 11). Casellas nos alerta así acerca de una decisión que GG toman: darle sustento autoral al ensamblaje y producir desde una voz a dúo. En la explicación de ese trayecto, Casellas nos va abriendo la mirada a las circunstancias concretas, y también a los deseos, que sostuvieron las elecciones teóricas de GG. Podemos comprender con claridad, a partir de este relato, lo que Casellas sostiene: “su interés por la economía política y la aproximación marxista también proviene de experiencias personales y geográficas concretas que las llevan a cuestionar las dinámicas económicas y sociales desde una perspectiva de relaciones de poder” (p. 15).
Son experiencias personales concretas, y su deseo es ponerlas a disposición del pensamiento, de la acción, de lo que van construyendo; ésta parece ser parte de la potencia de este ensamblaje llamado Gibson Graham. Es su anclaje en la vida cultural, social, política y económica de sus contextos lo que contribuye a pensar y desarrollar preguntas de trabajo primero, y un programa entero de investigación más adelante. No debe sorprendernos —es así en muchos casos de otrxs autorxs— pero sí lo original de este caso es que esta empresa u obra se desarrolló en la combinación y encuentro de dos mujeres de continentes distintos, edades diferentes y formaciones variadas, que tomaron la decisión audaz de firmar su trabajo como una siendo dos. Esta sinergia y feliz conjunción de energías entre ellas debe ser celebrada, y es importante el esfuerzo realizado por Casellas para que podamos entenderlo. Si bien este matiz de celebración y feliz conjunción no está escrito así por Casellas, me permito interpretarlo y sostenerlo, por conocer en profundidad a una de las protagonistas del binomio (Gibson) y escuchar —y sentir— continuamente su apreciación afectiva por el trabajo que ella y Julie llevaron adelante que, como ya se dijo, sobrevive a Julie y se ha plasmado en una innumerable cantidad de obras intelectuales de generaciones más jóvenes.
A lo largo de los capítulos del libro entendemos también, a partir de la elaboración conceptual que nos propone Casellas, cómo Gibson Graham fueron al mismo tiempo vinculándose y alejándose de la tradición marxista. Esta distancia dinámica del marxismo les fue permitiendo a Gibson Graham intervenirlo, y Antònia nos explica de qué modo se fueron forjando las —luego llamadas por GG— intervenciones post-estructurales, en diálogo con algunas corrientes de la filosofía europea (Foucault, Derrida) y del feminismo de habla inglesa (Butler). En este sentido, Casellas nos ayuda a esta comprensión desplegando en un diagrama síntesis (ubicado en páginas 26 y 27) los trayectos e influencias, considerando a la vez el contexto sociopolítico, la experiencia concreta desarrollada por GG, los lugares geográficos, las orientaciones y las influencias, permitiéndose de este modo interpretar fases en la obra de Gibson Graham, entre 1970 y 2020, momento de elaboración de ese análisis. Este es un diagrama al que recomiendo volver a medida que se avance en las lecturas del resto del libro.
Un punto muy relevante de todo el trabajo presentado por Antònia Casellas es la lista de referencias. Aunque sea una obviedad, lo señalo, ya que para quienes tomen este libro como un primer acercamiento a la obra de Gibson Graham, allí podrán unir distintos campos disciplinares con el trabajo de estas geógrafas feministas, y para quienes ya conozcan la obra, podrán una vez más tomar puntos, coordenadas importantes de referencia. Esta lista abarca las páginas 35 a 39.
El capítulo “Aprendiendo de las prácticas de la cotidianidad o cómo remar del lado de la esperanza” es una conversación, a la vez fresca y profunda con Kath Gibson. Esta charla permite actualizar a tiempo presente, y a través de la memoria afectiva, algunos hitos nombrados en el capítulo anterior y algunas circunstancias que no se habían aún desplegado en dicho capítulo. Allí podemos comprender mejor cómo Gibson se vinculó con el programa de trabajo de la geografía radical y cómo fue tomando decisiones para continuar formándose en esas orientaciones. Es muy interesante ir leyendo la forma en que algunos detalles de lo cotidiano influyeron en el conjunto de situaciones que llevaron a Gibson a encontrarse con Graham. Es decir, podemos apreciar aquí muchos detalles del ensamblaje al que aludimos al principio. Ese nivel de detalle y de perspectiva de lo cotidiano nos permite, por ejemplo, aprender que en los 70 “en Australia, para hacer un doctorado básicamente empezabas un proyecto con un supervisor y escribías la tesis” (p. 42 y 43) y como no se ofrecían cursos, optó por formarse en un programa de maestría para el cual debía ir a clases nocturnas “en la otra punta de la ciudad”, según sus palabras. Como además trabajaba, la carga de trabajo, viaje por la ciudad, estudio, resultaba exigida y en parte por ello Gibson se decide a buscar un programa en el extranjero. Resulta paradojal que la solución a la carga de trabajo/viaje/estudio sea una emigración, pero ésta fue la solución a esa situación, lo que a su vez puso a Gibson en el camino de Graham y viceversa. Como en la teoría que luego ellas forjan más adelante, vemos en estas descripciones detalladas de la vida cotidiana que nos acerca la charla con Gibson una serie de vinculaciones entre azarosas y pensadas, entre deseadas y planificadas, que dan cuerpo a un proyecto que se abrió en esos viajes y permanece aún abierto hoy en la geografía de muchos continentes a través de la labor de tejido amoroso y a la vez fuerte (e intelectualmente desafiante) que fue siendo el proyecto de la Red Internacional de Economías Comunitarias y Diversidad Económica, el entramado que Gibson Graham fueron forjando a lo largo del tiempo.
En los capítulos primero y segundo, y luego nuevamente en el quinto, de autoría de Antònia Casellas, se nos muestra en detalle la conjunción desde los dos ángulos distintos y complementarios iniciales: el interés de Gibson en el marxismo y el de Graham en el feminismo. Común a ambos intereses fue la perspectiva crítica. Esta perspectiva, sin embargo, no era un interés solamente académico o intelectual en ambas autoras, sino un posicionamiento vital. En diálogo con Katherine Gibson y Julie Graham, a lo largo del libro se nos muestra cómo ese posicionamiento se fue construyendo en esa sinergia creativa entre ambas autoras, desde que se conocieron como estudiantes y comenzaron a practicar juntas el pensamiento y la escritura.
En los textos que componen la Antología (parte central de este libro por cuanto son traducciones al castellano de la obra de Gibson Graham que no estaban antes accesibles) nos encontramos con tres textos nodales: “Estrategias”, “Las posibilidades del excedente: post desarrollo y economía comunitaria” y “Las economías diversas: prácticas performativas para otros mundos”. En su conjunto, estos escritos presentan con claridad la conceptualización interdisciplinar que Gibson Graham construyeron, no solamente en el cruce entre geografía y economía, sino desde una variedad de otros aportes que enriquecen ese primer cruce, tal como es el espectro de las teorías feministas en distintos campos de práctica y disciplinas, o los aportes de la etnografía y la antropología cultural, o de la filosofía política y los estudios del lenguaje. Asimismo, son escritos que dan una noción clara de lo que las autoras entienden -y realizan- como intervenciones para transformar, ya que los capítulos presentan las estrategias concretas y las comentan en sus diferentes usos en situaciones específicas.
Un detalle curioso que da cuenta de cómo esas efectuaciones estratégicas (conceptuales y pragmáticas) se fueron construyendo en una fermentación paciente de muchas vivencias y trabajo paciente es el relato de cómo empezaron a escribir juntas: lo hicieron ya en el segundo semestre de sus cursos de postgrado —inicios de 1978— pero no concretaron la forma conjunta Gibson Graham hasta 1992/93. Ese lapso de 14 años transcurre intensamente para estas pensadoras y activistas de la geografía económica feminista, ya que son los años donde/cuando se desafían a pensar en forma propositiva sobre cómo intervenir en el pensamiento crítico desde un lugar que fuese creativo y a la vez sólido, situado entre disciplinas intelectuales, pero también entre prácticas concretas y reflexiones sobre ellas.
Merece atención la carta inédita que le dirige Katherine Gibson a Julie Graham, en lo que forma la parte cuatro del libro: “Carta a Julie”. En ella, Gibson comienza comentando acerca de cómo retomó el tejido (relata estar tejiendo una manta que “va emergiendo lentamente en su regazo”) y dice sentirse conectada así con mujeres de todo el mundo y distintas edades que seguramente tejen, cosen y bordan, remiendan, crean y sostienen, con esa laboriosidad de lo concreto, una forma de vivir bien. El vivir bien como noción fuerte de las economías comunitarias y del pensamiento de la diversidad económica se pone de relieve en este capítulo porque se lo articula también en contraste con la realidad de ese momento (en que se escribe esa carta a Julie), es decir, la pandemia del Coronavirus. En la carta a Julie, Kath Gibson celebra la forma de pensar original que juntas habían desarrollado, y que de alguna manera sigue operando como sostén del pensamiento actual de Gibson: relacionar aspectos que pueden parecer inconexos para poder pensar algo nuevo. Y de ese modo original, Gibson lo califica también de audaz. Audacia, originalidad e intervenciones en lo cotidiano para vivir bien son términos que definen con claridad el pensamiento y construcción intelectual de Gibson Graham, y se recapitulan en este texto en la voz de Gibson que escribe a Graham. A partir de este primer recuerdo y homenaje de Gibson a Graham, el texto nos invita a revisar también tres cuestiones centrales del pensamiento de estas autoras: lenguaje, sujeto(s) y acción colectiva, situándolos como hilos (de un tejido posible). Retoma así aspectos trabajados juntas en su momento para resituarlos en el contexto de pandemia y en la pregunta de qué podrá ocurrir en post-pandemia. De esta manera, este texto breve y sentido, realiza un esfuerzo de síntesis muy importante.
Finalmente, en la quinta parte de este libro, Antònia Casellas nos invita a comprender por qué “Comprender el mundo es cambiarlo” (tal el nombre de este texto al final del libro) que construye, desde los ecos del marxismo, una posición original de Gibson Graham. Aquí, nuevamente, se repasan conceptos fundantes de las autoras o posiciones epistemológicas que marcaron sendas nuevas en los contextos académicos y activistas, en cada momento. Son ejemplos la noción de la clase social como proceso (y qué quiere decir en concreto en los estudios que realizaron), o del capitalocentrismo como noción a intervenir permanentemente, mostrando que en verdad muchas de las efectuaciones de las economías diversas se construyen de otros modos y no poniendo las relaciones de explotación capitalistas en el centro, o bien la noción de cros-apropiación y queerización, que permite trasladar un concepto o una idea de un contexto a otro, para subvertir lo que parece normalizado y proponerse volverlo a pensar de otro modo. Tal vez éste sea el punto más interesante de todo el libro y el que nos deja la sensación clara de su importancia: pensar de otro modo sabiendo que hacer otra cosa es siempre posible.
Breve biografía de la autora del libro. Antònia Casellas es profesora e investigadora del Departamento de Geografía de la Universitat Autònoma de Barcelona. Su investigación se centra en la interacción entre viabilidad económica, gobernanza y territorio. Tiene un Ph.D. en Urbanismo y Desarrollo de Políticas Públicas, un Máster en Urbanismo y Planificación Regional (MCRP) por la Rutgers University, State University of New Jersey (EE.UU.) y licenciaturas en Filosofía por la Universidad de Barcelona y en Ciencias de la Comunicación por la Universitat Autònoma de Barcelona (España). Antes de su regreso a España en el 2007, vivió en los EE. UU. y Canadá durante 12 años, donde enseñó en la Facultad de Arquitectura y Planificación de la Universidad de Utah y en los Departamentos de Geografía y Gobierno de New Mexico State University. Ha sido investigadora asociada o becaria en institutos y centros de investigación de América y Europa, incluido el Instituto de Estudios Políticos de la Universidad Johns Hopkins, el Centro de Estudios Urbanos y Comunitarios de la Universidad de Toronto, la Escuela de Asuntos Públicos y Ambientales de Indiana University y Bonn International Center for Conversion en Alemania. Entró en contacto con los trabajos de Gibson-Graham y el colectivo CERN a partir de la docencia en desarrollo local y el estudio del rol económico de las mujeres en contextos rurales.
Akıncı, Z. S., Bilgen, A., Casellas, A. and Jongerden, J. P. (2020). Development through design: Knowledge, power, and absences in the making of southeastern Turkey. Geoforum, 114,181-188. https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0016718520301615?via%3Dihub
Pallares-Barbera, M. y Casellas, A. (2019). Social networks as the backbone of women’s work in the Catalan Pyrenees. European Urban and Regional Studies. Vol 26 (1) 65-79. https://journals.sagepub.com/doi/abs/10.1177/0969776417730864
Casellas, A. (2011). La crisis, la geografía económica y Julie Graham: alternativas de desarrollo local a partir de la crítica feminista. Anales de Geografía de la Universidad Complutense. 31 (2), 31-46. http://revistas.ucm.es/index.php/AGUC/article/view/37017
Notas