Secciones
Referencias
Resumen
Servicios
Descargas
HTML
ePub
PDF
Buscar
Fuente


HÁBITOS SOBRE CONSUMO RESPONSABLE EN ESTUDIANTES DE UNA UNIVERSIDAD DE LA REGIÓN DE LAMBAYEQUE
RESPONSIBLE CONSUMPTION HABITS IN STUDENTS AT A UNIVERSITY IN THE LAMBAYEQUE REGION
HACEDOR, vol. 6, núm. 1, pp. 37-51, 2022
Universidad Señor de Sipán

Artículos científicos

HACEDOR
Universidad Señor de Sipán, Perú
ISSN: 2520-0747
ISSN-e: 2520-0747
Periodicidad: Semestral
vol. 6, núm. 1, 2022

Recepción: 13 Febrero 2022

Aprobación: 27 Abril 2022

Autor de correspondencia: antenorv@crece.uss.edu.pe


Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional.

Resumen: La investigación tuvo como objetivo determinar el nivel de hábitos sobre consumo responsable en estudiantes de una universidad en la Región de Lambayeque. Para ello, se utilizó un diseño no experimental, empleando la encuesta como técnica y el instrumento cuestionario de preguntas. La metodología se basó en encuestar en forma aleatoria simple no estratificada de acuerdo con el interés de los investigadores en una sola oportunidad a 220 estudiantes que pertenecen al primer ciclo académico 2021-II de la universidad Señor de Sipán. Llegando a obtener resultados donde se evidencian el bajo nivel del consumo responsable por parte de los estudiantes universitarios participantes, donde se puede concluir el rol que juega la universidad para mejorar el nivel de hábitos de consumo en los estudiantes universitarios, donde sirvan de ejemplo a las demás personas de su entorno sobre buenos hábitos de consumo responsable.

Palabras clave: hábitos, responsabilidad, consumo, sostenibilidad, valores.

Abstract: The objective of the research was to determine the level of responsible consumption habits in students of a university in the Lambayeque Region. For this, a non-experimental design was used, using the survey as a technique and the question questionnaire instrument. The methodology was based on surveying 220 students belonging to the first academic cycle 2021-II of the Señor de Sipán University in a simple non-stratified random way according to the researchers' interest. Obtaining results where the low level of responsible consumption is evidenced by the participating university students, where the role that the university plays to improve the level of consumption habits in university students can be concluded, where they serve as an example to the other people in their environment about good habits of responsible consumption.

Keywords: habits, responsibility, consumption, sustainability, values.

1. Introducción

Las últimas décadas de la historia de la humanidad está marcada por una serie de preocupaciones por el cuidado del planeta, ante la creciente pérdida de la biodiversidad y la destrucción planetaria en general; inducida por el hiper consumo del hombre que debido a una falta de conciencia ambiental conlleva al uso irresponsable de las materias primas que posee el planeta tierra y la acumulación de residuos sólidos que genera esta actividad.

Volpp y Loewenstein (2020) ante ello las actividades del hombre deben estar orientadas y guiadas por la práctica de valores, donde el consumidor se informe para realizar un consumo pensando no en el estatus social, sino en el cuidado del medio ambiente, satisfaciendo las necesidades de una manera coherente, sin hacer discriminación a otras personas que no lo pueden adquirir y terminan en el hambre y la miseria. Pero ¿qué se entiende por formación de hábito? la formación de hábitos generalmente ha seguido una fórmula específica: inducir a alguien a cambiar su comportamiento durante un período de tiempo; La persistencia del comportamiento se toma como evidencia de que se ha formado un hábito.

Por tanto Gardner (2015) afirma que los hábitos desde la psicología suelen definirse como conductas activadas automáticamente por señales ambientales recurrentes, y se considera que normalmente se forman a través de conductas repetitivas y asociaciones de estímulo-respuesta aprendidas. Una vez que se desarrollan los hábitos, las personas toman acciones sin una decisión consciente de hacerlo y sin que el comportamiento esté motivado

Según Folwarczny y Otterbring (2021) consumo responsable es la capacidad de producción y consumo de bienes o servicios siendo responsables con las necesidades, el cual se convierte en sinónimo de desarrollo sostenible, donde todos los habitantes del planeta presente y futuras salen beneficiados, al controlar el consumo irresponsable. El consumo responsable permite incentivar el uso eficiente de los recursos, disminuir la contaminación y mejorar la calidad de vida de las personas, gracias a un consumo consciente. Para cumplir con la Agenda 2030, hay que avanzar en los 17 objetivos de desarrollo sostenible (ODS). Precisamente, el objetivo número 12, trata de mejorar y difundir los modelos de producción y consumo responsables.

En la actualidad se está incrementando a nivel mundial el fenómeno del consumismo debido al mejoramiento del poder adquisitivo, ante ello para poder hacer mejor el uso eficiente de los recursos naturales se debe modificar ciertos hábitos de consumo el cual no se está realizando de manera responsable, para ello se tiene que modificar patrones de conducta y se puede empezar desde la casa y a nivel del sector educativo el cual juegan un rol protagónico en l formación de las personas.

Por ello Alae-Carew, Green, Et al. (2021) afirman que ahora en día los consumidores responsables demandan más compromiso ético, donde prime la trasparencia en las acciones tanto de la empresa que lo produce y de la persona que las consume, para lograr generar el equilibrio de sostenibilidad, donde no se vulnere al planeta ni a los derechos del trabajador. Motivara a las personas para que realicen un consumo responsable, se necesita que lo perciban a la naturaleza como parte de sí mismas.

Donde se valore que sin la naturaleza sería imposible la supervivencia de la especie humana, para ello se necesita un trabajo multidisciplinario, que se puede partir de la familia, instituciones educativas, medios de comunicación y otras instituciones donde se sumen al trabajo de concientizar a las personas a cuidar mejor al planeta mediante un consumo responsable, donde se consuma solamente lo necesario. Para ello se necesita cambiar patrones de conducta, hábitos y valores.

En la actualidad la sociedad se enfrenta a cambios acelerados en todos los niveles de la vida del hombre. Por ende, las instituciones educativas entre ellas la universidad juega un rol protagónico. Aportando a toda la comunidad universitaria un enfoque multidisciplinario, donde el estudiante, docente, administrativo, y engrasado desarrollen competencias para pasar de ser un consumidor a consumidor responsable con conciencia ambiental.

En tanto Mason y Pauluzzo (2022) afirma que trabajar con los estudiantes universitarios sobre consumo responsable, se ha convertido en un factor clave, porque los conocimientos adquiridos tienden a quedarse con los jóvenes, están más abiertos a aceptar nuevas ideas y luego las pasarán a la siguiente generación. Abordar los problemas de sostenibilidad a través de las universidades es importante en términos de educación, investigación y participación comunitaria, ya que la aplicación de soluciones a través de los sistemas de educación superior podrá proporcionar un efecto duradero para el cuidado del medio ambiente y la sociedad.

Por consiguiente se debe no solo considerar a la comunidad interna sino también a la sociedad, es posible promover asociaciones transdisciplinarias que producirán cambios mayoritariamente positivos para todos los involucrados. Se ha encontrado que la participación de todas las partes interesadas es muy relevante para obtener valiosos conocimientos de primera mano, enfrentar desafíos y producir hallazgos importantes que faciliten las transiciones hacia un futuro más sostenible. Los jóvenes universitarios son parte de una sociedad y el cambio de paradigmas sobre el consumo responsable debe darse a nivel interno y eterno de la universidad.

Según Alae-Carew, Green, Et al. (2021) afirman que existe evidencia donde el sistema alimentario y patrones de consumo a nivel mundial son insostenibles para la salud humana y planetaria. El sistema alimentario es responsable de aproximadamente el 21% - 37% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero (GEI) y la agricultura representa alrededor del 70% del uso de agua dulce a nivel mundial, el cual si no se realiza un consumo alimentario responsable a tiempo se puede destruir al planeta de una manera más acelerada de la que se está dando.

Con el ritmo creciente de la degradación ambiental, el cambio climático y las crisis resultantes, es cada vez más urgente que las personas transformen su comportamiento de consumo para que sean más sostenibles para garantizar condiciones de vida seguras y saludables para las generaciones actuales y futuras. Sin embargo, la mayoría de la gente todavía parece considerar que la economía está relacionada principalmente con la producción y el consumo de productos físicos, a pesar de que los investigadores han demostrado que los seres humanos consumen productos y utilizan los servicios más rápido de lo que el ecosistema natural puede regenerar, procesar o reciclar. La cultura de consumo actual debe cambiar para permitir la transición a una economía circular, donde se garantice cuidar al planeta mediante un consumo responsable a nivel global.

El comportamiento de consumo responsable es un comportamiento ambiental de la esfera privada con consecuencias ambientales directas. La conducta de consumo responsable a menudo se asocia con acción de consumo proambiental, que es un aspecto del comportamiento de las personas que ayuda a reducir su impacto negativo en el medio ambiente. Según Saari, Damberg, Frömbling (2021) indican que el comportamiento proambiental es el cómo un conjunto de actividades responsables de consumo que causa un daño mínimo y por ende es beneficioso para el medio ambiente. Además, se ha destacado que el conocimiento y la conciencia de los problemas ambientales tienen una influencia importante en el comportamiento del consumo responsable.

En este contexto, el conocimiento ambiental incluye información no solo sobre los impactos negativos de los problemas ambientales, sino también sobre posibles estrategias de mitigación y acción correctiva, y da forma a las actitudes e intenciones de las personas. En estudios recientes, se ha encontrado que el conocimiento ambiental tiene un impacto indirecto sobre la intención de las personas de participar en los esfuerzos de conservación

La importancia del conocimiento ambiental se ha destacado el cambio en el comportamiento de consumo insostenible de las personas. Según Saari, Damberg, Frömbling (2021) afirman que el conocimiento científico ambiental se considera crucial para cambiar activamente el comportamiento de consumo, así mismo las personas con más conocimiento de los temas ambientales tienden a mostrar una actitud más positiva hacia el medio ambiente

Toda nueva información que los individuos adquieran sobre el estado del medio puede impactar en sus conocimientos, lo que, a su vez, puede llevarlos a cuestionar y transformar sus estilos de vida; y así también tener un impacto en su comportamiento definen la preocupación ambiental con referencia a la orientación de valor general hacia el medio ambiente natural, el nivel de preocupación por el futuro del medio ambiente y la forma en que el progreso humano está dañando el medio ambiente.

Aunque la preocupación por el medio ambiente está creciendo entre los consumidores, los estudios no han demostrado directamente que las personas estén dispuestas a sacrificar más por el medio ambiente, pero podría, no obstante, aumentar su intención de comportamiento. La preocupación por el medio ambiente se asocia típicamente con un comportamiento de consumo sostenible, la voluntad de sacrificar o pagar un precio superior por productos más sostenibles. Ningún científico o investigador de la sostenibilidad niega que el desarrollo sostenible depende de lograr un consumo y una producción responsable, sin embargo, los investigadores y profesionales de la comunicación han luchado con la naturaleza compleja y sistémica del consumo responsable, convirtiéndolo en una tarea muy difícil donde las personas cambien de verdad.

Según Folwarczny y Otterbring (2021) afirman que el progreso económico ha mejorado los niveles de vida en muchos países durante las últimas décadas. Paralelamente, la actividad humana ha tenido efectos perjudiciales sobre el medio ambiente y ha contribuido a una amplia gama de problemas de salud pública. Más del 90% de las personas en todo el mundo respiran aire que supera los límites establecidos por la Organización Mundial de la Salud, y la contaminación del aire ambiente provoca más de 4 millones de muertes prematuras al año (OMS, 2018). Ante ello se sugiere que se deben cambiar los hábitos, por las del consumo responsable, el cual permite ser garantía de supervivencia para las futuras generaciones.

En un mercado cada vez más global y virtual, los productores responden a las preferencias cambiantes de los consumidores y reconocen los hábitos de compra de los consumidores. Por ejemplo, la preferencia del consumidor por los productos de conveniencia empuja a los fabricantes a crear productos que se adapten a este estilo de vida. Los artículos de un solo uso, los productos instantáneos y la moda rápida comprenden algunos de los productos que alimentan una sociedad de usar y tirar y tienen un impacto negativo en el uso de recursos y la generación de desechos. Estas preferencias y tendencias materialistas del consumidor acortan la utilización del producto y el ciclo de vida, e ilustran el desprecio por el principio de reducción-reutilización-reciclaje en esta economía lineal catalizada por la cultura del consumo y falta de responsabilidad a nivel de consumo responsable.

Por ello según Chiu, Aviso y Baquillas (2020) donde indican que muchos estudios también analizan los factores impulsores y motivadores del comportamiento de consumo de los clústeres individuales y colectivos. Factores internos, relacionados con variables demográficas: es decir, edad, género, estado civil y capacidad financiera y psicológicas como por ejemplo actitudes, creencias y normas subjetivas, así como factores externos: normas sociales, conveniencia, instalaciones comunitarias e innovación, influyen en la decisión de participar en un estilo de vida que conlleve a la práctica de realizar un consumo responsable ante el deterioro del planeta.

Los consumidores pueden tener el conocimiento y la conciencia para preocuparse por el medio ambiente, pero no necesariamente actúan en consecuencia, por lo que no siempre se traduce en un comportamiento sostenible. Por lo general, los hábitos cotidianos en ocasiones se reflejan y necesitarán intervención por ejemplo, medidas reguladoras o económicas para inducir un cambio hacia un estilo de vida más sostenible.

En tanto Sandberg (2021) indica que el cambio de viejos hábitos arraigados a prácticas sostenibles puede llevar mucho tiempo para desarrollarse, y un solo evento o cambio por ejemplo indisponibilidad repentina de un producto sostenible o influencia de pares, puede romper fácilmente este nuevo esfuerzo de consumo sostenible de la noche a la mañana.

Un sistema alimentario sostenible se conceptualiza como el sistema que proporciona alimentos saludables para satisfacer las necesidades alimentarias actuales mientras mantiene ecosistemas saludables que también pueden proporcionar alimentos para las generaciones venideras con un impacto negativo mínimo en el medio ambiente.

Según Feijoo, Moreira (2020) indican que el desperdicio de alimentos no es solo una cuestión ética y económica; también agota los limitados recursos naturales, para ello se debe practicar un consumo responsable; en términos del indicador ambiental más reconocido, el desperdicio de alimentos genera alrededor del 8% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero. En este sentido, frenar la tendencia creciente de consumo excesivo de bienes que no consumiremos puede tener un efecto significativo en la reducción del impacto ambiental asociado a la producción de alimentos.

La educación para el desarrollo sostenible a través de actividades o seminarios debe formar parte del programa de formación de estudiantes universitarios, para fortalecer su compromiso con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) incluidos en la Agenda 2030. La evaluación de los impactos ambientales asociados con el consumo de alimentos no responsable aborda los ODS No. 1, 2, 6, 12 y 13 y crea un marco de discusión sobre cómo prevenir el desperdicio de alimentos y fortalecer la sostenibilidad del sistema alimentario.

Afirman Mynepalli y Mumuni (2020) particularmente a nivel doméstico, el agua potable es importante para las personas y los hogares para garantizar una vida saludable, libre de peligros y muertes prematuras por enfermedades relacionadas con el agua. La falta de acceso a suministros de agua seguros y adecuados conduce a la propagación de enfermedades y es una amenaza para la salud pública mundial. El agua insalubre puede provocar el riesgo de diarrea y otras enfermedades infecciosas debido a los componentes químicos tóxicos.

En consecuencia Wallina, Knutssonb y Karpouzoglouc (2021) indican que el uso del agua de la ducha y el lavabo del baño generalmente representa una parte significativa del consumo total de agua del hogar, tanto en términos de volumen como de energía. La proporción de agua doméstica utilizada en las duchas y los lavabos del baño varía mucho según los hábitos de los usuarios. En la literatura se han reportado valores de 29% para ducha, baño y lavabo, mientras que el número correspondiente para el edificio de departamentos en el presente estudio fue 42.8% del consumo total de agua y 63.6% del total. El consumo de energía asociado al uso del agua se correlacionará estrechamente con el uso del agua caliente, en el presente caso en torno al 60%. Al recuperar el agua y su contenido de calor latente, los ahorros en el consumo de agua potable municipal y energía eléctrica para calentar el agua pueden ser significativos.

Se concluye que en la última década, los temas ambientales se han convertido en un tema importante de opinión pública. La gente ha comenzado a desarrollar una creciente conciencia ambiental y actitudes positivas hacia los asuntos ecológicos. Según Calculli, D'Uggento, Labarile, Ribecco (2021) afirman que los jóvenes han comenzado a participar activamente en los desafíos ambientales organizando movimientos ecológicos y comprometiéndose con los responsables de la formulación de políticas. Las generaciones más jóvenes tienen una conciencia más profunda de las condiciones ambientales y están comprometidas con la recuperación ambiental mediante la adopción de buenas prácticas de consumo y comportamientos ecológicos activos, para involucrar a la participación de más jóvenes se debe trabar a partir de las aulas universitarias con rediseños curriculares acorde con las necesidades de la sociedad.

Antecedentes

García-Muñoz, Barlińska, et al. (2021) los resultados mostraron que la intervención educativa fue útil para disminuir la neofobia alimentaria en los niños y aumentar algunos hábitos saludables. El éxito del programa de intervención de alimentación saludable se relacionó con la puntuación de neofobia alimentaria de los niños. Los resultados nos permitieron describir las diferencias relacionadas con el país en la neofobia alimentaria, la aceptabilidad de los alimentos, los hábitos alimentarios y el conocimiento saludable.

Bogevska, Berjan, et al. (2021) los encuestados declararon que durante la COVID-19 han comprado más verduras 72,30% y frutas 68,60%, lo que podría implicar que están avanzando hacia dietas más saludables. Parece que el desperdicio de alimentos ha aumentado durante el COVID-19 para aproximadamente un tercio de los encuestados 34,70%. La encuesta mostró que la pandemia de COVID-19 afectó los comportamientos de compra, desperdicio y consumo de alimentos en Macedonia del Norte. Tal hallazgo debería informar futuras políticas e iniciativas relacionadas con la agricultura, la alimentación y la salud durante el período de recuperación.

Madlener, Sheykhha y Briglauerc (2022) los aumentos masivos en el tráfico de datos de internet en los últimos años han llevado a un rápido aumento de la demanda de electricidad y de las emisiones de CO2, lo que genera externalidades ambientales y costos de congestión de la red. Una preocupación particular es el aumento del tráfico de datos generado por los servicios de transmisión de video. Usando estos escenarios el impacto aproximado del ahorro de electricidad que las intervenciones regulatorias y los estándares técnicos pueden tener en el consumo de electricidad de los usuarios finales, operadores de redes y centros de datos. Los resultados del modelo revelan que la intervención regulatoria puede tener un impacto significativo en el consumo de electricidad y las emisiones de CO2 del sector residencial doméstico.

Poolsawat, Tachajapong, et al. (2020) Se presentó el estado actual de las características del consumo de electricidad en el sector residencial en Tailandia. Eran una información esencial para la estimación del uso total de energía. Se utilizaron para investigar la viabilidad de la conservación de energía. El sector residencial consumió electricidad alrededor del 23,01% del consumo total de electricidad de Tailandia en 2017. Aumenta continuamente debido a un crecimiento de la economía. La tasa de crecimiento de la demanda de electricidad fue del 5,20% anual, pasando de 32.799,46 GWh en 2011 a 44.373,96 GWh en 2017. Era razonable en comparación con el 10,00 % anual de China y el 6,70 % anual de Indonesia.

Mason, Pauluzzo (2022) la presente investigación contribuye tanto al consumo de moda como a la literatura sobre gestión de residuos sólidos al establecer conexiones entre el comportamiento del consumidor socialmente responsable y los hábitos de reciclaje dentro de la cohorte de la Generación Y, profundizando así la comprensión de este contexto bastante inexplorado. Además, este estudio revela áreas de desarrollo de políticas que permiten a la industria de la moda satisfacer las necesidades de los clientes de nuevas formas.

Ante lo manifestado se plantea el problema de investigación: ¿cuál es el nivel de hábitos sobre consumo responsable en estudiantes de una universidad de la Región de Lambayeque?, para dar solución al problema se formula el objetivo: determinar el nivel de hábitos sobre consumo responsable en estudiantes de una universidad de la Región de Lambayeque. Asimismo la hipótesis de investigación es: si se determinara el nivel de hábitos sobre consumo responsable en estudiantes de una universidad de la Región de Lambayeque; entonces, se mejorará el cuidado al medio ambiente a través de la toma de conciencia responsable.

2. Material y métodos

La investigación es descriptivas, porque trata de explicar cómo influye el nivel de hábitos sobre consumo responsable en estudiantes de una universidad de la Región de Lambayeque. La investigación presenta un corte analítico, afirma Argimón y Jiménez (2013) debido a que la hipótesis se puede contrastar y explicar porque las variables pueden influir una a nivel de la otra variable dependiente, para lo cual se sustenta en la siguiente formula estadística:

Donde OY

OX= hábitos sobre consumo responsable

R = Interrelación de variables

OY= Estudiantes universitarios

La investigación tiene un diseño no experimental, porque no es posible la manipulación de las variables y se realiza trabajo de observación. La información se recoge en un tiempo determinado y se trabaja a nivel de gabinete. La investigación es de carácter cuantitativo porque los resultados pueden ser medibles en porcentajes, la aplicación del instrumento se realizó vía zoom a los estudiantes del primer ciclo de la universidad Señor de Sipán en el semestre 2021-II para así lograr demostrar la hipótesis diseñada en la investigación.

La población: está conformada por 2200 estudiantes del primer ciclo del semestre 2021- II de la universidad Señor de Sipán, por ello mediante la fórmula estadística se determinó que la muestra representativa es de 220 estudiantes del sexo masculino y femenino. La técnica empleada fue la encueta conformada por ocho preguntas. El instrumento empleado fue el cuestionario de preguntas con tres alternativas de respuestas (siempre, a veces, nunca) diseñadas según la escala de Likert.

Dónde:

n = muestra

N = Población

Z = Valor de la abscisa de la curva normal para un porcentaje de confianza de estimación

p = Porcentaje de alguna característica importante del estudio

q = 1 – p

T = Error muestral

Para esta investigación se utilizó:

N = 2200 estudiantes universitarios de la USS primer ciclo 2021-II

Z = 1,96 (un coeficiente de seguridad)

p = 0,5 (La probabilidad de que el resultado sea favorable)

q = 0,5 (La probabilidad de que el resultado no sea favorable)

T = 0.0693

3. Resultados

Tabla 1
Hábitos sobre consumo de alimentos

Fuente: Estudiantes participantes

Los estudiantes que participaron en la investigación al consultarles sobre si las compras que realizan son solamente las necesarias respondieron siempre en un 8,6%, a veces 14,4% y nunca un 76,8%. Con respecto a las compras de los alimentos que realizan, lo hacen en lugares que ofrezcan seguridad contestaron siempre 23,2%, a veces en un 10,9% y nunca 65,9%. En lo concerniente a las etiquetas si en ellas buscan información respondieron siempre en 5,0%, a veces 17,3 y nunca 77,7%. Al consultarles si los productos que consumen son ecológicos respondieron siempre 7,3%, a veces 17,7% y nunca 75,0%. Sobre la frecuencia si segregan los alimentos que consumen respondieron siempre 5,5%, a veces 10,5% y nunca 84,1%. Sobre la frecuencia del consumo de los alimentos transgénicos respondieron siempre el 10,0%, a veces 19,5% y nunca 70,5%. Con respecto al consumo de alimentos alto en grasas saturadas respondieron siempre el 22,3%, a veces 14,1% y nunca 63,6%. Con respecto a si conversan sobre el buen uso del consumo de los alimentos respondieron siempre en un 7,7%, a veces 29,5% y nunca 62,7%.

Tabla 2
Hábitos sobre el consumo del agua

Fuente: Estudiantes participantes

Los estudiantes que participaron en la investigación al consultarles sobre si participan en campañas sobre el cuidado del agua respondieron siempre en un 9,1% a veces 10,5% y nunca 80,5%. Con respecto a la frecuencia que no compran bebidas en botellas de plástico manifestaron siempre un 10.5, a veces un 18.6% y nunca el 70.9%. Con que frecuencia cierran el caño del agua cuando se están cepillando los dientes siempre 7,7%, a veces 15,9% y nunca 76,4%. Con que frecuencia cierras el caño de agua cuando te estás jabonando las manos respondieron el 8,2%, a veces el 18,2% y nunca 73,6%. Con que frecuencia cierras la ducha cuando te estás jabonando el cuerpo refirieron siempre el 6,8%, a veces el 14,5% y nunca el 78,6%. Con que frecuencia observan posibles fugas de agua en las instalaciones de la casa siempre 7,7%, a veces 17,3% y nunca75,0%. Al respecto sobre la frecuencia del reciclado del agua respondieron siempre 6,4%, a veces 13,2% y nunca 80,5%. En lo concerniente si conversan con sus amigos y familiares sobre la importancia del cuidado del agua respondieron siempre 14,5%, a veces 15,5% y nunca 70,0%.

Tabla 3
Hábitos sobre consumo de energía

Fuente: Estudiantes participantes

Los estudiantes que participaron en la investigación al consultarles sobre si apagan los focos o bombillas de luz que no utilizas respondieron siempre 11,3% a veces un 15,9% y nunca un 72,7%. Con respecto si compran focos o bombillas ahorradores de energía respondieron siempre 12,7% a veces 16,4% y nunca 70,9%. Al consultarles a los participantes si desconectan los aparatos eléctricos que ya no haces uso respondieron siempre 8,6% a veces 13,2% y nunca 78, 2%. Respecto a si prendes los aparatos eléctricos que ya no haces uso respondieron siempre 9.9%, a veces 15.5% y nunca 75.5%. Revisan las instalaciones eléctricas en su casa respondieron siempre 6,4% a veces 16,4% y nunca 77,3%. Al preguntarles si compran aparatos eléctricos que funcionan con paneles solares respondieron siempre 4,5% a veces 20,5% y nunca 75, 0%. Con que frecuencia hacen uso de la bicicleta para disminuir la contaminación ambiental respondieron siempre 17,7% a veces 17,3% y nunca 65,0%. Con respecto si conversas con sus amigos y familiares sobre la importancia del ahorro de la energía eléctrica para el planeta respondieron siempre 6,8% a veces 18,6% y nunca 74,5%.

4. Discusión

El desperdicio de alimentos no es solo una cuestión ética y económica; también agota los recursos naturales limitados. En términos del indicador ambiental más reconocido, el uso inadecuado de alimentos genera altos índices de las emisiones globales de gases de efecto invernadero. En este sentido, frenar la tendencia creciente al sobreconsumo de bienes que no vamos a consumir puede tener un efecto significativo en la reducción del impacto ambiental asociado a la producción de alimentos. Ante ello la presente investigación sobre hábitos de consumo responsable presenta los siguientes resultados siempre que los estudiantes universitarios tienen buenos hábitos responsables sobre consumo de alimentos en un 11, 2% a veces en un 16,7% y nunca 72,1%. El cual concuerda con la investigación de Bogevska, Berjan, et al. (2021) donde el 41,38% de los encuestados piensa desperdiciar poca cantidad de alimentos mientras que el 27,98% afirma no arrojar casi nada. Por su parte, el 52,39% de los encuestados cree que no arrojar los alimentos que aún son consumibles. Un 22,54% de ellos piensa arrojar menos de 250 g seguido de los que piensan desperdiciar entre 250 y 500 g que representa el18,04%. El cual se puede evidenciar que es una tendencia a nivel mundial un pobre nivel de responsabilidad sobre el buen uso de los alimentos, encontrándose similitud de resultados que lo refuerza la siguiente investigación propuesta por Bogevska, Berjan, et al. (2021) donde la encuesta mostró que los grupos de alimentos más desperdiciados son los cereales y productos de panadería, frutas, verduras y leche y productos lácteos. En cuanto al valor económico, la mayoría de los encuestados 53,18 % cree gastar menos de 5 EUR en alimentos desperdiciados, mientras que el 42,04 % piensa gastar entre 5 y 25 EUR. Con respecto al comportamiento de compra durante el COVID-19, solo alrededor de la mitad de los encuestados 48,28 % afirmaron ir de compras como solían hacerlo. El cual concuerda por lo encontrado por Breitenbach, Raposa, et al. (2019) los hábitos alimentarios actuales de los sujetos se relacionaron con sus recuerdos de las prácticas de alimentación de sus cuidadores y sus propios hábitos alimentarios cuando los sujetos eran niños. Por ejemplo, los hábitos actuales como comer toda la comida del plato, usar la comida como incentivo, comer postre y comer comidas programadas regularmente dependían de las prácticas de alimentación que usaban los cuidadores durante la infancia del encuestado. Los resultados sobre el nivel de consumo responsable del agua por parte de los estudiantes universitarios arrojaron los siguientes resultados siempre 8,7%, a veces 15,6% y nunca presentan un consumo responsable del agua en un 75,7%. El uso responsable del agua y el consumo y la producción sostenibles ocupan un lugar destacado en la agenda de múltiples partes interesadas. Hay diferentes fuentes de suministro de agua disponibles, que incluyen agua del grifo, agua embotellada, agua de lluvia recolectada en el país y agua subterránea extraída en el país. El grado de utilización de cada una de estas fuentes de abastecimiento de agua difiere según los patrones de consumo en las distintas tipologías de vivienda, ya sean viviendas unifamiliares, multifamiliares y de departamentos. Los resultados de Wallina, Knutssonb, Karpouzoglouc (2021) concuerda con la investigación donde de los dos períodos de prueba que se investigaron, hay indicios de un potencial significativo para reducir la energía en un 55 % y la demanda de agua en un edificio multifamiliar en un 91 % utilizando un sistema de reutilización de aguas grises donde las aguas grises se reciclan al ACS. Las pruebas también apuntan a la importancia de adaptar el diseño del sistema a la demanda. Lo que significa que el equipo auxiliar debe abordarse y optimizarse especialmente para garantizar un sistema eficiente. Estos fueron los resultados de las pruebas iniciales con una instalación piloto, por lo que todavía hay muchos detalles relacionados con el sistema que mejorar para tener un sistema maduro y listo para el mercado. una caracterización empírica de los patrones de consumo de agua en los hogares, basada en la segmentación de los consumidores, para mejorar la precisión de la previsión de la demanda y desarrollar estrategias de conservación del agua tanto proactivas como sensibles porque falta mejorar el nivel de consumo responsable del agua en todos los segmentos de la sociedad peruana. Con respecto a uso de la energía eléctrica en la investigación arrojaron los siguientes resultados siempre en un 9,7% de los estudiantes universitarios participantes hacen un uso responsable de la energía eléctrica, en veces en un 16,7% y nunca en un 73,6%. El cual concuerda con los resultados encontrados por Zhouab, Tian, Yu, et al. (2022) donde el gobierno de Beijing estableció una plataforma que cubría los datos mensuales de uso de electricidad de 11,370 edificios públicos, llevó a cabo una serie de medidas para controlar la cantidad de consumo de electricidad de los edificios y su crecimiento desde 2013. Actualmente, está tratando de encontrar determinar qué edificios tendrán una tendencia al alza o un potencial de ahorro de energía más alto que los demás, con el fin de promover el impulso de ahorro de energía y hacer que su gestión sea más refinada y específica. El gobierno cada año toma como límite de cada edificio el menor de los dos valores, donde uno es el consumo medio de electricidad del edificio durante los últimos cinco años con una reducción del 2%, y el otro el consumo medio de electricidad. Ello concuerda con los resultados de Poolsawat, Tachajapong, et al. (2020) donde muestra que el consumo total de electricidad en el hogar fue de 35.624,37 GWh en el año 2018. Comprendió aire acondicionado 26,50 %, frigorífico 19,33 %, foco interior 14,93 %, olla arrocera 6,82 %, televisión 6,10 %, ventilador 5,75 %, botella eléctrica 3,35 %, bombillo exterior 3,30 %, bomba automática 2,61 %, calentador de agua 1,86 %, computadora 1,67 %, plancha 1,55 % y otros electrodomésticos 6,23 %. En torno al 13,97 % del consumo eléctrico, es decir, 4.975,89 GWh o 2,39 MtCO2, podría reducirse mediante la sustitución por aparatos de mayor eficiencia.

5. Conclusiones

La presente investigación llega a las siguientes conclusiones:

Sobre el nivel de hábitos de consumo responsable de alimentos por estudiantes universitarios arroja los siguientes resultados: siempre 11, 2%, a veces en un 16,7% y nunca 72,1%. Por tal motivo se debe promover en ellos la cultura de compras y consumo de alimentos responsables para contribuir al cuidado del medio ambiente.

Respecto al nivel de consumo responsable del agua por parte de los estudiantes universitarios arrojaron los siguientes resultados siempre 8,7%, a veces 15,6% y nunca presentan un 75,7%. Frente a ello es necesario concientizar a los estudiantes sobre el uso sostenible ya que es de vital importancia para la subsistencia de los seres vivos.

Referente a uso responsable de la energía eléctrica por los universitarios en la investigación se obtuvieron los siguientes resultados: siempre en un 9,7%, a veces en un 16,7% y nunca en un 73,6%. Al respecto queda en evidencia que los estudiantes universitarios no toman conciencia que su consumo inadecuado ocasiona un impacto ambiental negativo.

6. Referencias

Alae-Carew, C., Green, R., Et al. (2021). The role of plant-based alternative foods in sustainable and healthy food systems: Consumption trends in the UK. Elsevier. Science of The Total Environment. Available online, 15104. Scopus. https://doi.org/10.1016/j.scitotenv.2021.151041

Argimón, J y Jiménez, J. (2013). Métodos de investigación clínica y epidemiología. Cuarta edición. Editorial Elsevier. Barcelona, España.

Breitenbach, Z., Raposa, B., et al. (2019). Examination of Hungarian college students’ eating habits, physical activity and body composition. Rev. European Journal of Integrative Medicine. Volume 8, Supplement 2, Pages 13-17. Scopus. https://doi.org/10.1016/j.eujim.2019.11.007

Calculli, C., D'Uggento, A., Labarile, A., Ribecco, N. (2021). Evaluating people's awareness about climate changes and environmental issues: A case study. Rev. Journal of Cleaner Production. Volume 324, 129244. Scopus. https://doi.org/10.1016/j.jclepro.2021.129244

Chiu, A., Aviso, K., Baquillas, J. (2020). Can disruptive events trigger transitions towards sustainable consumption?. Rev. Cleaner and Responsible Consumption. Volume 1, 100001. Scopus. https://doi.org/10.1016/j.clrc.2020.100001

Folwarczny, M., Otterbring, T. (2021). Secure and sustainable but not as prominent among the ambivalent: Attachment style and proenvironmental consumption. Rev. Personality and Individual Differences. Volume 183, 111154. Scopus. https://doi.org/10.1016/j.paid.2021.111154

Feijoo, G., Moreira, M.T. (2020). Fostering environmental awareness towards responsible food consumption and reduced food waste in chemical engineering students. Rev. Education for Chemical Engineers. Volume 33, Pages 27-35. Scopus. https://doi.org/10.1016/j.ece.2020.07.003

García-Muñoz, S., Barlińska, J., et al (2021). Is it possible to improve healthy food habits in schoolchildren? A cross cultural study among Spain and Poland. Rev. Food Quality and Preference. Available online, 104534. Scopus. https://doi.org/10.1016/j.foodqual.2022.104534

Gardner, B. (2015). A review and analysis of the use of ‘habit’ in understanding, predicting, and influencing health-related behavior. Health Psychology Review, 9 (3). https://doi.org/10.1016/j.obhdp.2015.10.002

Mynepalli, K.C., Mumuni, S. (2020). Chapter 7 - Water, sanitation and hygiene (WASH) disease prevention and control in low resource countries. Rev. Sustainable Water Engineering, Pages 99-120. Scopus. Scopus. https://doi.org/10.1016/B978-0-12-816120-3.00010-5

Madlener, R., Sheykhha, S., Briglauerc, W. (2022). The electricity- and CO2-saving potentials offered by regulation of European video-streaming services. Rev. Energy Policy. Volume 161, 112716. Scopus. https://doi.org/10.1016/j.enpol.2021.112716

Mason, M., Pauluzzo, R. (2022). Recycling habits and environmental responses to fast-fashion consumption: Enhancing the theory of planned behavior to predict Generation Y consumers’ purchase decisions. Rev. Waste Management. Volume 139, Pages 146-157. Scopus. https://doi.org/10.1016/j.wasman.2021.12.012

Poolsawat, K., Tachajapong, W., et al. (2020). Electricity consumption characteristics in Thailand residential sector and its saving potential. Rev. Energy Reports. Volume 6, Supplement 2, Pages 337-343. Scopus. https://doi.org/10.1016/j.egyr.2019.11.085

Saari, U., Damberg, S., Frömbling, L. (2021). Sustainable consumption behavior of Europeans: The influence of environmental knowledge and risk perception on environmental concern and behavioral intention. Rev. Ecological Economics. Volume,10715. Scopus. https://doi.org/10.1016/j.ecolecon.2021.107155

Sandberg, M. (2021). Sufficiency transitions: A review of consumption changes for environmental sustainability. Rev. Journal of Cleaner Production. Volume 293, 126097. Scopus. https://doi.org/10.1016/j.jclepro.2021.126097

Bogevska, Z., Berjan, S., et al. (2021). Exploring food shopping, consumption and waste habits in North Macedonia during the COVID-19 pandemic. Rev. Socio-Economic Planning Sciences. Available online, 101150. Scopus. https://doi.org/10.1016/j.seps.2021.101150

Zhouab, H., Tian, X., Yu, J., et al. (2022). Identifying buildings with rising electricity-consumption and those with high energy-saving potential for government's management by data mining approaches. Rev. Energy for Sustainable Development. Volume 66, Pages 54-68. Scopus. https://doi.org/10.1016/j.esd.2021.11.001

Volpp, K., Loewenstein, G. (2020). What is a habit? Diverse mechanisms that can produce sustained behavior change. Rev. Organizational Behavior and Human Decision Processes. Volume 161, Supplement, Pages 36-38. https://doi.org/10.1016/j.obhdp.2020.10.002

Wallina, J., Knutssonb, J., Karpouzoglouc, T. (2021). A multi-criteria analysis of building level graywater reuse for personal hygiene. Rev. Resources, Conservation & Recycling Advances. Volume 12, 200054. Scopus. https://doi.org/10.1016/j.rcradv.2021.200054

Notas de autor

antenorv@crece.uss.edu.pe

Enlace alternativo



Buscar:
Ir a la Página
IR
Modelo de publicación sin fines de lucro para conservar la naturaleza académica y abierta de la comunicación científica
Visor de artículos científicos generados a partir de XML-JATS4R