Artículos de investigación
Recepción: 31/07/2015
Aprobación: 24/08/2015
Resumen: Objetivo: facilitar espacios de sensibilización y diálogo con los jóvenes de la Institución Educativa Renán Barco a partir de sus experiencias cotidianas, que les permita el conocimiento y reconocimiento de su cuerpo como lugar de posibilidad en búsqueda de prevenir el embarazo a temprana edad. Metodología: investigación cualitativa con enfoque de Acción Participativa, en la cual se siguieron las fases de observación, pensar, actuar y retroalimentar, utilizando encuestas estructuradas y la construcción de talleres lúdicos como estrategia para dar solución a la problemática. Hallazgos: la educación para la sexualidad institucionalizada carece de calidad, aspecto que se evidencia en la falta de continuidad y pertinencia de los proyectos de educación sexual. Conclusiones: se evidencia la forma como los jóvenes ven el cuerpo y cuidan de él, analizando aspectos como autoestima, proyecto de vida y toma de decisiones; al igual que los obstáculos emocionales y socioeconómicos derivados de un embarazo a temprana edad.
Palabras clave: adolescencia, embarazo, educación sexual.
Abstract: Objective: to supply spaces for a sensitization and dialogue with students at school Renán Barco, based on daily experiences, which allow this population to know and identify their body as a possibility in the search for pregnancy prevention at early age. Methodology: qualitative research method with emphasis on participatory action-research, in which the observation, thinking, acting and feedback phases were followed by using structured surveys and the creation of ludic workshops as a strategy to solve this issue. Findings: the institutionalized education on sexuality presents a lack of quality, aspect that is evidenced on the absence of persistence and pertinence of sexual education projects. Conclusions: it is notorious the way on how young people see the body and take care of it, analyzing aspects as self-esteem, life project and decision-making; same as the emotional and socioeconomic obstacles derived from a pregnancy at early age.
Keywords: adolescence, pregnancy, sex education.
Introducción
“Todo esto para preguntar por lo que pueden nuestros cuerpos aquí y ahora, en este país, en esta guerra, en este acontecimiento que nos ha tocado vivir" Consuelo Pabón
La educación para la sexualidad y la enseñanza de los conceptos científicos generalmente ha sido abordada de una manera tradicional, esto sugiere que los padres de familia, los orientadores y docentes desarrollen temáticas teniendo en cuenta las incógnitas, dificultades y preguntas de los jóvenes relacionadas con su cuerpo y con las posibilidades que tienen a partir de la experiencia con sí mismos y con los otros. En medio de estas preguntas, siempre será un factor de conflicto “consigo mismos” el cómo asumir un cuerpo cambiante, un cuerpo que crece, que se hace ajeno, puesto que cuando en la escuela se trabaja con base en estos referentes, se logran aprendizajes significativos. Estas herramientas permiten valorar la experiencia de los jóvenes y que se camine hacia el desarrollo de una sexualidad responsable.
Según los estudios e investigaciones consultadas sobre el embarazo en jóvenes, tema de este trabajo, es imperante la necesidad de que se realicen más investigaciones sobre el tema, pero de una manera más cualitativa, que lleve al descubrimiento emocional, y menos cuantitativa, que solo dejan ver cifras sobre una realidad, de manera que visualicen las dificultades y problemas que tienen los padres de familia, jóvenes y docentes para abordar temáticas pertinentes para una salud sexual y reproductiva.
Esta investigación permite reconocer las dificultades asociadas a los espacios de reflexión hacia una sexualidad para la prevención de embarazos en jóvenes, y demostrar el valor pedagógico que tiene trabajar desde el desarrollo humano, las dificultades, emociones, interrogantes y mitos que aparecen en la etapa de la adolescencia y el embarazo a temprana edad, como marco de referencia para la enseñanza- aprendizaje de una sexualidad sana y responsable. Se partió, por tanto, de la exploración de las dudas, inquietudes, reconocimiento del cuerpo y de la educación hacia la sexualidad recibida por los diferentes orientadores (padres, docentes, capacitadores).
Esto orientó el diseño y la construcción de una serie de talleres, los cuales buscan mejorar el proceso de enseñanza - aprendizaje hacia la temática y generar un aprendizaje en profundidad que les permitiera a los jóvenes tomar decisiones más asertivas sobre problemas cotidianos en diferentes contextos.
Este trabajo ofreció como resultado, una serie de herramientas y reflexiones sobre el comportamiento de los jóvenes y sus imaginarios de un embarazo a temprana edad, abriendo la puerta a una serie propuestas innovadoras, dejando de un lado la enseñanza tradicional.
Problemática de la investigación
Esta investigación nace en un contexto de diferentes violencias naturalizadas y de muy precarias condiciones de subsistencia, donde el cuerpo no es pregunta válida, donde el desconocimiento de sí mismos y de los otros ha impuesto a los jóvenes unas lógicas que los excluye de sí mismos, que los niega, que los reduce y que los deja a merced de una educación con vacíos en la formación de ciudadanos libres y responsables. De allí, comprender el cuerpo como posibilidad para la formación de una ética del autocuidado.
En los jóvenes de la Institución Educativa Renán Barco se evidencia las falencias y vacíos en la orientación pertinente de una educación para la sexualidad sana y responsable: dentro del currículo escolar o desde el currículo oculto, quizás, se habrán orientado o asesorado a los adolescentes sobre algunas temáticas anatómicas y fisiológicas del cuerpo humano, pero se evidencia que estos conocimientos en los adolescentes no son puestos en práctica en su desarrollo actitudinal porque se siguen presentando estudiantes en embarazo.
Existen estudios como los realizados por González (2000), Gaviria (2000), Flórez et al., (2004) y Osorio y Hernández (2006), que determinan las falencias en el sistema educativo para una educación sexual pertinente, muestran los altos índices de fecundidad en ciudades como Bogotá y Cali e identifican algunas dificultades que presentan los adolescentes cuando se encuentran en embarazo. Pero dichos estudios no alcanzan a satisfacer vacíos identificados en el presente estudio, como el desconocimiento de su cuerpo y la posibilidad de amarlo, respetarlo y valorarlo, así como los sentires, pensamientos y reflexiones de los jóvenes en el caso de presentarse un embarazo a temprana edad.
Teniendo en cuenta lo expuesto anteriormente y el contexto en el cual se desarrolla la investigación, Institución Educativa Renán Barco, surge la siguiente pregunta:
¿Cómo generar espacios de sensibilización y de diálogo con los jóvenes de la Institución Educativa Renán Barco a partir de sus experiencias cotidianas, que les permita el conocimiento y el reconocimiento de su cuerpo como lugar de posibilidad, con el fin de prevenir el embarazo a temprana edad?
Aproximación epistémica
El cuerpo es el lugar de todas las manifestaciones: de las propias y de las externas, de las deseadas y de las indeseadas, de las escogidas y de las impuestas, de las que carecen por completo de alternativas. La pregunta por el cuerpo siempre nos remitirá a la pregunta por la vida y por cómo podemos vivirla de acuerdo con las posibilidades y las oportunidades.
Es entonces allí, donde comprendemos la necesidad de crear espacios en los escenarios escolares, que desde la pedagogía permitan a los estudiantes pensar su propio cuerpo y sus relaciones en el contexto, y es sobre ese cuerpo que buscamos devenires que nos lleven a cotidianidades que se hagan a sí mismas formas diferentes de experiencia.
Entre muchos de estos fenómenos sociales, políticos y culturales, nos enfrentamos directamente con el del embarazo entre las y los jóvenes, y todo lo que conlleva asumir la responsabilidad de un embarazo a temprana
El cuerpo es el lugar de todas las manifestaciones: de las propias y de las externas, de las deseadas y de las indeseadas, de las escogidas y de las impuestas, de las que carecen por completo de alternativas.
edad. Las políticas públicas para el manejo de la situación son insuficientes y las clases magistrales de educación sexual han fracasado en el intento de hacer jóvenes conscientes de la importancia de su cuerpo. Es por ello que se propone una política del cuerpo desde una ética propia del autocuidado, donde los participantes del proceso puedan acercarse natural y tranquilamente a sus cuerpos y desde allí, poder generar espacios de sensibilización y conocimiento, que permitan a su vez, prevenir que este fenómeno se siga dando.
Es así entonces, como realizamos la aproximación epistémica a partir de cuatro categorías conceptuales que son: Sexualidad, Jóvenes, Cuerpo y Lugares para la afectación, comprendiendo que cada una de ellas más que una profundización estrictamente teóricamente, es siempre posibilidad de construcción.
Por eso, nuestro paisaje está trazado con la ruta de la creación de lugares para la afectación con los jóvenes y para los jóvenes, partiendo de la pregunta inicial por el ¿Cómo se entiende el ser joven hoy? (Muñoz, 2011) ¿Cómo esta condición puede generar un acercamiento con mi cuerpo, a través de la interacción significativa con los Otros?
“El cuerpo puede volverse hablante, pensante, soñante, imaginante. Todo el tiempo siente algo. Siente todo lo que es corporal. Siente las pieles, y las piedras, los metales, las hierbas, las aguas y las llamas. No para de sentir” (Nancy, 2007), y es precisamente desde él que enfocamos toda nuestra propuesta de conocimiento y de reconocimiento de sí, como significación y re significación constante de lo que somos, desde mí mismo y desde mi encuentro en la experiencia vital con el otro.
La pregunta por los escenarios en los que nos encontramos en la escuela atraviesa toda nuestra práctica pedagógica: es necesario repensar constantemente la configuración del espacio educativo como un campo de históricas formas de relaciones poder – saber (Skliar & Tellez, 2008) y la forma en que esto como seres que se interrelacionan, nos afecta. De allí asumir que hay circunstancias en las que el docente no puede seguir pasivamente su rol o menos aún, desde la verticalidad, sino generar lugares para el encuentro donde la palabra posibilite el ser entre otros, es por esto que no se trata de asumir una problemática desde las variables para su solución, sino también apostar un poco por ser lenguaje desde la voz y desde los cuerpos.
La sexualidad es entendida desde una percepción ética, en términos de Foucault (1966), como una forma de relacionarse consigo mismo y con los sujetos que los rodean, que a su vez, también experimentan de maneras diferentes su sexualidad. Es desde allí que nos enfocamos para la construcción del concepto de sexualidad con los jóvenes, entendiendo que la sexualidad deriva solo de una relación del sujeto consigo mismo.
Los jóvenes son un campo amplio de conocimiento, que desde las dos últimas décadas, especialmente en América Latina y parte de España, ha tenido un nuevo auge manifestado en los estudios de juventud. De la mano de autores europeos como Carles Feixa, o latinoamericanos como José Manuel Valenzuela, Rossana Reguillo y Germán Muñoz se va desarrollando un concepto de juventud más asociado a condiciones sociales, históricas, culturales y económicas, dejando de lado categorías como la condición etárea para internarse
La sexualidad es entendida desde una percepción ética, en términos de Foucault (1966), como una forma de relacionarse consigo mismo y con los sujetos que los rodean, que a su vez, también experimentan de maneras diferentes su sexualidad.
en los estudios de juventud. La etapa en la cual se encuentra nuestra población de estudio responde a todas estas características, sumando a ello que el institución educativa se encuentra ubicada en un sector que históricamente ha sido foco de diferentes formas de violencia, de refugio para desplazados, de comercio informal, de desempleo, es decir, en condiciones de vulnerabilidad. lo que da un matiz más complejo al oficio de la enseñanza en el sector.
Mirar desde la problemática social el fenómeno del embarazo en los jóvenes de la institución educativa nos lleva necesariamente a la pregunta por el porqué, y ello nos implica mirar no solo esto como fenómeno social, sino ante todo, como fenómeno de conocimiento y reconocimiento de las y los jóvenes frente a su cuerpo y a las formas en que asumen su sexualidad. Es decir, la idea, más que estudiar las causas sociales y culturales por las cuales se da el embarazo a temprana edad, se trata de entender las dinámicas en las cuales se dan las relaciones entre ellas y ellos, la forma en que construyen su idea de cuerpo y a partir de ello, qué procesos de sensibilización colectiva se pueden formar desde sus mismas cotidianidades.
Si bien una de las metas de la propuesta fue prevenir el embarazo en las y los jóvenes de la institución educativa, la pregunta la enfocamos más hacia cómo logramos que se inquieten por su cuerpo, que se acerquen a él, que lo conozcan, pues consideramos que en gran medida, el fenómeno del embarazo a temprana edad se da por el desconocimiento absoluto que los jóvenes tienen de su cuerpo o de la instrumentalización que hacen de él. De allí que sea una propuesta de acercamiento, de sensibilización, de afectación: de ver el cuerpo como – ya lo hemos mencionado – posibilidad, de hacer de ellos mismos y de su vida, una obra de arte en este aquí y ahora como nos incita Deleuze (2005).
El cuerpo como el lugar de las posibilidades debe ser también un acto de palabra, es por ello que nos proponemos la creación de espacios de significación dentro de la Institución Educativa, en los cuales, más que disputar escenarios de poder sobre ellos, tengamos la intención de convertirlos en voz. La escuela (más que la calle) como el lugar para la pregunta por cómo ejercer autonomía sobre sus cuerpos. Generar puntos de ruptura en lo que planteamos que nos lleve a un proceso de reflexividad colectivo, que nos posibilite lugares de diálogo, pero también de apoyo, de problematización, de encuentro con el otro y a partir de la experiencia de todos.
Pensar la problemática del embarazo a temprana edad desde el cuerpo, lo convierte en un acto político y no lo reduce solo a la categoría de fenómeno social y es desde este lugar que nos interesa pensar con las y los jóvenes de la institución educativa.
El proponer espacios de encuentro donde son las madres y padres jóvenes quienes tienen la posibilidad de crear a partir de sus propias experiencias, lenguajes que permitan el encuentro, la palabra, la pregunta y sobre todo, el diálogo, es nuestra primera tarea. Son las y los jóvenes quienes interactúan a partir de lo que ellos mismos han sido, de lo que van siendo, de su misma historia.
Estrategia metodológica
La metodología investigativa para llevar a cabo este proyecto es de orden cualitativo, con un enfoque de Investigación Acción Participativa (IAP), porque se busca el actuar y el interactuar entre los jóvenes, y las razones por las cuales los casos de embarazo adolescente en la Institución Educativa son tan reiterativos, considerando las diferentes formas de educación sexual con las que se trata de aproximar a esta temática. Se busca abordar desde la propia experiencia, pensada desde sí misma y desde los otros, la forma de volver palabra, de verbalizar todo aquello que para los jóvenes es prohibido y asumir en un espacio de diálogo, intercambio e interacción las preguntas colectivas que todos tenemos por hacernos.
El contexto en el que se desarrolla la presente investigación está matizado por profundas huellas donde la pobreza económica, social y cultural son parte de la cotidianidad. Es por eso que se hace necesario pensar en proyectos que ayuden a interpretar la realidad y que incluso, lleguen a transformarla. Así mismo, que a partir de estos se desarrolle una capacidad comprensiva, reflexiva y crítica de su propio contexto, que además impulse en ellos una auto mirada crítica y por ende, de una posibilidad cercana de transformación social (Fals, 1978).
Este enfoque de investigación se caracteriza por un profundo compromiso con los procesos de transformación social, que intrínsecamente es el compromiso asumido desde la escuela por todos los actores que confluyen en ella, por ello, el embarazo adolescente y la forma en que los participantes del proyecto asumen su sexualidad es no solo una pregunta desde la academia o desde las políticas públicas, sino desde el interés de generar una inquietud colectiva alrededor de los procesos de desarrollo, de crecimiento, reproducción y sobre todo, el cuidado y el autocuidado que debemos tener con los otros y con nosotros mismos.
El reconocimiento y valor del otro, de sus saberes, de su cultura, de su emocionalidad, por tanto, nos lleva a actuar, no solamente de forma racional, sino también, profundamente afectiva (derivado de afecto y de afectar), y asumirla como un proceso de descentración: que vaya más allá de lo que se puede comprender, en especial con las personas con las cuales se está investigando (Cendales, 2013, p. 1).
Fases de la investigación
En la IAP se plantean cuatro fases esenciales que interactúan de forma cíclica: primero, la observación, donde se identifican las necesidades y dificultades que se vivencia en el contexto y se inicia una recolección de datos para el planteamiento del problema. Segundo, el pensar, momento donde se hace un primer análisis para la formulación de un plan de trabajo y así atender las dificultades o problemáticas encontradas. Tercero, el actuar, donde se implementó el plan de acción para dar solución al problema y se evaluó qué tan eficaz y pertinente fue la herramienta aplicada para su solución. Cuarto: la retroalimentación, lo que conduce a un nuevo diagnóstico y una resignificación de la problemática para así iniciar con un nuevo ciclo (Hernández, Fernández, & Baptista, 2006, p.708).
Primera fase
Al iniciar con la investigación, se buscó una herramienta para la indagación de la problemática y como está inmersa en la población adolescente, es cuando el investigador busca aprehender las experiencias destacadas de la vida de los jóvenes y las definiciones que ellos le dan a tales experiencias.
El investigador realizó encuestas estructuradas para la recolección de información en este primer momento. Inicialmente, se implementaron encuestas piloto en jóvenes, cuyos resultados permitieron realizar algunos ajustes a las guías de encuestas y definir la versión definitiva de las mismas. Estas llevan a una comunicación primaria que contribuye a la comprensión de realidad del entorno, por esto se considera un instrumento eficaz y de gran precisión, que puede llevar a lograr un acercamiento al objeto de estudio.
Las preguntas guías se definieron con el propósito de profundizar en algunos aspectos de sus historias de vida, los momentos y dificultades que deben superar cuando los jóvenes se encuentran en estado de embarazo. Se pretende conocer a través de los relatos y escritos, el proceso de desarrollo de su sexualidad a partir de la reconstrucción de eventos en su historia de vida, como la comunicación con el novio, pareja sentimental o sexual, el inicio de la actividad sexual y el uso métodos anticonceptivos, entorno familiar y educación impartida por los padres hacia el tema de la sexualidad responsable, el autocuidado del cuerpo, el conocimiento y reconocimiento del cuerpo, sus metas o proyecto de vida con un hijo y la educación sexual que ha sido impartida por las instituciones educativas.
Con el análisis y resultados de las dificultades encontradas en las encuestas, fue posible un diagnóstico de las necesidades de la población de estudio, lo cual dio luz al planteamiento del problema de investigación. En este sentido, las encuestas fueron analizadas por el investigador, por ende, algunos fragmentos contaron con una codificación en el apartado del análisis haciendo referencia a la encuesta, al estudiante participante y al número de encuesta.
Segunda fase
Las encuestas fueron sistematizadas y se realizó el proceso de categorización para el diseño de talleres que se utilizó en la formación de los participantes. Por otro lado, las experiencias encontradas aportaron significativamente al enriquecimiento del proceso con los jóvenes. Y al final de la aplicación de los talleres, nuevamente fueron encuestados para corroborar el impacto del proceso en los jóvenes que a la vez, participaron como facilitadores en el proceso de sensibilización y construcción de ambientes de reflexión para las temáticas a tratar.
La estrategia que se utilizó para dar solución a la problemática encontrada en los jóvenes es la construcción de una serie de talleres donde se esperó que generaran una nueva visión de las consecuencias sociales y emocionales de un embarazo a temprana edad. Los talleres estaban diseñados de forma lúdica con un juego infantil llamado Rayuela, donde alcanzar el cielo es el objetivo; los jugadores se identifican con las tareas del orientador y de los participantes; tirar la piedra donde se establecen las condiciones y los materiales de la actividad; jugar la rayuela es el diseño metodológico de la actividad y por último, llegar al cielo donde se concluye la actividad y se evalúa si el objetivo trazado fue alcanzado por los participantes.
Tercera fase
El investigador realizó observación participante en el momento de la aplicación de los talleres; aunque al realizar dicho ejercicio, ya la finalidad no sería profundizar en algunos elementos del problema, sino identificarlos para luego emprender acciones en aras de realizar los ajustes pertinentes a los talleres y solucionar las situaciones que se presenten en el grupo de participantes.
Para el registro de la información obtenida en la observación, el investigador recolectó continuamente datos para evaluar el desarrollo de actividades planteadas en los talleres y construyó su propio diario de campo. Es así como
“el diario de campo debe permitirle al investigador un monitoreo permanente del proceso de observación. Puede ser especialmente útil [...] al investigador en él se toma nota de aspectos que considere importantes para organizar, analizar e interpretar la información que está recogiendo”(Bonilla-Castro & Rodríguez Sehk, 1997).
Para este caso, la codificación fue: se relaciona inicialmente el investigador, seguido por el diario de campo y finalmente, por el número del taller observado.
Los participantes elaboraron una bitácora bastante significativa, ya que les permitió tomar apuntes de sus experiencias, dudas, debates y conclusiones, los cuales sirvieron para monitorear los avances, fortalezas y debilidades para mejorar y rediseñar los futuros talleres por parte del investigador. Esta bitácora sirvió como herramienta para recolección de información y se encontrará codificada en los análisis de la siguiente manera: se relaciona la bitácora y el estudiante participante.
Cuarta fase
Al finalizar la implementación de los talleres, se volvió a evaluar y en este momento se realizaron una serie de réplicas de los talleres por parte de los participantes, a pares de grados inferiores, el investigador observó el desempeño y llevó registro de lo ocurrido. Esta réplica conduce al ciclo de retroalimentación, lo que implicó más ajustes a los talleres y adecuarse a las contingencias que surgieron. De acuerdo con el diseño de la investigación acción, el ciclo se repite hasta que el problema es resuelto y se logra el cambio.
Análisis de la experiencia
La construcción de espacios de socialización con los jóvenes es un hecho lleno de matices, pensamientos, sentimientos y hasta conmovedoras lágrimas. Actitudes que aportan a los objetivos planteados, con percepciones que son constantes en el lenguaje diario y donde se orientó a los nuevos ciudadanos del mundo. Es así como a la hora de compartir espacios de diálogo con los jóvenes, se fortalecieron varias temáticas que, interrelacionadas, le dan sentido a su interpretación, como el cuerpo y el cuidado de sí, el embarazo, las intenciones de políticas públicas y la educación sexual en las instituciones educativas, la familia y las relaciones en etapa juvenil; permitiendo conocer la posición de cada uno de los participantes antes y durante el proceso de construcción que se llevó.
El objeto de estudio de esta investigación se enfocó en tratar de hacer una aproximación metódica e interna a las actitudes, pensamientos y comportamientos de los jóvenes frente al embarazo a temprana edad. Participaron en este trabajo estudiantes, padres de familia, docentes y directivos de la Institución Educativa Renán Barco, situada en el municipio de La Dorada, Caldas.
Este proceso de análisis ofrece la oportunidad de ir y venir entre los diversos pensamientos, sentimientos, emociones, actitudes y posiciones de los jóvenes frente a una problemática que los convoca antes y durante el proceso de intervención, llevándolos al reconocimiento de una nueva forma de asumir su cuerpo, su cuidado y la responsabilidad que esto implica, al igual que establecer los ventajas y consecuencias que trae consigo, permitiendo reconocer reacciones frente a sus necesidades y encontrar en la revisión del material cómo van dando respuestas más estructuradas frente a la manera de asumir una sexualidad responsable para reducir los índices de embarazo en la localidad.
El cuerpo y el cuidado de sí en la condición juvenil
“Así somos los seres humanos aficionados de lo prohibido y atraídos por lo imposible" (Biest 10).
Los seres humanos se centran en la capacidad de hacerse a sí mismos a partir de las experiencias que se han interiorizado en el trascurso de su vida, historias de vida que van formando su propio ser y que en esencia, son soportadas en valores, actitudes y comportamientos que los identifican y por ende, los ponen en capacidad de proyectarse.
Estas actitudes y comportamientos determinan el estilo de vida de las personas y la manera como ellas se cuidan.
El término estilo de vida se refiere a la manera de vivir y a las pautas personales de conducta, que están determinadas por factores sociales, culturales y personales; equivale a las actitudes, hábitos y prácticas individuales o familiares, que pueden influir sobre nuestra salud (Tobón, 2014, p.2).
Algunas de las actitudes encontradas en los jóvenes, influidas por aspectos socioculturales y económicos, y de acuerdo con el sistema en que se desenvuelven, como la familia, la comunidad o la escuela, son: primero, el autocuidado, es decir, la forma del cuidado de sí, asumiendo la responsabilidad frente a la vida y el bienestar de las personas, evitando situaciones de riesgo y acogiendo estilos de vida saludable. Segundo, el cómo se ven y cómo se reflejan hacia los demás, en una sola palabra, la imagen; y por último, el proyecto de vida, la capacidad del ser humano para verse, fraguarse y programarse para el futuro que pude ser inmediato o largo plazo.
El embarazo: una forma de adquisición de responsabilidades
Sería más responsable para darle lo mejor a mi hijo para que crezca bien. Aprendería a ser madre porque traer un bebé al mundo es una bendición de Dios. Un bebé no es un obstáculo antes es algo muy lindo. Me darían más ganas de salir adelante por el hijo (Biest1).
Para los adultos, la sociedad, las entidades de salud y educación, el embarazo en jóvenes es catalogado como un problema significativo que afecta la salud pública en Colombia. Es necesario que todas las personas y especialmente los jóvenes, tomen conciencia de las dificultades, riesgos y necesidades que conllevan la concepción para el futuro, no solo del adolescente sino también del recién nacido y del núcleo familiar.
Se ha señalado algunas razones que explican la consideración del embarazo en la adolescencia como un problema social, primero, el aumento y la mayor visibilidad de los embarazos en la población adolescente; segundo, la persistencia de las condiciones de pobreza de la población; y, por último, las condiciones adversas a las que se enfrenta un número creciente de jóvenes que difícilmente pueden hacerse cargo de una familia, a pesar de que en muchas ocasiones estarían dispuestos e incluso deseosos de hacerlo (Stern, 1997, p.138). “La mayoría de nosotros los jóvenes no estaremos preparados para cargar con esta responsabilidad tan grande a temprana edad, esto conllevaría a problemas como la relación entre la familia, el estudio y la estabilidad económica” (Biest11).
Para la mayoría de las personas, el embarazo en los jóvenes se presenta en poblaciones que sufren necesidades económicas, educativas y oportunidades laborales, lo que en algunas ocasiones corresponde a situaciones culturales. “El embarazo en la adolescencia obedece a muchas causas, no solamente a las relacionadas con las inequidades sociales, sino también con la manera en que se establecen las relaciones románticas, las relaciones de subordinación y dominación de género” (Luque, 2013, p.1).
El debate se despertó y uno de los participantes insistía en que un embarazo era solo de la mujer y que los hombres no tenían nada que hacer ahí, una postura bastante común en la cultura en la cual crecieron los muchachos en donde el problema se le delega a las mujeres y ellos no tienen ninguna responsabilidad, lo que nos sorprendió enormemente al ver muestras de un pensamiento anclado en el discurso machista, incluso en población tan joven (Invdia3).
En otras palabras, el embarazo en jóvenes no puede ser visto exclusivamente como un problema social, es una cuestión cultural donde el contexto estipula el comportamiento de la población y los jóvenes son formados para que se comporten de determinada manera. Es urgente orientar a los jóvenes hacia temas como la equidad de género, los derechos humanos y los derechos sexuales y reproductivos, con el fin de evidenciar un cambio cultural, para que el hombre y la mujer sean vistos como iguales y tengan las mismas oportunidades, incluso si ya son padres jóvenes, para que se apoyen en la crianza del recién nacido.
[...] el embarazo es de dos y no solo de la mujer y cómo los hombres se debían ir haciendo cada vez más conscientes de que hay responsabilidades que se asumen conjuntamente sea ahora o sea después en la adultez y que esa cadena tan común en nuestra población, de tener hijos y dejarlos, esto se debería acabar (Invdia3).
Tal y como se hace evidente, el embarazo en jóvenes es considerado un problema, pero cuando es mirado desde otro ángulo, desde el amor, ternura, satisfacción y de sueños por cumplir, todo cambia sin importar la salud física y emocional, el entorno social y familiar o qué tan preparado se está para ser padre joven. Es aquí donde nacen cientos de preguntas que se hacen los adultos: ¿un adolescente estará en capacidad de educar a otro ser humano sin importar la situación económica? ¿Un niño criando a otro? ¿Por qué los jóvenes ven el embarazo como una forma de acrecer responsabilidad? Para estas preguntas no hay respuesta concreta, toda respuesta se dará de acuerdo con el caso o las condiciones socioculturales del adolescente.
Tener un hijo es más que algo muy lindo, pero nos trae una responsabilidad muy grande, claro está que con un hijo sí se puede salir adelante” (Biest28).
Ahora bien, dentro de los datos de la investigación se observaron dos factores a los que se enfrentan los jóvenes en embarazo, por un lado, los obstáculos que deben afrontar en esta condición, como factores emocionales, sociales y económicos. Por otro lado, la deserción escolar como efecto socioeconómico, debido a que por el estado en que se encuentran, estos jóvenes son señalados y recriminados en el hogar y en la escuela, de la que deben retirarse para buscar empleo y así conseguir para la manutención del recién nacido.
Es aquí donde los discursos de los estudiantes dejan ver sus percepciones iniciales y cómo a medida que se desarrollan los diferentes talleres, las motivaciones surgen desde sí mismos, desde un conocimiento propio y desde un reconocimiento como seres de desarrollo.
Obstáculos para superar en el embarazo en la población juvenil
Para Flórez y Soto (2013, p.7) los embarazos en jóvenes están asociados a tres factores: factores personales individuales, donde interviene el nivel educativo, acceso a información de métodos anticonceptivos, la maternidad y sobre las oportunidades que puede brindar la sociedad. Un segundo factor es interpersonal, como la estructura, orientación y control familiar, el diálogo con los padres, las actitudes de los pares o la pareja hacia las relaciones sexuales en la adolescencia. El tercero es contextual, como nivel socioeconómico, las políticas sociales y su implicación en educación para la sexualidad, el inicio de las relaciones sexuales y factores culturales.
En los jóvenes se evidencia que la combinación de estos factores y en algunos casos, el desconocimiento de otros, es lo que lleva a la adquisición de una responsabilidad como lo es un recién nacido. Por supuesto, ellos identificaron muchas consecuencias que trae consigo un embarazo y los obstáculos que deben superar para que ese nuevo ser tenga una buena calidad de vida. “Las consecuencias de ser padre a tan temprana edad. Que uno no le den trabajo por menor de edad. Trasnochar por estar cambiándoles el pañal y haciéndole el tetero. No salir a rumbear por estar cuidando el hijo” (Enest6).
Las consecuencias iniciales de la confirmación de embarazo son la aparición de sentimientos de miedo y ansiedad ante la situación de incertidumbre que se crea. Esta ansiedad se manifiesta, entre otros síntomas, en pérdida de apetito, dificultades para dormir y para concentrarse en los estudios, en espera de lo pueda pasar en su círculo familiar y social.
[...] todavía estamos empezando nuestra vida y si tenemos un bebé todo lo que queremos ya no sería igual. Que hay muchos jóvenes que quedan embarazadas y no tiene apoyo de nadie les toca dejar sus sueños para responder por su hijo (Biest14).
Uno de los obstáculos más nombrados por los jóvenes es el rechazo de la familia si llegase a surgir un embarazo y, es aquí, donde la familia juega un papel importante, el de ayudar a enfrentar esos sentimientos de miedo en búsqueda del bienestar para el adolescente y el niño que viene en camino. También, es importante la comunicación constante entre el adolescente y los padres, ya que existe la probabilidad de presentarse tensiones, dificultades de adaptación y conductas de riesgo que pueden ser superadas y así culminar exitosamente este apartado de la vida (Cava, 2003, p.23).
[...] tenía miedo, al sentir qué podría pensar por esta situación que no es nada fácil para afrontarla a esta edad y menos si no contamos con el apoyo de nuestros padres y el apoyo del papá de mi hijo. El tener un hijo es mucha responsabilidad la cual a esta edad no tengo” (Biest3).
Debido al contexto que viven los jóvenes donde se desarrolló la investigación, estos expresaron las dificultades económicas que podrían llegar a tener y la dificultad que se presentaría el tener que velar económicamente por el recién nacido, donde los implicados en la manutención llegarían a ser los padres u otros familiares que brindarían apoyo, si esto no sucede, les tocaría recorrer al abandono de los estudios y salir en la búsqueda de un empleo que por su edad sería mal gratificado, si fuese el caso de que les brindasen empleo.
[...] algunos chicos hacían bastantes juicios a una de sus compañeras (que tiene un hijo) pues observaban que la responsabilidad no era de ella, sino de su mamá (es decir, de la abuelita) y en defensa de sí misma, respondía estar sola, desorientada y sin contar siquiera con el apoyo del papá del niño, el cual no cumplía con las verdaderas obligaciones paternas (Invdia1).
Para dar cumplimiento al tercer objetivo de la investigación, se sustentó que las instituciones educativas deben brindar el espacio académico para los jóvenes y, aún más, a los jóvenes en estado de embarazo, pero en muchas ocasiones, el rechazo, las críticas o los señalamientos de los estudiantes de la institución afectan seriamente la autoestima de los futuros padres, esto hace que se sientan acorralados y terminen desertando de la escuela. “En la adolescencia aún no hemos terminado nuestro proyecto de vida aunque por un lado el embarazo es muy bonito, empieza una gran responsabilidad se debe preparar y afrontar lo que se viene encima” (Biest17).
Pareciera que el desarrollo del proyecto de vida para los jóvenes en embarazo está rodeado de un clima de desesperanza y postergación, su vida está ordenada alrededor de la experiencia de ser padres. Es necesario que desde la familia y la escuela eduquen y apoyen a los jóvenes si se presenta una situación de embarazo y si esto no ha ocurrido, orientarlos a forjar el proyecto de vida para los diferentes papeles que desarrollará en su futuro, en la familia, en el trabajo y en la sociedad.
Deserción escolar
En las instituciones educativas se encuentra que la mayoría de jóvenes todavía no han iniciado contacto sexual y otros inician las prácticas sexuales durante su etapa de estudios de secundaria. Así que se hace pertinente que desde las escuelas se proporcione formación sobre temas como los métodos de planificación, los anticonceptivos y motivar el uso del preservativo en el caso que ya se haya iniciado una vida sexual, con el objetivo de evitar embarazos a temprana edad. “[...] las consecuencias de tener un bebé son muchas que uno tiene que trasnochar para cuidarlo, que será difícil nuestra vida, que tendría que dejar el estudio y que tocaría trabajar mucho no para uno sino para el bebé” (Enest1).
Una de las consecuencias de un embarazo en la adolescencia se relaciona con el rendimiento escolar hasta llegar a la deserción, es así como “entre el 20 y el 45% de jóvenes que dejan de asistir a la escuela, lo hacen en razón a su paternidad o maternidad” (Ministerio de Educación Nacional, MEN, 2011). Entre las principales causas de deserción escolar están los factores económicos, el desempeño escolar, los factores socioculturales, así como las dificultades familiares. A esto se le suman los problemas relacionados con la accesibilidad, la aceptabilidad y la adaptabilidad en la escuela derivados por los malestares típicos del embarazo o del cuidado al recién nacido. “[...] los sueños y metas se estancarían por un tiempo, en algunos casos de ser discriminado y rechazado por los amigos, familiares o las personas del institución educativa” (Enest3).
La situación actual del embarazo en adolescentes en Colombia, según Profamilia (2010), se logró detener la tendencia creciente que presentaba el embarazo en la adolescencia entre 1990 y 2005, como se puede apreciar en la siguiente figura:
Sin embargo, en esta misma encuesta se observa que la cifra aún continúa siendo alta; para el año 2010, una de cada cinco mujeres de 15 a 19 años, está o ha estado alguna vez embarazada; el 16% ya son madres y el 4% está esperando su primer hijo.
Estos resultados confirman la importancia de implementar en las escuelas proyectos, asignaturas y clases de formación hacia la sexualidad sana y responsable. Se hace evidente las condiciones en las cuales los jóvenes en estado de embarazo tienen que desarrollarse, trayendo consigo implicaciones de salud física y emocional para la madre como para el hijo. Por tanto, el (la) joven ve truncado sus estudios llevando a la deserción escolar y, con ello, su proyecto de vida, afectando seriamente el futuro laboral y el entorno familiar. “[...] todo en la vida se puede, se puede salir adelante y terminar de vivir muchas cosas que no se han vivido así tenga uno hijo o no lo tenga hijo” (Biest10).
La construcción de actitudes, pensamientos, valores y comportamientos en los jóvenes está ligada a la formación en la familia, creando lazos de confianza que no se deben romper por ninguna situación; para el caso del embarazo debe existir el apoyo incondicional al adolescente para que pueda continuar sus estudios y los obstáculos que se presenten sean superados en familia.
De acuerdo con lo anterior, se pudo observar la importancia que toma la escuela en el proceso de acompañar a los jóvenes y a las jóvenes en estado de embarazo y ofrecerles espacios que les brinde un cúmulo de conocimientos a la vez que les permite dar a conocer sus sentimientos, pensamientos, intereses, donde se reconozca la importancia del cuidado de sí, donde se les ofrezca espacios que promuevan el conocimiento de sus derechos humanos, sexuales y reproductivos, donde se les permita expresar su afectividad y vivir su sexualidad de manera responsable. Se requiere mayor atención al ser, pues es quien en últimas, hace uso de su autonomía y libertad para decidir de manera responsable ante situaciones que se le presenten.
Conclusiones
Cuando se da inicio a un proyecto como el que se concluyó, muchas veces no se alcanza a dimensionar la magnitud de lo construido: las tensiones con las que se encuentran y las lágrimas que hicieron manifiesto todo lo que los y las jóvenes estaban sintiendo, darse cuenta que ahí había un lugar para la sensibilidad, para la palabra, para la construcción de distintas formas de ser y de encontrarse, que quizá no se habían visto en el momento de formular esta grata experiencia.
Las conclusiones se sugieren en tres niveles, primero desde el ser joven, segundo desde la familia y, por último, desde la escuela como espacio para la reflexión.
La adolescencia es una etapa donde se adquieren conocimientos, actitudes y habilidades que serán la base para una adultez sana, donde se experimentan nuevos sentires de afecto y de tristeza, de conflictos, de amores y desamores, esto hará posible la construcción de una identidad que lo marcará con una singularidad para disfrutar del mundo de la vida. Es necesario el reconocimiento de los jóvenes como seres sexuales, esto implica respetar su identidad, autonomía y libertad, ayudar a la consolidación de la autoestima y la formulación de su proyecto de vida, siendo partícipes activos la familia, la escuela y la sociedad.
Teóricamente, la juventud está caracterizada como la etapa más difícil que tiene que enfrentar el ser humano, enmarcada por una gran carga emocional y, aún más cuando se debe asumir un embarazo a temprana edad. Las repercusiones negativas, lo que trae consigo un embarazo, ya son reconocidas por los jóvenes, como la deserción escolar, los conflictos familiares y las dificultades socioeconómicas. De allí que es importante brindar una educa ción para la sexualidad de calidad con el fin de prevenir embarazos, favoreciendo así, la construcción del proyecto de vida.
La familia es el principal agente socializador, de manera que siempre debe permanecer al lado del adolescente para orientarlo y acompañarlo en su proceso de desarrollo, donde se le brinde un ambiente democrático para la construcción de identidad y formulación de su proyecto de vida.
Las familias deben cambiar sus pautas de crianza para estar a la par de las necesidades, sueños y deseos de los jóvenes; para impulsar actitudes, hábitos y comportamientos adecuados en su desarrollo y participación en los diferentes espacios de socialización, dejando de lado cualquier tipo de maltrato hacia el menor.
La educación para la sexualidad debe estar orientada hacia la formación en toma decisiones asertivas que lleven a postergar la primera relación sexual, a que reconozcan los derechos sexuales y reproductivos y, una vez llegado el caso, sean conscientes de una sexualidad responsable. Reflejándose esto en la disminución de riesgos como las enfermedades de trasmisión sexual y los embarazos a temprana edad.
Es necesario que en las instituciones educativas se reoriente el currículo fomentando el respeto y el cuidado del cuerpo y del otro; promoviendo en los jóvenes el desarrollo de la autoestima, la autoimagen, de la construcción de la identidad y donde se promueva el respeto los derechos sexuales y reproductivos de los niños, niñas y jóvenes de nuestro país.
Las instituciones educativas deben generar espacios de diálogo donde se desarrollen temáticas de formación y no de información sobre autoestima, autocuidado, autonomía, toma de decisiones asertivas y sexualidad sana y responsable, donde se realicen acciones concretas para fortalecer el desarrollo del proyecto de vida de los jóvenes y la prevención del embarazo a temprana edad.
Los hallazgos de la investigación revelan la falta de calidad en la educación, aspectos como que los proyectos de educación sexual sean pertinentes al contexto, continuos, pues en la mayoría de ocasiones, la educación proporcionada es esporádica y limitada a unas cuantas sesiones informativas acerca del funcionamiento del sistema reproductivo, enfermedades de transmisión sexual y una laxa información sobre cómo evitar el embarazo con el uso de anticonceptivos. La educación tradicional se imparte en el formato de charlas donde no se toma conciencia de las dificultades y complicaciones emocionales, psicológicas, biológicas y sociales que se pueden presentar en un embarazo en la etapa de la adolescencia.
La sonrisa en el rostro de los participantes hablaba por ellos. Les gustaba la transformación que sentían en sí mismos y querían también mostrarlo a los demás. Después del taller, el día fue de risas, chistes y el compartir. Ya no era el investigador del proyecto, ya había políticas de amistad que nos unía más allá de la formalidad de la investigación. Sin duda, una gran experiencia (día-6-inv).
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