Artículos

DOCENTES EN FORMACIÓN: LIBROS ÁLBUM Y NUEVOS CRITERIOS DE SELECCIÓN Y EVALUACIÓN

María Gabriela Jure
Universidad Nacional de Río Cuarto, Argentina
Nuria Soler Méndez
Universidad Nacional de Río Cuarto, Argentina

Contextos de Educación

Universidad Nacional de Río Cuarto, Argentina

ISSN-e: 2314-3932

Periodicidad: Semestral

vol. 1, núm. 33, 2023

contextos@hum.unrc.edu.ar

Recepción: 01 Julio 2022

Aprobación: 25 Noviembre 2022



DOI: https://doi.org/10.5281/zenodo.7492277

Resumen: El presente artículo presenta parte del trabajo de investigación realizado dentro del campo de la literatura infantil y juvenil en el contexto de la formación de futuros maestros y profesores a nivel terciario y superior. Tiene como principal objetivo realizar una propuesta de guía para la selección y evaluación de los libros álbum mediante el estudio y combinación de propuestas realizadas por distintos autores que responden a la creciente experimentación que se manifiesta en este tipo de textos. Frente a esta evidencia, es menester repensar, en primera medida, las competencias que necesitan los futuros maestros y profesores en su proceso de formación como futuros mediadores de lectura. Para ello, es imprescindible ofrecer herramientas que les permitan una buena selección del material de lectura, atendiendo a las potencialidades de los recursos utilizados. El marco teórico que impulsa nuestro trabajo parte de un estudio exploratorio de diferentes guías de análisis y de la premisa que en la actualidad se hace indispensable ofrecer instrumentos que faciliten dicho proceso. Por lo tanto, se debe reconsiderar la formación de estudiantes a nivel terciario y universitario en el campo de la literatura infantil y juvenil con una capacitación que se centre principalmente en la alfabetización visual. En su carácter de multimodales, los álbumes presentan características peculiares como la sinergia de ilustración y palabra la cual demanda nuevos modos de lectura que deben comenzar a desarrollarse durante el transcurso de la formación. Finalmente se espera que a futuro se continúe ampliando las posibilidades de criterios para textos literarios como los álbumes los cuales suponen una constante innovación con un creciente protagonismo de la imagen y a la desafiante combinación de palabras e ilustraciones.

Palabras clave: formación docente – alfabetización visual – libros álbum – criterios de selección – sinergia palabra, imagen.

Abstract: The present paper presents part of the research work carried out within the field of children’s and young adults’ literature in the context of the curricula of future teachers at different educational levels. It describes a research work whose main aim consists in the proposal of a guide for the selection and assessment of picturebooks based on the analysis and combination of proposals made by different authors. The determination of new criteria mainly responds to the need to reconsider the competencies that the future teachers need to acquire as future reading mediators. Thus, it is essential to provide the tools that will allow them to select the reading material having in mind all the potentialities of the resources that are employed. This work departs from the theoretical assumption that nowadays, it is crucial to reflect upon university and tertiary level students’ academic preparation mainly centered in their visual literacy. As multimodal texts, the picturebooks exhibit distinctive features as the synergy between image and word, with a high degree of experimentation that demand new ways of reading that should be developed during the teacher’s training courses. Finally, it is expected that in the future these guides could be enlarged with more criteria to respond to the constant innovations, the increasing significance of the illustrations and the defying synergy between words and pictures.

Keywords: Trainee teachers – visual literacy – picture books – assessment criteria – synergy pictures, words.

I. Introducción

El presente trabajo se enmarca dentro del campo de la Literatura Infantil y Juvenil (LIJ) en el contexto de la formación de futuros maestros y profesores. Describe parte del trabajo realizado por docentes e investigadores de la Universidad Nacional de Río Cuarto (Córdoba, Argentina) con el propósito de diseñar guías de selección de libros álbum1. Tras un estudio exploratorio de antecedentes sobre la temática focalizado en las propuestas realizadas por distintos especialistas, se determina la combinación de una serie de criterios que resultan en guías orientadoras para la selección de libros álbum. Esto se justifica a partir del reconocimiento de las potencialidades y grado de innovación de los recursos utilizados en estos tipos de textos que demandan la provisión de herramientas o instrumentos específicos para la selección y evaluación. La Dra. Gemma Lluch, una de las autoras que más ha trabajado sobre el tema de la valoración y análisis de libros para la infancia y la adolescencia, considera que

Posiblemente una de las cuestiones que más dudas puede causar a un docente, a un bibliotecario o un gestor de políticas públicas tiene que ver con la selección de la lectura adecuada para cada lector y también para cada momento lector y para cada contexto y objetivo (p. 49)

Sus investigaciones han contribuido en gran medida a profundizar acerca de la temática de la selección de material de lectura que se utilizará en aulas, bibliotecas o proyectos específicos. En general, estas selecciones son llevadas a cabo por fundaciones o instituciones especializadas mediante un trabajo que se traduce en libros que, por sus cualidades, merecen formar parte de un itinerario lector. Esto da por resultado listas o catálogos compuestos por libros de calidad en contraposición a, como dice Patte (en Colomer, 2010, p. 191) “libros que no son nada (…) y que ofrecen lugares comunes, personajes estereotipados, sentimientos tópicos y motivaciones unívocas”. Sin embargo, cuando estas recomendaciones llegan a manos de los docentes, resulta imprescindible que los mismos cuenten con la formación propia necesaria que los habilite a emitir valoraciones a partir de sus lecturas, análisis y su formación literaria durante la carrera de grado. En definitiva, como profesionales no escapan a las demandas de un mundo cambiante que los desafía en sus competencias para enfrentar textos diferentes, en particular, aquellos que presentan nuevos elementos que deben también ser observados y evaluados. Así surge la necesidad de determinar criterios que se puedan aplicar para seleccionar libros álbum, un género en expansión, con una inmensa variedad de títulos, contenidos y formatos, representando una de las mayores ofertas editoriales en la actualidad. Sin embargo, una abundante producción no asegura argumentos suficientes que justifiquen su inclusión en un programa educativo. Este artículo plantea, como principal propósito, la sistematización del proceso de selección mediante la incorporación de guías que ayuden a estudiantes pertenecientes a las carreras de maestros y profesores a leer imágenes que se combinan con la dimensión verbal en una relación especial. Poner el foco en los álbumes se deriva de sus cualidades distintivas que ya eran percibidas por especialistas como Lee Galda (1993) que, en su momento, advertía sobre la fuerza e importancia que estaban adquiriendo los libros álbum con la convicción de que conducirían a caminos totalmente diferentes en el mundo de la literatura. En nuestro país, el ilustrador Istvansch Shritter en La otra lectura (2005), instaba a los educadores no sólo a la reflexión acerca de la importancia de “aprender a mirar” (p. 133), sino también a crear espacios en las escuelas que incluyeran esta habilidad.

La aparición del libro álbum ha ocasionado la búsqueda de definiciones y categorizaciones a lo largo de los últimos años con la inevitable construcción de encuadres teóricos que, inclusive, se han ampliado debido al diálogo con otros campos de estudio que van más allá del texto escrito. Esto se debe a que este tipo de libros también se han visto afectados por otros factores que han determinado un cambio en el estilo y las formas de narrar, introduciendo nuevos códigos derivados de la televisión, la cibernética y el Internet (Eccleshare, 2002). Debemos asimismo considerar la influencia de otras manifestaciones artísticas como la pintura, el cine, la escultura, la fotografía, y el cómic. Ante un contexto de semejante diversidad surgen las razones por las cuales la preparación de los futuros docentes debe también ser re-pensada para poder facilitar las herramientas necesarias para seleccionar textos literarios como los libros álbum. Una buena preparación docente resultaría en la posibilidad de identificar los buenos libros, es decir, aquellos que exhiben los variados y valiosos recursos utilizados por escritores e ilustradores, sus potencialidades y su capacidad de generar experiencias de lectura enriquecedoras para el desarrollo de una educación literaria. Las posibilidades de creación de textos literarios como los álbumes no representan saberes estáticos con guías cerradas sino, por el contrario, necesitan de una revisión constante del proceso de selección que se reformula de acuerdo a un dinamismo generado por las innovaciones en la fusión de lo visual y lo verbal (iconotexto).

Tras una revisión bibliográfica minuciosa se reflexionará, en primera medida sobre los argumentos que justifican la inclusión de nuevos criterios de selección que refuercen la formación de los futuros docentes principalmente en lo referente a lo visual. En segundo término, se procederá a la presentación de distintas definiciones de libro álbum y sus principales características que, lejos de ser excluyentes, advierten sobre la imposibilidad de una aproximación acabada. Por último, se presentarán guías con criterios para la lectura, selección y evaluación de libros álbum que resultan de la combinación de propuestas realizadas por distintos especialistas que responden a un creciente protagonismo de la imagen, y a la desafiante combinación de palabras e ilustraciones.

II. Textos multimodales, alfabetización visual y estudiantes en formación

Muchos estudios demuestran la necesidad de formar maestros y profesores preparados para la lectura de imágenes que, en un futuro, serán los encargados de mediar entre dichas lecturas en el contexto áulico. Al respecto, se pueden mencionar los aportes de Tabernero, 2013; Valencia Leguizamón y Real Mercadal, 2014; Palomares Marín, 2015; Maldonado Fuentes, Sandoval Rubilar, y Rodríguez Alveal, 2018. En su estudio, Valencia Leguizamón y Real Mercadal (2014) instan al “fortalecimiento de la competencia de los estudiantes de pregrado para analizar las relaciones icono-verbales” (p. 116) lo cual consideran fundamental si el objetivo es la potenciación del libro álbum en sus futuras clases. Ellas destacan “las implicaciones que comporta la lectura del libro álbum en tanto objeto artístico constituido a partir de la relación texto-ilustración, cuando no solo de ilustración” (p. 116). Esta postura se ve reforzada al citar especialistas como Díaz Armas (citado en Valencia Leguizamón y Real Mercadal) el cual considera que existe una “escasa formación estética (y mucho menos respecto a la lectura de imágenes), reduciéndose los juicios [a] si los colores son llamativos o apagados, si el modo de representación es o no realista” (p. 116). En la misma línea, Silva Díaz advierte sobre la “dificultad de los estudiantes de Magisterio para abordar, en el análisis de obras de la literatura infantil, aspectos referidos a la imagen” (citados por Valencia Leguizamón y Real Mercadal, 2014). Para ello, en la actualidad se proponen programas de formación de un docente lector con cualidades literarias específicas que lo capacite para entrar en diálogo con textos literarios donde la imagen ocupa un lugar central.

Con la aparición de los libros álbum, el concepto de multimodalidad adquiere protagonismo. Maldonado Fuentes, et al. (2018) identifican en estos libros una comunicación multimodal con “mensajes constituidos por un ensamblaje de códigos” (p. 71). Ellos sostienen que para que los estudiantes del sistema escolar puedan desarrollar competencias “es preciso que el profesorado, a su vez, las tenga adquiridas, para poder ser mediador del proceso” (Comellas, 2000 en Maldonado Fuentes, et al., 2018, p. 68). En línea con estas investigaciones, el concepto de alfabetización visual se ha instalado con mucha fuerza en el contexto de la educación en general. Arizpe y Styles (2004) encuentran en Raney (1998) una de las definiciones más completas:

Es la historia de pensar sobre lo que significan las imágenes y los objetos: cómo se unen, cómo respondemos a ellos o los interpretamos, cómo pueden funcionar como modos de pensamiento y cómo se ubican en las sociedades que los crearon (p. 76).

El desarrollo de la competencia visual debe retomarse como objetivo de aprendizaje puesto que, según Nikolajeva y Scott (2001), “el énfasis en la comunicación escrita hace que perdamos habilidades visuales conforme nos hacemos adultos” (en Arizpe y Styles 2016, s/p).

En este sentido, es necesario, en palabras de Tabernero (2013), deconstruir para construir, es decir, tener en cuenta las pocas herramientas para el análisis literario de los lectores en los grados de maestros y, en consecuencia, diseñar nuevos itinerarios lectores para los mediadores fundados sobre la base del libro álbum puesto que “este tipo de discurso entraña mayor dificultad en las propuestas de análisis de los futuros maestros” (p. 50). Palomares Marín (2015) ve a las aulas universitarias como elementos claves a tener en cuenta en la formación de profesores y, a propósito, cita a Silva Díaz: “los cursos, […] la formación, no logran preparar como lectores a adultos que, en su futura práctica docente, deberán hacerlo, a su vez, con niños” (Palomares Marín, p. 49).

Bland, por su parte, sostiene que la competencia visual involucra tanto a niños como docentes en un contexto donde todavía “el texto verbal es tradicionalmente considerado central” (2013, p. 31). En el campo de la LIJ, los resultados de distintas investigaciones “revelan importantes dificultades por parte del futuro profesorado […] en articular una lectura literaria experta, atenta tanto a la arquitectura de los textos como a los caminos de recepción que éstos dibujan” (Colomer y Munita, 2013, p. 38). En ese sentido Díaz Armas sostiene que los estudiantes de grado: “carecen de herramientas y la formación estética necesaria para analizar tanto el texto como la ilustración” (en Martín-Macho Harrison y Neira-Piñeiro, 2018, p. 87). La complejización de las estructuras narrativas actuales construidas a través del juego experimental entre imagen y palabra demanda un nuevo perfil de mediador. El análisis de los resultados da cuenta de una serie de aspectos que deberían revisarse para adquirir los recursos que permitan la interpretación de este juego: una terminología especializada, un metalenguaje que contribuya a la expresión clara de ideas, particularmente en referencia a las ilustraciones (su técnica, estilo y fuerza narrativa), y la percepción de los rasgos visuales o detalles significativos expresados mediante el código icónico, entre otros.

III. Libro álbum: hacia la confección de una guía para su selección y evaluación

El proceso de valoración y selección de libros álbum es una cuestión compleja pero indispensable ante una oferta tan amplia. Se puede consultar la tarea de especialistas, pero es indispensable que el futuro docente tenga la preparación necesaria para ir adquiriendo sus propios instrumentos, permitiendo así una lectura crítica de las obras. Esto supone una observación detallada de todos los componentes del libro álbum lo cual “requiere un gran número de habilidades de decodificación e interpretativas. Las imágenes tienen un ‘vocabulario visual’ y una gramática tan compleja como aquella que gobierna a las palabras”4 (Zipes et al. 2005, p. 1051).

Para ello se han analizado antecedentes como las guías de análisis de álbumes propuestas por Sipe (2001), Colomer (2010), y Serafini (2012) que incluyen la consideración de los principales componentes del libro álbum, la lectura de imágenes y su vinculación con la palabra escrita. En el caso de Teresa Colomer, el análisis de la ilustración se funda en la forma en que los niños pueden iniciarse en el aprendizaje del lenguaje visual que únicamente se logrará si, de antemano, el docente descubre por sí mismo todo aquello que luego se trabajará en clase. Tanto las ilustraciones como las palabras “dicen y muestran algo (…) para responder a un propósito artístico, la atención se halla puesta en el cómo lo dicen y cómo lo representan, es decir, en el plano de la expresión literaria y plástica” (2010, p. 203).

Una primera etapa estaría atenta a los detalles que se evidencian en la narración visual y la manera en que se conjugan con las palabras en la sinergia entre lo visual y verbal. Esto conducirá indefectiblemente a una lectura por parte de los estudiantes que contemple al álbum como un todo integral (iconotexto) con una clara y consciente vinculación de los dos códigos expresivos como constructores de sentido, lo cual quedaría expresado en el Cuadro 1:

Cuadro 1. El libro álbum como iconotexto

Cuadro 1
El libro álbum como iconotexto
Materialidad del libro Diseño de página Secuencia narrativa (visual y textual) Relación texto escrito-ilustración en el espacio de la página
● Tamaño ● Forma ● Tipo de letra ● Elementos paratextuales (diseño, portada, contraportada, guardas, dedicatoria, prólogo, etc.) ● Organización de texto e imagen en el espacio de la página. ● Diseño de la doble página. ● Bordes. ● Fondo. ● Efecto del diseño en el ritmo de la lectura ● Organización de la secuencia. ● Punto de vista. ● Perspectiva. ● Voz narrativa ● Complementaria. ● Simétrica. ● Contradictoria.

En una segunda etapa, el cuadro se complementa con un análisis centrado en las ilustraciones que de ninguna manera desconoce la estrecha e indivisible relación ícono-verbal pero que tiene como principal propósito la profundización de los saberes ligados a las artes plásticas y a la ampliación de las posibilidades de interpretación. Este análisis se basa en lo propuesto por Horning (1997) para la lectura de ilustraciones en los libros álbum lo cual pone una vez más en evidencia la necesidad del desarrollo de nuevas competencias de lectura en el campo de la literatura, que va más allá de la palabra escrita para enfrentarse al lenguaje visual, poseedor de una gramática propia (ver cuadro 2). Aquí se incluyen definiciones de los distintos conceptos conscientes del hecho que los futuros mediadores estarán expuestos y deberán apropiarse de nuevas nociones propias del campo de las artes visuales. La riqueza de combinaciones posibles permite que los descriptores incluidos en el cuadro puedan ampliarse a aspectos más puntuales y profundizar en las distintas técnicas utilizadas por los ilustradores, algunas de ellas inspiradas en otras manifestaciones artísticas como el cine y la fotografía. Esto también contribuye a una lectura que tenga en cuenta el cruce de fronteras entre distintos lenguajes artísticos lo cual transforman a los libros álbum en el material ideal para entrar en contacto con la diversidad e hibridez del arte contemporáneo.

Cuadro 2. El lenguaje visual: las ilustraciones

Cuadro 2
El lenguaje visual las ilustraciones
ELEMENTOS VISUALES: en general se combinan, pero algunos de ellos predominan por sobre los demás. COMPOSICIÓN: principios de diseño plasmados en la disposición de las imágenes en la página. MEDIOS ESTILOS
● Línea: guía el ojo del espectador. Existen diferentes tipos y tienen distintas orientaciones.● Forma: patrón que determina cómo se presentan los objetos.● Textura: naturaleza de las superficies relacionado con el sentido del tacto.● Color: matiz, intensidad, tipos, etc.● Valor: predominancia de colores claros u oscuros. ● Dominancia: el artista resalta uno o varios elementos. ● Contraste: cambio abrupto de elemento/s. ● Graduación: representación de cambios a partir de los recursos utilizados.● Alternancia: formato regular logrado mediante el cambio de elementos del mismo tipo. ● Variación: cambios en la composición.● Armonía: cambios sutiles de elementos que se repiten en el relato.● Unidad: repeticiones o ecos de elementos en distintas imágenes.● Balance: simétrico o asimétrico. ● Dibujo. ● Pintura. ● Grabado. ● Collage. ● Fotografía. ● Realista ● Abstracto. ● Impresionista. ● Surrealista. ● Arte no objetivo. ● Naif o arte ingenuo. ● Arte folklórico. ● Caricaturesco.

Una vez realizado el análisis de todos los componentes, se espera que los alumnos puedan justificar la valoración del libro álbum mediante la construcción de posibles interpretaciones a partir de la conjunción de los recursos ícono-verbales utilizados por el o los autores (escritor e ilustrador o escritor-ilustrador). En esta etapa se pondrá en juego la capacidad del lector como un sujeto activo que, frente a la arquitectura de los textos, logra ir más allá de la superficie para aventurarse en el descubrimiento de los posibles significados.

IV. Conclusión

Visto desde la perspectiva de la educación universitaria y terciaria, se entiende que la lectura en la actualidad requiere de una constante revisión ya que vivimos inmersos en un mundo caracterizado por un nuevo y demandante entorno lector, atravesado principalmente por la imagen. Los currículos de las carreras de los futuros maestros y profesores de LIJ deben contemplar su preparación sobre la base de una exposición y práctica en las nuevas formas de leer y abordar la lectura de textos literarios que se presentan en diferentes formatos y modalidades. En el contexto de la Literatura Infantil y Juvenil, la noción de multimodalidad implica un giro en los recursos utilizados en la arquitectura de los libros álbum y, en consecuencia, en el modo en que los lectores abordan estos tipos de discursos, similar a la manera en que se leen los hipertextos. Ante esta realidad, se pone de manifiesto la necesidad del desarrollo de nuevas alfabetizaciones, como la visual, que deben comenzar a adquirirse durante el transcurso de la formación de maestros de primaria, inicial y profesores.

Paradójicamente, Brumberger (2011) sostiene que las últimas investigaciones demuestran que los estudiantes universitarios (los llamados nativos digitales) están constantemente expuestos a imágenes visuales, pero en realidad, “poseen bajos niveles de alfabetización visual” (en Alpan, 2015, p. 144). En el contexto de una sociedad penetrada por las imágenes, se exige la implementación sistemática y programada de prácticas de alfabetización visual como objetivo de aprendizaje en el ámbito educativo que pueda dar respuesta a las exigencias del mundo actual. Teniendo en cuenta la tarea de mediadores/docentes de selección y evaluación de libros álbum, se hace fundamental la reconsideración de criterios que los preparen para leer, identificar y analizar la variedad de recursos innovadores. Por consiguiente, la confección de guías como herramientas de selección y evaluación de los álbumes en su condición de textos literarios multimodales, constituyen una herramienta fundamental para el desarrollo de la capacidad de leer imágenes. Sin embargo, dichas guías no sólo deben formularse a partir de lo visual, sino sustentarse sobre la base de la definición de libro álbum como iconotexto donde los componentes visuales y verbales se fusionan para componer un todo. Esto también impulsa la necesidad de reflexionar a futuro sobre los lineamientos a seguir dentro del campo de la didáctica de la literatura para niños y jóvenes acorde a la evolución experimentada por los textos en los últimos años y los nuevos paradigmas sobre lo literario.

A partir de lo expuesto, se espera que esta propuesta de guías, con la combinación de lo realizado por distintos autores, pueda aportar a la determinación de criterios que ayuden en la selección y evaluación de libros álbum en distintos niveles educativos. Asimismo, se espera que esto promueva tanto al Nivel Superior como al Terciario el desarrollo programado y sistemático de la competencia visual traducida en planes de estudio, asignaturas, trayectos, seminarios, ateneos, y otros posibles espacios de formación. Una experiencia lectora más arraigada en la imagen debería inclusive ser parte de un recorrido transversal desde los primeros años de las carreras atendiendo a “la insuficiente formación literaria con la que acceden al Grado” (Colomer y Munita, 2013; Díaz-Plaja y Prats, 2013 en Martín-Macho Harrison y Neira-Piñeiro 2018, p. 86). La poca frecuencia de instancias donde se realizan experiencias de lectura de este tipo previos a los estudios superiores, lleva a pensar también en la posibilidad de reconsiderar los contenidos de los Lineamientos Provinciales (Provincia de Córdoba) en el área de la lengua y literatura materna. En estos documentos, pocas son las instancias en que se mencionan al libro álbum como material de lectura, y la determinación de pautas específicas sobre su selección y abordaje en las clases a Nivel Inicial, Primario y Secundario.

Como se ha visto, la gran variedad de producciones literarias, en especial de libros álbum, trae aparejado la reconsideración en los modos de lectura. Durante el proceso de análisis, los estudiantes entran en contacto con los textos en todas sus dimensiones donde el juego entre los códigos visuales y textuales dan lugar a una respuesta estética (en términos de Rosemblatt). Como lo sugiere Horning (1997) “Los libros álbum (…) requieren evaluación del arte, del texto, y del modo en que los dos operan juntos para crear una forma artística única” (p. 87). Todas las reflexiones acerca de la alfabetización visual y los requerimientos en la formación docente nos remiten a los libros álbum por estar estrechamente vinculados a una lectura interpretativa del código de las imágenes. En relación a esto, Walsh (2003) sostiene que “la lectura de imágenes es un aspecto de la alfabetización visual que se necesita en una era tecnológica y globalizada” (p. 123). Estos avances nos estimulan a reflexionar sobre el contenido de los itinerarios lectores en todos los niveles educativos y la preparación de los futuros mediadores para seleccionar y evaluar los materiales acordes a estos nuevos paradigmas. El proceso de valoración de los libros álbum es una tarea compleja. La adquisición de instrumentos mediante la aplicación de guías de análisis que pongan de relieve los aspectos más relevantes de estos libros, representa uno de los pasos fundamentales en su educación literaria. En su rol de seleccionadores y evaluadores de textos literarios para los lectores infantiles y juveniles, los docentes deben tener la preparación académica necesaria para realizar lecturas aplicando criterios que vinculen la palabra y la ilustración, observando y analizando detalles para poder, en definitiva, ampliar y profundizar sus posibilidades interpretativas.

Referencias

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Notas

1. Proyecto de investigación PPI: “El desarrollo de la alfabetización visual en docentes en formación: hacia la construcción de un corpus basado en libros álbum”. Aprobado y financiado por SeCyT (Secretaría de Ciencia y Técnica) de la UNRC, Res. 083/2020.
2. Nuestra propia traducción. Énfasis en el original.
3. Esto último pone de relieve un rasgo distintivo del libro álbum: el texto es un elemento más, como la tipografía, la maquetación, etc.
4. Nuestra propia traducción.
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