Artículos de investigación
Trayectoria de construcción de un movimiento juvenil. Caso colectivo ambientalista
Development of the Construction of a Youth Movement. An Environmental Collective Case1
Revista de Investigaciones de la Universidad Católica de Manizales
Universidad Católica de Manizales, Colombia
ISSN: 2539-5122
ISSN-e: 0121-067X
Periodicidad: Semestral
vol. 16, núm. 28, 2016
Recepción: 31/07/2016
Aprobación: 30/08/2016
Resumen: Objetivo: dar a conocer la primera fase del proyecto de investigación “Movilizaciones de acción política de jóvenes en Colombia desde la paz y la no-violencia”, que buscó reconocer desde una mirada descriptiva, las trayectorias de emergencia, vinculación y movilización política de los jóvenes vinculadas a ellas. Metodología: la investigación se abordó desde un enfoque cualitativo y complementario entre aportes de diferentes metodologías y con el uso de los instrumentos de recolección de información como entrevistas en profundidad y talleres grupales. La población estuvo constituida por cinco colectivos juveniles de Medellín y el Eje Cafetero. Hallazgos: las condiciones de emergencia se dan en medio del escenario universitario; los jóvenes se vinculan por amistad y afinidad; y su escenario de acción política se da desde lo académico y el trabajo comunitario.
Palabras clave: jóvenes, colectivos, acción política, ambientalismo.
Abstract: Objective: publish the first stage of the research project “Political Youth Movement in Colombia from peace and non-violence”. This project sought to recognize the course of emergency, link and political movement of young people involved from a descriptive view. Methodology: the research used a qualitative approach and a complementary with contributions of different methodologies and the use of information gathering tools, such as in-depth interviews and group work. The study population was five youth groups from Medellin and the Coffee Region. Findings: the emergency conditions appear in the university environment. Young people become linked by friendship and affinity and their political action environment comes from the academia and community work.
Keywords: youth, groups, political action, environmentalism.
Introducción
Como una provocación a la necesidad de continuar dando cuenta del lugar que vienen instituyendo los y las jóvenes de Colombia, en relación con su accionar político y capacidad de crear posibilidades para intervenir y transformar su realidad, pasando además por develar las lógicas de articulación que subyacen a sus condiciones y determinaciones como sujetos singulares y colectivos en movimiento, esta investigación buscó comprender qué se moviliza en las y los jóvenes de Colombia participantes de procesos de acción política fundados en la paz y la no-violencia, que hace posible que movilicen las realidades que requieren transformar. Así, la principal atención de la comunidad académica que la integra es la relación entre objetos como: los procesos de formación y socialización, y la juventud y la configuración de subjetividades alrededor del campo del conocimiento político. Por consiguiente, enmarcada en el área de las ciencias sociales, la investigación puede ser leída en dos sentidos: a manera de ejercicio de visibilización y enunciación de los y las jóvenes como sujetos sociales fundantes en las dinámicas de configuración de acciones políticas erigidas desde la afectación y la disidencia o como un reconocimiento a su participación instituyente en la construcción de otras lógicas de poder y colocación en el mundo (Lander, s.f.; Salas, 2007 y Escobar, 1996).
De igual manera, la investigación destaca varias categorías relacionales de interpretación que considera imprescindibles a la hora de darle coherencia y radicalidad al sentido de lo que movilizan y moviliza a los y las jóvenes participantes de experiencias de acción política fundadas en la no-violencia y la construcción de paz como condición para la transformación de sus realidades: movilización, afectación, acción política, construcción de paz, no-violencia, sujeto político y relación jóvenes- política.
En primera instancia, el acercamiento inicial consistió en dar cuenta de las condiciones de organización de los colectivos, cómo emergía, qué condiciones, intereses y/o motivaciones los impulsaban a constituirse como colectivo, y cómo se vinculaban otros miembros.
Así, este artículo da cuenta de la experiencia particular de un colectivo ambientalista, de las contingencias que los llevaron a encontrarse, dialogar, discutir y movilizarse alrededor de procesos y escenarios que consideran injustos y que desembocan en la degradación de la dignidad de las comunidades rurales; su accionar está dirigido desde el ambientalismo popular y el trabajo directamente con las comunidades, movilizándolos, generando consciencia ambiental hacia prácticas económicas que destruyen los territorios autóctonos y procesos educativos que le permiten a las personas en las comunidades ir en defensa de sus derechos sociales, políticos y territoriales.
Sobre el movimiento ambientalista
El “ambientalismo en Colombia”, al igual que ocurre en otros países, lejos de ser una corriente homogénea, sintetiza una heterogénea y compleja red de visiones y prácticas sociales, relacionadas con el manejo de los recursos naturales, el medio ambiente y la calidad de vida. (Tobasura, 2007, p. 49)
Tobasura (2007) expone un excelente recorrido del proceso de constitución de los movimientos ambientalistas en Colombia, las contingencias políticas, económicas y culturales que obligaron a diversas comunidades a movilizarse hacia la defensa de la naturaleza, la vida, el territorio y la cultura propia (Villareal, Echavarrría & Ayestaran, 1988), generando así diversidad de ramificaciones que dan cuenta de ello.
En esta misma línea de pensamiento, Grohmann (1997) se refiere a dos tipos de movimientos sociales en América Latina: populares urbanos y ambientalistas populares, siendo este último el que interesa a los jóvenes del colectivo, pues su interés se centra en la crítica a un sistema capitalista que afecta el territorio y la estabilidad ambiental con sus ansias de poder y explotación de recursos (Rodríguez, 2004; Sarmiento, 2004).
[...] los movimientos ambientalistas urbanos se orientan menos por una unidad espacial determinada, y mucho más por un fin claramente delimitado, a saber, la protección del medio ambiente. Claro está que algunas veces ese objetivo se define más ampliamente y otras en forma más restringida, de manera que las vías para alcanzarlo resultan también diferentes. Gudynas (pp. 107 ss.), por ejemplo, hace una distinción entre administradores ambientales y representantes de posiciones contrahegemónicas, presentándolos como polos del movimiento ambientalista. Los primeros se apoyan sobre todo en los potenciales de solución de la ciencia y la tecnología. Los problemas sociales se subordinan a los ecológicos, entre los cuales se otorga una importancia particular a la protección de la flora y la fauna. Los contactos con otros grupos sociales son relativamente escasos y, por el contrario, más bien estrechos con algunos empresarios y políticos. Ejemplos típicos de esa orientación son las grandes organizaciones conservacionistas dedicadas a la protección de determinados espacios naturales, como por ejemplo las selvas tropicales. En contraste, tenemos a las organizaciones ambientalistas que unen la problemática conservacionista con una crítica de la ideología del progreso, y que cuestionan el (actual) modelo desarrollista y el modelo social predominante. (Grohmann, 1997, p. 149)
En este sentido, el colectivo ambientalista con el cual se trabajó en esta investigación, se inscribiría como “representante de posiciones contrahegemónicas”, pues su movilización está motivada por las políticas estatales que irrespetan las comunidades, sus saberes, bienestar, dignidad e historia en los territorios; no es solo un interés por la protección o el conservacionismo, sino que más allá de eso, generan posiciones críticas frente a la afectación de prácticas económicas como la megaminería, el monocultivo, la explotación y contaminación de fuentes hídricas, que son fuente esencial del sustento diario de los habitantes de los territorios (Tapia, 2011).
Por otra parte, Palacio (en Tarazona, 2010) expone que en Colombia el movimiento ambientalista ha transitado por cuatro tendencias principales: “1) La conservación; 2) Los movimientos sociales y sus relaciones con la naturaleza; 3) Posiciones y ayuda económica internacionales; y 4) Concepciones tecnocráticas” (p. 13). Siendo en la segunda, en la cual podemos ubicar el interés de nuestro colectivo, pues allí se inscribe el ambientalismo popular como enfoque desde el cual dirigen todas sus actividades y que buscan principalmente, la defensa de la vida, a partir de la defensa de los territorios en sus comunidades de influencia.
Así, el colectivo ambientalista, bajo estas clasificaciones, se inscribe como un “movimiento social relacionado con la naturaleza y representante de posiciones contrahegemónicas”. Esta mixtura ideológica y de responsabilidad comunitaria nace precisamente desde la propia historia de vida de los jóvenes que, por un lado, han crecido en el campo y han vivido la afectación de asuntos, como el monocultivo y la explotación de los recursos naturales en su comunidades; y, por otro, han encontrado en la universidad un escenario de formación y de resistencia ante dichas afectaciones. Allí, dialogan desde sus saberes, sentires y conocimientos para defender las comunidades y el territorio en el cual se encuentran instaladas.
Materiales y métodos
Esta investigación se entiende como un estudio cualitativo desde el cual se pretende comprender cómo emergen y se desarrollan las acciones políticas de jóvenes de diferentes colectivos del Eje Cafetero; para el interés de este artículo se abordará el caso del Colectivo Ambientalista.
La investigación se organizó a partir de diversas fases, dando cuenta de diferentes métodos de investigación cualitativa (Hernández, Fernández y Baptista, 2010; Murcia & Jaramillo, 2008), a saber:
Este artículo da cuenta del primer momento etnográfico, específicamente, en lo que se refiere al escenario de emergencia y movilización del colectivo, lo cual será presentado de manera descriptiva y soportado en los mismos testimonios de los jóvenes del Colectivo Smbientalista; este momento se dio a través de grupos focales y talleres colectivos.
Trayectoria de construcción del Colectivo Ambientalista
Condiciones de emergencia del Colectivo
El Colectivo Ambientalista surge de la necesidad de visibilizar otro discurso, enfoque y práctica ambiental diferente a las teorías oficiales que transitan por los escenarios formales como las Universidades y sus facultades, donde la crisis ambiental que atraviesa la sociedad actual es asumida, preponderadamente, desde el mecanicismo y tecnicismo, con soluciones puramente tecnológicas y una mirada muy estrecha o casi inexistente de sus verdaderas causas. Además, alejado de las comunidades populares, campesinas, negras e indígenas que se ven afectadas por el modelo de desarrollo y desentendida de la coyuntura del momento, los conflictos ambientales a causa de la megaminería2, a raíz del auge de los megaproyectos minero-energéticos.
[...] el colectivo nace dentro de un contexto social muy particular [...], en medio de los conflictos ambientales, que transversalmente están cimentados por conflictos políticos, por decisiones, por imposiciones de un modelo de desarrollo mundial y nacional que lleva a los territorios a implantar políticas, economías, normas y hasta las fuerzas militares para implantar esos modelos de desarrollo que degradan totalmente el bienestar de las comunidades y degradan totalmente los bienes naturales, la tierra, el suelo, el aire, la biodiversidad y entonces como colectivo envueltos en ese contexto la respuesta tiene que ser política (P1:323).
A partir de esa necesidad, algunos estudiantes de la Facultad4 construyen la propuesta y convocan a conformar el colectivo (Sousa, 2001), con las bases y principios del Ambientalismo Popular. Algunos de sus fundadores, con una amplia trayectoria en el movimiento ambiental de la región (Eje Cafetero), desde el enfoque del Ambientalismo Popular e igualmente activistas y líderes del movimiento estudiantil de la universidad, especialmente en los años 2008 y 2011, durante los cuales se vivieron periodos álgidos con coyunturas locales, regionales y nacionales por la defensa de la educación pública.
La participación de los fundadores e integrantes del colectivo en el movimiento estudiantil, se convierte en una condición de emergencia importante, ya que es en este espacio donde cada uno, desde diferentes formas, modos y situaciones, se va construyendo como sujeto político desde la problemática que atraviesa la universidad pública en Colombia y su relación con todos los otros componentes de la sociedad. Además, es allí donde empieza a existir un reconocimiento y se convierte en espacio de encuentro y compartir de los integrantes, como en el caso del Concejo de Estudiantes de la Facultad y la Coordinadora Estudiantil de la Universidad, en los que la mayoría de los integrantes del colectivo han participado en su momento.
Es en el marco de las luchas estudiantiles y ambientalistas, donde algunos encuentran un escenario de interés y de diálogo en torno al Ambientalismo Popular y crean lo que ellos denominan “[...] la primera cohorte del Colectivo”.
[...] lo que pasa es que una cosa es el Colectivo y otra cosa es la confluencia de nosotros como movimiento ambientalista o sea venimos de diferentes caminos y el de unos se formó ahí, pero nosotros en el ambientalismo popular está todo el tema del plan departamental de agua, todo el tema de las clases, pero el tema de porque se formó el Colectivo, fue por querer visibilizar ese otro ambientalismo pues gracias a la contradicción que había, o [...] a la hegemonía del ambientalismo que había en la facultad. (P1:19)
Por tanto, la emergencia del Colectivo se da cuando coincide un grupo de estudiantes interesados en un movimiento social con unos principios filosóficos, como contrapropuesta al ambientalismo institucionalizado de la Facultad (su nicho de encuentro, de diálogo y transformación), que enfrenta las problemáticas de una manera técnica y academicista en contraposición a aquel que las aborda desde la base social, bajo la premisa de que la actual crisis ambiental no podrá ser superada si no se modifican las relaciones históricas de explotación entre los seres humanos y la naturaleza.
[...] veníamos en un accionar político dentro de la Facultad, dentro del movimiento estudiantil y dentro del ambientalismo popular, interesada pues y convencida que solo juntando voluntades es que se pueden transformar ciertas cosas, entonces de ahí pues mi motivación para conformar el, hacer parte del Colectivo, compartimos desde el principio nuestra posición frente a las problemáticas del territorio, frente también en lo personal a cómo se plantean las soluciones a la crisis ambiental, planteamos desde el movimiento ambientalista popular que la solución a la crisis ambiental no se puede dar dentro de este mismo modelo de desarrollo, dentro de las mismas soluciones que se plantean en el capitalismo, entonces eso hace parte pues como de la identidad dentro de un accionar político que ya traíamos en la facultad (P1:25) [sic]
Así, el Colectivo emerge como respuesta a una necesidad de visibilizar y difundir en la academia el otro enfoque, el de un ambientalismo que aboga por la defensa de la vida y junto con ella, del territorio, la soberanía y autonomía de las comunidades, sus saberes y el respeto por su historia (Criado, 1998).
En este sentido, lo que parte de un interés individual, poco a poco, a modo de bola de nieve, va sumando intereses de muchas más personas que empiezan a pensarse y a debatir sobre este tema en particular, desde el Colectivo.
Condición de vinculación al Colectivo Ambientalista
Diversas han sido las condiciones y motivaciones de vinculación de los integrantes al Colectivo; sin embargo, se pueden evidenciar aspectos comunes. Inicialmente, expresan que se parte de una reflexión como integrantes de un sector de la sociedad que sufre la inequidad, injusticia e insolidaridad y que al hacerse conscientes, mediante la formación política, de su papel en la transformación de dichas realidades, buscan las formas para aportar al cambio, reconociendo la necesidad de la organización para lograr objetivos comunes.
[...] yo creo que muchas cosas de las que a uno lo motivan como a tomar acciones es como a sentirse atropellado por ciertas decisiones que toman otras personas y por como por modelos impuestos y darse cuenta que de pronto si no tomamos acción nosotros en el presente pues vamos a dejar un desastre pues para el futuro y no existen como otras personas que tengan que hacer las cosas, o sea somos nosotros y si no somos nosotros pues o que vamos a perder es muy grande entonces yo creo que es como una acción que en el fondo puede ser individual pero siempre pensando que somos individuos que pertenecemos a un Colectivo y que si nos atropellan como individuos también nos están tropellando como Colectivo, entonces pues yo creo que esa es una de las motivaciones (P1:33) [sic]
Pero el interés en un Colectivo ambientalista parte, entre otros motivos, del escenario académico, pues la mayoría de los integrantes actuales y sus fundadores iniciales son estudiantes y egresados que llegan allí por diversos caminos. Uno de ellos y muy importante, fue el contacto con docentes líderes en este tema en la región en diferentes momentos de su historia, pero es en el año 2010 que llegan y coinciden varios de ellos, quienes desde sus cátedras difunden un pensamiento crítico frente a la problemática ambiental e impulsan eventos como “Ecoforos”, en los que se involucran algunos de los integrantes actuales del Colectivo, que en su momento fueron estudiantes o habían visto clases con ellos. De esta manera, algunos estudiantes van conociendo y se van motivando e involucrando cada vez más con los procesos del Movimiento Ambiental, acercándose a esta otra visión de lo ambiental para posteriormente, llegar a conformar el Colectivo.
De igual manera, la afinidad y empatía entre los integrantes del Colectivo que se habían expresado e iniciado en los espacios que compartían en el movimiento estudiantil, hacen que exista un interés de articularse en un proceso que trascendiera su estadía en la Universidad. Por este motivo, también se vinculan personas que no eran o no conocían ampliamente el Ambientalismo Popular y que eran estudiantes de carreras diferentes, identificando en este un espacio de trabajo para divulgar las problemáticas sociales y ambientales locales, regionales-nacionales y articular esfuerzos para la transformación de las mismas. Así, los integrantes del Colectivo se identifican e integran en la voluntad de defender el territorio, la vida, los bienes naturales, los pueblos, su historia, culturas y derechos (Alzate, 2008).
Escenarios de acción política
Para los integrantes del Colectivo, el ser joven se convierte en una posibilidad para desplegar su accionar político, en tanto “no se está cargado de miedos”, y por tanto, se tiene la libertad de expresar, debatir, opinar y reflexionar sobre diversas problemáticas sociales; en ese sentido, el Colectivo se ha movido alrededor de dos escenarios claves, por un lado, la Universidad y por otro, el territorio, el contexto y las comunidades que los habitan. Escenarios políticos donde evidencian conflictos, problemáticas que desde su accionar pretenden ser atendidas, reflexionadas y transformadas.
En el primer escenario, la Universidad, se han dinamizado foros y conversatorios permitiendo un abordaje teórico, reflexivo y de denuncia de las problemáticas ambientales que se viven en los territorios, en específico, se han hecho actividades sobre las plantaciones forestales en la región, la mega minería, los megaproyectos, el modelo extractivista, la historia y las luchas del Movimiento Ambiental Popular, cobrando sentido como prácticas de acción política.
El segundo escenario de acción política del Colectivo trasciende las acciones de denuncia y protesta, como la marcha, la movilización y la toma de escenarios académicos, hacia prácticas y expresiones que buscan aportar al empoderamiento de las comunidades, reconociendo la importancia de su cultura e historia a través de la construcción de territorios autónomos y con soberanía alimentaria.
[...] han sido como dos escenarios los que me han formado o los espacios en los que yo me he formado políticamente y por supuesto, he tenido mi accionar o mi práctica política, el movimiento estudiantil y el ambientalismo popular, el movimiento estudiantil [...] con todo el tema de la MANE5; la MANE fue un espacio que en últimas me permitió a mi hacer escuela también, teniendo muchos disensos y contradicciones con los métodos y cómo se manejaban los espacios y bueno, ya la dinámica propia del movimiento estudiantil que ha sido como recurrente ese tipo de situaciones, pero el movimiento estudiantil y en específico la MANE, fue pues como lo que me marcó a mí, pues como en accionar político y obviamente el tema del ambientalismo popular (P1:6). [sic]
Sus esfuerzos en uno u otro escenario están puestos sobre el develar los impactos ambientales que han venido generando las industrias extractivistas y los proyectos minero- energéticos sobre los territorios; especialmente, la industria papelera que durante los últimos 40 años ha deteriorado significativamente las zonas rurales de la Cordillera Central. Debido a la intensificación de dicha problemática, el Colectivo se reactiva y se suma a la movilización de las comunidades afectadas.
Prácticas de organización y movilización
El territorio como escenario de vida y las comunidades como su actor protagónico, son los dos ejes que han permitido la visualización de las problemáticas ambientales, de tal modo que la toma de conciencia y las prácticas organizativas cohesionan y fortalecen la labor y movilización ambientalista.
[...] yo creo que lo primero es concientizarnos nosotros mismos como Colectivo y desde nosotros con y hacia afuera a la sociedad que nos rodea a la sociedad con la que compartimos un territorio de vida sobre las problemáticas que más nos chocan pues y están latentes en nuestro territorio, entonces de concientizar, organizar, organizarnos nosotros y con la gente para enfrentar las problemáticas, para enfrentar a quienes fomentan y promueven esas problemáticas, bueno organizarnos y en esa concientización y organización generar procesos, actividades, ya acciones pues de hecho que van a visibilizar, van a mostrar que defendemos una razón, una motivación, que es el bienestar pues de la sociedad en general y el bienestar de nuestros bienes naturales (P1:28). [sic]
Las prácticas de movilización que se han llevado en los escenarios de acción política mencionados, se han centrado desde lo académico a través de Ecoforos, conversatorios y participación en encuentros locales y nacionales, donde se debate el panorama de la problemática ambiental y las alternativas de solución (Botero, Torres & Alvarado, 2008).
Otras prácticas de movilización han sido la participación en plantones, marchas y recorridos por los territorios, respondiendo a los conflictos coyunturales y contextuales que ponen en riesgo el bienestar y afectan la vida cotidiana de las comunidades.
[...] el debate en torno a la escuelita también que hay una escuelita ahí también en la vereda para siete u ocho niños y entonces querían cerrarla que porque para qué una escuelita en una vereda donde no hay niñas mientras que la propuesta es [...] no claro tienen que llegar los campesinos para [...] para que la escuelita viva [...] y entonces ahí se hizo un convite y se pintó la escuela y a los dos días que se pintó se rayaron tres letras en la escuela AUC, entonces son todas esas cosas que ocurren en eso, entonces por eso es que nosotros representamos esas cosas acá toca ahí cambiarlas (P3:12). [sic]
Como una práctica fundamental de movilización, se ha tomado la agroecología, propuesta para la construcción de territorios autónomos, libres de transgénicos, de megaproyectos, con soberanía alimentaria que garantice el buen vivir a todos sus habitantes.
No obstante, es importante anotar que históricamente, el Ambientalismo Popular ha recibido respuestas violentas por parte de los sectores económicos que son objeto de sus críticas; por ello, para mantener viva la memoria, se han realizado homenajes que rememoran la lucha de compañeros que han arriesgado hasta sus vidas por creer en esto que los convoca.
La violencia como respuesta a sus prácticas de movilización
Las experiencias de violencia que los jóvenes del Colectivo rememoran, hacen evidente la falta de garantías en el país para el ejercicio de cualquier acción política; esto es una realidad que se ha visto en caso de compañeros de otras localidades y organizaciones, quienes han sido desaparecidos y/o asesinados por tratar de defender aquello en lo que creen, “[...] hay unos compañeros que los asesinaron en la puerta de la casa [...] de la finca diciendo que era un atraco y no les robaban nada” (P3:8). [sic]
[...] pues nosotros no podemos decir pues quiénes específicamente, porque uno incurriría en cuestiones legales, pero podemos plantear algunos elementos que son comunes a todos, primero que vivían en el campo y que se opusieron digamos que a la llegada de las plantaciones, entonces hicieron procesos de movilización en la comunidad explicando lo de monocultivos y bueno y el tema del desplazamiento de las comunidades de la vereda hacia otras partes, bueno los impactos técnicos, ambientales y sociales de las plantaciones, entonces en todo ese contexto pues algunos empezaron a persuadirlos, posteriormente a amenazarlos y a otros los desaparecieron y a otros los asesinaron (P3:7). [sic]
Los jóvenes hacen la reflexión sobre cómo la violencia no es solo física, sino que también se ve manifestada en la imposición de decisiones estatales sobre los territorios para beneficiar capitales (nacionales, extranjeros, públicos y privados), sin respetar a las comunidades ni el bienestar y las necesidades de estas. Es precisamente por ello, que en muchos casos se juzga a la comunidad como violenta, sin analizar si en realidad lo es o está actuando en defensa precisamente ante ese acto opresor ejercido por ese otro que es el estado o el capital privado (Montesino, 2008; Botero, 2008).
Experiencias significativas en su acción política
Para los jóvenes del Colectivo, las experiencias de movilización política cobran significado en la medida en que responden a problemáticas devenidas desde el modo de producción capitalista, cuyas dinámicas han venido afectando todas las formas de vida y sus relaciones.
Por ello, la experiencia del trabajo comunitario se ha convertido en la posibilidad de superar el discurso ambiental oficial y aportar a la trasformación de las relaciones socioeconómicas causantes de la problemática ambiental.
[...] ahí entramos en el segundo punto, segundo frente del grupo uno que fue el trabajo en el barrio [...] ah bueno, trabajo barrial [...] era como los dos principales, que fue en el barrio [...] que era un barrio, un asentamiento, una ocupación [...] era un barrio de ocupación, un asentamiento informal [...] entonces en el barrio lo que se hizo fue el tema de las huertas urbanas pero como excusa para organizar a la gente a través de ella [...] con el objetivo de generar organización [...] no generar huerta en sí, sino organizar a la gente en torno a algo y generar algo de autonomía sobre la vida alimentaria, así sea muy básica, porque eran muy básica las huertas (P1:23). [sic]
Horizonte de sentido
El Colectivo se visualiza en el marco del trabajo comunitario y convencido de que son necesarios cambios en las relaciones de poder, las condiciones políticas, económicas y sociales, donde la lucha por la tierra, la autonomía y la soberanía deben estar presentes en un proceso macro que permita llegar a transformaciones micro de los territorios. En este sentido, el Colectivo ha querido construir con las comunidades de modo tal que se logre aportar a la generación de conciencia, organización y movilización por la trasformación de las realidades.
[...] es que en la medida en las que las comunidades tienden a conocer su historia y a apoderarse de su cultura, pueden llegar a transformar y generar esos escenarios de una lucha más trascendental por decirlo así, pero es partiendo de ellos, uno simplemente es un acompañante del proceso y como un motivador porque si es cierto lo que decían, nosotros no somos ni mecías, ni caudillos en las comunidades, nosotros como parte del pueblo acompañamos al pueblo (Colectivo Ambientalista). [sic]
Así, la movilización como práctica transformadora, deja ver una intencionalidad no solo de reflexionar y repensar una realidad que afecta a la población, sino también una apuesta e iniciativa por transformar esa realidad.
La apuesta organizativa con la que el Colectivo quiere impactar en las comunidades son las Escuelas Campesinas de Agroecología, propuesta que busca construir territorios desde la base, como una posibilidad para recuperar su historia, su cultura, su autonomía, sus relaciones económicas y políticas, y garantizar la soberanía alimentaria.
El horizonte de futuro para los jóvenes del Colectivo es una condición permanente, en tanto sus referencias siempre están en tiempo de conjugación; así, ellos mismos mencionan que esto se debe a su juventud porque “tienen menos pasado que futuro”, condición misma que les permite manifestar su inconformidad ante el presente, así que lo futuro es todo lo que sueñan por construir “desde la historia y desde allí entender el presente para caminar hacia el futuro”.
[...] la afinidad entre los miembros del Colectivo ha sido el trabajo campesino, el trabajo rural, el trabajo con los campesinos, entonces la problemática en torno al campo, quién es el que tiene la tierra, quiénes los que la poseen, entonces la tierra tiene que ser para el que la trabaja, entonces toca devolverle la tierra a los que la trabajan, entonces hay que adesalambrar o sea, cortar todas esas barreras no solo materiales, físicas, sino también mentales (P1:27). [sic]
Conclusiones
A continuación se presentan unas conclusiones previas, iniciales, que dan cuenta de la primera fase del estudio mencionado, en lo que se refiere a los procesos que constituyen las movilizaciones juveniles, y en este caso particular, de un Colectivo ambientalista.
Al respecto, este Colectivo emerge en el marco de movilizaciones estudiantiles, que permitieron el encuentro de jóvenes con intereses e historias de vidas comunes, las cuales los llevaron a confluir en el mismo tiempo y espacio. De igual manera, su emergencia también se ve influencia por otros personajes adultos, quienes contribuyen ideológicamente a la formación y, de cierta manera, ceden la responsabilidad a los jóvenes para refrescar las ideas y sus prácticas de movilización.
En este mismo sentido, los jóvenes se vinculan al Colectivo a partir de sus intereses, puestos principalmente en la protección de la vida y la defensa de su territorio. De igual manera, defienden que esta vinculación y la consolidación del mismo se dan a partir de la amistad, pues más que compañeros, se entienden como amigos de lucha que comparten, no solo espacios académicos y de movilidad, sino también espacios personales que fortalecen esos otros escenarios de movilidad.
Por otro lado, los escenarios de actuación del Colectivo son diversos; por un lado, está lo académico, el escenario universitario permite un despliegue de saberes hacia la formación de sujetos políticos en defensa de los derechos de las comunidades; y, por otro, se despliegan los saberes y esas discusiones para formar a las comunidades en la defensa de sus territorios, la dignidad y la vida.
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Notas
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