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Comunidad de aprendizaje profesional y pensamiento crítico en estudiantes
Professional learning community and critical thinking in students
Revista Multidisciplinaria Perspectivas Investigativas, vol. 4, núm. 1, pp. 29-37, 2024
Instituto de Investigación Multidisciplinaria Perspectivas Globales

Artículos de investgación

Revista Multidisciplinaria Perspectivas Investigativas
Instituto de Investigación Multidisciplinaria Perspectivas Globales, Ecuador
ISSN-e: 2773-7411
Periodicidad: Trimestral
vol. 4, núm. 1, 2024

Recepción: 12 Septiembre 2023

Revisado: 26 Septiembre 2023

Aprobación: 07 Noviembre 2023

Publicación: 01 Enero 2024

Él autor o autores mantienen el derecho de autoría, siendo responsabilidad de la Revista Multidisciplinaria Perspectivas Investigativas (RMPI), valorar y publicar el contenido para su difusión en razón de ser reutilizado, siempre y cuando se cite, se le brinde crédito, así como no se emplee comercialmente, lo cual favorece y permite la reutilización de las mismas bajo la Licencia Creative Commons 4.0 de Reconocimiento-NoComercial-CompartirIgual 4.0, por lo cual se pueden copiar, usar, difundir, transmitir y exponer públicamente. https://creativecommons.org/licenses/by-nc-sa/4.0/

Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional.

Resumen: La investigación tiene por objetivo determinar la relación entre comunidad de aprendizaje profesional y pensamiento crítico en estudiantes de una institución educativa de Chiclayo – Perú. En cuanto a la naturaleza de la investigación, es cuantitativa y se enmarca de tipo básica, se seleccionó como muestra a 48 docentes. A la luz de estos resultados, se procede a rechazar la hipótesis nula, respaldando la hipótesis de investigación y confirmando que la fortaleza de la CAP impacta positivamente en el desarrollo del pensamiento crítico en los estudiantes. La interconexión entre la Comunidad de Aprendizaje Profesional y el Pensamiento Crítico no solo se presenta como una perspectiva teórica fructífera sino como una realidad tangible con el potencial de transformar la educación. La colaboración en la CAP nutre la evolución de prácticas pedagógicas, promueve el desarrollo profesional y, en última instancia, contribuye a la formación de ciudadanos críticos y participativos.

Palabras clave: pensamiento crítico, demostración pedagógica, enseñanza y formación. (Fuente: Tesauro UNESCO).

Abstract: The objective of this research is to determine the relationship between professional learning community and critical thinking in students of an educational institution in Chiclayo - Peru. Regarding the nature of the research, it is quantitative and is framed as a basic type, 48 teachers were selected as a sample. In light of these results, we proceed to reject the null hypothesis, supporting the research hypothesis and confirming that the strength of the CAP has a positive impact on the development of critical thinking in students. The interconnection between the Professional Learning Community and Critical Thinking is not only presented as a fruitful theoretical perspective but as a tangible reality with the potential to transform education. Collaboration in the CAP nurtures the evolution of pedagogical practices, promotes professional development, and ultimately contributes to the formation of critical and participatory citizens.

Keywords: critical thinking, demonstrations (educational), teaching and training. (Source: UNESCO Thesaurus).

INTRODUCCIÓN

En el fulgor de la era digital, el ámbito educativo se encuentra inmerso en un constante proceso de transformación. En este escenario, la noción de "Comunidad de Aprendizaje Profesional" (CAP) ha emergido como un faro orientador, iluminando el camino hacia una educación más efectiva y adaptativa (Eirín-Nemiña, 2018). Las CAP, entendidas como entornos colaborativos donde educadores comparten conocimientos, experiencias y estrategias pedagógicas, han adquirido una relevancia significativa en el contexto contemporáneo. El tejido mismo de la educación ha evolucionado, y con él, la demanda de un enfoque más dinámico y colaborativo entre los profesionales de la enseñanza. En este contexto, las CAP han florecido como espacios virtuosos donde maestros, directores, y otros actores educativos convergen para mejorar su práctica pedagógica y, por ende, enriquecer la experiencia de aprendizaje de los estudiantes (Cabezas, et al. 2021), (Vaillant, 2019).

El propósito fundamental de este artículo es explorar a profundidad el fenómeno de las Comunidades de Aprendizaje Profesional, delineando sus características esenciales, examinando sus beneficios tangibles e intangibles, y explorando las posibles vías para su implementación exitosa en diversos entornos educativos. A medida que la educación se expande más allá de las paredes tradicionales del aula, las CAP se presentan como un puente entre la teoría y la práctica, uniendo a educadores en una red de aprendizaje colaborativo (Rivera-Huaranga & Ledesma-Cuadros, 2021).

La naturaleza misma de las CAP se sustenta en la premisa de que el aprendizaje continuo es esencial para la excelencia educativa. En un mundo donde la información fluye con rapidez y las metodologías pedagógicas evolucionan constantemente, el aislamiento profesional ya no es una opción viable. Las CAP ofrecen un remedio a esta desconexión, fomentando la construcción colectiva del conocimiento y la adaptación continua a las demandas cambiantes del entorno educativo (Chue, 2016). Al examinar las características distintivas de las CAP, resulta imperativo destacar su carácter inclusivo y diverso. Estas comunidades trascienden las fronteras geográficas y reúnen a profesionales de diversas disciplinas, niveles educativos y contextos culturales. Esta diversidad se convierte en un activo invaluable, por cuanto propicia la generación de ideas innovadoras y la transferencia de buenas prácticas entre entornos educativos aparentemente dispares (Heemskerk, et al. 2020).

La tecnología desempeña un papel crucial en la construcción y sostenimiento de las CAP. Plataformas en línea, redes sociales especializadas y herramientas colaborativas permiten a los educadores conectarse más allá de sus fronteras físicas, compartiendo recursos, estrategias pedagógicas y desafíos comunes. La virtualidad de estas comunidades amplía las posibilidades de intercambio y colaboración, facilitando la participación activa de educadores que, de otro modo, podrían quedar marginados de las oportunidades de desarrollo profesional (Hayward & Ward, 2018), (Anderi, et al. 2020).

Sin embargo, la implementación efectiva de las CAP no se limita a la adopción de tecnologías avanzadas. Requiere un compromiso genuino por parte de los educadores, líderes educativos y las instituciones que los respaldan. La construcción de una cultura de aprendizaje colaborativo implica superar barreras culturales, incentivar la confianza y fomentar la disposición para compartir conocimientos y experiencias. Además, se hace imperativo considerar la creación de incentivos y reconocimientos que valoren y promuevan la participación activa en estas comunidades.

En este viaje hacia una educación más holística y centrada en el aprendizaje, las CAP se erigen como pilares fundamentales. Al desplegar un abanico de estrategias, desde la mentoría entre pares hasta la reflexión colaborativa sobre la práctica, estas comunidades ofrecen un espacio donde los educadores pueden crecer y prosperar profesionalmente. La adopción de enfoques de desarrollo profesional basados en la colaboración y la reflexión crítica promueve una cultura de mejora continua, enriqueciendo así la calidad del proceso educativo.

El fascinante mundo de las comunidades de aprendizaje profesional, explorando su impacto en la formación docente, la mejora de la práctica pedagógica y, en última instancia, en la experiencia educativa de los estudiantes. A través de un análisis exhaustivo, se pretende arrojar luz sobre las dinámicas, desafíos y oportunidades que rodean a estas comunidades, destacando su papel crucial en la construcción de un ecosistema educativo más colaborativo, adaptativo e inclusivo.

En la encrucijada de la educación contemporánea, el pensamiento crítico surge como un faro luminoso, delineando el camino hacia el desarrollo intelectual y la preparación para enfrentar los desafíos complejos del siglo XXI. La capacidad de analizar, evaluar y sintetizar información de manera reflexiva se ha vuelto esencial en un mundo cada vez más interconectado y dinámico. En este contexto, el presente artículo se sumerge en las profundidades del pensamiento crítico en estudiantes, explorando sus fundamentos teóricos, su influencia en el proceso educativo y su impacto en la formación de ciudadanos conscientes y competentes (Shirazi & Heidari, 2019).

El pensamiento crítico, como constructo pedagógico, ha sido objeto de atención e investigación durante décadas. Desde su conceptualización por pensadores como John Dewey y Bertrand Russell hasta las teorías contemporáneas de la psicología educativa, su evolución ha sido marcada por un reconocimiento cada vez mayor de su importancia en el desarrollo cognitivo de los individuos. En la era de la información, donde la cantidad de datos disponibles es abrumadora, el pensamiento crítico se erige como una herramienta invaluable para discernir, cuestionar y comprender la complejidad del mundo que nos rodea.

El pensamiento crítico va más allá de la mera acumulación de conocimientos; es un proceso activo que involucra la aplicación reflexiva de habilidades analíticas para resolver problemas, tomar decisiones informadas y formar opiniones fundamentadas. En un sentido amplio, implica el desarrollo de la capacidad de cuestionar suposiciones, considerar perspectivas alternativas y comunicar ideas de manera clara y efectiva. En el corazón mismo de este proceso reside la habilidad de los estudiantes para convertirse en pensadores independientes y autónomos (Bezanilla-Albisua, et al. 2018).

El enfoque tradicional de la educación, centrado en la transmisión de hechos y conceptos, ha experimentado un cambio tectónico hacia un paradigma que valora la capacidad de los estudiantes para pensar críticamente. Este cambio no solo responde a la necesidad de preparar a los jóvenes para un panorama laboral competitivo y en constante evolución, sino que también refleja una comprensión más profunda de la educación como un medio para empoderar a los individuos en su capacidad para participar activamente en la sociedad.

El pensamiento crítico, como destreza transversal, encuentra su aplicación en todas las disciplinas y niveles educativos. Desde la resolución de problemas matemáticos hasta el análisis literario, su influencia permea todo el espectro de aprendizaje. Sin embargo, su integración efectiva en el aula no es trivial. Requiere un cambio en las prácticas pedagógicas, donde los educadores se convierten en facilitadores del proceso de pensamiento más que en transmisores de información. Esta transformación implica la creación de entornos de aprendizaje que fomenten la indagación, la discusión y la colaboración, estimulando así el desarrollo del pensamiento crítico en cada estudiante.

Los beneficios del pensamiento crítico no se limitan al ámbito académico; trascienden las aulas y se proyectan hacia la vida cotidiana y la participación ciudadana. Los individuos que poseen habilidades de pensamiento crítico son capaces de abordar desafíos complejos con agudeza y creatividad, cuestionar la información que reciben y tomar decisiones fundamentadas en evidencia y razonamiento. En un mundo donde la desinformación y la manipulación son desafíos omnipresentes, el pensamiento crítico se convierte en un escudo protector, capacitando a los estudiantes para discernir entre la verdad y la falacia.

Sin embargo, el camino hacia el fomento del pensamiento crítico no está exento de desafíos. La evaluación de esta habilidad es inherentemente compleja, ya que va más allá de las pruebas convencionales y requiere métodos de evaluación más holísticos y contextualizados. Además, la diversidad de enfoques pedagógicos y las diferencias individuales en el desarrollo cognitivo presentan desafíos adicionales para los educadores que buscan cultivar el pensamiento crítico de manera efectiva.

A lo largo de este artículo, se explorarán los fundamentos teóricos del pensamiento crítico, se examinará su aplicación en entornos educativos específicos y se analizarán estrategias pedagógicas eficaces para cultivar esta habilidad en los estudiantes. Además, se abordarán cuestiones contemporáneas relacionadas con el pensamiento crítico, como su relación con la tecnología y su papel en la formación de ciudadanos informados y participativos.

Se busca arrojar luz sobre el papel transcendental del pensamiento crítico en el desarrollo integral de los estudiantes. A medida que avanzamos hacia un futuro cada vez más complejo e interconectado, el fomento del pensamiento crítico no es simplemente una opción pedagógica, sino un imperativo educativo que moldea la capacidad de los individuos para comprender, cuestionar y transformar el mundo que los rodea.

En función de lo expuesto; la investigación tiene por objetivo determinar la relación entre comunidad de aprendizaje profesional y pensamiento crítico en estudiantes de una institución educativa de Chiclayo – Perú.

MÉTODO

En cuanto a la naturaleza de la investigación, es cuantitativa y se enmarca de tipo básica, con el propósito fundamental de ampliar la comprensión sobre las variables: comunidad de aprendizaje profesional y pensamiento crítico en estudiantes. La población de interés consistió en la totalidad de docentes de nivel primaria en una institución educativa de Chiclayo – Perú, conformando así la población censal debido a su tamaño reducido.

Se seleccionó como muestra a 48 docentes, y para su captación se utilizó una encuesta como primera técnica de investigación. Este instrumento, un cuestionario diseñado con preguntas específicas, esto facilitó la recopilación de datos de un amplio número de participantes. Complementariamente, se implementó la técnica de observación, que proporcionó información detallada al registrar el fenómeno de estudio directamente en el entorno educativo.

Para ambas técnicas, se desarrollaron instrumentos específicos. El cuestionario se utilizó para la recopilación de datos relacionados con las variables comunidad de aprendizaje profesional y pensamiento crítico en estudiantes. La validez de los instrumentos se aseguró mediante el juicio de expertos, donde tres doctores evaluaron la pertinencia de cada ítem con respecto a los indicadores, asegurando así la consistencia interna.

La recopilación de datos se realizó con el consentimiento de los participantes, y se garantizó la integridad de los hallazgos, evitando manipulaciones. Posteriormente, se procesaron los datos utilizando el programa estadístico SPSS 26, estableciendo frecuencias y porcentajes de las variables y dimensiones, presentándolos en tablas para su análisis e interpretación. Dada la naturaleza ordinal de la variable dependiente, se empleó una prueba de regresión logística ordinal para contrastar las hipótesis general y específicas del estudio.

RESULTADOS

Hipótesis de investigación:

H1: Existe relación entre comunidad de aprendizaje profesional y pensamiento crítico en estudiantes de una institución educativa de Chiclayo – Perú.

H0: No existe relación entre comunidad de aprendizaje profesional y pensamiento crítico en estudiantes de una institución educativa de Chiclayo – Perú.

Tabla 1
Estimaciones de parámetros desentrañando las relaciones y la significancia estadística de las variables bajo estudio

Elaboración propia.

La tabla 1, presenta las estimaciones de parámetros obtenidas en el análisis, desentrañando las relaciones y la significancia estadística de las variables bajo estudio. En relación con la comunidad de aprendizaje (CAP), los resultados revelan una significancia en el nivel fuerte (p = 0.002) en conjunción con el pensamiento crítico en el nivel proceso (p = 0.001). Este hallazgo indica que cuando la CAP se manifiesta en su forma más robusta, el pensamiento crítico en los estudiantes está en proceso de desarrollo. Asimismo, en el contexto de las comunidades de aprendizaje profesional, la significancia se observa en el nivel proceso (p = 0.005). Por lo tanto, a la luz de estos resultados, se procede a rechazar la hipótesis nula, respaldando la hipótesis de investigación y confirmando que la fortaleza de la CAP impacta positivamente en el desarrollo del pensamiento crítico en los estudiantes.

DISCUSIÓN

En el paisaje educativo contemporáneo, dos pilares fundamentales emergen como fuerzas motrices que definen el camino hacia la excelencia pedagógica y el desarrollo integral de los estudiantes: la comunidad de aprendizaje profesional (CAP) y el pensamiento crítico. En la intersección de estas dos poderosas corrientes, se revela un terreno fértil donde la colaboración entre educadores se entrelaza con la capacidad de los estudiantes para analizar, cuestionar y comprender de manera profunda (Elizalde-García, et al. 2022). Este artículo se aventura en la exploración conjunta de la comunidad de aprendizaje profesional y el pensamiento crítico, desentrañando sus interconexiones, examinando sus influencias recíprocas y destacando su impacto en la formación de aprendices activos y ciudadanos críticos.

Comunidad de aprendizaje profesional (CAP): Travesía colaborativa hacia la excelencia educativa

El tejido mismo de la educación se ha transformado en una red interconectada de profesionales que buscan continuamente estrategias para enriquecer sus prácticas pedagógicas. En este contexto, las comunidades de aprendizaje profesional (CAP) han surgido como oasis de colaboración, donde educadores de diversas disciplinas y niveles se congregan para compartir experiencias, desafíos y, lo más crucial, conocimientos (Hayward & Ward, 2018), (Anderi, et al. 2020).

La CAP es más que un simple foro de discusión; es un ecosistema dinámico donde la sinergia colectiva eleva la competencia individual. La esencia de estas comunidades radica en el compromiso activo con el aprendizaje continuo, la reflexión colaborativa y el intercambio de prácticas efectivas. Desde la planificación de lecciones hasta la implementación de estrategias innovadoras, la CAP ofrece un espacio donde los educadores pueden nutrirse mutuamente y, por ende, mejorar la calidad de la enseñanza que ofrecen (Zárate, 2022).

La tecnología moderna actúa como un catalizador que potencia la creación y el mantenimiento de las CAP. Plataformas en línea, redes sociales especializadas y herramientas colaborativas ofrecen a los educadores un acceso sin precedentes a recursos, ideas y perspectivas globales. Esta conectividad virtual amplía los horizontes de la colaboración, permitiendo que las CAP trasciendan las limitaciones geográficas y se conviertan en redes globales de aprendizaje profesional (Heemskerk, et al. 2020), (Rivera-Huaranga & Ledesma-Cuadros, 2021).

Pensamiento crítico: La brújula cognitiva hacia un futuro incierto

Mientras las CAP tejen la tela del aprendizaje profesional, el pensamiento crítico emerge como el hilo conductor que atraviesa todas las disciplinas y niveles educativos. Este proceso mental implica la habilidad de analizar, evaluar y sintetizar información de manera reflexiva y autónoma. El pensamiento crítico va más allá de la memorización de hechos; es una herramienta que capacita a los estudiantes para cuestionar suposiciones, considerar múltiples perspectivas y tomar decisiones fundamentadas (Cangalaya-Sevillano, 2020).

En el contexto educativo, el pensamiento crítico se convierte en el cimiento sobre el cual se construye la comprensión profunda. desde la resolución de problemas matemáticos hasta la interpretación de textos literarios, esta habilidad es la brújula cognitiva que guía a los estudiantes en su travesía intelectual. A medida que el mundo se vuelve cada vez más complejo y lleno de información, el pensamiento crítico se erige como un escudo protector contra la desinformación y la superficialidad (Muñoz-Barriga, et al. 2023), (Cruz-Picón & Salinas-Peñaloza, 2022).

Entrelazando Hilos: La sinfonía de la CAP y el pensamiento crítico.

La conexión entre la comunidad de aprendizaje profesional y el pensamiento crítico se revela como una sinfonía armoniosa que eleva la educación a nuevas alturas. En el crisol de la CAP, los educadores no solo comparten recursos y estrategias pedagógicas, sino que también colaboran para diseñar experiencias de aprendizaje que fomentan el pensamiento crítico en sus estudiantes.

La CAP actúa como un laboratorio donde las semillas del pensamiento crítico se siembran y cultivan. A través de la discusión y la colaboración, los educadores comparten enfoques pedagógicos que estimulan el análisis profundo y la reflexión en sus estudiantes. este proceso colectivo enriquece la caja de herramientas pedagógicas de cada participante, permitiéndoles incorporar estrategias innovadoras para cultivar el pensamiento crítico en sus aulas.

A su vez, el pensamiento crítico de los estudiantes se convierte en el vínculo que fortalece la cap. los educadores, al alentar el análisis independiente y la formulación de preguntas, fomentan un entorno donde la comunidad de aprendizaje se nutre de la diversidad de perspectivas. los estudiantes, al comprometerse en la resolución crítica de problemas, no solo internalizan conceptos, sino que también contribuyen a la construcción colectiva de conocimiento en la CAP.

Estrategias integradas: Fomentando la CAP y el pensamiento crítico

La efectiva integración de la CAP y el pensamiento crítico requiere estrategias pedagógicas cuidadosamente diseñadas. la planificación colaborativa de lecciones, la mentoría entre pares y la implementación de proyectos interdisciplinarios son solo algunos ejemplos de cómo estas dos fuerzas pueden converger en un enfoque pedagógico integral.

En la CAP, las estrategias pueden incluir sesiones estructuradas de análisis de casos, donde los educadores aplican el pensamiento crítico para abordar desafíos pedagógicos específicos. la utilización de plataformas en línea para compartir recursos y participar en discusiones facilita la creación de una comunidad virtual que trasciende las limitaciones geográficas y temporales.

Dentro del aula, los educadores pueden diseñar actividades que fomenten el pensamiento crítico, como debates, proyectos de investigación y análisis de problemas del mundo real. Al mismo tiempo, la retroalimentación entre colegas en la CAP puede enriquecer estas estrategias, proporcionando perspectivas valiosas y refinando las prácticas pedagógicas.

La sección precedente ha desentrañado la compleja relación entre la comunidad de aprendizaje profesional (CAP) y el pensamiento crítico, destacando su sinergia potencial para transformar la educación en una travesía colaborativa y reflexiva. En esta fase de la discusión, profundizaremos en las implicaciones prácticas y teóricas de esta asociación, examinando cómo la colaboración en la CAP puede potenciar la promoción del pensamiento crítico y viceversa; para esto es necesario tener en cuenta:

1. Reflexión sobre la evolución de prácticas pedagógicas.

Un aspecto crucial que emerge de nuestra exploración es la capacidad de la CAP para actuar como un catalizador para la evolución de prácticas pedagógicas. La colaboración entre educadores dentro de estas comunidades brinda oportunidades para el intercambio de estrategias efectivas, métodos de enseñanza innovadores y enfoques de evaluación diferenciados. Este diálogo constante no solo enriquece la caja de herramientas pedagógicas de los participantes, sino que también fomenta una cultura de aprendizaje continuo que se traduce en el aula.

2. Desarrollo profesional y aprendizaje colaborativo.

La CAP, al nutrir el desarrollo profesional continuo, sirve como un espacio donde los educadores pueden participar en el aprendizaje colaborativo. El intercambio de experiencias, la reflexión compartida sobre desafíos pedagógicos y la co-creación de soluciones promueven un sentido de comunidad y apoyo entre los profesionales de la educación. Este ambiente propicio para el aprendizaje colaborativo se traduce directamente en la promoción del Pensamiento Crítico, ya que la diversidad de perspectivas y enfoques enriquece la comprensión y la aplicación de estrategias de enseñanza que cultivan esta habilidad en los estudiantes.

3. Impacto en la formación de ciudadanos críticos.

La asociación entre la CAP y el pensamiento crítico también tiene ramificaciones significativas en la formación de ciudadanos críticos y participativos. A medida que los educadores desarrollan y aplican estrategias pedagógicas que fomentan el pensamiento crítico, están contribuyendo directamente a la formación de estudiantes capaces de analizar información, tomar decisiones informadas y participar activamente en la sociedad. La CAP, al ser un espacio donde se comparten mejores prácticas, contribuye a la creación de un colectivo de educadores comprometidos con la formación de ciudadanos críticos y reflexivos.

4. Desafíos y consideraciones éticas.

No obstante, es esencial reconocer los desafíos inherentes a esta travesía colaborativa. La diversidad de enfoques pedagógicos dentro de la CAP puede generar tensiones y desafíos éticos. Es fundamental abordar estas diferencias con respeto y apertura, fomentando un diálogo constructivo que permita a los educadores aprender unos de otros sin imponer modelos únicos. Además, la evaluación efectiva del pensamiento crítico sigue siendo un desafío, y la CAP puede ser un espacio propicio para el desarrollo y la validación de herramientas de evaluación más holísticas.

5. Futuras Líneas de Investigación.

La asociación entre la CAP y el pensamiento crítico abre el camino a una serie de preguntas de investigación prometedoras. Por ejemplo, investigaciones futuras podrían explorar en mayor profundidad cómo las dinámicas específicas dentro de la CAP influyen en la aplicación exitosa de estrategias pedagógicas que fomentan el pensamiento crítico. Además, se podría indagar en la efectividad de programas de desarrollo profesional centrados en la colaboración en la CAP para mejorar las habilidades de pensamiento crítico de los estudiantes.

CONCLUSIÓN

En el contexto de las comunidades de aprendizaje profesional, la significancia se observa en el nivel proceso (p = 0.005). Por lo tanto, a la luz de estos resultados, se procede a rechazar la hipótesis nula, respaldando la hipótesis de investigación y confirmando que la fortaleza de la CAP impacta positivamente en el desarrollo del pensamiento crítico en los estudiantes. La interconexión entre la Comunidad de Aprendizaje Profesional y el Pensamiento Crítico no solo se presenta como una perspectiva teórica fructífera sino como una realidad tangible con el potencial de transformar la educación. La colaboración en la CAP nutre la evolución de prácticas pedagógicas, promueve el desarrollo profesional y, en última instancia, contribuye a la formación de ciudadanos críticos y participativos. Sin embargo, abordar los desafíos inherentes a esta colaboración y definir estrategias éticas para su implementación efectiva son tareas críticas para maximizar su impacto. En el horizonte, estas líneas de investigación y práctica podrían alumbrar nuevas vías para una educación más rica, reflexiva y significativa en beneficio de los estudiantes y la sociedad en su conjunto.

FINANCIAMIENTO

No monetario

CONFLICTO DE INTERÉS

No existe conflicto de interés con personas o instituciones ligadas a la investigación.

AGRADECIMIENTOS

A los docentes participantes de la muestra poblacional.

REFERENCIAS

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