Artículos
La acción comunitaria en los recursos paleontológicos de Pehuen Có, Buenos Aires (Argentina)
Community action in the paleontological resources of Pehuen Có, Buenos Aires (Argentina)
Pampa. Revista Interuniversitaria de Estudios Territoriales
Universidad Nacional del Litoral, Argentina
ISSN: 1669-3299
ISSN-e: 2314-0208
Periodicidad: Semestral
núm. 27, e0064, 2023
Recepción: 18 Abril 2021
Aprobación: 08 Noviembre 2022
Resumen: El turismo en muchas ocasiones resulta una oportunidad para promover el desarrollo local de los territorios, produciéndose procesos de patrimonialización y valoración de recursos. En torno a los recursos paleontológicos de Pehuen Có, se han desarrollado procesos territoriales que reflejan intereses diversos y relaciones asimétricas de poder y donde la comunidad local es fundamental al promover la patrimonialización mediante acciones guiadas por los principios de la lógica del don, en experiencias de la Economía Social y Solidaria. Es así que los mencionados recursos han sido activados como atractivos turísticos y reconocidos como patrimonio. El objetivo de la investigación consiste en analizar una acción concreta llevada a cabo por vecinos de Pehuen Có, en pos de contribuir a la puesta en valor de sus recursos paleontológicos. Metodológicamente, se plantea una revisión bibliográfica de la relación entre la lógica del don, el capital social, la Economía Social y Solidaria y los procesos de patrimonialización. Luego se trabaja con información primaria obtenida de una entrevista y se analizan las condiciones socio-ecológicas del territorio mediante una caracterización del mismo con datos recabados en un trabajo de campo.
Palabras clave: reciprocidad, lógica del don, patrimonio paleontológico.
Abstract: Tourism is often an opportunity to promote local development of territories, producing processes of patrimonialization and valuation of resources. Around the paleontological resources of Pehuen Có, territorial processes have developed that reflect diverse interests and asymmetric relations of power and where the local community is fundamental in promoting patrimonialization through actions guided by the principles of the logic of gift, in experiences of the Social and Solidarity Economy. Thus, the aforementioned have been activated as tourist attractions and recognized as heritage. The objective of the research is to analyze a concrete action carried out by residents of Pehuen Có, in order to contribute to the value of their paleontological resources. Methodologically, a bibliographical review of the relationship between the logic of gift, social capital, the Social and Solidarity Economy and the processes of patrimonialization is proposed. Then we work with primary information obtained from an interview and analyze the socio-ecological conditions of the territory through a characterization of it with data collected in a field work.
Keywords: reciprocity, logic of gift, paleontological heritage.
Introducción
La relación existente entre la actividad turística y el patrimonio no es contemporánea, dado que el mismo consiste en una de las principales motivaciones que poseen los turistas al momento de emprender un viaje. El turismo constituye una actividad que, en ciertos casos, resignifica el patrimonio a partir de procesos sociales de construcción de atractividad turística, que generan una dinamización del territorio a través del turismo (Galucci, Guerrero y Pacheco, 2020: 688).
Es por esto que en muchas ocasiones el turismo se convierte en una oportunidad que diferentes comunidades toman a fin de promover el desarrollo local de sus territorios. Por esto, se producen procesos de patrimonialización y valoración de recursos que pueden suscitar el interés de los turistas y visitantes. A través de los mismos, ciertos elementos son reconocidos como patrimonio y se les otorga un valor en un primer momento por parte de los residentes y luego, por parte de la sociedad en su conjunto que los reconoce como tal. Así, el patrimonio es construido, es decir, un recurso se transforma en patrimonio a través de un proceso de construcción social. Prats (1997, 2005) y García Canclini (2005) son referentes de esta perspectiva al analizar el patrimonio.
En los procesos de patrimonialización la relación entre el patrimonio y la comunidad (usos y apropiaciones) da lugar a numerosos conflictos, dado que existe una variedad de actores e intereses que se ponen en tensión, a lo cual se suma la puja por destinar recursos a diferentes usos y funciones que adquiere el patrimonio. En las últimas décadas ha cobrado importancia la dimensión económica de dichos bienes a través de los usos sociales de los mismos. Esta dimensión económica del patrimonio, la necesidad de su puesta en valor y la limitada participación del estado en algunos procesos ha dado lugar al desarrollo fructífero del campo de la Economía Social y Solidaria (ESS) en la activación patrimonial.
En el presente artículo, se hace mención a los recursos paleontológicos que se encuentran en el ambiente costero de Pehuen Có y que forman parte de la Reserva Geológica, Paleontológica y Arqueológica Pehuen Có - Monte Hermoso. Se trata de un invalorable patrimonio natural dado que son fósiles de seres que habitaron el área en la era Cenozoica.
Las primeras evidencias que señalan su existencia son relevadas por Charles Darwin (1921) quién publica sus documentos de viaje en el año 1932. En 1986, la Dra. Manera visualiza huellas paleontológicas que quedaron al descubierto luego de producirse una tormenta. A partir de allí, se han desarrollado procesos territoriales que reflejan intereses diversos y relaciones asimétricas de poder en torno a los mencionados. Es en estos procesos que la comunidad local juega un rol fundamental a la hora de promover la patrimonialización a través de acciones guiadas por los principios de cooperación, reciprocidad, solidaridad, haciéndose presente la lógica del don, dando lugar a la conformación de experiencia de la Economía Social y Solidaria.
El objetivo de la investigación consiste en analizar una acción concreta llevada a cabo por un grupo de vecinos de Pehuen Có, en pos de contribuir a la puesta en valor de sus recursos paleontológicos. Dicha acción abre camino a la ESS como economía alternativa, dado que las mismas buscan tanto la puesta en valor de los recursos paleontológicos de la villa balnearia, como un mayor desarrollo de la localidad.
El trabajo se estructura de la siguiente manera: luego de la introducción se presenta el marco teórico conceptual. Dicho marco analiza la relación entre la ESS, el capital social y la lógica del don. Seguidamente se construye la vinculación entre procesos de patrimonialización y ESS. Luego se define al patrimonio paleontológico y se presenta la metodología empleada en la investigación y se desarrolla el estudio de caso.
Marco teórico conceptual
Economía Social y Solidaria, lógica del don y capital social
Si bien la conceptualización de la ESS es actualmente un proceso en construcción Altschuleri y Pastore (2015:110) afirman que:
“La economía social y solidaria constituye un campo socioeconómico, simbólico y político en construcción y expansión en las últimas décadas. En efecto, tanto en Argentina como en otros países de América Latina se verifica una presencia creciente de la economía social en las prácticas sociales y los debates políticos y académicos, que se vincula también con distintas formas de concebir el desarrollo local o territorial. […]La expansión de la ESS surge como respuesta social ante las consecuencias de las transformaciones contemporáneas en el mundo del trabajo, el Estado y los mercados”.
Por su parte Caracciolo (2014) sostiene que la ESS incluye aquellas actividades cuyos integrantes se organizan para resolver de manera autogestiva sus necesidades y trabajan por un proyecto transformador equitativo, justo y sostenible para toda la sociedad.
De este modo, puede entenderse que la ESS es el conjunto de iniciativas socioeconómicas, formales o informales, individuales o colectivas, que priorizan la satisfacción de las necesidades de las personas por encima del lucro, actúan orientadas por valores como la equidad, la solidaridad, la sostenibilidad, la participación, la inclusión y el compromiso con la comunidad, y, también, son promotoras de cambio social.
Retomando a Altschuleri y Pastore (op. cit.) es posible afirmar que la ESS constituye un campo multidimensional (económico, simbólico y sociopolítico) de interacción y organización humana en torno a la reproducción de la vida y reconoce una diversidad de trayectorias socioeconómicas diferenciadas de las lógicas dominantes de la empresa lucrativa y la organización estatal. Así, la ESS abre camino a una economía alternativa que, en primer lugar, se orienta principalmente hacia la lógica del don y de la gratuidad, a partir de los cuales sustenta sus estrategias cooperativas y sus relaciones de intercambio, a diferencia de la lógica mercantil y de competencia (Camacho Laraña, 1996).
Carranza Barona (2013) también plantea que la ESS se sustenta en la lógica del don,[1] dado que es dicha lógica quien contribuye a entender varios comportamientos vinculados con la solidaridad, reciprocidad y redistribución en que se sustentan las estrategias y emprendimientos basados en redes de relaciones solidarias.
Según Carranza Barona (2013) el concepto del don es un paradigma adecuado para entender el ethos subyacente a este tipo de relaciones y permite describir los lazos y vínculos existentes en la ESS. Este concepto estructura las relaciones sociales, estableciendo vínculos y obligaciones dentro de la circulación de bienes (no solo materiales, sino también simbólicos y de conocimiento) a través de la triple obligación de “dar, recibir y devolver”,[2] la cual describe otro tipo de relaciones económicas, que no necesariamente corresponden a la utilidad económica, equilibrio o mercado. Así, el don no describe solamente la circulación de bienes, más bien permite estructurar las relaciones sociales en su conjunto. Así, bajo la forma de regalos supuestamente voluntarios, “[…] la entrega, recepción y devolución de los dones son elementos obligatorios y complementarios de un sistema total, en el cual no solo están en juego aspectos económicos, sino también aspectos simbólicos, relacionados con el honor y el prestigio individual, y donde la reproducción social está comprometida” (Carranza Barona, 2013:18). Siguiendo a Mauss (2009), la categoría de reciprocidad, presenta una paradoja porque se trata de participaciones libres y gratuitas, pero que, al mismo tiempo obligatorias e interesadas, instituyen la obligación de devolver lo que ha sido entregado como prestación.
Respecto a esta paradoja, Cea (2015:572) afirma
“Que un don, un regalo, es algo libre no nos es difícil de comprender, no obstante, en infinidad de situaciones de interacción social la presencia de un regalo, tanto su ofrecimiento como su aceptación, es considerado un acto obligado, de modo que no ofrecerlo o no aceptarlo se considera un signo de desinterés por la relación, de desconfianza, cuando no de abierta hostilidad. Y, sin embargo, la entrega y aceptación de los dones, de los regalos, no dejan de ser reconocidas por los agentes como actos libres en el sentido de voluntarios”.
Entonces, Mauss contribuye a ampliar el entendimiento del vínculo entre la economía y la sociedad, describiendo otro tipo de racionalidades y motivaciones en los procesos económicos y sociales (Calvo, 2016).
Esta forma de actuar basada en la solidaridad, reciprocidad y cooperación responde a otras lógicas que están más allá del llamado homo economicus que caracterizó la teoría económica neoclásica.
Otro concepto que ayuda a entender las relaciones de cooperación entre diferentes actores, es el de capital social. El desarrollo del concepto de capital social surge del área de la sociología y se debe fundamentalmente a los estudios de Bourdieu (1986), Coleman (1988), Putnam (1995), entre otros. Para Bourdieu (1986), el capital social se relaciona con la acumulación de recursos reales o potenciales que están unidos a una red de relaciones duraderas más o menos institucionalizadas de reconocimiento mutuo. Para Putnam (1995) el capital social es identificado con valores y actitudes comunitarias reflejadas en la existencia de cultura cívica. Asimismo, sostiene que el capital social se relaciona con las características de organización social, tales como la confianza, las normas y redes, las cuales pueden mejorar la eficiencia de la sociedad mediante la facilitación de las acciones coordinadas. Estas redes de relaciones solidarias se sustentan en comportamientos vinculados a la reciprocidad, la cooperación y la lógica del don, más que con la racionalidad descrita por el homo economicus.
Llegado a este punto es posible preguntarse ¿cuál es la relación entre ESS y el proceso de patrimonialización que puede gestarse en una localidad? Esta pregunta es clave en esta investigación dado que han sido experiencias de la ESS las que han posibilitado la puesta en valor del patrimonio paleontológico en la localidad de Pehuen Có. Es decir, es clave pensar en la relación entre los procesos de patrimonialización y la ESS.
Los procesos de patrimonialización y la Economía Social y Solidaria
El concepto de patrimonio es polisémico y puede ser abordado desde diferentes perspectivas teóricas. Desde un primer enfoque, la palabra patrimonio aparece asociada al concepto de herencia o legado, propiedad y pertenencia de ciertos objetos, donde los elementos son visualizados como recursos que se transfieren entre diferentes generaciones de forma inmutable (Pinassi, 2014). Sin embargo, una segunda perspectiva considera al patrimonio como una construcción social.
Desde este segundo enfoque se pone el acento en los procesos o mecanismos que llevan a definir, a sacralizar y preservar esos bienes patrimoniales. En este trabajo se entiende que los elementos reconocidos como patrimonio en un territorio precisan ser activados. En términos de Prats (2006), deben pasar por un proceso de selección, ordenación, interpretación y la formulación de discursos, que además de legitimarlos los sacralizan promoviendo su preservación y persistencia en el tiempo. Prats (2006) sostiene que: “…los procesos de activación del patrimonio dependen fundamentalmente de los poderes políticos. Sin embargo, estos poderes deben negociar con otros poderes fácticos y con la propia sociedad” (Prats, 2005:19-20). De esta manera, los recursos (en este caso paleontológicos) se transforman en atractivos y posteriormente en producto turístico “…mediante la sucesión de procesos de patrimonialización o asignación inducida de valor, considerando, además, aquellos posteriores de gestión de atractivos y comercialización” (Pinassi, 2017:53).
En la literatura se discute mayormente cómo se produce y quiénes llevan adelante la patrimonialización (Bonfil Batalla, 1999-2000; Prats, 2004; Roigé y Frigolé, 2011; Rotman, 2014; entre otros). Perez Winter (2016) afirma que, la patrimonialización como proceso es históricamente cambiante, dinámica y compleja.
Asimismo, es importante recordar que los procesos de legitimación requieren considerar que actualmente las pautas de valoración del patrimonio se han ampliado, cobrando mayor importancia su dimensión económica. Esta dimensión se torna relevante de la mano del valor de uso de bienes patrimoniales (García Canclini, 1999; Rojas, 2000; Throsby, 2001; Herrero Prieto; 2001; entre otros). El valor de uso es el valor que un bien tiene por su utilidad social y se deriva del uso que la sociedad hace de él. En este sentido puede mencionarse el uso turístico-recreativo como relevante, siendo el que ha dado lugar al turismo cultural (Pastor Alfonso, 2003).
En las últimas décadas, la necesidad de activación de los elementos patrimoniales en un territorio, la importancia de su dimensión económica y la limitada participación del estado en algunos territorios, junto a los cambios observados en el mundo del trabajo, han dado lugar al desarrollo fructífero del campo de la ESS en el proceso de patrimonialización. Así, las comunidades locales han cobrado importancia en la gestión de los elementos patrimoniales a través de experiencias de la ESS. En dichas experiencias son las comunidades que, a partir de redes de colaboración y cooperación, de manera autoconvocada y autogestionada se reúnen, definen acciones y donaciones que marcan el camino a seguir para la activación del patrimonio. Es por ello que el desarrollo de experiencias de la ESS en un territorio requiere de la existencia de capital social. Será necesario que las personas compartan ciertas características comunes y tengan motivación para cooperar o prestar ayuda en caso de necesidad; que puedan relacionarse tanto con individuos o grupos situados dentro como fuera de la comunidad, además de relacionarse con el sector científico y tecnológico y el sector público.
El patrimonio paleontológico
El patrimonio paleontológico y el geológico, forman parte del patrimonio natural que en palabras de Martínez (2008: 235)
“... involucra a todos los recursos naturales (formaciones rocosas, estructuras, formas, paisajes, yacimientos minerales y paleontológicos) que posean un valor científico, cultural, educativo, paisajístico y recreativo y cuyo contenido permita estudiar e interpretar la evolución de la historia geológica de la tierra”.
Por su parte, la Ley Nacional Nº 25.743 (26 de junio de 2003) que versa respecto a la protección del patrimonio arqueológico y paleontológico, en su artículo 2 define el patrimonio paleontológico como:
“los organismos o parte de organismos o indicios de la actividad vital de organismos que vivieron en el pasado geológico y toda concentración natural de fósiles en un cuerpo de roca o sedimentos expuestos en la superficie o situados en el subsuelo o bajo las aguas jurisdiccionales”.
En relación a los territorios que contienen elementos o patrimonio paleontológico, estos pueden convertirse en reservas o áreas protegidas, los cuales permiten la conservación de la biodiversidad natural, las actividades científicas y educativas y el desarrollo local sustentable a través de la realización de la actividad turística. El patrimonio paleontológico y su entorno constituyen un atractivo factible de ser utilizados para el turismo a través de visitas in situ (fósiles) o ex situ (museos).
El mencionado patrimonio puesto en valor puede utilizarse para un fin recreativo asociado a la educación formal y no formal. Por lo expuesto, y tal como lo afirman Encabo y Vejsberg (2002) resulta importante la conservación no sólo del recurso sino también del espacio que lo contiene, manteniendo su integridad debido a que son recursos naturales no renovables localizados en ambientes naturales frágiles con alta vulnerabilidad. Todo ello, se debe a las propias características intrínsecas del aprovechamiento paleontológico; salvaguardarlos en reservas contribuyen a conservarlos íntegramente a través de un proceso controlado.
El patrimonio paleontológico costero constituye un recurso no renovable que, si se degrada o destruye, es irrecuperable. El avance de construcciones en las áreas costeras, la débil protección legal y la inexistencia de una gestión integrada hacen peligrar su conservación.
En relación a la protección legal, resulta importante destacar que en algunas circunstancias las normativas que versan respecto al patrimonio, contribuyen a la gestión patrimonial de un determinado bien, mientras que, en otras, resultan el corolario de diversas demandas que surgen de la comunidad. Asimismo, algunas normas quedan desactualizadas, tal como lo afirman Conforti, Giacomasso y Endere (2021:79) debido a que “… mantienen vigentes concepciones tradicionales del patrimonio y, por lo tanto, se tornan incapaces de receptar y potenciar dinámicas comunitarias en las que se ponen en valor bienes, expresiones y lugares, que no son considerados en la normativa”.
Con referencia al patrimonio paleontológico de los municipios costeros del sudeste de la provincia de Buenos Aires, siguiendo a García y Veneziano (2016) puede decirse que dicho acervo, constituye uno de los recursos más interesantes y, a la vez, más amenazados por la creciente presión de turistas y visitantes sobre las costas. Además, los mismos forman parte del patrimonio territorial de localidades como Mar Chiquita, Gral. Pueyrredón, Gral. Alvarado, Lobería, Monte Hermoso y Coronel de Marina Leonardo Rosales. Es importante destacar que, la localidad bajo estudio en este trabajo pertenece al partido de esta última localidad.
Metodología
La investigación comienza con una exploración bibliográfica que permita la construcción del marco conceptual. Se parte de una indagación referente a la relación existente entre la lógica del don, el capital social y la Economía Social y Solidaria (ESS) y de la importancia de las experiencias de la ESS en los procesos de patrimonialización. De esta manera, se realiza una revisión bibliográfica de libros y artículos científicos y técnicos, específicos sobre el tema y páginas web.
La investigación empírica se aborda a través del enfoque cualitativo. Se lleva a cabo una entrevista a la Dra. Teresa Manera de Bianco, quién descubriera las huellas paleontológicas de la localidad en el año 1986, a fin de conocer cómo se ha desarrollado la iniciativa que se analiza en el presente estudio. Además, se realiza una revisión de artículos periodísticos para conocer la opinión de los vecinos (comerciantes y empresarios) que tuvieron un rol protagónico en el proceso de patrimonialización.
Cabe mencionar que queda pendiente para trabajos posteriores, la realización de entrevistas a residentes a fin de profundizar respecto a la participación de la comunidad en el proyecto.
Además, se efectúa un trabajo de campo en la villa balnearia a fin de obtener datos que contribuyan a realizar una caracterización del área de estudio y el análisis de las condiciones socio-ecológicas propias del territorio. Por lo tanto, se recorren los sitios relacionados con el patrimonio paleontológico (Reserva Natural, Sala de Interpretación Paleontológica y Plaza Benito Carrasco) así como los principales atractivos turísticos y la villa balnearia en general.
Por último, se lleva a cabo un análisis de la participación local respecto de los recursos paleontológicos y su valoración turística, analizando el proyecto que desarrollaron por iniciativa propia los vecinos para diversificar la oferta turística del balneario aportando valor al patrimonio paleontológico.
El proceso de patrimonialización de los recursos paleontológicos de Pehuen Có y la Economía Social y Solidaria
En este apartado, antes de analizar una experiencia autogestiva llevada a cabo por un grupo de comerciantes de la localidad de Pehuen Có a los fines de ampliar la valoración turística de los recursos paleontológicos de la localidad, se describe en forma sucinta las condiciones socio-ecológicas de la localidad y se detallan algunos hechos relevantes de su proceso de patrimonialización.
Breve caracterización de la localidad y de sus condiciones socio-ecológicas
Pehuen Có se localiza en la costa atlántica del sudoeste bonaerense y pertenece al partido de Coronel de Marina Leonardo Rosales. El ingreso a la villa se realiza por la Ruta Provincial N°113/2, la cual conecta con la Ruta Nacional N°3 (Figura 1).
Se emplaza en un plano irregular, posee todas sus calles sin asfaltar, fue fundado en 1948 y su nombre proviene de la lengua araucana que significa pino y agua. Las edificaciones no superan los tres pisos y las casas tienen jardín. Las calles se encuentran muy forestadas con pinos y eucaliptos. La zona céntrica y comercial es reducida. Posee 900 habitantes (Dirección de Turismo de Coronel Rosales, 2021) y se destaca la presencia de segundos residentes a los cuales se le suman los visitantes: alrededor de 20.000 personas diarias entre diciembre y marzo (Dirección de Turismo de Coronel Rosales, 2021); hay que considerar que la última temporada se desarrolló particularmente, dadas las restricciones relacionadas al COVID-19.
El clima es templado con una temperatura media anual de 14,6° C y la temperatura del agua del mar posee un promedio de 21° C. (Bustos et al., 2011).
La extensión de la playa es de 10 km de largo y 143 metros de ancho, en cuya parte alta se halla un grupo de dunas bajas y en la parte inferior, se constituye un yacimiento fosilífero (Bustos, 2012). Debajo de la playa arenosa se emplaza una plataforma arcillosa que posee huellas fósiles del pleistoceno las cuales quedan expuestas al bajar la marea. En las proximidades de la costa se observan médanos sin vegetar, médanos cubiertos por tamariscos (Tamarix gallica), acantilados artificiales y afloramientos de arena cementada (Calo et al., 1998; Bustos, 2012).
Los recursos paleontológicos de la localidad y su proceso de patrimonialización
Debajo de la playa arenosa de Pehuen Có, se emplaza una plataforma arcillosa que posee huellas fósiles con más de 12.000 años de antigüedad (pleistoceno tardío), momento en el que esta zona era un ambiente integrado por lagunas y llanuras siendo el hábitat de mega-mamíferos endémicos de América del Sur. Se han registrado hasta el momento, 24 especies de mamíferos y aves permitiendo conocer las condiciones paleoambientales del pasado geológico.
Las mencionadas huellas fueron avistadas por primera vez por Charles Darwin quién visitó el área en los años 1832 y 1833 y halló restos fósiles de megaterios. A partir de allí, sucesivas investigaciones (Aramayo y Manera de Bianco, 1987; 1996; Manera de Bianco y Aramayo, 2004; Manera de Bianco et al, 2005) han manifestado la riqueza e importancia paleontológica del sitio.
A fines del año 1986, la Dra. Teresa Manera de Bianco divisó luego de producida una tormenta, una plataforma de rocas sedimentarias surgida en la parte media y alta de la playa constituyendo extensas capas escalonadas desgastadas por el mar, que se descubren o cubren con arena, según la voluntad de los vientos.
Desde el descubrimiento del yacimiento que contiene los recursos paleontológicos y durante un período de 150 años, se decide no divulgar públicamente su existencia priorizando la valoración científica del mismo ("extraído el dato a los fines de evaluación", 2021). A partir de la década del 90, se comienza su difusión a través de los medios de comunicación y se crea la Ley Provincial Nº 10.959 que establece los límites del yacimiento, el área a considerar y los organismos que están a cargo de su gestión.
En el año 2004, Manera recibe el Premio Rolex a la Iniciativa presentando un proyecto destinado a realizar moldes de las huellas fósiles presentes en el yacimiento que actualmente pueden visitarse en la Sala de Interpretación Florentino Ameghino de Pehuen Có. La repercusión de esta premiación impacta a nivel provincial, nacional e internacional en los medios de comunicación y en el ámbito científico.
En el año 2005 se declara Reserva Geológica, Paleontológica y Arqueológica Provincial Pehuén Co-Monte Hermoso a través de la Ley Provincial Nº 13.394 siendo la autoridad de administración el Organismo para el Desarrollo Sostenible (OPDS) en coordinación con la Municipalidad de Coronel Rosales y el Municipio de Monte Hermoso. La reserva se encuentra dividida en tres áreas las cuales se visualizan en la tabla 1.
A mediados del año 2009, las autoridades del Museo Darwin con el apoyo del OPDS, presentan un proyecto ante la UNESCO para incluir a la reserva en la lista tentativa de sitios considerados a la nominación como Patrimonio de la Humanidad (Perillo et al., 2014) ya que es la primera y única de este tipo al poseer como objetivo el cuidado de los recursos paleontológicos, arqueológicos y geológicos, y en el año 2012, queda incluida en la lista indicativa.
En el 2012, la Cámara de Diputados de la Nación la declaró Reserva Geológica, Paleontológica y Arqueológica Provincial Pehuen Có - Monte Hermoso mediante la Resolución N° 6.655 por su importancia científica y cultural por las reiteradas amenazas de la acción del hombre y del clima. Posteriormente, en el año 2015 fue declarada mediante la Ley Nacional Nº 27.220, como Lugar Histórico Nacional quedando bajo la tutela de la Comisión Nacional de Monumentos, de Lugares y de Bienes Históricos.
Es entonces a partir del año 2016, que “comienzan a generarse acciones articuladas entre el sector público y privado para promover la atractividad del yacimiento e indirectamente, generar beneficios económicos locales” (Manera, 2021). Se apuntó a incrementar la demanda gracias a la promoción de atractivos complementarios al de sol y playa relacionados al turismo paleontológico.
Un estudio realizado entre 2019-2020 determinó a partir de la realización de encuestas online a los residentes de la localidad pehuenquina reveló que el 43% de los encuestados considera a la Reserva Provincial Pehuen Có – Monte Hermoso extremadamente importante, resaltando su relevancia como atractivo turístico (Cadirola, 2020).
Finalmente, y a modo de resumen para el caso analizado, puede decirse que un elemento natural (vestigios paleontológicos) es valorado tanto por la comunidad como por los visitantes generando un desplazamiento hacia la localidad balnearia Pehuen Có, convirtiéndose en un atractivo turístico (Figura 2).
La creación del parque temático en la Plaza Carrasco: Una experiencia de la Economía Social y Solidaria
La Plaza Carrasco está localizada en un lugar estratégico de Pehuen Có, en ella se propuso la creación de un parque temático paleontológico impulsada por vecinos de la localidad balnearia, comerciantes y representantes de la sociedad de fomento, el Municipio de Coronel Rosales, el Museo de Ciencias Naturales Carlos Darwin, la Dirección de Turismo y la Delegación Municipal Pehuen Có, junto a legisladores provinciales, FUNDASUR, y la Universidad Nacional del Sur.
Así, de manera autoconvocada y autogestionada un grupo de comerciantes y empresarios locales, en el año 2016 se reunieron para llevar adelante la iniciativa de conformar el parque temático en la plaza principal del balneario, lo que le proporciona a la localidad un nuevo espacio de interés relacionado al turismo paleontológico representando, además, una propuesta que permite descomprimir la carga de visitantes en la reserva y observar las réplicas de las huellas. Estas acciones promueven la concientización sobre la importancia histórica y cultural del yacimiento, participando en su conservación y generando sentido de pertenencia.
El proyecto consta de diversas etapas de implementación, la primera radicó en la instalación de 5 réplicas a escala de real de animales que habitaron la zona, denominados “megafauna” dado su gran tamaño. Es así que, con el aporte de los profesionales del Museo de Ciencias Naturales de Punta Alta, de la Sala de Interpretación Paleontológica “Florentino Ameghino” de Pehuen Có y la conformación de un fondo aportado por los comerciantes de $200.000, se encargó la construcción de la primera réplica: un Megaterio (2016) a Fernando Cárdenas, experimentado escultor de dinosaurios. Simultáneamente se creó una imagen del proyecto, ideada “Ad honorem” por el diseñador gráfico Leandro Di Giacomo y lanzaron “Pehuen Có, Cuna de Megaterios” como marca de un producto que busca consolidar una nueva imagen para la promoción de la villa (Figura 3).
Con el correr de los años se han ido incorporando más réplicas de animales tales como, Gliptodonte (2018) que también estuvo financiado en un 100% por los comerciantes pehuenquinos, Tigre dientes de sable (2019), Macrauquenia (2019) y Notiomastodonte (2020) (Figura 4) y cuya financiación también contó con aportes del Fondo Nacional de Ciencia y Tecnología (FONCyT) gestionados por Fundación del sur para el desarrollo tecnológico (FUNDASUR), del Municipio de Coronel Rosales y de la Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires.
Otra etapa, que actualmente se encuentra en desarrollo, implica, por un lado, la creación del ambiente con vegetación nativa que fue entregada por el Vivero Municipal de Pehuen Có y recolectado de los alrededores de la ciudad de Punta Alta y, por otro, la recreación de una laguna seca con huellas tomadas de las originales que se emplazan en la costa de la localidad. También se trazará un sendero y se colocará cartelería con códigos QR lo cual permitirá acceder a la información de cada animal.
Representando a los propietarios de comercios y empresas de la localidad de Pehuen Có, se puede mencionar a Marcelo Ravasio y a Marta Buide quienes afirmaron durante la presentación del proyecto “Pehuen Có Cuna de Megaterios”: “Somos vecinos de toda la vida de Pehuen Có y nos desarrollamos allí, apostando constantemente para su crecimiento, sabemos la importancia que tiene nuestra reserva paleontológica y buscamos contribuir; ayudar con un proyecto que consideramos será exitoso” (Buide y Ravasio, 2016).
De la entrevista realizada a la Dra. Manera se desprende que: “la población local comenzó a participar en la gestión y conservación del patrimonio paleontológico cuando observaron la oportunidad de dinamización económica local gracias a una mayor afluencia de visitantes y turistas” (Manera, 2021).
Aquí lo destacable e importante es la unión producida entre los comerciantes para alcanzar un crecimiento comunitario. Teresa Manera, (directora del proyecto), lo resalta considerando muy importante el compromiso con éste aspecto de Pehuen Có, ya que, “por fin es toda la comunidad que se suma a una iniciativa” (Manera, 2021).
Conclusiones
Las actividades llevadas a cabo por la comunidad local en post de avanzar en el proceso de patrimonialización de los recursos paleontológicos tienen como actor principal a la Dra. Manera quien recibe el apoyo del OPDS, del municipio de Coronel Rosales y de instituciones culturales locales como el Museo Darwin, la Sociedad de Fomento, además de instituciones educativas y científicas como la Universidad Nacional del Sur.
Los procesos de patrimonialización y valoración de los recursos impulsados por la comunidad de Pehuen Có, se desarrollan a través de acciones guiadas por los principios de cooperación, reciprocidad, y solidaridad, haciéndose presente la lógica del don la cual puede ayudar a entender las pautas relacionadas con el intercambio, reciprocidad y redistribución, considerando que la misma está en la base de la ESS (Carranza Barona, 2013). Además, la red de relaciones conformada para lograr la activación patrimonial, da cuenta de la existencia de capital social.
En los primeros momentos del proceso de patrimonialización y/o activación de los recursos, la participación de la comunidad local fue escasa. En una segunda etapa, los comerciantes se suman a la activación patrimonial. Así, de manera autoconvocada y autogestiva se reúnen, conforman un fondo solidario para la realización de un parque temático en la plaza Carrasco.
Es importante resaltar la conformación del fondo común (donación) que por propia iniciativa fue realizado por los comerciantes de Pehuen Có para ejecutar el proyecto de constituir un parque temático en la plaza Carrasco financiando en un 100% las dos primeras esculturas y aportando parte del dinero para las restantes, propiciando de esta forma la promoción de un desarrollo mancomunado, lo cual se corresponde con el concepto de reciprocidad. Además, puede decirse que esta experiencia se convierte en una iniciativa empresarial solidaria basada en una nueva lógica económica, en la que se alían tanto la cooperación como la búsqueda de crecimiento y desarrollo de la localidad. Como afirma Gaiger (1999) estas iniciativas se insertan en una realidad más amplia, relativa al desarrollo de una economía alternativa, en la que coexisten diversos actores y se superponen interacciones a diferente escala.
Esta experiencia da cuenta de la importancia de “otras economías”, como alternativa para la movilización y gestión de recursos propiciando el desarrollo local.
Asimismo, puede destacarse que diversas acciones implementadas en pos de la preservación de la reserva, han producido efectos positivos y negativos provocando rechazo en ciertos sectores de los pobladores hacia los resultados científicos obtenidos sobre los fósiles encontrados. De manera general, ciertos habitantes y visitantes no aceptan la normativa existente que prohíbe el tránsito vehicular por la reserva. Con el transcurso del tiempo, la postura de los pobladores y visitantes fue cambiando en forma favorable respecto a la puesta en valor turístico del recurso
Finalmente, puede decirse que la participación de la población local resulta imprescindible para la puesta en valor de los recursos paleontológicos presentes en el territorio estudiado, a fin de que, desde sus conocimientos vivenciales, contribuya a convertir el recurso en un atractivo real a partir del turismo paleontológico, cultural y educativo.
Es necesario, que las condiciones ecológicas, sociales e históricas, se enlacen como potenciadoras de un turismo gestionado por la comunidad local, quienes serán los principales beneficiarios consiguiendo incrementar sus ingresos y la protección de los recursos de los cuales son usuarios directos.
En su investigación realizada en Pehuen Có Fucile (2008: 105) advierte que resulta … “trascendental la participación de la comunidad local y de todos los actores implicados en el sistema turístico, en la creación de una conciencia conservacionista, lo que permitirá el desarrollo de un turismo sustentable y respetuoso de los recursos patrimoniales”.
Por lo expuesto, la actividad turística en Pehuen Có, considerando una perspectiva a futuro, dependerá de la capacidad de lograr un trabajo aunado en pos del desarrollo de un turismo respetuoso del medio natural y cultural.
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Notas