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Recepción: 09 Septiembre 2020
Revisado: 22 Octubre 2020
Aprobación: 12 Noviembre 2020
Publicación: 13 Diciembre 2020
Resumen: La relación entre el cuerpo sensible y el intelecto a ratos se ve conflictuada en la contemporaneidad, al punto que suele primar sólo la relación intelectual/racional de las cosas, por sobre valores y saberes relacionados a los sentidos y la intuición. Este quiebre está dado por múltiples razones que se identifican en este texto desde la pre revolución industrial a nuestros días. Esta mirada se revisa desde la filosofía, desde la sociología, así como desde la teoría en arquitectura. También es necesario mencionar que el sistema escolar, tanto como los espacios en donde habitan va incidiendo también en la estandarización y adiestramiento de los cuerpos. Este fenómeno se hace patente en el momento en que ingresan a la Universidad, lo que se pretende atacar en la escuela de arquitectura a través de una serie de ejercicios académicos que devolverían valores como el tiempo, la relación del cuerpo intelectual con el cuerpo sensible en función de establecer cuerpos íntegros para el buen desarrollo del oficio de arquitecto.
Palabras clave: Biopolítica, Educación Superior, Capitalismo Cognitivo, Arquitectura, Cuerpos disciplinados.
Abstract: The relationship between the sensitive body and the intellect at times is conflicted in contemporaneity, to the point that only the intellectual / rational relationship of things tends to prevail, over values and knowledge related to the senses and intuition. This break is due to multiple reasons that are identified in this text from before the industrial revolution to today. This look is drawn from philosophy, from sociology, as well as from theory in architecture. It is also necessary to mention that the school system, as well as the spaces where they live, is also influencing the standardization and training of the bodies. It is also necessary to mention that the school system, as well as the spaces where they live, are also influencing the standardization and training of the bodies. This phenomenon becomes patent when they enter the University, which is intended to be attacked in the architecture school through a series of academic exercises that would return values such as time, the relationship of the intellectual body with the sensitive body in function of establishing integral bodies for the proper development of the profession of architect.
Keywords: Biopolitics, Higher education, Cognitive capitalism, Architecture, Disciplined bodies.
Resumo: A relação entre o corpo sensível e o intelecto por vezes é conflituosa na contemporaneidade, a tal ponto que só tende a prevalecer a relação intelectual / racional das coisas, sobre os valores e saberes relacionados com os sentidos e a intuição. Essa quebra se deve a vários motivos que são identificados neste texto, desde antes da revolução industrial até os dias de hoje. Essa visão é revisada da filosofia, da sociologia, bem como da teoria da arquitetura. É preciso mencionar também que a rede de ensino, assim como os espaços onde vivem, também está influenciando a padronização e a formação dos corpos. É preciso também mencionar que a rede de ensino, assim como os espaços onde vivem, também estão influenciando a padronização e a formação dos órgãos. Esse fenômeno se torna patente ao ingressar na Universidade, que se pretende atacar na escola de arquitetura por meio de uma série de exercícios acadêmicos que devolveriam valores como o tempo, a relação do corpo intelectual com o corpo sensível em função de estabelecer órgãos integrantes para o bom desenvolvimento da profissão de arquiteto.
Palavras-chave: Biopolítica, Ensino Superior, Capitalismo Cognitivo, Arquitetura, Corpos disciplinados.
I. Introducción
¿Cuándo encuentra el alma la verdad?, por que mientras la busca con el cuerpo, vemos claramente que este cuerpo la engaña y la induce a error.Platón
La discusión que Platón (1871) hace en Fedón, relatando las horas finales de Sócrates, da a entender que el cuerpo se configuraba para Sócrates en algo así como un lastre para el filosofo, y que desde esa separación era que el filosofo podía estar en un estado mas puro para realmente lograr el pensamiento, sin estar turbado por los sentidos y sus percepciones que, según el, nublan la realidad y la distorsionan.
El cuerpo nos opone mil obstáculos por la necesidad en que estamos de alimentarle, y con esto y las enfermedades que sobrevienen, se turban nuestras indagaciones. Por otra parte, nos llena de amores, de deseos, de temores, de mil quimeras, y de toda clase de necesidades; de manera que nada hay mas cierto que lo que se dice ordinariamente: que el cuerpo nunca nos conduce a la sabiduría. (Platón, 1871, p. 33)
En la sociedad contemporánea el que el alma esté junto al cuerpo se podría pensar se considera un signo de virtud. Sin embargo, se puede observar que los cuerpos sensibles tienden a estar separados de sus intelectos,[1] guiándose solo por lo que la razón informa, y dejando de lado la intuición o ese saber que se emite desde los sentidos.
En la educación escolar en Chile, los estudiantes comienzan un proceso de institucionalización desde muy temprana edad, que en su desarrollo tiene como consecuencia el que se despliega una separación entre cuerpo sensible e intelecto. En otras palabras, son despojados de sus cuerpos y se priorizan las competencias y la razón como motor fundamental por sobre los intereses personales, los sentidos y la intuición.
En el momento en que la educación es entendida como un brazo del estado en términos de la organización de los habitantes de sus dominios en función de vigorizar el capitalismo (Fumagali, 2010), se trazan áreas de compresión acerca de ellos a través de la biologización de la vida humana (Agamben (2006), Esposito (2005), Foucault (2012)), en donde solo algunos aspectos son juzgados como relevantes o incluso válidos en el proceso educativo, desde la educación primaria en adelante en el mundo occidental.
En ese entorno, se prioriza el intelecto para la productividad y se disciplina la corporalidad en preparación del hombre a servicio del capitalismo. Es así que este disciplinamiento de los cuerpos, en la lógica de Deleuze (2006), los deja en un estado de neutralidad o mas bien, de homogeneidad; en donde los deseos y los sueños son borrados en preparación para el auto disciplinamiento y la auto explotación que plantea Han (2017)
El objetivo de este texto es indagar en torno a las razones de tal separación entre cuerpo sensible e intelecto, revisar el contexto histórico reciente de esta, y especular si es posible establecer una re-aparición de este, ocupando como casos de estudio una serie de ejercicios académicos dentro de la escuela de arquitectura de la Universidad de Talca.
La relación que hay entre el cuerpo y la enseñanza de la arquitectura no es un fenómeno nuevo. Desde la escuela Bauhaus, pasando por experiencias locales como la de la Universidad Católica de Valparaíso, se han usado estrategias de inclusión del cuerpo en sus procesos de enseñanza de la disciplina Arquitectura. La Escuela de Arquitectura de la Universidad de Talca ha incorporado el cuerpo dentro de los cursos disciplinares, en tanto la relación con este se considera material de base con la que los estudiantes ya cuentan.
Interesa en este texto explorar la validez del cuerpo como un instrumento de aprendizaje mas que solo un elemento accesorio al intelecto racional. Valorar la diferencia de cada cuerpo como primer acercamiento a la autovalidación, en tanto elemento clave en el proceso de enseñanza y aprendizaje en los procesos educativos, en especial en la educación Universitaria de la Arquitectura.
Para adentrarse en esta discusión acerca de las razones y consecuencias de esta separación es que se presentará al cuerpo desde varias miradas, para comprender su naturaleza y también para definir un campo sobre el cual construir la discusión.
II. Los cuerpos
Difícilmente se puede hablar “del cuerpo” como un ente único, con una sola perspectiva de análisis. Es por esto que en este texto se plantean diversas miradas sobre el cuerpo, desde discusiones amplias a la situación del cuerpo hoy, hasta entradas que atañen al cuerpo y el entorno educativo, antes mencionado.
2.1 Cuerpos maleables
La situación en la que el cuerpo se encuentra en un momento dado de su desarrollo, está relacionado no con un solo factor, ni está dado sólo por su condición de nacimiento. Estos cuerpos, Liza Blackman (2008) plantea que en su condición de cuerpos sociológicos son siempre una “entidad no terminada” en donde, como cuerpo sociológico “no es solo un cuerpo definido por una naturaleza humana fija, si no que, los cuerpos pueden, y van a cambiar y transformarse dadas las particulares set de circunstancias en donde ellos socializan” (Blackman, 2008, p. 17).
Esta maleabilidad de los cuerpos implica que son entes que están sujetos a ser modificados, tanto por acciones externas, como también internas.
Como cuerpos maleables han adquirido una cierta forma, manera de ser y de estar hasta su ingreso al sistema de educación superior, pero eso no indica en modo alguno que no pueda ser revertido con nuevas experiencias establecidas en ese proceso.
2. 2 Cuerpos adiestrados
El proceso de adiestramiento al que se observa que hoy estamos sometidos (que genera modificaciones sobre en los cuerpos maleables), tiene una raíz en el contexto contemporáneo, a inicios del 1900. Kraepelin (1913) plantea que para evitar la “degeneración” de los cuerpos se pone en marcha la Eugenesia sobre la sociedad en su conjunto. “El proceso de Eugenesia del siglo XIX fue instaurado dentro de las políticas del estado, en función de mantener el correcto desempeño de sus habitantes”. (Blackman, 2008, p.19). Es en ese marco que el sistema escolar comienza con el adoctrinamiento en función de evitar la degeneración reflejada en formas primitivas de comportamientos y experiencias. Este adiestramiento tiene como consecuencia que solo algunos cuerpos son validados, haciendo entonces el mismo sistema escolar una separación entre los cuerpos válidos e inválidos.[2]
En Chile, nace esta manera de entender la relación con el cuerpo a inicios del siglo XIX, en donde se promueve el desarrollo de actividad física como un modo de establecer un ideario con respecto al cuerpo
“ Durante el primer gobierno del Frente Popular (1938-1942) se dará una política de promoción al patriotismo y defensa de la raza que buscará mejo-rar las condiciones innatas de los chilenos bajo una lógica de control social y racismo nacionalista” (Riobó et al, 2019)
2. 3 Cuerpos estandarizados “ideales”
Sumado al proceso Eugenésico, surgen otros fenómenos a inicios del siglo XIX que demarcarán el devenir de la relación con el cuerpo en lo sucesivo.
Producto de las grandes migraciones campo ciudad, durante la revolución industrial en Europa y luego por la destrucción de las ciudades europeas, surge un alto requerimiento por viviendas durante el periodo de las postguerras. En un intento de generar una producción eficiente de viviendas para acortar este déficit, se desarrolló la idea del cuerpo estándar (Rowe, 1995). Este cuerpo incluso fue trazado por Le Corbusier a través del “modulor”, el cual tiene una estatura de 1,83 mts., de genero masculino y con una elaborada y demarcada musculatura. Este “ideal” es el que se consideró como pieza clave al momento de reconstruir las ciudades devastadas en Europa, así como el desarrollo inmobiliario en Estados Unidos en la postguerra.
Este “ideal” plantea también una imagen de cómo los cuerpos deben verse, ya que, si bien el trazado de le Corbusier tiene un carácter de abstracto, es capaz de mostrar con precisión las medidas de cada parte de ese cuerpo, por lo tanto, define con precisión esa abstracción. Desde ahí los cuerpos pueden ser comparados, seleccionados y organizados.
Este hombre al que se refiere el texto, como soldado retornando a EEUU luego de la guerra, espera que su entorno aparezca cercano al ideario de la revista, de los medios, como recompensa a su trayectoria en batalla, siendo el, en ese ideario, el hombre ideal.
2.4 Cuerpos al servicio del mercado
2. 4. 1 Educación de consumo
Contextualizando con la idea de los cuerpos adiestrados, en nuestra realidad contemporanéa en Chile, observamos que los cuerpos de los estudiantes arriban a la universidad homogeneizados a tal punto que a ratos son indistinguibles entre ellos (se visten muy similar, ocupan los mismos peinados, incluso verbalizan del mismo modo). Se retratan así mismos como Homoeconomicus, (Attick, 2017) 100% racionales y sobre todo con una mirada de consumidores de la educación.
En ese sentido (la del consumidor de la educación) se podría entonces también decir que hasta antes de la gratuidad en Chile —que aún existe solo para algunos—[3] los estudiantes se endeudaban con la promesa que este “servicio”, una vez puesto en acción, les permitiría saldar sus deudas adquiridas, mientras avanzan con otras nuevas tentados por el entorno publicitario, que va dando cuenta de cómo los medios de comunicación (brazo armado de la propaganda) abren camino a cultura de masas sobre todo.
La inducción psicológica a la que son sometidos los cuerpos mediante la publicidad (Fumagalli, 2010) y los algoritmos asociados a las redes sociales (Morozov, 2018), va convenciendo a la sociedad de que la educación universitaria se configura en un motor de escalamiento económico y social, que “representa el Status Symbol de ciudadano medio de la comunidad de pertenencia” (Fumagalli, 2010, p.162), por lo que el acceso a la educación superior sería, en este nuevo discurso y subjetividad creada, algo necesario para el desarrollo de la sociedad, por lo tanto el invertir en ello se considera un paso obligatorio.
Es en esta cultura del estudiante sujeto de crédito que nos situamos. El mercado presenta así al individuo como inmunizado, al Inmunitas en plenitud, en un rol de cuerpo individualizado, exento de la obligación del Munus. Este último definido como “deber”, “obligación”, “carga”, pero también “don” (Esposito 2005). Sin embargo, estos Inmunitas tiene el afán persecutor de los propios fines.
Por lo mismo planteado hasta aquí, el compromiso de la Universidad de cumplir el Npactado en años, es una manera de asegurar al naciente consumidor, de entregarlo al ejercicio de la circulación crediticia a tiempo. En esa línea Fumagalli (2010) hace un interesante análisis con respecto a la relación entre el crédito y el tiempo cuando enuncia que “el intercambio crediticio no se resuelve ni acaba (claro está, pues no es solvente) en el momento mismo en el que se hace efectivo, sino que tiene una duración temporal” (Fumagalli, 2010, p.37). Esa duración temporal está establecida en el periodo universitario a través de un crédito, que se pacta de dos modos, con dinero y con tiempo. Con dinero, está el compromiso de retornar los dineros entregados a crédito a cambio de la educación superior, al final de la carrera universitaria. Con tiempo, la formación universitaria ofrece una duración definida en la impartición de sus carreras, ofrece tener un tiempo delimitado (N años) y con esto establece ese rango de una manera mas o menos estática, al final del cual el individuo sería capaz de comenzar a pagar tal crédito —supuestamente— bajo la oferta tácita de conseguir un empleo una vez terminado el periodo de formación universitaria.
En la búsqueda de obtener el grado académico “a tiempo”, se vislumbra que la realidad del estudiante cuenta con la menor cantidad de tiempo posible, y junto con eso se entiende el por qué del estudiante que se presenta con frecuencia como irreflexivo, que espera aprender la formula correcta para aprobar su formación en la universidad. Se configura entonces su estadía en la educación superior como un tiempo en donde aprenden a aprobar, en vez de un lugar en donde se aprende a pensar. Es la carrera contra el tiempo, la que hará mas eficiente entonces su relación como cliente fiable para el sistema bancario.
Este individuo entonces, no solo arriba a la educación superior con su cuerpo adoctrinado, si no que también sin cabeza pensante. Solo capaz de un pensamiento calculador en lo términos de Heidegger (2005), pero no así capaz de generar un pensamiento reflexivo con respecto a su entorno que, de algún modo, es el rol de la formación universitaria, a diferencia de las formaciones de corte técnico.
Desde esta mirada, se confirma lo planteado por Fumagalli (2010), en términos de que el conocimiento hoy es una mercancía, de corte inmaterial. Su transacción entonces debe ser lo mas eficiente posible. La educación, como arca del conocimiento, no se escabulle de esta necesidad de eficiencia y el tener estudiantes solo capaces de pensamiento calculador, es de algún modo favorable para un sistema de producción de mercancías basado en la eficiencia.
3. Cuerpos de Los Estudiantes
3. 1 Cuerpo sin tiempo. La generación del UNDO o CTRL Z
(..) creo que a causa de las tecnologías, estamos perdiendo el cuerpo propio en beneficio del cuerpo espectral, y el mundo propio en beneficio de un mundo virtual. Virilio
Se observa que las recientes generaciones de estudiantes, criadas en un ambiente digital, caen poco en cuenta de la realidad como efímera y del tiempo como recurso escaso, toda vez que en sus cabezas existe el sentido de reversión de los actos o sus consecuencias solo con el CTRL Z.En los videojuegos esta percepción de sus cuerpos, o mas bien este estado de sus cuerpos, nace desde la experiencia virtual de poder tener “muchas vidas” durante un juego, incluso compartirlas entre amigos ya que, aunque ellas se acaben, es cosa de volver a comenzar el juego, solo que en un nivel anterior. Este estado sin tiempo establece que estos cuerpos también quedan en una situación de lugaridad abstracta.
“...la cuestión del prójimo y del alejado, es la cuestión de la ciudad. El prójimo es aquel que está a mi lado y con el cual formo ciudad y defiendo el derecho de la misma. Los que están afuera son, efectivamente enemigos” (Virilio, 1997, p.43)
Estos cuerpos no son siquiera ciudadanos, ya que si bien pueden tener una “ciudadanía” que es mas bien su relación administrativa con respecto al territorio en el que residen, no son ciudadanos, en el sentido de que el tiempo del que disponen, se destina en gran parte a este mundo virtual, en donde todo es reversible, y también donde todo tiene lugar virtual. En la virtualidad realmente no hacen un uso de un lugar físico, de la ciudad, ni de la relación con otros en función de definir un devenir en conjunto. El prójimo para estos cuerpos, desde la mirada de Virilio, por lo tanto no existe.
El cuerpo de la generación Ctrl Z, con este salto posible en el mundo virtual entre lo hecho y lo deshecho, se ha quedado no solo sin lugar, sino que también sin tiempo.
“La cuestión de la telepresencia deslocaliza la posición del cuerpo. Todo el problema de la realidad virtual es esencialmente negar el Hic et Nunc, negar el “aquí” en beneficio del ahora...¡ya no existe el aquí, todo es ahora!” (Virilio, 1997, p. 46).
El tiempo desde esta perspectiva ya no tiene una correlación entre pasado, presente y futuro, el tiempo se reduce al ahora, por lo que difícilmente podría en si llamarse tiempo. Y esa idea se corrobora en el CTRL Z, pues todo lo hecho puede ser desecho, puede en un clic de teclas convertirse el presente en pasado o viceversa. En esta idea entonces el tiempo es una variable no existente, por lo tanto es un bien no escaso.
Lo que anticipaba Virilio (1997) ya hace mas de 2 décadas ha llegado a su punto de realidad que se ha maximizado producto de la pandemia y el engrosamiento del mundo virtual como consecuencia de ella. El mundo se empequeñece cuando todas las interactividades que queremos están a disposición, pero con una “sensación de estrechez del mundo insoportable” (Virilio, 1997, p. 50) perdiendo en el proceso el cuerpo debido a la conectividad de internet y la velocidad de las interacciones en esta.
Si acordamos que la dimensión de la velocidad está ligada, desde su definición en la física, tanto a la distancia como al tiempo, (v=m/s), se podría entender que la velocidad de las interacciones en internet no solo hacen que el cuerpo pierda la noción de la distancia, sino que también del tiempo, ya que ambas variables tienden a cero en las carreteras de la información virtual.
Se nos es entregado entonces a las aulas de clases estudiantes que en realidad cuerpos sin lugar, sin tiempo y sin reconocimiento de “los otros”. Alienados del mundo.
Parte de la respuesta a este dilema, puede ser el enunciado por Heidegger (2002) en donde plantea la Serenidad, como un estado de las cosas en donde aparece el pensar reflexivo, que requiere tiempo para ser encontrado.
“...la Serenidad para con las cosas y la apertura al misterio se pertenecen la una a la otra. Nos hacen posible residir en el mundo de un modo muy distinto. Nos prometen un nuevo suelo y fundamento sobre los que mantenernos y subsistir, estando en el mundo técnico, pero al abrigo de la amenaza. La Serenidad para con las cosas y la apertura al misterio nos abren las perspectiva hacia un nuevo arraigo” (Heidegger, 2002, p. 30)
3. 3 Cuerpo (in)sensible
En el caso particular de la educación en la carrera universitaria de Arquitectura, que es el caso de estudio que se quiere mas adelante analizar, se produce una contradicción enorme entre el punto de inicio desde donde provienen y el punto de meta al que se espera que arriben.
Ellos provienen de entornos en donde el cuerpo es un objeto estándar, habiendo sido los sentidos invalidados durante los procesos de adoctrinamiento dictados desde la educación preescolar y escolar[6] y donde se ha validado sólo los procesos de creación lógica del pensamiento Sin embargo hacia adonde deben arribar como estudiantes de Arquitectura, es a un cuerpo en donde la sensibilidad, en el entendido de esa capacidad de reflexionar usando toda la información entregada por todos los sentidos, es una herramienta vital.
En el estudio de la carrera de Arquitectura, deben ser capaces de observar al ser humano como sujeto de estudio en toda su profundidad y completitud, de modo de ser capaces de dar respuestas valiosas al momento de proyectar una arquitectura que albergue a estos cuerpos estudiados. Ahí entonces reside una paradoja que debe ser revertida desde el inicio, ya que los estudiantes llegan desconectados de sus cuerpos sensibles, y sin embargo deben ser sensibles a otros cuerpos sensibles, en miras a convertirse en profesionales aptos.
4. La paradoja del estudiante de Arquitectura
4. 1 De la Arquitectura
El estudio de la profesión de arquitecto reviste una condición específicamente compleja, toda vez que se enfrenta a dos mundos. Es un área del conocimiento que tiene dos vertientes (al menos): una con un brazo en el área del arte, toda vez que debe ir abriendo camino y siendo reaccionaria con respecto a su contexto de modo de ir generando vanguardias o proyectos anticipatorios en el tiempo, hacia los espacios edificados/habitados; por otro lado tiene un brazo dentro de la sociedad de consumo, también clave, pues es el arquitecto bien inserto en este grupo, el que logra mas efectividad en la aplicación de los avances que la disciplina desarrolle.
Aquí se centra entonces el conflicto; según Arendt (1996) el conflicto que estaría desarrollado entre el artista, como individuo, y la sociedad de masas en la que está inserto. Como cuerpo vinculado al arte que debe dar cuenta de una mirada de ruptura del status quo, se enfrenta a si mismo como cuerpo perteneciente a la sociedad de consumo, en donde la mirada que la tendencia que la sociedad de consumo defina en su conjunto como símbolo de status, es lo que delimita el devenir de tales cuerpos. Se pudiese pensar entonces que es una pugna entre el cuerpo de la vanguardia y el cuerpo de la tendencia.
4. 2 De la vivienda
Esta tensión logra su máxima expresión en el diseño de una vivienda. La vivienda como sueño y aspiración de toda familia (o grupo humano que la habite), en donde las imágenes generadas por la sociedad de consumo y la cultura de masas son bastante especificas al establecer la tendencia de lo que debe ser o como se debe ver, es decir, en términos de que es lo correcto y de lo que no.
Se depositan entonces en la vivienda una serie de patrones formales (tendencias o moda) que son difíciles de contrastar con visiones de futuro (vanguardias especulativas) planteadas desde la arquitectura. Estas imágenes están fuertemente forjadas desde el mundo del espectáculo, en donde el “cliente” de forma pasiva admite como correcto o verdadero todo lo que ahí se muestra.
“El espectáculo se presenta como una inmensa positividad indiscutible e inaccesible. No dice nada mas que “lo que aparece es bueno, lo que es bueno aparece”. La actitud que el espectáculo exige por principio es esta aceptación pasiva que en realidad ya ha obtenido por su manera de aparecer sin replica, por su monopolio de la apariencia” (Debord, 1967, p. 11)
Para mostrar una perspectiva mas amplia, y tener un contrapunto desde donde mirar este fenómeno nos podemos situar en la vivienda rural, de hace 100 años en Chile, en donde se observa que rara vez requería de un arquitecto. Se construía por sus propios usuarios, se autoconstruía, y con ello también una identidad que tal proceso y su resultante (vivienda) entrega a sus habitantes. Esta relación, que podríamos vincular con el concepto de Homo Faber de Arendt (2016), en aquello de producir elementos que perduran en el tiempo y que a la vez son realizados desde una vinculación completa del cuerpo con el contexto matérico y cultural. En este momento de la producción de arquitectura anónima, la dualidad antes presentada es inexistente, o al menos, no relevante.
La vivienda en la modernidad, sobre todo luego de la revolución industrial (Taige (2002), Evans (2002), Colomina (2007)) sufrió un proceso de estandarización y racionalización, en función de agregar velocidad a la reconstrucción de las ciudades post guerras. La vivienda hoy es un producto realizado por otros, con una condición casi efímeray que ha tomado gran distancia con los cuerpos que en ella habitarán, rigiéndose muy fuertemente por como ella deba lucir, según los cánones estampados en el espectáculo (cine, televisión, revistas etc.), y rigiéndose muy pobremente por las necesidades de cada usuario particular y único; los que no ven reflejadas en las viviendas sus particularidades, teniendo que hacer grandes esfuerzos luego para otorgarle un sentido de identidad.
Aquí entonces hay una escisión entre el cuerpo y la vivienda (desde hace ya varias décadas convertida en producto de consumo),[8] que se origina en lo mas intimo del lugar que da origen a las familias. El cuerpo como consumidor está bien, mientras su entorno construido se “vea bien”, no desde su capacidad de ser el que erige lo que el mismo necesita.
Aparecen entonces fenómenos no poco frecuentes como tener el living que no se puede ocupar, la mesa que se ocupa solo para celebraciones familiares, mientras que el resto del tiempo se come en la cocina, en espacios reducidos; el juego de vajilla que solo se usa para el año nuevo etc. Todos espacios de reproducción de imágenes que el espectáculo ha provisto como validas e indispensables.
Las viviendas producidas por el mercado son receptáculos vacíos, no solo de imágenes, sino que de sueños, son No-Lugares bajo
la mirada de Augé (2000), en donde entre una vivienda y otra no hay distinción alguna, los barrios son mares de edificaciones iguales entre si, vaciadas de sentido. Recién obtienen sentido una vez que la familia destinataria le otorga valores que la identifiquen como propia. En estas viviendas el canon de mercado es en promedio 50 a 70 m2, con un programa de 2 a 3 dormitorios, 1 baño, estar, comedor, cocina y logia, en donde la familia es adiestrada en como se debe habitar. Difícilmente caben todos los anhelos en ellas, con suerte caben las camas en los lugares para dormir, y los muebles en el estar y comedor. Caben si es que se compra la versión jibarizada de aquellos muebles, provenientes de china, pero que lucen iguales a los de las revistas de decoración. Esta vivienda los adiestra a como la familia debe comportarse, y mas bien adaptarse a lo que aquella vivienda ofrece.
Desde estos espacios, es que provienen los estudiantes de la Escuela de Arquitectura de la U de Talca, ya que es muy poco frecuente en nuestros estudiantes, que las familias de origen hayan podido encomendar a un arquitecto la labor de hacer una vivienda “a medida”, producto que el entorno de la mayoría de nuestros estudiantes es uno de recursos monetarios limitados.
Entonces, los estudiantes arriban desde sus entornos, en donde primero la vivienda los ve nacer como cuerpos adaptados y de consumo, en la educación primaria son adiestrados sus cuerpos para pertenecer a lo “normal”, cuerpos sujetos a crédito, cuerpos del ctrl z, sin tiempo ni lugar.
Para su entrada a la universidad lo único que deben cumplir es un cierto puntaje en una prueba de ingreso que solo mide la capacidad de saber responder, más incluso que los conocimientos de base. Los cuerpos sensibles hasta aquí no han estado presentes, por lo tanto, han quedado relegados a un último plano, y desde ahí es justamente que creemos necesario operar.
5. Casos de estudio
El trabajo que se realiza en la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Talca, tiene que ver desde mi perspectiva, con devolverle el cuerpo a los estudiantes. Para lograr en parte este cometido es que se trazan experiencias de escala 1:1, de modo de impactar sus cuerpos no solo con conocimientos, sino que también con experiencias, que son a la vez capaces de adentrarse en términos de aprendizaje de un modo profundo, ya que no están solo ordenadas por un pensar calculador, si no que vinculadas a procesos de pensar abiertos y con espacio para trazar sus propias rutas, sin un objetivo previamente definido. Todo esto desde el sentido de la pugna entre el “pensar calculador” y el “pensar” planteado por Heidegger (2005). Estos pensamientos, se cree, quedan impactados en sus cuerpos, y de ese modo, difícilmente borrables.
Relataré en este texto 5 experiencias.
5.1 El Taller del Cuerpo
Una primera aproximación tiene que ver con la aparición de sus cuerpos en el Taller del Cuerpo,que pretende que ellos entiendan sus características, no necesariamente en un sentido positivo, si no que se espera que también observen esas características que los pudiesen situar fuera de lo definido como un cuerpo “normal” y vislumbren su cuerpo como un dispositivo que contiene en si un lenguaje y desde donde se puede operar.
“el cuerpo da cuenta de la existencia y las experiencias con las que el alumno llega a la universidad, por lo que el taller, al constituir el cuerpo en materia de una primera forma, estaría articulando lo propio de la arquitectura en cuanto disciplina” (Román, 2011, p57).
Este ejercicio plantea un reconocimiento tanto del cuerpo del estudiante, de primer año, como del contexto que lo moldeó —o adoctrinó— para llegar al momento y estado en el que arriba a la escuela de Arquitectura.
Es una experiencia que es difícilmente racionalizable por ellos, y por lo mismo suele no ser “entendido” desde la razón, sino que es mas bien mediante la observación del equipo de profesores es que ellos logran verse y desde ahí moverse. Si bien esa orientación sin duda está sesgada por las experiencias propias del tutor o guía, entrega una apertura para que el estudiante recupere su cuerpo sensible.
Para tal ejercicio se solicita los estudiantes que vistan de negro, de modo que no exista elementos que distraigan la mirada a una pieza particular de vestuario, y de modo que tanto ellos como el equipo de profesores logren ver sus cuerpos en movimiento. Esta estrategia de algún modo intenta des-situar también los cuerpos sometidos a la publicidad.
“El simulacro del mensaje publicitario, en las infinitas formas que directa o indirectamente asume, es en realidad doble, material e inmaterial, corpórea y mental: modifica el cuero y el mundo en el que entidad corpórea y mate-rial se mueve para embaucar la mente y el alma” (Fumagalli, 2010, pg.172)
A modo de dato anecdótico, este taller, como se mencionó al inicio, no es entendido por los estudiantes desde una mirada racional en el momento en que lo vivencian, sin embargo se pudiese decir que hay un par de indicadores que dan cuenta de que este ejercicio fue internalizado por ellos. Este ejercicio es recordado por los estudiantes como uno de los mas especiales en su formación, una vez egresados, y por otro lado, al ser preguntados años después, cual era su movimiento, muchos de ellos lo recuerdan sin ninguna dificultad. Es mas bien el cuerpo el que recuerda al estar en estado activo.
5.2 Cuerpos vacíos
A partir de reconocer sus cuerpos, tomando las medidas de esto, y dando cuenta de estas en un molde de papel, se trazan con esas medidas volúmenes que son capaces de reproducir en un volumen abstracto, sus propios cuerpos. Hay ahí un primer ejercicio de validación de los cuerpos como volúmenes. Luego se desplegaron todos los cuerpos, 81 en aquella ocasión, en el salón de primer año, que con su negro suelo, era capaz de capturar en algún grado las siluetas que estos volúmenes recortaban sobre la luz. Al hacer este ejercicio, ocurren dos operaciones, un cuerpo vaciado de sentido es reproducido y desde ahí valorado, y un cuerpo vaciado de contenido se llena de sentido, toda vez que una vez valorado, se vuelve valido. El cuerpo vacío entonces es capaz de generar un espacio, no solo entre si y el salón, sino que entre si y su espacio interior.
5. 3 Casa de tela
El habitar como ejercicio de enraizamiento.
La casa, como se mencionó en un capitulo anterior, es aquel lugar que debería ser capaz de albergar la vida, sin embargo, como también se mencionó, las viviendas de origen rara vez cuentan con esa capacidad de dar cabida a tal vida. En este ejercicio se reprodujo una casa paradigmática de la arquitectura contemporánea, la casa en el huerto de ciruelos de la oficina japonesa Sanaa, a escala 1:1. Esta casa la llevamos de paseo por el Maule, en donde la experiencia de elevar la casa cada vez, y de situarla en un contexto cada vez distinto (Lago Colbún, Mariposas y Putú) en donde en cada ocasión la casa fue afectada y afectó al entorno que la recibió.
Con todas estas operaciones la casa dejó de ser un objeto en si misma, sino que mas bien se convirtió en un recipiente de afectos de los estudiantes, toda vez que era un producto salido desde sus manos el que cada vez era capaz de impactar a un paisaje, y por otro lado logro en cada lugar echar raíces, que fueron capturadas por sus retinas en cada ocasión. Esta casa, en tanto objeto no simbólico, logro en 4 semanas, convertirse en experiencia, en legado espacial, en relato, que en tanto estudiantes de arquitectura como cuerpos sensibles, se vieron impactados en su camino por venir. Esta experiencia valida también la idea de trayectividad expresada con Virilio (1997), en el sentido que el desplegar la casa en cada lugar, y el proceso de desplazamiento de ella por el territorio, incrementa la experiencia de el cuerpo por sobre el tiempo, arraigando la experiencia al territorio recorrido y desplegado.
5. 3 Obra de título
Se podría presentar como el ultimo ejercicio de resistencia hacia el sistema, desde dentro del sistema educacional, ya que pretende actuar fuera de los ámbitos de lo formal, de lo incluso legal. Este espacio de practica de insurgencia, pero desde el sistema educativo tradicional, es capaz de convocar al cuerpo de los habitantes y el del estudiante. Llevar arquitectura a donde no la hay, y a donde es muy poco probable que ella llegue, ya que se considera generalmente un objeto de consumo de la elite.
Este ejercicio que comienza en el año 2004 en la escuela de arquitectura, ha logrado cierta notoriedad nacional e internacional, ya que implementa un modelo que se ve difícil de implementar en otros lugares del mundo. Esto de debe a varios factores, uno de los factores clave a mi criterio es que en general estas pequeñas obras[10]son construidas en “terreno de nadie” pero que tienen alto impacto en las comunidades que las reciben. Se sitúan en general, en borde de caminos rurales, en bordes de canchas de futbol, adyacentes a algunas labores agrícolas etc., todos espacios en que ni el privado ni el publico tiene interés en intervenir. Sin embargo, existen comunidades que son capaces de organizarse y generar los apoyos necesarios para que están pequeñas obras se ejecuten, entendiendo en este acto un pequeño gesto de autonomía con respecto al sistema central. Este actuar fuera de los márgenes genera varios estados del cuerpo.
Estos cuerpos que llegan a la universidad disciplinados, bajo su propio sistema de poder (colegio, familia) según la línea de Foucault (1977), en este ejercicio esta relación de poder cambia de foco. En este espacio los estudiantes funcionan como delimitadores de las acciones de otros (usuarios), por lo tanto cambian de disciplinados a disciplinantes, es de algún modo capaz de crear su propio discurso cultural en vez de ser el modelado por tales discursos culturales y poderes disciplinarios (Blackman, 2008).
P.D. Este ejercicio genera, sin embargo, ciertas resistencia en algunas comunidades, que con un modelo que ha sido largamente dominado por un discurso patrimonialista abigarrado, y que operan en el territorio con estructuras patrimoniales que se han traspasado al Estado. (Tapia, 2010) ven con recelo el actuar de estos jóvenes, que no se dominan por los proceso autoritarios existentes (llámese: proceso permiso municipal, permiso de Dirección de Vialidad de Ministerio de Obras Publicas, etc.).
6. Conclusión
Se desprende de todo lo abordado anteriormente que los cuerpos han sufrido históricamente (al menos del 1800 en adelante) una separación entre el cuerpo sensible y el intelecto (proceso de eugenesia, estandarización y preparación de los cuerpos para el mercado laboral) que tiene varias consecuencias asociadas (Kraepelin (1913), Blackman(2008), Riobo et al (2019), Colomina,(2007)).
Los estudiantes que arriban al sistema de educación superior en Chile han sido testigos (y han experienciado) esas modificaciones. Se nos es entregado entonces a las aulas de clases estudiantes que en realidad presentan cuerpos sin lugar, sin tiempo y sin reconocimiento de “los otros”. Alienados del mundo (Virilio, 1997).
Serenidad, tiempo y pensar reflexivo son requerimientos con los que al parecer se pudiese volver a conectar el cuerpo como un todo (Heidegger, 2002).
El contexto en el que habitan estos estudiantes también pudiese ser un factor determinante en su desarrollo en desconexión de partes, por lo que se considera incidente el espacio en el que habitan con su desarrollo ya que estos espacios estarían fuertemente determinados por el racionalismo y la estandarización post guerras (Taige (2002), Evans (2002), Colomina (2007)).
Por lo anterior es que se intenta a través de diversos ejercicios académicos en su formación de arquitectos en la Universidad de Talca que esta vinculación se reponga, de modo de contar con profesionales integrales, capaces de realizar de manera correcta lo que la sociedad requiere de ellos, tanto como al servicio de la sociedad de consumo, como lideres de la vanguardia, que haga avanzar la disciplina en el tiempo bajo la mirada de Arendt (1996) acerca del conflicto que estaría desarrollado entre el artista, como individuo, y la sociedad de masas en la que está inserto. En el caso de los Arquitectos, deben pertenecer a ambos mundos. (vanguardia + sociedad de masas)
Se valora en los ejercicios académico el cuerpo y las experiencias que trae como motor de conexión entre el cuerpo sensible y el intelecto (Roman, 2012).
Eso que el cuerpo conoce tiene tanta validez como lo que el intelecto sabe. Ambos saberes son integrados como válidos. Se intenta con estos ejercicios devolver el tiempo, los saberes del cuerpo y la relación con los otros y con el entorno, para con estos valores reintegrar el cuerpo.
Referencias
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Notas
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