Artículo corto
Recepción: 26 Febrero 2018
Aprobación: 26 Marzo 2018
Resumen: El presente artículo pretende poner sobre la mesa el tema de región como un lugar en el que convergen múltiples miradas y que, a los ojos de un extraño, no son tenidas en cuenta para lograr efectos óptimos, sobre todo a la hora de contextualizar la academia. Permite otra mirada al concepto de región en tanto reconoce las dinámicas regionales en las voces de autores reconocidos, así como de sus protagonistas, de tal manera que se pueda responder a las pretensiones reales de la región e incidir en mejores expectativas académicas y de vida.
Palabras clave: Región, espacio, territorio o municipio.
Abstract: The present paper aims to bring forward the topic of region as a place where multiple perspectives con- verge and that, in the eyes of a stranger, are not taken into account to achieve optimal effects, especially when contextualizing the academy. It allows another look at the concept of region, insofar as it recog- nizes the regional dynamics in the voices of renowned authors, as well as of their protagonists, so as to allow meeting the actual expectations of the regions and to have an impact on better academic and life expectations.
Keywords: Region, space, territory, municipality.
Resumo: O presente artigo pretende pôr sobre a mesa o tema de região como um lugar no qual convergem múl- tiplos olhares e que, aos olhos de um estranho, não são considerados para conseguir efeitos ótimos, sobretudo na hora de contextualizar a academia. Permite outro olhar sobre o conceito de região enquanto reconhece as dinâmicas regionais nas vozes de autores reconhecidos, bem como de seus protagonistas, de tal maneira que possa responder às pretensões reais da região e incidir em melhores expectativas aca- dêmicas e de vida.
Palavras-chave: Região, espaço, território, município.
Es incuestionable como en el último año, para la Rectoría de Cundinamarca de la Universidad Minuto de Dios, ha sido evidente que la investigación es la herramienta más importante para reivindicar la imagen social que las regiones merecen; de la misma forma, la investigación ha hecho posible la consolidación del Centro de Pensamiento sobre Región (CeR), cuyo objetivo básico es la profunda disertación académica que orienta sus actividades a recoger y estimular las iniciativas en este campo. Producto del anterior razonamiento, en torno a la investigación, se realiza una primera aproximación a fundamentar la idea de región.
El concepto de región en ocasiones obedece a una moda discursiva, a un concepto que adolece de reflexión en torno a esa realidad que habla por sí misma pero que no es escuchada, que desde el discurso solo sigue un mensaje que olvida mucho de cómo se vive realmente en ella, lo que se puede denominar “región objeto”. Asumiendo lo anterior como una parte a la que le falta análisis, es necesario hablar, para completar el panorama, el concepto de región sujeto; se sugiere, entonces, que el pensar y sentir estén asociados, entre otros, a la posición geográfica como lugar simbólico de identidad y representación, ya que dicho lugar se da como sistema de relaciones objetivas entre posiciones sociales adquiridas a través de los logros de una lucha o luchas que se han ganado con el paso del tiempo y que, como intangibles, no son fáciles de reconocer; en ese sentido, es un lugar que se da como espacio de juego, a menudo antagonista, que tiene por desafío único reconocer todo lo que ocurre entre las fuerzas vivas foráneas y las que llegan a imponer su poder.
Es preciso, entonces, diferenciar lo que no corresponde al concepto de región, en tanto se puede llegar a confundir con conceptos como espacio, territorio o municipio.
Espacio no es región, en tanto que el espacio como predicado de la existencia humana tiene varias acotaciones: espacio político, espacio económico, espacio social, espacio vital, espacio geográfico, espacio físico, entre otras. Consecuentemente, la región constituye la unidad básica de análisis en el cual se enmarcan los procesos históricos de asentamientos humanos que apropian y transforman los recursos disponibles desarrollando conjuntos de relaciones internas y externas con respecto a ese espacio.
El territorio no es una región en tanto esta se comprende como un sistema espacial, es decir, una combinación de lugares conectados entre sí por redes y flujos horizontales, por consiguiente, puede entenderse el territorio como sinónimo de superficie terrestre. El territorio entonces, no solo implica accidentes geográficos sino también la construcción histórica, no solamente es una cifra estadística sino un campo de relaciones sociales.
Municipio no es región en tanto el concepto alude a una entidad territorial fundamental dentro de la organización administrativa-político, para nuestro caso, del Estado Colombiano; es autónomo política, administrativa y fiscalmente en el marco de la Constitución Política de 1991. Por tanto, su finalidad no es otra que la de garantizar el bienestar general y el mejoramiento de la calidad de vida de los habitantes en su respectivo territorio. Así las cosas, el municipio es el contexto escogido para la deli- beración pública de los problemas colectivos.
Se hace necesario, entonces, ajustar aún más el termino región acudiendo a Patiño (2004), quien asume que la definición de región, como escenario, carece de discusiones, pero en especial por la ausencia de lo que se entiende como “cultura regional”, pues debe entenderse que en ella cohabitan culturas locales y subregionales que demandan características propias relativas que se derivan de la apropiación de un espacio particular, una experiencia histórica compartida y un sentido de pertenencia (Patiño, 2004).
En consecuencia, el concepto de región, las definiciones y los objetivos que se persiguen en este escrito, se asumen como un hecho que debe ser expresado, con toda claridad, desde el primer momento del análisis y de la exposición correspondiente; es una fracción compuesta dentro de un conjunto que se inscribe en un sistema más vasto y su composición tiene como referente uno o más elementos que dan cuenta de una cultura regional. La delimitación, para nuestro caso, se produce en función de hacer efectivas las relaciones que componen lo cotidiano, el diario vivir; “Una región tiene sentido y existencia sólo cuando en ella se asienta un conglomerado humano que es el que le otorga forma y extensión” (Palacios, 1983, p. 58).
Siguiendo con la línea de descripción, el término región tiene un doble significado: primero, una concepción abstracta que hace alusión a una variable en cuyo interior existen rasgos de semejanza. Se dispersa de la realidad objetiva y puede adentrarse en categorías del pensamiento humano; por ejemplo, la forma siempre ingenua, graciosa, festiva y ante todo sana de los carnavales de Barranquilla ha permitido que se conserve dicha tradición. Su segunda significación es la objetiva; el carnaval de Barranquilla, como tal. Obviamente se utiliza con fines de agrupación de un territorio, partiendo de elementos generales del mismo y los rasgos de singularidad con un propósito común. La región es entonces una construcción del hombre y tiene sentido en lo antropológico en tanto se da en un contexto cultural y social. Se aplica, además, a cuestiones de diversa naturaleza, no obstante, es un recurso mental que permite la diferenciación en un plano de detalles únicos con respecto a la totalidad.
Paralelamente, la región es un concepto paramétrico en tanto responde al diseño de formas y estructuras complejas de construcción las cuales permiten reconocer necesidades como: distinguir, representar, catalogar, diferenciar una variable del resto. En este caso, la variable es el territorio y el carácter de singularidad lo da la comunidad humana asentada en él; un ejemplo a la mano, dadas las condiciones de estructura, sería el de la división por estratos denominados norte-sur.
De manera análoga, se mantiene como una unidad socio-espacial, mientras en ella se circunscribe la escritura social de procesos históricos de permanencia humana que apropian y transforman los recursos disponibles; al mismo tiempo circulan conjuntos heterogéneos de relaciones internas y externas respecto a ese espacio paramétrico, las cuales se expresan en términos económicos, políticos y culturales. Luego, al intentar hablar de región en nuestro país, Colombia, se debe acudir al pensamiento de Orlando Fals Borda (1996), quien afirmaba que “la actual división político-administrativa del país no favorece el desarrollo regional, ya que no responde de forma real a las interacciones sociales que efectivamente se dan en ellas” (p. 53).
Lo anterior complementa la descripción que el historiador Víctor Álvarez hizo de región en el VIII Congreso Nacional de Historia de Colombia, llevado a cabo en la ciudad de Bucaramanga en 1992, como una unidad de análisis que contiene por lo menos cuatro elementos: el grupo humano, el medio natural, los sistemas de producción, circulación y consumo y la mentalidad colectiva.
• El grupo humano es una comunidad de hombres en la cual, desde las relaciones interétnicas hasta las relaciones de clase y desde las jerarquías hasta los mecanismos de poder y dominación, se va tipificando una forma de organización cuyo sustrato en los procesos demográficos y en la estructura de poblamiento le otorga al conjunto una especial identidad.
• Las condiciones del medio natural que enmarcan la existencia de los hombres, dan origen a la conformación del ámbito territorial y al espacio de acción de cada grupo humano. El relieve, la tierra, el clima, la vegetación, los recursos hidráulicos, etc., rodean la acción productiva y, con ella, enmarcan la relación entre los hombres y su medio. De allí se deriva el tercer componente.
• El sistema de producción, circulación y consumo de bienes y servicios, en cuyo tejido se constituyen y reconstituyen, tanto las relaciones hombre–medio como las relaciones entre los hombres.
Por otra parte, esa comunidad se cohesiona y se identifica a través de sus manifestaciones espirituales, de su mundo cultural, de su mentalidad colectiva, expresada, entre otros aspectos, en sus valores, lengua y costumbres. Todo esto se fortalece, a menudo, con un claro sentido de pertenencia e identidad de proyecto histórico.
En conclusión, y pensada la región de esa manera, se puede decir que parte de los muchos documentos y discursos sobre el tema se encuentra alejada de la realidad descrita a lo largo de este escrito. Es por esto, que este documento en sí, como se dijo al inicio, pretende reivindicar la imagen social que las regiones merecen y cuyo desenlace aspira a que, a futuro, se fusione la región objeto con la región sujeto.
Acto continuo, es preciso que se tengan en cuenta las siguientes preguntas fruto de la interpretación que junto con el lector podemos llegar a fortalecer: ¿Se tiene en cuenta a la hora de elaborar documentos el concepto vivo de región como lugar simbólico, de identidad y representación? ¿Se tiene en cuenta que en ella cohabitan culturas locales y subregionales que demandan características propias relativas que se derivan de la apropiación de un espacio particular? ¿Se tiene en cuenta que una región tiene sentido y existencia cuando se entiende el todo como un conglomerado humano? ¿Se puede responder a las necesidades de distinguir, representar y catalogar el carácter de singularidad de la región estudiada? ¿Se circunscribe la escritura social como proceso histórico que apropia y trans- forma los recursos disponibles? ¿A la hora de generar documentos de cada región se tienen en cuenta sus particularidades económicas, culturales, históricas, urbanas y sociales?
Las líneas divisorias de las regiones no son estáticas, su demarcación está en permanente construcción; en eso creemos y depende del quehacer académico e investigativo tejer solidaridades y rupturas en las actividades cotidianas de cada región donde UNIMINUTO, Rectoría Cundinamarca hace presencia.
REFERENCIAS
Álvarez, V. (1992). De la región a las subregiones en la historia de Antioquia. Fronteras, región y ciudades en la historia de Colombia. Memorias del VIII Con- greso Nacional de Historia de Colombia, Buca- ramanga.
Fals Borda, O. (1996). Región e Historia. Elementos sobre ordenamiento y equilibrio regional en Colombia. Editorial Tercer mundo.
Palacios, J. J. (2006). El concepto de región: la di- mensión espacial de los procesos sociales. Re- vista Interamericana de planificación, XVII (66).
Ramírez, R. (2006). Teorías de la región. Recuperado de www.eumed.net/libros/2006/jirr-reg/
Patiño Millán, B. (2004). Historia regional antioqueña. En Estudios regionales en Antioquia, IeR y CeRa, 23-58. Medellín: Instituto de Estudios Regionales, Consor- cio Estudios Regionales en Antioquia.