Artículos
Recepción: 01 Octubre 2022
Aprobación: 04 Enero 2023
Resumen: El objetivo de este trabajo es analizar la información codificada e inferida en la expresión de las relaciones espaciales estáticas no-angulares en qomlé’k/toba del oeste de Formosa. Se demuestra el énfasis en la codificación de la posición y orientación de la figura en los predicados locativos estáticos. El análisis se lleva a cabo desde la perspectiva de la tipología semántica, siguiendo, fundamentalmente, lo planteado en Levinson & Wilkins (2006) y Ameka & Levinson (2007). El corpus está compuesto por textos libres narrativos y datos recolectados mediante estímulos visuales como Topological Relations Picture Series (Bowerman & Pederson 1992) y Picture Series for Positional Verbs (Ameka et al. 1999) e imágenes seleccionadas (sobre todo, en lo que respecta a la orientación de figuras animadas). Este trabajo contribuye al conocimiento de la gramática del espacio en lenguas de la región del Gran Chaco y permite entablar un diálogo en perspectiva translingüística. En futuras investigaciones, se compararán los recursos gramaticales utilizados y las distinciones semánticas en los demás subdominios espaciales, y en lenguas genética y arealmente relacionadas.
Palabras clave: espacio, guaycurú, relaciones topológicas, Gran Chaco.
Abstract: The aim of this paper is to analyze the information encoded and inferred about non-angular static spatial relations in qomlé’k/toba of Western Formosa. An emphasis on the codification of the position and orientation of the figure in estatic locative predicates is demonstrated. The analysis is pursued from the semantic typological perspective following, mainly, Levinson & Wilkins (2006) and Ameka & Levinson (2007). The corpus is composed of narrative texts and data collected through visual elicitation stimuli such as Topological Relations Picture Series (Bowerman & Pederson 1992) and Picture Series for Positional Verbs (Ameka et al. 1999), and selected images (specially, in what regards the orientation of animate figures). This research contributes to increase the knowledge on the grammar of space in languages of the Gran Chaco region, and enables future crosslinguistic studies. In future researches, the grammatical resources used and the semantic distinctions made on other spatial subdomain and in genetically and areally related languages will be studied.
Keywords: space, Guaycuruan, topological relations, Gran Chaco.
1. Introducción
El dominio espacial es uno de los más importantes de la cognición humana y presenta una amplia diversidad en las formas de expresión y en las ideas que subyacen. Problemas no- espaciales tienden a ser convertidos en espaciales, como sostiente Levinson (2004, p.16), por ejemplo a través de diagramas, bosquejos, gráficos, o el uso cotidiano de metáforas espaciales (“pariente cercano”, “una larga espera”; “tonos altos y bajos”, “números altos y bajos”, etc.).
La tradición gráfica no es exclusiva de sociedades cuyas lenguas poseen un sistema de escritura estandarizado y mapas. Por ejemplo, Hoffmann (2011, p.252-253) plantea que, en los relatos mitológicos y en historias de vida en Jaminjung y Kriol, en Australia, los hablantes focalizan la mención de las travesías recorridas de modo tal que el orden espacial de los eventos puede predominar por sobre el orden temporal. De este modo, proporcionan lo que Klapproth (2004, p.69 en Hoffmann 2011, p.252) denomina “mapas orales del país”. A su vez, según Scalise Sugiyama (2019), un denominador común en las narraciones transmitidas entre grupos cazadores-recolectores que se refieren a la transformación de un ser animado o de sus posesiones en un objeto inanimado –como una montaña, por ejemplo– (transformer genre) el hecho de que no solo identifican y describen puntos de referencia (landmarks), sino también rutas de viaje, peligros y recursos ubicados en esas rutas (animales, plantas, agua, campamentos), características del terreno, y/o información acerca de los grupos que viven en dichos lugares.
El objetivo de este trabajo es analizar la información espacial codificada e inferida en la expresión de la posición y orientación estática en qomlé’k o toba del oeste de Formosa. Se demuestra el énfasis en la codificación de la posición y orientación de la figura en los predicados locativos estáticos. Los tobas del oeste de Formosa residen en la zona occidental del Chaco central, porción de la región del Gran Chaco delimitada por las cuencas del río Pilcomayo y Bermejo. Estos grupos son los tobas de Sombrero Negro, con quienes trabajó Alfred Métraux (1937a-b) en las primeras décadas del siglo XX, asentados en los alrededores de la Misión anglicana El Toba1. Actualmente, viven en los Departamentos Mataco y Bermejo de la actual provincia de Formosa (Argentina). Debido a recientes inundaciones en la zona, tuvo lugar un proceso de relocalización de las comunidades más hacia el sur del territorio de la propiedad comunitaria de la Asociación Civil Comlajépi naleua. Son un grupo de aproximadamente 1800 personas, se autodenominan qomléʔk y se consideran a sí mismos como “tobas”.
Este trabajo constituye una profundización, mediante el uso de estímulos visuales adicionales y un enfoque translingüístico, del análisis presentado en Carpio (2019). Los estudios previos sobre la locación estática en lenguas guaycurúes no son numerosos (Messineo & Klein 2007; Carrió 2011; Payne et al. 2018), pero en las gramáticas descriptivas se incluye información acerca de la morfosintaxis de los verbos posicionales y es posible observar diferencias en la flexión pronominal y la segmentación morfema a morfema (Carpio 2019, p. 46, 52-53).
El trabajo está organizado de la siguiente manera: en §2 se presenta el corpus con especial atención a los estímulos visuales utilizados, en §3 se incluye una descripción translingüística de los predicados que codifican relaciones topológicas, en §4 se analizan los predicados locativos estáticos en qomlé’k, y, por último, en §5 se incluyen reflexiones finales y líneas de investigación a futuro.
2. Corpus
Los datos analizados provienen de trabajo de campo, realizado en la comunidad qomlé’k de Vaca Perdida, mediante el uso de los estímulos visuales de elicitación Topological Relations Picture Series (TRPS) (Bowerman & Pederson 1992) y Picture Series for Positional Verbs (PSPV) (Ameka et al. 1999), imágenes seleccionadas (sobre todo, en lo que respecta a la orientación de figuras animadas), y textos libres narrativos.
El estímulo TRPS consiste en 71 dibujos, cada uno de los cuales contiene dos objetos, uno marcado con una flecha que indica la figura y el otro es el fondo. El hablante es consultado acerca de cómo se responde en su idioma a la pregunta ¿Dónde está X (objeto figura)? Los dibujos contrastan en una serie de dimensiones que se yuxtaponen parcialmente:
+/-soporte horizontal, +/-soporte vertical (suspendido (hanging)), +/-adhesión, +/-adhesión a un líquido o con masilla, +/-marca en la superficie, +/-criatura viviente sobre una superficie -horizontal, +/-acoplamiento de una figura saliente a un fondo, +/-acoplamiento mediante una cuerda, +/-circunvalación, +/-envoltura, +/-vestimenta/adorno, +/-plena contención, +/- contención parcial, +/-contención en líquido o masa, +/-contención en un límite que rodea,
+/-adhesión a través de perforación. +/-espacios negativos (agujeros, rajaduras), +/-no- contacto vertical, +/-detrás de, +/-enfrente de, +/-debajo de, +/-al lado.
El estímulo PSPV consta de 68 fotografías de objetos reales en las que se visualizan distintas relaciones topológicas entre una serie de figuras (pelota, botella, mandioca, porotos, palo, vasija, cuerda y tela) y fondos específicos (árbol, tierra/suelo, canasto, mesa, tronco de un árbol, piedra). Mediante la descripción de las fotografías se busca responder a la pregunta acerca de cómo representar lingüísticamente esas relaciones espaciales2.
Dado que se utilizaron los mismos estímulos visuales de elicitación, los capítulos que componen el libro Grammars of space (Levinson & Wilkins 2006) y los artículos que constituyen el dossier coordinado por Ameka & Levinson (2007) de la revista Linguistics (45-5/6), que se describen en §3, permiten establecer, un diálogo tipológico con el análisis realizado en qomlé’k.
3. Relaciones topológicas translingüísticamente
Como plantean Levinson & Wilkins (2006, p.15-22, p.513-519), dentro del dominio semántico del espacio, es posible establecer una primera gran distinción entre dos subdominios: estasis y kinesis. Dentro del subdominio estasis, distinguen dos tipos: i. no- angular o topología, cuando existe una coincidencia entre la figura y el fondo y se relacionan por proximidad, contacto o contención, y ii. angular, cuando no hay coincidencia entre figura y fondo por lo cual se torna pertinente saber en qué dirección respecto del fondo se encuentra la figura, es decir se recurre a sistemas de coordenadas o marcos de referencia. En el subdominio kinesis puede especificarse el movimiento deíctico, el movimiento para el logro de una meta, y/o la manera del movimiento. La variación puede observarse en cada uno de los subdominios en las distinciones conceptuales que se efectúan y en la manera en la que son expresadas en las lenguas. Por ejemplo, en inglés, se utiliza el mismo tipo de frases preposicionales en la descripción de la topología (in the bowl), los marcos de referencia (in front of the building) y el movimiento (into the building). Sin embargo, varias lenguas emplean sistemas gramaticales y léxicos distintos en los diferentes subdominios.
La tipología semántica se pregunta acerca de cuáles son las nociones o los parámetros semánticos utilizados para estructurar el dominio del espacio. Levinson & Wilkins (2006, p.513) sostienen que los patrones translingüísticos toman la forma de una jerarquía que determina escisiones en la codificación de las diferentes escenas espaciales pero no predice ni el tipo de codificación ni dónde ocurrirá la escisión en una lengua determinada. De este modo, las dimensiones de la izquierda de la jerarquía (Figura 1) favorecen un tratamiento locativo.
Levinson & Wilkins (2006, p.516, 526) describen un espacio semántico multidimensional en el que las escenas pueden diferenciarse de buenas escenas locativas y ser codificadas mediante otro tipo de construcciones. En este sentido, será pertinente analizar no solo el recurso a las construcciones locativas frente a otras construcciones en competencia sino también entre distintas opciones dentro de las primeras. Los autores sostienen que, en el subdominio topológico, no se detectó una codificación universal de las categorías de relación espacial ON o IN prototípicas. Sin embargo, la comparación controlada reveló que dicho subdominio constituye un espacio de similitud estructurado, repetidamente validado mediante diferentes tipos de distinciones lingüísticas. Debajo de esta similitud espacial parecen ocurrir nociones intensionales, ordenadas de las más generales a las más específicas, como: estasis, contacto, contención, posición vertical, contacto de superficie a superficie, adhesión, superficie de soporte horizontal.
Por su parte, Ameka & Levinson (2007) presentan la siguiente clasificación de los sistemas locativos, de acuerdo al número de verbos que distinguen (cuadro 1). La tipología de predicados locativos propuesta por los autores se basa en el hecho de que lenguas relacionadas genética, tipológica y/o arealmente pertenecen a distintos tipos en términos de predicación locativa. Por ejemplo, las lenguas mayas tzeltal (lengua de tipo multiverbal) y yucateco (lengua de un único verbo que utiliza un existencial como el predicado en la construcción locativa básica). Aún puede haber variación entre variedades de una misma lengua.
Tipo 0=sin verbo en la construcción locativa básica
Ameka & Levinson (2007, p. 855) plantean que ninguna lengua posee, como único medio para codificar enunciados locativos, las construcciones sin verbo. El recurso a estas últimas será favorecido en la descripción de situaciones estereotipadas. Como sucede, por ejemplo, según Dunn et al. (2007, p.875), en saliba (austronésica/oceánica occidental, Papua Nueva Guinea), donde mediante la construcción locativa básica simple se describe la locación canónica de la figura con respecto al fondo. En esta construcción no ocurre un predicado locativo sino la partícula presuposicional ede, la cual presenta la información precedente como dada, y la posposición general (locación, meta, fuente e instrumento) unai o udiyedi, singular o plural, respectivamente, según el número de la figura (1)-(2). No hay verbo existencial o cópula en esta lengua.
Con el fin de describir locaciones no canónicas, la construcción locativa básica es extendida, en saliba, a través de un nombre locativo, como por ejemplo dedekanane ‘al lado’ (3). Si se omite el nombre locativo, resulta la construcción locativa básica simple iya ede numa unai y se expresa una relación espacial canónica ‘en la casa del perro (kennel)’ y no ‘al lado de la casa del perro (kennel)’.
Cuando la figura es animada, es común recurrir, en saliba, a cláusulas con verbos posicionales como sentarse, pararse, acostarse o colgar (4). En las otras escenas de los estímulos visuales TRPS y PSPV, según Dunn et al. (2007), el uso de los verbos posicionales es marginal.
Cuando las cláusulas verbales son utilizadas para describir la locación de objetos inanimados, se prefiere el uso de verbos transitivos/causativos más que intransitivos. Por ejemplo, si una cláusula verbal es utilizada tiende a describir el acto de poner el objeto en la locación (5) más que el objeto estando en una locación. Esta última escena espacial es ejemplificada en (1).
Tipo I=un único verbo locativo
De acuerdo con Ameka & Levinson (2007, p.856), el uso de un único verbo locativo es una estrategia minoritaria en las lenguas del mundo. A menudo, este verbo tiende a convertirse en una cópula y suele derivar de verbos posturales o posicionales. Los autores distinguen dos subtipos:
Tipo Ia=cópula: por ejemplo, en tiriyó (caribe/taranoana, Brasil), ocurre una única cópula opcional nai (Dunn et al. 2007, Meira 2006) (6).
En esta lengua se recurre a modificadores adverbiales cuando se desea proporcionar más detalles a la construcción locativa. Algunos de estos modificadores están basados en verbos de postura: tamenje ‘enrollado’ (amemï ‘enrollar [tr.]’), tomoihtëe ‘colgado/colgando’ (amoihtë ‘colgar [tr.]’), tëkïïse ‘pegado/empastado’ (ekïkï ‘pegar (con adhesivo), empastar [tr.]’), tïpuukae ‘perforado’ (puuka ‘perforar [tr.]’) (7), tïkonkae ‘perforado’ (konka ‘perforar, pellizcar [tr.]’), tahpame ‘sentado’ (relacionado con tahpaka ‘sentar [tr.]’), sokame ‘parado’ (relacionado con sokahte¨ ‘parar (poner de pie) [tr.]’), tupae ‘yacer’, patëtëme ‘cruzado’; ‘retorcido’ (Dunn et.al. 2007, p. 878-879).
Tipo Ib=verbo locativo (+existencial): por ejemplo, en japonés (japonesa, Japón), Kita (2006, p.438-439) plantea que el verbo ser/estar en tiempo presente varía según el carácter animado o inanimado (a-ru) de la figura. Además, si la figura es animada se distinguen tres grados de honorificidad: iru (llano), irassharu (honorífico), y orimasu (humilde). Dicho verbo se utiliza en construcciones locativas, con orden de constituyentes: figura-fondo (8), y existenciales, con orden de constituyentes: fondo-figura. No ocurren en predicaciones nominales, como por ejemplo “Juan es maestro”, ni en proposiciones ecuativas, como por ejemplo “uno más uno es dos”, donde se recurre a la cópula da.
Siguiendo a Kita (2006, p.446), los nominales espaciales cumplen un rol muy importante en la codificación del espacio en japonés y expresan dominios tales como relaciones topológicas, deícticas y basadas en los marcos de referencia absoluto, relativo e intrínseco, proximidad, y dirección. Además, poseen extensiones metafóricas no-espaciales. En (8) se observa el uso del nominal espacial naka ‘en’, el cual se refiere a la región rodeada o (parcialmente) contenida por el fondo.
Tipo II=serie contrastiva pequeña (3-5) de verbos posicionales o de postura
Según Ameka & Levinson (2007, p.858-859), la serie pequeña de verbos locativos contrastivos, generalmente, se vincula a verbos de postura humana como sentarse, pararse, acostarse, yacer, pero también pueden incorporar posicionales menos antropomórficos como colgar. Su uso, generalmente, está condicionado por las propiedades geométricas abstractas del objeto figura (el sujeto del verbo). Se recurre al verbo “pararse”, cuando el eje largo es canónicamente vertical, “sentarse”, cuando no hay un eje principal o el objeto posee una amplia base en su posición canónica, “acostarse, yacer”, cuando el eje largo es canónicamente horizontal, y “colgar”, cuando no posee soporte por debajo.
Además, Ameka & Levinson (2007) sostienen que los verbos posicionales, generalmente, poseen un uso presuposicional, dado por una colocación por default del concepto nominal y posicional, ya sea por convención, o en el caso de los objetos físicos, por su posición canónica de acuerdo a la orientación estereotípica de los ejes, y un uso asertivo, el cual implica la elección de un posicional distinto al que ocurriría por default. Los autores distinguen dos subtipos:
Tipo IIa=verbos de postura: por ejemplo, en holandés (germánica, Países Bajos), van Staden et al. (2006, p. 496-498) plantean qye kis verbos staan 'pararse', liggen 'acostarse', y hangen 'colgar' son seleccionados según la postura de la figura. Es decir, i. cuando la base de la figura se encuentra en su contexto funcional y orientada verticalmente, se utilizan stann, ii. cuando el eje más largo de la figura no está orientado verticalmente, se recurre a liggen, y iii. cuando la figura está suspendida en el aire, se usa hangen. En cambio, el uso del verbo zitten ‘sentarse’ depende de la relación entre la figura y el fondo. Dicho verbo es utilizado para expresar relaciones de parte-todo entre figura y fondo cuando: i. la primera es un espacio negativo (como un agujero, por ejemplo), ii. se prioriza la unión entre la figura y el fondo por sobre aspectos específicos de la figura en sí misma, iii. se localizan partes corporales en el cuerpo mismo, iv. la figura se encuentra incrustada en el fondo o rodea al mismo, o v. está cumpliendo un rol en la locación. Además de los verbos posicionales, en las construcciones locativas en holandés, ocurren preposiciones, como se ilustra en (9)-(10).
IIb=verbos que indican el fondo en el que se encuentra la figura: por ejemplo, en tidore (papuana, Indonesia), van Staden (2007, p.955) plantea que el elemento verbal en las descripciones locativas estáticas expresa el espacio del fondo en el cual la figura puede ser encontrada en relación al centro deíctico. En este sentido, resulta relevante que la distancia entre el hablante y la figura/fondo no supere el alcance del brazo y que la figura sea visible. No solo en los verbos locativos sino también en las frases preposicionales y nominales espaciales de tidore se expresa información sobre el fondo (11).
Tipo III=serie amplia o ilimitada de verbos locativos (“disposicionales”)
Ameka & Levinson (2007, p.856-857) sostienen que “ecologías lingüísticas específicas” como la ausencia de una serie de adposiciones o casos locales pueden explicar el hecho de que la información topológica espacial se codifique en el verbo. Podría considerarse como una distribución complementaria de la codificación de información espacial. Las lenguas con construcciones locativas tipo III tienden a contener información muy específica sobre las propiedades del objeto figura y una fuerza asertiva acerca de la forma/disposición actual de la misma. La semántica de los verbos locativos en estas lenguas incluye dimensiones tales como: a. posición canónica vs. no canónica, b. grado de flexión de los objetos flexibles o articulados, c. propiedades volumétricas y axiales de los objetos (1D vs. 2D vs. 3D, sólidos vs. contenedores), d. figuras únicas vs. múltiples o de masa, es decir si el objeto figura es individuado. Por ejemplo, en tzeltal (maya, Yucatán), Brown (2006) explica que se enfatiza la especificación de la disposición de la figura en los verbos y solo existe una preposición (ta) que introduce, luego del verbo, adverbios instrumentales, de propósito, de manera, tiempo y lugar (12).
4. Análisis de los datos
Ante la pregunta acerca de cuánta información es codificada y cuánta es inferida en la expresión de la posición y orientación estática en qomlé’k, se observa, en los predicados locativos, un énfasis en la codificación de la posición, orientación y locación de la figura y una presuposición de un fondo determinado, a partir del sufijo locativo seleccionado (tipo I y tipo II, según requieran o no la presencia del co-nominal que codifica al fondo, respectivamente). Solo se codifica número del fondo en el verbo (cuadro 2).
La lengua no posee adposiciones ni marcación de caso. Cuenta con una construcción existencial afirmativa, pero la información acerca de la posición de la figura es expresada mediante verbos posicionales (13).
En §4.1 se describen las construcciones en las que ocurren predicados posicionales y en §4.2 los que expresan orientación de la figura.
4.1. Posición y locación de la figura
En el cuadro 3 se ilustra la estructura de los predicados locativos que expresan posición de la figura y uno de ellos, además orientación –aqapaɢáta ‘estar acostado/a boca abajo’. Las líneas punteadas indican el recurso a distintos tipos de índices pronominales verbales y, de acuerdo a sus compatibilidades con dichos índices, son presentadas las construcciones locativas en este apartado4. El sentido estativo de la construcción es brindado por el sufijo aspectual -ta ‘no-progresivo’.
4.1.1. -We ‘acostarse’ y -ne ‘sentarse’
Los verbos -we ‘acostarse’ y -ne ‘sentarse’ son compatibles con los índices pronominales tipo I resaltados en negrita en el cuadro 4. Constituyen una clase formal en la lengua estudiada en función de los índices pronominales con los que ocurren y las estrategias a través de las cuales son causativizados (Carpio 2016, 2019, 2021).
El uso de verbos posturales -ne ‘sentarse’ y -we ‘acostarse’, cuando se trata de una figura con lados identificables, depende de la zona de la misma que se encuentra en contacto con un fondo horizontal. Es decir, se selecciona -ne, si la base o las nalgas de la figura están en contacto con el fondo (14), y si es otro lado de la figura el que está en contacto con el fondo ocurre -we (15) (Carpio 2019).
4.1.2. -Pe ‘pisar’, -waɢá ‘inclinarse’ y -qapál ‘adherirse, abrazar’
Los verbos -pe ‘pisar’, -waɢá ‘inclinarse’ y -qapál ‘adherirse, abrazar’ son compatibles con los índices pronominales tipo I resaltados en negrita en el cuadro 5.
Cuando la figura es un ser humano que se encuentra de pie sobre el fondo, se selecciona el verbo -pe ‘pisar’ (16).
Cuando la figura se encuentra inclinada sobre el fondo, se recurre al verbo -waɢá ‘inclinarse’. Solo figuras en las que el largo supera al ancho y son rígidas, como por ejemplo, una caña (17), un palo (18), una escalera, un hierro, un poste, una mandioca, o un ser humano ocurren como sujetos de este verbo. La alternancia de los sufijos locativos -ʔot ‘debajo’ y - lege ‘sobre’, en (17)-(18), especifica aún más la relación entre la figura y el fondo puesto que da cuenta de si la primera se encuentra totalmente debajo del segundo o no, respectivamente.
Si la figura no es rígida, como por ejemplo una trozo de tela, aunque esté apoyada sobre el fondo no ocurre el verbo -waɢá ‘inclinarse’ sino el verbo postural -we ‘acostarse’ (19).
Cuando la figura se encuentra adherida al fondo se recurre al verbo -qapál ‘adherirse’, como en (20), al tratarse de una goma de mascar. Si la figura es un ser humano o un animal, este verbo se traduce al castellano como ‘abrazar’.
4.1.3. -Etaɢát ‘colgar’, -ehóq ‘clavar’, -aqapaɢáta ‘estar acostado/a boca abajo’ y - aɢatétaʔat ‘doblarse’
Los verbos -etaɢát ‘colgar’, -ehóq ‘clavar’, -aqapaɢáta ‘estar acostado/a boca abajo’ y - aɢatétaʔat ‘doblarse’ ocurren junto a los índices pronominales tipo II (cuadro 6), los cuales son utilizados junto a verbos transitivos e intransitivos en los cuales el participante agente se desvía del prototipo. Es decir, el argumento que es codificado como S o A a través de los índices pronominales tipo II es más bien un experimentante de la situación descripta por el verbo (Carpio 2012, p.124). En este sentido, cuando se responde a la pregunta ¿dónde está X? a través de los verbos -etaɢát ‘colgar’, -ehóq ‘clavar’, -aqapaɢáta ‘estar acostado/a boca abajo’ y -aɢatétaʔat ‘doblarse’ es posible que se haga referencia a que la locación de la figura en la escena descripta es el resultado de un evento previo en el que la figura y el fondo interactuaron8.
Cuando la figura se encuentra suspendida, sin soporte horizontal (hanging), se recurre al verbo -etaɢát ‘colgar’. Según los hablantes consultados, la figura “está como bailando en el aire, cuelga en el aire’. En (21) la cuerda se encuentra sobre la mesa y se recurre al verbo -we 'acostarse'; son las puntas de la misma las que cuelgan y su posición es expresada mediante el verbo netágaredañi 'cuelga'9.
Cuando una figura se encuentra insertada o clavada en el fondo se recurre al verbo - ehóq ‘clavar’. En lo que respecta a las características de la figura y el fondo, la primera debe tener la capacidad de hincar (palo, pincho, flecha, botella) y el fondo de ser hincado (suelo, tronco de árbol, manzana). En (22) la figura es una botella que está clavada en la tierra y se utiliza el verbo -ehóq ‘clavar’ junto al sufijo locativo -we ‘en medio de’. En cambio, en (23), se trata de una escena prototípica en la que un palo está clavado en el suelo y se recurre al mismo verbo pero junto al sufijo locativo tipo I -ñi ‘abajo’, el cual no requiere la codificación del co-nominal fondo, sino que se infiere que se trata del suelo.
Cuando seres animados, sobre todo animales10, se encuentran acostados boca abajo se selecciona el verbo -aqapaɢáta ‘estar acostado/a boca abajo’. En (24) se expresa la posición del gato respecto del techo a través del verbo de postura wetalége ‘está acostado sobre…’ y la disposición de su cuerpo respecto del fondo a través de naqpaɢátañi ‘está echado boca abajo’.
Cuando la figura es plegable, como una tela, se codifica su posición a través de la raíz de postura -we ‘acostarse’ y es posible especificar la disposición de la misma, si está plegada sobre sí misma, a través del verbo naɢatétaʔat ‘doblarse’ (25).
4.1.4. -Eqoɢók ‘atarse, enroscarse’
Cuando la figura es flexible, como por ejemplo una piola, y se encuentra enroscada en el fondo, se recurre al verbo -eqoɢók ‘atarse, enroscarse’ (26), el cual ocurre con los índices pronominales tipo III (cuadro 7). El uso de estos índices pronominales es poco frecuente en el corpus analizado. Se registró junto a verbos como lekochiyá ‘ayuda a alguien’, laponáʔt ‘acopia algo’, lapóhegem ‘amontona algo’, lekocháɢaget ‘facilita (algo) a alguien’, laháɢan ‘se ríe’, lodén ‘busca leña’ y lewótayi ‘se muere de repente’ (Carpio 2012, p.128-131).
A su vez, es posible describir esta misma escena a través de una construcción pasiva no-promocional (Carpio 2012, p.135-139), donde se presupone que alguien enroscó la piola en el tronco del árbol (27).
4.2. Orientación y locación de la figura
La orientación de la figura se torna relevante cuando se trata de entidades que poseen rasgos que pueden ser utilizados para codificar las locaciones (featured object), como por ejemplo, seres humanos, animales, botellas o vasijas. En el cuadro 8 se presentan los verbos que codifican orientación y locación de la figura registrados en el corpus analizado.
4.2.1. -ahó ‘ir de frente’
En qomlé’k, cuando la figura posee partes que pueden ser utilizadas para expresar con más precisión su locación (featured objects), como una botella, además de su posición – nétedayngi ‘están sentadas dentro de…’–, es posible especificar su orientación mediante, por ejemplo, el verbo dahótedañi ‘están boca abajo’ (28). El verbo -ahót ‘ir de frente’ ocurre junto a índices pronominales tipo I (cuadro 9) y II (cuadro 6).
En (29)-(30) se ilustra la codificación de la orientación de la figura cuando ésta difiere de la que canónicamente posee en su contexto funcional. Es decir, se explicita la orientación de la vasija cuando se encuentra boca abajo en (29). De lo contrario, solo se codifica su posición y se aclara que se encuentra arriba (del árbol) (30).
La orientación de los seres humanos o animales también puede ser codificada a través del verbo -ahó ‘ir de frente’ (31)12.
4.2.2. -etawóq ‘ir de espaldas’
A su vez, la orientación de una figura con partes identificables y potencialemente utilizables para especificar su posición, como una botella, puede ser expresada a través del verbo -etawóq ‘ir de espaldas’ (32)-(33). Este verbo ocurre con índices pronominales tipo II (cuadro 6).
5. Reflexiones finales
A partir de los datos analizados, es posible ubicar las construcciones locativas estáticas en qomlé’k entre los tipos 2 y 3 de la tipología propuesta por Ameka & Levinson (2007). Es decir, ocurre una serie de verbos en los que se prioriza la codificación de la posición y orientación de la figura. Se tiende a codificar en la cláusula los rasgos menos esperados en términos de la posición y orientación canónica de la figura de acuerdo a la orientación estereotípica de sus ejes o en su contexto funcional.
En la Figura 2 se sitúan los predicados que codifican posición (azul) y orientación (gris) de la figura detectados en el corpus analizado en las dimensiones que, translingüísticamente, describen la jerarquía de escisiones en la codificación de las diferentes escenas espaciales propuesta por Levinson & Wilkins (2006, p.513)
En futuros trabajos, se profundizará el estudio de los demás subdominios espaciales y se establecerán comparaciones con otras variedades de toba y lenguas genética y arealmente relacionadas.
Abreviaturas
3=tercera persona; 3A=sufijo absolutivo de tercera persona; 3E=prefijo ergativo de tercera persona; 3I, II, III=tercera persona tipo I, II, III; 3IPOS=poseedor de tercera persona indeterminada; AB=abajo; AD=adentro; ADH=adherido; AGT=agente; AL=alativo; ARRIB=arriba; ART=artículo; CL=clítico; COL=colectivo; COORD=coordinante; COP=cópula; DAC=demostrativo ‘acercándose’; DACOS=demostrativo ‘acostado’; DAT=dativo; DEB=debajo; DET=determinante; DIM=diminutivo; DPA=demostrativo ‘parado’; DPROX=demostrativo ‘próximo’; DSE=demostrativo ‘sentado’; EM=en medio de; ENDOF=endofórico; EXIST=existencial; EXOF=exofórico; F=femenino; GEN=genitivo; INTERR=interrogativo; LOC=locativo; NH=no humano; NPROG=no progresivo; PASNP=pasiva no promocional; PL=plural; POS=poseedor; PP=postposición; PRED=predicado;
PREP=preposición; PRS=presente; PRSUP=marcador presuposicional; RED=reduplicado; SG=singular; SOB=sobre; TOP=tópico.
Referencias bibliográficas
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Notas