Artículos de investigación
Recepción: 27/03/2017
Aprobación: 28/04/2017
Resumen: Objetivo: identificar desde la mirada de los egresados de 13 programas de pregrado y posgrado de la Universidad de Caldas, la valoración que hacen de la calidad y el desarrollo de competencias generales en su formación. Metodología: investigación de tipo descriptivo y carácter no experimental. La población objeto de estudio estuvo constituida por 1419 egresados de algunos pregrados y posgrados de la Universidad de Caldas en el período 2010 – 2014, que respondieron la encuesta enviada a su correo electrónico. Hallazgos: la mitad de los egresados de los programas que se estudiaron, consiguió un trabajo relacionado con su disciplina antes del primer año después de su graduación, o ya se encontraba trabajando en un área relacionada en el momento del egreso. Conclusiones: la mayoría de profesionales egresados consideró que en grado alto poseía las compentencias para desempeñarse como profesional; se señala la importancia de continuar afianzando la formación en el manejo comunicativo de una segunda lengua y en el uso de herramientas informáticas básicas.
Palabras clave: pertinencia de la educación, universidad, formación, competencias para la vida.
Abstract: Objective: to identify the estimation of quality and development of general competences in training, from the graduates of thirteen undergraduate programs and postgraduate of Caldas University perspective. Methodology: descriptive and non-experimental type investigation. The under examination population was established by 1419 graduates from some undergraduate and postgraduate programs of Caldas University during 2010-2014, who completed a survey sent to their electronic mail. Findings: 50% of surveyed graduates obtained a job related to their degree before the first year of graduation or they were already working in the area related to, when they graduate. Conclusions: most of the graduate professionals considered the degree as a full of competences issue suitable for the professional performance; it is mentioned the importance of continue strengthening the training in communicative proficiency of second language and the use of basic technology resources.
Keywords: pertinence of education, university, training, competences for life.
Introducción
La sociedad actual demanda de la educación, de las instituciones educativas y en especial de las universidades, en primer lugar, que los programas académicos que sustentan la razón de ser de estas entidades, respondan a las necesidades e intereses que los colectivos sociales exigen de ellas y, en segundo lugar, que la formación que se imparte en ellas sirva para que sus egresados intervengan desde la aplicación racional y responsable del conocimiento, el entorno social, político, cultural y económico, medio en el cual deberán sustentar y demostrar sus aprendizajes. En este sentido, se requiere de las Instituciones de Educación Superior, el desarrollo de programas de calidad, que sean pertinentes en el entorno social en el que están inmersas.
Se identifica entonces que, vinculada al término de pertinencia, está la categoría de calidad, concepto que se discute inicialmente como preámbulo para comprender el propósito de la presente investigación.
La calidad educativa además de ser un concepto con una larga tradición histórica, también se caracteriza por la complejidad de su significado. Desde una mirada histórica, el concepto se remonta a la misma existencia del ser humano, a su afán de conquista, a la creación y consolidación de prácticas culturales, comerciales e industriales, en definitiva, a su afán por obtener mejores condiciones de vida (Montaudón, 2010). La complejidad del concepto hace referencia a que no es sencillo articular y comprender las múltiples relaciones que se pueden establecer, en primer lugar, entre dimensiones de orden político, cultural, social, económico y, en segundo lugar, entre los diversos actores que intervienen en los procesos educativos (docentes, estudiantes, administrativos). En este sentido puede señalarse que para la UNESCO:
La educación de calidad se relaciona con la construcción del conocimiento y con la aplicación habilidosa de todas las formas de conocimiento que realizan individuos peculiares, que funcionan tanto de manera independiente, como en relación con los demás. Una educación de calidad refleja la naturaleza dinámica de la cultura de los lenguajes, el valor del individuo en relación al contexto más amplio, y la importancia de vivir de una manera que promueva la equidad en el presente y ayude a construir un futuro sustentable. (UNESCO-OIE, 2008, p. 4)
En este sentido hablar de calidad educativa es hacer referencia también a cómo las instituciones educativas se vinculan con las particularidades de los contextos socioculturales y políticos en donde se desarrollan los procesos educativos. Para Martínez (2003), la calidad de la educación depende de la perspectiva social que apoya las afirmaciones de quienes se involucran en la toma de decisiones y de las instancias administrativas que participan en ellas.
En el contexto colombiano desde el Ministerio de Educación Nacional, también se conceptualiza la calidad de la educación como:
Aquella que forma mejores seres humanos, ciudadanos con valores éticos, respetuosos de lo público, que ejercen los derechos humanos, cumplen con sus deberes y conviven en paz. Una educación que genera oportunidades legítimas de progreso y prosperidad para ellos y para el país. Una educación competitiva y pertinente que contribuye a cerrar brechas de inequidad y en la que participa toda la sociedad. (MEN, 2012, pp. 3-4)
Este concepto fortalece la intencionalidad de lograr ubicar a Colombia como el país más educado de América Latina en el 2025, desde la excelencia docente, y desde una Educación Superior con acceso, calidad y pertinencia (ejes de la política educativa nacional).
De igual manera, se identifican en el contexto Colombiano varias leyes que soportan la idea de asumir procesos educativos de calidad. Una de ellas, objeto de arduas discusiones en el contexto de la Educación Superior es la Ley 30 de 1992. En el texto de esta ley, se asume que la calidad debe ser uno de los objetivos centrales de las instituciones educativas universitarias, las cuales deben ofrecer mecanismos de apoyo y de regulación para facilitar y garantizar los más altos estándares de calidad y cumplir con los objetivos y propósitos que promulgan (Ministerio de Educación Nacional, 1992).
En el ámbito institucional la Universidad de Caldas tiene como uno de los ejes rectores de funcionamiento la excelencia académica, que pretende convertir la institución en una entidad líder en procesos educativos e investigativos que den respuesta a los nuevos retos exigidos por la sociedad actual, lo cual lleva implícito trabajar en función de la calidad, las facilidades para el acceso a la educación en términos de equidad y la pertinencia en el contexto de la oferta.
En definitiva, la calidad y la pertinencia son dos nociones inseparables, en cuanto no se puede hablar de calidad de los programas de formación en la Universidad, si éstos no son pertinentes para el medio social en el cual se ofertan, ni mucho menos hablar de pertinencia de un programa cuando su calidad es cuestionable.
Desde esta perspectiva, hablar de pertinencia es reconocer y valorar la relevancia de las instituciones de educación superior desde su rol en la sociedad y desde la relación que tienen los procesos educativos con el proyecto de sociedad (De Ketele, 2008; Beltrán, 2009; Leite-Ramalho y Beltrán-Llavador, 2012). EL concepto de pertinencia invita a pasar de perspectivas que se orientan desde una lógica competitiva en la formación de seres humanos para el mundo laboral, hacia una postura orientada desde una perspectiva social de la misma.
Desde esta perspectiva, hablar de pertinencia es reconocer y valorar la relevancia de las instituciones de educación superior desde su rol en la sociedad y desde la relación que tienen los procesos educativos con el proyecto de sociedad (De Ketele, 2008; Beltrán, 2009; Leite-Ramalho y Beltrán-Llavador, 2012). EL concepto de pertinencia invita a pasar de perspectivas que se orientan desde una lógica competitiva en la formación de seres humanos para el mundo laboral, hacia una postura orientada desde una perspectiva social de la misma.
Desde la perspectiva anterior, en esencia economicista (Gibbons, 1998; Malagón, 2005, 2008), se debe asumir que la pertinencia responde al desarrollo económico que se exige a cada país. Es de aceptar además que la universidad tiene como destino único, convertirse en una empresa de conocimiento, “este tipo de conocimiento entonces es sustituido por un conocimiento utilitarista, pragmático, surgido de la aplicación de la ciencia a los requerimientos tecnológicos y técnicos de quienes están en capacidad de comprarlo” (Malagón, 2009, p. 126). Se relega de esta manera a un segundo plano el deber ser de la educación, la respuesta que las instituciones deben dar a las necesidades sociales y las oportunidades que deben tener hombres y mujeres para un mejor desarrollo humano (Tünnermann-Bernheim, 2006, Tünnermann-Bernheim, 2008).
Desde la postura de diferentes teoricos entre los que pueden señalarse García-Guadilla (1996), y Tünnermann-Bernheim (1997), la segunda perspectiva, la social, asume:
La universidad no como la institución que de manera pasiva se adecúa al medio o como una institución repartidora de bienes y servicios; sino, como una institución protagónica de los procesos sociales, económicos y políticos, con capacidad de crítica y de cuestionamiento del status quo y con capacidad de diálogo e interlocución con el entorno y consigo misma. (Malagón, 2009, p. 127)
Por ello, es prioritario ver la pertinencia como un concepto que brinda oportunidad a la participación, que da importancia a lo educativo, que ayuda a pensar la formación de los sujetos desde una perspectiva integral y a asumir la responsabilidad social de la producción de conocimiento. En otras palaras es un concepto articulado, en primer lugar, a la concepción de una universidad crítica, que piensa y relaciona de manera concreta sus propósitos misionales, su proyecto educativo y sus prácticas curriculares para dar respuesta a los permanentes retos de la sociedad y, con ello, busca favorecer el desarrollo de los individuos y de las sociedades (Dias-Sobrinho, 2008). En definitiva, es hablar de la innegable relación entre los que producen el conocimiento (las universidades) y quienes se apropian de ellos.
En segundo lugar la pertinencia, desde la perspectiva social, es un concepto articulado a la definición de políticas educativas. En esta linea se identifican conceptos como los expresados por la UNESCO (1995), que indica que una educación pertinente se valora desde la forma como da respuesta al deber ser, desde una perspectiva que facilita la creación de una nueva sociedad. En otras palabras se trata de una educación que consolida el acceso democrático a ella y “brinda mayores oportunidades de participación en la Educación superior durante las distintas fases de la vida, los vínculos con el mundo del trabajo y las responsabilidades de la Educación superior con respecto al sistema en su conjunto” (Malagón, 2009, p. 122).
Los aspectos mencionados fueron el sustento para el desarrollo de esta investigación la cual tuvo como objetivo: identificar desde la mirada de los egresados de 13 programas académicos de pregrado y postgrado de la Universidad de Caldas, la valoración que hacen de la calidad, el desarrollo de competencias generales, la respuesta a las necesidades del contexto y la prospectiva del desarrollo social de la Universidad, a fin de poder generar hallazgos de carácter conceptual en torno a la pertinencia como categoría de análisis en torno a la calidad en la formación en la universidad.
Metodología
Tipo de investigación
La investigación es de tipo descriptivo de carácter no experimental (Hernández, Fernández y Baptista, 2010). La población objeto de estudio estuvo constituida por todos los egresados de los programas de Antropología, Licenciatura en artes escénicas con énfasis en teatro, Artes plásticas, Diseño visual, Desarrollo familiar, Licenciatura en ciencias sociales, Licenciatura en música, Maestría en educación, Tecnología en procesos informáticos, Ingeniería mecatrónica, Geología, Maestría en didáctica del inglés y Maestría en diseño y creación interactiva, de la Universidad de Caldas en el período 2010-2014, los cuales son en total 2188 personas, tal como lo muestra la tabla 1.
* Por solicitud del programa se realizó el análisis desde 2005
** Programas que iniciaron el proceso en el II semestre de 2015, por ello se pudo incluir el primer semestre de 2015.
Se trabajó con muestras no probabilísticas de los egresados que respondieron la encuesta enviada a su correo electrónico. La solicitud para diligenciar la encuesta se realizó por medios virtuales y telefónicos. Tal muestra estuvo constituida por 1419 personas, discriminadas por programa como se aprecia en la tabla 2. El muestreo utilizado fue estratificado aleatorio simple para proporciones, con un error y una significancia del 5% (Sheskin, 2007).
Variables utilizadas en la investigación
Las variables utilizadas en el análisis respondieron al interés del programa y de la vicerrectoría académica en cuanto a los datos personales, académicos y laborales del egresado, valoración que el egresado realiza del programa académico, competencias desarrolladas en el egresado por la Universidad, la institución y el entorno, respectivamente.
La tabla 3 y el apéndice muestran las variables utilizadas en esta investigación:
Datos personales del egresado.
Datos académicos y laborales del egresado.
Valoración que el egresado realiza del programa académico.
Competencias desarrolladas en la Universidad y requeridas en el ámbito laboral.
Institución y entorno.
Análisis de resultados y discusión
El 57,2% de los egresados de los programas de pregrado que se estudiaron consiguió un trabajo relacionado con su disciplina antes del primer año después de su graduación, o ya se encontraba trabajando en un área relacionada en el momento del egreso. Se observa en la tabla 3 que los programas con las menores cifras en este sentido son Artes plásticas (30,9%) y Tecnología en sistemas informáticos (32,8%); mientras que Geología y Licenciatura en música muestran los mayores porcentajes (92,2%) y (85,0%) respectivamente.
En cuanto a las maestrías, es claro que en las tres, al menos el 84,4% de sus egresados ya se encontraba trabajando en su disciplina al momento de su graduación.
Los anteriores resultados indican un nivel muy aceptable de empleabilidad para los profesionales y postgraduados, egresados de la Universidad, y que están dentro de los niveles que indican estudios de orden nacional, como el realizado por el Observatorio Laboral de la Educación (2015). Sin embargo preocupa, como se indicó anteriormente, el bajo índice de empleabilidad que muestran los reportes de los egresados de los programas de Artes Plásticas y de la Tecnología en Sistemas, el primero con una trayectoria relativamente nueva en la Universidad de Caldas (programa con registro calificado a partir del 2006) y que seguramente, ameritará realizar un análisis mucho más a fondo de las exigencias de empleabilidad, los escenarios laborales y de su relación con las estructuras curriculares, como uno de los posibles aspectos a intervenir en la formación. El segundo, con una ámplia experiencia como programa académico de nuestra Universidad (creado a partir de 1999), al igual que el programa anterior, necesita de una revisión rigurosa de la estructura curricular, de las expectativas de ingreso y de la posible saturación en el mercado de la línea de formación. Lo que implicaría orientar las estructuras curriculares hacia procesos de innovación académica y social, que le permitan a dichos programas brindar ofertas más pertinentes para dar respuesta a la demanda laboral.
Así mismo, en el momento de la encuesta, el 76,7% de los egresados entrevistados trabajaba, pero únicamente un 59,9% lo estaba realizando en su disciplina de saber, siendo el programa de Artes plásticas uno de los que posee menor número de egresados empleados y que trabajan en su área. Ingeniería mecatrónica y Tecnología en sistemas informáticos, poseen altos porcentajes de egresados trabajando, pero no en su disciplina. Los licenciados en música tienden a tener trabajo en su área de conocimiento, así como los magísteres en educación, diseño y creación interactiva y en didáctica del inglés (tabla 4). Los datos anteriores invitan a reflexionar sobre las estructuras curriculares de formación de los estudiantes, a fin de analizar de manera profunda, no sólo la respuesta de cada programa en función del campo laboral, sino también, la manera como estos programas se articulan a las perspectivas de país, a intencionalidades y proyectos de formación que responden a las exigencias del medio social, cultural, político, académico, entre otros.
La pregunta sobre la continuidad de formación académica de los egresados es una oportunidad para que los programas de la Universidad, además de ofertar líneas de educación continuada o de formación postgradual, puedan mantener un contacto permanente con sus egresados, un aspecto relevante no sólo para el programa que se analiza, sino también para los estudiantes, quienes pueden consolidar ese vínculo institucional y, por qué no, aportar desde sus desarrollos académicos y laborales a la cualificación de los mismos. En este sentido, al indagar sobre la continuidad de la formación académica, se logró identificar que el 40,6% de los egresados de la Universidad de Caldas, continúa realizando cursos de educación continuada después de su graduación; únicamente un 12,9% realiza maestrías y un 1,9% doctorados.
En la tabla 6 se muestra que en los programas que más capacitación no formal realizan los egresados, son la licenciatura en Artes escénicas y las maestrías en Educación y en didáctica del inglés. Los egresados del programa de Geología, tienden a realizar especializaciones. Los egresados de las licenciaturas en Artes escénicas, en Ciencias sociales y los antropólogos son los que en mayor porcentaje realizan maestrías; los egresados de las maestrías en Educación y en diseño y creación interactiva, se caracterizan por estudiar doctorados, mientras que los egresados de las Tecnologías en sistemas informáticos resaltan por estudiar otros pregrados, y los egresados del programa de Ingeniería en mecatrónica se caracterizan porque en general no realizan ningún tipo de capacitación después de su egreso.
En cuanto a la valoración que el egresado realiza del programa que estudió (tabla 7), los antropólogos, maestros en artes plásticas, licenciados en música y tecnólogos en sistemas informáticos, son los más críticos con su programa, pues en la mayoría de los ítems preguntados, no más del 40,8% de ellos, en promedio, calificó con alto o muy alto la formación recibida, siendo el ítem “Favorecer el desarrollo personal”, la cuestión con mayores porcentajes en general.
Así mismo, los profesionales en desarrollo familiar y los egresados de las maestrías en educación, en didáctica del inglés y en diseño y creación interactiva, se muestran muy satisfechos con su programa, en particular con la calidad académica del mismo, ya que consideran que la formación recibida favorece su desarrollo personal.
En especial llama la atención que como máximo, un 54,4% de los egresados percibe que están bien remunerados, llegándo a situaciones donde únicamente un 7,2% coincide con este ítem (el caso de los maestros en artes plásticas).
Se presentó a los egresados una serie de competencias2, las cuales la Universidad pretende, sean el sello de toda persona que se gradúa de la misma. En la escala se calificó con “Muy bajo”, “Bajo”, “Medio”, “Alto” y “Muy alto” cada pregunta.
De acuerdo con la tabla 8, es claro que desde la Universidad se debe trabajar más en torno a su compromiso con el egresado, para poder garantizar la formación en muy alto nivel en algunas compentencias en las que los egresados consideran que se requieren afianzar. En tal sentido, se deben liderar acciones de formación que permitan garantizar en general, que el egresado se comunique en un segundo idioma, así como el desarrollo de su habilidad para utilizar herramientas informáticas básicas. Estos datos también se ratifican en los bajos resultados obtenidos por algunos estudiantes en las pruebas SABER-PRO, en las cuales se confirma ante los bajos promedios obtenidos por los estudiantes que están muy próximos a graduarse, la necesidad de intervenir las estructruas curriculares de los programas para promover la formación en un segundo idioma, y al mismo tiempo, exigir que las programaciones de los docentes también promuevan, desde el trabajo en el aula, una cultura de la lectura en idiomas diferentes al Español.
En las demás competencias evaluadas, el 67,4% de los profesionales egresados (en promedio) consideró que en grado alto o muy alto poseía las mismas, siendo el compromiso ético y la capacidad para aceptar las diferencias y trabajar en contextos multiculturales, lo que más identifica al egresado de la Universidad de Caldas.
En relación con aspectos Misionales de la Universidad, se solicitó al profesional egresado calificar a la Universidad de Caldas desde su vínculo con el medio externo y se encontró que en promedio el 61,4% de los encuestados, consideró que esta institución evalúa las necesidades del contexto y tiene visión prospectiva del desarrollo social, en grado alto o muy alto. Así mismo, el 62,8% calificó en ese rango al considerar que la Universidad de Caldas aporta al estudio y solución de problemas regionales, nacionales e internacionales. El 64,3% de los egresados consideró que los programas y actividades de investigación y de extensión o proyección social de la Universidad de Caldas son coherentes con el contexto y con la naturaleza institucional y el 74,6% que el egresado de esta institución aporta en el campo empresarial, científico, artístico, cultural, económico o político de la sociedad. La tabla 9 muestra estos porcentajes discriminados por programa.
Conclusiones
Se encontró que al menos la mitad de los egresados de los programas de pregrado que se estudiaron consiguió un trabajo relacionado con su disciplina antes del primer año después de su graduación, o ya se encontraba trabajando en un área relacionada en el momento del egreso. Se estableció que los programas con menor empleabilidad para el periodo de observación y de acuerdo con las fuentes consultadas, fueron Artes plásticas (30,9%) y Tecnología en sistemas informáticos (32,8%); mientras que los programas de Geología y Licenciatura en música evidenciaron los mayores porcentajes de vinculación laboral (92,2%) y (85,0%) respectivamente.
En el momento de realizarse la encuesta más del 70% de los egresados entrevistados trabajaba, pero únicamente un 59,9% de ellos lo estaba realizando en su disciplina de saber. Los datos anteriores invitan a reflexionar sobre las estructuras curriculares de formación de los estudiantes, a fin de poder responder con mayor pertinencia a las necesidades de formación de acuerdo con el momento histórico-social y con las necesidades del contexto.
La mayoría de profesionales egresados, consideró que en grado alto o muy alto poseía las compentencias para desempeñarse como profesional, siendo el compromiso ético y la capacidad para aceptar las diferencias y trabajar en contextos multiculturales, lo que más identifica al egresado de la Universidad de Caldas. Sin embargo, se señala la importancia de continuar afianzando la formación que se les brindó en la Universidad, en el manejo comunicativo de una segunda lengua y en el uso de herramientas informáticas básicas.
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Notas
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