Artículos originales
Estilos de vida y síndrome metabólico en adultos y adultos mayores de Trujillo, Perú, 2019
Lifestyles and metabolic syndrome in the adult and elderly population from Trujillo, Perú, 2019
Estilos de vida e síndrome metabólica em adultos e adultos mais velhos em Trujillo, Peru, 2019
Revista Peruana de Ciencias de la Salud
Universidad de Huánuco, Perú
ISSN: 2707-6954
ISSN-e: 2707-6946
Periodicidad: Trimestral
vol. 3, núm. 3, 2021
Recepción: 05 Abril 2021
Aprobación: 12 Julio 2021
Autor de correspondencia: jdiazo@ucv.edu.pe
Citar como: Carranza JJI, Díaz-Ortega JL, Gálvez RP. Estilos de vida y síndrome metabólico en adultos y adultos mayores de Trujillo, Perú, 2019. Rev Peru Cienc Salud. 2021; 3(3): e336. doi: https://doi.org/10.37711/rpcs.2021.3.3.336
Resumen: Objetivo. Determinar la relación de los estilos de vida y el síndrome metabólico en los pobladores adultos y adultos mayores de la ciudad de Trujillo (Perú), entre julio y agosto de 2019. Métodos. El estudio fue de diseño no experimental, descriptivo, correlacional y de corte transversal. La muestra estuvo conformada por 227 adultos y 44 adultos mayores. El síndrome metabólico se determinó mediante criterios del ATP-III armonizado. Para evaluar los estilos de vida se utilizó un cuestionario con preguntas sobre snacks, frutas, verduras, consumo de tabaco, alcohol y actividad física. El análisis estadístico empleado para relacionar ambas variables fue la prueba de chi cuadrado. Resultados. Se determinó que el 55 % de los adultos y el 73 % de los adultos mayores presentaban síndrome metabólico. El 18,9 % de los adultos consumían snacks y presentaban síndrome metabólico; en tanto que aquellos que no consumían snacks y no presentaban síndrome metabólico representaban el 23,3 % (p = 0,037). El 27,3 % no consumían verduras, presentaban síndrome metabólico; en tanto que el 28,6 % consumían verduras, no presentaban síndrome metabólico (0,044). Conclusión. Solo se encontró relación entre el consumo de snacks y el consumo de verduras con el síndrome metabólico en los adultos.
Palabras clave: Estilo de vida, síndrome metabólico, adulto, snacks.
Abstract: Objective. To determine the relationship of lifestyles and metabolic syndrome in the adult and elderly population in the city of Trujillo (Peru), between July and August 2019. Methods. The study was nonexperimental, descriptive, correlational and cross-sectional. The sample consisted of 227 adults and 44 elderlies. Metabolic syndrome was determined by criteria of harmonised ATP-III. To evaluate lifestyles, a questionnaire about snacks, fruits, vegetables, tobacco consumption, alcohol and physical activity was used. The statistical analysis used to relate both variables was the chi-square test. Results. It was found that 55% of adults and 73% of elderlies had metabolic syndrome. 18.9% of adults consumed snacks and had metabolic syndrome; while those who did not consume snacks and did not have metabolic syndrome represented 23.3% (p = 0.037). 27.3% did not consume vegetables, they had metabolic syndrome; while 28.6% consumed vegetables, they did not have metabolic syndrome (0.044). Conclusion. Only the consumption of snacks and the consumption of vegetables were related to metabolic syndrome in adults.
Keywords: Lifestyle, metabolic syndrome, adult, snacks.
Resumo: Objetivo. Para determinar a relação entre estilos de vida e síndrome metabólica em adultos e adultos mais velhos na cidade de Trujillo (Peru), entre julho e agosto de 2019. Métodos. O estudo foi um projeto não-experimental, descritivo, correlacional e transversal. A amostra consistia de 227 adultos e 44 adultos mais velhos. A síndrome metabólica foi determinada utilizando critérios ATP-III harmonizados. Um questionário com perguntas sobre lanches, frutas, legumes, fumo, consumo de álcool e atividade física foi utilizado para avaliar os estilos de vida. A análise estatística usada para relacionar as duas variáveis foi o teste do qui-quadrado. Resultados. A síndrome metabólica foi encontrada em 55% dos adultos e 73% dos adultos mais velhos. 18,9 % dos Os adultos consumiram lanches e tiveram síndrome metabólica, enquanto aqueles que não consumiram lanches e não tiveram síndrome metabólica representaram 23,3% (p = 0,037). 27,3% não consumiram lanches e não tiveram síndrome metabólica (p = 0,037). 27,3% não consumia vegetais, tinha síndrome metabólica; enquanto 28,6% consumia vegetais, não tinha síndrome metabólica (0,044). Conclusão. Somente o consumo de salgadinhos e de legumes estava relacionado à síndrome metabólica em adultos
Palavras-chave: Estilo de vida, síndrome metabólico, adulto, snacks.
INTRODUCCIÓN
Existe un aumento global en la prevalencia de las enfermedades cardiovasculares y el síndrome metabólico, el cual ha contribuido en el incremento significativo de la morbilidad. La prevalencia global de las enfermedades cardiovasculares se calcula que afecta a 422,7 millones de la población mundial(1).
El concepto de síndrome metabólico fue introducido para facilitar la identificación de la población con alto riesgo de desarrollar enfermedades de riesgo cardiovascular. El síndrome metabólico involucra aspectos de riesgo como el incremento de la circunferencia abdominal, glicemia elevada, hipertensión, niveles bajos de lipoproteína de alta densidad (HDL) e hipertrigliceridemia (2,3,4). Según las estimaciones de la Federación Internacional de Diabetes (FID), alrededor de uno de cada cuatro individuos en todo el mundo se ven afectados por el síndrome metabólico, con posibles diferencias según la edad, el sexo y el origen étnico de la población en estudio (5,6).
En un estudio desarrollado en cinco estratos de la población peruana se ha determinado una prevalencia de síndrome metabólico en 25,1 % de la población (7); así mismo Linares et al., en el año 2014 reportaron que en la ciudad de Trujillo la prevalencia era 22 % (8).
Se indica una relación estadística entre el consumo de alcohol y el síndrome metabólico, independientemente del tipo de alcohol consumido y en todos los niveles de consumo, con reducción del HDL, incremento en las cifras de glucemia, de triglicéridos y de tensión arterial, siendo estos efectos más marcados si se añade presencia previa de sobrepeso u obesidad (9).
En relación al tabaquismo, fumar un cigarrillo significa exponerse a la acción de los principios activos como nicotina, alquitrán y monóxido de carbono (CO), entre otros, en cantidades significativas, lo que favorece el avance rápido de la aterosclerosis y da lugar al envejecimiento prematuro, anticipa la senilidad y acorta la esperanza de vida (10).
Actualmente, se está produciendo una transición epidemiológica de enfermedades predominantemente transmisibles y deficiencias nutricionales a enfermedades principalmente no transmisibles que se puede atribuir al aumento de la urbanización y los estilos de vida cambiantes, con el avance de las economías que conduce a dietas aterogénicas en la población, reducción de la actividad física, aumento del tabaquismo, aumento del consumo de alcohol y, por tanto, en altos niveles de obesidad (11).
Por esta razón se consideró como objetivos identificar los estilos de vida y la presencia del síndrome metabólico en adultos y adultos mayores de la ciudad de Trujillo para, seguidamente, establecer la relación entre dichas variables. Este estudio permitirá establecer estrategias de orientación para reducir aquellos estilos de vida inadecuados en la población para prevenir el síndrome metabólico. La hipótesis a contrastar es que los estilos de vida como son el consumo de tabaco, alcohol, gaseosas, snacks, frutas, verduras y actividad física se relacionan con el síndrome metabólico en adultos y adultos mayores de la ciudad de Trujillo,2019.
MÉTODOS
Tipo y diseño de Investigación
De acuerdo al fin que se persigue, el presente estudio de investigación fue de tipo observacional, correlacional y transversal.
Población y muestra
La población estuvo constituida por los pobladores adultos de la ciudad de Trujillo. La muestra se determinó a través de la fórmula para población infinita considerándose una prevalencia de síndrome metabólico del 25,1%, con un error correspondiente a 4,75 %, obteniéndose de esta manera 271 personas de 25 a 65 años (75 hombres y 196 mujeres), siendo 227 adultos (25 a 59 años) y 44 adultos mayores (60 a 65 años). La muestra estuvo conformada por 271 adultos, los cuales fueron divididos en dos grupos: 227 adultos jóvenes y 44 adultos mayores.
Solamente fueron incluidos en este estudio adultos sanos, mientras que fueron excluidos aquellos adultos que presentaban enfermedades crónicas terminales (cáncer, cirrosis, insuficiencia renal crónica y enfermedad pulmonar obstructiva crónica), aquellos que presentaban enfermedades crónicas no transmisibles (diabetes, hipertensión y dislipidemias), deficiencia mental, y aquellos que no estuvieron en ayunas para los análisis bioquímicos. La selección de los participantes fue por conveniencia obtenida de los establecimientos de salud con mayor afluencia de usuarios: Los Jardines (87), San Martin (86), Hospital de Especialidades Básicas La Noria (51) y Sagrado Corazón (47), todos del distrito de Trujillo. Posteriormente se les brindaron algunas recomendaciones específicas como la asistencia con ropa ligera para la evaluación antropométrica y estar en ayunas para la toma de muestra de sangre para evitar la alteración de los datos bioquímicos utilizados en el presente estudio.
Instrumentos de recolección de datos
Se aplicó un cuestionario de preguntas en la entrevista estructurada que permitió identificar los estilos de vida de cada participante. Este instrumento consistió en 7 ítems dirigidos al consumo o no de tabaco (cigarrillos), alcohol (cerveza pisco, ron), gaseosas, snacks (piqueos, chizitos y otros fritos), frutas (2 porciones al día), verduras (una porción al día) y si realiza actividad física un promedio de 30 minutos al día. Las bases teóricas para la elaboración de las preguntas del instrumento fueron las investigaciones realizadas por López et al. (12) para el tabaco, Varela (13) para la actividad física, Mirmiram et al. (14) para las verduras, Mirmiram et al. (14) y Sullivan et al. (15) para las frutas, y Kant et al. (16) para los snacks.
En el caso de los productos, cuando el participante respondió “nunca” o “muy esporádicamente” estas respuestas de intensidad baja se consideraron como“no consumidor”, en tanto que si el participante respondió “frecuentemente” se consideró como“consumidor”. Para el caso de la actividad física, al responder el participante “nunca” o “muy esporádicamente” se consideró que no realiza actividad física, en tanto al responder “frecuentemente”, se consideró que si realiza después de 30 minutos al día. A continuación, se presenta el cuestionario de estilos de vida (ver Anexo)
Este instrumento consistió en 7 ítems dirigidos al consumo o no de tabaco (cigarrillos), alcohol (cerveza, pisco ron), gaseosas, snacks (piqueos, chizitos y otros fritos), frutas (2 porciones al día), verduras (una porción al día) y si realiza actividad física un promedio de 30 minutos al día. En el caso de los productos, cuando el participante respondió“nunca” o“muy esporádicamente”, estas respuestas de intensidad baja se consideraron como “no consumo”, en tanto que si el participante respondió “frecuentemente”, se consideró como “si consume”. Para el caso de la actividad física, al responder el participante “nunca” o “muy esporádicamente”, se consideró que no realiza actividad física, en tanto al responder “frecuentemente”, se consideró que sí lo realiza.
De esta manera, dicotimizaron las respuestas de la entrevista para facilitar la aplicación estadística chi cuadrado. El cuestionario fue validado por dos nutricionistas y un estadístico, aplicándose el test V de Aiken (17), siendo de valor 1. Luego de haber aplicado el cuestionario en un piloto de 20 personas, se determinó la confiabilidad con el test de Kuder Richardson, obteniéndose un coeficiente de 0,82; estableciéndose por consiguiente que el cuestionario es de buena apreciación. El cuestionario fue elaborado para ser respondido de manera rápida para cada uno de los estilos de vida, debido a que los participantes no podían permanecer mucho tiempo para poder cumplir con las actividades.
Evaluación bioquímica y presión arterial
Se realizaron pruebas bioquímicas y presión arterial con los participantes, con previa coordinación con los jefes de los establecimientos de salud. Los análisis se desarrollaron entre julio y agosto del 2019, en horario de 7 am a 10 am.
Se determinó la concentración de triglicéridos y colesterol HDL, con un monitor de colesterol “Mission 3 en 1” (Acon laboratories, San Diego, USA), para lo cual se desinfectó el dedo índice o medio con alcohol 96°, pinchándose con lanceta “Accu chek Safe T Pro Uno”, se descartó la primera gota de sangre y se procedió a recolectar la muestra capilar en una micropipeta hasta alcanzar 30 μL, para luego verterla en la tira reactiva colocada previamente en el monitor de colesterol para su lectura. La muestra a utilizar para la medición de la glicemia se obtuvo por presión en el mismo dedo que se utilizó para la evaluación el perfil lipídico, colocándola en la tira reactiva previamente insertada en un glucómetro “Accu-Chek Performa Nano” (Roche Diabetes Care, Mannheim, Germany) y proceder con la lectura de la glicemia del paciente. Para la medición de la presión arterial, se empleó un tensiómetro digital “Ri Champion N” (Rudolf Riester, Jungingen, Alemania). Para ello, el participante se mantuvo en reposo aproximadamente 10 minutos, luego se solicitó que tome asiento, se le colocó el brazalete del tensiómetro, para realizar la medición.
Evaluación antropométrica
Para la evaluación antropométrica de la circunferencia de cintura se utilizó una cinta métrica metálica “Cescorf”, se indicó a la persona ponerse de pie con los pies juntos, el torso desnudo y los brazos relajados a cada lado de su cuerpo, y se colocó la cinta métrica alrededor del cuerpo, desde el punto medio entre la última costilla y la cresta iliaca, para finalmente realizar la medición luego de una espiración normal. De acuerdo al consenso de la Asociación Latinoamericana de Diabetes (ALAD) (18): el perímetro normal para hombres es < 94 cm y para mujeres < 88 cm.
Diagnóstico de síndrome metabólico
Para el diagnóstico de síndrome metabólico se necesitó considerar sólo 3 de los 5 criterios de riesgo propuestos por el ATP III armonizado y con los siguientes valores según sexo(18): Incremento del perímetro de cintura >= 94 cm en hombres y >= 88 cm en mujeres, triglicéridos > 150 mg/dL en ambos sexos, HDL < 40 mg/dL en hombres o < 50 mg/dL en mujeres; en cuanto a la presión arterial elevada, tanto en hombres como mujeres: PAS >=130 mmHg o PAD >= 85 mmHg, y finalmente glicemia en ayunas >= 100 mg/dL en ambos sexos.
Análisis de datos
Para establecer la relación entre las variables se utilizó la prueba estadística del chi cuadrado, con un nivel de significancia de 0,05; en el programa estadístico Statistical Package for the Social Sciences (SPSS), versión 25.
Aspectos éticos
Se explicó a los participantes la importancia y objetivos del estudio, proporcionándoles un consentimiento informado escrito, en el que se indicó que los datos obtenidos se mantendrán en confidencialidad, con la potestad de hacer las consultas pertinentes, así como también de poder negarse a participar antes de firmar dicho documento sin exigencia alguna y siguiendo los principios establecidos en el Código de Ética de la Universidad César Vallejo, el cual se basa en los principios de la Declaración de Helsinki. La investigación fue aprobada por el Comité de Ética de la Universidad.
RESULTADOS
En la Tabla 1 se observan los estilos de vida establecidos en los pobladores adultos y adultos mayores de la ciudad de Trujillo, donde 19 (8,4 %) y 3(6,8 %) consumían tabaco; 69 (30,4 %) y 10 (22,7 %) consumían alcohol; 92 (40,5 %) y 12 (27,3 %) consumen snacks; 160 (70,5 %) y 29 (65,9 %) consumían gaseosas; 120 (52,9 %) y 30 (68,2 %) consumían frutas; 128 (56,4 %) y 29 (65,9 %) consumían verduras y por último 113 (49,8 %) y 29 (65,9 %) realizaban actividad física, respectivamente.
La Tabla 2 reportó, por su parte la prevalencia del síndrome metabólico en adultos y adultos mayores siendo su frecuencia de 125 (55,1 %) y 32 (72,7 %), respectivamente, y de manera general, la prevalencia se estableció en 157 (57,9 %)
En la Tabla 3 se observa la relación entre los estilos de vida y el síndrome metabólico en adultos, donde el 43 (18,9 %) de los pobladores adultos que consumían snacks presentaron síndrome metabólico; en tanto que los que no consumían snacks y no presentaron síndrome metabólico representaron 53 (23,3 %), (p = 0,037); mientras que 62 (27,3 %) pobladores adultos que no consumían verduras presentaron síndrome metabólico, en tanto que los que siempre consumían verduras y no presentaron síndrome metabólico representaron 65 (28,6 %), (p = 0,044). Por lo tanto, existió relación significativa entre el consumo de snacks, verduras y el síndrome metabólico. No se observórelación entre consumo de tabaco, alcohol, gaseosas y actividad física con la presencia del síndrome metabólico con valores de p > 0,05.
En la Tabla 4 se observa la relación entre los estilos de vida y el síndrome metabólico en adultos mayores, donde se reporta que 24 (54,5 %) de los que no consumían snacks, presentaron síndrome metabólico; en tanto que 8 (18,2 %) de los que consumían snacks y presentaron síndrome metabólico (p = 0,58), mientras que 10 (22,7 %) que no consumían verduras, presentaron síndrome metabólico; en tanto que 22 (50 %) que consumían verduras presentaronsíndrome metabólico (p = 0,516);por lo cual no existió relación entre el consumo snacks y el consumo de verduras con la presencia del síndrome metabólico. Así mismo, se observó que no existió relación entre consumo de tabaco, alcohol, gaseosas y actividad física con la presencia del síndrome metabólico con valores p > 0,05.
DISCUSIÓN
Respecto al consumo de productos ultra procesados (gaseosas y snacks) consumidos por los participantes en el presente estudio (ver Tabla 1), estos afectarían al estado nutricional, dando como resultado una ganancia de peso, debido a que los patrones dietarios no saludables, de fácil acceso a alimentos de elevadas calorías, que se consumen fuera del horario de las comidas (19), establecen el sobrepeso u obesidad que contribuye a que este grupo sea propenso a sufrir enfermedades crónicas no transmisibles. En un estudio similar desarrollado entre los años 2014 y 2016 en muestras poblacionales urbanas a nivel del mar y altura del Perú, en adultos de 18 a 65 años, se reportó que el 23 % de la población adulta de Puno consumía snacks al igual que en el 28 % en Cerro Pasco, 28 % en Lima y 48 % en Iquitos, mientras que el consumo de gaseosas era del 53 % en Puno, 48 % en Cerro de Pasco, 56 % en Lima y 82 % en Iquitos; resultados elevados como los encontrados en la ciudad de Trujillo, y que nos muestran la tendencia hacia una inadecuada alimentación en la población adulta peruana (20).
En relación al síndrome metabólico observado en los pobladores de la ciudad de Trujillo, debe ser considerado con preocupación para la esperanza de vida media. En recientes décadas, el crecimiento económico causó grandes cambios en los patrones de estilos de vida en las sociedades modernas, lo cual se ha dirigido al desarrollo de los componentes clave del síndrome metabólico. Aunque no se muestran en los resultados, el síndrome metabólico identificado en los participantes se relaciona principalmente con la obesidad abdominal presente en el 81,92 %, y luego los otros factores como HDL bajo 33,95 %; hipertrigliceridemia 32,84 %; hiperglicemia 24,35 % y, finalmente, la presión arterial alta o con tratamiento antihipertensivo que representa el 21,77 %.
El desarrollo de la obesidad está relacionado con el incremento de ácidos grasos libres, los cuales pueden bloquear la vía de señalización de la insulina (21) y, a su vez, promover la producción del factor de necrosis tumoral (TNF α), interleuquina 6 (IL-6), entre otras citocinas, por parte de los macrófagos infiltrados en el tejido adiposo presente en el estado inflamatorio de la obesidad (22,23).
El factor de necrosis tumoral (TNF α) inhibe al sustrato del receptor de la insulina-1 (IRS-1), disminuyendo la amplificación intracelular de la señal del receptor insulínico (24,25,26). Así mismo, los ácidos grasos libres pueden reducir la producción de óxido nítrico mediado por la insulina en las células endoteliales de los vasos sanguíneos que conduce a la hipertensión (27).
Del mismo modo, la adiponectina se encuentra disminuida durante la obesidad, con lo cual se reducen sus propiedades de ayudar a determinadas células en su sensibilidad a la insulina y en el catabolismo de los ácidos grasos (28,29); razones que conllevan diabetes y dislipidemia.
La relación significativa que existe entre el consumo de snacks (chizitos, fritos indicados en el estudio) y el síndrome metabólico, en el presente estudio resultó similar a lo reportado por otra investigación que concluyó que el consumo de snacks saludables contribuye a la obesidad abdominal e hipertensión en adultos con peso normal en el sudeste de Irán (30).
Los snacks son productos que pueden alcanzar, en relación a su peso, entre 25 a 38 % en grasa al final de su elaboración (31), conteniendo ácidos grasos trans que están involucrados en el aumento de la concentración plasmática de lipoproteínas de baja densidad y reducen la concentración de las de alta densidad; además, también contribuyen con la obesidad e hipertensión (31,32), factores de riesgo del síndrome metabólico. Así mismo, el glutamato monosódico (GMS) que se usa como un potenciador del sabor en los snacks, es considerado un disruptor endocrino de la señal hipotalámica de la leptina (33) que triplica la cantidad de insulina que el páncreas crea, causando problemas de diabetes mellitus tipo II y obesidad (34).
Sin embargo, ya sea el consumo de snacks u otro producto hipercalórico, como los elaborados a base de harinas, potencian el problema del bajo consumo de verduras observado en el presente estudio, ya que la fibra es esencial en el incremento de receptores para LDL hepáticos, lo que permite reducir los niveles plasmáticos de LDL y a su vez, se encuentra asociado con el incremento de la concentración de la lipoproteína HDL(35,36), esencial en la prevención de los procesos aterogénicos y que, en el caso del síndrome metabólico, su concentración se encuentra disminuida.
En esta investigación no se encontró relación entre el tabaquismo, la actividad física, consumo de alcohol y de bebidas azucaradas con el síndrome metabólico enadultos y adultos mayores, difiriendo de otros estudios que encontraron al tabaquismo como principal factor de riesgo del síndrome metabólico (37) y también porque que considera tanto al consumo de alcohol como de tabaco y al ejercicio físico (10). Lo encontrado se debe posiblemente a otros factores relacionados con la edad, las modificaciones hormonales, tanto en mujeres como en hombres, o el estrés oxidativo (38); aspectos no evaluados en el presente estudio.
El síndrome metabólico es un conjunto de alteraciones presentes en diferentes sistemas orgánicos, con amplias variaciones fenotípicas en personas con una predisposición endógena, determinada genéticamente y condicionada por factores ambientales (39). Se han determinado factores genéticos específicos de riesgo que se asocian con la predisposición del síndrome metabólico, como es el caso del gen asociado a la obesidad de la masa grasa, conocido como gen FTO inglés:(fat mass and obesity-associated protein); aspectos a considerar de manera conjunta con los estilos de vida en futuros estudios multivariados (40).
En el caso de este estudio de corte transversal, no se garantiza la causalidad del consumo de snacks y el bajo consumo de verduras en el síndrome metabólico; incluso variando la modalidad del cuestionario a aplicar, ya sea través de un recordatorio de hábitos de consumo por cantidades (por día o semana) o por las actividades en un momento dado, ya que es posible una persona no recuerde, más aun si los participantes asistieron a la consulta externa en cada establecimiento de salud y teniendo en cuenta el tiempo de sus actividades inherentes podría tener influencia en sus respuestas. Es más probable que un registro de dichos estilos de vida en una línea de tiempo ayudaría a corroborar lo encontrado a través de un estudio de cohortes.
Finalmente se concluye indicando que existe relación significativa entre el consumo de snacks y verduras con el síndrome metabólico en los adultos, mientras que no se encontró relación entre los estilos de vida con el síndrome metabólico en adultos mayores de la ciudad de Trujillo.
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Notas de autor
jdiazo@ucv.edu.pe
Información adicional
Citar como: Carranza
JJI, Díaz-Ortega JL, Gálvez RP. Estilos de vida y
síndrome metabólico en adultos y adultos mayores de
Trujillo, Perú, 2019. Rev Peru Cienc Salud. 2021; 3(3): e336.
doi: https://doi.org/10.37711/rpcs.2021.3.3.336